[Aventura] [T2] La primera Hiena en Loguetown

LOGUETOWN -31 de Verano de 724

Tras haber atracado en la ciudad del principio y el fin el día anterior, te apartas de tu tripulación y sigues tu camino siguiendo un enorme curiosidad por el bajo mundo que se movían entre las sombras de aquella isla, puntualmente, pensando en los médicos que se movían ocultos bajo el manto de seguridad del bajo mundo. 

Tu motivo solo tu lo sabias, pero es lo que te mantiene firme, mientras caminas por las calles de aquella ciudad, la cual tiene estructuras de piedra blancas y altas, al igual que anchas calles por la cual transitan centenares de personas, aun cuando el astro diurno comenzaba a ocultarse tras es horizonte.
A medida que la luz menguaba, los faroles de aquellas calles se iban encendiendo, dando esa una sensación de que los edificios, blancos, brillaban ante la luz, lo cual generaba ciertos patrones que a la vista de un visitante, eran únicas y hermosas.

Aunque la noche caía rápidamente, la cantidad de personas no parecía menguar, es mas parecía ir en incremento, pero a medida que te acercabas a la zona baja de ciudad, comenzaste a notar que la cantidad de personas, a la cual te habías acostumbrado rápido, descendía a un ritmo preocupante. Pero no era nada que no hubieras visto ya en tus aventuras, asique solo continuaste caminando con tu objetivo en mente.
Poco a poco las calles de aquella ciudad cambiaron de un blanco brillante, a un blanco sucio y mohoso. Las construcciones ya no eran de piedra blanca, sino que comenzaban a abundar la madera, cual villa portuaria.

El olor de meadas y basura comenzaba a ponerse fuerte, mientras que los callejones que antes tenían cierta vida, ahora estaban apartadas de ella y lo único que reunían, era basura y algún que otro borracho, o muerto, no lo sabrías con seguridad si no te acercas, aunque posiblemente sea basura, y mas sabiendo que allí se encuentra la base marina mas grande del east Blue.

Mientras caminas por esas calles, oyes un enorme barullo en un casa no muy lejos de allí. Si te acercas, podrás notar que se trata de una taberna, la cual tiene por nombre “Trago del Marinero”, y del cual están salieron varias “ratas” alcoholizadas, seguidas por un grupo reducido de marines, quienes los maltratan, aunque se centraban en uno en particular.
-Ya le he dicho que no se nada de  Bonez. Él aparece cuando quiere y me paga por… trabajos- dijo el hombre.
El marine sin mucha paciencia, lo toma de su ropa y lo levanta
-Te creeré esta vez Jacob, pero si sabes algo de él pasa por la base y me informas, de otra manera pasaras el resto de tu asquerosa vida en la celda y sabes que eso significa que no mas droga para tu pequeño cerebro- tras decir eso, aquel marine arrojaría con fuerza al hombre hacia un costado de la taberna y se iría, seguido por su séquito de marines.

Si centras mucho tu mirada en ellos, te miraran y te amenazaran, pero seguirán su camino.

Información

Buenas Vesper. Aqui comienza tu aventura por las calles oscuras de Loguetown.
No te olvides de colocar los stats de tu personaje, al igual que un tu inventario y cualquier V o D que creas que sea util para la trama

Es bastante interesante la sensación de salir de aquella isla tras esos años aparentemente estancados en el lugar, no sé cómo exactamente sentirme sobre eso, pero lo que si era seguro es que con esta tripulación las cosas pueden ser diferentes, me gusta, son caóticos, pero nada que no se pueda arreglar, aunque es todo un reto el mantenerlos con salud pues parece que tienen una necesidad imperiosa de intentar matarse entre si, es como si encajaran tan bien que parecieran odiarse a la vez, cuando no es el capitán lanzando fueguitos por doquier, es Jun con sus explosivos, o Gavyn con sus cuchillas por todas partes, es un caos, pero es el caos que estoy dispuesto a vivir.
 
Habíamos llegado a Loguetown, la tan mencionada ciudad del principio y el fin, donde ejecutaron aquel que llamaban el rey de los piratas, y como se hará costumbre todos se bajaron y siguieron sus propios caminos, claro, quedando conque nos veríamos nuevamente en el barco en unas horas específicas, sino, habría que preocuparse, aunque quien sabe que pasaría realmente, aunque estoy seguro que todos en este barco pueden defenderse por sí solos, aunque los peligros siempre están a la vuelta de la esquina, aun mas cuando eres pirata. Caminé por los lares de Loguetown, entre calles, y callejones, mientras más profundo mejor, tenía bastante claro que en sitios como este se podía conseguir información médica relevante, aunque quizás no la más legal posible.
 
Las calles parecían concurridas, pero era obvio, en una isla como esta, en una ciudad tan famosa y conocida era claro que habría cantidades de personas que sobrepasarían a la población local y extranjera de Kilombo. La noche comenzó a caer rápidamente y la hora de volver al barco se hacía cada vez más presente, aun así, no podía simplemente volver sin haber encontrado al menos algo de lo que en realidad buscaba, sino habría perdido completamente una tarde en hacer absolutamente nada mas que caminar con cara de pocos amigos.
 
Las calles cada vez se hacían más tétricas y oscuras, en mas de un callejón podía ver montones de ¨basura¨ aunque probablemente eran borrachos que no alcanzaron a llegar a sus casas y quedaron dormidos en plena ¨diversión¨ pero realmente en ese momento me daba un poco igual y seguí caminando, como en Kilombo, me volvería una persona de la noche, aquellos que en la noche obtienen lo que quieren de una manera u otra y era bastante más fácil, aunque aquí con una base tan grande de la marina habría que ser mas sigilosos en cuanto a esas cosas, no podía ir por ahí matando a cualquiera que se me cruzara por el frente, no era la misma isla, o como ellos dicen, no es la misma justicia. Frases estúpidas que suelen decir ellos.
 
Entre una de las casas no muy alejadas de mi se escucha un ruido enorme, un bar de mala muerte fue lo primero que pensé, aunque rápidamente unos marines salieron del bar con un hombre, este parecía que había tenido días mejores, al estar oscuro mi primera reacción fue esconderme entre unos muros, no tenía nada que ocultar, pero por la manera en que trataban al hombre parecían marines problemáticos y quería evitar tener que matar a alguien en mi primer día en esta isla.
 
—¿Bonez?— Susurré. ¿Realmente hablaban del Bonez que yo conozco? El Doctor Baltazar Bonez, esto parece un poco extraño, no sabia que ya nuestro terroncito de carbón había pasado por Loguetown, pero de eso a pagarle a alguien por quien sabe que tipo de trabajos, la verdad no estoy seguro. Espere escondido a que los guardias se alejaran lo suficiente para acercarme al hombre. Cuando estuve frente al hombre, visiblemente maltratado por los marines le miré con cara de pocos amigos, pero aun así le tendí la mano, quizá mi porte no sea el mas amistoso y mis ojos dan la sensación de que puede que sea un monstruo, pero sigo siendo una persona como cualquiera.
 
—Te referías al Doctos Baltazar Bonez?— Espere que se levantara apoyándose con mi mano para que no volviera a caer. —No te preocupes, no te haré daño, soy el doctor Vesper Freezeman Chrome. — Terminé explicando al hombre, quizá había dado demasiada confianza al hombre, pero si pensaba hacer algo estúpido acabaría con el en el acto.

-Putos marines- masculló Jacob, mientras se limpiaba la sangre de su nariz con el dorso de su mano. -Siempre lo mismo… Si creen que les daré mi contacto, están equivocados. Me pueden golpear todo lo que quieran, pero no obtendrán nada de mi- dijo en voz alta, pero no gritando, al notar que los marines estaban fuera de su alcance.

Al intentar levantarse, nota tu mano y luego tu mirada.
-Tch, crees que necesito ayuda? Mocoso de mierda- masculló, mientras golpeaba tu mano con su mano y se levantaba por si mismo.
Mientras se levanta, notas que su porte es mas bien pequeño. Es un hombre delgado, con cara alargada y una mandíbula poco formada. Los lentes que lleva están rotos y sus ojos demuestran cierta astucia, pero a la vez cierto miedo.
Llevaba su pelo atacado en una cola de caballo, pero su frente es mucho mas grande de lo normal, ya que notas que se está quedando algo pelado.
En simples palabras, es como un roedor.

Ya arriba verías como se sacude el polvo y se acomoda la ropa que tenia, para luego echarte un vistazo al oír tus palabras.
-Miedo, yo? Tch, niño no sabes quien soy, no? No, que vas a saber, si seguro no eres de aquí- exclamó enojado, mientras, metía las manos en todos sus bolsillos, tal vez de una manera un poco exageradas y rápida, como si estuviera ansioso por encontrar algo en ellos.
Tras encontrar dicho objetos, notaria cierta relajación en aquel hombre, mientras alzaba la mirada hacia ti.
-¿Quien mierda es Baltazar Bonez? No, lo conozco. Yo hablo de  “Grave” Bonez, supongo que has oído hablar de él- dijo aquel hombre, mientras sacaba una especie de tubo de vidrio, en el cual tenia un especie de fluido fosforescente, el cual se llevaba a la boca, para aspirar los vapores que salia de allí.
-En fin...- dijo antes de ser interrumpido.

Mientras estaban conversando, sin que te dieras cuentas, dos sujetos se acercan por la espalda y llaman a aquel hombre que estaba a tu lado.
-Eh?... Gregor pensé que… - sus palabras se cortaron, al notar que este traía consigo una mujer joven y embarazada, pero dormida.
-¿Se puede saber que mierda están haciendo? Mas le vale que ese niño no haya recibido daño.- dijo Jacob, mientras se acercaba a la mujer, y constataba que estaba viva.
-Claro que no. Quien te crees que somos. Ahora llevanos con “Grave”, así nos paga de una puta vez- dijo con voz grave y carrasposa aquel hombre.
-Muy bien. Pero esperen aquí. Debo llamarlo- dijo Jacob, quien volvió a aspirar esos vapores y desaprecia ente los callejones para poder hablar por su den den mushi.

Afortunadamente, Jacob no demora mas que unos pocos segundos en volver.
-Tendremos que esperar, “Graves” no está listo. Dice que vayamos en un par de horas- exclamó.
-¿Qué? No no, debemos operarla ya. La marina se estaba movilizando cuando estábamos viniendo, creo que ya la están buscando. Necesitamos ese medico urgente- dijo aquel hombre, antes de que Jacob te mirara y sonriera levemente.
-Oye niño ¿Dijiste que eras medico, no? ¿Te interesa ganar algunas monedas por un pequeño trabajo?-