Hay rumores sobre…
... que existe un circuito termal en las Islas Gecko. Aunque también se dice que no es para todos los bolsillos.
[Aventura] [T1] Rosa Naufragada
Rose D. Hestia
Vesta
No cabía lugar a dudas, esa tripulación era un desmadre. Con posiblemente una conversación que seria impensable en casi cualquier lugar, como era Lance teniendo que justificar a Goku que él era un hombre y no una mujer hasta el punto de estar al borde de bajarse los pantalones en publico para demostrarlo. Y un mono completamente negado de la realidad y viviendo su propia fantasía de auto convencimiento y firmes creencias. Estaba claro que las risas no faltaban en lo más mínimo en esa banda, el propio felino de Teruyoshi llegando a cuestionarse si toda su banda eran esqueletos con pieles falsas y él era el único "normal" allí. Por su suerte no parecía ser el caso, porque de serlo si todos eran esqueletos vivientes y él el único mortal carnoso, solo podía significar que el autentico rol de Teruyoshi en el barco era ser las raciones de emergencia.

Por suerte para la joven naufraga a la derriba, la cual estaba cerca de ser comida para tiburones, el vicecapitan permanecía pendiente de ella y estaba sopesando que podría hacer para ayudarla dadas las posiciones y su clara debilidad ante el mar. Más no hubo mucho que pensar, porque mientras Teruyoshi daba un pellizco a Lance para comprobar si era una falsa piel lo que portaba, Goku se lanzo a la acción. El monito comenzó a correr de una forma impresionantemente veloz sobre las mismísimas aguas, aunque la realidad era mucho más sorprendente, puesto que realmente corría por el mismísimo aire.

Los pasos prohibidos del macaco lo llevaron a alcanzar la barca, agitando un poco a los tiburones al notar su fugaz y veloz presencia, mostrándose más agitados cuando se percataron que el saco de huesos poco apetecible se llevaba la comida del día cargada en los hombros. Una acción que ese huesudo esqueleto carente de musculatura solo podia realizar por el hecho de que la joven de la barca era completamente enana, flacucha y endeble, no pesaba casi nada comparado a lo que le suponía al mono pasar un rato con Gretta cuando ella queria estar arriba.

Los tiburones trataron de girarse a seguir a Goku mientras este buscaba alejarse de la barca, pero una poderosa onda de presión cargada de electricidad sacudió las aguas dejando a los depredadores marinos algo inmóviles y atontados. Pero por si eso no fuera poco, subidos a la barandilla del navío Juuken y Lance ya estaban preparados con sus espadas en las manos y no dudaron en liberar un simultaneo y doble ataque volador con sus filos, que se fusionaría y  avanzaría formando una espiral que rodearía a Goku y su dama rescatada, alcanzando con su sorprendente potencia y patrón espiral a los tiburones atontados por los rayos cortándolos con suma facilidad. Dejando sobre las aguas los manchurrones rojos de la sangre de los tiburones abatidos y unas cuatro piezas muy aceptables de carne de tiburón esperando a ser rescatadas.

Aunque si hablamos de rescatadas, la joven Hestia comenzaba a despertar de su desvanecimiento, especial tras la sacudida con impulso que genero la patada de Goku para ir rapidamente al barco. Cuando al fin llegaron al barco y pudieron extender a la joven en la cubierta en lo que el michi iba a preparar algo para comer. Y lance daba las instrucciones a todos de como proceder ante la invitada inesperada.

La joven terminaría de recuperar el conocimiento, aunque aun estaba algo aturdida intentando abrir los ojos. Y justo lo que vio en primer lugar era un fue un esqueleto con pelo - Ohh... Entiendo, al parecer morí y ya me estas llevando al otro lado... - Entonces volteando un poco la cabeza hacia al albino, al observador y también capitán del barco, la chica siguió - Entonces él debe ser San Pedro quien oficiara el jicio por mi alma, y entonces él es... - Observaría por unos momentos las espadas en mano de Juuken, su cara de pocos amigos y su aire desinteresado -  Debe ser Lucifer.

Pero antes de que pudiera seguir, un rugido atronador resonaría de sus entrañas reclamando lo que era suyo - Ayy... Comida por favor... 
#11
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Como una orden directa de Lance, Goku no cuestionó nada. Siempre había sido así, cumplir las instrucciones de un superior era casi un reflejo para él. Pero esta vez, algo en la orden lo desconcertó. ¿Verse más presentable? ¿Mostrar una apariencia más normal? Miró hacia abajo, observando su cuerpo casi desnudo. Tal vez se refería a eso.

Sin dudarlo, se lanzó en busca de algo con qué cubrirse. Mientras tanto, la muchacha, que acababa de recobrar el conocimiento, lo miró fijamente. Goku, sin emitir palabra, le devolvió la mirada con una expresión vacía, fría, mientras retrocedía con movimientos lentos y deliberados. Había algo antinatural en su forma de actuar, un aire opresivo lo envolvía, como si la muerte se riese de ello, pero, en realidad, simplemente estaba tratando de ver el estado de la muchacha que recién había recobrado la conciencia. Su calvo cráneo brillaba de forma siniestra, y el silencio que lo acompañaba hacía que cada uno de sus gestos pareciera siniestro, como si estuviera más allá de lo humano.

Finalmente, tras un parpadeo que parecía más un paréntesis inquietante, Goku encontró una manta negra. Se la colocó sobre los hombros, dejando que la tela cayera sobre su cabeza, ocultando parcialmente sus rasgos. Su figura, envuelta en sombras, parecía sacada de una pesadilla. Con una voz grave y arrastrada que parecía resonar desde las profundidades, dijo:

[Imagen: muerte-retrato-calavera-fuego-red-neuron...-24284.jpg]

Déjenme juzgarla... Debo ver en qué condiciones está - La atmósfera se tornó más densa, pero antes de que pudiera seguir con su siniestro ritual, algo derrumbo su preocupación. La muchacha, todavía en su lugar, pidió comida. Goku giró la cabeza hacia el mar, dejando escapar un suspiro de resignación, todos preferían las atenciones del gato pulgoso mala gente rompe hogares de siempre, carajo, cada vez se sentía más desplazado. Pero, gracias a esta perdida momentánea, distinguió un montón de trozos de tiburón flotando en alta mar, no sabia como habían llegado ahí, se había olvidado completamente de todo. Sin perder tiempo, sacó un hilo de su túnica, deshilachándolo con precisión hasta obtener una cuerda improvisada - Dejen que el gato del mal agüero se encargue de esta muchacha, yo traeré conmigo la carne del mar.

Constricción Furtiva
SPL201
ESPECIALISTA
Utilidad Activa
Tier 2
12/10/2024
25
Costo de Energía
18
Costo de Energía por Turno
1
Enfriamiento
Mediante unos hilos propios de los instrumentos musicales el usuario realizara una ofensiva en la que buscara causar un [Agarre] con ellos sobre una extremidad de un enemigo, a un maximo de 10 metros de distancia. Dicho [Agarre] usara una comparativa de la [Destreza] del usuario contra la [Fuerza] de la victima siguiendo las reglas de los [Agarres] con la particularidad de que mientras el agarre se ejecute el hilo causara un leve daño en sus victimas.
20 de [Daño Verdadero]

Energia: 615 / 751


Con movimientos rápidos y efectivos, ató un gran trozo de carne que flotaba más cerca y comenzó a jalar con fuerza - ¡Eh, Juuken, ayúdeme, por favor! ¡Yohohoho! - gritó, enfocándose en recuperar el botín. Repitió el proceso una y otra vez, decidido a recuperar toda la carne posible. Los trozos de tiburón de seguro sabrían deliciosos, aunque los cocine ese gato pulgoso.
#12
Juuken
Juuken
Goku rápidamente llegó a cubierta cargando con esa persona, que resultó ser una mujer. Y he de decir, que de considerable belleza, si tan solo tuviera un mayor interés, probablemente se me habría acabado subiendo los colores. Por suerte no era el caso. Tras observar la situación, y los cuerpos de los tiburones emerger rápidamente, flotando muertos, corrí de nuevo hacia donde llegaba Goku con esa persona, la cual al parecer comenzaba a moverse un poco.

Emitía algunas palabras, aunque no tenían mucho sentido para mí, la verdad. Si que parecía creer que estaba muerta. Me quedé mirando a Goku, la verdad es, que tu salvador tenga ese aspecto, no da mucha confianza de haber salido ileso de cualquier situación. Los esqueletos y cadáveres nunca son buenas señales de que todo está bien. Aunque no era este el caso.

Me miró y farfulló algo de un tal Lucifer, me sonaba ese nombre, pero no era capaz de reconocer dónde lo había leído o escuchado. Entonces fue cuando me di cuenta, ya conocía a esa persona, y debo decir que la primera vez que la ví, quedé un poco anonadado por su aspecto. Fué aquél día que me reencontré con Qazan y con Gretta, ese día que comenzaron a viajar junto a nosotros, a mí, Lance y Shiro. ¿Dónde estará en este momento nuestro buen camarada peliblanco? Todavía tenía esperanzas y deseos de volver a verla.

-¿Es Esta? -No recordaba exactamente su nombre, pero era algo así parecido.

Lance comenzó a dar algunas órdenes para traer agua y toallas. Teruyoshi salió rápidamente, y Goku volvía tras haberse puesto una capucha encima de los huesos. ¿Acaso no podía regenerar su carne de una vez? Tal vez le costase más. Entonces éste me pidió ayuda para pescar los trozos de tiburón que estaban flotando, me aproximé a ayudarle lo más rápido que pude.

-Oye Goku. ¿Por qué te has puesto esa capucha? -No tenía claras sus intenciones, pero tampoco sabía del todo cómo funcionaba su habilidad- ¿No podías regenerar tu carne? Esta se cree que está muerta por que te ha visto primero que nadie.

Cargamos todo el tiburón lo más rápido que pudimos. Seguro que Teruyoshi sería capaz de preparar algo realmente rico y exquisito en cuestión de minutos para la chica naufragada. Esperaba que estuviera bien, me cayó bien la última vez que coincidimos, aunque fue mucho la verdad, fue en la isla de Kilombo hace ya bastantes días.

No podía evitar mirarla de reojo todo el rato, tratando de asegurarme que estuviera bien. Hasta que no la viera incorporarse y comenzar a hablar y moverse por su cuenta no me quedaría tranquilo de que estuviera en buen estado.

resumen
#13
Lance Turner
Shirogami
Nuestro ataque pareció haber tenido un éxito rotundo por la cantidad de sangre que empañaba el mar. Al instante, pude sentir que no había más tiburones en las proximidades, así que el escaso peligro que teníamos, había sido más que resuelto.
- Buen trabajo, chicos. – Dije en voz alta mirando de reojo a Juuken, orgulloso de su ataque. Posteriormente dirigí mi mirada hacia Goku, sonriente. Era un tipo realmente válido y de cualidades impresionantes.

Volví mi mirada a la zona que habíamos atacado previamente, toda revuelta y teñida de rojo. Por encima se podían ver varias piezas de aquellos tiburones que antes eran una amenaza, lo cual se traducía en suministros para nuestro viaje. Sin dudarlo un momento, bajé a cubierta de un salto y di un par de pisotones a la misma.
- ¡Qazan! ¡Te necesitamos aquí arriba! – Grité lo suficientemente alto para que pudiese escucharme si estaba despierto.

Esperando que reaccionase rápido a mi llamado, me encaminé hacia Goku y la joven que habíamos rescatado. Tenía prisa en intervenir, pues como bien recomendó Teruyoshi, era mejor que me viese a mi antes que al deshumanizado Goku. Este, quizá haciendo caso a mis anteriores indicaciones, había decidido cubrir su cuerpo, lo cual no reducía precisamente la sensación de terror que llegaba a causar.

Lamentablemente llegaba muy tarde. Ahí se encontraba nuestro querido compañero mirando fijamente a la chica. Esta se mostraba algo confusa, pero el temple de Goku era impasible, aunque bien era cierto, que sería muy difícil mostrar una cara mejor en ese estado. Al cabo de unos largos segundos tomó la palabra, rompiendo el extraño y tenso silencio con una voz más grave de la usual pidiendo tiempo para juzgar el estado de la chica, siendo él nuestro médico a falta de Gretta.
- ¿Pero y esa voz? – Pensé arqueando las cejas sorprendido. - ¿Será que realmente quiere asustar a la joven?

Independientemente de esto, a decir verdad, dejarle hacer era la mejor opción, siendo él quien mejor podía atenderla. La joven no parecía reaccionar muy asustada, pero sus palabras, que me dieron algo de risa, sí daban a entender que aceptaba la muerte. Como no, había deducido que ya se encontraba muerta al encontrarse a una clara representación de la muerte observándola en silencio. Tras esto, me miró y algo en mi me hizo pensar que su cara me sonaba bastante, pero el llamarme con un nombre que no supe reconocer, me hizo olvidar ese asunto. 
- ¿San Pedro? ¿Quién es ese tal San? – Dije en voz alta cuando se refirió a mí de esa manera, aunque al poco también llamó a Juuken con otro nombre que tampoco conocía.

En ese momento, sus tripas sonaron con gran fuerza, empezando a pedir comida tras esto. Goku decidió en ese momento que esto era tarea de Teruyoshi y se marchó, pero no presté mucha atención a ello. Esa frase fue clave para que, ahora sí, mi cabeza reaccionase y la reconociese de inmediato. No era la primera vez que decía esa frase, o mejor dicho, no era la primera vez que la escuchaba decir esas mismas palabras, esa fue una pieza que me faltaba en mi memoria para reconocerla al instante.
- Rose… - Dije en voz baja al percatarme, con una gran sonrisa en mi rostro. - ¡ROSE! ¡¿PERO QUÉ HACES AQUÍ!? – Continué, ahora con una gran risa mientras acudía a abrazarla de la emoción.

Se mostró con un gesto de malestar y sin girar mi rostro alcé la mano para hacerme notar en medio de esa situación para pedir que le trajeran comida.
- ¡Traigan algo de comida! - Exclamé para luego volver a dirigirme hacia Rose - ¿Qué? Te dije que volveríamos a vernos ¿Verdad? – Continué en mi entusiasmo por reencontrarme con ella nuevamente.

Rose había captado toda mi atención, con lo cual, no estaba siendo consciente de qué hacía cada uno de los miembros de la banda en ese momento. A Rose la conocimos hace ya un tiempo, e incluso nos prometimos volver a vernos al despedirnos, así que coincidir con ella ahora mismo era sin duda una clara señal del destino.
- Bueno, Rose… antes de nada, ¿Cuál es tu nombre? – Pregunté algo nervioso a sabiendas de la particularidad que caracterizaba a Rose. Dependiendo del nombre, podríamos manejar la situación de una u otra manera.
#14
Teruyoshi
Teru
- Nada, nada y nada… - dijo desesperado el mink mientras trasteaba en la despensa. - Ese estúpido mono se lo ha comido todo - farfulló, echándole la culpa a su nakama al comprobar que no quedaba nada del postre que había hecho la noche anterior, aunque lo más seguro es que hubiera sido Gretta quien arrasó con todo en un ataque nocturno. La daimink era todo un pozo sin fondo.

El mink había guardado con recelo el postre para mostrárselo a sus nakamas durante la comida… pero no quedaban ni las migajas.

- Y luego siemprrre anda quejándose. Un día de estos lo uso de base para hacerrr caldo - dijo mientras imaginaba a la versión esquelética de Goku en un caldero gigante a fuego lento. - Seguro que si le digo que es un baño caliente, se mete - pensó maliciosamente mientras se ponía manos a la obra.

Teruyoshi era un cocinero bastante dotado, por lo que apenas en un par de minutos ya tenía dos ollas al fuego, listas para cocer, y una buena ristra de verdura perfectamente cortada. No había nada mejor que un buen caldo para recuperar energías. El mink mientras tanto, cogió unas cuantas piezas de fruta y las exprimió hasta sacarles todo el jugo. Agarró un colador, vertió el contenido en una jarra limpia y volvió a cubierta. Sabía que el agua tardaría un poco en comenzar a hervir, por lo que aprovechó ese rato para ver qué estaba haciendo el resto y si habían averiguado algo de la chica.

Cuando el gato llegó a cubierta se encontró con que Goku, quien por alguna razón había pensado que cubrirse de esa manera lo hacía menos inquietante, y Juuken habían recogido un montón de trozos de tiburón, lo cual venía al gato de perlas. Aún no había preparado el pollo que tenía pensado usar para preparar el caldo y quizás el tiburón podía ser un buen sustituto. El mink nunca había cocinado tiburón, pero ahora estaba emocionado ante la idea. Si había algo que gustase al mink al mismo nivel que un buen combate o un buen salseo, era algo nuevo.

- Alguien se ha comido el postrrre que tenía prrreparado - anunció, haciéndose notar al resto. - No quiero mirarrr a nadie… pero ya no está - continuó mientras fulminaba claramente a Goku con la mirada.

Tras sus palabras, se acercó a Lance y a la joven, a quien reconoció del día que había conocido a toda esta gente en Isla Kilombo. Teruyoshi ronroneó sin darse cuenta al recordar el gran momento que fue ver a Gretta por primera vez. Qué mullidita es.

- Oye, ¿no es la pequeñaja de Kilombo? - preguntó al peliblanco mientras se colocaba a su lado. - Siemprrre en prrroblemas, eh - continuó dirigiéndose ahora a la pequeña humana. - Toma, bebe esto. Te dará buen saborrr de boca mientrrras terrrmino de cocinarrr algo más contundente - dijo ofreciéndole la jarra. Una vez la joven la aceptase, sino la colocaría en cubierta, volvería su atención hacia la presas capturadas por sus nakamas.

- Juuken, guapo, ¿me ayudas a bajarrr esto a las cocinas? - preguntó todo zalamero el mink al pelinegro. - Necesito una mano experrrta con los cuchillos para trrrocearrr todo esto como es debido.

Lo ayudase o no, el mink comenzaría a cargar con todo el tiburón que pudiese. Los peces habían quedado bastante maltrechos después de los ataques de sus nakamas, aunque eso no impediría que el gato aprovechara aquel nuevo ingrediente.
#15
Rose D. Hestia
Vesta
La joven Hestia se encontraba en shock, sin duda el haber salido de una situación potencialmente mortal y encontrarse en una primera instancia en los brazos de la mismísima muerte no era una experiencia agradable en lo más mínimo. Y siguiendo las ordenes de su capitán el esqueleto viviente fue a poner solución a su tétrico aspecto antes de inspeccionar a la paciente. Mientras tanto Juuken como Lance estaban teniendo la sensación de que ya habían visto a esa joven antes, aunque claro así desarreglada y empapada no era tan reconocible en un primer golpe de vista.

Por su parte Teruyoshi estaba enfrentando una dura realidad. Habia un ladrón en el barco, concretamente un ladrón de dulces. El sospechoso para el felino era más que evidente, aquel sucio mono que desprestigiaba la mayoría de sus platillos y rechazaba casi siempre comer un bocado de la carne que él preparaba, lo cual era una gran afrenta para su orgullo de cheff. Pero mayor afrenta era aun que se comieran sus platillos e ingredientes a escondidas, la gestión de las raciones era vital en las travesías de alta mar, actitudes como esta podían fácilmente conducir a la muerte, como casi le paso a la chica naufraga.

Goku volvería a aparecer de los camarotes portando una túnica oscura sobre su cabeza, dando a los trozos de hueso de su rostro un sombreado que se amoldaba de forma tétrica a su esquelética figura. Causando un mayor impacto en la joven cuando comenzó a hablar con una grave y tétrica voz sobre juzgar su estado - El juicio de la muerte... No se si saldré bien parada de esta jeje... - Se rio por lo bajo porque no podía alzar más la voz, hasta que el doctor muerte dictamino que necesitaba comer algo de comer, en un tiempo perfecto en el que el gato Teruyoshi entraba por la puerta acusándole de haberse terminado los postres. Pero el huesos se desentendió en un hábil movimiento saltando al mar de nuevo con el fin de pescar a los tiburones para la cena dejando a la naufraga con los demás.

El felino seria el primero en reconocer a Rose por ese fugaz y fortuito encuentro hace unas lunas en Kilombo, en el que habia acordado verse tras resolverse todo el entuerto, pero Hestia se perdió en alta mar y quedo a la derriva. El felino le dio algo de beber a la joven para que fuera recuperando un poco sus sentidos mientras se llevaba a Juuken a la cocina para preparar los tiburones que el esqueleto viviente estaba pescando y subiendo al barco.

Por su lado Lance, quien ya reconoció a Rose y la trataba de hacer reaccionar se mostraba muy emocionado por el rencuentro, pero el hombre se veía algo confuso puesto que por un lado reconocí a la chica, pero por otro le preguntaba por su nombre - ¿Mi nombre...? - Se cuestionaría para si misma por unos momentos - Hasta donde se siempre me he llamado Hestia, pero tu... - Comenzaba a reconocer mejor los rostros que la rodeaban, aunque a Teruyoshi y Juuken apenas los vería entrar a la cocina - Tu eras... Lance? No me jodas, también has muerto? - La joven se incorporarira sentándose por unos momentos y tras eso abrazaria a Lance casi al borde del llanto, en parte por el reencuentro en parte por creer que estaban muertos - Siento no haberos encontrado luego de separarnos como dijimos, aunque sea en estas circunstancias es bueno verte.
#16
Juuken
Juuken
Conforme terminamos de cargar el último trozo de tiburón al barco, pude ver cómo Teruyoshi salía de la cocina llevando algún tipo de líquido dentro de una jarra. No me habría dado cuenta de que ya estaba en cubierta de no ser por que se aseguró de que así fuera, estaba terminando de atar varios trozos de esos tiburones con un cabo para introducirlos de un único viaje a la cocina. Lo cierto es que había sido una gran idea por parte de Goku. Estaba deseando ver qué prepararía Teruyoshi con esta carne.

-Alguien se ha comido el postrrre que tenía prrreparado -con esas palabras me giré algo sobresaltado, viéndole caminar por cubierta hacia donde estaba Lance con Esta. ¿Acaso se llamaba así?- No quiero mirarrr a nadie… pero ya no está.

A diferencia de lo que decían sus palabras, su mirada se clavó en el esqueleto con capa que tenía al lado. Creo que comenzaba a comprender el comportamiento de estos dos juntos. Pensaba que al ser los dos partes de una misma raza se llevarían mejor, al fin y al cabo, los dos parecían sentir mucho cariño con Gretta, cada uno a su manera. Sin embargo entre ellos no se parecían llevar nada bien, sin duda era una situación un poco extraña.

La chica parecía entrar en razón, se despertaba y comenzaba a reaccionar, eso me reconfortó un poco. Aunque sus palabras parecían dar a entender que había muerto. La pobre a saber el tiempo que había pasado en el mar, al sol directo. Posiblemente pudiera estar a punto de darle un golpe de calor, si no le había dado ya. Por suerte estaba Goku para atenderla, por lo menos creo que tenía conocimientos suficientes de medicina para estos casos.

-¿Mi nombre...? -Comenzó de pronto a hablar ella- Hasta donde se siempre me he llamado Hestia, pero tu... -parece que si me había confundido de nombre, pero se parecía bastante-. Tu eras... Lance? No me jodas, también has muerto? -Ella se lanzó a abrazar directamente a Lance. No pude evitar reírme ante esa reacción. Por lo menos parecía que ella también se acordaba de nosotros.
-Me alegra ver que estás bien, Hestia -le dije cargando el fardo de tiburones mientras le sonreía.
-Juuken, guapo, ¿me ayudas a bajarrr esto a las cocinas? -Teruyoshi pareció haberme leído las intenciones. No pude hacer otra cosa sino dedicarle una sonrisa-. Necesito una mano experrrta con los cuchillos para trrrocearrr todo esto como es debido.
-Cuenta con ella Teru -simplifiqué su nombre, sencillamente se me hacía muy largo-. No puedo con todo de una, no entra todo de una por la puerta. Coge lo que queda.

Realmente no había mucho más, había cogido la mayoría, y de hecho tenía dudas de si iba a poder entrar por la puerta de la cocina, pero muy a malas solo tenía que trocear los pedazos grandes antes de meterlos, no habría gran problema.

Para ser un día tranquilo de viaje, nos habíamos encontrado con algo de entretenimiento. No solo nos habíamos encontrado con Hestia, sino que nos había servido para encontrar un extra a las provisiones. Nunca venían mal con alguien como Gretta en el barco, esos tiburones serían perfectos para algún plato especial de Teruyoshi.

-¿Tienes alguna idea de cómo utilizar esta carne? -Le pregunté sin rodeos directamente a mi compañero felino. En ocasiones no podía evitar que la curiosidad me hiciese hablar sin pensar.

resumen
#17
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Goku había hecho un esfuerzo peculiar, pero gracias a Juuken, todo había resultado sorprendentemente fácil. La cantidad de carne de tiburón que lograron rescatar del mar era más que suficiente para alimentar a un pelotón entero sin problemas. Seguramente el gato pulgoso sabría qué hacer con semejante botín. Mientras Juuken se encargaba de llevarse la carne junto al Terualgo, Goku decidió no gastar más tiempo ni esfuerzo con los tiburones, aunque no perdió la oportunidad de responder a las preguntas del gato con su acostumbrado desparpajo.

¿Oh, tú cocinaste eso? - preguntó con una sonrisa burlona y una ceja levantada - Sí, los comí anoche, estaban deliciosos, a Gretta y a mi nos facinaron y revitalizaron, mientras estábamos desnudos después de ejercitarnos juntos un rato, si sabes a lo que me refiero - respondió al gato con evidente orgullo, mientras Goku le levantaba un dedo del medio entre risas, directo hacia él, con toda la mala intención de por medio.

¡Al menos sabes cocinar, gato callejero! - añadió Goku, riendo mientras giraba sobre sus talones para ignorar al minino por completo. Era una dinámica tan habitual entre ellos que probablemente ni siquiera valía la pena tomárselo en serio.

Con el tema del gato ya fuera de su cabeza, Goku centró su atención en la nueva muchacha que había llegado al grupo. Caminó hacia ella con paso relajado, aunque no pudo evitar hacer una pausa cuando la vio abrazarse con su capitana.

Eh... ¿capitan…? ¿Na... está? ¿Así se llama ella, Esta? - preguntó, ladeando la cabeza mientras la observaba directamente a los ojos, como si estuviera tratando de descifrar algún misterio. Por unos segundos, se quedó pensando, pero rápidamente cambió el tema, recordando un evento que parecía haber dejado una marca en su memoria.

Oh, sí, muchacha, lo siento. Morimos una vez al caer más de 40 metros hace aproximadamente un mes. Fue una caída memorable - dijo Goku, soltando una carcajada despreocupada que desentonaba completamente con lo absurdo de sus palabras.

Sin embargo, su tono cambió rápidamente a algo más práctico y directo - ¿Ahora puedo examinarla? Cuando terminen de abrazarse y todo eso, quisiera que te quites la ropa mojada y me des la espalda para hacerte un par de exámenes.

Lo dijo con la misma naturalidad con la que otros pedirían una taza de té, señalándola mientras su voz adquiría un tono más grueso y gutural. Probablemente, su estado físico, todo hecho huesos, había alterado la acústica de su voz, dándole un matiz peculiar que hacía la escena aún más extraña.

Mientras hablaba, Goku se cruzó de brazos y esperó con paciencia, sin mostrar rastro alguno de incomodidad por sus propios comentarios. Después de todo, en su cabeza, todo lo que decía tenía perfecto sentido.
#18
Teruyoshi
Teru
Teruyoshi no pudo evitar soltar un pequeño bufido ante las palabras del mono, ya que a pesar de haber anticipado que sería él quien se había comido el postre como había manifestado, seguía irritándole la prepotencia con que lo trataba. El gato nunca le había hecho nada, pero el mono lo atosigaba cada vez que podía, poniendo a prueba su paciencia una y otra vez… la cual tampoco es que brillase por su presencia.

- Juro que un día de estos lo mato… - pensó mientras intentaba hacer caso omiso a sus palabras.

Era la misma charlatanería de siempre. Solo sabía hacer referencias sexuales con Gretta, como si al gato le importase, mientras que el mink solo quería amasar el pelaje de la jabalí de vez en cuando. Gretta tenía derecho a hacer con su cuerpo lo que ella quisiera, faltaría más, por lo que decidió pasar del tema dispuesto a centrarse en la recién llegada… o al menos esa era la intención hasta que volvió a insultarlo.

- ¡No me extrrraña viniendo de un perro del gobierrrno como tú! - gritó al mono ya posicionado junto a Lance y Hestia, tras haberle dado la jarra a esta última y haberle hecho una pregunta a Juuken, quien había aceptado amablemente ayudar a Teruyoshi con el tema de los tiburones. Eso sí que es un buen nakama.

- ¡Era para todos, egoísta de mierrrda! - continuó recriminando al mono mientras seguía a Juuken para que no cogiera él solo todo el tiburón. - La prrróxima vez que te comas algo sin preguntarrr, te tiro por la borrrda - amenazó perdiendo los papeles finalmente.

Teruyoshi era de mecha corta y mientras hablaba se había ido calentando más y más. Antes de darse cuenta, completamente dominado por el enfado, había cogido un trozo de tiburón del tamaño de una pelota y lo había lanzado hacia las espaldas de Goku, quien estaba dirigiéndose hacia Hestia y Lance.

El mink había sentido un alivio casi instantáneo en cuanto notó salir despedido el trozo de animal de sus zarpas, como si el trozo de tiburón fuera una representación física de su malestar y hubiera conseguido alejarla de él con aquel lanzamiento.

Una vez desahogado se marchó tras Juuken, quien, tras recoger casi todo los restos de tiburón, se había marchado a las cocinas como el gato le había pedido.

De vuelta en uno de sus entornos favoritos, el mink fue relajándose poco a poco. Teruyoshi tenía frente a él un nuevo reto y no quería desperdiciar la oportunidad ni dejar de disfrutarlo por culpa del sucio mono que tanto le molestaba. No se merecía tal honor, así que se centró en el nakama que estaba dispuesto a echarle una mano.

- ¿Tienes alguna idea de cómo utilizar esta carne? - preguntó el pelinegro con esa curiosidad innata en él.

- Vamos a comprrrobarrrlo ahora mismo, pero prrrimero necesito tu magia - respondió el mink ya colocado junto a los fogones. Las ollas que había puesto al fuego ya estaban listas y no había tiempo que perder. - Necesito distintos tipos de corrrte. Voy a prrrobar a cocinarrrlo de muchas maneras, por lo que córrrtalo en taquitos y filetes de distinto tamaño y grrrosor - prosiguió mientras gesticulaba con las zarpas para que viera más o menos el tamaño de las cosas que necesitaba.

- Hoy haré un festín porrr el rrreencuentro con la pequeñaja - aseguró el mink mientras recuperaba el buen humor al ponerse manos a la obra. Teruyoshi sabía que le quedaba un rato de trabajo por delante, pero la emoción de probar un ingrediente nuevo era un aliciente más que suficiente para mantenerse entusiasmado.

- Muchas grrracias porrr la ayuda. Si quieres, vuelve con los demás. Yo me ocupo del rrresto - dijo Teruyoshi a Juuken, una vez que este terminara de cortarlo todo. - Seguro que al capitán le gusta tenerrrte cerrrca para que lo ayudes con el mono loco - dijo por última vez antes de centrarse completamente en la tarea que tenía por delante y en que saliera lo mejor posible. Cada plato llevaba un poco de su orgullo y nada podía mancillarlos.
#19
Lance Turner
Shirogami
La joven reaccionó de una manera muy graciosa, asumiendo que yo también debía estar muerto tras reconocerme. Me hizo bastante gracia aquel comentario, con lo cual, no pude evitar reírme sin llegar a responder aún. Por fortuna, se trataba de Hestia, tal y como me había aclarado previamente. Esto llevó a una confusión de Goku, la cuál quise resolver raudo.

Dirigí mi mirada hacia él para aclarárselo rápido antes de que cogiese la costumbre de llamarla "Esta".
- No, no, no es "Esta" es "Hestia" - Le contesté haciendo especial hincapié en la i, para que captase rápido la diferencia fonética de su confusión. 

El profundo y emotivo abrazo que vino tras reconocerme como Lance, me hizo tomar unos segundos de silencio que aproveché para darle unas suaves caricias en la espalda, reconfortándola.

Goku tomó nuevamente la palabra, para bromear sobre que realmente sí estábamos muertos, lo cuál me hizo estallar de risa de nuevo. Los comentarios de Goku muchas veces eran la mar de graciosos, especialmente cuando los soltaba en momentos como este. No obstante, pronto retomó la palabra, esta vez en serio, preocupado por examinar a la joven, por si se encontraba herida.
- Sí, Hestia, estaría bien que bajases con Goku para que te examinase... ¡Ah! Y olvida lo que te dijo antes, no, no estamos muertos. - Dije sonriendo para volver a mirar a Goku - Bueno, él sí, pero esa es otra historia... - Le comenté entre risas tratando de quitarle hierro al asunto.

En ese momento, Teruyoshi regresó reconociendo a Hestia, ante lo cual asentí sonriente, cayendo en la cuenta de que conocí a ambos el mismo alocado día. Bueno, y  también a Gretta y Qazan, sin duda, aquel fue un día de lo más peculiar. El cocinero también ofreció una bebida a Rose, que de seguro le sentaría bien.

El felino empezó una discusión con Goku sobre los postres que nuestro peludo cocinero había preparado, a la cual no eché mucha cuenta, pese a divertirme con algunos de los comentarios que soltaban. Todo fue parte de un momento gracioso, hasta que un comentario de Teruyoshi hizo saltar todas mis alarmas. Mi corazón dió un vuelco, y busqué con la mirada a Juuken, para ver si era consciente de lo que acababa de soltar ese felino.
Juuken, si Goku hace cualquier intento de atacarnos, no dudes - Ordené para que estuviese en guardia ante cualquier posible maniobra del mono.

Di un pequeño salto hacia atrás desenfundando mis katanas, una apuntando hacia Goku, y otra hacia Teruyoshi. Mi corazón latía a mil, y la ira comenzaba a brotar desde mi interior a un ritmo vertiginoso.
¡Que nadie se mueva! - Grité sin apartar la mirada de estos dos, en especial de Goku. - Goku, ¿Qué es eso de ser un perro del gobierno? Explícate, por favor.

La situación acababa de tornarse muy violenta y tensa, pues este preciso instante acababa de robarse todo el protagonismo. Cualquier paso en falso, podría acabar con toda esta tripulación, y más que probablemente, un muerto al menos. Sin apartar la mirada de Goku, y completamente alerta, comencé a hablar dirigiéndome a Teruyoshi.
Tú, Teruyoshi, ¿Qué es eso de que Goku es un perro del gobierno? Y más importante ¿Desde cuando lo sabes y por qué no has dicho nada?

Seguía sin apartar la mirada de Goku, preocupado de qué acción podría llevar a cabo ahora que se había revelado este secreto.
- No nos mientas, y explícate bien, Goku. Sólo tienes esta oportunidad, por la buena amistad que nos ha unido este tiempo. - Sentencié casi rezando por escuchar algo que deshiciera este peligroso entuerto.
Off Rol
#20


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