Dr Zhivago
Doc Zhivago
22-11-2024, 01:24 AM
(Última modificación: 23-11-2024, 01:44 AM por Dr Zhivago.)
Día cuál de verano del año tal.
Musiquita
Hace un cielo despejado, ni una sola nube en el horizonte, si llevarás varias horas mirando el cielo te habrías dado cuenta de que no has visto ninguna en bastante tiempo, no se si tendrás a mano un reloj o algo, pero vamos fácil llevas un rato largo. No te culpo, tampoco hay mucho que hacer, y es que al igual que está pasando con las nubes, hace bastante que no pasa un barco por allí.
Pero bueno, tú me dirás como has acabado en este lugar Silvain, ¿Te puedo llamar Sil? ¿No? Creo que hay confianza, bueno, honestamente te voy a llamar como me salga de las pelotas. En fin, Loreth, he escuchado que eres ambicioso y se te da bien planificar cosas, y que eres de esos que miran a largo plazo o algo así en los negocios. No se cuanto tiempo llevarás pensando en este plan maestro, pero eso de ir a un restaurante flotante con "vete tú a saber qué plan", sin un duro encima, no me parece a mí el más brillante de tus planes. Vamos, que estás tan, tan pelado que no puede pagar ni un taxi de esos, pero vamos, para eso me has llamado, para ver como arreglamos este percal y puedas salir a una isla decente, como Loguetown, estoy seguro de que ahí no se cuece nada, al menos nada importante.
Pero volviendo a lo que nos atañe, hace un día despejado y no tienes mucho que hacer, y te da la sensación de que tus días en el Baratie, que no en la vida, están legando a su fin. La verdad es que la idea esa de echar a los indeseables fue bien recibida por los dueños del local, pero poco a poco te da la sensación de que el indeseable estas a empezando a ser tú, de hecho, diría que ya están empezando a buscar al siguiente maleante con el que llenar tu vacante, posiblemente sea alguien que coma menos.
Ya que estamos hablando de vacantes, que despiste, uno de los muelles que estaba nunca mejor dicho vacante, tiene nuevos inquilinos. Se trata de una pequeña embarcación, una que debe haber llegado de madrugada y que no tendrá espacio para más de dos o tres personas. Eso sí su aspecto es impecable y tiene ese olor a tan característico de las cosas que son nuevas, te diría que está recién estrenada, pero no soy carpintero y tampoco he visto suficientes programas de bricomanía como para que me convaliden el curso, aquel programa en el que pedían la reto escavadora me saco de mis casillas. Pero quieto y parado bribón, antes de que te lances a robar un navío, tal vez deberías aprovisionarte bien, o conseguir una pequeña tripulación, y despedirte en condiciones de tus jefes pidiéndoles una carta de recomendación.
Por cierto, lo mismo el tema de tripulación tampoco hace falta que sea muy grande, te lo comento porque con lo que pesas y mides, con un único mongolo al que consigas embaucar para embarcar en esta loca aventura, tal vez te baste. Aunque bueno, tal vez puedas hacer algo de trabajo honrado (o no tan honrado) ahí dentro y pagarte un destino, o tratar de colarte de polizón a alguna de esas tripulaciones más grandes que siempre andaban diciendo que van a embarcar hacia la gran ruta, aunque también has escuchado que llevan allí meses apalancados.
Bueno, primero apaga ese cigarrillo, que es el último que te queda, por cierto, y entra ahí dentro y ya vamos hablando. Si finalmente te decides a entrar verás que la estancia está bastante vacía, con algún camarero recogiendo los restos del desayuno de algún remolón. No hay mucho movimiento en el restaurante y alguno de los cocineros andan aprovechando para comer antes de que empiece el lío gordo. En la barra esta Willy patillas largas, lo conoces de sobra así que no me voy a poner a describírtelo, junto a él en la barra están los parroquianos habituales comentando noticias de la prensa, pertenecen a la banda de la “Raspa atragantada” una de esas tripulaciones apalancadas que se han quedado en el Baratie. En la otra mesa hay un grupo jugando a las cartas, también pertenecen a la misma tripulación y si te has animado algún día atrás a jugar con ellos tu instinto competitivo te dirá que son muy malos, aunque para malas las manos que tuviste, hipotéticamente hablando de que hubieras jugado con ellos. En fin, uno no puede estar a todos estos detalles. ¿Ganas de revancha? ¿O no llegaste a tentar a la suerte?
Algo más alejado al fondo, hay un tipo joven al que no reconoces, tiene aspecto de motero y pelo rosado, no le ves muy bien la cara, pero dirías que te está mirando, la iluminación te está jugando una mala pasada, si quieres puedes ir a ojear.
Como ves el asunto está bastante parado, y nada parece que vaya a cambiar a corto plazo, puedes tomarte las cosas con calma y eso. Y claro, también puedes seguir quedarte mirando las nubes, escuchando como alguien desde la planta de arriba no deja de tocar la armónica de forma melancólica.
Musiquita
Hace un cielo despejado, ni una sola nube en el horizonte, si llevarás varias horas mirando el cielo te habrías dado cuenta de que no has visto ninguna en bastante tiempo, no se si tendrás a mano un reloj o algo, pero vamos fácil llevas un rato largo. No te culpo, tampoco hay mucho que hacer, y es que al igual que está pasando con las nubes, hace bastante que no pasa un barco por allí.
Pero bueno, tú me dirás como has acabado en este lugar Silvain, ¿Te puedo llamar Sil? ¿No? Creo que hay confianza, bueno, honestamente te voy a llamar como me salga de las pelotas. En fin, Loreth, he escuchado que eres ambicioso y se te da bien planificar cosas, y que eres de esos que miran a largo plazo o algo así en los negocios. No se cuanto tiempo llevarás pensando en este plan maestro, pero eso de ir a un restaurante flotante con "vete tú a saber qué plan", sin un duro encima, no me parece a mí el más brillante de tus planes. Vamos, que estás tan, tan pelado que no puede pagar ni un taxi de esos, pero vamos, para eso me has llamado, para ver como arreglamos este percal y puedas salir a una isla decente, como Loguetown, estoy seguro de que ahí no se cuece nada, al menos nada importante.
Pero volviendo a lo que nos atañe, hace un día despejado y no tienes mucho que hacer, y te da la sensación de que tus días en el Baratie, que no en la vida, están legando a su fin. La verdad es que la idea esa de echar a los indeseables fue bien recibida por los dueños del local, pero poco a poco te da la sensación de que el indeseable estas a empezando a ser tú, de hecho, diría que ya están empezando a buscar al siguiente maleante con el que llenar tu vacante, posiblemente sea alguien que coma menos.
Ya que estamos hablando de vacantes, que despiste, uno de los muelles que estaba nunca mejor dicho vacante, tiene nuevos inquilinos. Se trata de una pequeña embarcación, una que debe haber llegado de madrugada y que no tendrá espacio para más de dos o tres personas. Eso sí su aspecto es impecable y tiene ese olor a tan característico de las cosas que son nuevas, te diría que está recién estrenada, pero no soy carpintero y tampoco he visto suficientes programas de bricomanía como para que me convaliden el curso, aquel programa en el que pedían la reto escavadora me saco de mis casillas. Pero quieto y parado bribón, antes de que te lances a robar un navío, tal vez deberías aprovisionarte bien, o conseguir una pequeña tripulación, y despedirte en condiciones de tus jefes pidiéndoles una carta de recomendación.
Por cierto, lo mismo el tema de tripulación tampoco hace falta que sea muy grande, te lo comento porque con lo que pesas y mides, con un único mongolo al que consigas embaucar para embarcar en esta loca aventura, tal vez te baste. Aunque bueno, tal vez puedas hacer algo de trabajo honrado (o no tan honrado) ahí dentro y pagarte un destino, o tratar de colarte de polizón a alguna de esas tripulaciones más grandes que siempre andaban diciendo que van a embarcar hacia la gran ruta, aunque también has escuchado que llevan allí meses apalancados.
Bueno, primero apaga ese cigarrillo, que es el último que te queda, por cierto, y entra ahí dentro y ya vamos hablando. Si finalmente te decides a entrar verás que la estancia está bastante vacía, con algún camarero recogiendo los restos del desayuno de algún remolón. No hay mucho movimiento en el restaurante y alguno de los cocineros andan aprovechando para comer antes de que empiece el lío gordo. En la barra esta Willy patillas largas, lo conoces de sobra así que no me voy a poner a describírtelo, junto a él en la barra están los parroquianos habituales comentando noticias de la prensa, pertenecen a la banda de la “Raspa atragantada” una de esas tripulaciones apalancadas que se han quedado en el Baratie. En la otra mesa hay un grupo jugando a las cartas, también pertenecen a la misma tripulación y si te has animado algún día atrás a jugar con ellos tu instinto competitivo te dirá que son muy malos, aunque para malas las manos que tuviste, hipotéticamente hablando de que hubieras jugado con ellos. En fin, uno no puede estar a todos estos detalles. ¿Ganas de revancha? ¿O no llegaste a tentar a la suerte?
Algo más alejado al fondo, hay un tipo joven al que no reconoces, tiene aspecto de motero y pelo rosado, no le ves muy bien la cara, pero dirías que te está mirando, la iluminación te está jugando una mala pasada, si quieres puedes ir a ojear.
Como ves el asunto está bastante parado, y nada parece que vaya a cambiar a corto plazo, puedes tomarte las cosas con calma y eso. Y claro, también puedes seguir quedarte mirando las nubes, escuchando como alguien desde la planta de arriba no deja de tocar la armónica de forma melancólica.