Forajido
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Perfil
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Jun Gunslinger
Nagaredama
22-09-2024, 12:32 AM
La idea de ganar 100 mil berries de un golpe la mantenía centrada y de buen humor. Sin embargo, las interacciones entre Chrome y Strange -o mejor dicho, Dr. Bonez- no pasaron desapercibidas para ella. Al final, descubrió que esos dos sujetos tampoco se conocían, y que aquel encuentro se había dado de forma meramente afortunada y casual. Eso la relajó.
Jun sonrió, con los brazos cruzados y el pecho inflado de orgullo ante las flores que Bonez le lanzaba. La realidad es que la muchacha no había hecho más que caerse de la silla y protegerse, como pudo, de la mesa que se le fue encima con vasos, botellas, cartas y toda la cosa. Sin embargo, si la Gunslinger hubiese teniendo real intención de defenderse, aquel sujeto no habría salido de la taberna caminando... si no, con las patas para adelante y un tiro en la frente. Pero Jun no quería problemas, es decir, no quería graves problemas. Los altercados y travesuras comunes eran cosa de todos los días.
De pronto la cara le cambió y levantó una ceja cuando el joven de la piel grisácea hizo presentación formal. "Baltazar Bones", "Isla Fantasmagoria", repitió Jun para sus adentros. "Niño maldito". Aunque todo lo que el muchacho de las cartas decía sonaba tétrico, y cada palabras hacia eco en la mente de Jun como una advertencia, algo en ellas le atraía más de lo que estaba dispuesta a admitir. La peliazul era como un gato, un gato desconfiado y a la vez muy muy curioso. Eso la animó a conversar.
—Isla Fantasmagoria, ¿eh? —comentó, con una sonrisa burlona mientras hacía una pausa para darle un buen mordisco a su hamburguesa, que chorreaba de aceite y aderezo. La comida, aunque la distrajo momentáneamente, no le quitó las ganas de adentrarse más en esa conversación extraña. Sin mucho cuidado se limpió la boca con el dorso de la mano, y con la boca llena añadió—. Suena como el sitio perfecto para encontrar problemas. Y tú... ¿Maldito, dices? —repitió, claramente interesada, mientras sus amatistas destellaban un brillo astuto—. Me pregunto qué habrá pasado para que te ganes ese apodo.
Sin embargo, antes de que Bonez pudiera responder a los comentarios de Jun, Vesper intervino con su propia presentación, brindando su nombre completo. La Gunslinger rodó los ojos ligeramente, sin poder evitarlo. Dr. Chrome. Era como estar en una reunión de doctores con especialidades tan raras como sus apariencias. Ella podía ser la Doctora Jun, especialista en explosivos. ¿Cómo sonaba eso?
Vio a Bonez excusarse y sacar un cigarrillo, el que encendió con el fuego que brotaba de un anillo que llevaba en la mano derecha. Amablemente ofreció un tabaco a los demás, pero tanto Jun como Vesper lo rechazaron.
—El Doc y el Niño Maldito, vaya compañía la mía —pensó Jun, antes de sonreír de nuevo, esta vez con una mueca de desafío en sus labios. Con un movimiento ágil, se inclinó hacia la mesa, dejando su hamburguesa a un lado y levantó sus cartas, lanzando una mirada rápida antes de ocultar su expresión tras una máscara de indiferencia. Después, alzó el mentón, para hablar en dirección a Chrome.
—Así que... ¿Hay un animal que asesina a las personas que vagan por la noche?— Jun se había quedado interesada en las palabras de Vesper—. ¿Qué sabe de eso, Doc?
La muchacha se echó hacia atrás en la silla, sin perder su postura desafiante, y sonrió con desdén. Sus cartas eran definitivamente una mierda. Las arrojó sobre la mesa, enseñando lo que tenía, y comparó con lo de Vesper, esperando que Bonez revelara lo suyo también.
—Debo decir que si alguien aquí tiene el descaro de intentar deshacerse de mí con truquitos baratos —murmuró, con un susurro afilado— lo lamentará. —Jun jugaba con las palabras acompañándolas de una sonrisa feroz que dejaba claro que no estaba dispuesta a perder con engaños. Por desgracia ya no podría hacer trampa, como en el juego anterior, porque sus trucos habían sido desbaratados. Ahora tenía que valerse de pura habilidad.
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Baltazar Bonez
Dr.Bonez
24-09-2024, 10:18 AM
(Última modificación: 24-09-2024, 10:24 AM por Baltazar Bonez.)
Bonez intentaba actuar como si mirara sus cartas y jugar aquella mano cuando en realidad analizaban a aquellos dos piratas que se encontraban frente a el. Desde el salvaje Doc con sonrisa maliciosa y aquella chica que habia mostrado bastante agallas al pelear con ese gigante. Dos personas interesantes para conocer en una noche de poker, pensaba para si mismo mientras esbozada una sonrisa maliciosa junto a sus brilla tes ojos rojos el maestro de las cartas. No sabía que hacian ellos dos ahí en ese momento, pero fuera coincidencia o azares del destino, tenía un buen presentimiento sobre ellos.
Al escuchar acerca de aquel animal que aparecía por las noches en kilombo de parte de Dr.Hiena, Bonez no evitar soltar una risotada vivaz.
Ewawawaaaa!! Ahora que lo dice doc, también he escuchado sobre esa bestia, al parecer devoro a uno de los subcapitanes de un grupo pirata al que le.debia dinero, así que me saco un peso de encima ewaa. Dice con ese aire maligno de su piel negra y ojos rojos, mientras que movía las cartas por sus dedos con agilidad sonriendole a Jun al mismo tiempo que responde a Vesper.
"Niño Maldito, es lo que me toco ser. Valiente niño soldado sin tierra ni pasado."
Decía ocultando un tono de tristeza cuando repitió aquella frase que usaban contra el por haber sido maldecido. De la nada vuelve a sonreír antes de escuchar a Vesper. "Extraños" somos los tres en esta mesa Dr.Vesper, eso es lo que hace ese encuentro interesante ewah~
Depues de decir eso se gira hacia Jun alzando un poco su sombrero negro de pluma roja.
Lo siento cariño, pero parece que esta vez el buen Bonez se queda con la suerte. Dice mostrando sus cartas teniendo un full de Quina y As.
¡Jackpot! Dijo riendo de manera honesta al ver a Vesper enojarse. Llevándose las monedas del pozo y lanzaba una al aire con gran destreza.
¿Listos para el round 2 muchachos.?
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Vesper Chrome
Medical Fortress
03-11-2024, 12:40 AM
—¿Isla fantasmagoría? — Pregunté interrumpiendo a bonez mientras hablaba, para posteriormente simplemente hacer silencio y esperar que este terminara de hablar acerca de esas cosas, verdaderamente me daba algo de intriga, haberme encontrado con estos dos especímenes en este sitio, a tan solo días de marcharme de kilombo. Conforme el chico hacia silencio y era la muchacha quien comenzaba hablar como aquella niña curiosa que quizás hubiera sido mi niña si no hubiera pasado aquel incidente.
—Suelen pasar desastres en las noches, piratas, bandidos, delincuentes desaparecen o simplemente aparecen muertos en algún punto de la ciudad, dicen que es un animal, pero muchachos, si ustedes no han escuchado hablar de eso, lo mejor es que yo mismo no lleve el tema a nuestra mesa de juegos. — Comenté tratando de evitar los pensamientos o preguntas innecesarias acerca de esos incidentes, porque claramente los cometo yo de vez en cuando, pero no es momento para asustar a nadie con mi pasado atormentado. Las cartas de esta muchacha no eran más que una basura, igual que las mías, era evidente que esta ronda la ganaba el extraño hombre de tez grisácea. Pero a ver, que todo buen apostador que se respete no dejaría que un juego acabase en solo una ronda, así que al ver las cartas del hombre a mi lado di dos golpes fuertes a la mesa con mis dedos antes de hablar. —Doble o nada muchachos, ¿Que dicen? ¿O acaso tienen miedo? — Quizás el haber estado bebiendo hace unas horas comienza hacer efecto en mí, pero qué más da, lo importante aquí es divertirse cuanto pueda, si no, ¿De qué sirve ser un pirata? .
—Tssk! Como si alguien quisiera engañar a una niña. — Dije burlándome de la Gunslinger que se encontraba frente a mí. En eso escuche a Bonez hablar nuevamente, se referia a una de las tripulaciones piratas de poca monta que se estaban asentando en la isla pero que al final tras la muerte del subcapitan decidieron marcharse, lo recordaba perfectamente. —¿No te estarás refiriendo a Gancho de Hierro McGee o si Strange? — Pregunté con una sonrisa maligna en mi rostro, y en caso de que haya sido ese, al menos habia asesinado a un tipo que amenazaba a alguien tan interesante como este niño maldito que tengo delante de mí.
— Buena jugada muchachos, es tu turno de ganar Strange, pero como dije, vamos a una segunda ronda, doble o nada, al final es beber, jugar y salir tan pedos de este bar que al final no podamos ni mantenernos de pie. — Dije con una sonrisa malévola antes de reírme a carcajada. —Doctohohoho. — Delante de todos, los que ya me conocen saben que realmente comenzaba a emocionarme por el juego, el alcohol y la buena compañía de la noche. A veces lo ideal simplemente es escapar de la realidad en un juego de cartas, en una ida a la playa, o en una simple pelea y hablando de esto último, aquel estúpido hombre habia entrado por la puerta con un grupo de idiotas como el, o incluso puede que más, y parecían dirigirse bastante enojados hacia nuestra mesa.
Al parecer al ser tantos, pudieron noquear o al menos golpear fuertemente a los guardias de fuera del local, pero estaba bien, los que se encontraban dentro miraron hacia mí, pero con un gesto de mis manos les indique el no moverse de sus sitios, si en verdad estos tipos intentaban interrumpir nuestro juego de carta, tocara comer carne podría el día de hoy.
—Maldita niña. — Se escuchó al hombre hablar acercándose. — Devuélveme el dinero que me robaste o te va a ir muy mal esta noche. — Una sonrisa maquiavélica se formó en mi rostro al escuchar estas palabras, pero no habia razón para atacarle si este no hacia un movimiento primero, al final de cuentas si lo mato, alegaré que fue en defensa propia. Miré a Jun durante unos segundos, esperando cualquier reacción de la muchacha, y sobre todo podía observar la sonrisa que se pintaba en la cara de Strange, y es cuando supe que este hombre me caería demasiado bien.
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Jun Gunslinger
Nagaredama
20-11-2024, 12:47 AM
—No me llames cariño —advirtió Jun a Bones, lanzándole una mirada de muerte antes de volver a perder el rostro detrás de aquella enorme hamburguesa. La carne jugosa y el pan se desbordaban entre sus dedos y, mientras devoraba, con la boca llena de comida -aunque probablemente el muchacho no le entendiera una sola palabra-, redobló:—. Tengo nombre, y ya te lo he dicho.
Vesper no se tardaría nada en proponer una segunda ronda, buscando la revancha, y apoyando la idea Jun levantó la mano en un gesto automático, dando la señal de asentimiento, mientras se debatía silenciosamente entre respirar o tragar. Luego se limpió las palmas frotándolas entre sí, y le dio un buen sorbo a su bebida para ayudar a bajar la comida.
—Venga, otra ronda. Adelante, Doc. Baraja —dijo, cuando pudo hablar.
Peeero Jun no tenía un minuto de paz ni aunque lo buscara, y aquel sujeto con el que había discutido momentos antes regresaba al interior de la taberna, acompañado por otros hombres. El grupo se acercó rápidamente y con actitud prepotente hasta la mesa de tres.
—Maldita niña. Devuélveme el dinero que me robaste o te va a ir muy mal esta noche.
Ante aquella venenosa amenaza, Jun levantó una ceja y torció los labios con notorio fastidio. Era escasa su paciencia, como la mecha de una bomba. Luego rodó sutilmente los ojos hacia sus compañeros de juego; Los dos esbozarían sonrisas astutas, lo que le hizo pensar que no era momento de achicarse, y que no lo haría jamás, delante de ningún hombre. Tenía que demostrar que no era una niña indefensa.
Soltando un corto suspiro, Jun dejó caer la mirada hacia la mesa, como si se estuviera preguntando si realmente valía la pena involucrarse en otro quilombo. La hamburguesa, las cartas, el sake, los berries... todo pasó rápidamente a segundo plano. El juego, la bebida, el ruido de la taberna, las risas de las mesas cercanas, incluso la música de la cantina, todo se desvaneció.
La peliazul deslizó la diestra hasta su cintura. No hubo duda en su mente. Sin miedo, sin vacilación, desenfundó el pistolón y extendió el brazo hacia aquel sujeto, apuntandole directamente a la cabeza. Se escuchó el sonido metálico al momento de quitar el seguro del arma, antes de que ella hablara:
—Parece que quieres perder algo más que dinero, viejo roñoso —murmuró, con aparente calma, manteniendo su postura desparramada en el asiento. Solo su brazo derecho permanecía bien firme, respaldado por la precisión de su mirada afilada—. ¿Por qué no te vas a joder a otro sitio? ¿No ves que estoy ocupada? Ya no tengo más tiempo para ti, así que retirate si no quieres recibir una dosis de anestesia permanente.
Su índice rozó suavemente el gatillo, como un recordatorio de que estaba más que dispuesta a convertir sus palabras en realidad. Jun no era una niña indefensa, ni de cerca.
Pronto, descubriría que sus compañeros tampoco.
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Baltazar Bonez
Dr.Bonez
29-11-2024, 09:30 AM
(Última modificación: 29-11-2024, 09:42 AM por Baltazar Bonez.)
La sonrisa de Bonez era evidente por su reciente victoria en aquel juego, viendo con orgullo sus nuevas fichas mientras que tomaba una de ellas y jugaba con esta entre sus dedos a la vez que asiente cuando aquel doctor pregunto de nuevo por su tierra natal. Asi es, Fantasmagoria es una isla bastante extraña llena de niebla y extremadamente pantanosa. En sus tierras no se puede construir ningún tipo de casa o estructura fija, ya que terminaría siendo devorada por el lodo y la tierra. Es un lugar hostil en donde hay pocos lugares con tierra lo suficientemente firme para poder hacer asentamientos, una de ella es Saint Aramis. Aunque en ese lugar solo pueden entrar los aristócratas y los elegidos del clero, el resto tiene que hacer sus casas en arboles o hacer cimientos con un tipo de madera especial que evita que la tierra se trague las construcciones, haciendo que tengamos que construir sobre bases de madera. Entre esas explicaciones recordaba aquellos días en esos calurosos días en los pantanos o los extraños bosques cubiertos de un mar de neblina. Ciertamente era un lugar tétrico y bastante raro para un grupo de gente para vivir.
No obstante, lo que nos ha mostrado los humanos es su perseverancia de adaptarse a cualquier situación, asi como podía verse en la manera como Bonez habia luchado desde que escapo de su isla a los 13 años por el simple deseo de sobrevivir.
En eso, su rostro se fijo en la mirada que le daba Jun cuando utilizo aquel sobrenombre de "cariño" la cual parecia enfadarle. Por su lado Bonez no pudo evitar soltar una carcajada cuando la chica volvió a meterle una mordida a la hamburguesa y volver a hablar con su boca cubierta de condimento, sin poder entender lo segundo que le habia dicho al tener la boca llena de comida lo cual le causo verdaderamente gracia. Ewawawawa!!!!. Lo siento, lo siento. Solo intentaba ser amable, aunque si es necesario para que siga el juego seguiré utilizando tu nombre, Jun. Dice ya de una manera mas relajada y sin formalidades a su vez que tomaba la barajan de cartas y comenzaba a revolver con bastante habilidad, moviendo las cartas entre sus dedos como si fuera un espectáculo, girándolas con y cortándolas con aquella destreza que le habia tomado años en desarrollar.
Una vez que las cartas ya estaban bastante bien barajadas el chico de piel ceniza dejo estas en el centro de la mesa, estando listo para repartir las cartas cuando escucho aquel nombre salir de la boca de Vesper, lo cual hizo que se sonriera levemente con cierta complicidad,¡Ewa!, has dado en el clavo Doc. El jodido, Mcgee me siguió durante tres días y hasta de un viaje desde Logetown a Kilombo intentando que le pagara lo debido, asi que le debo agradecer a aquella cosa que lo ha devorado, ciertamente es un agrado saber que no tendré que ver su rostro otra vez.
En eso, la conversación tuvo una pausa, ya que justo en el momento en el que parecia empezar la segunda ronda de aquel juego de cartas, aquel hombre que habia visto salir del bar después de la pelea con Jun parecia haber regresado con sed de venganza, el tipo estaba bastante confiado al parecer. Bonez al girar su cuerpo, pudo ver que además habia dos hombres cerca de la entrada que se habían encargado de noquear a los guardias, haciendo que se viera claramente en sus pupilas rojas la molestia de que ese tipo les interrumpiera de manera tan abrupta, haciendo que se quedara observándole fijamente mientras que Jun decidía apuntarle con su arma.
Por su parte, aquel hombre no se quedaría atras y también sacaría un arma de fuego con la cual apuntaría a Jun, pareciendo que esto terminaría en un tiroteo entre ambos o por lo menos un enfrentamiento de armas de fuego. En eso, Bonez rápidamente hace aparecer dos cartas en sus dedos índice, medio y pulgar. Sus dedos comienzan a colocarse de un color plateado, mientras que la carta adopta aquel color también producto de su haki, el cual utiliza para lanzar aquella carta como un proyectil, el cual corta el cañon de la pistola que sostenía aquel tipo que interrumpió su juego, atravesando la pared y cortándole parte de la oreja a uno de sus secuaces.
Ya escuchaste. A menos que quieras morir en medio de un bar por culpa de una apuesta mas te vale que des media vuelta y no regreses, la próxima carta no será una de advertencia. Eso te lo prometo. La voz tan animada de Bonez habia tomado un tono algo seria y seca, dejando en claro que en esos momentos no estaba jugando ya que deseaba continuar aquel juego y aquella rabieta de aquel tipo que habia entrado hace unos segundos no detendría aquella noche de apuestas.
¡Bueno! con eso ya resuelto volvemos al juego. ¡Por cierto Jun límpiate bien las manos, no quiero condimentos en mis cartas Ewa! dice volviendo con su actitud animada y extrovertida, repartiendo las cartas tanto a Jun como a Vesper sin darle importancia a aquel hombre, ya que estaba listo para rebanarlo si es que se atrevía a seguir molestando en un momento como ese en donde solo queria jugar una mano de Poker junto aquellos nuevos y extraños compañeros.
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Vesper Chrome
Medical Fortress
29-11-2024, 08:34 PM
Parecia que las personas en mi mesa teminarian siendo demasiado interesantes, nunca pense que Jun se acobardaria, y cumplió, sacó un arma y apunto sin miedo ni titubeos al hombre de antes, quien tambien respondiendo apuntando a la cabeza de la chica con una pistola. Las cosas no hubieran terminado mal, o bien, de no ser por aquella palabra, entre las liricas que salian como parte de la voz de la unica chica en la mesa, escuche aquella palabra, y fue como si algo dentro de mi comenzaba a emerger, mis ojos se apagaron, todo se volvió negro por un momento, pero aun estaba ahi, aun podia ver levemente la escena delante de mi. — ¡Es mi turno! — Escuché un susurro provenir de todos lados y de ninguno a la vez.
Al fondo lo sabia, entendia perfectamente de que se trataba, aquel habia despertado, alguien habia dicho esa palabra, alguien habia abierto aquella puerta y cambiamos de lugar, como siempre, sin previo aviso, sin chance a luchar por el control, simplemente salia, como siempre. —Descansa Doctorcito. — Como era de costumbre, parecia burlarse de mi, pero asi era el, todo era una broma, una risa, una pelea constante por el ser o no ser, por el estar o no estar, por la permanencia de aquella personalidad.
—No los asesines a todos, estamos en casa. — Alcancé a susurrar antes de sentir tal cansacio que hacia que mis ojos se cerraran lentamente y todo entonces se volvio completamente oscuro, sin mucho mas habia dado chance a que Vyper, mi segunda personalidad despertara como si hubieramos simplemente cambiado de lugar el uno con el otro.
—¡DOCTHOHOHOHO!— Una risa extraordinariamente fuerte salió de los labios de Vyper. —¡POR FIN ESTOY LIBRE! — Observo lo que sucedia delante de el, quienes estaban en la mesa y a quien apuntaba a la chica mientras que ella apuntaba de vuelta al mismo hombre, la situación resultó demasiado comica para Vyper una vez que Bonez se puso serio y cortó el arma del hombre, no pudo evitar reirse a carcajadas cuando este pasó totalmente del problema una vez cortada el arma, por lo que Vyper transformaria las uñas de su mano derecha en garras y miraria a Bonez mientras se pone de pie.
—Si no cortas las manos que portan el arma, no importa cuantas armas tires, volveran con una mas fuerte. — Vyper caminó rapidamente hacia el hombre que aun se encontraba en Shock tras lo que Bonez habia hecho y con un movimiento rapido de sus garras Vyper corto la mano con la cual sujetaba el arma, o al menos lo que quedaba del arma, cayendo su mano y el arma al suelo. —¡DOCTOHOHOHOHOHO!— Volvia a reirse como si aquello no era mas que una broma, o una forma de diversión y era lo que parecia para el. El hombre gritó del dolor al perder su mano y la sangre se esparcia por todos lados, pero el bar parecia no inmutarse demasiado, pasaban cosas asi o peores cada dos por tres, al final estamos en un bar clandestino de isla Kilombo, donde los marines no se atreven a entrar por si solos.
—Jun-chwan, te pareces mucho a mi sobrina, en paz descanse. — Comentó Vyper, que parecia que al ver el rostro de la chica, habia recordaro los vestigios de la felicidad que tuvieron con la pequeña Shiori en el pasado. — Continuemos el juego, no creo que pueda volver a disparar. ¡DOCTOHOHOHOHO!—
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