Hay rumores sobre…
... una isla que aparece y desaparece en el horizonte, muchos la han intentado buscar atraídos por rumores y mitos sobre riquezas ocultas en ella, pero nunca nadie ha estado en ella, o ha vuelto para contarlo...
[Aventura] [A - Autonarrada T1] Tormenta en alta mar
Timsy
Timsy
Día 3 de verano del 724 a las 18:19
Lugar indeterminado de alta mar,
East Blue.

Atrás quedaba la isla de Rudra. Allí había conocido a un nuevo amigo, Jimbo, un suricato de lo más particular. Aquel bicho tenía una incontinencia verbal pasmosa y cuando se arrancaba a hablar no dejaba al resto colar una palabra ni de lado. No obstante, su particular personalidad y su ingenuidad en lo que al mundo se refería despertaba ternura y de algún modo me había autoimpuesto la tarea de tratar de protegerlo, aunque se le veía lo suficientemente hábil con su arco como para no necesitar la protección de nadie. Al menos en cuanto a un combate se refería. Por su historia podía adivinar que los mismos tipos que me estaban haciendo la vida imposible, lo habían engañado y se habían aprovechado de él para conseguir nada más y nada menos que la cantidad de cinco millones de berries. Quisiera decir que en mi caso era igual, pero a fuer de ser sinceros tenía que admitir que yo me lo había buscado.

Culpabilidades a parte, hacía unas horas habíamos robado una barcaza a la tribu que habitaba en isla Rudra. Lo habíamos hecho sin llamar demasiado la atención y sin robar lo que se suponía que tenía que robar para aquellos tipos, así que era de esperar que más tarde o más temprano terminarían por encontrarme de nuevo, pues con esta ya era la tercera vez que conseguía darles esquinazo y frustrar sus planes. De verdad que pagaría por verles las caras cuando regresaran a la isla y vieran que me había vuelto a escapar. Lo que sí debía empezar a pensar es que las cosas se pondrían feas cuando me volvieran a encontrar, pues era de esperar que se cansaran de jugar al gato y al ratón y de que los humillara una y otra vez. La última ya había salido perjudicado, así que tendría que tener los ojos bien abiertos.

-¡Mira, Jimbo! ¡Pero si aquí tienen un auténtico botín! - exclamé al ver en una de las bodegas un montón de berries - Si llego a saber que las barcazas están cargadas me habría llevado dos o tres - añadí con algo de decepción. De todas formas no le di mayor importancia, pues siempre era más fácil encontrar la solución correcta cuando todo se había resuelto, que cuando uno estaba en mitad del dilema.

Navegábamos rumbo isla de Cozia. Lo hacíamos a buen ritmo, pues el viento nos era favorable. Quizás, demasiado favorable. Miré a sotavento y vi unas nubes negras que no presagiaban nada bueno. El viento las empujaba con ferocidad hacia nosotros, a pesar de que la barcaza huyera de peligro empujada por la misma fuerza que nos amenazaba - ¿Sabes nadar, Jimbo? - pregunté alzando la voz para hacerme escuchar en cualquier punto de la embarcación. Personalmente, poco o nada me importaba la tormenta, pues siempre podía tirarme al mar y aguardar a que la tormenta amainara, pero el suricato no compartía mis habilidades marinas y si no conseguía mantener a flote la barcaza seguramente terminaría ahogándose, aunque estar conmigo era un buen seguro de vida. Desplegué las velas y me lancé al mar para empujar la nave, no sin antes fijar el timón y evitar que se cambiase el rumbo. Si queríamos escapar de la tormenta debíamos avanzar lo más recto posible y a la mayor velocidad que pudiéramos conseguir.

El mar pronto comenzó a picarse, zarandeando como un niño caprichoso al navío. El timón se enfureció y revolvió como un bebé iracundo, lo que me obligó a usar todas mis fuerzas y pericia para domarlo. El viento comenzaba a ser un problema, así que corrí a recoger las velas. Perder el rumbo era un problema menor en comparación con el naufragio. Además de que siempre podría corregirlo, no podría volver a sacar a flote el barco, ni reconstruirlo si las olas y el viento lo hundían por completo o partían en varios trozos. Cuando todas las opciones eran pésimas, se debe escoger la menos mala.

-¡Jimbo, métete en la bodega! Yo mantendré a flote el barco. ¡Confía en mí! - ordené. En aquel momento yo era la máxima autoridad y como tal ejercía de capitán y juez. Tampoco me paré a observar si el mink me obedecía o no, pues bastante tenía con mi tarea y evitar que el barco se hundiera.

Cada minuto se alargó como si fueran horas. Comenzaba a sentir los músculos cansados a causa de la tensión y la fuerza constante que estaba ejerciendo, sin embargo la adrenalina del momento impedía que el cuerpo sucumbiera al cansancio y la extenuación. Tampoco tenía tiempo de pensar que cuando todo pasara, porque pasaría, el agotamiento llegaría súbitamente y cobrándose los intereses por la espera. Las gotas de lluvia empapando mi escamoso cuerpo ayudaban a revitalizar y de alguna manera mística, se llevaban con ellas parte del cansancio y la tensión. Al mismo tiempo, la furia del viento me obligaba a entrecerrar los ojos, pues las mismas gotas de lluvia que me hacían sentir vivo, me destrozaban los ojos como miles de agujas. ¿Qué le pasaba a la naturaleza? ¿Por qué se empeñaba en ser fiscal y verdugo al mismo tiempo?

Finalmente la tormenta cesó. Aunque el Astro Rey continuaba sin brillar en la cúpula celeste, el viento y la lluvia habían cesado. El mar poco a poco volvía a la calma y con ella se disipaba toda la adrenalina que me había mantenido erguido durante todo ese tiempo. ¡Suerte que era una embarcación pequeña o de lo contrario no habría sido capaz de capitanearla yo solo en esas circunstancias! Miré al horizonte y me pareció atisbar una isla a lo lejos. No estaba seguro, pues estaba exhausto, pero no me costó nada fijar el rumbo hacia ella antes de tirarme sobre la cubierta a descansar.

-Ya puedes salir, Jimbo - grité tumbado boca arriba mirando al cielo con el timón a mi derecha - La tormenta ha pasado y creo que estamos llegando a nuestro destino. Dame unos minutos para recobrar el aliento - añadí mientras se me cerraban los ojos. Y al arrullo de las suaves olas golpeando el casco de la barcaza caí plácidamente en los brazos de Morfeo.
#1
Moderador Bon Clay
OKAMA WAY
AVENTURA COMPLETADA CON ÉXITO


Al user por una se le entrega:
  • Experiencia: De 318 a 348[+30]
  • Nikas: De 4 a 5 [+1]
  • Berries: De -450000 a -250000 [+200.000]
  • Reputación: De 5 a 10 (+5 Buena Positiva) [+5]
#2


Salto de foro:


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