¿Sabías que…?
... el concepto de isla Demontooth hace referencia a una rivalidad legendaria en la obra.
[Aventura] [T1] Atracón Furtivo
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
La noche comenzaba a apoderarse de la isla, permitiendo que las calles del pueblo de Rostock se comenzaran a enfriar con el soplo de los vientos que traía partículas de agua salada a través de las olas que rompían con los muelles del puerto. El bullicio habitual de la zona estaba empezando a descender a medida que los mercantes cerraban sus negocios y los transeúntes disminuían. Marineros descargaban cajas con suministros, cajas con productos como frutas, especias y algunas hasta pescado cuyo olor también podía arrastrarse con los vientos que soplaban.
 
Afortunadamente nunca me he encontrado en tus zapatos, pero de igual manera, no soy quién para juzgar tus decisiones, por más vulgares que fueran. Para ti, Hestia, de seguro aquellas cajas llamarían tu atención por la sensación de vacío en tu estómago, un recordatorio constante de su crisis económica y un recordatorio para todos de que la pobreza puede hacernos tomar caminos tan sucios como el de un pirata. No era solo hambre lo que probablemente sentirías, era una necesidad desesperada de suplir un vacío constante. Fue entonces cuando podrías escuchar algo, una chispa de esperanza... o más bien, de oportunidad.
 
¡Muévanse, muchachos! Esto va directo a la base marine. ¡No quiero demoras! La comida debe llegar intacta. ¡Sin excusas! — gritó un marine desde el puerto, mientras señalaba un pequeño cargamento de cajas de madera. Probablemente las palabras "comida" y "suministros" eran todo lo que necesitabas escuchar. Tal vez no fuera un gran cargamento, pero si tenían algo que llevarse a la boca, estoy seguro de que eso era más que suficiente para evitar una ulcera por falta de comida. Ahora la cuestión era cómo proceder. Las cajas estaban bien vigiladas por un grupo de marines, aunque no parecía ser un destacamento completo, solo un puñado de reclutas jóvenes, la mayoría distraídos con el bullicio del puerto.
 
Podías evaluar varias formas de acercarte a las cajas, aunque queda a opción tuya averiguar cuales implican un mayor riesgo dependiendo de tus habilidades. Podrías intentar colarte entre las sombras, aprovechando el caos del puerto para acercarte sin ser vista; una distracción bien planeada podría ser tu mejor aliada. Tal vez podías fingir ser parte del puerto o encontrar una excusa convincente para acercarte a las cajas; a veces, la audacia era la mejor estrategia. Quizás confiabas más en desviar la atención de los marines hacia otro punto del puerto. Pero siempre puedes tener una mejor opción a las sugeridas por tu narrador, una idea brillante que nadie más podría prever, después de todo, la necesidad es la madre de la invención y eso es algo que los pobres podían usar para improvisar en la peor de las situaciones.
 
Las cajas estaban allí, a solo unos pasos, llenas de la promesa de comida que podría saciar tu hambre. Pero también lo estaba la posibilidad de ser atrapada. ¿Qué harás, Hestia? Los marines comenzaban a cerrar las cajas con cuerdas gruesas, preparándose para transportarlas. Si esperabas demasiado, la oportunidad se esfumaría y tú estómago de seguro no esperará mucho más. Sin duda, estoy ansioso por saber que ruta tomaras y ver el desenlace de tu historia.

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#1
Rose D. Hestia
Vesta
Personaje


El hambre era atroz, era como una sensación asfixiante que se expandía del estomago por todo el cuerpo, teniendo la sensación de que un agujero se habia formado en su torso dejando un espacio vacío en su cuerpo como si le hubieran arrancado una parte de ella misma, aunque si le hubieran arrancado el estomago probablemente se le quitarían muchos problemas de los que sufría en esos momentos.  

Su hambruna infinita la condujo al puerto mercantil en busca de algo de alimento, no parecía algo normal hacer eso, pero la pobre Hestia no tenia ni un centavo en ese momento encima, así que estaba obligada a tener que obtener alimento por otros métodos, porque ni siquiera tenia para conseguir una caña de pescar con la que intentar conseguir algún vago alimento del mar de forma honrada. Y la necesidad de algún miserable alimento en su paladar y algo con peso que no fuera agua en el estomago estaban apunto de llevar a la joven a la locura o la perdida de conocimiento, así que era necesario tomar decisiones cuestionables y pasar a la acción.

Mientras paseaba discretamente por el puerto escucho a un hombre hablar sobre transportar comida, en ese estado Hestia era capaz de escuchar las palabras: comida, suministro, alimento, carne y similares a una distancia de 100 metros a la redonda. Así que no pudo evitar aproximarse un poco a la zona con su capucha puesta para evitar que su cara se viera mucho por el lugar, su cabeza tenia un precio y era mejor no lucirla en sitios muy concurridos y más ahora que estaba con baja forma por el hambre.

Solo habia un pequeño problema, no se traba de un simple barco de mercancías, era un barco de la marina y aunque no se veían los más espabilados del cuartel eran soldados quienes escoltarían la comida. Eso era un poco complicado, su hambre eran tan grande que no le importaba realizar un ataque directo contra ellos, pero un error haría que la capturaran y era algo que no podía permitirse, del mismo modo intentar alcanzar la mercancía con sigilo era riesgoso porque estaría en las mismas que con un ataque directo pero sin el factor sorpresa. Así que era mejor tomar una pequeña ruta alternativa.

La solución ideal para acceder a la comida era alejar a los Marine de ella. No obstante eran soldados con un trabajo, no bastaría cualquier tontearía para llamar su atención, era necesario apelar a su sentido del deber y la responsabilidad. Así que Hestia en su voraz locura opto por alejarse de los marines un poco. De forma sutil mientras caminaba el cuerpo de Hestia se transformaría creciendo un poco y mutando su cuerpo a uno mitad humano y mitad animal, aunque era un ser difícil de describir dada su anatomía formada por múltiples partes de animales, era más fácil definirlo por su nombre un Nue.

Mientras caminaba por el puerto fue acariciando con la palma de su mano toda superficie de madera que encontraba a su paso, cajas, barcas subidas a tierra firme, puertas de algún almacén, palets, barriles y demás. Cuando Hestia estaba transformada en esa forma una habilidad que adquiría era la de prender en llamas todo lo que tocaba, dando así paso a un incendio por el puerto con múltiples focos a unos prudentes cien metros de los Marines, lo bastante lejos como para dar una apertura si se iban y lo bastante cerca como para que sentido del deber los llevara a tener que asistir a los civiles en apuros de cara a esa inminente tragedia si no se sofocaba a tiempo. Ella tras haber causando el incendio con discreción aprovecho que el caos se comenzaba a extender en los primero sitios que toco para destransformarse y perderse entre los muelles del puerto buscando regresar hasta donde los Marine tenían la carga.
#2
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Si que eres brillante, esto si no lo vid venir y te aseguro que los aldeanos que te vieron en el proceso quedaron igual de sorprendidos que yo, de hecho, tan sorprendidos que si alguien les preguntaba no serían capaz de siquiera poder explicar lo sucedido. El caos no tardó en extenderse como cualquier incendio en un lugar con tanta brisa natural, las primeras columnas de humo comenzaron a alzarse, atrayendo la atención de comerciantes, estibadores y, por supuesto, de los marines asignados a proteger los suministros. El olor a madera quemada se mezcló rápidamente con la brisa salada del mar, creando un ambiente de urgencia. Los gritos de los civiles comenzaron a resonar mientras intentaban salvar lo poco que podían antes de que el fuego lo reclamara todo.
 
¡Fuego! ¡Fuego en el puerto! — gritó un joven marinero, señalando hacia los primeros focos de incendio que se alzaban amenazantes. El grupo de marines, aunque claramente inexperto, no podía ignorar lo que estaba sucediendo. Sus órdenes iniciales de escoltar la carga comenzaron a tambalearse bajo el peso de la responsabilidad que sentían hacia los ciudadanos en peligro. Uno de los superiores, un cabo de mediana edad con una expresión que oscilaba entre la preocupación y la determinación.  — ¡Nuestra prioridad es la gente! ¡Tú, aprendiz, cuida los suministros mientras ayudamos a los demás! — ordenó a todos los marines logrando alzar su voz sobre el tumulto y el caos.  
 
Esto dejó a solo un joven recluta protegiendo las cajas de suministros, claramente menos experimentados que el resto de su equipo y notablemente tenso por la situación. Su porte y mirada nerviosa eran más destacable que sus manos que se aferraban a su rifle con poca convicción. Su atención, aunque dirigida a las cajas, era interrumpida constantemente por las columnas de humo que se alzaban a su alrededor y los gritos de auxilio.
 
Entre tanto, Hestia, habías logrado mezclarte entre la multitud, si eras lo suficientemente astuta podías ver la oportunidad que habías estado esperando. El resto de los guardias estaban distraídos, más preocupados por las crecientes llamas y el caos circundante que por la posibilidad de un robo. Desde su posición, podías observar las cajas apiladas y apenas protegidas, esperando ser abordadas por un monstruo insaciable como tu estómago.
 
Sin embargo, el tiempo no estaba de su lado. El incendio estaba atrayendo más atención, y era cuestión de minutos antes de que llegaran refuerzos desde el cuartel más cercano. Cada segundo contaba, podías optar por acercarse directamente a las cajas mientras los guardias estaban distraídos o tratar de crear una distracción adicional para asegurarse de que nadie te viera. Aunque, siempre existía el riesgo de que en nervioso y novato recluta se diera cuenta de tú presencia y levantara la alarma.
 
El camino estaba abierto, pero no sin sus peligros. ¿Cómo procederás en este crucial momento? Cada decisión podría acercarte a saciar tu hambre… o a terminar en las celdas de la Marina. La tensión estaba en su punto más alto, y el siguiente movimiento podría marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
#3
Rose D. Hestia
Vesta
La distracción habia sido exitosa, quizás demasiado. Los fuegos se expandía por el puerto llamando profundamente la atención de la gente en el lugar y los Marines. Aunque era lo que buscaba, no habia duda que un incidente de tal magnitud no tardaría en llamar la atención de las grandes masas y muchos más Marines, no era conveniente que la pillaran por la zona, al fin y al cabo ella era una criminal buscada.

Pero el foco de la atención no estaba en ella, ni mucho menos, de hecho todo ocurrió de una forma tan rápida e inverosímil que muchos tendrían problemas en identificar a Hestia por las prisas, pero no podía perder el tiempo. Aunque su objetivo ahora estaba desprotegido en gran parte, aun restaba un Marine al que dejaron a cargo de los alimentos, era difícil saber si es que confiaban en él o más bien no esperaban que hiciera mucho con el fuego y por lo menos lo dejaron a modo de una alarma con un poco de raciocinio.

Y seria el rugir de sus tripas la señal de que le tocaba ponerse en marcha y no darle tantas vueltas a las cosas, que la hambruna no espera a nadie y si la ponían en prisión seguramente tardarían mucho en alimentarla y lo harían mal; y ya ya estaba sufriendo de hambre ahora. Así que busco actuar rápido y con astucia. Ella deslizo su mano en la bolsa que portaba atada en la cintura, generalmente oculta con su capa. Den interior de la bolsa sacaría una jodida granda, aunque era realmente una bomba de humo y sabia como utilizarla a pesar de que muchos la trataran como una preadolescente. Y sin dudarlo mucho deslizo rodando por el suelo, impulsada tal vez con una patada.


Rose D. Hestia ha consumido Granada de Humo. Cantidad restante: 2

Granada de Humo
Granada de Humo (EXPL001)
Mecanismo explosivo que libera una amplia cortina de humo inofensiva pero que impide la visión de los presentes en el interior, al igual que la visión desde fuera.
2 Turnos de Duración
Cubre un area esferica de 10 metros de radio.
Arsenal - Tier 1



El humo se iría disipando junto a la granda mientras avanzaba. Hasta culminar tocando las cajas de suministros que soltaría todo el humo cubriendo la zona, en este estado de alerta, nadie podría preocuparse demasiado por un poco de humo más, pero lo importante era que el ultimo vigilante se perdiera en él. Seria Hestia quien avanzaría por el humo como un cohete hacia la posición donde estaba el Marine y tocando su brazo para confirmar su presencia entre el humo, su serpiente Nessie se deslizaría por su brazo basta envolver el cuello del hombre con el fin de que no gritara y no alertara a los demás - Tranquilo pequeño, todo pasara pronto, solo me llevare un poquito - Dijo mientras acababa de ayudar a su serpiente con su agarre, para noquearlo con un golpe directo en la sien.


EXPL0dasd
#4
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Adoro cuando los jugadores me sorprenden, quisiera describir lo que siento, pero no es ese tipo de foros. Tu plan, tan brillante, impulsado por una necesidad tan vulgar como el hambre, ha dado resultado. El humo se alzó en el puerto como una cortina gris, mezclándose con el creciente caos provocado por el fuego. Las sombras danzaban en la neblina, deformadas y alargadas por la luz de las llamas cercanas. El rugido de las olas y los gritos lejanos eran amortiguados por el denso manto que habías liberado. El puerto se había convertido en un escenario digno de la confusión que habías sembrado.
 
El joven marine estaba listo para dar la voz de alerta, pero se encontró con tú serpiente evitándole si quiera hablar, había caído víctima del caos y de su propia fobia al poner sus manos y sentir el reptil en su cuello. No tuvo tiempo de reaccionar, y el golpe certero en la sien lo había dejado inconsciente antes de que pudiera si quiera hacer algo para librarse. Tu querida Nessie, regresó ágilmente a tu brazo, lista para continuar con la aventura que estaban viviendo juntas.
 
Felicidades, Hestia, ahora tienes el camino despejado hacia las cajas de suministros. De entre los olores que se mezclaban en el ambiente podrías notar el ahumado de la madera quemada, la sal marina, y algo más tentador... frutas maduras, pescados, carne curada y especias que prometían al menos más de una comida decente tras días de hambre atroz. Tus ojos, probablemente ahora tan hambrientos como tu estómago, se clavarían en las cajas apiladas frente a ti, cubiertos por el humo sí que nadie externo a la cortina que habías levantado pudiera si quiera ver, igual andaban ocupados con el incendio causado e incrementado por las fuertes brisas que seguían.
 
No obstante, había algo que quizás no habías considerado del todo, aunque el humo cubría tu rastro, el tiempo seguía en tu contra. Los refuerzos de la Marina no tardarían en llegar, y los gritos de alerta comenzarían a resonar con fuerza en cualquier momento a medida que los marines más experimentados del puerto detectaran la naturaleza anómala del humo alrededor de los suministros y retornaran su atención hacia el cargamento.
 
Ahora, Hestia, el escenario está a tu favor, pero no por mucho tiempo, es hora de decidir y actuar rápido. Puedes optar por tomar lo que puedas cargar y salir del puerto antes de que alguien más descubra tu presencia, o podrías intentar aprovechar el caos para llevarte más de lo necesario, arriesgándote a ser descubierta. Pero, tú que tienes ideas innovadoras… ¿Qué te parece arriesgarte a intentar liberar las cajas enteras al mar con la esperanza de recuperarlas más adelante?
 
Los segundos pasaban como siglos, y las sombras en el humo parecían acercarse. La oportunidad que has creado pende de un hilo, y tu próximo movimiento determinará si te marchas con el estómago lleno o con una orden de captura más alta que nunca. El escenario está listo, y el tiempo es tu mayor enemigo. ¿Cómo jugarás tus cartas? Sorpréndeme, Hestia.
#5
Rose D. Hestia
Vesta
El caos incesante estaba presente en el ambiente. Las llamas se estaban propagando aun por los muelles y almacenes del puerto. Diversas columnas de humo brotaban de múltiples fuentes del lugar y creaban cortinas de humo por diversas zonas, las cuales fomentaban que el desorden y al confusión se expandieran por el lugar. Al mismo tiempo que daban una oportunidad de oro a Hestia de completar su robo. Aunque en su caso la cortina de humo mediante la cual estaba ocultando sus movimientos habia sido forzada por ella misma con el fin de aislar al ultimo Marine que se quedo vigilando la carga.

La joven Amazona se mostro implacable con el Marine. El hambre que la asolaba era como un pozo sin fondo que la desesperaba y estaba al borde del limite con el que empezar a tener alucinaciones y perder la razón por la falta de comida. De hecho a simple vista y sobre el papel cualquiera diría que haber quemado un puerto entero, causando tantos problemas a los habitantes de la isla, trabajadores y marineros, acabando con una infinidad de mercancía que aguardaban su destino final en los almacenes que ahora eran pasto de las llamas. Pero el hambre de la joven era demasiado, la llevaban al limite y ha no pensar con la razón y sentido común que debería tener de forma habitual. Pero la necesidad saco lo mejor de ella y su máximo potencial, aunque fuera con resultados malvados.

El ultimo obstáculo entre ella y su comida ahora se desplomaba entre el humo. El abrazo constrictor de la serpiente en el cuello del Marine sin nombre lo asfixiaron lo suficiente como para que no pudiera dar la voz de alerta, mientras que solo un golpe seco en la sien del sujeto fue suficiente para dejarlo en el suelo seco y derribado. Acabando con él de forma limpia sin haber tenido que mancharse las manos, una cosa es quemar un puerto entero por algo de comer, otra es cobrarse una vida inocente por ello; aunque no era muy consciente que el incendio se estaba saliendo de control fácilmente y podría llegar a cobrarse más de una vida.

Ahora era el momento de la extracción. Ella no dudo ni un momento en que debía hacer. Quería llevarse toda la comida posible consigo y sin estropearla, por lo tanto hacia falta llevársela consigo y no tirarla al mar o ocultarla por la zona a merced del fuego. Así su cuerpo comenzó a transformarse, su tamaño estaba creciendo un poco respecto a su estatura habitual aumentando a más de dos metros mientras un pelaje comenzaba a cubrir su cuerpo y unos colmillos se formaban en su dentadura, para finalmente una cola con forma de serpiente crecería desde su coxis, la poderosa y siniestra forma hibrida de su zoan de la calamidad, el Nue.

Guiada por su fino olfato agudizado por la necesidad selecciono las cajas que más le interesaban con alimentos frescos, juntando y levantando las cajas con sus fuertes garras aprovechando la fuerza adicional que la forma monstruosa le brindaba para levantarlas más fácilmente, al igual que usaba su cola para asegurar una ultima caja que levantar. Por su parte la serpiente Nessie volvía a deslizarse por el brazo de Hestia para ayudar a sujetar las cajas que cargaba y así evitar que las cajas se caigan. Y tras tener lo que quería en sus manos, Hestia comenzaría a ascender volando entre las nubes de humo gracias a los poderes innatos de su akuma no mi, para darse a la fuga volando por encima de los tejados saltando de fuente de humo en fuente de humo hasta que pudo alejarse de la zona y de las miradas indiscretas, buscando un lugar en el que asegurar el botín.
#6
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
El puerto era ahora un caos total. Las llamas que habías encendido se propagaron sin control gracias a los vientos y materiales, trepando por las estructuras de madera como si estuvieran vivas. El humo cubrió todo como un manto gris, ahogando gritos, órdenes y el sonido de las olas. El rugido del fuego y el chirriar de las vigas que comenzaban a colapsar eran una sinfonía caótica que encajaba perfectamente con tu huida.
 
Desde tu posición elevada, podrías ver a los marines corriendo de un lado a otro, algunos luchando por contener el fuego con baldes de agua y otros tratando de organizar a los civiles que huían con lo poco que podían salvar. Las miradas desconcertadas y los gritos de auxilio se mezclaban con el crepitar de las llamas. El puerto entero estaba al borde del desastre, pero tú, cargada con tu botín de cajas repletas de comida, eras la única que había logrado encontrar algo de orden en medio del desorden.
 
Tu forma híbrida te hacía imponente y, al mismo tiempo, casi invisible entre las columnas de humo que cubrieron tu vuelo, aunque estoy seguro de que algunos aldeanos podrían asegurar haber visto la sombra o silueta de una criatura como tú. Cada salto entre los techos y nubes de humo era un pequeño triunfo, alejándote más y más del caos que habías dejado atrás. Nessie, enrollada en tu brazo, parecía vigilar el perímetro contigo, como si entendiera la importancia de este momento, tremenda mascota te has gastado.
 
Finalmente, tras lo que probablemente se sintió como una eternidad, podrás encontrar un lugar seguro lejos del puerto. Una bodega abandonada a una buena cantidad de calles del caos que habías creado, con las paredes cubiertas por maleza y detalles que sin duda prometían mantenerte fuera del alcance de miradas curiosas. Aquí, al menos por ahora, podías bajar la guardia y disfrutar de tu botín como te plazca.
 
Habías logrado lo imposible: burlar a los marines, esquivar la catástrofe que tu misma creaste, y asegurar un botín que calmaría tu hambre... al menos por un tiempo. Sin embargo, estoy seguro de que, si decidías desempacar la primera caja y tendrías un mínimo de empatía, un pensamiento se colaría entre los rugidos de tu estómago. ¿Había valido la pena? Habías quemado un puerto entero, arriesgado tu vida y sembrado el caos, todo por unas cuantas cajas de comida. Pero las llamas que ardían en tu interior no eran solo de hambre, ¿verdad? Eran llamas de necesidad, de supervivencia, y quizá también de algo más profundo que aún no sé cómo nombrar.
 
Ahora, Hestia, este es tu momento para reflexionar, celebrar tu triunfo, o simplemente devorar lo que tanto has deseado. Has ganado tiempo, pero no debes olvidar que el incendio que iniciaste no se apagará por sí solo. Los marines seguramente ya están buscando respuestas, y no sería extraño que pronto comiencen a rastrear a quien o a lo que provocó este desastre, ten por seguro que algunos aldeanos habían visto la sombra de tu silueta en la forma hibrida, la cosa está en que la marine quiera creerles.

La escena está lista, y el telón caerá con tus palabras. ¿Qué harás ahora, Hestia? La historia está en tus manos, y el puerto, todavía en llamas que están siendo controladas por la marina, pero eso ultimo no importa. Después de todo, lo importante para una pirata hambrienta es simple, asegurar de cubrir sus necesidades y gustos sin importar el costo y tu si que supiste hacerlo. Por otro lado, como consejo, te recomendaría esperar un tiempo en ese almacén viejo mientras todo se calma, aunque siempre podrías decidir no entrar y continuar con tu aventura por las calles…
#7
Rose D. Hestia
Vesta
Las múltiples columnas de humo ejercían como un velo brumo que cubría los pasos celestiales de Hestia. Los andares de la joven transformada en una feroz bestia mitológica propia de leyendas eran agiles y veloces. La joven ladrona cargaba las múltiples cajas que acababa de robar del cargamento marine gracias a su fisionomía monstruosa y la colaboración de Nessie. 

Los pasos de la amazona la condujeron a un almacén abandonado a una cierta distancia, conocía dicho lugar de haber pasado algunas noches en él durmiendo aprovechando el techo y el confort que le brindaba para no dormir al aire libre. Era muy pobre en esos momentos y no podía permitirse ni siquiera un techo con una confortable y mullida cama. Pero su situación actual no le molestaba, ella sabia que la vida eran etapas y ahora le tocaba pasar por esta, no era la primera vez que habia pasado hambre y quedado desamparada. De hecho si actual situación no entraba ni en el top tres de los peores momentos de su vida.

El puerto habia quedado patas arriba, sin duda era un incidente que habria causando muchos problemas y perdidas, no solo a los Marines. Pero a ella no le importaba en esos momentos, habia perdido mucho en la vida, no tenia problemas en tomar lo que necesitara para sobrevivir. El mundo era un lugar cruel, la gente estaba arrebatándose de todo constantemente, guerras, robos, saqueos, trafico, de todo. La gente buena y con miramientos no duraría mucho en el mundo, el mismo los devoraría sin ninguna compasión. Pero eso lo fue aprendiendo con los años y ahora simplemente debía seguir adelante y hacer lo que fuera necesario para ver un mañana.

Así que simplemente depositaria las cajas con cuidado y desharía su transformación, volviendo a su antiguo semblante. Esa forma aun le consumía mucha energía y cuando tenia tanta hambre le era mucho más difícil, puesto que andaba en baja forma. Pero logro mantener la transformación el tiempo necesario para llegar a este lugar seguro, aunque por si acaso seria mejor moverse dentro de no mucho y buscar un refugio más apartado aun. 

Pero ese seria un problema un poco en el futuro. Ahora Hestia simplemente abriría algunas de las cajas que tomo inspeccionando la mercancía y tomando algo para cocinarlo con una pequeña hoguera que improviso. Sentada junto a Nessie simplemente irían comiendo poco a poco, saciando sus estómagos vacíos, pero sin empacharse de golpe como salvajes, ya experimento que tras demasiados días de hambruna comer de golpe era un brusco y podía sentarle mal. Estaba siendo un proceso de cocina simple, sencillamente estaba asando las cosas para hacerlas más comestibles, compartiéndolas con su querida compañera serpentín. Y con el fuego chisporroteando ella simplemente tendría la mirada perdida en él reflexionando sobre lo molesta que era esa situación. 

Pero bueno, mañana será un nuevo día y el futuro incierto...
#8
Moderador Doflamingo
Joker
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Usuario Rose D. Hestia
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Narrador Mayura Pavone
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#9


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