Un bombón por favor [Priv.Akari]

Verano 4 del 724

Sentir en tu mano la entrega de tu primer pago es glorioso, sientes satisfacción por todo ese esfuerzo que has hecho durante tus días de duro trabajo y te anima a continuar haciendo lo que haces mientras sigas teniendo tu gloriosa paga. Ser un cazarrecompensas le estaba viniendo bien al muchacho, poco a poco sus deudas iban desapareciendo pero todavía le quedaban varias (más de la mitad) pero se sentía tan agusto que Yoshiro decidió darse un gustito el día de hoy.

¡Pan con crema! ¡Pan con crema! ¡Pan con crema!-deseoso por algo dulce y cremoso empezó a caminar alegremente hasta la panadería más cercana a su casa pero parecía que hoy no había abierto.

¿Cerrado por cucarachas? Ni modo. Tendré que buscar otra panadería-no de podía desmotivar aún por lo que decidió continuar su caminar en búsqueda de otro lugar donde vendieran lo que quería.

Yoshiro tenía un excelente olfato y buena capacidad de orientación por lo que no le sería muy difícil encontrar una nueva pastelería-Mmm que rico huele... dulce...-Yoshiro por fin encontró el rastro que quería, un olor dulce y familiar que le abría el apetito.

Y por fin llegó, una panadería en toda regla que hacia gala de distintos tipos de panes y pasteles decorados con crema-Por fin llegué al cielo...-el muchacho entró al local decidido en comprar todo lo que le llamara la atención-¡Hola! Me gustaría un pan relleno con crema y un pastelito de vainilla y... oh, si, unos cuantos bombones-pidió feliz mientras sus ojos pasaban de postre en postre.

Era una tarde bastante agradable como siempre en la pastelería de la familia de Akari, su madre se encontraba haciendo el pan, su padre después de sacar unos postres y panes del horno ponía cada cosa en su lugar para luego ayudar a su hija en la atención al cliente para acelerar un poco más las cosas, ya el lugar se encontraba un poco vacio solamente clientes sentados en las mesas degustando algunos postres hechos por la joven, su padre volvio a la parte de atras ayudar a su madre dejando a su hija sola por el momento hasta que llegó un chico pelirojo.

-Bienvenido! -dijo con una sonrisa mirando al joven- que es lo que desea? -dijo amablemente para escuchar que quería varias cosas por lo que rápidamente puso todo lo pedido por el chico- desea alguna otra cosa mas? Tenemos unos ricos tres leches, pan de chocolate, rebanadas de torta de todo sabor, red velvet, chocolate, vainilla, naranja -dijo señalando lo nombrado mientras sacaba la cuenta de lo que ya habia pedido el chico.- 

El lugar en si no era ni pequeño ni grande pero era bastante cómodo que incluso como dicho anteriormente la gente se quedaba a comer los dulces y después se iban, el lugar estaba impecable y cada cierto tiempo la joven barría para que el lugar tenga una mejor apariencia.

Auquella panadería estaba muy viva, su cantidad de postres la convertían en un centro de reunión para parejas, amigos o familiares por lo que eran normal ver a tanta gente sentada en las mesas distribuidas por el local, comiendo y conversando de forma amena sin molestar a nadie. 

¿Y como culparlos? El rico aroma que desprendía el horno allá atrás abría de par en par el apetito de cualquiera que se atreviera entrar y la colorida recepción dejaba a la vista todo lo que se ofrecía en aquel lugar por lo que igual que un niño chiquito, Yoshiro se pegó a la vitrina y mientras observaba las delicias ahi expuestas empezó a pedir lo que ya tenia en mente. 

Pero la cajera era toda una experta en marketing pues apenas tuvo la oportunidad empezó a ofrecer muchas más delicias culinarias que le darían diabetes hasta un fisicoculturista. Yoshiro se encontraba realmente en el paraíso dulce y no sabía que hacer ¿Se gastaba todo en postres?

¡Ay, me tientas mucho! ¡Daba un pedazo de esas tres leches y un rollo de canela! Un par de galletas de estas y...-el muchacho por fin miró a la chica y se quedó deslumbrado por su belleza, sus ojos se abrieron como si intentaran esforzarse en creer lo que estaban viendo. Su corazón casi que se detuvo por la vergüenza que le llegó por andar de infantil y tragó saliva nervioso.

Que rico bombón... digo, quiero tú bombón. Es decir. Un bombón. Para llevar... ah... -atontado dijo una estupidez y avergonzado intentó aclarar las cosas sin éxito y al final simplemente se "derritió" en el respaldo de la vitrina deseando que la tierra se lo trague.

Está sonrió orgullosa de como mejoraba su marketing y también daba a luz otras recetas realmente deliciosas haciendo que el chico pidiera otras cosas más por lo que en otra funda guardaba las cosas con cuidado para que estuvieran intactas, pues la presentación era importante, aparte del sabor obviamente, hasta que el la miro por fin, no le molestaba y le era agradable ver esa emocion en el chico notando como se avergonzaba de su comportamiento pero no pudo resistir más su risa hasta después de ver cómo pedía un bombón se ponía nervioso haciendo que la joven se riera.

-per-perdón -dijo entre risas y mientras su mejillas se ponían rojizas por la vergüenza que sentía está ahora por reírse asi de un cliente pero no lo podía evitar, le hacia mucha gracia ver cómo paso de estar totalmente emocionado como un niño a estar avergonzado- y si, los bombones son ricos porque yo los hice -dijo tratando de desviar el tema mientras le sonreía con diversión al chico-(que chico más tierno) -pensó mientras lo miraba.-

Yoshiro no solo sintió vergüenza por su trabalenguas causado al ver la belleza de la chica que por alguna razón le recordó a un sabroso bombón, sino que también acabó avergonzado cuando la escuchó burlarse de él por su cómicas reacciones al intentar aclarar su malentendido de forma ineficiente.

Ash... quisiera que una anguila gigante simplemente me comiera ahora mismo...-sentía que botana humo de su cabeza por lo avergonzado que estaba. La chica se disculpó por haberse reído de esa forma a pesar de que él era su cliente.

La chica admitió que ella había hecho los bombones y Yoshiro la miró un tanto asombrado por la habilidad de la chica y la suerte que tenía por trabajar en la elaboración de tales dulzuras. Yoshiro se tapó la mitad del rostro con su mano y sostuvo su cabeza con la otra como si se esforzara en mantener su rostro arriba para verla.

Me llevaré dos...-y con esa pequeña petición esperó a que la chica se diera la vuelta para empezar a preparar su pedido y así contemplar la belleza de su cuerpo.

La joven una vez el chico pidió los bombones y vio la ver la adorable expresión que puso se dió la media vuelta para empacar todo lo pedido del chico en una bonita cajita decorada con el logo de la panadería para luego sacarle la cuenta y decirle el precio mientras ponía la cajita en la vitrina.

-espero realmente que disfrutes y vuelvas pronto -dijo sonriendo amablemente- si deseas comer aquí hay algunas mesas disponibles en aquel lado -dijo señalando amigablemente un lugar vacío.-

La joven analizó rápidamente y disimuladamente el físico del chico y le parecía atractivo pero trataba de disimularlo, tal vez solamente se le hacia guapo y ya, tampoco es que buscará enamorarse y peor ahora, era muy joven y sus padres seguramente la matarían, no de forma literal, pero si la regañarían por tener novio.

La chica parecía estar completamente acostumbrada a su trabajo, apenas Yoshiro terminó de ordenar lo que se quería llevar, ella se dió la vuelta y empezó a empacar todo con habilidad en una caja de cartón algo grande y que poseía en su interior segmentos dónde colocar distintos postres sin que se tocaran entre sí, algo parecido como las cajitas de bombones para el día de los enamorados.

Dejó la caja en la vitrina, al frente del muchacho para que la tomara después de pagar, el precio por todo era bastante accesible y Yoshiro tomó su monedero y empezó a sacar el dinero justo para pagar por todo lo que había pedido pero en eso, la chica habló y le sugirió comer en las mesas disponibles dentro de la panadería aprovechando que había una libre. Esta era una buena oportunidad para estar más tiempo observándola pero Yoshiro sintió algo de vergüenza comer todo eso sin compañía habiendo las demás mesas ocupadas por parejas y amigos.

Oh, bueno... me encantaría comer aquí-su vista dejó la mesa para ver a la chica y sonreír-Solo si tú me acompañas-¿Era raro invitarla a una cita en su trabajo? Mmm quizás pero él no sabía nada de citas.

La joven acepto el dinero y luego le dió el vuelto, le sorprendió un poco que me invitaba a acompañarlo pero no tenía problema, igualmente su padre podría encargarse un rato de la pastelería aprovechando que no había mucha clientela.

-mmm.. supongo que está bien, si puedo acompañarte un rato, mi padre seguro se hará cargo del lugar, igualmente pronto era mi tiempo libre -dijo sonriendo amablemente viendo al chico con un poco de interés para luego dejar de verlo y darse la vuelta para salir hacia la parte donde se encontraba el chico y hacerle una seña para que la siga hasta la mesa libre, sentándose primero mientras miraba al chico- bueno, no me eh presentado soy Akari mucho gusto conocerte -hizo un leve pausa- ¿Cómo te llamas tú? -dijo con curiosidad mira solo poniendo su mano derecha izquierda en la mesa.

La joven ahora lo miraba con atención, realmente le llamaba la atención agarro su camisón con la mano derecha que tenia libre para poder tapar un poco haciéndolo más para evitar que se vean su alitas, sería malo que alguien las viera oh eso decían sus padres para poder protegerla de gente mala.

Yoshiro se sentía atraído por aquella chica que lo atendía en esa bella panadería pero no sabía muy bien que hacer o decir para acercarse más a ella. No fue hasta que se encontraba pagando su pedido que se dió cuenta que podría intentar ser osado y pedirle comer juntos (aunque ella estuviera en hora de trabajo y de paso su trabajo era en el mismo sitio de la "cita"). Pero a pesar de tener todas las de perder, Yoshiro fue bendecido con un "sí" por parte de la bella chica.

¿Enserio?-ni Yoshiro se creía lo que oía. Aquella chica salió de detrás del mostrador para guiar a Yoshiro hasta la mesa. Al fin sentados, pasó a presentarse y preguntar el nombre del muchacho que con una sonrisa respondió su pregunta-Soy Yoshiro. Es un gran placer conocerte, Akari-sus ojos se mantenían en ella ¿que otra cosa iba a ver si la tenía de frente?

Akari acomodó su ropa y eso llamó la atención de Yoshiro-¿Tienes frío, Akari? Yo tampoco soy amante al frío pero bueno, los días de lluvia suelen traer viento frío-quizo ser compresible, la verdad es que el cielo se habia nublado y parecía que pronto llovería pero mientras tanto ya habia viento agitado por las calles y claro, este se colaba a la panaderia por las ventanas abiertas.

Aquel joven de presento como Yoshiro, era un nombre bonito al parecer de la chica noto como la miraba y sonrió un poco mientras hacía a un lado un mechón de su pelo.

-igualmente mucho gusto en conocerte Yoshiro -dijo y luego cuando el le pregunto sobre si tenía frío disimulo sus nervios con naturalidad- si, hace un poco de frío no? Me gusta este clima pero está bastante tiempo en el frío podría hacerme mal en mi salud, podría darme gripe o fiebre -miro por la ventana apreciando el cielo nublado y un poco negro, era ley que pronto lloveria ya sea duro o suave.- 

-Cuantos años tienes? -dijo después para mirarlo ya que le entró la curiosidad y tenía muchas preguntas en mente para conocerlo más mientras esperaba su respuesta sacó  de uno de sus bolsillos de su camisón una funda transparente con una galleta con chispas de chocolate, sentía que era de mala educación pedirle igualmente esta en algunos de sus bolsillos tenia pequeños postres o caramelos por si se le antojaba algo-