Hay rumores sobre…
... que una banda pirata vegana, y otra de maestros pizzeros están enfrentados en el East Blue.
[Común] [C-Pasado] Una deuda de sangre
Muzen Kibutsuji
Raiden
Personaje

25 de primavera del 724


Para Muzen no era divertido volverse el matón de otros pero como estaba teniendo que iniciar prácticamente de cero cuando estaba en el nuevo mundo contaba con los fondos de su familia y había aprovechado de eso para poder hacer negocios algos turbios y poder tener negocio ilegales ganar aún más de lo que ya tenía, pero en este caso todo se había perdido incluso su nombre había quedado manchado algo que realmente el escondía a todo el mundo su apellido rara vez era nombrado para no ser tomado en cuenta como el asesino de dos clanes nobles del nuevo mundo. Suspiro levemente ya que estaba con sus piernas arriba de una mesa en la taberna de más mala muerte de la isla, esperaba un contacto el cual parecía demorar una eternidad, para darle seguramente un objetivo, tenía que ir a amenazar algún comerciante, ir a cobrarle a un borracho que estaba debiendo o en el peor de los casos algún idiota que apostaba más de lo que tenía en su casa y terminaba teniendo que pagar con las cosas de su propia casa, los había muy idiotas para el albino que en ese momento disfrutaba de un buen cigarrillo cuando escucho el ruido proveniente de su espalda, se trataba de dos chicos que parecían tener la mitad de la edad del Muzen, pero que ya tenían todo los brazos tatuados y caminaban como si fueran matones. Suspiro levemente la clase no existía en este lado del mundo.

-Raiden verdad, tenemos para ti el encargo mejor que lo hagas bien o el jefe no volverá a darte más trabajo mano....
 
El albino llevaba puesto en ese momento sus googlees observando a los dos jóvenes que parecían creerse unos buenos matones o al menos eso era lo que pensaban, todos estaban desesperados por poder demostrar que se les podía confiar algo de responsabilidad. Muzen se puso de pie y tomo de las manos de los chicos el papel que ellos venían a traerle riendo levemente para luego hacer un gesto con la mano derecha que se alejaran nomas, mientras que el observaba la información se trataba de una mujer que debía ser intimidada y sobre todo forzada a pagar una deuda bastante grande que se estaba cargando, suspiro levemente ya que golpear mujeres no era lo que más le gustaba con el género contrario, el prefería más bien poder cortejarlas pero el trabajo era necesario para poder ganar más influencia en este bajo mundo.
 
Dicho eso el guardo en su bolsillo tranquilamente aquella información, tenía en el papel una leve información de donde podría ser encontrada la fémina antes de que se fuera de la isla, ya que se encontraba de pasada al parecer no era una ciudadana de la isla por lo tanto tenía que moverse rápido si quería lograr de esa forma cobrar el dinero que estaba debiendo suspiro levemente. Para luego caminar hasta la puerta no sin antes encender a mitad de camino un cigarrillo y darle una calada profunda al salir del edificio, para luego encaminarse por las calles de la ciudad. Esta era la zona más pobre de la isla un lugar bastante "seguro" para poder moverse los criminales ya que en realidad nadie andaría por allí, uno de los detalles que mencionaba aquel informe era que contaba con un arma que pudiera ser un importante problema para el albino.

Tuvo que recorrer durante media tarde buscando la ubicación hasta que finalmente pudo dar con la joven, luego de estar investigando los diferentes lugares que habían estado citando como posibles, ya que siempre había alguien que se encontraba vigilando o alguien dispuesto a hablar más de la cuenta por lo tanto ahora él estaba cerca de ella espero que no se diera cuenta, aunque le gustaría que tuviera lo que se le estaba pidiendo, aunque lo dudaba demasiado de eso.
#1
Anissa Marr
Nissa
Personaje


Tenía un par de días de haber llegado a la isla, y al saber que desencajaba en los barrios altos no tuve más remedio que moverme por la zona al otro lado del río; los barrios bajos. No sabía si la influencia del hombre al que le debía llegaría hasta otra isla, tan solo esperaba que para el momento en el que se enterara ya me hubiera ido. Esperaba que la gente se me quedara viendo; ya sea por las alas que estaban a mi espalda o porque en medio de ellas estaba el rifle desgastado que me había acompañado desde que había abandonado mi hogar, pero la verdad era que la mayoría no cruzaba su mirada con la mía más de un momento o tal vez no me daba cuenta por tener la mente centrada en otras cosas.

Por la poca información que había logrado recabar en dos días la mayoría de los residentes del lugar eran pescadores así que no habría mucho que robar, pero al levantar la oreja para escuchar algunas conversaciones ajenas sabía que existía un submundo criminal que podría ser muy lucrativo para alguien que buscara liberar a un distraído de sus pertenencias. Entrar y salir rápido de un lugar con las pertenencias de otra persona podría convertirse en un modus vivendi lo suficientemente lucrativo como para saldar mi deuda y pagar el cuidado de Dagan.

Ya estaba entrada la tarde, pero por alguna extraña razón la luz del sol no parecía iluminar con claridad los barrios por los que estaba caminando, como si el cielo estuviera amenazando con comenzar a llover en cualquier instante o tal vez era que me sentía abrumada al no saber cómo dar el siguiente paso para cumplir mis objetivos. ¿Me acercaba a cualquiera y trataba de robarle sin que se diera cuenta? ¿Sería eficaz el utilizar mi rifle para amedrentar a alguien y que me entregue todo lo que tiene? Si hacía esto último ¿cuánto tiempo tendría antes de que alguien viniera a buscarme por estar haciendo un alboroto en una zona que probablemente era dominada por alguien más? Lo malo de ser una persona que se hiperconcentra es que todo a mi alrededor estaba completamente a oscuras mientras seguía avanzando centrada en mis pensamientos, hasta que pasó lo que tenía que pasar. Choqué con una señora de la tercera edad que llevaba una canasta de fruta haciendo que se cayera al suelo y que la fruta volara por los aires. De un momento a otro sentí como todos volteaban a verme directamente y por un segundo me sentí paralizada por el miedo de que alguien estuviera tras de mí ¿Así me sentiría siempre que estuviera en un lugar nuevo hasta que saldara mi deuda? ¿Había cometido un error al haber viajado a otra isla sin terminar con mis asuntos en casa? No tenía las respuestas a la mano, y probablemente no las encontraría hasta que las consecuencias me chocaran en la cara; solo había un error que podía remediar inmediatamente. Rápidamente comencé a tomar la fruta para regresarla a la canasta y después de aseguré de ayudar a la señora a ponerse de pie, hice una reverencia para pedirle unas disculpas que fueron respondidas con indiferencia, algo completamente entendible.

Ya estaba lista para terminar mi día, cargaba conmigo lo suficiente para pagar una habitación y poco más, pero mentalmente me sentía exhausta. Ya fantaseaba con dejar caer mi cuerpo a una cama de calidad cuestionable cuando un hombre me cerró el camino poniéndose justo frente a mí, tenía un rostro muy juvenil pero no por eso bajé la guardia aunque no tenía manera de tomar mi rifle discretamente así que solo me le quedé viendo esperando que me regalara una explicación a su actuar. –Pareces perdida.- fue lo único que salió de su boca, en un tono soberbio y con un claro intento de intimidar. –No busco problemas, solo busco un lugar para dormir cuando llegue la noche.- fue lo único que le respondí para después tratar de pasarle a un lado chocando mi hombro con su brazo debido a la diferencia de estaturas. Ojalá todo hubiera terminado ahí pero el pelafustán osó a agarrarme del antebrazo con fuerza parándome en seco. –Eso debiste de pensarlo antes de tratar de escaparte sin pagar lo que debes.- dijo mientras apretaba cada vez más.
#2
Muzen Kibutsuji
Raiden
Personaje


Si bien Muzen tenía talento para hacerse con los secretos en su gran mayoría de otras personas y también era bueno obligando a la gente en colaborar aunque su fuerte siempre había sido el tráfico tenía buenos negocios en el nuevo mundo antes del desastre de la familia Croft, por eso ahora se encontraba teniendo que rebajarse a un simple matón un tipo que intimidaba a otros para conseguir el dinero de terceros estaba resignado a ese trabajo, había usado a muchos novatos en su isla para que fueran sus matones y siempre estaban los que eran bueno en ese trabajo sabía que podía pedirles cualquier cosa casi y ellos no dudarían en lograrlo. Regresaban con el dinero que le debían pensó el albino caminando por aquellas  calles cuando dio con la joven, extrañas alas en su espalda y sobre todo un rifle pudo localizar el arma entendiendo de que hablaban que tuviera cuidado de no darle distancia a la joven para evita que terminara disparándole sería un problema si ella pudiera conseguir distancia el choque entre ella y la mujer le vino perfecto al albino ya que este atraparía una de las frutas en el aire, recostándose en una de las paredes él tenía pensado intervenir y obligarla a pagar lo que debida, cuando noto que alguien más se puso en el camino de la joven dejando en claro que venía por el mismo trabajo que Raiden lo que le hizo rechista levemente molesto.
 
- ¿¿Querida, este hombre te está molestando??
 
Se acercaría con aquella manzana en la mano, llamando la atención no solo del que la amenazaba sino los que estaban a su alrededor, para detenerse al lado de ella y tomar la mano del hombre que la amenazaba en ese momento apretando esta con algo de fuerza y levantando su ceja tras los googlees algo que él no notaria claramente haciendo que la fruta que estaba en su mano se elevara para que la joven la atrapara ya que la lanzaría sobre ella prácticamente si la joven no reaccionaba golpearía sus senos, mientras el empujaba aquel hombre con su fuerza superior desde la muñeca donde lo tenía tomado. Si bien la mirada de Muzen no se podía ver ya que estaban sus ojos celestes ocultos entre sus googlees el sí tenía un porte serio acercaría su rostro hacia el del chico.
-Largo de aquí, si no quieres terminar con tus brazos destrozados yo no soy tan amable como la chica.
 
Si algo que Raiden había tenido que desarrollar era la capacidad para intimidad usando lo que tenía a mano su conocimiento y su fuerza, siempre había entrenado su cuerpo como un pasatiempo ya que en el nuevo mundo él no se había tenido nunca que ensuciar las manos, sus bróker lo hacían por el con tal de recibir sus ganancias lo que hizo que sonriera levemente un poco para empujar al chico unos metros hacia atrás y este se alejaría molesto por lo que acaba de pasar, era obvio que no le había caído nada bien lo que estaba haciendo Muzen pero no le importaba el tenía que ajustar negocios con esa chica. Miro de reojo hacia la joven.
 
-Parece que esta metida en serios problemas, este lado de la isla le suele gustar los problemas y sobre todo si se puede cobrar una buena cantidad por ese problema en el que estas.
 
Diría el joven normalmente Muzen se hacía cargo del problema por las malas, no solía divertirse con la presa era más directo con su trabajo, lo que hubiera hecho normalmente era vender el rifle de a chica y alguna que otra cosa pudiera tener para reducir el costo ya que dudaba que ella tuviera lo que le habían pedido robar. Suspiro levemente pero no le gusto que hubiera otro pidiendo lo mismo cero respetos en el trabajo así que quería averiguar quién de los que recibían los encargos en la isla había sido el responsable de pedirle a dos matones hacer el mismo trabajo. Por lo tanto, esperaría un poco y buscaría conocer más de la joven.
 
-En este lado del rio son pocos los lugares donde puedes descansar sin preocuparte que terminen de robarte todo cuando despiertes no tengas ni los zapatos, pero los hay eso es lo bueno, te llevo a uno de ellos si gustas, soy Muzen, por cierto.
 
Se presento ya que no había hecho eso, desde que estaban hablando esperaría conocer la voluntad de la joven ya que por lo que había escuchado era lo que quería hacer ella, si aceptaba le estaría llevando hasta una taberna, en el segundo piso había unos dormitorios y debido a que la gente siempre andaba por allí, era un lugar bastante "seguro" que se podría aprovechar para ambas cosas, terminar su trabajo y a su vez poder darle esa sensación de seguridad a la joven. Al entrar verían como varias personas voltearían a mirarlo a los dos más que nada a ella el albino ya comenzaba a ser conocido en este lado del rio, por lo tanto, sabían que era un matón que se encargaba de pedir extorsionar a la gente para poder sobrevivir.
#3
Anissa Marr
Nissa
Personaje

Una sensación congelante recorrió mi espina dorsal cuando me percaté de que el hombre que me estaba tratando de detener me perseguía por órdenes del hombre del que me estaba escondiendo. Si su influencia llegaba tan lejos entonces debía cuidarme en todas las islas que visitara; no estaría a salvo hasta que saldara mi deuda y tal vez mucho más por haberse tomado la molestia de enviar hombres a buscarme. Me encontraba en una posición desfavorable ya que no podría tomar mi rifle y dispararle a aquel hombre, si lo intentase probablemente fallara e incluso podría llegar a herir a un inocente que no hubiera sido lo suficientemente sensato como para largarse de ahí. Además de que después de cada disparo debía desplazar el cerrojo así que no tendría una segunda oportunidad, de ahí en más no sería difícil para él superarme en fuerza bruta y llevarme devuelta con su jefe o peor aún, acabar conmigo ahí mismo para mandar un mensaje a todos los que se consideraran más listos que el prestamista.

Para mi suerte alguien alzó la voz para defenderme, un muchacho de cabello blanco que escondía sus ojos detrás de unos googles tomó la mano del malviviente que intentaba intimidarme. –En efecto, me está molestando.- alcancé a decir mientras atrapaba la fruta que el peliblanco había lanzado en mi dirección. No le tomó mucho tiempo el lograr que me dejara libre y con tan solo un acercamiento a su rostro y algunas palabras le fueron suficiente como para que el matón se retirara de ahí aunque no muy contento al respecto así que aun cabía la posibilidad de que, si me separaba del peliblanco, se cruzara nuevamente en mi camino. –Vaya, si es tan evidente que no pertenezco a este lado de la isla entonces algo de estar haciendo bien.- le dije soltando después un pequeño suspiro de alivio por haber salido de una situación tan desfavorable. –Aunque realmente dudo que alguien pagara una buena cantidad de berries para hacerme daño, no soy de las que van por ahí buscando problemas y menos con alguien que tiene el suficiente dinero como para mandar a alguien en vez de confrontarme ella o él mismo.- continué, obviamente mintiendo ya que tenía bien en claro quien le había puesto precio a mi cabeza.

El peliblanco que ahora se había presentado como Muzen ahora se ofrecía a llevarme a un lugar en donde podría descansar sin preocuparme de que alguien quisiera clavarme una cuchilla en la espalda. A decir verdad sonaba demasiado bueno para ser verdad, y extrañamente conveniente que se apareciera justo en el momento en el que me encontraba en problemas, pero de momento Muzen no había hecho nada más que ayudarme así que por lo menos le debía otorgar el beneficio de la duda. – Puedes llamarme Nissa, la mayoría de mis amigos así lo hacen.- le dije a sabiendas de que no existía a nadie en el mundo a quien consideraba mi amigo y que ese apodo había surgido por mi hermano; aunque la sonrisa cálida pero fingida no faltó.

-Este lugar que mencionas, ¿qué tan costoso es? Honestamente vine a la isla desafiando a la suerte ya que mi bolsillo ha estado ligero durante un tiempo. No creo tener tanta suerte, pero si también conoces a alguien que necesita a una skypean con ganas de trabajar agradecería que me lo presentaras.- le dije mientras íbamos en camino a la dichosa taberna, en primera porque mis berries estaban completamente agotados y en segunda para evitar caminar con un silencio incómodo entre nosotros.
#4
Muzen Kibutsuji
Raiden
Muzen estaba molesto, pero no era por que la habían atacado sino por el hecho de que le estaban robando el negocio nunca había tenido el problema de que el mismo solicitante mandara a más de uno al mismo objetivo y más aún cuando se trataba de simplemente amenazar e intimidar a alguien en este caso el joven pensaba que algo más se estaba cociendo y el pago seguramente que era mucho mejor en este caso, el gordo Paul seguramente estaba queriendo asegurar que esta chica no volviera a ser un problema, ya que no era una simple amenaza sino que se trataba también de darle una golpiza suspiro levemente en el camino que iban andando se detuvo un instante y se giró asegurándose que no tuviera como escapar y lanzo un puñetazo seco contra la pared al lado del rostro de ella quebrajando la pared detrás de la joven y quedando con su rostro pegado al de ella prácticamente sus ojos celestes la miraban a través de los googlees.

-No me mientas, tengo las mismas ordenes que ese idiota y ese tipo no anda solo tiene un grupo de matones que dejan en coma a quien le ordenan quiere decir que les pagaron bien para que te dejen sin volver a caminar niña.
 
Su palabra desprendía una cierta molestia a la hora de hablar, pero sería que él se hubiera tomado toda la molestia que había tomado para simplemente golpeara hasta el cansancio, llevando sus manos ahora a los bolsillos demostrándole a ella que si el quisiera pudiera dar un buen golpe en el estómago y dejarla noqueada pero le daría la oportunidad de explicarse, no porque realmente quisiera conocer su vida sino debido al hecho de que él sabía que lo habían engañado, le estaban pagando lo mínimo cuando a los otros le estaban dando más aun dinero por lo tanto molesto quería saber lo que estaba pasando para romperle la nariz al gordo más que nada y conseguir dinero extra. Con las manos en los bolsillos le queda mirando esperando ver que va hacer si intentara venir por sus armas le buscaría darle en el estómago.
 
-Sera mejor que seas sincera con lo que vayas a decir, puede que quiera averiguarlo sin ti.

Diría esperando que ella hablara esta vez con la verdad, la pared quedaba quebrajada y a punto de destrozarse para que se derribara si alguien más la tocara, estaba con un rifle la chica en la espalda por lo tanto no la dejaría preparar su arma.
#5
Anissa Marr
Nissa
Iba siguiendo a mi salvador, mientras trataba de conversar con él amenamente y tal vez así obtener un poco de información de cómo era que estaban las cosas de este lado de la isla. El hombre parecía ir bastante centrado en lo que sea que estuviera en su mente ya que no se le veían las intenciones de platicar conmigo. De un segundo a otro, y de manera inesperada, el hombre dio media vuelta dejándome con la espalda pegada a una pared para después lanzar un puñetazo a unos pocos centímetros de mi cara, en un intento claro de intimidación que logró sorprenderme. Al parecer mi salvador solamente era un matón más que estaba detrás de mí por órdenes del prestamista, pero parecía que aquél hombre no les había contado con lujo de detalles por qué había puesto precio a mi cabeza. –Vaya, al parecer duró poco tiempo la fachada de caballero de brillante armadura.- le dije sin poder ocultar aún mi nerviosismo pero aun así tratando de sonar sarcástica.

No tenía modo de defenderme, al menos no a esta distancia, así que tenía que evitar sacar de sus cabales al peliblanco. –Bueno, bueno. Tan solo tenías que preguntarlo por las buenas, no había necesidad de hacer todo un show.- le dije con tono amigable mientras movía mis manos lentamente de un lado a otro, como si saludara a alguien a la distancia. –Realmente no hay mucho que decir, simplemente pedí un préstamo al hombre que te pagó para que me hicieras lo que sea que te haya ordenado. La cantidad, fue algo exorbitante, lo suficiente como para que una persona que no tiene un solo ingreso viva una vida cómoda y longeva. A la cantidad que tienes en tu mente súmale un cero y tal vez estés acertando en lo que debo. Tenía un tiempo pagando intereses trabajando casi todo el día hasta que me harté y me fui de la isla en un barco mercante haciéndome pasar por alguien más. ¿Es eso suficiente verdad para ti?- le platiqué de manera rápida, sincerándome pero asegurándome de no contar detalles innecesarios. –Y antes de que te hagas ideas estúpidas ya he gastado todo el dinero y no hay manera de recuperarlo.- continué eliminando toda posibilidad de que Dagan sufriera las consecuencias de mis descuidos.

-¿Entonces, Muzen, qué va a suceder ahora?- le pregunté con una sonrisa retadora, tenía claro que si el hombre intentaba lanzar un golpe en mi dirección me lanzaría hacia un lado de una voltereta para preparar mi arma y vaciar la mitad del cargador mientras retrocedía para ganar distancia. –Suponiendo que el otro hombre no estaba contigo ¿es este el momento en donde traicionas a tu empleador? No serías tan hipócrita como para pedir la verdad y haber armado todo un teatro en el que te presentas como un “salvador” para hacerme confesar mis pecados y después cumplir con lo que se te ordenó ¿verdad?- seguí con un tono retador y haciendo las comillas con mis dedos al mencionar la palabra salvador. La realidad era que estaba en una situación bastante complicada, si Muzen estaba coludido con más matones que me estaban buscando no pasaría mucho tiempo para que me encontraran si es que lograba quitarme a éste de encima.
#6
Muzen Kibutsuji
Raiden
-Mi armadura rara vez brilla Nissa si es que te llamas de esa manera.

Menciono el albino mientras mantenía el puño cerrado contra la pared que había estrellado con su fuerza bruta para intimidarla algo que había funcionado bastante bien ya que el había visto el tipo de arma que estaba usando, no sería rival para el albino en combate cuerpo a cuerpo escucho atentamente lo que la joven mencionaba en ese momento cuando la joven "parecido" acceder a lo que estaba preguntando retío su puño de la pared y sacudió tranquilamente esta sin sentir nada en su mano los movió tranquilamente escuchando las palabras de la joven negando levemente con la cabeza, dudaba mucho que el idiota que le daba esos encargos fuera quien estuviera detrás de todo.

-Interesante historia, pero dudo que el idiota que me da estos trabajos sea realmente a quien tú le estas debiendo plata ese tipo tiene sus propios matones al que le debes dinero seguramente es un tipo con bastante dinero.

Suspiro levemente en ese momento mirando hacia la joven escuchando lo que mencionaba sobre como había quedado endeudada hasta la medula elevo la ceja cuando la joven menciono el hecho de que seguramente no tenía el dinero, sus googlees evitaban que se pudiera ver a través de ellos evitando de esa forma que alguien pudiera ver directamente a sus ojos, algo que solía sacarle bastante ventaja cuando quería.

-Como la de querer desvalijarte toda y dejarte desnuda en la calle para asegurarme que no tengas nada de ese dinero tranquila, si te están mandando machacar es porque seguramente no tienen otra forma de sacarte el dinero, esta gente se hace cargo de gente como tu matándola o peor aún hay unos barcos en los que no vas a querer estar…

Venta de esclavos seria lo más sencillo para ella que la vendieran como una de esas para poder con lo que ganaran cubrir lo que estaba debiendo, pero el hecho de que no hicieran eso u incluso algo mucho peor utilizarla para que pagara durante toda su vida con su cuerpo, levanto la ceja sonriendo levemente cuando ella pregunta que pasaría ahora, seguramente darle la golpiza de su vida podría ser una opción, pero estaba molesto por lo que habían hecho así que hizo crujir su cuello con molestia.

-Ser bueno no es lo mío y no me gusta que los idiotas que me pagan le paguen a otro imbécil para hacer mi trabajo eso es como presumir que no podre darte una golpiza o acaso eres demasiado escurridiza??

Diría con una sonrisa viendo como ella actuaba, no demora en avanzar un par de metros para no darle demasiada distancia sonriendo levemente para luego elevar la ceja en ese momento sonriendo levemente para luego llevar la mano al mentón.

- Tu qué crees de alguna forma tengo que cobrar mi dinero, no creas que puedes irte de rosas preciso el dinero ya sabes no es nada personal...

Le hablaría con una leve sonrisa en los labios viendo que la joven alguna cosa quería provocar en él y este estaba seguro que estar cerca de ella le dejaría tener acceso a más idiotas que quisieran cobrar su recompensa y de esa manera romperles la cara para poder saber quiénes eran los responsables de andar pagando a tantas personas, para ir por ella para cobrarse el descaro que estaban teniendo con él.
#7
Anissa Marr
Nissa
-Mi nombre no es Nissa, aunque casi. Pero como dije antes, puedes llamarme así.- le contesté en un tono descarado, algo molesta por tener que repetirme y que se pusiera en duda mi honestidad después de haberle contado al peliblanco la situación en la que me encontraba. –Entonces si consideras que el hombre al que le debo tiene a sus propios hombres ¿Qué demonios quiere tu empleador conmigo?- le pregunté desconcertada al no tener idea de qué era lo que estaba pasando por la mente de aquellos que me perseguían.

Escuché las palabras del peliblanco sin reaccionar mucho ya que realmente no sentía miedo por lo que decía, mientras estuviera con vida tendría la oportunidad de acabar con mi padre y por si alguna razón terminaba muriendo ya me había asegurado de pagar una cuidadora y el tratamiento para Dagan. –Sí, imagino que lo quiere ese hombre es verme muerta, especialmente porque logré escapar de sus garras en un abrir y cerrar de ojos. Y si me deja con vida entonces está cometiendo un error porque después de que acabe con mi objetivo iré a por él.- dije mientras mi semblante comenzaba a cambiar a uno molesto. A pesar de haber escapado con intenciones de pagar mi deuda eventualmente ahora, al saberme perseguida por más de un cobrador que no planeaba tomar reparo en acabar con mi vida, tenía claro que aunque consiguiera la cantidad desorbitante de dinero que tenía que pagar aquél prestamista no estaría satisfecho y aun así querría sentar un precedente acabando con mi vida por faltarle el respeto.

-Algo tendré de escurridiza para escapar de la vista de un hombre que parece estar moviendo demasiados hilos como para dar conmigo.- contesté en un tono egocéntrico. –Y no creo que duden de tu fuerza, pero probablemente los demás sean más baratos, digo tan solo hay que remitirnos a las pruebas para ver que fuerza no es lo que te falta.- continué mientras apuntaba a donde Muzen había pegado a la pared, dejándola marcada. –Igual poco importa si puedes darme una golpiza o no, al final tendrás que matarme o llevarme con quien te esté pagando así que si decides hacerlo preferiría que al menos no me golpearas el rostro, tú sabes, no todos nacieron con el privilegio de verse en el espejo y sentirse feliz con lo que ven.- finalicé regresando al tono desinteresado que me caracterizaba. Era en momentos como este en donde agradecía que la venganza fuera el único motivante ya que poco me afectaban las amenazas sobre mi vida.

-Pues a menos de que la venta de un rifle desgastado, que no tengo intención de darte, sea suficiente como para pagarte lo que planeas ganar con este trabajo porque como te dije antes, nada queda del dinero que tomé prestado. Lo único que puede ofrecerte es a una tiradora capaz de trabajar para ti, especialmente si tienes intención de deshacerte de todos los demás que tienen el mismo encargo que tú.- le dije después de escuchar que el aún necesitaba recolectar su pago, si bien el ponerme al servicio de aquél hombre no me ayudaba en lo absoluto para avanzar en mis metas, podría llegar a resultar beneficioso el hecho de que tuviera conexiones con el bajo mundo para dar con el paradero actual de mi padre.
#8
Muzen Kibutsuji
Raiden
-Mi empleador es el encargado de recibir encargos de otros lugares, no eres la única que tuvo la brillante idea de largarse de la isla donde esta endeudada y de esa forma querer evitar a los que te cobraran, te imaginas que varios hicieran esas cosas de irse de la isla nadie pagaría las cuentas solo aquel que no tiene los medios para huir de la isla.

Diría sonriendo levemente por que lo consideraba algo bastante obvio, escucho más de las palabras de la joven ya que el creía que el idiota de Sumas el gordo le habían ofrecido un dinero extra por asegurarse que esta chica tuviera lo que se merecía no había duda que quien estuviera tras de ella tenía el dinero suficiente como para poder perseguirla por varios lugares y asegurarse que no se le escapara. Suspiro levemente llevando a su mentona una de la mano y la otra al a cintura escuchando lo que la joven mencionaba no pudo evitar reírse cuando ella menciono sobre la marca en la pared, ya que él contaba con la fuerza necesaria para destrozar una pared si fuera necesario, incluso se hacía contenido para no provocar daños irreparables en el lugar y asistiría cuando la joven menciono que sabía que él tenía el poder para poder hacerse cargo de ella.

-Eso no lo negare pocos tienen el placer de verse tan guapos, pero tienes que entender que tampoco que estuvieras tan buena no te salvaras de lo que está pasando quien te manda a meterse en líos...

Dijo riendo levemente para luego asentir levemente alzando la mano como teniendo una idea, le había gustado la idea de que ella trabajara para él, aunque estaba claro que tendría muchos problemas por ella ya que estaba en ese caso.

- Tenerte a mi lado seria ponerme una diana en la espalda, después de todo eres tú el objetivo de muchos en este lugar, pero puedes salirme rentable si sabes usar esa arma que tienes en tu espalda, como dices es vieja y no te he visto usarla adelante demuéstrame de lo que eres capaz y podría pensar en contar con tus servicios, a cambio de no dejar que estos idiotas acaben contigo.

Esperaría que ella estuviera de acuerdo después de todo el interés del albino era hacerse con cierta influencia y ese gordo venía siendo un problema para él ya que la mayoría de sus encargos buenos eran dejados a otros aprendices de bróker no se lo dejaban a él por el hecho de que tenía a sus favoritos rechisto levemente, pero espero que ella accediera a mostrarle de que era capaz con aquella arma. Muzen conocía como poder dar con el sujeto que estaba poniendo el precio en la cabeza de ella, pero en ese momento no sería su principal objetivo.

-Cuanto tiempo llevas escapando de esta gente, veremos si hay otros idiotas también queriendo lo mismo ya que está completamente complicado si tienes una diana tan grande en tu espalda, conozco un par de personas que aceptarían el encargo por tu cabeza, aunque no me pidieron que estes muerta si bien lastimada.

Diría acariciando su mentona para luego de ver que ella fuera tan buena como decía, él se moviera por las calles haciendo le una seña para que le siguiera conoció bastante bien como moverse allí sin llamar demasiado la atención de quienes le perseguían se movió tranquilamente por las calles hasta una taberna, que solía usar como guardia se gira hacia ella.

-Si intentas hacer algo demasiado tonto ahí si vas a tener que preocuparte de que te deje la cara torcida y no sean capaz de reconocerte, mientras cumplas con tu parte no dejare que esos idiotas te pongan un dedo encima, no tienes que preocuparte por eso.

Hablo tranquilamente antes de entrar a la taberna y encaminarse hacia la barra donde una mujer de cabellos rojos estaba sirviendo a todos nada más ver al dúo, puso una cara de pocos amigos, aunque su vista estaba más bien enfocada en el albino, quien solía abusar de la generosidad de la joven.
#9
Anissa Marr
Nissa
-No necesito imaginarme que todos logran escapar, por mí que atrapen a todos los demás; me basta con escapar yo misma y eso es lo que planeo hacer.- le contesté ante la obviedad que había dicho. No consideraba que fuera necesario el explicar porque había gente detrás de gente como yo, tenía bien en claro de que si salía de esta situación más hombres seguirían viniendo por mi cabeza. Lo que realmente me resultaba interesante era el aprender que el prestamista no tenía a gente directamente a su mando buscándome; si no que ya había llegado al punto de contratar a gente ajena a su organización para llegar a mí.

-Digamos que llevo en la sangre el uso de armas de fuego, dudo que te encuentres a una tiradora tan eficaz como yo en un mar como este. Pero dejaré que mis acciones hablen por mí, tan solo dime a dónde quieres la bala y yo me aseguro de que lo que sea a lo que quieres que le dispare no se levante.- contesté con confianza ya que a pesar de no tener mucho tiempo de practica con el rifle ya había mostrado unas aptitudes superiores a las del promedio o al menos eso era lo que todas las personas que me habían visto disparar me habían comentado; no había pasado el tiempo suficiente viajando como para ser capaz de determinar cuál era la habilidad promedio de todos los tiradores del mar.

-No tengo mucho tiempo huyendo, así que no esperaba que me encontraran tan rápido. Igual ya aprendí a no confiar en alguien aunque parezca que te está salvando.- le dije con tono sarcástico y con una sonrisa, al referirme obviamente a la enseñanza que él mismo me había proporcionado hace unos pocos segundos. –Pues hacen mal al pedirte que solo me dejes lastimada, deberían de pedirte el pago o mi cabeza ya que un intento de amedrentamiento no funcionará conmigo. Aunque sería mucho mejor que no hicieras ninguna de las dos, a decir verdad.- continué un poco más tranquila ya que la hostilidad parecía haber desaparecido en su mayoría.

Muzen comenzó a avanzar, haciéndome una seña para que lo siguiera, moviéndonos así entre calles con una destreza que fácilmente nos haría perder a cualquiera que nos estuviera siguiendo. –Se está volviendo cansino lo de las amenazas, yo no soy como los hombres con los que sueles tratar; no suelo mentir cuando sé que puedo ganar algo, por ejemplo yo nunca acordé en pagarle de vuelta a ese hombre cuando me prestó el dinero. Simplemente asentí cuando me preguntó si tenía claro cuáles serían las consecuencias al dejar de pagar los intereses.- le contesté lo que esperaba que fuera la última de las amenazas a mi persona. –Es más, para que quede claro que planeo mantener mi palabra voy a mostrarte mi objetivo; y como, antes de hoy, planeaba pagar mi deuda.- continué mientras sacaba un cartel de recompensa de mi cinturón con la foto y nombre de mi padre. El cartel se veía algo arrugado y maltratado, por una parte era porque no era uno reciente y por otra era porque lo veía cada noche para recordarme porque tenía que seguir adelante. La recompensa apenas superaba los veinte millones, pero a lo que sabía eso era bastante para alguien que había navegado en el East Blue. –Mi plan es asesinar a este hombre y con los contactos que parece que tienes imagino que no te será muy difícil el reclamar su recompensa. Además, después de que saliera este cartel escuché que se volvió el tirador de un supernova así que la recompensa seguramente habrá aumentado.- continué para después guardarlo nuevamente en mi cinturón.

Un momento después llegamos a una taberna en donde la barra era atendida por una pelirroja que parecía estar ocupada sirviendo a los demás asistentes. Nada más ver a Muzen su semblante cambió a uno más serio y con una mirada que parecía ser capaz de penetrar incluso el acero. –Parece que eres muy popular en este lugar.- le dije a Muzen, regresando al tono sarcástico que había usado anteriormente.
#10


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