Illyasbabel
cuervo de tiburón
09-08-2024, 07:54 PM
El borracho que no paga sus deudas
Se despertó cual borracho resacoso bajo la sombra de uno de los muelles - ohhhhhh que dolor de cabeza - se dijo así mismo, - me vendieron un licor de porquería...- . Observo el basto y azul horizonte mientras se despertaba, que al igual que el día anterior, estaba calmado y acompañado de una sutil brisa marina, mientras tanto intentaba recordar porque había ido a aquella vendita Isla, - ¡AH! - poco a poco la claridad de su mente volvió, estaba allí por un encargo del Gremio, tomó de su camisa un papel arrugado y amarillento con las indicaciones del solicitante. - Bar de moras... a nombre de Jota Jota- concluyó.
Mientras se levantaba encendía uno de sus cigarrillos armados para continuar la mañana, estiró los brazos y las piernas, luego recogió sus alas con unos arneses que ya llevaba puestos, - bien.- y encaró viaje hacia su destino. En el camino buscaría un desayuno amigable que contrarrestase el poder de la resaca - unos cítricos estarán bien - camino y camino hasta encontrar un pequeño puesto de frutas y verduras - ...si por favor, dos naranjas y un limón... muchas gracias señorita - Dijo mientras pagaba los productos, - Por cierto, ¿podría indicarme la dirección de el Bar de moras? - Preguntó a la vendedora, - excelente, muchas gracias - luego se retiro en la dirección señalada mientras disfrutaba la naranja, no estaba muy lejos de allí.
Al llegar pudo identificar el recinto por el enrome cartel que anunciaba su nombre " Bar de Moras ", entró sin demasiada preocupación, el lugar estaba vació, como cualquier bar durante la mañana. Unas campanitas colgantes anunciaron su ingreso, y luego de segundos aparecía un enorme sujeto vestido de blanco - ¿QUE DEMONIOS QUIERES? AUN NO ABRIMOS - no era un cálida bienvenida pero poco le importaba el escaso temperamento de aquel sujeto, - Vengo por un encargo... a nombre de Jota Jota, ¿se encuentra aquí?- Rápidamente el sujeto cambio el tono de su voz y su demacrado rostro para sonreírle con un gesto forzado, - oh discúlpeme caballero, usted debe ser del Gremio, si, si, mi nombre es Jota Jota, pensé que demorarían más en llegar - ; - Pues aquí estoy, necesito los detalles del sujeto, evitemos perder el tiempo - Contesto Illya en su característico tono no-simpatizante, - Siéntese por favor, ¿gusta algún trago? - Illya tomó asiento en la barra mientras disfrutaba de un coctel, delicioso comparado a las bebidas de la noche anterior, luego se pusieron manos al asunto.
- ¿Rudol me dices? Bien, si la información que me das es correcta no tendré problemas- Continuó la conversación, - Si, si, no hace falta que me traigas su cabeza, solo asegúrate que ese bastado no vuelva a pisar este suelo - Respondió Jota Jota, - No te preocupes, sabemos como hacer nuestro trabajo - Dijo mientras se levanta y encendía un cigarrillo. - Quédate tranquilo que ya no te generara problemas, tienes mi palabra- Illya se retiro del bar esperando el momento justo para asaltar al bandido, lo ideal sería esperar a la noche y apoyarse en la oscuridad para la cacería. Según lo previsto debía viajar al centro de la ciudad donde estaba parando el criminal Rudol, lo próximo sería analizar sus movimientos y seguirlo con prudencia.
- Debe ser ese, si mi ojo no me falla...no, no, encaja a la perfección - se dijo así mismo confirmándose el paradero del sujeto, a poco más de cincuenta metros el viejo y barbudo Rudol estaba caminando hacia el puerto sin motivo aparente. Illyasbabel comenzó a seguirlo procurando que este no lo notara, armó otro cigarro y lo acompaño durante varías cuadras hasta la costa, allí, Rudol empezaba sus artimañas, aparentemente tenía varias deudas, fácilmente identificable al ver como discutía y luego era sacado a patas del muelle. Esta vez con tono resignado Rudol se metía nuevamente en la ciudad.
La tardecita marcaba el ocaso y el momento de actuar, poco a poco fue cortando distancia a sus espaldas, 30 mts, 20 mts, 10 mts, hasta por fin y de manera muy sutil, caminar a su costado. Aquel hombre había estado girando todo el día, aparentemente buscando su propio sustento, pero sin conseguirlo a ojos de Illya. La hora estaba marcada e Illya ya se encontraba un poco harto de tanta persecución, por lo que decidió esperar a que se metiera en alguna callejuela, y como buen profesional, acecharlo mientras no hubiera nadie alrededor.
El borracho deudor, sin siquiera percatarse de que estaba siendo perseguido, ingresó en un angosto pasadizo que comunicaba dos calles, - Te tengo pequeño bastardo - pensó mientras lo observaba a sus espaldas. Posiciono su mano en el mango de su espada y de un solo movimiento apuñalo al sujeto por detrás, justo en su corazón. - -Hasta aquí tus días Rudol el Borracho - Dijo mientras quitaba su espada de la espalda de su victima, - ahjgash - la típica respuesta de alguien recién apuñalado y que pocos segundos después caería, como una bolsa de papas, sobre el mugroso suelo del callejón.
Miró hacia atrás y al frente, nadie lo había notado, espero unos momentos como acostumbraba mientras limpiaba su espada y se encendía un cigarro, frente a Illya el cadáver fresco de Rudol, esperó unos minutos asegurándose que este no volviera a moverse y luego se despidió del muerto, - hasta luego - tenía la mala costumbre de hablar con sus victimas, claro, estas nunca respondían pero era una maña que había conseguido con el tiempo, una manera de rendirle culto a la parca.
Verano 1
Se despertó cual borracho resacoso bajo la sombra de uno de los muelles - ohhhhhh que dolor de cabeza - se dijo así mismo, - me vendieron un licor de porquería...- . Observo el basto y azul horizonte mientras se despertaba, que al igual que el día anterior, estaba calmado y acompañado de una sutil brisa marina, mientras tanto intentaba recordar porque había ido a aquella vendita Isla, - ¡AH! - poco a poco la claridad de su mente volvió, estaba allí por un encargo del Gremio, tomó de su camisa un papel arrugado y amarillento con las indicaciones del solicitante. - Bar de moras... a nombre de Jota Jota- concluyó.
Mientras se levantaba encendía uno de sus cigarrillos armados para continuar la mañana, estiró los brazos y las piernas, luego recogió sus alas con unos arneses que ya llevaba puestos, - bien.- y encaró viaje hacia su destino. En el camino buscaría un desayuno amigable que contrarrestase el poder de la resaca - unos cítricos estarán bien - camino y camino hasta encontrar un pequeño puesto de frutas y verduras - ...si por favor, dos naranjas y un limón... muchas gracias señorita - Dijo mientras pagaba los productos, - Por cierto, ¿podría indicarme la dirección de el Bar de moras? - Preguntó a la vendedora, - excelente, muchas gracias - luego se retiro en la dirección señalada mientras disfrutaba la naranja, no estaba muy lejos de allí.
Al llegar pudo identificar el recinto por el enrome cartel que anunciaba su nombre " Bar de Moras ", entró sin demasiada preocupación, el lugar estaba vació, como cualquier bar durante la mañana. Unas campanitas colgantes anunciaron su ingreso, y luego de segundos aparecía un enorme sujeto vestido de blanco - ¿QUE DEMONIOS QUIERES? AUN NO ABRIMOS - no era un cálida bienvenida pero poco le importaba el escaso temperamento de aquel sujeto, - Vengo por un encargo... a nombre de Jota Jota, ¿se encuentra aquí?- Rápidamente el sujeto cambio el tono de su voz y su demacrado rostro para sonreírle con un gesto forzado, - oh discúlpeme caballero, usted debe ser del Gremio, si, si, mi nombre es Jota Jota, pensé que demorarían más en llegar - ; - Pues aquí estoy, necesito los detalles del sujeto, evitemos perder el tiempo - Contesto Illya en su característico tono no-simpatizante, - Siéntese por favor, ¿gusta algún trago? - Illya tomó asiento en la barra mientras disfrutaba de un coctel, delicioso comparado a las bebidas de la noche anterior, luego se pusieron manos al asunto.
- ¿Rudol me dices? Bien, si la información que me das es correcta no tendré problemas- Continuó la conversación, - Si, si, no hace falta que me traigas su cabeza, solo asegúrate que ese bastado no vuelva a pisar este suelo - Respondió Jota Jota, - No te preocupes, sabemos como hacer nuestro trabajo - Dijo mientras se levanta y encendía un cigarrillo. - Quédate tranquilo que ya no te generara problemas, tienes mi palabra- Illya se retiro del bar esperando el momento justo para asaltar al bandido, lo ideal sería esperar a la noche y apoyarse en la oscuridad para la cacería. Según lo previsto debía viajar al centro de la ciudad donde estaba parando el criminal Rudol, lo próximo sería analizar sus movimientos y seguirlo con prudencia.
- Debe ser ese, si mi ojo no me falla...no, no, encaja a la perfección - se dijo así mismo confirmándose el paradero del sujeto, a poco más de cincuenta metros el viejo y barbudo Rudol estaba caminando hacia el puerto sin motivo aparente. Illyasbabel comenzó a seguirlo procurando que este no lo notara, armó otro cigarro y lo acompaño durante varías cuadras hasta la costa, allí, Rudol empezaba sus artimañas, aparentemente tenía varias deudas, fácilmente identificable al ver como discutía y luego era sacado a patas del muelle. Esta vez con tono resignado Rudol se metía nuevamente en la ciudad.
La tardecita marcaba el ocaso y el momento de actuar, poco a poco fue cortando distancia a sus espaldas, 30 mts, 20 mts, 10 mts, hasta por fin y de manera muy sutil, caminar a su costado. Aquel hombre había estado girando todo el día, aparentemente buscando su propio sustento, pero sin conseguirlo a ojos de Illya. La hora estaba marcada e Illya ya se encontraba un poco harto de tanta persecución, por lo que decidió esperar a que se metiera en alguna callejuela, y como buen profesional, acecharlo mientras no hubiera nadie alrededor.
El borracho deudor, sin siquiera percatarse de que estaba siendo perseguido, ingresó en un angosto pasadizo que comunicaba dos calles, - Te tengo pequeño bastardo - pensó mientras lo observaba a sus espaldas. Posiciono su mano en el mango de su espada y de un solo movimiento apuñalo al sujeto por detrás, justo en su corazón. - -Hasta aquí tus días Rudol el Borracho - Dijo mientras quitaba su espada de la espalda de su victima, - ahjgash - la típica respuesta de alguien recién apuñalado y que pocos segundos después caería, como una bolsa de papas, sobre el mugroso suelo del callejón.
Miró hacia atrás y al frente, nadie lo había notado, espero unos momentos como acostumbraba mientras limpiaba su espada y se encendía un cigarro, frente a Illya el cadáver fresco de Rudol, esperó unos minutos asegurándose que este no volviera a moverse y luego se despidió del muerto, - hasta luego - tenía la mala costumbre de hablar con sus victimas, claro, estas nunca respondían pero era una maña que había conseguido con el tiempo, una manera de rendirle culto a la parca.