Desconocido
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Angelo
-
15-01-2025, 01:01 PM
La verdad es que correr hacia la otra puerta habría sido arriesgado. La carabela no es muy grande, pero probablemente sí lo suficiente como para no haber podido llegar hasta el castillo de popa a tiempo. ¡Enhorabuena! Ahora, sea quien sea el tipo que está abriendo la trampilla, seguro que no te ve nada más hacerlo. Esta se abre en tu dirección, lo que te aporta una pequeña cobertura que te mantiene oculto durante unos instantes.
El hombre que sale a cubierta es un hombre tan calvo que hasta le brilla el cogote, casi dirías que deslumbrándote por un momento. Lo que también brilla es el filo del sable que lleva desenvainado en la mano derecha. Un poco sobrerreaccionado por un poco de ruido, ¿no? Sobre todo cuando tienen a dos tipos cuidando la entrada al barco. Tal vez no se fíen mucho los unos de los otros, o quizá lo que guardan es demasiado valioso como para mantener la calma. El hombre saca medio cuerpo y se queda quieto unos instantes, echando un vistazo por la cubierta y buscando el origen del ruido. Algo parece no encajarle, y es normal: no hay nada allí que pueda haberse caído y generar tanto alboroto. El calvo sale un poco más, moviéndose despacio y con cautela mientras usa la mano libre para ir cerrando la trampilla.
No mira en tu dirección directamente, pero justo cuando la trampilla cae se detiene y parece caer en la cuenta de algo. Tal vez por el azar —¿te imaginas que alguien decidiera estas cosas con un dado?— o por un momento lúcido, se hace la pregunta: ¿No había sonado como un choque contra el castillo de proa? El tipo se gira rápidamente y, cuando lo haces, puedes verle el rostro. Tiene un buen mostacho bien cuidado y unas cejas pobladas, pero lo que más llama tu atención son sus ojos abiertos como platos y su expresión de urgencia. Vuestras miradas se cruzan por un instante, momento en el que el hombre separa los labios posiblemente para alertar a sus compañeros o decirte algo; pero sea lo que sea lo que fuera a decirte, ya es demasiado tarde.
Sin dudar blandes tu arma contra él, arremetiendo con no uno ni dos, sino tres cortes consecutivos. El pobre desgraciado no es capaz de reaccionar, quizá por lo furtivo de tu ataque, pero algo te dice que en condiciones normales tampoco habría podido hacer demasiado. Tus ataques no lo matan directamente, pero el shock le hace caer y la cubierta se llena de sangre en cuanto su cuerpo cae al suelo. Gorgojea un poco mientras la sangre se le acumula en la garganta y, tras unos angustiosos segundos, la vida parece desvanecerse de su mirada.
No ha sido lo más limpio del mundo, pero al menos se ha acabado rápidamente y sin armar mucho jaleo. Te quedas quieto y en silencio, centrándote en tu oído por si esto hubiera alertado a alguien más ahí abajo o a los centinelas, pero pasados cinco segundos nada parece moverse. Parece que podrás continuar con tu plan de bajar a la bodega.
En caso de que lo hagas, una pequeña escalera descendente te lleva hasta un área interior mucho más amplia. Frente a ti se extiende un pequeño pasillo con una puerta cerrada en cada lateral. Un poco más adelante, el espacio se abre a toda una bodega repleta de cajas, barriles y sacos que se distribuyen aquí y allá en diferentes montones. Parece que esta gente lleva consigo un buen cargamento, pero nada de lo que verías en un primer vistazo llama tu atención. Más adelante, tras unos cuantos montones de suministros, escuchas una voz a la que después se le suman otras dos.
—Puede que sea un poco innecesario —dice la primera, de un hombre—. Pero supongo que sin saber lo que hay dentro no hay mucho que decir al respecto.
Al momento responde una segunda, más suave pero también varonil.
—¿Un vistacito?
—¿Y arriesgarnos a que Jeremiah o el capitán se den cuenta? —Inquiere la tercera voz, esta vez femenina—. Ni de coña, vamos.
Si decides acercarte al origen de las voces, será posible para ti hacerlo ocultándote gracias a la penumbra de la bodega, aprovechando los diferentes montones de suministros para mantenerse en las sombras. Una vez cerca, verás que a unos cinco metros de ti se encuentra una mesa de madera con varias sillas, tres de ellas vacías. Un hombre se sienta en la restante, dándote la espalda mientras conversa con dos personas que se encuentran justo al otro lado: un hombre y una mujer. Justo detrás de la pareja se encuentra en una repisa lo que se te antoja como una especie de cofre ornamentado, bastante pequeño pero sin duda llamativo. Pero no es esto lo que más capta tu atención, sino los dos cañones de mano apostados en soportes justo delante de él, con la pareja apuntando en tu dirección.
Desde luego, un poco innecesario sí que te parece. No sabes qué guardan ahí, pero sin duda están dispuestos a reventar la bodega y el cargamento con tal de protegerlo.
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Raiga Gin Ebra
-
15-01-2025, 03:46 PM
Raiga miró por un instante el cuerpo del calvo tendido en la cubierta. Aún gorgoteaba, pero sus ojos vacíos dejaban claro que no había marcha atrás. ¿Había sido necesario? Tal vez no. Pero en situaciones como esta, ¿quién tenía tiempo para filosofar sobre la moralidad?
—Mejor tú que yo, calvorotas —murmuró con un suspiro, sacudiéndose la sangre del pelaje antes de guardar su daga.
Echó un vistazo rápido alrededor. Nadie parecía haber notado el alboroto, ni en el muelle ni en el barco vecino. Decidido, abrió lentamente la trampilla y descendió con cuidado, usando sus patas para ello y apenas haciendo ruido contra los escalones de madera.
Al llegar abajo, lo primero que notó fue el fuerte olor a madera húmeda y pescado en salazón. Algo que francamente no le traía buenas noticias. Raiga frunció el ceño; no era un lugar agradable, pero estaba acostumbrado a cosas peores. Con pasos sigilosos, comenzó a moverse entre las cajas y barriles, inspeccionando el contenido con ojos ansiosos.
—¿En serio? —susurró con incredulidad al descubrir que la mayoría de las cajas contenían comida, herramientas y algunas botellas de licor barato— ¿Todo este espectáculo para un puñado de sardinas y garrafas de ron cutre?
La frustración comenzaba a subirle por la cola, y estaba a punto de darse la vuelta y marcharse cuando escuchó algo. Voces. Y procedían de escasos metros al frente.
Una voz masculina, con tono casual, alegaba que podía ser innecesario, mientras que otro tipo, con voz más suave, quería echar un vistazo a algo. Finalmente, una tercera voz, esta vez femenina, replicó que imposible, que si el capitán se enteraba iban a tener problemas.
Raiga se detuvo en seco al escuchar aquellas palabras, sus orejas empezaron a girar lentamente hacia la fuente del sonido. Avanzó lentamente, aprovechando la penumbra de la bodega y los montones de cajas para mantenerse fuera de vista y usando su característico sigilo para no hacer que su presencia fuese vista. Pronto llegó a un punto donde pudo observar lo que ocurría.
Delante de él, a unos cinco metros, se encontraba una mesa de madera con varias sillas, de las cuales solo una estaba ocupada. Un hombre, de espaldas a Raiga, hablaba con otros dos: un hombre robusto y una mujer de cabello corto y oscuro. De allí procedían las voces que había escuchado. Pero lo que realmente llamó la atención del mink fue lo que había detrás de ellos: un pequeño cofre ornamentado colocado sobre una repisa.
El cofre relucía incluso en la escasa luz de la bodega. Era evidente que no contenía sardinas ni ron barato. Aunque era demasiado pequeño, la verdad.
—Ahí estás... —murmuró Raiga con una sonrisa, olvidándose por completo de cualquier precaución.
La emoción lo cegó. No tenía tiempo para pensar en planes complicados; solo tenía que actuar. Desenvainó su daga con un movimiento ágil, y observó el filo mientras este brillaba tenuemente en la penumbra.
—Hora del espectáculo —dijo para sí, mientras saltaba de su escondite, dispuesto a todo con tal de llevarse aquél cofre consigo.
Primero lanzó un poderoso movimiento horizontal con su daga, liberando un tajo en forma de media luna que se expandió rápidamente en amplitud, barriendo la distancia entre él y sus objetivos. La onda cortante avanzó hacia ellos, obligándolos a reaccionar de inmediato. Pero aquél no era el único as que tenía guardado en su manga.
Chokkaku senko: Wangetsu
FUN402
FUNEKIRI
Ofensiva Activa
Tier 4
12/12/2024
49
2
Dando un poderoso movimiento horizontal con la espada el usuario liberara un tajo en forma de media luna que se ira expandiendo su amplitud conforme avance, manteniendo siempre una apertura de 90 grados; el alcance en distancia maximo de este tajo sera de 25 metros
Golpe Básico + [FUEx2,9] de [Daño cortante]
Sin detenerse, Raiga encadenó un segundo ataque. Con un tajo rápido y preciso, liberó una pequeña onda cortante en forma de ave que zigzagueó de manera errática hacia sus objetivos. Tras ello, no dudó en salir corriendo hacia el cofre tras realizar sus dos ataques. Con suerte, pillarían desprevenidos a sus enemigos y estos caerían. Con menos suerte, les llevaría tiempo evitarlos y, para cuando se dieran cuenta, él tendría ya ese cofre en las manos. Y con menos suerte aún... Bueno, ¿funcionarían esos cañones si las ondas cortantes les golpeaban?
Chokkaku hicho: Tsubaki
FUN301
FUNEKIRI
Ofensiva Activa
Tier 3
24/11/2024
40
2
Tras ejecutar un rapido y poderoso tajo se liberara una onda cortante en forma de pequeña ave que avanzara con movimientos erraticos alterando su angulo de forma abrupta hasta impactar contra su objetivo causandole una [Hemorragia leve], tiene un alcance efectivo de 15 metros.
Golpe Básico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]
—¡Hora de que este mink se haga rico! —gritó Raiga, con sus ojos brillando en una candente emoción mientras avanzaba hacia el cofre.
El pequeño cofre seguía allí, intacto, reluciendo como una promesa de riquezas incalculables. Raiga no podía esperar a descubrir qué había dentro: ¿joyas? ¿diamantes? ¿Una llave a un cofre aún más grande? Si estaba vacío, entonces sí que se cabrearía.
Pero mientras avanzaba, no podía evitar preguntarse si había subestimado a estos tipos. ¿Era realmente tan fácil? ¿O había caído en una trampa más grande de lo que podía manejar? ¿Habría más gente allí? Y, en caso de que saliese bien... ¿Cómo huiría de allí?
De cualquier manera, Raiga no era de los que se detenían a reflexionar cuando el oro estaba a su alcance. Con una sonrisa traviesa y el corazón latiendo con fuerza, se lanzó hacia su objetivo, preparado para cualquier cosa que pudiera venir después.
Matemáticas
Golpe básico de Raiga:
20 + [FUEx0,4] + [DESx0,2] = 20 + [40x0,4] + [45x0,2] = 20 + 16 + 9 = 45
Daño técnica 1 (FUN402):
Básico + FUEx2,9 = 45 + 40x2,9 = 161
Daño técnica 2 (FUN301):
Básico + FUEx2,6 = 45 + 40x2,6 = 149
Ambos ataques van con TA de 45
Estado Raiga
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Total energía restada: 158
Desconocido
10 Reputación
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Angelo
-
17-01-2025, 03:59 PM
Tú no te andas con chiquitas, ¿eh? Directo al meollo, incluso si estás en la línea de tiro de dos cañones. Di que sí.
El cofre saca a relucir toda la codicia que un chaval de la calle podría albergar dentro, y está claro que va a ser algo que saldrá a la luz más pronto que tarde, así que... ¿Por qué hacerlo esperar? En tu interior sabes que, aunque el riesgo sea elevado, la situación que se plantea frente a ti es perfecta. Uno de los tres tipos que tienes delante ni siquiera está mirando en su dirección y, aunque los otros dos cuentan con un par de cañones, no sabes durante cuánto tiempo podrás contar con esa oportunidad. Con algo de suerte, podrías quitarte al que está de espaldas rápido y preocuparte por el resto después. Mejor con la pareja que con el trío, ¿no? Igual con el caos y la sorpresa hasta puedes largarte de allí antes de que les de tiempo a reaccionar.
Sales de tu escondrijo y te dispones a ejecutar tu plan. La onda cortante sale disparada a toda velocidad, pillándoles completamente por sorpresa. El que te da la espalda directamente no lo ve venir, y aunque los otros dos sí que lo hacen, dado lo furtivo del ataque no parecen ser capaces de reaccionar a tiempo para protegerse, recibiendo el impacto de tu ataque de lleno. Quizá estaban demasiado confiados y relajados al contar con que su compañero estaba revisando la cubierta —y que tienen a dos centinelas en los muelles también influye, seguramente—. Los tres gruñen al ser cortados y, esta vez sí, se produce un alboroto importante en la bodega. No solo por sus berridos, sino porque tu ataque no ha discriminado entre enemigos y mercancía.
—¡¿Qué mierda-?!
El hombre que te daba la espalda, ahora con un enorme tajo recorriéndosela de lado a lado, mantiene el equilibrio al apoyarse sobre un garrote que no tienes muy claro de dónde ha sacado. No es demasiado grande, quizá del tamaño de una espada, por lo que debía estar oculta por su cuerpo. Mientras te preparas para lanzar tu segunda técnica, el tipo empieza a echarse a un lado mientras ruge sus órdenes.
—¡Jake! ¡Elizabeth! ¡ABRID FUEGO HOSTIA!
Y parece que lo dice muy en serio, como si todo el cargamento que os rodea les importase una putísima mierda. Es bastante posible que así sea, siempre y cuando logren proteger su valioso cofre. Tu onda cortante en forma de ave sale erráticamente, sin siquiera haberte preocupado hacia quién iría dirigida, pero esta parece decidir por ti y se desplaza a toda velocidad en dirección a Elizabeth. Tanto ella como Jake, la pareja de los cañones, parecen reponerse de sus heridas y se mueven con bastante agilidad —para llevar cañones en las manos, claro—, echándose a un lado como si fueran a dejarte pasar. Sin embargo, ambos dejan caer unos objetos redondos entre medias que estallan al momento, impulsándose hacia tus laterales.
Elusión Explosiva
ART201
ARTILLERO
Utilidad Activa
Tier 2
16/1/2025
31
1
El usuario ejecutara una explosión a su lado con el fin de impulsarse para alejarse con un incremento en sus [Reflejos] y ganando 5 metros de [Movimiento]. Si hubiera una persona a un metro alrededor del usuario cuando realizo la explosión, este sufrira una [Quemadura leve].
+5 [Reflejos]
Parece que a Elizabeth esto le da el tiempo suficiente como para encarar tu ofensiva que, si bien no es capaz de evitar, sí que trata de frenar. Se alinea contigo y tu pájaro, disparando inmediatamente después. El choque resulta en una explosión, pero tu Tsubaki atraviesa el humo y, aunque más débil, alcanza a la mujer en el torso. Retrocede trastabillando, pero termina clavando los pies en el suelo y logra detenerse para poder volver a centrarse en ti. No está muy entera, pero ya sea por la confusión o el instinto de supervivencia, parece dispuesta a seguir peleando.
Al Suelo
ART101
ARTILLERO
Ofensiva Activa
Tier 1
16/1/2025
22
1
El usuario dara un disparo directo contra un objetivo ganando 5 metros de alcance adicional, genernado con el impacto una pequeña explosión que le cause [Derribo].
Golpe Básico + [FUEx1,8] de [Daño perforante]
—Retaco de mierda —masculla Jake, asiendo su cañón en tu dirección—. Voy a hacerme un abrigo nuevo contigo.
Es justo en ese momento cuando te das cuenta de algo: el trío calavera se las ha ingeniado para formar un triángulo contigo en el centro. Elizabeth y Jake disparan a la vez, aunque en esta ocasión lo que sale de sus cañones no es una bala sino un montón de pedazos de chatarra, como metralla. Los proyectiles se expanden en el lugar buscando hacerte picadillo en el proceso desde lados opuestos. Y, justo en el momento en el que el asedio parece finalizar, escuchas cómo un paso hace vibrar el suelo a tu espalda. El hombre al que atacaste tan vilmente a traición ahora se encuentra a tu espalda, descargando un poderoso golpe descendente con su garrote que busca acabar con lo que sea que quede de ti.
Cuerpo a Tierra
ART102
ARTILLERO
Ofensiva Mantenida
Tier 1
16/1/2025
Gracias a su talento con las armas el usuario comenzara una rafaga incansable de disparos a 10 metros extra, la cual podra sostener ininterrumpidamente recargando rapidamente sus armas, pudiendo ir altenando armas durante la acometida e añadir munición especial.
Golpe Básico + [FUEx2] de [Daño perforante]
Rompehuesos
CON201
CONTUNDENTE
Ofensiva Activa
Tier 2
No Aprendida
29
1
Al trazar un impacto horizontal en el que se vuelca todo el peso del arma y del propio usuario, este tratará de dar un impacto crítico y certero que logre causar un [Derribo] sobre la victima.
Golpe Básico + [FUEx2,3] de [Daño contundente]
Acto seguido, salvo que se vea interrumpido, buscará propinarte otro garrotazo.
Las metemáticas
Bueno bueno bueno, pues amos con las hostias, ¿no? (Pa qué meto yo NPCs en una T2). En resumidas cuentas, tus tres nuevos amigos se han comido de lleno la primera onda cortante y, tras tirar un dado para decidir a por quién iba el pajarito, Elizabeth ha chocado tras incrementar sus reflejos pero, evidentemente, no lo ha superado y se ha comido daño. Voy poniéndote las cosas por aquí abajo:
Isaac (el del garrote): 149 PV restantes.
Elizabeth: 34 PV restantes.
Jake: 110 PV restantes.
—Primeros dos ataques (Simultáneos, si quieres chocarlos a la vez tendrías que ingeniártelas para emplear una técnica que abarque 120º mínimo).
Elizabeth → Cuerpo a Tierra = 60 + 50 = 110 de Daño Perforante.
Jake → Cuerpo a Tierra = 60 + 50 = 110 de Daño Perforante.
Ambos con una TA de 35.
—Isaac.
Rompehuesos → 45 + 57,5 = 102,5 ~ 103 de Daño Contundente con [Derribo].
Ataque básico → 45 de Daño Contundente.
Ambos con una TA de 35.
3.250.000
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Raiga Gin Ebra
-
17-01-2025, 06:40 PM
Raiga estaba en el centro del caos, justo donde parecía sentirse más vivo. Los tres enemigos del peludo estaban visiblemente heridos, pero aún en pie. Lo rodeaban, formando un triángulo letal que tenía como único objetivo acabar con el infiltrado. Había algo en sus ojos que destilaba rabia pura, como si el mink hubiera insultado personalmente a toda su familia y a su amor por los cañones. ¿Acaso a esa gente nunca le habían entrado a robar? No sé, en los periódicos anunciaban mucho a gente que se te metía en las casas y ya no podías volver. ¿No era esto algo parecido?
—Vale, igual me he calentado un poquito... —masculló Raiga, intentando controlar la respiración mientras sus enemigos se preparaban para contraatacar. Y es que así eran las peleas a las que Raiga estaba acostumbrado. Uno pegaba, y el otro respondía, y así hasta que uno acababa tumbando al otro.
La bodega estaba hecha un desastre. Por un momento el mink perdió de vista el cofre y no supo de su ubicación. Pero eso ahora era lo de menos. Los alimentos y víveres que se encontraban en sacos y toneles estaban rondando por ahí, en el suelo. Quizá todo aquello que el mink veía era irrecuperable. ¿A cuanto ascenderían las pérdidas de aquella gente por su infiltración?
Su primer ataque había causado estragos: el hombre del garrote tenía un tajo enorme en la espalda, pero aún se sostenía, rugiendo como un toro furioso. Los tiradores, por su parte, estaban visiblemente afectados por los cortes, con sangre goteando de sus heridas. Pero, aunque maltrechos, sus miradas demostraban que no iban a detenerse hasta que Raiga estuviera fuera de combate. Y aquello no era la mejor señal que podía recibir el pequeño.
Raiga se mordió el labio, evaluando su situación. Su ofensiva inicial había sido buena, pero no suficiente. Ahora estaba atrapado en medio de tres enemigos y con poco margen de maniobra. Aun así, no estaba dispuesto a retroceder.
—Vale, listillos, ahora vais a probar de qué está hecha esta peonza peluda.
Raiga, instantes antes de que sus rivales lanzaran el ataque, adoptó una postura que había aprendido en los callejones más oscuros, aquella que le permitía maximizar la fuerza de sus ataques. Flexionó las rodillas ligeramente y ajustó la posición de su daga, apuntándola hacia el suelo. Era una posición que prometía fuerza bruta y devastación, perfecta para su próximo movimiento.
Chokaku Dai Emma
FUN401
FUNEKIRI
Utilidad Activa
Tier 4
10/12/2024
53
2
El usuario tomara una clasica postura transmitida por los practicantes de este estilo que permite ejecutar una ofensiva con la maxima fuerza posible, obteniendo la ofensiva junto a la que se utilice esta postura un incremento en su [Fuerza] e incrementara 1 Tier la destructividad que la misma cause, a parte de causar un daño extra de [Colisión].
+15 [Fuerza] y +50 de [Colisión]
—¿Queréis pelea? Pues ahí va.
Con un movimiento rápido, recubrió su daga con haki de armadura con una rapidez increíble. Parecía mentira que hubiera aprendido a usarlo días atrás. Gracias a esa habilidad, el filo empezó a brillar con un tono oscuro y metálico. El aire a su alrededor pareció cambiar, cargándose de tensión, mientras los tres enemigos lo observaban con una mezcla de cautela y odio.
Refuerzo II
BUSO401
BUSOSHOKU
Haki básico
Tier 4
15/12/2024
8
2
Permite al usuario recubrir hasta dos extremidades o dos armas con haki, tornándose estas de un color oscuro y brillante como el metal, siendo capaz de golpear los cuerpos de todo tipo de Akumas. Obteniendo un bono de +15 en los daños que aplique el Haki y +5 [Resistencia] ante daños y efectos. (En caso de querer recubrir solo pequeñas zonas del cuerpo, inferiores a la mitad del recubrimiento máximo, el coste bajará a la mitad)
+15 en los daños físicos con Haki imbuido y +5 [Resistencia] ante daños y efectos en el área.
Entonces, comenzó al acción. Justo cuando Jake y Elizabeth dispararon sus cañones, Raiga comenzó a girar. Su cuerpo se convirtió en una ráfaga viviente, un tornado de cortes que ascendió en espirales de destrucción. Los proyectiles de metralla chocaron contra su ataque, pero fueron repelidos y desviados por las ondas de corte que generaba. La bodega entera tembló mientras los trozos de madera y cajas eran destrozados por el impacto de su técnica.
Torbellino Atroz
BER401
BERSERKER
Ofensiva Activa
Tier 4
14/12/2024
El usuario comenzará a girar junto a su arma a gran velocidad formando un pequeño tornado de cortes que ascendieron en el aire hasta 20 metros de altura, abarcando un radio de 10 metros desde el usuario de cortes, pudiendo el usuario moverse manteniendo este estado.
Golpe Basico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]
—¡Vais a acabar como el calvorotas ese! —gritó Raiga mientras giraba, avanzando con la velocidad de una tormenta.
Tras chocar ese ataque, Raiga pudo ver, gracias a estar girando continuamente, que el hombre del garrote se lanzaba a por él también. Haciendo un enorme esfuerzo por no caer rendido, mantuvo el ataque y contrarrestó el golpe descendente que su enemigo dirigía hacia él con toda su fuerza. Raiga no detuvo su ataque; en lugar de eso, giró en dirección al impacto, chocando directamente contra el garrote. El haki de su daga y la fuerza de su técnica detuvieron el arma a medio camino, provocando un estruendo que resonó por toda la bodega.
Finalmente, el tornado de cortes cesó, y con ello la intención de pelear contra el hombre del bastón de Raiga. Ahora se fijó en el tirador que parecía más entero, el hombre. Con una sonrisa traviesa y su daga aún recubierta de haki, Raiga ejecutó una de sus técnicas favoritas.
—Hora de acabar con esto.
Raiga se impulsó hacia adelante con una gran velocidad, recorriendo los pocos metros que lo separaban de su objetivo en un abrir y cerrar de ojos. Su daga se convirtió en una extensión de su cuerpo, apuntando directamente al torso del hombre. La estocada tenía como objetivo atravesar las defensas de su enemigo y llevárselo consigo en el recorrido.
Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
19/11/2024
33
1
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]
Sin esperar ni un segundo más, Raiga lanzaría rápidamente un tajo ascendente al varón y se acercaría a la mujer a lanzarle otro descendente con la firme intención de rematarla.
Tras sus ataques, Raiga se quedó jadeando, con los músculos tensos y el corazón latiéndole a mil por hora. Y con un gran mareo fruto de la técnica que acababa de usar. Intentó recuperar un nivel normal de respiración y observar todo lo que acababa de suceder.
Si sus rivales habían caído, intentaría buscar el cofre. Si no, seguiría alerta, intentando pensar en cómo vencer a aquella gente. Y, sobre todo, en cómo abrir el maldito cofre.
Matemáticas
Bueno, allá vamos...
Pasiva a tener en cuenta:
Berserker Iniciado
BER300
BERSERKER
Pasiva
Tier 3
20/11/2024
Tus ataques y técnicas realizadas con arma, obtienen 0,4 de daño escalado basado en [Fuerza] de manera aditiva.
[FUEx0,4] de [Daño]
Stats base:
40 FUE | 15 RES | 45 DES | 3 PUN | 10 AGI | 50 REF | 10 VOL | 37 CA
Bonificador técnica:
+15 [Fuerza] y +50 de [Colisión]
Golpe básico de Raiga: 20 + [FUEx0,4] + [DESx0,2] = 20 + [(40+15)x0,4] + [45x0,2] = 20 + 22 + 9 = 51
Al ser la TA de todos los ataques 35 y los reflejos de Raiga 50, hay una diferencia de 15, todos los choques, son choques absolutos.
Daño de torbellino atroz (BER401): Golpe Basico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]:
51 + 55x2,6 = 194 + 15 (BUSO401) + 22 (BER300) + 50 (colisión) = 281
Choco el primer ataque de los tiradores. Al ser simultáneo, imagino que se suma:
110 + 110 = 220
281 - 220 = 61 que iría a los tiradores.
Choco el ataque del hombre del bastón con el torbellino atroz también.
103 - 281 = 178 que irían para él.
(entiendo que esto le corta el ataque básico. Si no, me lo como sin problemas en el siguiente post)
A partir de aquí, no tengo el bonificador de la técnica (FUN401)
Golpe básico Raiga: 20 + [FUEx0,4] + [DESx0,2] = 20 + [40x0,4] + [45x0,2] = 20 + 16 + 9 = 45
Ataco a Jake con cuchillada (ESP201):
Daño de cuchillada: Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]:
45 + 40x2,2 = 45 + 88 + 15 (BUSO401) + 22 (BER300) = 170 que irían para él
Los dos ataques básicos lanzados a los tiradores tienen el mismo daño:
45 + 15 (BUSO401) + 22 (BER300) = 82
Estado Raiga
Resto energía de este post 53+56+33 = 142
Resto haki: 8
Desconocido
10 Reputación
Perfil
45.650.000
580 / 580
735 / 735
145 / 145
Angelo
-
19-01-2025, 04:40 PM
Tus tres agresores, heridos pero confiados en el éxito de su estratagema, no tardan en darse cuenta de que no eres tú quien se encuentra allí encerrado con ellos; son ellos los que están encerrados en la bodega contigo y están a punto de comprobarlo. La expresión de sus rostros, incluso la de Isaac —aunque al estar a tu espalda no puedes llegar a verlo—, cambia radicalmente en el momento en que tu daga comienza a brillar con el tono oscuro y metálico de tu voluntad materializada. Lo miran con clara comprensión de lo que estás haciendo, como si ya lo hubieran visto con anterioridad. Igual eso es preocupante, pero será un problema del Raiga del futuro.
Empiezas a girar como una peonza, proyectando a tu alrededor un vendaval afilado que arrasa con cuantas cosas se encuentra a su paso, incluyendo los proyectiles de metralla y el garrote que Isaac, pero no se detiene ahí: supera las tres ofensivas y daña sin miramiento alguno a tus enemigos. Todo a tu alrededor se vuelve un completo y absoluto caos. Se ha levantado toda una polvareda que te impide ver con claridad durante los primeros segundos posteriores al choque: una mezcla de polvo, pólvora y especias; probablemente todo esto estuviera guardado a buen recaudo en las innumerables cajas y barriles que, hasta hace tan solo unos instantes, aseguraban su contenido. Nada de eso queda ya, pues el torbellino ha hecho de todo cuanto había en su alcance una presa. De hecho, ahora que te fijas, hay un enorme boquete donde antes estaba el techo, el cual deja pasar la luz y conecta directamente con la cubierta. Como supondrás, todo el tema de la sutileza se ha ido al garete. No es el único agujero que has provocado, sino que tu ataque ha creado aperturas en los laterales del casco, por suerte no lo suficientemente profundas como para que el agua se empiece a colar en la bodega. Aun así, sabes que esto tan solo significa que en breves no estarás solo.
En cuanto la polvareda se disipa un poco, logras ver con claridad a tus oponentes... o lo que queda de ellos. Isaac y Elizabeth han quedado fuera de combate, siendo el caso del tipo del garrote mucho más grave que el de su compañera. Vamos, que el brazo con el que sostenía su palitroque ha quedado reducido a un amasijo de carne lacerada y supurante. La mujer tiene más pinta de haber quedado inconsciente que de estar muerta, pero supongo que tampoco tenemos tiempo para preocuparnos por ella, ¿no? Tampoco es que importe. Lo que sí que importa es que no todos han caído, y es que Jake, aunque malherido, sigue manteniéndose en pie a duras penas. Sus facciones reflejan una clara conmoción mientras que su mirada se mantiene clavada en Isaac y su brazo colgandero. Las manos le tiemblan y casi no parece ser consciente de sus heridas, pero tras un breve instante —justo cuando te lanzas a por él—, fija sus ojos en ti.
—E-eres... un mons...
Por desgracia para él y por suerte —quizá— para ti, no llega a terminar de pronunciar la frase. Te mueves demasiado rápido como para que pueda defenderse eficazmente y, en apenas un parpadeo, Jake retrocede con el impulso de tu estocada hasta que lo lanzas fuera del barco por uno de los nuevos boquetes. ¡Genial! Tres problemas menos, al módico precio de —como mínimo— dos asesinatos. No está mal para un día que se presentaba aburrido.
Sin embargo, no tarda en invadirte una profunda sensación de alarma y temor. Si tu ofensiva ha provocado todo ese estropicio, ¿Qué habrá pasado con el tesoro? Supongo que echarás un vistazo a la zona y, efectivamente: el cofre ya no está ahí. ¡Pero no te asustes! Es solo que se ha movido un poco. Vamos, que lo ves unos metros más a la izquierda de donde estaba. Por suerte para ti, parece que es robusto pese a su tamaño, aunque te has cargado la tapa y su contenido se ha quedado expuesto. Si te acercas, verás que lo que sea que haya dentro está envuelto en una tela escarlata que oculta su naturaleza, pero que deja entrever una forma redondeada. Te recuerda a una pera, pero no tendría mucho sentido que tuvieran una fruta guardada ahí... ¿O sí? En cualquier caso, antes de que puedas cogerlo, ves por el rabillo del ojo cómo algo cae junto a ti desde el boquete de la cubierta, salpicándote la mitad derecha del rostro. ¡Qué susto! Pero no te preocupes, tan solo es el cuerpo del calvo de antes.
En fin, empiezas a escuchar un montón de voces provenientes de —lo que queda— de la cubierta y pasos apresurados acercándose. Reconoces la voz de Jeremiah y la de los dos centinelas que estaban junto al tablón, pero a estas se le suman una mucho más grave e intimidante.
—Traedme al responsable de esto. ¡AHORA!
Tienes unas pocas opciones. La primera de ellas sería buscar escondrijo en algún sitio, pero lo cierto es que no has dejado títere con cabeza ahí abajo y todo ha quedado tan destrozado que ni siquiera ves un mísero barril en el que poder meterte. Quizá puedas optar por esconderte en algún escombro. La segunda y más evidente opción es, cómo no, la más arriesgada: salir por el boquete de cubierta y plantarle cara a lo que queda de la tripulación. Suena arriesgado, sobre todo porque serían —mínimo— cuatro enemigos, entre ellos el carcamal que tan mala vibra te transmite. No sabes a quién pertenece esta cuarta voz, pero si le ha dado órdenes a Jeremiah te lo puedes ir imaginando. Finalmente, como tercera y última opción, te fijas en que hay un par de boquetes en el casco lo suficientemente grandes como para intentar salir. Saltar por uno de ellos te llevará hasta los muelles, donde quedarías algo expuesto pero podrías echar a correr y rezar porque no te alcancen, pero se quedarían con tu cara. El otro boquete te obligaría a darte un chapuzón.
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Raiga Gin Ebra
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20-01-2025, 09:45 AM
Raiga jadeaba en medio del desastre, tratando de entender la escena que él mismo había causado. La polvareda que había levantado con su ataque comenzaba a disiparse, dejando a la vista los restos del caos: cajas destrozadas, barriles derramados y un escenario que parecía sacado de un campo de batalla.
En medio de todo, pudo ver cómo Jake, tambaleante y aún con la expresión de terror en su rostro, retrocedía antes de que su cuerpo cediera por completo. Un último empujón de Raiga, y el hombre se deslizó por uno de los boquetes en el casco, cayendo al agua con un sonoro chapoteo.
—¡Menuda puntería, eh! ¡A practicar natación, campeón! —exclamó Raiga con una mezcla de nervios y arrogancia, mientras giraba sobre sus talones para evaluar el estado de los demás.
Isaac yacía hecho un desastre, con su garrote aún en la mano inerte, y Elizabeth estaba inconsciente entre los restos de lo que antes eran suministros perfectamente apilados. La bodega era un caos absoluto.
Mientras inspeccionaba el área, el mink dio un salto hacia la zona donde debería estar el cofre. Lo que encontró fue un amasijo de madera rota y… ¡Ah! Allí estaba, a unos metros, tirado y cubierto por una tela roja que había protegido su contenido. Se acercó rápidamente, pero justo cuando estaba por tocarlo, un ruido seco y un golpe húmedo lo hicieron girar en redondo.
El cuerpo del calvo caía desde el boquete del techo, estrellándose a pocos centímetros de él. Raiga se llevó las manos a las orejas y soltó un grito ahogado.
—¡¿Pero tú de dónde sales, cacho pelota brillante?! ¡¿Qué pasa, que no podías esperar tu turno?! —le espetó al cadáver, dando un paso atrás para evitar el charco de sangre que se extendía lentamente.
Una vez recuperado del susto, Raiga se centró en lo importante. Cogió el cofre y, con dedos temblorosos, apartó la tela roja que ocultaba su contenido. Lo que vio lo dejó paralizado durante unos segundos: una fruta con una extraña forma y textura, similar a una pera, con patrones en espiral recorriendo toda su superficie.
—¿En serio? —dijo, ladeando la cabeza mientras la observaba más de cerca— ¿TANTO para una maldita pera? ¡Ni que fuera la pera limonera!
Levantó la fruta, mirándola desde todos los ángulos, como si en cualquier momento fuera a transformarse en algo más impresionante.
—A ver, igual es una pera mágica… —murmuró para sí mismo, llevándosela a la nariz para olerla— O igual me están tomando el pelo. ¡Podrían haber puesto una etiqueta o algo! “Fruta importante”, “No tocar”, “Vale un pastizal”. ¡Pero no, tiene que ser una pera normal y corriente!
Por un instante, pensó en dejarla ahí. Pero, claro, no podía hacer eso después de todo el lío que había armado.
—Bueno, te vienes conmigo, señora Pera. Ya veremos si eres más lista que yo —dijo, guardándosela con cuidado en la bolsa.
Justo cuando estaba asegurando el cofre, escuchó un estruendo en la cubierta superior. Voces se alzaban sobre el crujir de la madera y los pasos apresurados de varias personas.
Una voz rugió en la cubierta e hizo que los pelos de Raiga se erizaran. Alguien hablaba de llevar el responsable ante él. ¿Quién sería?
El mink tensó las orejas, identificando al menos cuatro voces diferentes. Jeremiah estaba entre ellas, y los dos centinelas del muelle parecían estar con él. Pero había alguien más, alguien cuyo tono grave y autoritario no dejaba lugar a dudas de que era el jefe. El jefe de verdad.
Raiga maldijo en voz baja mientras evaluaba sus opciones. No había tiempo que perder. El boquete en el casco que daba al muelle era su mejor salida, pero eso significaba exponerse a los que estaban arriba. La alternativa era saltar al agua, pero el mink frunció el ceño solo de pensarlo.
—Ni de coña me mojo por esto —gruñó, apretando los dientes.
Con decisión, se dirigió hacia el boquete del muelle. Un salto rápido y estaría fuera. Se ajustó la bolsa, asegurándose de que la fruta estuviera bien guardada, y se inclinó hacia el borde. Las voces se hacían más fuertes, y un rápido vistazo por el boquete le confirmó que aún tenía algo de tiempo antes de que llegaran.
—Vale, vale, vale… A la de tres, Raiga. Uno… dos… ¡tres!
El mink concentró la electricidad en sus extremidades inferiores y con un impulso ágil, saltó a través del agujero y aterrizó sobre los tablones del muelle con un suave golpe.
Sin mirar atrás, echó a correr en dirección al Baratie. Sabía que allí podría encontrar un buen escondite, al menos por un tiempo. Mientras corría, el viento marino le azotaba el rostro y el sonido de los pasos de sus perseguidores se desvanecía poco a poco.
—Este sitio está lleno de locos… pero yo soy el más loco de todos. ¡A ver si alguien tiene huevos de quitarme esta maldita pera! —dijo con una sonrisa desafiante mientras aceleraba el paso, con la bodega ya lejos en la distancia y su botín seguro bajo el brazo. ¿En serio todo eso había valido la pena por la maldita pera? ¿Tan buena estaría? Habría que probarla, ¿no?
Desconocido
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Perfil
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Angelo
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20-01-2025, 10:52 AM
Hay que ver, la que se ha liado de un momento para otro. Haces bien en intentar salir de aquí antes de que la situación escale —más—, la verdad. Igual si te quedas te hacen limpiar todo ese estropicio... Y si no has ordenado tu cuarto en toda una vida, ¡mucho menos vas a ordenarle la bodega a esos pringaos! Terminas optando por la ruta más rápida: saltar desde la bodega hacia los muelles y echar por patas. Desde luego, si lo que quieres es salir de aquí cuanto antes, había pocas opciones más rápidas que esta. Por suerte, la fruta no deja de ser... eso, una fruta, así que no pesa más de lo que lo haría cualquier otra pera normal y corriente. Es verdad que es un poco rarita, y esperas que eso signifique algo que justifique el tenerla guardada con tanto recelo. Pero bueno, eso ya podrás comprobarlo más tarde, una vez te hayas escondido bien.
Porque sí, tiene pinta de que vas a tener que mantenerte fuera de la vista de estos indeseables durante un tiempo. Actuar con un perfil más bajo y todo ese rollo, ya sabes, como en aquellas ciudades en cuyos mercados has robado con anterioridad... o en sus negocios, en mitad de la calle, incluso delante de la mismísima Marina... En fin, ya me entiendes.
En cuanto pisas la madera de los tablones de los muelles, sales corriendo como alma que lleva el diablo sin siquiera detenerte a comprobar si alguien se ha dado cuenta de tu presencia; aunque, a decir verdad, los berreos que escuchas a tu espalda provenientes —de lo que queda— del barco confirman tus sospechas.
—¡¿El puñetero mocoso?! —Ruge Jeremiah, y escuchas nítidamente el sonido de una espada siendo desenvainada—. ¡COGEDLO!
A tu espalda se empieza a generar un verdadero alboroto, en el cual llegas a distinguir los pasos de varias personas volver hacia los muelles y empezar a correr en tu dirección. Pero nada de eso es tan importante en comparación con lo que escuchas a continuación. Una aguda detonación precede, apenas por un instante, al impacto de una bala que te pasa rozando la cabeza tan solo a unos milímetros de distancia. Si te girases, verías a un hombre de cabello y barba canos pero bien cuidados, vestido mucho más elegante incluso que Jeremiah, sosteniendo un rifle que apunta en tu dirección con el cañón humeante. Eso ha ido por un pelo.
Imagino que buscarás refugio en el interior del Baratie, o tal vez te cueles de polizón en algún barco que parezca vacío mientras esperas a que las aguas se calmen. Hagas lo que hagas, gracias a la ventaja de la sorpresa y la conmoción que has generado en la carabela, terminas por darle esquinazo a tus perseguidores más pronto que tarde. Eso sí: parece que te han visto y, sin duda, no se olvidarán del niño-zorro que les ha birlado su querida pera. Y hablando de la pera... ¿De dónde coño ha salido y qué tiene de especial?
Cuando te detengas en un sitio más tranquilo, podrás observar la fruta con más tranquilidad y al detalle. La piel, toda ella llena de protuberancias y texturas en forma de espiral, deja claro a simple vista que no es una pera al uso. Su textura es rugosa y, al tacto, se te hace más parecida a un aguacate. Es completamente blanca, aunque tirando un poco a un gris claro. Lo único que se sale de esta norma es el tallo de dos hojas inexistentes con forma de «T», que es de color lila. A ver, no voy a ser yo quien te juzgue si decides meterle un ñasco, pero desde luego muy buena pinta no tiene. ¿Igual se les ha echado a perder? A saber.
Sea como sea, podrás reflexionar al respecto durante el tiempo que quieras. El ambiente se va a caldear, no solo por tu robo sino porque encima les has reventado medio barco. Si a eso le sumas el recelo con el que guardaban la extraña pera, algo te dice que no lo van a dejar pasar rápidamente. Pero en fin, ¿a quién le importa?
Notas finales
¡Y hasta aquí la aventura! Puedes postear esta última ronda y proceder a pedir la revisión de sus recompensas. Parece que te has granjeado nuevas enemistades, y es que Jeremiah y su capitán no van a olvidar el aspecto del que les ha robado un tesoro tan valioso. Supongo que eso pasa por salir corriendo tan a la vista de todo el mundo. Por supuesto, la pera que te has quedado no es sino la Ito Ito no mi. ¡Enhorabuena!
Espero que la aventura te haya resultado divertida e interesante. Y, por supuesto, buscaremos la forma de introducir a Jeremiah y su tripulación en aventuras futuras. Los actos, al final del día, tienen consecuencias... ¿No?
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Raiga Gin Ebra
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20-01-2025, 12:55 PM
(Última modificación: 20-01-2025, 12:56 PM por Raiga Gin Ebra.
Razón: cerrar
)
Raiga corrió como si el mismísimo demonio lo persiguiera. Sus patas golpeaban con fuerza los tablones de los muelles mientras esquivaba cajas, barriles y algún que otro pescador despistado que apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de verlo desaparecer. Los gritos de Jeremiah y el estampido de una bala pasando a escasos milímetros de su cabeza le hicieron encogerse de hombros y apretar los dientes.
—¡La próxima apuntas mejor, abuelete! —gritó con tono burlón, aunque el corazón le latía a mil por hora.
Con un último esfuerzo, alcanzó las puertas del Baratie y se deslizó al interior, asegurándose de que nadie lo viera. Subió las escaleras hasta su camerino, cerró la puerta con un portazo y se apoyó en ella, jadeando. Los gritos y el sonido de los pasos quedaron amortiguados al otro lado, pero sabía que no tenía mucho tiempo.
Raiga no perdió un segundo. Corrió hacia su cama y empezó a meter todas sus pertenencias en la mochila que siempre tenía a mano. Una camiseta vieja, un par de calcetines y su colección de piedras «súper raras» fueron los primeros en entrar. Luego, sacó la fruta de su bolsa y la dejó cuidadosamente sobre la cama mientras continuaba empacando.
—¿Qué demonios tiene esta cosa? —murmuró, mirándola de reojo mientras apretaba la cremallera de su mochila.
La fruta lo hipnotizaba. Las espirales que recorrían su superficie parecían moverse bajo la luz tenue del camarote, como si tuvieran vida propia. Su color extraño, ese gris blanquecino, y el tallo lila en forma de «T» la hacían parecer algo salido de un sueño extraño. Raiga ladeó la cabeza y se cruzó de brazos.
—Bueno, no puedo quedarme con la duda, ¿no? —se dijo, sentándose en la cama.
Cogió la fruta con ambas manos, la giró un par de veces y se encogió de hombros. Solo había una manera de saber si había valido la pena tanto alboroto. Le dio un mordisco, esperando un estallido de sabor dulce o algo exótico.
En lugar de eso, un amargor indescriptible invadió su boca. Su lengua se contrajo como si hubiera mordido un zapato viejo cubierto de sal.
—¡Puaj! —escupió el trozo al suelo, mirando la fruta como si lo hubiera traicionado— ¿Qué coño es esto? ¿Una pera o un castigo divino?
Pero la curiosidad pudo más que el asco. Raiga volvió a intentarlo, esta vez masticando un poco más antes de tragar. El resultado fue el mismo: un sabor asqueroso que parecía empeorar con cada segundo.
—¡Esto no es una pera, es una broma de mal gusto! —gruñó, lanzando la fruta contra la pared. Rebotó y cayó al suelo, rodando hasta detenerse junto a su mochila.
Raiga se dejó caer en la cama, mirando al techo con el ceño fruncido.
—Tanto lío por una maldita pera... Y ni siquiera es comestible. ¡Esto tiene que ser un castigo de los dioses de las frutas! —se lamentó, cubriéndose la cara con las manos.
Tras unos minutos de autocompasión, se incorporó. No podía quedarse allí mucho más tiempo; seguro que los idiotas del barco lo estaban buscando y no tardarían en conectar las piezas. Agarró su mochila, terminó de meter en ella todas sus pertenencias y echó un último vistazo al camerino antes de salir sigilosamente.
—Quizá en el próximo barco haya algo más interesante... —murmuró, ajustándose la mochila al hombro— Y esta vez, mejor me aseguro de que no sea otra maldita pera.
Final
Me ha encantado la aventura, se nos ha ido un poco de larga pero es cierto que ha merecido la pena.
Me llevo la akuma y una enemistad, ¿qué más se puede pedir?
Muchas gracias por la aventura
Este tema ha sido cerrado.
Moderador y señor Pink
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24-01-2025, 04:30 AM
Recompensa entregada!
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