Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Aventura] [T4] Hot Slag
Arthur Soriz
Gramps
[ · · · ]

8 de Invierno
Año 724

Con el sol de la madrugada comenzando a alzarse sobre Swallow, iluminaba con un brillo dorado la imponente montaña en forma de golondrina que dominaba el paisaje. La brisa invernal matutina se paseaba tajante por las calles empedradas del puerto mientras los marineros se apresuraban en sus quehaceres diarios. Los News Coo, esas ágiles aves de correspondencia se alzaban en vuelo desde la sede de Parker's & Co llevando mensajes a lo largo y ancho del North Blue. Sin embargo, el bullicio cotidiano escondía una creciente preocupación que se hacía cada vez más evidente.

En la gran base G-17, te encontrabas tú caminando por los pasillos. Habías recibido una convocatoria urgente para reunirse con uno de tus superiores, el Teniente Iscariote. Aunque las misiones de Swallow solían ser rutinarias, el tono en la voz del mensajero sugería que esta vez algo fuera de lo común requería tu atención. El despacho de Iscariote estaba situado en una de las alas más altas del cuartel, desde donde se podía contemplar una vista panorámica del puerto y la montaña. Cuando llegaste, tras un par de golpes secos para hacer notar tu presencia, una voz grave y autoritaria te invitó a pasar.

El interior del despacho estaba decorado con austeridad militar. Mapas náuticos y retratos de distinguidos oficiales de la Marina adornaban las paredes, y en el centro detrás de un escritorio desordenado se encontraba el Teniente Iscariote. Hombre de mediana edad, de complexión robusta, cabello gris oscuro, bigote tupido bien cuidado y una mirada de pocos amigos. Habías escuchado de él en estos días desde que llegaste a Swallow, siendo Iscariote conocido por su enfoque pragmático y su lealtad inquebrantable a la justicia.

Henry, justo a tiempo —dijo Iscariote, indicando con un gesto fugaz que te sentaras frente a él—. Tenemos una situación delicada que requiere tu atención inmediata.

Una vez tomaras asiento, Iscariote se recostó ligeramente en su silla, cruzándose de brazos antes de continuar hablando.

Hace semanas que Parker's & Co ha estado sufriendo una serie de sabotajes. Al principio parecían accidentes, pero la frecuencia y precisión de estos eventos nos han llevado a pensar que hay algo más detrás... Recientemente han desaparecido un pequeño grupo de sus News Coo. Las aves no son solamente mensajeras, son una parte vital de la comunicación entre regiones y su desaparición podría tener consecuencias graves.

Iscariote hizo una pausa, observándote para medir tus reacciones ante la información que te estaba otorgando.

Han solicitado nuestra ayuda para investigar. Sospechan de Peter D. Parker como ya te imaginarás, pero no tenemos pruebas concluyentes y ellos tampoco. Tu misión es sencilla, debes descubrir qué está pasando, encontrar a las aves desaparecidas y asegurar que Parker's & Co pueda operar sin más interferencias.

A sabiendas de que seguramente tendrías tus preguntas, te dio la chance de hablar. Una vez lo hicieras, Iscariote sacó un dossier del cajón de su escritorio y te lo entregó poniéndolo frente a ti en el escritorio.

Aquí encontrarás toda la información que hemos recopilado hasta ahora, que no es mucha... Tu contacto principal será María Featherstone, empleada encargada de operaciones y cuidado de los News Coo. Confío que sabrás cómo manejar esto, puedes retirarte.


off
#1
Henry
Tigre Rojo de la Marina
Personaje


Aquella brisa invernal seguía recorriendo la totalidad de la isla Swallow mientras que sus habitantes despertaban para dar inicio a sus tareas laborales. Yo había despertado algo temprano, pues así tenía el suficiente tiempo para entrenar y hacer algo de tiempo en las cocinas, ayudando a preparar el desayuno de docenas de marineros. Gracias a las habilidades culinarias que aprendí en el G-23 junto al Chef Gravy finalmente puedo valerme por mi mismo en la cocina, siendo otro miembro respetado de la misma.
 
Artista Marcial Iniciado
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
23/11/2024
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Luego de despedirme de los demás cocineros decidí dar una vuelta por los pasillos del G-17 para tomar algo de aire y refrescar la mente. A los segundos recibí por parte de un soldado un mensaje, este me indicaba qué el Teniente Iscariote requería de mi presencia en su oficina. — Gracias, soldado. — Me despedí de este y me dirigí a la oficina del Teniente Iscariote, la cual se ubicaba en una de las secciones más altas de la base. Al llegar toqué la puerta unas cuantas veces para así ser notado por el Teniente, el cual me invita a entrar. 
 
El lugar estaba lleno de decoraciones del índole militar, contando con mapas, medallas y fotos de tipos que parecía pertenecer a la marina. Era todo lo que me imaginaba de la oficina de uno de los oficiales del G-17. El mismo Iscariote imponía bastante, pues era un tipo de la segunda edad con un físico qué parecía estar pulido en combate. Este me invitó a sentarme, a lo que respondí asintiendo para sentarme poco después. El tema parecía algo más serio de lo que esperaba aunque ya era hora de recibir algo de acción en aquella isla.
 
El Teniente Iscariote comenzó a hablar del problema que la marina tenía entre manos en aquél momento. Aparentemente un pequeño grupo de los News Coo había desaparecido, lo que podría tener grandes consecuencias con la distribución de información. Yo no dejaba de prestar atención a las palabras del Teniente, pues cada momento que pasaba en aquella isla más me daba cuenta de que esta no era tan perfecta como pensaba y que aún tenía muchos problemas que resolver.
 
Fue cuando escuché nuevamente aquél nombre, Peter D. Parker y que era el principal sospechoso en la desaparición de los News Coo. Pese a ello aún no había pruebas contundentes que pudieran culparle, pero la misión era clara, encontrar a los News Coo y asegurarse de que las operaciones en Parkers & Coo fluyan como lo han estado haciendo. — No sería la primera vez que investigo a este maleante, Teniente. En mi anterior misión eh podido conseguir fotos que culpaban a Peter D. Parker de malograr varios periódicos.
 
Sea él o no el culpable me encargaré de que esos News Coo vuelvan sanos y salvo. – Luego de dar mi pequeño aporte a la conversación se me ocurrió por la mente solicitar algo de apoyo para dicha misión. — Si no le es mucha molestia, Teniente, me gustaría contar con el apoyo de por lo menos dos soldados con rifle. La mayoría de mis habilidades como combatiente no pueden ser utilizadas en un lugar tan urbanizado como lo es Swallow. — 
 
El Teniente me pasó un dossier, el cual contaba con la poco información que la marina contaba sobre el asunto. Este también me dejó saber de que mi principal contacto y persona de interés sería una tal María Featherstone, encargada del cuidado y de las operaciones de los News Coo. — Gracias por la información, Teniente. Con su permiso. — Con un intercambio de saludos me despedí del Teniente Iscariote, abandonando su oficina mientras leía toda la información en aquél dossier.
 
Mi siguiente objetivo era visitar a esa tal María, la cual seguramente se encontraba en Parkers & Co, donde cuidaban de los News Coo.
  

V&D

Stats Actualizados

Inventario
#2
Arthur Soriz
Gramps
Iscariote asintió ligeramente en aprobación, considerando tu solicitud algo razonable. Con un movimiento rápido, el Teniente se levantó de su silla, cruzando el despacho hacia un pequeño gabinete donde guardaba un registro de personal. Extrajo una carpeta de cuero desgastado hojeando algunas páginas con la meticulosidad de alguien acostumbrado a manejar situaciones delicadas.

Es una petición sensata —comenzó diciendo—. Entiendo las limitaciones de tus habilidades en un entorno urbano y como bien dices más ojos nunca están de más. Te asignaré a dos soldados... Soldado Lynx y el Soldado Pomeroy. Ambos tienen experiencia en operaciones de vigilancia y son buenos tiradores. Se unirán a ti en breve.

Dejó la carpeta en su escritorio, enviando a uno de los soldados estacionados fuera de la oficina para que se encargaran de avisarles a ese par de soldados que trabajarían en esta misión contigo. No pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera nuevamente y dos figuras se cuadraran al unísono.

Lynx se veía como un muchacho esbelto y de mirada aguda, tenía un aire de calma calculada... como un depredador en reposo. A su lado estaba Pomeroy, un joven de complexión fuerte y hombros anchos, con una expresión serena... profesional, como si el peso de la responsabilidad le resultara ya hasta ameno.

Soldado Lynx, Soldado Pomeroy —dijo Iscariote, los dos poniéndose firmes de inmediato—. A partir de este momento están bajo las órdenes del Suboficial Henry. Su misión es asistirlo en la investigación sobre las desapariciones de los News Coo. Mantengan los ojos abiertos y aseguren que todo se maneje sin problemas. ¿Entendido?

¡Señor, sí, señor! —respondieron al unísono, volteándose a verte y haciendo un saludo militar respetuoso.

Bien —dijo Iscariote, dirigiendo su mirada hacia ti—. Espero resultados. Buena suerte.

Una vez salieron de la oficina, los dos soldados te siguieron descendiendo por los pasillos del G-17 hacia las calles de Swallow. La ciudad vibraba con la actividad matutina. El camino hacia Parker's & Co fue más bien tranquilo, sin eventualidades más que el ocasional saludo de algún niño feliz jugando a la pelota al verlos pasar. Para la gente de esta isla, tanto los Marines como los Cazadores eran figuras de respeto, no de miedo o desprecio. Al llegar un empleado de Parker's & Co los recibió con una expresión de alivio y los condujo hacia el aviario principal.

Este era una maravilla de organización y cuidado. Las jaulas bien ordenadas y los percheros para los News Coo estaban dispuestos en filas meticulosamente ordenadas. El lugar zumbaba con el aleteo y los graznidos suaves de las aves. En el centro de este bullicio destacaba una figura delgada y nerviosa. De cabello rojizo peinado en una trenza desordenada, ajustó sus grandes gafas de montura redonda mientras se acercaba a ustedes con un pequeño News Coo en brazos. El pajarito, aún demasiado joven para volar, se acurrucaba tranquilo en su pecho, piando suavemente.

Hola —dijo la joven con algo de timidez—. Zoy María, uztedez deben zer los Marinez que envían para zalvar a mis pobrez amiguitoz.

La forma en la que hablaba, entonando tanto las S como una Z significaba que algún pequeño impedimento al hablar tenía, aunque no por ello significaba que fuera menos inteligente. Aunque su apariencia le daba un aire nerd, con sus grandes gafas y pecas esparcidas por sus mejillas, había una pasión ardiente en su mirada a la par de un amor incondicional por esas aves que estaban a su cuidado.

Cualquier coza que pueda decirlez, lo haré con guzto. Zi uztedez ayudan, yo también... Coocoocoo~

Su risa era, sin duda alguna, más que particular. Era hora de hacer preguntas.
#3
Henry
Tigre Rojo de la Marina
El Teniente Iscariote aceptó mi propuesta de llevar otros 2 soldados conmigo. El Teniente se levantó de su silla y se dirigió a un apartado de su despacho para alcanzar el registro de personal, dónde este seleccionaría personalmente a los dos soldados que me acompañarían en mi misión. Se trataba de los soldados Lynx y Pomeroy, aparentemente buenos tiradores con experiencia en vigilancia. — Muchas gracias, Teniente. Haré buen uso de los recursos que ha depositado en mis manos. — 
 
Un soldado recogió la carpeta del Teniente Iscariote que solicitaba la presencia de tanto Lynx como de Pomeroy. Luego de un rato esperando finalmente estos llegaron al despacho del Teniente, no sin antes tocar la puerta para así anunciar su presencia. Era un par de interesantes individuos, el primero, Lynx, tenía una mirada fría y calculadora, parecía el prototipo de francotirador. Por el otro lado estaba Pomeroy, un tipo fornido de hombros bastante anchos, este me daba la sensación de que era más bien un guerrillero al que no le teme al peligro.
 
Parecían tener todo lo que se necesitaba para ser buenos marines. El Teniente Iscariote no pierde tiempo alguno y les asigna a estos dos la labor de seguir mis órdenes mientras que me acompañan, lo que haría mi misión mucho más sencilla. Luego de despedirnos del Teniente nos largamos del G-17 para emprender nuestro viaje a Parkers & Co. Tanto Lynx como Pomeroy llevaban la capa de invierno marine, un atuendo bastante común por estas épocas del año. Nuestro viaje fue de lo más tranquilo, pues comparado con Kilombo aquello era el cielo mismo.
 
Fuera de un niño al que saludamos de vuelta no hubo mucha más distracción, llegando a Parkers & Co relativamente rápido. El lugar era una maravilla de la organización, dejando ver el como era tan eficaces en su trabajo. Una vez en el lugar fuimos atendidos por nuestra persona de interés, María Featherstone, la cual se introdujo y dejó en claro que ayudaría en lo que pudiese.
 
Señorita Featherstone, el caso se trata de la desaparición de un pequeño grupo de News Co, estoy en lo correcto? — No necesitaba anotar nada realmente, aquello era más bien una pequeña recapitulación de lo que pasó y del como procederíamos. — ¿Puede decirme cuando ocurrió esta desaparición, dónde estaban los News Co y si hay algún detalle que le parezca fuera de lugar o importante para la investigación? — 
 
La investigación había comenzado y era hora de pensar con la mente fría.
#4
Arthur Soriz
Gramps
María asintió nerviosa o mejor dicho preocupada ante tu pregunta, ajustándose las gafas con un gesto algo torpe mientras acariciaba al pequeño News Coo que descansaba en sus brazos. Su mirada reflejaba un profundo pesar, la preocupación que sentía era imposible de ocultar. Respiró hondo antes de comenzar a hablar, como si necesitara reunir fuerzas para revivir el momento de tanta desesperación que sintió cuando notó que esas aves compañeras habían desaparecido.

Zí, ez correcto. Fue ayer por la mañana cuando noté que algo andaba mal. Normalmente comienzo miz rondaz muy temprano, antez de que zalga el zol para azegurarme de que todoz los Newz Coo eztén bien alimentadoz y listoz para comenzar el día. Pero ezta vez cuando llamé a loz que duermen en laz jaulaz del extremo oezte no vinieron como ziempre lo hacen. —explicaba intentando mantener la compostura, lo único que la mantenía cuerda ahora mismo y sin echarse a llorar era el pequeño News Coo que piaba entre sus brazos, buscando consuelo en este al acariciarle el plumaje con suavidad.

María hizo un gesto indicándoles a ti y tus compañeros a que la siguieran. Con pasos rápidos los guió hasta el ala oeste del criadero. A medida que avanzaban les iba explicando con detalle el funcionamiento del lugar al menos según lo que ella percibía como correcto ya que era su rutina habitual.

Eztaz jaulaz —dijo señalando una fila de estructuras metálicas impecablemente organizadas— zon donde loz Newz Coo dezcanzan durante la noche. Cada una tiene zu propio candado para mayor zeguridad. No zolo porque zon valiozoz para Parker'z & Co, pero también porque zon como mi familia... he cuidado de cada uno de ellos con mucho amor dezde que eran pequeñitoz.

Soltó una suave risa, y cuando inhaló emitió el sonido de un cerdito, sonrojándose rápidamente y encogiéndose de hombros. Se detuvo frente a una de las jaulas vacías y se agachó, tocando el candado que colgaba flojo en la puerta abierta. Su expresión se tornó más sombría, su preocupación a flor de piel.

Ziempre cierro laz jaulaz con candado por la noche. Ez un hábito, una regla de oro para mi. Pero eza mañana... —hizo una pausa y tragó saliva— laz encontré azí, abiertaz. Ezto nunca había pazado antez. Me azeguré perzonalmente de que eztuvieran cerradaz antez de irme a dormir.

María se levantó, irguió su cuerpo y continuó. Se le notaba la frustración y tristeza en la forma que se expresaba, en el tono de su voz. — Ademáz, ziempre que loz llamo por la mañana vienen de inmediato. Lez encanta el dezayuno, pero ayer cuando loz llamé no ezcuché ni un zolo graznido. Fue como zi hubieran dezaparecido en el aire.

Se giró hacia tu, sus ojos con lágrimas que se acumulaban en las esquinas de estos. — Zon zeiz... zeiz de miz pequeñoz. Uno de elloz, Gordi, ez un poco máz gordito que los demáz porque... —rió nerviosa, encogiéndose de hombros ligeramente— le guzta comer mucho. Ziempre me pedía máz comida, y yo nunca podía negárzela. Ez tan bonito, con ezaz plumaz zuavez y eza carita redondita... Zimplemente no podía decirle que no.

Llevó una mano temblorosa a su boca como si intentara contener un sollozo antes de continuar hablándote. — He vizto a ezoz zeiz nacer de zuz huevoz, ¿zabe? Loz cuidé cuando eran apenaz unaz bolitaz de plumaz que no zabían ni volar. Loz alimenté con mis propiaz manoz y me quedé dezpierta nochez enteraz cuando estaban enfermoz... Zon más que avez para mi. Zon mi familia.

Se detuvo un momento, intentando de verdad no llorar. Buscaba las palabras adecuadas para expresar la magnitud de lo que sentía. Finalmente levantó la mirada hacia ti, fijándose en tus ojos con lágrimas corriendo libremente por sus mejillas. — Por favor... haga lo que zea necezario para traerloz de vuelta. No me importa cuánto cuezte, no me importa zi tengo que pagar millonez de Berriez... Pero tráigalos zanoz y zalvoz. No quiero que lez paze nada malo. No podría zoportarlo.

El pequeño News Coo en sus brazos dejó escapar un suave piar, como si también compartiera la angustia de María. La joven lo acunó en sus brazos con cuidado, acariciando su cabecita para calmarlo. — Zon tan indefenzoz. No zé quién pudo hacer algo azí, pero tienen que eztar zufriendo. Zolo quiero que vuelvan...

El color y súplica en su voz eran inconfundibles. Para María esto no era solo un trabajo... era una misión personal, una cuestión de amor y lealtad hacia esas criaturas que significaban tanto para ella. Estaba depositando toda su confianza en ti, y esperaba que pudieras hacer algo al respecto. Si querías tener más pistas, tendrías que empezar a preguntar al resto de las personas que pudieron haber visto algo.
#5
Henry
Tigre Rojo de la Marina
María parecía altamente afectada por la desaparición de sus News Co, tanto así que poco a poco veía como su estado de ánimo pasaba de uno decidido a uno de lloros y desesperación. Aparentemente habían sido unos seis de ellos los que habían desaparecido de sus lugares sin que nadie se diera cuenta. Estos suelen ir salir de sus lugares cuando saben que es hora de comer, que fue cuando María se dió cuenta de que estos no estaban. Otro dato importante era que entre los seis había uno llamado Gordito, el cual obviamente pesaba algo más que sus compañeros.
 
De no ser porque era parte de mi trabajo me hubiera quedado dormido, pues casi toda la charla había sido María llorando por sus pequeñas aves. Era obvio que esta amaba a sus News Co y que estos representaban todo para ella. Lamentablemente esta no me había dicho nada muy importante fuera del número de aves perdidas. Mientras aún escuchaba sus Lamentos me pregunté algo un tanto obvio. ¿Porqué no aumentaban la seguridad del lugar?
 
Pese a lo simple que sería desviar unos pocos recursos en la defensa de un centro tan importante como lo era Parkers & Co yo seguía siendo un suboficial sin verdadero poder para cambiar este mundo. — Bien, no se preocupe, recuperaremos a sus aves, en especial a Gordito. — Asentía en forma de comprensión de su dolor y pérdida para luego retirarme a una esquina con Lynx y Pomeroy.
 
Necesitamos más información, no podemos hacer mucho solo con esto. Solo sabemos que son seis los News Co perdidos y que uno está gordo. Soldados Lynx y Pomeroy, tomen distintos caminos e investiguen el lugar, hagan preguntas a todos los que puedan y cuando terminen vuelvan y quédense aquí. Yo haré lo mismo, necesitamos algo contundente por dónde empezar.
 
Era hora de contribuir en la misión de mantener la paz y la prosperidad de la isla Swallow.
#6
Arthur Soriz
Gramps
Lynx y Pomeroy, al estar en formación a tu lado, asintieron cuando les diste aquella orden de averiguar más acerca de lo ocurrido al preguntar a los empleados. Ambos se cuadraron rápidamente golpeando suavemente sus botas contra el suelo al unísono mientras respondían un rápido "¡Sí, señor!" antes de separarse y alejarse de allí ya para comenzar a preguntarle a todo aquel que pudiera saber algo al respecto. Cada uno tomaría un camino diferente, dispersándose entre las instalaciones de Parker's & Co, mientras que tú Henry ya podrías ir a otra parte del criadero a hacer tu parte.

En un principio estuvo Lynx, que con su cuerpo macizo y ancho se acercó a los empleados del criadero rápidamente... se vieron un poco intimidados por ese par de brazos que portaba el muchacho pero aún así no perdió el tiempo en preguntas sin sentidos. Su forma de hablar era directa pero cortés, lo que inspiraba al menos un poco de confianza en quienes lo escuchaban. Primero se detuvo en el área de vigilancia, donde encontró a un joven encargado de las rondas nocturnas. Con voz tranquila le preguntó.

Disculpe, ¿vio algo fuera de lo normal anoche? Movimientos sospechosos, cualquier cosa que pueda ayudarnos en la investigación.

El joven que parecía nervioso al principio ante la imponente figura del marine terminó soltando información sumamente valiosa. Había visto dos figuras encapuchadas merodeando cerca del criadero en la madrugada. Según su relato, estas personas parecían estar cargando una pequeña jaula metálica y se movían con cautela como si intentaran no ser vistos. Más aún, mencionó que llevaban herramientas que podían ser usadas para forzar cerraduras.

Cuando el joven se acercó a ellos para cerciorarse de que no estuvieran haciendo cosas extrañas o mal intencionadas, se alejaron casi que corriendo. La mención de herramientas resonó en la cabeza de Lynx, quien rápidamente conectó este dato con el hecho de que las jaulas habían sido abiertas de manera sospechosa. Agradeciendo al joven por la información, Lynx continuó su investigación y se detuvo en una de las áreas con cámaras de seguridad. Notó que una de las cámaras del perímetro oeste apuntaba directamente hacia la zona donde se encontraban las jaulas. Era posible que el sistema hubiera grabado a los intrusos. Lynx tomó nota mental de esto para informártelo tan pronto como terminaran y se reunieran.

Por otro lado estaba Pomeroy, recorriendo la zona mientras hablaba con empleados y cuidadores. A diferencia de Lynx, su enfoque era más casual pero igual de efectivo. Se notaba de antemano su carisma natural que ayudaba a que las personas se sintieran cómodas compartiendo información con él. Un trabajador del criadero mientras limpiaba las jaulas vacías le mencionó algo que llamó la atención de Pomeroy. Había escuchado ruidos metálicos durante la madrugada, como si alguien estuviera manipulando las cerraduras, aunque cuando fue a cerciorarse de que todo estuviera en orden... no vio a nadie. Solamente encontró marcas en el suelo al día siguiente, como si alguien hubiera arrastrado algo pesado hacia un sendero que llevaba a una zona boscosa cercana.

Mientras seguía investigando más de cerca, también detectó un olor fuerte a pescado en el aire. Según los empleados, algo inusual ya que en Parker's & Co no se utilizaba ese tipo de alimento para los News Coo. Este detalle hizo pensar que los responsables podrían haber usado pescado como cebo para atraer a las aves, o que estaban constantemente rodeados de este como para dejar tal aroma impregnado incluso un día después.

Y por último estabas tú, Henry, buscando entrevistar a más empleados. Sin embargo, desde el inicio la suerte no estaba de tu lado. Tu primer intento de obtener información fue con una señora mayor, encargada de limpiar los corredores. En vez de responderte si había notado algo fuera de lugar, la mujer se enfrascó en un largo monólogo sobre la rutina diaria de limpieza y el estado de los suministros, casi como si estuviera quejándose más de Parker's & Co que de lo sucedido a las aves robadas.

Podrías haber intentado cortar la conversación de manera educada para pasar a otra persona, pero fuiste interceptado por un viejo trabajador que insistió en meterse en la conversación y hablar sobre las dietas de los News Coo. Especialmente sobre lo mucho que Gordi comía y cómo siempre tenía hambre, comparándolo con un barril sin fondo; más hambriento que el abismo mismo. Cada intento que hacías por desviar la conversación hacia algo útil terminaba siendo infructuoso. Cuando intentaste preguntar sobre movimientos sospechosos o sonidos extraños, un empleado simplemente se encogió de hombros y te dijo que no había notado nada, sugiriendo que quizás las aves simplemente se escaparon por su cuenta.

Finalmente tras casi dos horas de intentarlo, al volver al punto de encuentro acordado ahí ya estaban tanto Lynx como Pomeroy esperándote. Nada más llegar, te saludaron al cuadrarse. Ambos soldados parecían satisfechos con los resultados de sus investigaciones, mientras que tú obviamente... no habías tenido la misma suerte. Lynx fue el primero en hablar, detallando la información sobre las figuras sospechosas, las herramientas que llevaban y la posible grabación en las cámaras de seguridad. Pomeroy lo siguió, describiendo las marcas en el suelo, el olor a pescado y el sendero hacia la zona boscosa. Ambos reportes eran sólidos y llenos de pistas útiles.

Afortunadamente... tus colegas habían tenido mucha más suerte que tú a la hora de averiguar cosas. Y ahora tenían mucho más de donde agarrarse.
#7
Henry
Tigre Rojo de la Marina
Tanto Lynx como Pomeroy obedecieron sin queja alguna, alejándose para preguntarle a toda persona en el lugar. Cada uno optó por ir a una zona diferente, tal y como les había ordenado, pues solo así cubriríamos más terrenos y tendríamos muchas más chances de saber de algo realmente importante. Yo por mi parte me dirigí a otra sección de Parkers & Co, dónde más que obtener importante información solo perdí el tiempo hablando con dos ancianos sobre sus rutinas y que tanto Gordi comía. A este punto ya me estaba preguntando si Gordi se había comida una Akuma no Mi por accidente.
 
Una vez llegué al lugar de encuentro pude ver tanto a Pomeroy como a Lynx esperando por mi, aparentemente aquellos dos ancianos habían consumido mucho más de mi tiempo de lo que pensé. — Bien... soldado Lynx, que tienes para nosotros? — Afortunadamente el soldado Lynx había descubierto algo de gran importancia; dos individuos fueron vistos por un empleado llevando una jaula de metal, aparentemente estos estaban siendo extremadamente sigilosos, lo que los pone como nuestros sospechosos principales. Lynx también mencionó el uso de herramientas, lo que cuadra con la forma con la que fueron abiertas las "cajas" de los News Coo.
 
Pero Lynx no terminó ahí, este también se percató de que las cámaras de seguridad podrían haber captado algo. — Excelente trabajo, soldado. Finalmente contamos con información valiosa sobre lo qué pasó esa noche. — Saqué una pequeña libreta de notas la cual llenaba con aquella información, pues esta me ayudaría a llenar el reporte al terminar. — ¿Y soldado Pomeroy, que ha averiguado sobre el incidente?
 
Pomeroy empezó a redactar todo lo que había averiguado gracias a los empleados del lugar. Estos le dijeron que habían escuchado ruidos metálicos aquella noche y que habían marcas como si hubieran arrastrado algo pesado hasta una zona boscosa cercana. Pomeroy agregó que se podía oler el aroma a pescado en el aire, lo que pudo haber sido utilizado para atraer o calmar a los News Coo. — ¿Zona boscosa eh? Creo que ya tenemos un plan entre manos. — Terminé de anotar aquellos detalles en mi libreta para luego pensar en lo próximo que haríamos.
 
Soldado Lynx, necesito que vayas a la sala de cámaras y averigua todo lo que pasó aquella noche. Soldado Pomeroy, quiero que preguntes a los empleados qué saben sobre esta zona boscosa y que hay más allá de esta. Yo analizaré las marcas de lo que arrastraron y nos volveremos a encontrar aquí, una vez con toda la información necesaria de nuestro favor nos adentraremos en el bosque, buena suerte. — 
 
Ya sabíamos a dónde ir pero antes teníamos que descubrir todo lo que había pasado aquella noche, así que ver las cámaras también era esencial.
#8
Arthur Soriz
Gramps
De nuevo, tanto Lynx como Pomeroy al escuchar tus órdenes se cuadraron en un saludo serio militar y dijeron al unísono "¡Sí, señor!". Se les notaba más animados al haber sido premiados por su buen trabajo a pesar de que obviamente tú no habías tenido la misma suerte. Al menos podías motivarlos para encontrar más información pertinente al caso y que trabajaran con todas las ganas. Un soldado de buen ánimo es un soldado que cumple órdenes con gusto.

Ambos se separaron, cada uno tomando caminos diferentes según las órdenes que les diste, dejándote allí probablemente esperando a saber cuánto tiempo. Lynx se dirigió hacia la sala de vigilancia haciendo crujir las tablas del suelo con cada paso debido a su peso. Su figura prominente y musculosa no pasó desapercibida para los trabajadores que lo veían cruzar el pasillo. Aunque sus movimientos no eran amenazantes su presencia bastaba para que algunos desviaran la mirada o se tensaran ligeramente.

Al llegar empujó suavemente la puerta marcada con el discreto letrero que decía "Seguridad". Dentro un grupo de tres empleados de Parker’s & Co se encontraba revisando algunos monitores y haciendo anotaciones en papeles desordenados. El ambiente olía a café barato y a los cables de los equipos electrónicos. Cuando lo vieron entrar se detuvieron de inmediato. Uno de ellos, un hombre joven de lentes con el cabello desordenado, casi dejó caer el vaso que sostenía.

Eh... ¡b-buenos días, señor! —tartamudeó, dando un paso atrás instintivamente.

Lynx levantó una mano en un gesto calmado. Aunque su voz grave, casi gutural llenó el espacio, su tono fue sorprendentemente afable.

No hay razón para ponerse nerviosos —dijo mirándolos a cada uno directamente—. Soy el soldado Lynx, de la Marina. Estoy aquí investigando el robo de los News Coo y necesito su colaboración.

Los trabajadores intercambiaron miradas visiblemente menos tensos tras notar que el marine no parecía tener intenciones de regañarlos.

Claro... claro, señor —respondió el joven de lentes—. ¿En qué podemos ayudarle?

Quiero ver las grabaciones de las cámaras de seguridad del criadero de News Coo. Específicamente de la noche en que desaparecieron las aves. —dijo Lynx, cruzando los brazos mientras inspeccionaba los monitores en las paredes.

Por supuesto. Déjeme revisar las fechas... —dijo el mismo joven mientras comenzaba a teclear en una consola conectada a un Den Den Mushi visual. Los otros dos empleados se hicieron a un lado observando a Lynx con cierta curiosidad pero también respeto al ser un Marine. Tras unos momentos una pantalla central comenzó a mostrar imágenes en blanco y negro captadas por uno de los Den Den Mushi que vigilaban el área de las jaulas. Aunque la calidad de la grabación no era perfecta el lugar se distinguía claramente.

Aquí está. —dijo el joven señalando la pantalla—. Este es el criadero la noche del robo. No hay audio pero debería poder ver lo que pasó.

Lynx se inclinó hacia la pantalla observando con atención. En las primeras horas de la grabación todo parecía normal. Las jaulas de los News Coo estaban tranquilas con las aves durmiendo o acomodándose en sus perchas. Sin embargo al llegar aproximadamente a las dos de la madrugada algo cambió.

Ahí están... —murmuró Lynx señalando dos figuras que aparecieron desde un extremo de la cámara.

Los empleados de la sala también se acercaron para mirar. Las figuras estaban encapuchadas vistiendo ropas oscuras que dificultaban distinguir detalles de sus cuerpos. Una de ellas llevaba lo que parecía una jaula grande en mano mientras que la otra cargaba una herramienta metálica que reflejaba la luz en destellos breves. El que cargaba la jaula cojeaba con la pierna derecha y era relativamente alto... al menos dos metros de altura, mientras que el que llevaba las herramientas era más bajo y cada paso era corto y veloz.

Lynx observó en silencio mientras las figuras comenzaban a trabajar en las cerraduras de las jaulas. Los movimientos eran metódicos pero no precisamente expertos.

Les tomó un tiempo abrirlas... —comentó Lynx viendo cómo las figuras parecían forcejear con las cerraduras antes de lograr abrirlas finalmente. Una vez que las jaulas estuvieron abiertas las figuras comenzaron a sacar a los News Coo uno por uno. Utilizaban lo que parecía ser comida, probablemente pescado... para atraer a las aves. Algunas parecían seguirlos sin problemas pero otras se resistían, especialmente un News Coo de gran tamaño que claramente era Gordi.

Ese es Gordi... —dijo uno de los empleados, señalando la pantalla—. Es nuestra ave más grande. Siempre ha sido un poco complicado de manejar.

En la grabación se veía cómo las figuras intentaban convencer a Gordi con más comida pero el ave no parecía dispuesta a moverse con facilidad. Finalmente necesitaron usar una cantidad considerable de pescado para que se levantara y aún así tuvieron que empujarla con cuidado para meterla en una jaula grande que habían traído consigo.

Les está costando trabajo moverlo... por eso las marcas que vimos. —observó Lynx, viendo cómo las figuras parecían tambalearse bajo el peso de la jaula una vez que Gordi estuvo adentro. Las figuras se movían con cautela asegurándose de no hacer demasiado ruido. Arrastraron la jaula grande por el suelo, dejando un rastro visible que seguramente coincidía con las marcas que Pomeroy había mencionado antes.

¿Esto es todo lo que captaron las cámaras? —preguntó Lynx cuando las figuras desaparecieron del cuadro llevándose la jaula con ellos.

Sí, señor. Las cámaras no cubren más allá del área de las jaulas así que no sabemos hacia dónde se dirigieron.

Lynx se irguió y cruzó los brazos procesando lo que había visto. Las herramientas, el uso de comida para atraer a los News Coo, y el esfuerzo extra para mover a Gordi... todo apuntaba a que los responsables eran ladrones improvisados pero bien organizados.

Necesito una copia de esta grabación. Es importante para nuestra investigación. —dijo Lynx, mirando al encargado.

Por supuesto, señor. Le daré una copia enseguida. —respondió el joven comenzando a manipular los controles nuevamente.

Mientras esperaba, Lynx se permitió reflexionar. Los detalles de la grabación confirmaban algunas de las pistas que ya tenían pero también dejaban muchas preguntas sin respuesta. ¿Quiénes eran esas personas? ¿Por qué robaron específicamente a los News Coo? ¿Y qué planeaban hacer con ellos? Cuando finalmente le entregaron la copia Lynx agradeció a los empleados con un gesto de cabeza y salió de la sala listo para reunirse contigo y Pomeroy para compartir lo que había descubierto.



Por otro lado, Pomeroy salió de Parker’s & Co con un propósito claro. Las marcas en el suelo y el olor a pescado mencionado por los empleados lo guiaron al inicio del camino que conducía hacia una zona boscosa cercana. Mientras avanzaba el joven marine mantenía los ojos bien abiertos, su atención fija en cada detalle del terreno buscando cualquier señal que pudiera revelar lo ocurrido aquella noche. Era como un perro que rastrea a su próxima presa con una exactitud intimidante. Un animal de caza que no descansará hasta llevarle a su dueño algo útil.

El rastro era evidente al principio... marcas irregulares en el suelo como si algo pesado hubiera sido arrastrado. Al agacharse para inspeccionarlas Pomeroy notó surcos profundos que se extendían en una dirección definida.

Es la jaula que mencionaron —murmuró para sí mismo pasando la mano por una de las marcas—... Pesada, pero móvil. Probablemente la estaban arrastrando entre al menos dos personas.

A medida que avanzaba el olor a pescado se intensificaba. Pomeroy se detuvo junto a un pequeño arbusto y encontró restos de lo que parecía ser sardinas esparcidas por el suelo.

Así que esto usaron para atraerlos... inteligentes, pero desordenados. —comentó en voz baja hablando consigo mismo.

El camino lo llevó hasta el borde de la zona boscosa. A medida que se adentraba en el área cubierta por árboles altos la luz del sol apenas se filtraba entre las hojas y el terreno se volvía más irregular. Las marcas en el suelo continuaban siendo visibles aunque más dispersas debido a la maleza. Pomeroy avanzó con cautela inclinándose de vez en cuando para examinar huellas y rastros. Se detuvo junto a un árbol cuya corteza mostraba arañazos recientes.

Interesante... —susurró, tocando los surcos con cuidado—. Parece que usaron esta zona para estabilizar la carga. Quizás descansaron aquí antes de continuar.

Las marcas en el suelo empezaron a cambiar. A pocos metros de donde estaba las huellas de arrastre se desvanecían, reemplazadas por surcos más definidos que parecían haber sido hechos por ruedas. Pomeroy frunció el ceño y se inclinó nuevamente observando los detalles.

Huellas de un carro... —dedujo notando las líneas paralelas que cruzaban el suelo—. Y... —se giró un poco más siguiendo el patrón—. Pezuñas. Usaron caballos para transportarlos.

Las huellas de pezuñas eran frescas, profundas en el terreno húmedo... lo que indicaba que efectivamente aún podrían seguirles el rastro. El marine estudió con cuidado la dirección de este, confirmando que las ruedas del carro y las pezuñas iban en la misma dirección.

Se levantó y siguió caminando esta vez con más cuidado para no alterar las marcas. Cada pocos pasos Pomeroy se detenía para analizar el terreno. A veces encontraba restos de comida caída del carro confirmando que el rastro seguía fresco.

No tienen mucha ventaja... esto es reciente. —pensó acelerando un poco el paso. El camino de carro continuó hasta un claro en el bosque. Pomeroy llegó a un punto donde las huellas eran más evidentes. En el centro del claro el suelo estaba aplastado y mostraba signos de actividad reciente... ramas rotas, marcas de ruedas más profundas y huellas humanas que rodeaban el área.

El marine se inclinó para inspeccionar más de cerca. Había pequeñas astillas de madera y fibras de cuerda esparcidas por el suelo... probablemente restos de la jaula que habían usado para los News Coo. Alrededor las huellas indicaban que varias personas habían estado presentes en el lugar.

Un punto de encuentro... —dedujo Pomeroy en un susurro, tomando nota mental de todo lo que veía—. Aquí cargaron algo, probablemente la jaula y reorganizaron sus movimientos antes de partir.

Se acercó a una zona donde las ruedas del carro habían girado bruscamente dejando un patrón circular en el suelo.

Se movieron rápido. Quizás alguien los estaba esperando aquí.

Pomeroy inspeccionó más detenidamente los alrededores buscando cualquier detalle que pudiera haberse pasado por alto. Encontró un trozo de tela negra atrapado en una rama baja, probablemente parte de las prendas que los ladrones llevaban esa noche. Lo guardó cuidadosamente en su bolsillo. Alrededor del claro también había restos de comida, principalmente pescado, y una pequeña botella rota que contenía un líquido pegajoso y dulce.

Esto pudo haber sido un sedante para los News Coo... —teorizó, observando el líquido antes de descartarlo.

El rastro continuaba hacia el norte pero Pomeroy sabía que no debía adentrarse más en solitario. Ya había reunido suficiente información para informártelo personalmente. Se enderezó, dándole un último vistazo al claro antes de dar media vuelta y regresar sobre sus pasos. Lynx y Pomeroy regresaron al punto de encuentro donde los esperabas. Ambos soldados se acercaron, con cierta satisfacción por la información que habían logrado obtener.

Lynx fue el primero en hablar.

Señor, revisé las cámaras de seguridad. Los intrusos eran dos personas encapuchadas con una jaula metálica. El que llevaba la jaula era alto y cojeaba con una pierna. El que llevaba las herramientas que usaron para abrir las jaulas era más bajo y caminaba con pasos cortos y veloces. Intentaron ser sigilosos pero les estaba siendo difícil... se veían como novatos.

Pomeroy intervino de inmediato, su tono algo más relajado.

En cuanto a mí... el rastro conducía hacia la zona boscosa como ya habíamos dicho. Las marcas en el suelo indicaban que la jaula fue arrastrada por varias personas pero luego encontré huellas de un carro y de pezuñas de caballo. Se las llevaron rápidamente hasta un claro. Hay restos de comida, y encontré un trozo de tela negra atrapado en una rama. Parece que usaron un carro tirado por caballos. El rastro está fresco... podríamos seguirlo.

Con toda la información que te soltaron, ya tenían incluso un lugar al que dirigirse, era momento de actuar.

resumen
#9
Henry
Tigre Rojo de la Marina
Ambos soldados siguieron mis órdenes con total disposición, pues parecían extra motivados a llevar a cabo lo que sea que se les diga. Por mi parte estuve caminando por los alrededores de aquella zona boscosa mientras intentaba descubrir cualquier tipo de huella o pista sobre el escape de estos tipos. Luego de un rato buscando me di cuentas de que había un rastro, como si hubiesen arrastrado algo bastante pesado. Parecían estar lo suficientemente ocupados con sus cosas que se olvidaron de cubrir su rastro.
 
Volví a la zona de reunión y me puse a meditar sobre la situación. Necesitábamos llegar a ellos rápidamente y resolver esto sin dejar cabos sueltos, pues si dejamos alguna raíz de criminalidad suelta solo fomentaremos al desarrollo de la misma. Afortunadamente traía a Lynx y a Pomeroy conmigo, pues estos serían de gran apoyo en caso de que no pueda usar mis poderes para no dañar ninguna estructura importante.
 
Luego de esperar por otro rato finalmente llegaban tanto Lynx como Pomeroy, listos para reportarse. — Exactamente como antes, Lynx, que has descubierto? — Este nos empieza a explicar que se trataba de dos individuos bastante diferentes el uno del otro, siendo uno de ellos mucho más alto que el otro. Pero aquella no era la única diferencia, pues el tipo alto, el cual llevaba la jaula consigo era aparentemente cojo de un pie mientras que el pequeño daba pasos cortos pero rápidos. — Buen trabajo Lynx, ya sabemos a que tipo de individuo buscar con esa información. ¿Soldado Pomeroy, me puedes decir que has descubierto de estos tipos? — 
 
La información que nos dió Pomeroy era tan importante como la de Lynx, declarando que estos tipos habían usado una carreta con caballos para salir del lugar. Esto significaba que a dónde sea que se llevaron a las aves era relativamente lejos de aquí. Pero eso no era todo, Pomeroy había descubierto aún más sobre dicho movimiento. Aparentemente estos tipos habían cambiado de carretas en algún punto y se habían dirigido al norte cuyo rastro aún seguían fresco.
 
Listo, es todo lo que necesitábamos saber. Soldados Lynx y Pomeroy, prepárense para seguir el rastro de dicha carreta. Pomeroy, tu descubriste el rastro, veo apropiado que tu lideres la marcha rápida. ¡Vámonos!
 
Off
#10


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