Wenzaemon D. Shangrila
Asesino del Ocaso
10-02-2025, 05:12 AM
Aun recuerdo perfectamente mi llegada a esa isla. No realmente estoy mintiendo no recuerdo una mierda de lo que me paso cuando llegue allí porque habia quedado inconsciente tras las brutales acometidas del rey marino cuando le enganche de los bigotes para intentar evitar que me comiera, fue algo brutal sin duda podría haber muerto en ese incidente y de hecho si no hubiera sido por el patrón podéis dar por hecho que habria un pájaro menos en el mar, pero lo importante es que me encontraba con vida y habia logrado pisar tierra firme, aunque fuera llevado a rastras por mis rescatadores.
Me desperté en una habitación con un diseño algo exótico para mi, se podría llamar clásico pero en ese momento no estaba familiarizado con la arquitectura oriental y mucho menos con el suelo hecho de paja tejida entrelazada llamado tatami. Eran sensaciones muy nuevas que me abrumaron nada más me desperté en esa cambra. Pero lo que me dejo sin habla con tan solo establecer contacto visual con él fue el imponente conejo gigante humanoide que descansaba sentado cubierto por elegantes túnicas de seda mientras fumaba de una pipa, tarde un segundo en pesarlo y procesar lo que contemplaba, pero sin duda se trataba de un Mink. Su aspecto era imponente, desprendía fuerza con solo observarlo, algunas cicatrices marcaban su cuerpo remarcando su notable experiencia y veteranía en combate, en especial la de su ojo izquierdo. Con solo observarlo pude saber al momento que si trataba de luchar contra él no tenia posibilidades, pero me paso por la mente igual la idea de como podría desarrollarse la pelea o como debería afrontarla si se llevara a cabo inevitablemente.
- Al fin has despertado mocoso que nada en el Calm Belt sin saber nada - Dio una calada en su pipa y exhalo con toda serenidad la bocanada de humo - Aunque debo admitir que esa forma de cabalgar al rey marino fue muy entretenida de observar, sin duda desprendes un poco del espíritu vorpal, de no ser así estarías muerto en estos momentos - Dude un segundo, pero me aventure a hablar al ver que no decía nada - Si, de no haber sido por ti ahora estaría en estomago de un rey marino - Diría con humildad y sinceridad - No seas estúpido, el que te habria matado seria yo por estúpido si no hubieras demostrado tanto valor encarando la criatura, la entrada a Rabituza esta prohibida para los forasteros - Trague saliva de repente por mi emplumado gaznate, esa era una dura declaración - Entonces... Me trajo a su isla a pesar de ser un forastero - Estaba una mala situación, según su respuesta tal vez tendría que luchar para poder huir con vida, pero ni siquiera sabia en ese momento donde estaba o cuan grande era el edifico en que estaba - Así es, fue un capricho de mi hija sobre todo, aunque a mi también me entretuvo lo que hiciste, demostraste el espíritu de un autentico vorpal, yo de joven también habia cabalgado como lo hiciste algún rey marino, aunque yo lograba dominar al animal y no era zarandeado como lo fuiste tú - Esa era otra dura declaración, aunque uno pensaría que esas palabras eran de un viejo hablando de su mejor época, por su aspecto de anciano tenia poco, ergo era muy probable que ahora fuera no solo más experimentado, sino más fuerte que entonces y afirmaba poder dominar a un rey marino, solo me dejo más hundido en mi miseria de que mis probabilidades de salir de aquí eran nulas.
Me percataría entonces que habia dos conejas antropomórficas cerca del hombre con ropajes parecidos a los de él, pero de menor tamaño, no las note por la diferencia de presencia que presentaban respecto al imponente conejo, una de ellas serbia algún tipo de licor en un platillo al lado del cabecilla, cayendo en ese momento que no le habia preguntado el nombre - Perdona, pero no me habia presentado, yo soy el Wenzaemon D. Shangrila vengo de la ciudad infinita en la Red Line - Le diría con confianza, en el fondo algo me habia dicho que si me hubieran querido matar - Me gustaría decir que es un placer Wenzaemon, pero aun no celebremos nada, mi nombre es Lycaron y como líder de Rabituza debo decidir que haré contigo forastero - Diría de forma tajante y certera, tomando con su mano el platillo con alcohol y dio un sorbo largo - Supongo que no es tan fácil como dejarme marchar de la isla, no? - Intentaba recurrir a un trato justo, si los forasteros no eran bienvenidos, era tan sencillo como irme de inmediato - Si, seria lo sencillo, no obstante nuestra isla sigue estando en el centro del Calm Belt, ergo es otra forma de condenarte a muerte en tu estado actual, de modo que tal vez seria más rápido y piadoso ejecutarte aquí mismo - Era una inquietante afirmación, una condena siniestra maquillada de una cortesía amable - ¿Y no hay alguna otra opción? - En ese momento pude notar como el conejo sonrió aguardando por una salida como esa - Ciertamente hay otra opción, ya demostraste un cierto espíritu vorpal, con lo cual podrías afrontar un desafío que te pondrá a prueba en todos los sentidos y formas, para ver de que pasta estas hecho y si la superas te podría considerar un ciudadano de honor en Rabituza - Vi una luz en esas palabras, claramente habia algún truco y no seria nada facil, pero era una opción con la que poder moverme y prepararme bien en la isla para zarpar - ¡Acepto el desafío encantado! - Me alzaría alzando mi puño mientras desplegaba mis alas con entusiasmo y emoción.
El padrino Lycaron se alzaría mientras comenzaba a reír con cierto entusiasmo - Así me gusta, esa es la actitud, enfrentando a un desafío sin saber nada de contra lo que te vas a encontrar, no obstante no confundas nunca osadía y valentía con insensatez y suicidio, no estas a punto de enfrentar algo que fuera sencillo - Comenzaría a avanzar hacia la puerta corrediza de la sala sin mediar más palabra conmigo, confiando que saldría del lugar siguiéndolo.
Lo cual hice...
Me desperté en una habitación con un diseño algo exótico para mi, se podría llamar clásico pero en ese momento no estaba familiarizado con la arquitectura oriental y mucho menos con el suelo hecho de paja tejida entrelazada llamado tatami. Eran sensaciones muy nuevas que me abrumaron nada más me desperté en esa cambra. Pero lo que me dejo sin habla con tan solo establecer contacto visual con él fue el imponente conejo gigante humanoide que descansaba sentado cubierto por elegantes túnicas de seda mientras fumaba de una pipa, tarde un segundo en pesarlo y procesar lo que contemplaba, pero sin duda se trataba de un Mink. Su aspecto era imponente, desprendía fuerza con solo observarlo, algunas cicatrices marcaban su cuerpo remarcando su notable experiencia y veteranía en combate, en especial la de su ojo izquierdo. Con solo observarlo pude saber al momento que si trataba de luchar contra él no tenia posibilidades, pero me paso por la mente igual la idea de como podría desarrollarse la pelea o como debería afrontarla si se llevara a cabo inevitablemente.
- Al fin has despertado mocoso que nada en el Calm Belt sin saber nada - Dio una calada en su pipa y exhalo con toda serenidad la bocanada de humo - Aunque debo admitir que esa forma de cabalgar al rey marino fue muy entretenida de observar, sin duda desprendes un poco del espíritu vorpal, de no ser así estarías muerto en estos momentos - Dude un segundo, pero me aventure a hablar al ver que no decía nada - Si, de no haber sido por ti ahora estaría en estomago de un rey marino - Diría con humildad y sinceridad - No seas estúpido, el que te habria matado seria yo por estúpido si no hubieras demostrado tanto valor encarando la criatura, la entrada a Rabituza esta prohibida para los forasteros - Trague saliva de repente por mi emplumado gaznate, esa era una dura declaración - Entonces... Me trajo a su isla a pesar de ser un forastero - Estaba una mala situación, según su respuesta tal vez tendría que luchar para poder huir con vida, pero ni siquiera sabia en ese momento donde estaba o cuan grande era el edifico en que estaba - Así es, fue un capricho de mi hija sobre todo, aunque a mi también me entretuvo lo que hiciste, demostraste el espíritu de un autentico vorpal, yo de joven también habia cabalgado como lo hiciste algún rey marino, aunque yo lograba dominar al animal y no era zarandeado como lo fuiste tú - Esa era otra dura declaración, aunque uno pensaría que esas palabras eran de un viejo hablando de su mejor época, por su aspecto de anciano tenia poco, ergo era muy probable que ahora fuera no solo más experimentado, sino más fuerte que entonces y afirmaba poder dominar a un rey marino, solo me dejo más hundido en mi miseria de que mis probabilidades de salir de aquí eran nulas.
Me percataría entonces que habia dos conejas antropomórficas cerca del hombre con ropajes parecidos a los de él, pero de menor tamaño, no las note por la diferencia de presencia que presentaban respecto al imponente conejo, una de ellas serbia algún tipo de licor en un platillo al lado del cabecilla, cayendo en ese momento que no le habia preguntado el nombre - Perdona, pero no me habia presentado, yo soy el Wenzaemon D. Shangrila vengo de la ciudad infinita en la Red Line - Le diría con confianza, en el fondo algo me habia dicho que si me hubieran querido matar - Me gustaría decir que es un placer Wenzaemon, pero aun no celebremos nada, mi nombre es Lycaron y como líder de Rabituza debo decidir que haré contigo forastero - Diría de forma tajante y certera, tomando con su mano el platillo con alcohol y dio un sorbo largo - Supongo que no es tan fácil como dejarme marchar de la isla, no? - Intentaba recurrir a un trato justo, si los forasteros no eran bienvenidos, era tan sencillo como irme de inmediato - Si, seria lo sencillo, no obstante nuestra isla sigue estando en el centro del Calm Belt, ergo es otra forma de condenarte a muerte en tu estado actual, de modo que tal vez seria más rápido y piadoso ejecutarte aquí mismo - Era una inquietante afirmación, una condena siniestra maquillada de una cortesía amable - ¿Y no hay alguna otra opción? - En ese momento pude notar como el conejo sonrió aguardando por una salida como esa - Ciertamente hay otra opción, ya demostraste un cierto espíritu vorpal, con lo cual podrías afrontar un desafío que te pondrá a prueba en todos los sentidos y formas, para ver de que pasta estas hecho y si la superas te podría considerar un ciudadano de honor en Rabituza - Vi una luz en esas palabras, claramente habia algún truco y no seria nada facil, pero era una opción con la que poder moverme y prepararme bien en la isla para zarpar - ¡Acepto el desafío encantado! - Me alzaría alzando mi puño mientras desplegaba mis alas con entusiasmo y emoción.
El padrino Lycaron se alzaría mientras comenzaba a reír con cierto entusiasmo - Así me gusta, esa es la actitud, enfrentando a un desafío sin saber nada de contra lo que te vas a encontrar, no obstante no confundas nunca osadía y valentía con insensatez y suicidio, no estas a punto de enfrentar algo que fuera sencillo - Comenzaría a avanzar hacia la puerta corrediza de la sala sin mediar más palabra conmigo, confiando que saldría del lugar siguiéndolo.
Lo cual hice...
![[Imagen: qnO0NUI.gif]](https://i.imgur.com/qnO0NUI.gif)