¿Qué misterio habrá...?

En una lejana cadena de montañas volcánicas, un pequeño ser iba tan campante por los yermos como si el calor no le afectara. Ese ser no había salido de ninguna parte en especial, o parecía haber salido de la misma nada. Pero lo cierto es que avanzaba por el lugar como buscando algún punto en concreto del lugar. Hasta que finalmente encontró una zona donde parecía estar conforme, el chico reviso sus notas y finalmente con mucha euforia señalo hacia una roca y... Aparentemente no paso absolutamente nada.

Pero de repente un pequeño cataclismo dio origen a un géiser imponente tras quebrar la roca magmática solidificada. Este géiser, impulsado por la inmensa presión subterránea, lanza columnas de agua hirviendo hacia el cielo. A lo largo de los siglos, la actividad volcánica formó un cráter profundo donde las aguas del géiser se asentaron, creando un lago caliente y burbujeante. Los antiguos habitantes de estas tierras contaban historias sobre el poder del volcán ¿Pero acaso vivió alguien ahí? 

Las aguas asentadas formaron un largo hirviente que invitaba a bañarse, pero al mismo tiempo procesaba un cierto respeto. El pequeño ser amarillento camino tranquilamente hacia el borde del mismo y sacando un palo que pego a su tabla, formo un cartel y lo clavo a la orilla del lago hirviente:

Su eminencia el majestuoso e idílico  Norfeo el Magno,
decreta que cualquier ofrenda que se realice en su nombre será altamente recompensada,
mas su gracia no caerá sobre los soñadores que no dediquen sus plegarias al Poeta Insomne.

El tormento caerá sobre los impuros,
que se tornarán anacoretas en su camino de penitencia y vergüenza,
tras su caída del heroico camino que deambulan.

OFF

Disponéis de 48 horas para reaccionar a la aparición del lago o ignorarla, en cualquier caso cosas ocurrirán tras ese tiempo. Huir también es una opción...