Alguien dijo una vez...
Crocodile
Los sueños son algo que solo las personas con poder pueden hacer realidad.
[Común] [C - Pasado] Los problemas de un estafador.
Dr.Bonez
Dr.Bonez
La vida de una hombre que sobrevive a base de juego de apuestas y engaños no es fácil, mucho menos para alguien que podía ser tan fácilmente reconocido como Bonez, pero que se le podía hacer, el juego estaba en su sangre y eso también conlleva a traer muchos problemas. La situación comienza en Loguetown, en donde  se encontraba por el momento. Su vida por ahora constaba solamente en sobrevivir y conseguir dinero para poder seguir con aquella vida un dia a la vez, haciendo que tuviera que tener cuidado cuando al meter en aquel mundo clandestino ya que siempre aquellas personas terminaban con una diana en la cabeza si es que terminaban aprovechándose de las personas equivocadas.

Lamentablemente esa situación es en la que se encontraba el chico de piel ceniza, el cual se encontraba corriendo por las calles de la ciudad mientras que era perseguido por unos cuantos pandilleros que se habían dado cuenta que en aquel juego de dado que habían perdido, los dados que había utilizado Bonez estaban cargados, haciendo que se formara una pelea en el bar que termino en una persecución por la ciudad. EN esos momentos Bonez giraba por una callejón por donde intentaba perder a aquellos muchachos que parecían interesados en llenar su piel gris de morenotes, haciendo que en el giro para doblar hacia el callejón, Bonez botara unas cuantas cajas que se encontraba a un costado, haciendo que dos pandilleros cayeran al suelo mientras que el resto le seguían la pista de cerca.

Muchachos! ¿Están seguros de que no podemos llegar a un acuerdo? dijo aun corriendo a toda prisa antes de que  solo escuchara un grupo de insultos, gritos y gruñidos incomprensibles por parte de sus persecutores, los cuales parecían estar poco interesados en entablar una conversación. 

En eso, la suerte termino por sonreírle cuando un hombre con un carreta llena de verduras que parecia marchar al mercado central, se puso frente a ellos en la salida del callejón, haciendo que Bonez lograra saltar hábilmente el obstáculo mientras que los pandilleros se  chocaban con esta y se distraían discutiendo con aquel hombre, dándole algo de tiempo para correr hacia uno de los bares laterales a la calle principal, en donde entro respirando agitadamente en busca de resguardo. 

Dios, eso estuvo cerca. dijo en voz baja antes de marchar a la barra para poder pedir algo de beber intentando pasar desapercibido hasta que las cosas se calmaran ahi afuera.
#1
Mathew McFreak
Matt
Loguetown, una ciudad que siempre le sirvió para terminar e iniciar nuevamente. Haber nacido, crecido, haber partido, regresado, y más cosas, todo teniendo como puerto esa isla. Era bastante curioso pensar que ese lugar sería un eje tan imponente para él, pero así era. Justo había llegado tras un largo viaje, y antes de pasar a saludar a casa, decidió ir a beber algo, eran cosas bastante comunes para él, llegar, descansar, beber, comer, y volver al enrollo de un nuevo día, un nuevo misterio, y así.

Así estaba cuando su camino al bar se vio interrumpido por un tipo que corría de unos sujetos bastante molestos, detuvo su andar y los dejó pasar, se encontraba cerca cuando vio al de las verduras ser el objeto perfecto para el escape del perseguido. Aquellos buscapléitos se quedaron no solo discutiendo, sino que el verdulero los empezó a forzar a ayudarle a recoger aquello que no se había echado a perder, seguro les cobraría o haría que los encerraran. En esa isla habían personas muy peligrosas, no siempre todos los pandilleros eran tan problemáticos como lo podían ser las personas del mercado, y discutir innecesariamente con ellos podía significar un viaje gratis al hospital, sea por golpes como por consumir algo en estado dudoso.

Siguió su camino, no tenía nada que hacer ahí, por lo que no sabría si retomaban su camino o si se olvidaban a quien perseguían. Alguna distancia más lejos de ahí se encontraba la taberna que visitaría, la de siempre cuando volvía de sus viajes. Abrió la portezuela y entró al lugar, algunos de los pocos clientes le saludó con un gesto, otros simplemente observaron quien entraba, era una característica natural de los clientes de cualquier taberna, observar quien entraba, y luego regresaba a lo suyo. En la barra había alguien pero daba lo mismo, llegó hasta ahí y se sentó a su lado -¡Hey Joe! Lo mismo de siempre, tengo muchas historias que contar Ñam Ñam- le mencionó al tabernero quien sonrió al escucharlo, a pesar de la cara de malos amigos que solía tener, pero sabía sonreír a diente pelado cuando era requerido.

Llevó un trago y lo dejó delante suyo, entonces le dio curiosidad de saber con quien se había sentado, denotando a aquel individuo que escapaba de los matones anteriormente -Ah, que sorpresa. Al menos puedes respirar un momento, se metieron con la venta de Irwin, a él no le gusta tener pérdidas, así que los tendrá trabajando para pagar lo que dañaron, o les forzará a pagarle, la que le parezca mejor Ñam Ñam- mencionó para darle un poco de calma al tipo huidor, por lo menos así podría disfrutar de un trago, así como él, que empezó a beber lo que le habían puesto delante.
#2
Dr.Bonez
Dr.Bonez
Bonez soltó un suspiro de alivio en  el momento en el que se sentinen aquella barra, viendo la actitud malencarada del bsrtender, el cual parecía ser alguiennde pocas palabras, o por lo menos eso es lo que suponía. 

Deme un Gin con limón, quédese el cambio. Dijo el chico de piel grisácea, dejando un par de billetes en la barra mientras que daba unas cuantas miradas a la entrada del establecimiento por seguridad de asegurarse de que ninguno de esos hombres apareciera por el lugar. El bartender por su parte se puso a hacer el gin con limón, sumándole un chorro de soda una vez que ya estuvo listo, decorando con una rodaja de limón y una hoja de menta que flotaba dentro del vaso. Bonez le dio un breve trago a su bebida antes de sentir que las puertas del establecimiento abrirse de par en par mientras que una voz desconocida para el hizo que se girara rápidamente para poder ver quien era el que estaba hablando, al parecer no era ninguno de sus perseguidores, aunque nunca se podía ser lo suficientemente  precavido. Aún así prefería no hacer alboroto así que simplemente volvió a girarse hacia la barra dándole otro trago a su vaso, viendo como aquel bartender parecía conocerle con anterioridad ya que aquella mirada y expresión ruda e inexpresiva del bartender había cambiado a una más amistosa, dejando un vaso frente  al extraño.

En eso, aquel desconocido  se giro hacia el, hablándole de lo que habia sucedido un momento atrás con aquellos pandilleros que le estaban persiguiendo, a lo cual Bonez se tensa unos segundos, ya que no sabía si estaba lidiando con alguno de la banda que estaba buscando retribución o simplemente habia sido un observador de toda la situación, así que solamente se mantuvo en alerta.

Si bueno, lo siento por haberle traído problemas al pobre viejo. Pero si no lo hacía hubiera terminado ejecutado como Roger. Dice en un leve dejo de broma antes de decidirse a mirar a Matt. Siendo extraño como aquel hombre parecía no abrir mucho los ojos, pareciendo un zorro por la manera en la que aquella mirada se curvaba.

Espero que no hayas venido a cobrar la deuda de esos tipos, ya estoy suficientemente cansado como para otra persecución dijo de manera relajada diciendo aquello más como una simple broma  que de manera seria.
#3


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