¿Sabías que…?
... este sabías qué no tiene ningún contenido y solo busca despistar al usuario.
Rodeados por el peligro
MC duck
Pato
En el inframundo de los criminales, existen muchas reglas, irónicas para ser gente que se salta las leyes, algunas están escritas, o en papel o en sangre de los caídos, otras no, pero todos las deben saber o averiguar arriesgando sus vidas. El grande se come al chico, el rico controla todo, los jefes que controlan el mundo siempre deciden las reglas del juego, los demas solo las obedecen, jugando a un juego cuyas reglas cambian tan rápido como vinieron en primer lugar, mientras las cabezas que gobiernan ruedan para poner unas nuevas.
La regla más importante es, la vida siempre decide, ella es quien rige la regla más dura.

Ni siquiera los más altos cargos se libran de la persecución de la justicia, de las consecuencias o del peligro de aquellos que buscan ascender, a veces solo queda confiar en otros, sangre nueva que cambie el mundo y sus reglas.

-Pero … ¿Por qué no hemos ido a la mansion?
-podrían seguirnos señor Chettony, o peor, estar ya esperándonos, es mejor pasar desapercibidos en un lugar que no esperen que estemos.
-no deberias preocuparte tanto… he hecho un trato con el espiritu de la montaña, él nos salvará del peligro.

El pato pestañeo mirando al Mink cheetos que se preparaba una raya de un polvo naranja con olor apestoso a queso rancio ¿por que se metia eso en el cuerpo? no queria entenderlo.

-Señor, no quisiera … insultar pero…
-¿Te preguntas si es real? te lo aseguro- con un gesto de la mano desecho sus preocupaciones antes de añadir- , normalmente cuando flipo en colores lo hago con elefantes rosas montando en barcos dorados.
-entiendo señor…

No podía confiar en que “el espíritu de la montaña” los salvara, pero si que alguno de los piratas que les pidio ayuda finalmente diera su mano para sacarlos a cambio de dinero.
#1
Drake Longspan
[...]

Deep in sleepless Kilombo
On the edge of the eastern sky
Above Red Line, we will look down
As we build a bright new day
It's a crew where the strong all gather
To learn all of life's mysteries
Smiles are what we create
Drake Longspan Construction
Drake Longspan, Drake Longspan, Drake Longspan, Drake Longpsan, Drake Longspan Construction!


El dinero vuela más rápido que un pirata en medio de un gremio de cazarrecompensas a final de mes, especialmente cuando no es tuyo. Aquello de administrar los berries no se le daba bien al joven carpintero, de hecho, estaba de nuevo en números rojos. Se había dado la vida padre en menos de veinticuatro horas, invitando a medio pueblo a comer y beber para publicitar a su empresa regalando camisetas. En su cabeza era una buena estrategia de marketing, tenía que conocer a nuevos clientes potenciales. Para su desgracia la mayoría acabó más interesada en sus regalos digeribles qué en su oficio, pero al menos sostenía dos bolsas llenas de ropa, y portaba una camiseta blanca con un logo bastante llamativo:

[Imagen: mOpKzoX.png]
«Creo que ha captado perfectamente mi esencia. ¡¡Me encanta!! ദ്ദി ˉ͈̀꒳ˉ͈́ )✧» — Drake Longspan arruinándose de nuevo en una tienda de Isla Kilombo.

Sus ojos rubíes brillaban de emoción, ahí estaba nuevamente, en la dirección que le había indicado aquel Guepardo adicto al polvo de queso. Tocó la puerta con su brazo, dando tres golpes secos con un solo nudillo.
Al otro lado, dos guardaespaldas le abrieron la puerta de par en par, este, confiado en sus habilidades, les entregó las bolsas para que las sujetasen y le acompañasen hasta su reunión.

Gracias compañeros. — Dijo de forma no irónica. — Supongo que la estrella invitada tendrá un buen estofado listo para su llegada.

Se acercó caminando con un intento inútil de parecer interesante, estirando sus dos brazos, alcanzó una de las sillas que parecían mas resistentes y, sentado al revés de esta, clava su mirada en aquellos dos animales mafiosos.

Tengo una noticia buena y una mala. — Sonríe guiñando un ojo. — La mala es qué no me queda dinero... La buena...

Drake Longspan chasqueó sus dedos a los guardaespaldas para que trajesen aquellas bolsas, del interior de una, sacó la talla más pequeña que encontró, ideal para un bebé, o un pato.

Les presento, la mayor colaboración del East Blue. — Con dos de sus dedos, estira la tela. — Drake y Duck, el Dragón y el Pato, a la gente le va a encantar. ¡Edición limitada!

[Imagen: 07feBHq.png]

Drake Longspan alcanzó la camiseta a MC Duck, esta se manchó ligeramente de aquel polvo de queso tan extraño y maloliente. Resopló una última vez para eliminar los restos de aquella sustancia y la colocó tranquilamente cerca del cojín del pato. Tras esto, estiró su mano de manera casi antinatural en dirección al pico de MC Duck, esperando que esté le echase una pata.

Drake Longspan, el espíritu de la montaña. Un placer.
#2
MC duck
Pato
Duck permaneció un rato mirando al extraño humano de brazos fornidos pero muy largos casi como si tuviera dos codos en vez de uno, su pecho era igual de fornido, muy ancho de hombros, muy estrecho de Bíceps y ensanchaba otra vez en la cadena, dándole un extraño aspecto de silueta de avispa, parecía un doble triángulo invertido, como un giratiempo.
Su pelo negro, recordaba a ese gato negro perdido en lo profundo de un pozo negro que intentaron rescatar una noche sin luna, por qué en comparación a su pelo, los ojos rojos destacaban de forma extraña.

—¿Qué es esto? cuack

Preguntó MC Duck al ver su imagen sin permiso de licencia en una camiseta de una empresa que no conocía para nada, aunque se veía bien bonito el dibujo era cuanto menos extraño que hubieran usado su imagen personal para ello. ¿debería ejercer su derecho a una demanda?

—¿Espíritu de la montaña? cuack ¿Es este tipo quien nos va a sacar de aquí? ¿Cómo demonios lo va a hacer con una camiseta? cuack
-Negocios Pato… - dijo Chettony- ¿Acaso no ves el poder económico de esta oportunidad?
-creía que debíamos escapar… por que nos atacaron y eso cuack…
-si, huir es importante, pero recuerda, los negocios son lo que te ha traído hasta aquí pato.

Chester Chettony tenía razón, su esfuerzo, trabajo duro y perseverancia eran lo que les había llevado hasta ese lugar, esa posición y esa vida. No debía rechazar un negocio por ser raro, sino por ser impráctico, o que no diera los beneficios que se esperaba de él.

-Así que… ¿una empresa de construcción?- pregunto Mc duck- ¿con cuantos constructores cuentas? ¿maquinaria o material?

Las empresas de construcción eran muy caras, materiales, mano de obra, el tiempo de construcción, permisos, arquitectos… era un poco una pesadilla de empresa.
#3
Drake Longspan
[...]
Personaje

Drake Longspan observó al pato, que parecía debatirse entre el impulso de demandar por derechos de imagen y copyright al organismo más cercano del East Blue y el consejo de Chettony de no dejar pasar una oportunidad de negocio interesante. 

— ¿Con cuantos constructores cuentas? ¿maquinaria o material?

Era el momento de aclarar las cosas, pero sin mostrar todas sus cartas debajo de aquel vendaje, debía desviar el tema y retrasar el trato, al menos por el tiempo suficiente. Chasqueó sus dedos frente a aquellos animales tan educados, elevando su tono de voz, haciendo un speech digno de primer año de Marketing y Comercio internacional.

—   Caminando por las calles con mi cara en su pecho, espantarán a los enemigos con solo una mirada. ¡Nadie querrá meterse con ustedes! Ni siquiera el más peligroso rival, porque sabrán que están del lado del gran espíritu de la montaña.

Sonrió de medio lado, no se lo creía ni él, pero tenía que dar el máximo, todo sea por comer caliente. Intercaló miradas entre Chettony y aquel plumífero ser. Buscando ser más convincente, elevó sus brazos, por lo menos le servían para llamar la atención.

¡Rohahahaha! Un brindis por las nuevas oportunidades. ¡Oi! — Dijo señalando a uno de los sirvientes de la casa. — Dos copas, una para el pato y otra para mí, y lo que tome el caballero guepardo.

Drake se acerca con sus ojos rubí en un brillo demoniaco, como si fuera el diablo sobre los hombros de Chester Chettony, le agarra con suavidad de los brazos y le dice acercándose a su oído.

Ricos. ¿Me oyes? Tú y yo, y aquellos que puedan seguir tus pasos, nadie puede con la montaña y el líder.

Tras esto le da una palmada en la espalda y suelta una carcajada, mirando de reojo a MC Duck. Su rostro se endurece por unos instantes antes de tomar asiento. Los guardaespaldas se acercan hasta el trío y comienzan a servir sus copas de sus bebidas favoritas, imitando el mismo contenido para Drake Longspan. Chester Chettony hizo un gesto para que se marchen del lugar y les dejen continuar con su fructuoso negocio. El carpintero remueve el vaso y lo huele como todo un catador pero no lo bebe, parece fijarse en otras cosas. Sus ojos se centran en la sustancia que está tomando Chettony.

¿Te vas a dejar eso? Una vez vi como un tipo con cabeza triangular aspiró el doble sin inmutarse. Mil berries a que no puedes superarlo.

Drake Longspan acercó la copa a sus labios, pero ni tan siquiera los humedeció, parecía observar la forma de la casa. Parecía tener formaciones de roca en sus muros. no los suficientes para una transformación completa, pero quizá, al igual que lo que parecía una droga, podría ser utilizado a su favor.

Tan solo esperaba el momento justo.

Chester Chettony parece bromear un poco más con ambos hasta que enseñando los dientes con una sonrisa, acerca su hocico hasta la sustancia anaranjada que tan mal olía.

Mi empresa solo necesita un trabajador y un inversor.Dice guiñando un ojo.Dime, señor pato. Si estudias derecho... ¿Eres un patogado?

Ahahaha. ¿Patogado? — vaciló aquel guepardo mink. Su cuerpo parecía tambalearse de lado a lado, el consumo prolongado de aquella sustancia parecía que comenzaba a dar sus frutos. Y Drake Longspan le iba a dar el viaje de su vida.

«El que tengo aquí colgado.»

Casi a cámara lenta, el boxeador lanza el líquido de su copa de cristal hacía atrás y apunta a la cabeza del Mink, estampando el vaso y por ende rompiendo el cristal en su cráneo con todas sus fuerzas, haciendo que su gigantesco hocico anaranjado del consumo choque contra la mesa de aquel lugar tan "acogedor". Su otro brazo se estira hasta el pato, de nuevo casi hasta su pico. Su rostro desencajado lo dice todo, pero aún así, tiene que verbalizarlo:

Me ha contratado para matarte desde el día de la taberna. ¡Te ha traicionado! Cien mil berries y te protegeré.

A sus pies, la roca parece vibrar al contacto de Drake Longspan. Por un momento pensó que eran sus piernas las que temblaban y no el suelo.

¡No tengo todo el maldito día! ¡Vive o muere! Dijo con su mano todavía estirada y la mitad de su cuerpo a punto de salir corriendo.

Al otro lado de la puerta, parecen escucharse voces, sea lo que sea que está ocurriendo fuera, solo puede significar una cosa: Problemas.

#4
MC duck
Pato
MC Duck lo sentía en la humedad del aire, a través de su sensible pico de pato, en la punta de las plumas a través del aire, en la tierra en el reverso de sus palmeadas patas, algo iba mal.

¿El que? No estaba seguro, pero también habían señales, la dejadez de Chettony pese a las circunstancias jodidas en las que estaban, perseguidos por asesinos desconocidos,
Rodeados seguramente por la marina, perseguidos y acosados, y encima luego este desconocido, bueno, ya no tan desconocido Drake Longspan con su "negocio" de construcción de viviendas para gente necesitada.

No, definitivamente, algo iba mal.

—¿Y por que tu cara daría tanto mie…?
—Pato por favor, no interrumpas.- intervino Chettony dando tiempo a Drake a pedir el brindis- ¡La hostia! A ese plan si me uno.

Chester Chettony solo parecía pensar en su siguiente chute, por lo que el pato espero a que El humano llenará su copa para el brindis, solo para beber como lo haría un pato. No le gustaba beber alcohol, pero era una descortesía no corresponder a un caballero cuando le invitan.

Mientras Drake parecía querer picar a Chester Chettony que correspondió al reto propuesto mientras preguntaba.

¿Lo dices por "Doritos"? Yo le enseñé a esnifar, no me va a superar.

Tras empolvarse la enorme nariz de Cheeta como nadie nunca se había empolvado con polvo naranja con fuerte olor a queso, el mafioso resistió a caer en KO, lo cual decía mucho en su nombre.

Luego vinieron las preguntas extrañas.
—Dime, señor pato. Si estudias derecho... ¿Eres un patogado?
Ja… ja… qué gracioso…
Ahahaha. ¿Patogado?
«El que tengo aquí colgado

Todo sucedió deprisa, de repente Chester Chettony estaba tirado hacia atrás, con la nariz sangrando tonos rojos y naranjas, mientras el extraño le tendía la mano. Nunca habría traicionado a Chester Chettony, pero no olvidaba nunca la naturaleza de la mafia.

No sé ¿Por qué Chester quería jugársela?
— ¡No tengo todo el maldito día! ¡Vive o muere!

Eso sí activo algo dentro del pato, su instinto de supervivencia, por lo que saltó de su cojín y apoyó su cuerpo sobre la cabeza de Drake como si este fuera su nuevo Nido en vez del cojín.

—Vivir… siempre…

Las voces se escuchaban cada vez más fuertes, desde el otro lado de la puerta ¿Hombres de Chettony? ¿Asesinos? ¿Marines? Daba igual, debían salir de ahí.
#5
Drake Longspan
[...]
Drake Longspan sintió el peso de MC Duck sobre su mano y no pudo evitar mirarlo de arriba hacia abajo. ¿De verdad era real? ¿Podía hablar? Mientras se levantaba con el ave encaramado en su brazo, las voces al otro lado de la puerta se intensificaban, susurros mezclados con el crujir de botas. Estaba claro que no tenían mucho tiempo. Al carpintero le pareció escuchar que deberían entrar a observar que ocurría.

El humano de los brazos largos lanzó una mirada rápida alrededor de la habitación. Las paredes, aunque de apariencia sólida, tenían formaciones de roca que podrían ser útiles para su fruta del diablo, pero sería demasiado ruidoso. Sin embargo, un vistazo al ventanal del fondo le dio una idea. Estaba cubierto por gruesas cortinas de terciopelo, y una pequeña corriente de aire que se colaba por las rendijas indicaba que no estaba completamente sellado.

Con MC Duck bien aferrado a su cojín, Drake Longspan avanzó con todo el sigilo que podría tener alguien de semejante tamaño hacia el ventanal. Mientras se acercaba, escuchó cómo la puerta principal comenzaba a ceder bajo el peso de los golpes y empujones desde el otro lado.

Yo solo quería montar un taller, mierda. — susurró mientras evaluaba la situación.

Los barrotes de la ventana, aunque resistentes, estaban oxidados por la humedad del mar de Isla Kilombo. El carpintero extendió una mano hacia la roca que adornaba una de las paredes, y sintió una ligera vibración. Concentró su fuerza en su brazo, canalizando la energía a través de su peculiar habilidad para asimilar la roca lo más rápido que pudo. Su puño se cerró en torno a un trozo de roca, que comenzó a desprenderse lentamente.

¡Vamos! — masculló mientras arrancaba el trozo de piedra. El proceso era más lento de lo que le gustaría.

No me mires así, ni yo sé como funciona esto.

Drake Longspan utilizó la roca como palanca, insertándola entre los barrotes y aplicando presión. Uno, dos y...

¡Tres! 

El óxido comenzó a ceder, los barrotes chirriaron en señal de derrota y finalmente, uno de ellos se soltó con un fuerte crujido en dirección a donde debería estar su nueva salida de emergencia.

Hora de irse, espero que no te dejes nada. — dijo mientras arrojaba el barrote al suelo.

Se golpeó la cabeza al acercarse a la ventana debido a su altura, pero con ayuda de sus brazos, salió imitando las patas de una araña hacia delante, Drake Longspan se deslizó por la ventana, asegurándose de que MC Duck lo siguiera y cayese sobre su cojín. Aquel pato pudo aterrizar, pero ileso, en el suelo del callejón trasero sobre aquel cojín. Los ruidos y gruñidos de los guardias eran más cercanos ahora, y la puerta finalmente cedió en el interior.

¡Está secuestrando a nuestro señor! ¡Jefe! ¿Se encuentra bien? — Gritaron en dirección a Chettony.

El callejón estaba húmedo y oscuro, y Drake casi se resbala con uno de los adoquines, su brazo deja de asimilar aquella roca, haciendo que caiga al suelo. A la izquierda, una serie de cajas apiladas junto a una pared alta les ofrecían la única salida posible. Drake Longspan no perdió tiempo, empujó a MC Duck hacia las cajas y comenzó a trepar.

Dime que los patos saben volar — dijo acercando su mano desde el otro lado del muro para ayudar a subir a MC Duck.

Desde lo alto de la pared, el panorama no era mucho mejor. Del otro lado, la ciudad de Rostock se desplegaba con sus calles irregulares, pero al menos estaban fuera de la casa. No había tiempo para planear, así que saltaron al suelo adoquinado del otro lado y comenzaron a correr por las callejuelas. Drake Longspan conocía bien las rutas de escape en la isla Kilombo, y sus brazos largos le daban una ventaja para maniobrar y sortear obstáculos.

¡Por aquí! — gritó mientras giraba bruscamente en una esquina.

Después de varios minutos de carrera, se detuvieron en uno de tantos callejones del pueblo, cercanos a un punto de recogida de basura orgánica. La verdad, olía horrible, pero mejor eso que ser encontrados por una mafia de minks cabreados.

Drake se agachó para que MC Duck mirase su rostro. Con una mezcla de cansancio y alivio, se dejó caer tras aquel cubo de basura y comenzó a respirar con dificultad, necesitaba recuperar el aliento.

¿A... Qué... Mierda... Te dedicas?
#6
MC duck
Pato
MC Duck aún seguía asimilando lo que estaba pasando, su aliado Chester Chetony había intentado liquidarlo contratando a un tipo que ahora le salva la vida … ¿Por qué razón? Bueno eso, ya lo juzgaría más tarde, de momento se sentía a salvo y protegido entre sus largos y fuertes brazos. Aunque pronto dejaría de estar en ellos, pues al parecer solo había una salida, una ventana con barrotes.
Podía ver cómo sus bíceps tonificados y marcados se contraen con cada intento de arrancar los barrotes con su brutal fuerza, y a pesar de ello, los barrotes resistieron, de no estar viejos y oxidados… estarían acabados, pues los hombres de Chettony estaban por entrar.

Aún así ¿No estaba la roca alrededor de los barrotes actuando de forma extraña, no se lo cuestionó mucho, por si estaba alucinando del miedo, pero casi podría parecer que se movía…

¡Claro que sé volar, Cuack!

Salieron justo a tiempo, los guardias empezaron a montar en cólera al ver a su jefe herido. Pronto tendrían problemas que atender si no salían volando de allí… de hecho MC Duck podría salir ya de ahí, pero sería desconsiderado de su parte hacerlo sin Drake. Y ante todo era un caballero.

Por lo que siguió a Drake incluso a ese montón de basura orgánica que no le pagaba nada a MC Duck y su hermoso plumaje blanco como la nieve pura.

—Mc Duck para tí, Cuack - dijo a modo de presentación- trabajo en diferentes negocios, actualmente estaba trabajando para la mafia… pero eso va a tener que esperar un tiempo al parecer. Cuack Cuack…

Luego miró juzgando otra vez el aspecto de Drake, el cual sí, físicamente se veía fuertote, vigoroso y con raíces en el fisicoculturismo.

Me repites un momento … ¿a qué te dedicabas tú? Cuack… - dijo mirando de forma inquisitiva a Drake- no me parecerá un jefe de obra precisamente. Cuack.

Drake era solo el menor de sus problemas, habían escapado gracias al factor sorpresa, pero no se podían quedar ahí…

—vamos a tener que salir de la isla, por suerte conozco a unos contrabandistas… yo puedo pasar por cajas… pero contigo no sé cómo podemos hacer.

¿Así es como viajaba MC Pato? Normal que se hiciera rico si no pagaba peaje por viajar como el resto de personas, por otro lado decía ser estresante viajar como carga.
#7
Drake Longspan
[...]
Drake Longspan se recostó contra la pared, intentando recuperar el aliento mientras escuchaba a MC Duck hablar. El carpintero no podía evitar esbozar una sonrisa cansada al oír el tono despreocupado del pato, a pesar de la situación.

Bueno, Mc Duck, parece que hoy me toca ser el héroe inesperado... "Cuack"— Bromeó mientras se frotó la frente, aún desbordado por la adrenalina de la escapada a velocidad punta. El aire del callejón estaba cargado con el olor a basura y la tensión, pero al menos estaban a salvo, por ahora.

Se inclinó hacia adelante, apoyando sus enormes brazos en sus rodillas para respirar más fácilmente. Aún no podía entender completamente la razón por la que aquella criatura parecía un líder de un grupo criminal, pero por el momento eso no importaba. MC Duck era un puzzle que necesitaba resolver después de asegurarse de que ambos estuvieran a salvo. Y eso no era algo que parecía precisamente fácil para ellos.

Trabajo en la construcción. No soy exactamente un jefe de obra por así decirlo, más bien un carpintero que se especializa en la creación de barcos y otros enseres. Y sí, esas cosas que viste con la roca tienen que ver con mi habilidad, no es magia, solo... algo que aprendí a usar. Me comí un Durian que sabía a rayos y luego desperté bajo una montaña. — Dijo mientras se encogía de hombros con una expresión algo avergonzada. No era el tipo de cosas que solía compartir a menudo, pero vamos, si tenía que compartirlo con alguien, un pato no parecía mala opción.

Observó a aquel plumado mafioso con una mezcla de curiosidad y poca gentileza. El pato tenía una actitud que parecía no encajar en el peligro inminente y, aunque le sorprendía la falta de preocupación de su compañero, no podía negar que era una bocanada de aire fresco en medio del caos. Tenía las patas bien puestas, sin duda.

Salir de la isla suena como una buena idea. No tengo intención de quedarme para enfrentar a la mafia y los problemas que vienen con ella. Si conoces contrabandistas, te agradecería que me los presentes. En cuanto a cómo viajar conmigo... Drake se rascó la cabeza, intentando pensar en una solución. — No soy precisamente pequeño, pero no creo que necesitemos cajas. Si los contrabandistas no están dispuestos a ayudar, estoy seguro de que conozco una manera más discreta de salir. Quizás podríamos usar una de las rutas de escape por mar que conozco. Dime. ¿Te suena un tal Byron Nikkei?

Se levantó, mirando a MC Duck con una mirada decidida y una sonrisa pícara. Aunque todavía no entendía completamente la situación o las intenciones al completo de su extraño compañero, sabía que debía actuar rápido para mantener la ventaja de tiempo y distancia, por no hablar de que le había robado a un jefe de la mafia.

Vamos, necesitamos movernos. No podemos quedarnos aquí mucho tiempo, y me gustaría evitar cualquier tipo de reunión inesperada con nuestros amigos de la mafia. Cuack o no cuack, vamos a encontrar una forma de salir de aquí y resolver todo esto de una vez por todas.

No sabía la causa de sus bromas con el hablar del pato, pero seguramente eran fruto de los nervios y deseos de ganarse la confianza del mismo.

Con una última mirada al callejón, Drake se dirigió hacia el borde, esperando que MC Duck lo siguiera. Todo el pueblo de Rostock se extendía frente a ellos, llena de posibles rutas y caminos que podrían llevar a la libertad, pero también a nuevos peligros y una más que posible muerte. Sin embargo, ambos deberían estar listos para enfrentarlos. Solo esperaba que su compañero emplumado estuviera igualmente preparado para cuando llegasen al muelle de la isla, rumbo hacia alguna parte.
#8
MC duck
Pato
Mientras tanto…
Chettony se levantó, rascándose la herida de la cabeza, un leve corte, le habían pecado con una copa no con una jarra, por otro el subidón se estaba frenando y empezaba a ver las cosas un poco más claras, empezaba a entender que había pasado, el pirata le había dado por culo … ¡¿Pero quién se creía el pirucho ese?! ni Wanted tenía y aun si le tocaba las cosquillas a un broker estrella, tenía huevos, y el pato… ¿Por qué se ganaba tan fácilmente a la gente? no lo entendía, el pirata tenía un trabajo sencillo, mata al pato, y aun asi lo traicionaban ¿Que tenía el pato de especial?
-Jefe, ¿se encuentra usted bien?
-Estupendamente.- dijo para no dar muestras de debilidad.- enseñémosle a ese pirata, que aún macarra, no se la dan con queso…
-Heee… ¿que?
-¡BUSCADLOS IDIOTAS! ¡Revolved hasta la última piedra de todo el Pueblo de Rostock! Untad a los marines, avisad a nuestros contactos del puerto, llamad a los cazarrecompensas, tirad de cualquier favor que tengáis… los quiero, vivos o muertos delante mía, antes de que amanezca.
……………………………………………………………………………………………………..

Las cosas se estaban precipitando ?¿En qué momento empezó todo a torcerse? supuso que en aquella reunión de mafiosos, en el restaurante familiar con los piratas, donde fueron atacados a traición, cuyo artífice aún no habían descubierto, pero dudaba que Chettony truncara su propio intento de paz con el resto de bandas… ¿Entonces por qué intentaba matarle? ¿Lo culpaba a él? eso tenía algo más de sentido, tal vez Chettony se había cansado del pato. Había otras teorías o explicaciones que podrían justificar los hechos ocurridos, pero lo cierto es que ahora mismo no valía la pena pensar mucho en ello, tenían otras prioridades, como salir vivos de esa isla.
Chettony era un grande en la zona, no iba a ser fácil buscar ninguna ruta en la que él no pensase, así que su mejor ventaja era la velocidad, cuanto antes salieran antes estaban lejos del alcance de sus garras, cuanto mas tardarán menos le costaría a Chettony hacerse con ellos, tirar de sus contactos, vigilar los puertos o incluso poner precio a sus cabezas para los mafiosos de la isla, o llamar a sus madres, si las tuvieran.

-Impresionante- dijo al oír lo que decía el joven.- No lo de la fruta akuma, sino lo de carpintero ¿Por que no lo dijiste antes?.- por alguna razon Mc Duck parecia mucho mas impresionado he interesado en Drake por ser carpintero más que de jefe de obra- en un mundo donde el 95% es agua, es importante saber construir o de tipos de barco, además me viene bien alguien que fabrique barcos para contrabando, ya sabes.

Mc Duck se irguió y todo. mientras parecía dar con la solución a sus problemas antes de volver a deshincharse encontrando el fallo en el mismo.

-Incluso podrías pagar un viaje con reparaciones al barco… Bueno, eso, o tu idea, no se donde Chettony intentara buscarnos antes, no es como que los contrabandistas tengan escrúpulos, si les ponen precio a nuestras cabezas …

No obstante Drake tenia razon habia que ponerse en marcha, el tiempo camina y no a su favor precisamente, era hora de tomarse las cosas en serio y acelerar, y tenía la forma perfecta para eso.
-Es hora de pasar a la acción Cuack... Speed point- Y de repente el pato empezó a cambiar de forma, volviéndose algo más humano, pero a la vez era extraño, porque tenía manos, dedos y pies, pero a la vez eran de pato, y a la vez eran más humanos.Y ademas, en un fru-fru de alas, ademas tenia sombrero, antifaz y capa- Soy el terror que aletea en la noche, soy el chicle que se pega en tu cabello que… he, no, no es broma, tienes un chicle en el pelo Drake.

[Imagen: DarkwingDuck-01-01281-ZB-FOCBONUS-HAESER...C650&ssl=1]
#9
Drake Longspan
[...]
Drake Longspan se quedó paralizado por un momento, su mente intentando procesar tanto la transformación como el hecho de que, efectivamente, tenía un chicle en el pelo. De alguna manera, en medio de la huida y el caos, se le había pegado un maldito chicle. Posiblemente de aquellos contenedores que había usado para evadir a aquellos perseguidores.

¿Un chicle? ¿Es una broma? Vamos no me jod...

El "nuevo secuestrador" suspiró profundamente, llevándose una mano al pelo para intentar quitárselo mientras MC Duck seguía con su ridículo despliegue heroico. El hecho de que estuvieran en peligro de muerte no parecía afectar en lo más mínimo al pato, lo cual era una mezcla entre envidiable y frustrante. Al carpintero, sin embargo, no podía permitirse distraerse más. La amenaza era real, y si no se movían pronto, su nombre acabaría adornando carteles de "se busca" en todos los rincones de la isla por secuestrador, o quien sabe, quizás irían a darle la paliza de su vida.

Vale, MC Duck — le espetó finalmente, consiguiendo arrancar el chicle de su cabello con sumo esfuerzo, llevándose unos cuantos pelos consigo — No sé qué demonios acabas de hacer con esa transformación ni cual era tu intención, pero si tienes un plan para sacarnos de aquí, más te vale que sea ahora.

El humano de brazos largos se levantó, sintiendo la urgencia en su interior como una ola creciente o como el comer de tacos picantes en mal estado. Chettony ya estaría moviendo sus hilos o fallecido. 

Tal vez los puertos estaban siendo vigilados, los caminos bloqueados, y los contrabandistas con los que podrían haber contado ahora tenían órdenes claras de entregarlos o, peor aún, liquidarlos. Por suerte para Drake Longspan, sabía que allí le estaban esperando.

No había muchas opciones, pero Drake confiaba en lograrlo si se movían rápido. La inacción era la muerte. Si podían moverse lo suficientemente rápido, tal vez podrían superar la red que los posibles perseguidores de aquel pato estaban tejiendo a su alrededor. Pero para eso necesitaban un plan, y lo necesitaban ya.

MC Duck, a pesar de su comportamiento excéntrico, había demostrado ser más astuto de lo que parecía, no todos los patos llevaban corbata. Su actitud despreocupada ocultaba algún poder, y el carpintero sabía que hacia bien en no infravalorarlo.

Podemos llegar hasta un barco. Uno rápido y especialmente discreto, una tartana quizá. No podemos salir por las calles principales, eso es seguro. 

Drake Longspan se ajustó la camiseta sin mangas, sacudiendo cualquier rastrojo de basura o posibles nuevos chicles.

Pero si podemos conseguir algo, cualquier cosa, que nos dé información y que no llame demasiado la atención, nos daría el tiempo suficiente para poder reparar o mejorar una tartana para asegurarnos de que no nos sigan.

El humano del West Blue sabía que las cosas estaban en su punto más crítico. Cada segundo que pasaban en la isla era un segundo más que le daba a sus nuevos enemigos la ventaja. Y lo último que necesitaban era subestimar a alguien, tuviese la forma que tuviese, esnifase lo que sea que esnifase.

Miró a MC Duck, con su rostro ahora completamente serio.

Es ahora o nunca Pato, nos vamos hacia el muelle.
#10


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 2 invitado(s)