Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Común] [C - Pasado] Más perdido que...
Shiro
Ninguno
Por suerte para Shiro la joven no indagó más en el tema Nanako. Entendió que la situación no era agradable para el espadachín, por lo que este a modo de ser agradecido decidió comportarse lo mejor que sabía. - No, no - dijo Shiro mientras sonreía al escucharla decir que pasara el día en el hospital y que ella iría a buscarlo al día siguiente cuando estuviera mejor. Tanta bondad casi hace desconfiar al joven peliblanco, pero rápidamente desestimó esos pensamientos enterrándolos en el fondo de su mente. - Necesito estirar la piernas y que me dé el aire - prosiguió sin dejar de sonreír e intentando ser lo más simpático que podía. No estaba muy acostumbrado a mostrar esa faceta suya desde que sufrió la traición de su amiga.

Shiro no iba a estar tranquilo encerrado en un lugar en el que no conocía a nadie. La joven quizás hubiese sido todo un descubrimiento de bondad y generosidad… Pero el joven no creía que el resto de la villa fuese a ser igual. Si viviese en la Gray Terminal sería como ver un unicornio entre tanta rata. Además, su desconfianza natural no lo iba a dejar descansar tranquilo, por lo que antes de que la chica pudiese insistir en que tomase reposo y se le pasara este extraño subidón de endorfinas se colocó su arma al cinto e intentó coger del brazo a Akari para acto seguido encaminarse hacia la salida de la enfermería.

No sabía si la chica se dejaría agarrar o si ni siquiera querría acompañarlo. Quizás todo aquello de decirle que se quedase reposando era para librarse de él, aunque si no era el caso y le apetecía seguirlo correría junto a ella hasta alcanzar el exterior.

- Vamos Akari, enséñame tu sitio favorito - diría el joven exultante con ganas de pasar un rato ameno alejado de la conspiración y desconfianza que solía ser su vida. - Aprovechemos que aún brilla el sol - continuaría mirando a la chica a los ojos sin dejar de sonreír mientras ladeaba la cabeza.
#11
Akari
Aka
Esta lo escucho y decidió rendirse ante el hecho de que el descansara por lo que asintió con la cabeza, aceptando llevándolo a pasear por el lugar por lo que ayudo al chico y lo guio hasta afuera del hospital y caminaba lento para que el no se sobre esforzara. 

-Esta bien, tu ganas, te llevare a algún lugar bonito, aunque mi lugar favorito en mi casa-sonrió un poco mientras caminaba por la villa y saludaba a varias personas que ya la conocían- Es un lugar muy agradable, todos aquí son buenos -le explico al joven mientras se dirigían a un pequeño parque y se sentó en un banca para mirar el cielo- y cuéntame de ti..ah que te dedicas? yo soy una pastelera, trabajo junto a mis padres -sonrió con orgullo- aunque en un futuro quiero ser una doctora, y sere una muy buena doctora. 

Esta siempre leía libros sobre la materia, le encantaba saber sobre el cuerpo humano, sobre lo básico y tenia el sueño de salir a estudiar eso, sus padres estaban de acuerdo pero aun no quería dejar ir a su única hija y consentida, y tampoco Akari quería dejar aquel agradable lugar que la había visto nacer y crecer- Sabes tocar algún instrumento? yo estoy aprendiendo a tocar el violín.
#12
Shiro
Ninguno
La joven terminó acompañando a Shiro a pesar de mostrar un poco de reticencia. Seguramente el espadachín le había dado un buen susto, pero este había estado en situaciones mucho peores… Si lo hubiera visto el día que le hicieron la herida del pecho lo hubiese mantenido en cama varias semanas.

Mientras la pareja charlaba y caminaba la gente de la villa iba saludando a Akari. Se notaba que era una joven conocida y querida por su pueblo. Era una sensación de lo más extraña para el peliblanco. De donde él venía la gente intentaba no hacer contacto visual si no era necesario y siempre caminaban con una mano junto a la bolsa de las monedas; mientras que aquí todo el mundo parecía vivir en paz y armonía. Sin ir más lejos la familia de la joven parecía tener un comercio local y la chica soñaba con estudiar y ser doctora ¿Qué se sentiría teniendo una vida así? Suzume en vez de acabar muerta en una refriega cualquiera quizás hubiese trabajado también en una pastelería. Seguramente Hayato hubiese acabado trabajando en un astillero, siempre andaba tallando algo; mientras que a lo mejor Nanako no los hubiese traicionado a todos si hubiesen tenido una vida tranquila y normal y la chica también hubiese estudiado medicina como una chica normal más en vez andando robando para sobrevivir.

El pasado del espadachín estaba cargado de malos momentos y dificultades. Sus únicos recuerdos agradables se remontaban a cuando todos eran una panda de mozalbetes que simplemente se dedicaban a recoger chatarra para conseguir unas monedas y así comprar algo que llevarse. Luego crecieron y todo se torció…

Durante su reflexión Akari los había llevado a un pequeño parque, donde había un par de bancos de piedra bajo la sombra de una pareja de grandes árboles mientras toda la zona la cubría un manto de hierba verde. El sitio empujaba a tenderse en aquel mar verde, pero el espadachín guardó la compostura y se sentó junto a la chica.

- Qué envidia - dijo Shiro sin poder evitarlo siguiendo el hilo de sus pensamientos. Obviamente Akari no tenía culpa de haber nacido en esa familia mientras su madre se quedó esperando a un hombre que nunca apareció. El chico se negaba a ser como su madre y por eso había salido en busca de Nanako. Él no moriría en aquel vertedero esperando respuestas, sino que saldría a buscarlas. - Ojalá pudiera decir que mi casa también es mi sitio favorito - continuó mientras de forma inconsciente acariciaba el colgante con forma de lágrima inversa que había dejado su madre tras su muerte. Hacía mucho que no pensaba en ella. Siempre le causaba una vorágine de sensaciones que a Shiro no le gustaba afrontar. - No te llevaría a mi casa ni aunque me pagaras… Ese sitio no merece tu encanto - prosiguió intentando llevar la conversación de nuevo a un tono más amigable. No quería que su pasado mancharse el encuentro, por lo que se obligó a volver a sonreír.

- Me encantaría ver la pastelería de tus padres. Soy un excelente cocinero y me encanta probar cosas nuevas para añadir a mis platos, así que me gustaría mucho probar algo local - dijo cambiando de tema mientras se giraba en el asiento y se colocaba a horcajadas sobre el banco de piedra. - Es más, se me ha ocurrido una idea. Ya se como agradecerte la ayuda - continuó cuando al final le terminó sobreviniendo la manera de agradecer a la chica su ayuda. Estaba claro que la joven era una chica con una vida tranquila y con pocas emociones… por lo que quizás un paseo de los suyos le daba una experiencia nueva a vivir.

- Si quieres puedo apostarte lo que quieras a que puedo enseñarte tu villa desde una perspectiva única - aseguró el joven mientras clavaba su mirada azul verdosa en Akari. - Te puedo asegurar que esto es mejor que si supiera tocar un instrumento… Si es que te atreves a comprobarlo - acabó el joven mientras le sacaba lengua como gesto de broma.
#13
Akari
Aka
La joven aparte de saludar luego empezó a tararear una suave melodía que siempre lo hacia cuando caminaba, era para estar tranquila y en paz consigo misma, una vez llegaron al parque y se sentaron escucho hablar al chico peliblanco.

-Envidia? -dijo mirándolo y veía en aquel chico que no había tenido una vida como ella, tranquila y en paz bueno a cierto punto aburrida y como una rutina infinita, luego lo escucho hablar sobre el hogar- realmente..bueno yo pienso que el hogar es un lugar donde te puedes sentir seguro, en calor..-dijo mirando el chico mientras acomodaba su pelo a un lado, luego escucho al chico y voltio para verlo- tan malo es el lugar donde vives?.. 

Ese tema era un poco triste desde la perspectiva de la joven aunque luego sonrió un poco cuando dijo que el quería visitar su pastelería- claro, no tengo problema, no está muy lejos de aquí tal vez a unos 10 minutos a pie? -dijo pensativa aunque recordaba que está siempre caminaba lento por estar distraída y viendo cosas- tal vez unos 5-6 minutos a paso rápido -se río un poco y miro al joven- tu dime y yo te llevo con todo gusto.

Está miro curiosa cuando esté dijo que tenía la idea de como agradecerle al parecer lo haría por más que ella se negara, no le molestaría de igual forma aunque su acto no tenía como objetivo obtener algo a cambio, por lo que simplemente lo escucho con atención - mostrarme la villa desde otra perspectiva...suena interesante..solo se vive una vez, entonces acepto! Quiero ver cómo lo haces.
#14
Shiro
Ninguno
Definitivamente sus vidas habían sido como el blanco y el negro pensó el espadachín cuando escuchó las respuestas de Akari. Pocas veces había sentido lo que era la calidez de un hogar, si es que se podía llamar hogar al sitio donde había estado viviendo. Cierto era que lo más parecido a uno fue el orfanato donde se crió, pero a pesar de los esfuerzos de la amable Chieko nunca lo sintió como tal.

- Vivía - dijo respondiendo a la pregunta de Akari. - No pienso volver si el destino me lo permite. Es un sitio donde hay más ratas que personas… y la mayoría de estas son peores que los roedores - dijo poniendo una mueca de asco al recordar a las ratas. Qué asco de bichos.

Tampoco quería hablar de eso, por lo que tras responder lo justo para no ser descortés con su salvadora se centró en la parte amigable de la conversación. - Y no, no te preocupes por tenerme que llevar a ningún lado… - prosiguió alargando la última palabra para que le diera tiempo a activar sus poderes sobre el asiento de los dos.  -Ya que soy yo el que te lleva a ti - continuó con una sonrisa traviesa dibujada en el rostro mientras el banco de piedra se despegaba del suelo y comenzaba a levitar suavemente bajo mis órdenes. Gracias al uso continúo de este había logrado aprender a cabalgar las cosas sin usar las manos y eso lo hacía una habilidad mucho más útil y cómoda de usar. Además sentía como ya no me cansaba tanto utilizarlo y que mejor forma de usarlos que para agradecer a Akari su buen corazón con un vuelo matutino.

Tras alcanzar la altura máxima que podía sin perder el control, alrededor de unos veinte metros, Shiro comenzó a mover el banco suavemente en el aire para que Akari se acostumbrase a la sensación de encontrarse flotando sobre el asiento. El espadachín precisamente había hecho el despegue despacio para que esta si se sobresaltaba no se cayera, pero una vez que estuvieran en el cielo aumentaría un poco la velocidad para disfrutar del vuelo.

- Tú solo di a donde quieres ir - dijo el peliblanco llamando la atención de la joven. - Que yo me encargo.

Shiro esperaba que a Akari le gustasen las vistas. Él desde que había adquirido sus poderes había adquirido un gusto insano por revolotear allá por donde fuese. Ahí nadie le molestaba y podía disfrutar de ver las islas como lo haría un pájaro mientras se deleitaba con la brisa del vuelo. Cuando estaba ahí arriba se sentía más vivo que nunca.
#15
Akari
Aka
La joven escuchó lo dicho por el y solamente lo miro, se puso a pensar un poco de como había su infancia y la de el pero si el no deseaba hablar de eso está tampoco no le seguiría la corriente, estuvo callada mientras esté hablaba, le escuchaba con atención voltio su cara para ver al joven y noto una sonrisa traviesa pronto sentiria como la banca se movia, sus pies se quedaron flotando en el aire y sentía una rara sensación de miedo y adrenalina recorrer su cuerpo mientras se elevaba en el aire, está con fuerza se sujeto a la silla y cerró los ojos con miedo, no sabia como reaccionar, apensar de esta poseer alas nunca habia volado porque le era incapaz.

-que es-estas haciendo? -dijo tartamudeando con miedo y al fin abrió los ojos para visualizar el gran paisaje que se extendía ante sus ojos- esto.. realmente es bonito...-susurro para si misma- así se sentiría volar?..aunque nunca eh volado -siguió hablando para si misma reaccionando cuando esté le hablo- ah?..pues.. podríamos ir a ver el mar...-señalo una hacia una direccion- en ese lado hay una hermosa vista al mar.
#16
Shiro
Ninguno
La chica a pesar del pequeño susto inicial que se llevó no tardó en acostumbrarse al vuelo, transformando lo que inicialmente había empezado como un leve temor a una gran emoción. Shiro pudo notar por su tono de voz que de verdad le gustaba lo sorpresa… y es que no era para menos, ya que mientras la villa se empequeñecía a nuestros pies aumentaba su belleza de manera exponencial  a cada metro que ascendíamos. Al espadachín le encantaría poder subir mucho más alto y alcanzar las nubes. Su deseo era poder surcar los cielos como un pájaro más sin tener más preocupación que disfrutar de las vistas, viajando libre y bien lejos de todos sus problemas.

-No se si has oído hablar de las Frutas del Diablo - dijo el muchacho en tono tranquilo en un intento de transmitirle esa misma sensación a Akari para que pudiese relajarse del todo. - Si comes una te otorgan poderes… y yo encontré una de casualidad en uno de mis viajes - prosiguió el joven sin poder dar mucha más información al respecto.

Podría contarle a la joven la historia de cómo adquirió tal peculiar tesoro, pero tampoco podía contarle mucho más al respecto sobre aquellas misteriosas frutas. Ni él mismo terminaba de entender el alcance de sus propios poderes, ya que según iba usándolos parecían fortalecerse proporcionando mejoras y habilidades que al inicio no sabía; así que menos sabía que otros tipos de cualidades podían llegar a proporcionar. En las tabernas pululaban historias de todo tipo sobre ellas, pero uno nunca terminaba de saber sobre la veracidad de las mismas.

- Me alegra que te guste Akari - prosiguió con la conversación mientras dirigía el banco en la dirección que señalaba la joven. - No sabía cómo agradecer toda la ayuda que me has prestado… y he pensado que quizás esto te gustaría - siguió hablando mientras un tono de emoción impregnaba sus palabras. - Esto es algo que me encanta hacer y quería compartirlo contigo.

La emoción del joven había aumentado con el discurso y el vuelo, por lo que antes de darse cuenta había comenzado a acelerar poco a poco hasta alcanzar la velocidad máxima a la que podía ir mientras sobrevolamos la isla en dirección a la playa a la que quería ir Akari. Tras unos minutos de vuelo, en los que Shiro rodeó varios lugares que le parecieron interesantes y que fue señalando a Akari para que los viese, al fin terminaron divisando su destino. Por suerte Shiro llevaba a Akari dirigiéndole todo el rato, sino quizás hubiesen acabado en la cima de uno de los picos de la isla.

- Agárrate que vamos a descender - avisó el joven mientras hacía bajar el banco en dirección a la orilla.

El muchacho no descendió en picado a toda velocidad, no quería que la chica cayera, pero sí que bajo lo suficientemente rápido como para que notara la emoción de la caída. Shiro ya se había acostumbrado a aquella sensación que se atenazaba en el estómago cuando caías de golpe y quería ver cómo reaccionaba la joven ante la misma.

- Me encanta el sitio - dijo el joven ya una vez en la arena de la playa. Shiro había hecho aterrizar el banco cerca de la orilla, al ras de donde el mar llegaba con su suave oleaje.

El lugar que Akari había elegido se trataba de una cala bastante bonita de la isla, rodeada de maleza y rocas dándole un aspecto salvaje de lo más embriagador y lo suficientemente alejada como para que no hubiese nadie a los alrededores. - Si lo hubiese pensado antes hubiese traído una sábana del hospital para tirarnos en la arena… hubiésemos podido hacer un picnic, aunque al menos podemos compartir esto mientras disfrutamos de la vista - dijo con una sonrisa mientras sacaba un par de piezas de fruta que se había llevado antes del sanatorio. - Es lo más cercano que te puedo ofrecer - acabó acercándole la pieza para que la agarrase.

Tras ofrecerle la pieza de fruta el joven se quedaría callado, disfrutando del paisaje mientras degustaba la manzana que se estaba comiendo. El joven podría pasarse media tarde así, disfrutando de la belleza del lugar sin decir palabra alguna; simplemente observando el oleaje o los barcos pesqueros que pudieran pasar, viendo a los pájaros pescadores hundirse en el mar en busca de su presa o simplemente disfrutando de los rayos del sol de este clima tan maravilloso, pero como estaba acompañado y quería seguir mostrando su lado más amable volvió su atención a la chica.

- Gracias por todo Akari, se me había olvidado que no todo el mundo son monstruos - agradecería a la chica de la manera más sincera. - Es una suerte haber conocido a una de esas pocas personas que queda así - acabaría luciendo una de sus mejores sonrisas. - Y dime, ¿nunca has soñado con viajar fuera de aquí y visitar mundo? - preguntó el muchacho. Quizás una chica como ella que lo tenía todo en su isla natal no tenía la necesidad de salir despavorida como había hecho él de la suya propia. Seguramente si él hubiese tenido una vida normal quizás ahora fuese el aprendiz de algún oficio en un taller u algo por el estilo.
#17
Akari
Aka
La joven trataba de mirar hacia abajo para observar como ahora todo era tan pequeño, parecían hormigas desde esa altura realmente algo maravilloso, seguramente si sus alas fueran mas grandes esta ahora volara por los cielos explorando el mundo y conociendo personas.

-realmente es encantador...nunca había volado y esto..no tengo palabras para explicar como me siento ahora..-dijo con emoción mirando al joven a su lado, luego este empezó a hablar sobre las frutas del Diablo- había escuchado historias sobre eso pero pensé que eran solamente mitos.. igualmente son muy raras no? Escuché en el mercado que una de eso vale miles de barries -explico un poco mientras trataba de evitar la sensación de miedo que aun estaba presente en la joven- ya veo..con que si existen...bueno algo nuevo que aprendi hoy -dijo sonriendo amablemente al joven.- 

Está notaba como poco a poco este aumentaba la velocidad del vuelo y sujeto su mano con algo de fuerza por miedo a caerse mientras con la mano libre sujetaba su camisón- me gusta y me aterra a la vez..-dijo con la voz un poco temblorosa y suspiro para calmarse de nuevo, no quería llegar a sentir mal al joven porque de cierta forma está disfrutaba el paseo, le gustaba la adrenalina recorrer su cuerpo, mientras estoy también le guiaba hacia donde debía ir, no quería que terminarán perdidos- agradezco tu gesto, realmente es una experiencia maravillosa...que seguro volvería a experimentar...-dijo mientras observaba de los grandes paisajes que hacían que los ojos de aquella joven se iluminarán y brillarán por la emoción- si alguna vez te vuelvo a ver después de esto...quisiera que me llevarás a pasear por el aire -dijo mirándolo con una sonrisa aunque pensándolo cuántas eran las probabilidades de volverse a ver? Casi nulas a no ser por el destino mismo.- 

Pronto llegarían a la playa y está se sujeto más fuerte del joven mientras descendían, casi se le sale un grito del miedo la sensación de caer aún con una baja velocidad se sentía mucho para la joven, por lo que cerró los ojos con fuerza hasta que sintió como tocaban tierra esta se bajo primero, sus piernas temblaban y se tambaleaba un poco.

-eso fue..bueno bastante aterrador -dijo mientras se reía con nerviosismo para luego acomodar su pelo que sentía que ahora estaba hecho un desastre, visualizo el lugar y recordó la veces que venia con su padre y jugaba, todo feliz como siempre, el joven dijo sobre que si hubiera sabido este lugar hubiera traído alguna sabana y hacer un picnic o simplemente visualizar el panorama mientras le extendía una fruta, la agarro y le agradeció con una sonrisa.

-eh?..ya te dije que no es necesario que me agradezcas, todo lo hice de corazón -dijo sonriendo mientras lo miraba luego de eso este le pregunto si no había soñado alguna vez con visitar otros lugares y fuera de la isla- la verdad si...pero no eh querido salir sola, osea...quiero y conocer, experimentar pero no me atrevo sola -dijo mientras soltaba un suspiro- bueno en pocas palabras..si eh soñado con viajar fuera de aquí y conocer el mundo, es un sueño frustrado que tengo desde joven.
#18
Shiro
Ninguno
La conversación avanzó tan bien que a Shiro le parecía casi inverosímil que estuviese pasando. No solo la chica había demostrado una y otra vez el buen corazón que tenía, sino que encima era tan agradable que hacía que bajaras la guardia de forma automática en su presencia. Era todo una experiencia para el espadachín… y se limitó a disfrutarla, ya que no sabía cuando volvería a repetirse algo así.

-Y yo lo hago con el mismo sentimiento - contestó Shiro correspondiendo a la sonrisa de la chica con una propia.

Por otro lado, la afirmativa de que sí quería ver el mundo pilló por sorpresa al peliblanco, ya que si hubiese tenido que apostar por algo hubiese sido por todo lo contrario. Dudaba que él mismo se hubiera embarcado en ningún tipo de viaje sino fuera por la vida que le había tocado vivir. Su sueño de niño había sido salir de su isla natal por las condiciones en las que vivía, el cual se torció en una versión retorcida de eso mismo según fueron creciendo y que terminó en uno mucho más solitario y retorcido aún; pero seguramente si hubiese tenido una vida como Akari el joven ni siquiera se hubiera planteado el más inocente de todos.

Ese sueño inicial se cimentaba en la falta de hogar, comida y cualquier otra comodidad que para otros era tan común que ni las apreciaban, pero dado su carácter tranquilo seguramente se dedicaría a un trabajo común y corriente, pasando el tiempo libre holgazaneando por algún lado… O quizás su carácter tranquilo y frío en la gran mayoría de las situaciones fuese debido a dicha vida, siendo este uno completamente distinto, más asemejado al de los niñatos consentido que había conocido alguna vez... Quién sabe.

- Pues hazlo - respondió a la chica retomando la conversación. - No dudes ni esperes a nadie… Eso puede terminar desesperándote - dijo con un tono de voz en el que se notaba claramente emoción contenida. La madre de Shiro había muerto esperando algo que nunca llegó y justamente ese fue el principal motor que empujó al joven a no rendirse hasta salir de aquel horrible lugar. - Debes ser fiel a lo que quieres y no dejes que nadie nunca te lo arrebate - prosiguió dejándose llevar por sus propias experiencias.

No quería romper el ambiente tan bueno que se había creado con aquel discurso más directo. La joven no se lo merecía a pesar no poder haberse contenido a la hora de hablar.

-Siento si he sonado rudo, no lo mereces - se disculpó inmediatamente el peliblanco. - Pero no me gustaría que otra luz se apagase por culpa de sueños incumplidos… - acabó mientras dejaba que su mente volviera a vagar hacia su difunta madre al son que volvía a juguetear con el colgante en su cuello. - Madre, juro que yo no moriré de esa forma - pensó mientras dirigía la mirada al cielo guardando unos instantes de silencio antes de volver la vista hacia Akari. - Si mi vida fuera otra te diría que viajaras conmigo… pero no quisiera por nada del mundo que la senda que sigo termine ocasionándote dolor. Mi vida no es sencilla y sería algo que no podría perdonarme nunca.

Era una pena que la conversación hubiese tomado unos derroteros tan distintos a como había empezado todo, pero el carácter de Shiro le impedía pensar de otra manera.
#19
Akari
Aka
Está sonrió y noto su reacción cuando ella le dijo que si deseaba viajar, era algo que deseaba desde pequeña y por lo cual había estado ahorrando cada vez que podía seguramente sorprendería la cantidad que poseía ahora. 

-lo se...pero tengo miedo empezar mi vida sola, estoy acostumbrada que mis padres me acompañen a todo lado o me impulsen...eh querido, recuerdo que de pequeña jugaba a hacer pirata pero ese sueño lo abandoné por la música y la cocina -dijo mientras miraba sus manos, que estaban intactas, aunque seguramente si no cuidara sus manos estarían muy feas- y no, no as soñado rudo, entiendo que tienes una vida muy diferente a la mia..-dijo mirando hacia, está escucho como dijo de que si su vida fuera otra la llevaría con el- tanto sufriste?..-dijo mirándolo con un poco de tristeza- aunque no creo que sea tan malo viajar contigo, yo se defenderme -dijo un poco pensativa pero tampoco lo decia para tratar de convencerlo y que la lleve con el.- 

Está miraba el mar y se imaginaba la incontables criaturas que se encontraban en ese gran lugar, en la islas y ciudades que todavía tenía que conocer, sentir la brisa del mar en su rostro y el olor salado del mar, todo era tranquilo y relajante, sentía como lo pocos recuerdos malos que tenía se iban con el viento y solamente recordaba los buenos- yo venia con mi familia de vez en cuando a este lugar, y....-dijo sujetando su camison para luego abrazarse a si misma- bueno..aquí nos sentíamos libres sin guardar las apariencias -dijo mientras recordaba como este era el único lugar fuera de casa que podía estar sin su camisón y estirar su alas, aunque claro ahora no lo hacia por la presencia del chico, aunque ganas no faltaban de sacar su camisón y disfrutar completamente el paisaje.-
#20


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