Alguien dijo una vez...
Bon Clay
Incluso en las profundidades del infierno.. la semilla de la amistad florece.. dejando volar pétalos sobre las olas del mar como si fueran recuerdos.. Y algún día volverá a florecer.. ¡Okama Way!
[Aventura - A Tier 2] La Ira de Cruk
Muken
Veritas
-Es como dices, algunos no saben respetar a sus mayores. – Bebiendo su cerveza el viejo lobo escucho al joven marino. Recibió la carta del herrero, la cual leyó para sí mismo. –de acuerdo, veo que ayudaste a mi amigo así que te ayudare con tu problema, aunque no sé qué tanto te poder ayudar.  – Lobo levanta la mano y llama a Kata –Tráeme un par más de cervezas y carne, mucha carne. - asintiendo con la cabeza la camarera prepara el pedido del anciano, para luego dejarlo alado de él. –Sírvete lo que quieras yo te invito, el lugar está en medio de la nada, pero la cerveza y la comida es la mejor de la isla.


 
Tras darle un largo sorbo a su bebida –  Escucha con atención marino, ese tal Capitán Crus nunca pondrá su pie en la zona negra o como nosotros la llamamos la zona del Tetra-decágono. Ese lugar es para personas que son alguien en la vida, incluso sargentos como tu serian devorados por los meros guardias. – tomando su cerveza nuevamente, se tomó unos segundos para disfrutar la cerveza -  El Tetra-decágono está formado por 14 puntos de encuentros, cada uno cuenta con 6 pisos subterráneos, cada piso está cubierto por x cantidad de guardia, se dice que en el último piso se encuentra la oficina del encargado del negocio. Si fuera tu ganaría algo más de experiencia y armaría un grupo antes de entrar a ese lugar. – tomando un pedazo de carne el viejo empieza a masticar, para luego tragar y beber alcohol –si quieres cuando llegue el momento puedo decirte como entrar, pero darte la clave ahora sería como mandarte a matar, discúlpame por el momento. Vuelve cuando seas más fuerte y pensare en darte la clave. – Kata se acerca al viejo y le trae más carne y alcohol. –En cuanto a tu Capitancito Crus, dicen que es un pobre pez loco, aunque no es para menos- bebió su cerveza –Eh oído que era dueño de 3 negocios importantes en la zona comercial 2, 4 y 5. Pero la adicción al juego de su mujer lo llevo a vender todo para salvarla, jajaja, lo gracioso es que la mujer lo dejo por otro hombre al momento que ya no pudo pagar sus vicios. El pobre desgraciado quedo solo y sin donde caer muerto, por eso ahora está atacando a otros comerciantes para que sufrir igual que él. – bebió su trago hasta darle fin – Prácticamente es un cornudo resentido que se cree capitán y las tima a pobres vendedores jajaja, la psiquis humana es algo maravilloso no lo crees chico jajaja. - agarrando carne de vuelta el viejo empieza a comer, devoraba la carne como si no hubiera un mañana y parecía que no se iba a llenar más, tomo el vaso y bebió su cerveza para luego continuar. –A casi me olvido, al parecer en su era de juventud fue un marino experto en cuchillos y aunque no es su especialidad sabe usar bien un arma. Ten encuentra esas dos cosas al momento de ir a buscarlo, puede ser un don nadie, pero si te apuñala o te tira plomo te puede causar más que un simple daño. – bebiendo el ultimo poco de alcohol que le quedaba – Mañana se festejara el cumpleaños de la hija de uno de los ex enemigos comercial de ese tal Crus, tal vez tengas suerte y lo encuentres ahí, intentando arruinar el cumpleaños de la hija de su enemigo. – tras terminar la oración el lobo de mar se queda dormido en el asiento. Kata se acerca al joven –Creo que ya no despertara en un tiempo, siempre hace lo mismo después de comer.-


Al día siguiente:
Parque


Nota de Narrador
#11
Ray
Kuroi Ya
Por fortuna su intento de iniciar una conversación fue exitoso, y la expresión facial del anciano cambió al encontrar a alguien que parecía entender su enfado ante la actitud del joven pirata. Tras leer el papel que Kensho le había dado el viejo lobo de mar anunció que le invitaría a comer y beber mientras le explicaba cuanto pudiera sobre las preguntas que traía, oferta que el marine aceptó encantado.

En particular le resultó interesante la información que obtuvo sobre las pequeñas fortalezas ilegales situadas en diferentes puntos del distrito. Al parecer se llamaban en su conjunto el Tetradecágono, pues eran concretamente catorce edificios, cada uno de ellos con seis plantas subterráneas y muy fuertemente guardados. Por las palabras del anciano aquel no era el momento adecuado para tratar de infiltrarse en uno de esos edificios, pues aún carecía de la experiencia y la fuerza necesarias. No obstante anunció que, si volvía a preguntarle al respecto cuando se hubiera hecho lo suficientemente poderoso, se pensaría el darle la clave para entrar.

El peliblanco anotó aquello en su cabeza, poniéndose como objetivo volverse lo suficientemente fuerte para que aquel anciano se atreviese a confiarle las claves de aquellos lugares. Tenía claro que ocultaban algo verdaderamente serio y peligroso, y era consciente de que como marine averiguar de qué se trataba y ponerle fin era su deber.

No obstante en aquel momento lo importante era detener al Capitán Crus quien, al parecer, no era más que un antiguo comerciante caído en desgracia. Arruinado debido a los vicios de su mujer y posteriormente abandonado por ella al no poder seguir sufragándolos, había enloquecido y se había puesto como objetivo arruinar a otros comerciantes para que pasaran lo mismo que él había sufrido. Ray suspiró. Aquel pobre diablo casi hasta le daba pena ahora que conocía su historia, pero el haber sufrido una desgracia no le daba derecho a infligírsela a los demás, por lo que tenía que llevarle ante la justicia para que pagase por sus crímenes.

Y al parecer el día siguiente sería el momento adecuado para hacerlo. Uno de sus antiguos rivales comerciales celebraría el cumpleaños de su hija en un parque próximo, y había altas sospechas de que Crus tratara de arruinar los festejos. Al parecer el delincuente utilizaba cuchillos y armas de fuego, por lo que el peliblanco podía hacerse una idea de a qué se enfrentaría.

- Muchas gracias, Lobo de Mar. - Dijo con sinceridad el joven marine. - Tus palabras me han resultado muy útiles, y tengo que darte la razón en la calidad de la carne y de la cerveza. No te quepa duda de que volveré cuando esté listo y te preguntaré de nuevo sobre la forma de entrar en el Tetradecágono, ya que esos edificios me han fascinado desde que los vi. Y tampoco de que mañana escucharás que ese pobre desgraciado de Crus ha sido llevado ante la justicia.

Iba a despedirse del anciano, pero este cayó entonces dormido. La explicación de la posadera, afirmando que era habitual en él, le tranquilizó. Así que se puso en marcha con intención de volver al Cuartel General, dispuesto a descansar bien aquella noche antes de ir al encuentro de Crus.

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La mañana siguiente Ray se despertó lleno de energía. Había llegado el momento de completar la tarea que se le había asignado y llevar al villano que estaba causando tantos problemas en el distrito comercial ante la justicia para que recibiera adecuado castigo por sus fechorías. Así que se dirigió al parque que el lobo de mar le había indicado, tratando de pasar desapercibido como un simple transeúnte que disfrutaba de un tranquilo paseo por la zona mientras esperaba que el maleante hiciera su aparición.

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#12
Muken
Veritas
Estadísticas de Crus


El parque, un edén urbano cuidadosamente cultivado, se convirtió en el escenario de una celebración suntuosa. Los árboles, adornados con guirnaldas de flores multicolores, proporcionaban una sombra refrescante mientras el sol primaveral bañaba el césped con su cálida luz. Era el cumpleaños de la joven heredera de una de las familias más opulentas de la ciudad y la celebración estaba a la altura de su estatus. Mesas de caoba, cubiertas con mantelería de lino blanco y adornadas con centros de mesa de cristal y flores exóticas, se distribuían por el césped. Servidores, ataviados con elegantes uniformes, se movían entre los invitados, ofreciendo canapés gourmet, champagne y cócteles elaborados. Un grupo de músicos, vestidos con trajes de época, interpretaba melodías clásicas y jazz suave, creando un ambiente sofisticado y relajado. Los invitados, ataviados con sus mejores galas, conversaban animadamente, degustando los manjares y disfrutando del hermoso paisaje. En el centro del parque, se erigía una carpa marrón, adornada con luces centelleantes. En su interior, una mesa repleta de dulces y postres caseros esperaba a los más pequeños. Un payaso realizaba malabares y trucos de magia, provocando las risas y los aplausos de los niños. Junto a esta también se encontraba una zona zafarí en la cual mostraban a un elefante como atracción principal. El ambiente parecía estar tranquilo y la tarde transcurría con normalidad, la cumpleañera feliz corre hacia los brazos de su padre, el cual había invertido horas de preparación y dinero para que su pequeña hija la pasara bien en su día.



La música infantil, antes tan alegre y vivaz, se desvaneció en un segundo, eclipsada por el repentino silencio que se apoderó de la sala. Los niños, con sus rostros aún pintados de payasos y princesas, se congregaron alrededor de la mesa, sus ojos grandes y brillantes reflejando una mezcla de curiosidad y temor. De entre la multitud, emergió una figura tambaleante. Era un hombre, su rostro enrojecido y contorsionado por la embriaguez, los ojos inyectados en sangre y fijos en un punto indeterminado. Su ropa, desaliñada y arrugada, parecía no encajar en la festividad que se celebraba. Con la voz ronca y entrecortada, como si cada palabra fuera arrancada de lo más profundo de su ser, rompió el hechizo de la celebración. —¡Y tú! —exclamó, señalando a una niña que soplaba las velas de su pastel, su rostro iluminado por el titilar de las llamas—. ¡Tú que estás tan feliz! ¡No sabes lo que es que te rompan el corazón! ¡Mi mujer me dejó! ¡Se fue con otro! ¡Y yo... yo me quedo aquí, solo, sin nadie que me quiera! -

Las palabras del hombre resonaron en la habitación, cargadas de una amargura y desesperación que helaron la sangre a los presentes. La niña, sorprendida por la interrupción, dejó de soplar las velas y levantó la mirada, sus ojos infantiles llenos de confusión. Los demás invitados intercambiaron miradas incómodas, sin saber cómo reaccionar ante aquella inesperada irrupción en su celebración. El hombre se acercó a la mesa, su paso vacilante. Se detuvo frente a la niña, estudiándola con una intensidad que la puso nerviosa. Sus ojos, vidriosos y llenos de un dolor inmenso, parecían perforar su alma. Por un instante, el tiempo pareció detenerse, mientras todos contenían la respiración, esperando que algo más sucediera.

Con un gesto brusco, el hombre agarró un vaso de vino que había quedado olvidado sobre la mesa y se lo llevó a los labios. El líquido ámbar resbaló por su garganta, haciendo un ruido gutural que contrastaba con el silencio sepulcral que reinaba en la habitación. Cuando terminó de beber, dejó el vaso sobre la mesa con un golpe seco, y se quedó mirando fijamente a la niña, como si esperara alguna respuesta. La pequeña, aterrorizada, se escondió detrás de su madre. Los demás adultos se acercaron tímidamente, tratando de calmar la situación y de llevarse al hombre fuera de la fiesta. Sin embargo, este se resistió, aferrándose a la mesa como si fuera su último refugio.

En ese momento, la alegría y la felicidad que habían caracterizado la celebración se habían desvanecido por completo. En su lugar, había una sensación de tristeza y de impotencia ante el dolor ajeno. Y aunque nadie podía comprender del todo el sufrimiento de aquel hombre, todos se dieron cuenta de que detrás de su comportamiento destructivo se escondía una profunda herida.

Contenido Oculto
Contenido Oculto

Nota de Narrador
#13
Ray
Kuroi Ya
La fiesta era mucho más suntuosa de lo que Ray habría podido imaginar nunca. Criado en un orfanato, el joven no había pasado penurias durante su niñez, pero jamás había visto nada que pudiera compararse ni remotamente a aquello. La fastuosidad de la decoración, del mobiliario, de los alimentos... Aquello era un nivel totalmente diferente, algo reservado a unos pocos millonarios y sus personas más cercanas. Incluso los camareros iban vestidos con unos ropajes infinitamente más elegantes que nada que el joven de pelo blanco hubiese llevado puesto en toda su vida. Y las vestimentas de los invitados parecían aún más innecesariamente engalanadas y caras.

Sin embargo la parte más importante de la fiesta parecía estar sucediendo en una gran carpa de color marrón. El marine se dirigió sigilosamente hacia ella, agazapado cuanto pudo para evitar ser visto y vigilar desde las sombras que todo fuera como debía. En el interior de la carpa un payaso entretenía a los infantes, cuyos rostros estaban pintados de múltiples colores. Una enorme colección de dulces y postres hacía las delicias de todos los invitados mientras observaban el espectáculo del humorista infantil.

Pero en ese momento todo cambió. Un hombre, claramente en estado de embriaguez, hizo su aparición. Su aspecto, además de no tener nada en común con el de los invitados al festejo, coincidía con la descripción que le habían dado del Capitán Crus. El espectáculo que dio fue lamentable, increpando a la niña homenajeada, cuyo rostro cambió drásticamente para pasar a reflejar un enorme miedo. Mientas el criminal cogía un vaso y bebía de él el que probablemente fuera al menos el vigésimo trago de vino del día, la pequeña corrió a esconderse tras su madre.

En ese momento los adultos presentes trataron de mediar, acercándose cuidadosamente al lloroso Crus con el objetivo de convencerle de que abandonara el lugar. Algo en lo que el delincuente no parecía muy por la labor de colaborar.

Ray se debatía pensando qué hacer. Por un lado el borracho maleante le daba pena. Era alguien que lo había perdido todo y estaba profundamente desesperado. Pero eso lo convertía en un verdadero peligro. Alguien que no tenía nada que perder podía hacer cosas que ninguna otra persona haría, y aquel hombre había demostrado en múltiples ocasiones estar lo suficientemente desesperado para cometer toda clase de delitos. Así que lo prioritario debía ser asegurar que todos los invitados salían ilesos y que aquel hombre no dañase a nadie. Tenía que dejarle inconsciente o inmovilizarle y apresarle. No quería acabar con su vida, pues el pobre no era más que un alma en pena, pero sí debía pagar por los delitos que había cometido. Y sobre todo había que impedir que hiciera daño a más gente.

Teniendo todo esto en cuenta el marine se puso en marcha. Se colocó sus nudilleras y se lanzó a tanta velocidad como fue capaz a por el delincuente. El tumulto que había en el interior de la carpa debía sin duda ser suficiente como para que no le oyera acercarse, y entre eso, su gran velocidad y el hecho de que su oponente estaba borracho, facilitaría enormemente llegar hasta su posición. Una vez lo hiciera, descargaría puñetazo directo con todas sus fuerzas buscando impactar en la parte posterior de su cabeza con la intención de dejarle inconsciente y, en caso de no conseguirlo, al menos derribarle.

Impacto Directo II
U78001
ÚNICA
Físico
Tier
11/8/2024
24
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades. De acertar en su ataque, causará el efecto [Derribo].
Golpe Básico CaC + [FUEx2] de [Daño contundente]

Arma utilizada
#14
Muken
Veritas
-Todo el mundo esta feliz menos yo.- un arma se desliza por su manga y cae hacia su mano -incluso tu estas feliz- con sangre fría Crus apunta y dispara en la frente del padre de la niña. La multitud se vuelve loca y empieza a gritar mientras que la niña se queda abrazando a su padre intentando que este reacciones para salir del lugar -papi, papi vamos levántate, papi- las lagrimas caían de la niña mientras que el sádico tirador empezaba a mover su mira en dirección de la niña -Tranquila, como regalo de cumpleaños yo te enviare con tu padre.-  justo antes de apretar el gatillo Crus es golpeado en el brazo para luego mandarlo a volar un par de metros, chocando contra mesas y sillas, creando un gran alboroto. 

Quedando tirado contra la pared de la carpa, Crus mueve su brazo izquierdo y saca una espada que estaba escondida en su capa roja, con su brazo bueno da un rápido movimiento, matando a dos meseros que estaban en su cercanía. Levantándose del suelo -Oye idiota porque me golpeas de esa forma, maldito hijo de puta, te cortare en pedazos.- el brazo derecho de Crus parecí que esta dislocado por el impacto, pues este le colgaba como si no tuviera sujeto a nada, pero debido a la adrenalina y el alcohol, el pirata no sentía nada. Sujetando su espada con la mano izquierda Crus intentaba reincorporarse para empezar atacar. 

Nota del narrador
#15
Ray
Kuroi Ya
Para desgracia de Ray y de todos los allí presentes, el marine no fue lo suficientemente rápido. Justo cuando se estaba dirigiendo hacia Crus pero antes de poder llegar hasta él para golpearle el criminal sacó una pistola y disparó directamente al padre de la cumpleañera en la cabeza, acabando con su vida en el acto.

El terror se apoderó del lugar. Los invitados corrían de un lado para otro despavoridos, mientras la pobre niña se abrazaba llorando al cuerpo sin vida de su progenitor.

No contento con ello, el delincuente parecía tener la intención de asesinar también a la pequeña, pero por suerte eso sí fue capaz de impedirlo. El puñetazo del marine de pelo blanco lo lanzó contra el suelo con fuerza, impidiendo que prosiguiera con su despiadada violencia sin sentido.

Al levantarse, lo cual hizo costosamente, Crus desenvainó una espada. Sin embargo lo que llamó la atención del joven marine fue que lo hizo con la mano izquierda cuando previamente había utilizado la derecha para disparar. De hecho solo le hizo falta mirar durante apenas un instante su brazo derecho para darse cuenta de que con el golpe se lo había dislocado, dejándolo completamente inutilizado.

Así que antes de que su enemigo pudiera reaccionar se lanzó de nuevo contra él con velocidad. Fingió querer atacar su lado derecho, desprotegido al no poder usar su brazo, amagando con la vista y con una finta para, cuando su oponente intentase proteger esa zona con su espada, buscar asestar un gancho en el lado izquierdo de su abdomen. Esperaba que el criminal se doblara ligeramente por el golpe, lo que aprovecharía para intentar descargar una patada ascendente en su rostro sobre la que imprimiría todas sus fuerzas.

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#16
Muken
Veritas
Crus observaba como el joven se acercaba hacia el con un movimiento hacia su derecha, - No creas que puedes conmigo tan fácilmente. – moviendo su espada con la mano izquierda, el pirata balanceo torpemente un ataque, intentando defenderse, pero esta no era mas que una finta de su adversario el cual logro golpearlo con su puño el abdomen de la parte izquierda, el golpe del marino había sido fuerte pero no lo suficiente para evitar un contrataque.

Volviendo a su posición inicial Crus lanza un fuerte abanicazo el cual va apuntado al pecho del marino, para a continuación tomar distancia. -Nada mal- comento el pirata ebrio mientras golpeaba su brazo derecho contra un poste cercano para colocar su brazo nuevamente en el lugar.

Tomo un baso que se encontraba cerca suyo y volvió a beber alcohol, -Vamos marinerito veamos que es lo que sabes hacer. – con su brazo derecho toma una pistola y empieza a disparo en dirección del marino, en total disparo 4 veces.

Nota del Narrador
#17
Ray
Kuroi Ya
El delincuente se tragó por completo la finta y recibió el impacto de los dos golpes, pero eso no evitó que tratase de contraatacar. Su borrachera, pese a limitar ligeramente sus movimientos, también disminuía el dolor que sentía, lo que le habilitó para lanzar un espadazo cuando apenas acababa de recibir los dos impactos.

Por suerte los ágiles reflejos del marine le permitieron darse cuenta de lo que sucedía e impulsarse hacia un lado en una veloz voltereta con la que esquivó la contraofensiva de su enemigo.

Rotación Rápida
ACR301
ACRóBATA
Utilidad Activa
Tier 3
18/8/2024
37
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario realizará una voltereta rotando hacia cualquier dirección, en busca de evadir una ofensiva en su contra gracias al rápido y flexible movimiento. Dicho movimiento se realizara con mayores [Reflejos] y el usuario podra desplazarse 15 metros adicionales a su [Movilidad] durante el recorrido de la esquiva, adquiriendo un +4 en su [Tasa de Acierto] para la proxima ofensiva.
+10 [Reflejos]


El autonombrado capitán pirata aprovechó ese movimiento para coger distancia y disparar una ráfaga de cuatro proyectiles hacia Ray. Aunque realmente decir hacia Ray probablemente sería faltar a la verdad, pues ebrio como estaba las balas avanzaron hacia posiciones muy periféricas que el joven peliblanco no tuvo problema en evitar con apenas un par de rápidos movimientos laterales.

En cuanto las balas hubieron sobrepasado su posición se lanzó de nuevo al ataque con una de sus maniobras más eficaces. Una falsa imagen de él mismo pareció lanzar un golpe dirigido a la cara de Crus, mientras el verdadero marine buscó golpear con todas sus fuerzas los testículos de su oponente con su puño derecho. Estaba seguro de que con ese golpe, si no acababa con él, si que lograría al menos causarle un daño tan grande que quizá se rindiera ante él.

Nimpo: Kintama no Jutsu
NIN301
NINJUTSU
Ofensiva Activa
Tier 3
16/8/2024
34
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El shinobi trazara una finta gracias a una falsa proyección de si mismo en la que parece buscar encajar un golpe en el rostro de su enemigo reduciendo en -5 sus [Reflejos], cuando en realidad esta ejecutando un impacto directo en sus dos esferas sagradas, en caso de usarse contra un hombre el daño final aumentará en +30.
Golpe Básico + [DESx2,4] de [Daño Contundente]


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#18
Muken
Veritas
Crus observa como los disparos son evadidos por el marino y enojado sigue disparando desesperado por dar por lo menos un tiro en el blanco, cosa que no paso. -Maldito- grito mientras se abalanzo directo al marino, para su desgracia este desapareció de la nada, dejando atrás a un Crus confundido que de un momento a otro sintió un fuerte dolor en sus bajos. Sus ojos se pusieron grandes como huevos fritos y no tardo en llegar sus manos hacia las joyas de la familia. Cayendo de costado debido al fuerte dolor, empezó a gritar mientras tenia pequeños espasmos. 

La cara de dolor por parte del pirata se hacia notar ante todos los presentes, quienes pedían que el marino acabara con su vida, -Mátenlo- -Si, mátalo. ese hijo de puta mato a mi tío.- -Justicia por Mariker, maten al pirata.- la gente se amontonaba al rededor del caído pirata. La niña con su vestido rosa y listones, lleno de sangre de su padre se acerco hacia uno de los adultos. -Mi papá ya no vendrá a casa. - con lagrimas en los ojos una sensación oscura apareció en la niña -Maten al malo que mato a papá.- tras esas palabras una multitud de personas empezó acercarse al pirata en busca de venganza. 

Las fuertes patadas dirigidas hacia la cabeza del pirata no tardaron en dejarlo inconsciente, la furia de la gente de la fiesta se hizo presente, el cuerpo casi no se movía pero se notaba que aun podía respirar. La señora del difunto, madre de la pequeña niña, toma el arma que se encontraba cerca del pirata y con las manos temblorosas apretó el gatillo una y otra y otra vez, pero el arma se encontraba ya vacía. Cayendo de rodillas con lagrimas en su cara esta empieza a llorar fuertemente, haciendo eco en toda la carpa. La cumpleañera se acerco a su madre y le dio un abrazo mientras también lloraba. 

La marina se acercaba al lugar, el cuerpo del pirata estaba bastante golpeado y necesitaba primeros auxilios para sobrevivir. 

Nota del Narrador
#19
Ray
Kuroi Ya
El feroz ataque del marine tuvo un efecto aún mayor del que había esperado, pues el delincuente se desplomó casi de inmediato tras llevarse las manos a sus partes íntimas. Presa del indescriptible dolor, se retorció en el suelo sin ser capaz de moverse más allá de retorcerse en su posición.

Ese momento lo aprovecharon muchos de los presentes para abalanzarse sobre él, llevados por la ira y el odio que sentían contra el hombre que había asesinado al organizador de aquella suntuosa fiesta. Al fin y al cabo quienes allí quedaban eran o bien familiares o bien amigos de la víctima de Crus, y teniendo en cuenta que tan solo habían pasado unos escasos minutos desde la muerte del mismo estaban dominados por sus sentimientos más primarios y viscerales.

El marine miró hacia el autonombrado pirata mientras le apaleaban. En el fondo no era más que un pobre desdichado, unb alma en pena que había perdido cuanto tenía y no había sido capaz de afrontarlo. Apenas unos minutos antes verle en esa situación le habría inspirado un profundo sentimiento de pena, y habría tratado de detener el linchamiento público que se estaba produciendo. Pero claro, unos minutos antes Crus tan solo era un pobre diablo que había robado un par de tiendas, mientras que ahora... Ahora era un asesino a sangre fría, y su numero de víctimas era tan solo de una gracias a la intervención de Ray. De lo contrario a saber a cuántos de los presentes habría matado. Prefería no pensarlo.

Lo que aquel delincuente había hecho, acabando con la vida de su antiguo rival comercial frente a su familia y amigos sin mediar ningún tipo de provocación previa, no tenía perdón. Y el joven entendía la rabia que inundaba a los invitados a la fiesta. Así que no hizo nada por detener el apaleamiento del derrotado criminal por parte de los presentes.

En su lugar se acercó hacia la mujer y la hija del fallecido y, con gesto apesadumbrado, les dijo:

- Lamento mucho su pérdida. No he podido detener a Crus a tiempo, y un inocente ha muerto por ello. Les acompaño en el sentimiento. Por lo menos ahora ese asesino no hará daño a nadie más.

Si hubiera sido un poco más rápido... Pensó mientras caminaba hacia el Cuartel General una vez sus compañeros hubieron llegado y se hubieron llevado a un agonizante Crus. Debía hacerse más fuerte, solo así podría evitar que personas inocentes siguieran perdiendo la vida a manos de desalmados como aquel.
#20


Salto de foro:


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