Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Aventura] [Autonarrada] Robado Fotográfico
Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
El sol comenzaba a alcanzar la cúspide en el firmamento, iluminando todo el cielo de su luz y calidez dejando un basto mar azul solo pintado ocn algunas nubes. Suzuka D. Hanami, una joven de increíble belleza con característica melena platino y ojos que reflejaban la curiosidad del mundo, dio su primer paso en las bulliciosas calles de Loguetown. Desde que salió de su hogar, había deseado conocer esta icónica ciudad de la que Hugo le conto historias mientras viajaban desde el mar del norte hasta ella, un centro de ocio y cultura en todo el este.

Las calles estaban llenas de vida. Comerciantes vociferaban a pleno pulmón sus ofertas, pregonando sus productos frescos y de calidad, mientras los lugareños y turistas deambulaban disfrutando de la capitalista atmósfera. Hanami tenía un espíritu aventurero, y después de unas horas de viaje, estaba ansiosa por explorar cada rincón de Loguetown - ¡Wow! - Exclamó mientras observaba una tienda que vendía todo tipo de sombreros - ¡Son preciosos! - Entonces proceso lo que indicaba y marcaba la etiqueta del precio - Mierda soy pobre...

Todo en la ciudad parecía atraer su atención. Las coloridas tiendas, los aromas de la comida local que revoloteaban en el aire y la música que salía de un pequeño café cercano. Pasó frente a una boutique donde los escaparates exhibían elegantes vestidos que danzaban al ritmo de una suave brisa a pesar de estar al otro lado del cristal. El corazón de Hanami latía rápidamente, motivado por las posibilidades que esta ciudad le ofrecía.

Mientras deambulaba de un lado a otro, un flash inesperado iluminó su entorno. Confundida, Hanami paró en seco y se giró para descubrir a un hombre con una cámara de alta gama colgando de su cuello. Él tenía una mirada intensa, como si hubiera visto algo extraordinario en ella - ¡Espera! - Dijo, acercándose con un aire de interés y confianza - Eres increíblemente fotogénica... ¿Tienes un momento? - Hanami sonrió tímidamente, un poco sorprendida por la atención repentina. Sin embargo, la curiosidad sobre lo que el hombre quería la llevó a escuchar - Soy fotógrafo de moda, mi nombre es Jean Pierre. Estoy trabajando en una serie de fotografías para la próxima edición de una revista local y creo que podrías ser la modelo perfecta.

Ella parpadeó, sorprendida por la propuesta "¿Yo modelo?" Pero antes de que pudiera responder, Jean continuó - Me encantaría hacer una sesión contigo, quizás en algunos lugares emblemáticos de la ciudad. Pagaría un buen precio, por supuesto - La idea de ser el centro de atención y posar frente a la cámara la emocionaba. Había soñado con vivir experiencias exclusivas, aunque nunca había imaginado algo como esto - ¿De verdad crees que soy adecuada para eso? - Preguntó, sintiendo que su modestia la podría traicionar - ¡Absolutamente! - Afirmó Jean Pierre, mostrando algunos ejemplos de su trabajo en su cámara - Mira, con el fondo correcto y la ropa apropiada, podrías ser la estrella de Loguetown.

Hanami miró las imágenes. En ellas, modelos lucían outfits increíbles, se movían con gracia, capturando la esencia de cada prenda. La idea de ser parte de algo tan artístico le dio un impulso de confianza - De acuerdo... ¡Acepto! - Respondió con una sonrisa decidida. Ambos comenzaron su aventura. El primer lugar que eligieron fue el famoso puerto de Loguetown. Las gaviotas volaban en círculos, y el sonido de las olas rompía contra los pilares de piedra. A medida que se colocaba en diferentes poses, Hanami se sentía cada vez más a gusto frente a la cámara. Pierre se movía rápidamente, capturando cada ángulo, cada sonrisa auténtica.

- Eres genial - Dijo Jean, claramente emocionado con el trabajo - Vamos a la siguiente ubicación... ¿Qué te parece? - La joven no pudo dejar de sonreír. Pasaron horas explorando la ciudad y tomando fotografías. Desde el colorido mercadillo hasta la emblemática plaza del patíbulo, cada lugar se volvió un telón de fondo perfecto. Ella lucía un vestido rojo brillante que encajaba a la perfección con la energía del lugar y parecía incansable a pesar de dar vueltas por toda la ciudad, ahí se veía su estamina oni.

Después de varias horas de disparos y risas, decidieron hacer una pausa en un delicioso café. Mientras saboreaban pasteles y tomaban jugo, Hanami no pudo evitar sentir que este encuentro había sido un regalo, algo inesperado que estaba transformando su día - Espero que no te resulte incómodo, pero me gustaría poner algunas prendas más elegantes para las últimas fotos, quizás algo más provocativo - Sugirió Jean Pierre con un brillo travieso en los ojos. Sacando a relucir la autentica naturaleza de muchos fotografos de modelos que buscaban resaltar sus cuerpos para vender más y si había suerte llevárselas a la cama.

La joven sintió que su corazón se aceleraba. La idea de ser provocativa era nueva para ella, un territorio inexplorado que la llenaba de timidez y emoción. Podía ver cómo los ojos de Jean brillaban de emoción mientras hablaba de las opciones - No estoy segura… - Comenzó, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo - Quiero decir, no sé seria lo adecuado - Él la miró con comprensión, pero también con la determinación de no rendirse - Te prometo que será una experiencia divertida. La moda se trata de expresarse y explorar facetas que no siempre mostramos.

Hanami había estado disfrutando de la experiencia, pero esa sugerencia la hizo dudar. Desde que habia comido aquella fruta sabia que la gente ya no la miraba igual y que ahora desprendía cierta aura magnética de forma natural, y tenia miedo de que podría pasar si se ponia seductora y provocativa de verdad - Lo siento pero… Yo - Dijo levemente, tratando de encontrar las palabras - No estoy segura de que deba hacerlo - El fotógrafo vio su duda, y su expresión se suavizó - Está bien, Hanami. No quiero que te sientas presionada. La moda, al final, debe hacerte sentir bien contigo misma - Fue muy comprensible - Si prefieres seguir con algo más modesto, no hay problema.

Hanami sonrió aliviada. Esa comprensión y respeto le dio aún más confianza - ¡Gracias! Me daba pena que todo terminara aquí por negarme - Dijo muy emocionada -No, esta es tu sesión, tu portada. Haré lo que quieras - Su energía se volvió contagiosa - Preparemos algunas imágenes que capturen tu esencia - La tarde siguió teniendo magia. Continuaron con una mezcla de atuendos que realzaban la belleza natural de Hanami. A medida que caía la tarde, el cielo se envolvió en un halos de colores intensos, y las luces de la ciudad comenzaron a brillar. Al final de la jornada, Hanami posó en un hermoso vestido de luna, que parecía envolverla en la esencia de Loguetown.

Finalmente, se despidieron de la sesión. El fotógrafo le prometió que las fotos aparecerían en la revista local - Gracias, Jean ha sido una experiencia inolvidable - Dijo Hanami, con gratitud sincera - No, gracias a ti, y tu increíble belleza, eres un diamante en bruto en esta industria... Estoy seguro de que esta será solo la primera de muchas portadas - Contestó con una sonrisa.

Mientras caminaba de regreso por las calles de Loguetown, Hanami sintió que había dejado una chispa de sí misma en cada foto, pero también había descubierto el poder de la autenticidad. A pesar de las inseguridades que acompañaban a ser una figura pública, entendió que su esencia no necesitaba ser camuflada. Loguetown, con su intensa energía y su mágica atmósfera, le había regalado no solo un día lleno de aventuras, sino una respuesta a la pregunta que la acompañaba desde hacía tiempo. Ella era bonita y por alguna razón su belleza se había realzado, y eso podía llegar a ser un arma...
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