Hay rumores sobre…
... que una banda pirata vegana, y otra de maestros pizzeros están enfrentados en el East Blue.
[Evento] [Búsqueda del tesoro] El Enigma Olvidado
Drake Longspan
[...]
Drake Longspan observaba el puente frente a él con la acostumbrada cautela que lo caracterizaba, aunque sus sentidos estaban alerta, tenía que garantizar su superviviencia.

Jun era impulsiva, eso ya lo sabía. La había visto hacer locuras que otros ni siquiera considerarían en situaciones mucho más simples, robar en medio de un mercado de día por ejemplo. Pero en su mente, no había razón para alarmarse ahora. Después de todo, estaban en medio de una carrera extraña por una estructura aún más extraña, con antiguos ascensores que parecían diseñados para algún tipo de competencia milenaria, y la chica ya había demostrado tener más habilidades de las que aparentaba, aunque estuviese sujeta a él hasta bien entrados en el puente. Cuando ella se acercó al borde del precipicio, él simplemente se limitó a observarla, convencido de que, como siempre, saldría ilesa de lo que fuera que estuviera tramando.

Lo que no había previsto, sin embargo, era la presencia de un inesperado y maldito compañero de travesuras... MC Duck, el pato terrorista.

Drake frunció el ceño en cuanto vio al plumífero en brazos de la chica medio tiburón. El mismo pato que hacía un rato había estado susurrando ideas locas en el oído de la joven aunque el muchacho no se diese cuenta, ese maestro de la manipulación emplumada y liante profesional, ahora se encontraba cómodamente en sus brazos mientras ella fingía no notar lo absurdo de la situación. Había algo en los ojos oscuros del ave que siempre lo hacía sospechar, como si detrás de esa adorable apariencia se escondiera un pequeño demonio con un plan maestro.

«Espera... ¿Qué está haciendo con el pato?» pensó el humano de brazos largos, todavía sin moverse, como si estuviera intentando darle sentido a lo que veía.

Aquella chica, con su habitual actitud de "me importa una mierda todo" seguía acercándose peligrosamente al borde del abismo, y fue entonces cuando su sonrisa traviesa y la mirada cómplice que le lanzó al pato hicieron que todas las alarmas internas de Drake se dispararan.

Y entonces, ocurrió.

Sin previo aviso, Jun Gunslinger dejó escapar un grito ahogado y, con un movimiento teatral, fingió resbalar, llevándose consigo al pato de la mafia y lanzándose al vacío.

Drake Longspan parpadeó, atónito, el tiempo que le tomó a su cerebro procesar lo que acababa de ver. Un segundo después, su calma habitual se evaporó como humo. Sus ojos se salieron de sus orbitas, estaba absolutamente desencajado.

¡¿ES EL PATO?! 

Su corazón, que normalmente latía con una cadencia relajada incluso en los momentos más tensos, ahora bombeaba adrenalina a una velocidad alarmante. ¡Jun era medio pez y sabía nadar! Eso estaba bien. Pero el pato… ¡El maldito idiota había consumido una Akuma no Mi! Drake no tenía idea de si esa bola de plumas sabía planear o no, pero en ese momento, no le importaba. Todo lo que sabía era que si el pato se ahogaba, Jun iba a cargar con la culpa, y probablemente arrastraría a Drake con ella, era su única misión, que todo el mundo volviese a casa.

¡¿PERO QUÉ CARAJO HACEN?! 

[Imagen: PlYG4LF.png]

Corrió moviéndose como un rayo. Sus piernas, normalmente torpes, se movieron con sorprendente agilidad mientras extendía sus brazos largos hacia el abismo. Su intención era clara: atrapar a Jun Gunslinger y al pato en el aire, como un héroe en una historia de aventuras, aunque luego les ahorcaría a los dos. Pero, como ocurría con la mayoría de las cosas que el chico intentaba hacer sin pensar demasiado, su ejecución fue… menos que perfecta.

Sus manos, largas y fuertes como eran, calcularon mal el tiempo y la distancia. En lugar de una maniobra elegante de rescate, lo único que consiguió fue rozar los bordes de la ropa de la chica antes de perder el equilibrio y caer al vacío detrás de ellos. Fue un momento de pura comedia física: un grandullón de más de dos metros de altura que se lanzaba al abismo con la gracia de una tabla de madera cayendo de una mesa.

¡NO QUIERO MORIR! — gritó sollozando mientras el viento silbaba en sus oídos y su cuerpo caía a una velocidad aterradora — ¡TODAVÍA ME DEBEN DINERO!

Su desesperación no era para menos. Mientras caía, sintió cómo su estómago se le subía a la garganta junto al onigiri, y la única cosa que podía pensar era en el destino inevitable que le aguardaba al final de la caída: el agua oscura que había visto desde arriba, o lo que fuera que hubiera en ese abismo desconocido.

El impacto tenía pinta de cualquier cosa menos heroico. Imaginó su cuerpo hundiéndose como una piedra gigante. El agua lo envolvería por completo en cuestión de segundos, y en la confusión del momento, sus largos brazos y piernas se agitarían torpemente mientras trataba de orientarse. Las burbujas que escapaban de su boca en forma de gritos de angustia solo añadirían un toque más ridículo a su posible muerte...

¡JUN! ¡¿QUÉ TE PASA POR LA CABEZA?! — Gritó en plena caída.

¿Cómo había terminado metido en esto? Ah, claro… porque Jun Gunslinger y ese maldito pato piromano y manipulador no conocían el concepto de “no hacer locuras”.
Y él, claramente, tampoco.

Resumen
#81
Panda
JANAI
Panda, Muzen y King lograron abordar la plataforma 3 a tiempo, fue una verdadera fortuna que no hayan tenido complicaciones. De igual manera, el pobre viejo Indiana tuvo la suerte de acabar en los acogedores brazos peludos del medico de la tripulación y Anissa bajaría junto con Jack en la otra plataforma. Aunque improvisado, el plan marchaba estupendamente y panda parecía un animal completamente distinto al de hace unos instantes, la promesa de una comida y los ánimos de sus compañeros le permitían seguir adelante... hasta que llegaron a esa nueva habitación y los temores de panda comenzaron poco a poco a retornar.

La habitación de arriba se cerro con un estruendo y el ascensor los llevaría a una nueva habitación con puentes colgantes de escasos 5 metros de ancho y debajo de los puentes había agua, muchísima agua cuyo fondo no se podía ver, una verdadera locura!

De inmediato, las patas de panda comenzaron a temblar del miedo y los pensamientos intrusivos se apoderaron de el.
-Oh no, que vértigo, ¿y si me caigo al agua? yo no se nadar, por culpa de esa fruta que comí me hundo como una almeja y soy un panda torpe no podre saltar para ir al otro lado....ME VOY A CAER Y ME AHOGARE! QUE VOY A HACER, QUE VOY A HACER!- comenzó a decir panda cada vez más alterado.

-No debí venir.. debí quedarme en mi casa, no debo estar aquí, déjenme volver, donde esta el ascensor- Decía panda queriendo volver por donde vino.

Mientras Panda vivía esta crisis, su capitán King se comunicaba vía den den mushi con Alexander, Indiana Anissa y Jack. Al parecer el buen Indiana le había dado una pista clave, que sumado al nuevo mensaje escrito en aquella sala, les daba una buena pista al equipo sobre que camino tomar, pero Panda no estaba en condiciones de concentrarse demaciado como para colaborar, hasta que el capitán se dirigió hacia el.

Cita:Venga Panda, si no pensara que puedes con esto y más no te habría invitado a mi tripulación. ¿No crees? Ahora agárrate fuerte y no tengas miedo. – 

Aquellas palabras reanimaron un poco a Panda, pero algo que ni el se esperaba es que aquel conejo quería que panda se suba a su lomo.
-¿Mm estas seguro de esto King? mira que estoy bien pachoncito y no es como si me estuviera conteniendo mucho con los postres. -Dijo panda tocando su barriguita.

Pero Panda no estaba en condiciones de negarse, después de todo su mentalidad aun era como la de un esclavo sin voluntad al servicio de su amo, acataría cualquier orden por ridícula que fuera con tal de salir de ese lugar. Aunque claro, como era de esperarse, aquellos 150 kilos de puro pelaje y grasa no eran lo que se dice una carga liviana para King. De hecho lo mas sensato seria que el panda cargue al conejo, pero el oso se subió sin rechistar y de esta forma el conejo tomo impulso y salto... pero como era de esperarse en cuestion de segundos ambos animales terminarían cayendo por fuerza gravitatoria al abismo submarino.

Una vez más el pánico se apoderaría de panda.
-NOOOOO, VOY A MORIR, VOY A MORIR, AYUDAAAAA!!- gritaba panda que se aferraba fuertemente de King... quizás demasiado, lo que se dice un verdadero abrazo de oso o de panda mejor dicho, que por poco le sacaba los ojos al pobre conejo.

Por fortuna, el dial de bola de King los salvaría nuevamente y con la ayuda de Muzen lograrían subir a salvo en las nubes flotadoras.

-Uff menos mal, que susto pensé que no la contaba- Dijo Panda mientras masticaba bambu. Después de todo, tanta ansiedad da hambre.

-Gracias chicos, me han salvado nuevamente-

Resumen
#82
Kael
El Fantasma del Mar
El ascensor descendió, dejándonos en una habitación completamente nueva. Un puente enorme estaba delante de mí, y me preguntaba cómo demonios civilizaciones pasadas podían ser tan avanzados como para crear estructuras como estas, claramente innaturales, y al mismo tiempo hacer trampas con ellas. ¿Habría sido antes del siglo vacío o después? ¿habrían usuarios de Akuma no mi involucrados en esta construcción? Sin duda alguien con los poderes de Drake podría haber hecho una construcción así en un momento, pero si no tendría que ser el trabajo de toda unas vidas para una civilización.

Echando un vistazo por la zona, y mil preguntas tenía sobre este puente y el material del que estaría hecho para aguantar tanto tiempo y que aguantara. Normalmente el propio paso del tiempo hacía que todas las construcciones antiguas perdieran parte de su sentido y función por este motivo. Un nuevo mensaje estaba escrito, otra vez escrito en esta lengua antigua. Lo leí para mí mismo.

Mi Den Den Mushi empezó a sonar y en cierto modo eso me alegró. Sabía que sólo mi tripulación podría contactarme de esta forma, y más sabiendo que el Den Den Mushi que tenía tendría alcance limitado. Cogí el comunicador y recibí la llamada de Gavyn, me alegraba que estuviera bién después del susto que me había dado al desaparecer antes activando el ascensor sin querer. Aproveché ese momento para hablar con Vesper y Muken a mi lado y contarles lo que ponía en las nuevas inscripciones.

- Gavyn, me alegro de que estés bien. He bajado con Vesper y Muken por el ascensor que tenía un 3 a la derecha del que bajaste. No sé si te has dado cuenta, pero hay una nueva inscripción en el lenguaje este tan raro que estamos encontrando por todas estas ruinas. El nuevo mensaje dice... -y le comenté las nuevas inscripciones- .

Empecé a darle vueltas a qué quería decir este nuevo acertijo. Al menos el haber llegado hasta aquí significaba que al menos hemos resuelto la primera parte sin problema, o eso esperaba, pero este nuevo acertijo era más complicado que el anterior. O al menos eso parecía. ¿Para qué construirían un puente tan largo? Me asomé al borde del mismo y observé lo que había al fondo del mismo. Una especie de lago subterráneo se encontraba justo debajo de nosotros. O al menos creía que era un largo, no me llegaba ningún olor a salitre como suele venir del mar, pero estando a aproximadamente 15 metros del agua no sabía que decir.

Al asomarme enseguida llegaron gritos de la derecha, de el puente más cercano. Voces y gritos que reconocía perfectamente llegaron desde allí, el resto de mi tripulación. Les había visto ponerse en otra placa con el V puesto que eran muchos, pero me alegraba que el azar hiciera que justo estuviéramos unos al lado del otro. Si pasara algo buscaríamos la manera de poder ayudarnos entre nosotros.

Al menos hasta que vi como desde ese mismo puente Jun con Pato saltaban al vacío, y segundos después, también Drake. -Pero que demonios.. - dije en voz baja- ¡chicos! -dije a mis acompañantes y a Gavyn en llamada- ¡Jun, Pato y Drake acaban de saltar! ¡voy a intentar ayudarles! - guardé mi Den Den Mushi corriendo.

Me moví lo más rápido que pude al extremo opuesto del puente, mirando al puente de mi tripulación. ¿De verdad habían saltado del puente? Jun lo entendía, es medio gyojin después de todo, pero Drake y Pato? Estar en el agua es lo que menos querría hacer un usuario de las frutas.

-No temas... No temas... -dije para mi mismo pensando y me quedé callado abriendo muchísimo el ojo tras haber unido los conceptos- Que hija de... tendría que felicitar a la pequeña Jun como este plan tuviera éxito. Si tenía razón la felicitaría, como se equivocase y me ahogue sólo esperaba que termináramos en el mismo infierno para poder vengarme. -pensé-

Finalmente, cogí carrerilla y dí un salto con todas mis fuerzas hacia su puente. Sabía que no iba a llegar al otro puente, pero si caía al agua, esperaba que estuviera lo más cerca de ellos. Instintivamente, por si acaso, activé mi forma de logia. Sabía que desde que tocase el agua no serviría para nada, pero por si acaso


Resumen
Inventario
Virtudes y Defectos
#83
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Mientras Anissa terminaba de comunicarse con el resto, decidí avanzar un poco por ese puente, al notar que otros ya lo habían echo y el mismo no se había venido abajo.
Di dos pasos hacia el interior de dicho puente y luego salté para ver que tan resistente era y al parecer, podía soportar el peso de ambos sin problemas.
Aun así, no tenia que tentar mucho a la suerte, por lo que luego de probarlo, volví sobre mis pasos, hacia Anissa.
-Creo que el puente nos puede soportar. Asique dudo que tengamos problemas en caminar sobre el. Asique vamos- le dije a Anissa, mientras comenzaba a moverme hacia el medio del puente, pero un nuevo llamado por el den den mushi, hizo que me detuviera.
-Tch, ¿Acaso los otros no tiene cosas mejor que hacer que molestar?- pregunté al aire, mientras esta vez tomaba mi den den mushi y contestaba.
-Si, ¿que carajo que quieren ahora? - le diría a quien estuviera detrás de aquel caracol, algo molesto por sus interrupciones, pero mi molestia se transformó en una sonrisa divertida al oír lo que tenían que decirnos.
-Muy bien. Supongo que nos veremos pronto. Procuren no morir aun- le dije a todos detrás de ese den den mushi de manera divertida y sobre todo al Doc, quien era el que estaba dando la información.

Una vez la llamada se cortó volví hacia Anissa.
-¿Lo has oído? Al parecer debemos saltar hacia el agua y que la misma nos arrastre. Al final ese viejo semi muerto nos ha servido de algo- le dije a Anissa con una sonrisa, antes de notar como otras personas se tiraba también al agua.
-Eh? El doc les compartió esa información también? Tch, la poca ventaja que teníamos ahora se ve arruinada por la boca del Doc. Vamos Anissa, no nos demoremos. Debemos llegar cuanto antes al premio que hemos venido a buscar- le diría, mientras la tomaba de su mano y la arrastraba hacia algún punto del puente que nos permitiera saltar directamente hacia el agua que se supone que teníamos debajo.

Tras mirar un poco, giraría nuevamente hacia aquella mujer que me acompañaba y exclamaría:
-Estas lista, no? - sin esperar su respuesta, me lanzaría hacia el agua arrastrándola conmigo hacia lo que parecía ser una muerte segura. Pero me consolaba que si al menos moría, Anissa y todos los otros idiotas que se habían arrojado, también lo haría.
“No seré el único en el infierno” pensé divertido.

Resumen
#84
Shiro
Ninguno
Una vez que el grupo estuvo reunido sobre la plataforma con el número cuatro, como había pedido Qazan, un nuevo mecanismo se activó bajo los pies de este causando un gran temblor por la sala antes de dejarlos caer de nuevo. En apenas un pestañeo el cuarteto había sido tragado por un extraño y reducido ascensor, haciendo que el grupo se volviese un amasijo de extremidades entrelazadas, piel resbaladiza y pelo. Mucho pelo.

Esta vez el descenso duró mucho menos que la anterior vez, pero dada la angustia de la situación a Shiro se le hizo una eternidad. Al joven espadachín le hubiese encantado disfrutar de la bajada como estaba haciendo el mono, pero el peliblanco ni siquiera podía gritar  a causa del agobio aunque hubiese querido. No sabía cual parte de Gretta estaba tapándole la boca, quedándolo sin apenas respiración, por lo que cuando el cuarteto terminó saliendo despedido del ascensor fue todo un alivio para Shiro. El espadachín se tomó unos instantes tirado en el suelo antes de levantarse y echar un vistazo a su alrededor.

La daimink por su lado, como era normal, se mostraba frustrada y enfadada por todo lo acontecido, mientras que Goku… simplemente era Goku. A Shiro aún le costaba comprender de dónde había sacado Lance tan peculiar espécimen… y mucho menos qué había visto en él para dejarlo unirse a la banda. Shiro tendría que preguntárselo si conseguían salir de aquí todos juntos, pero primero debía de centrarse ante lo que tenía frente a él si quería que ese momento se diese.

- Menos mal que está el pez conmigo - pensó Shiro cuando Qazan intervino para tranquilizar a la cerda. El gyojin ya le había demostrado al peliblanco tener una intuición e ingenio de lo más agudo, por lo que su presencia a falta de Lance y Juuken también conseguía tranquilizar al espadachín.

- Además, tampoco podemos arriesgarnos a que cualquiera de estos sean los de Lance y compañía… - intervino Shiro ante el apunte de la orca de querer destrozar el resto de accesos tras asomarse desde el puente.

Parecía que el número de puentes indicaba el número de posibilidades que tenían sus nakamas en bajar también, pero Shiro no veía manera alguna de poder reunirse todos. Él seguramente podría usar sus poderes para cruzar sin problemas por la sala, pero dudaba que sus compañeros dado su tamaño pudiesen saltar de un lado a otro. Esta vez, quedarse quietos le parecía un peligro innecesario al joven cocinero, por lo que cuando Qazan se ofreció a que se subiera a su hombro, como había hecho con Juuken, al desembarcar en la isla, no puso objeción.

Shiro en un principio había temido que el puente cediese ante el peso de la daimink o ante el de ellos dos juntos, pero una vez que esta hizo la comprobación, el espadachín pudo respirar aliviado y avanzó sobre su nakama mientras no quitaba un ojo del agua que había bajo ellos. Desde que la gran mayoría del grupo había consumido una fruta del diablo, aquel elemento era uno de sus enemigos más acérrimos, por lo que cuando el gyojin le dijo que ellos iban adelantándose, el muchacho una vez más no puso pegas y dejó que terminase de recorrer el trayecto lo más rápido posible tras avisar a nuestros nakamas.

- Tened cuidado y avisad por den den mushi ante cualquier problema - apuntó Shiro a la despedida antes de proseguir junto a Qazan.

Shiro suspiró aliviado cuando cruzaron el puente sin problemas. A cada paso que daban, había esperado que este cediese o que apareciera algún tipo de bestia marina que les cortase el paso, por lo que fue toda una sorpresa el haber cruzado sin que nada les molestase.

- No, no perdamos tiempo en eso - diría Shiro ante la idea de Qazan de abnegar el resto de escaleras. - Si quitamos otras formas de avanzar, solo conseguiríamos tener que vigilar nuestras espaldas constantemente, así que sí, mejor avanzamos - prosiguió el espadachín mientras acompañaba al gyojin a través de unas nuevas escaleras.

La iluminación proporcionada por las antorchas era tenue. Costaba ver los escalones y Shiro tuvo que bajar dando cada paso con sumo cuidado. El peliblanco temía que las escaleras volvieran a desmoronarse en cualquier momento, aunque por suerte, esta vez, ningún mecanismo nuevo se activó haciéndolos caer de otra vez y la pareja pudo bajar sin percance alguno hasta alcanzar una sala nueva.

El nuevo habitáculo era mucho más pequeño y con solo un vistazo se podía observar cómo no tenía salida aparente a excepción de otras escaleras iguales a las que ellos habían utilizado, aunque estas claramente iban hacia arriba indicando que conectaría con el puente de al lado al que ellos habían utilizado. Esto hizo pensar a Shiro que seguramente cada escalera diese a habitaciones distintas, dando cada una a un rompecabezas distinto o teniendo el único camino correcto. La pared del fondo, como Qazan mencionó, parecía diferente y quizás sí que hubiese algún mecanismo oculto para hacer que esta se moviera, pero también podía ser un simple señuelo para tenerlos perdiendo el tiempo en esta sala cuando el camino correcto se encontraba tras otro puente diferente. Si era así, Shiro debía de avisar a sus nakamas, por lo que sin más dilación se buscó el den den mushi que llevaba y lo activó tras llevárselo a la altura de los labios.

- Chicos, nuestras escaleras dan a una sala cerrada. Vamos a busc… - pero entonces el grito de la orca se metió en la comunicación - ¡¡¡Senmaigawara Seiken!!! - gritó antes de lanzar un potente puñetazo que hizo retumbar la sala cuando impactó contra la pared falsa, haciendo que el peliblanco se quedara mudo ante la impulsividad de su compañero.

Si el ataque de su compañero funcionaba, el peliblanco se metería por el boquete ocasionado para explorar tras este; mientras que si no conseguía nada se limitaría a lanzar un suspiro a modo de respuesta y comenzaría a buscar por las paredes algo que le llamase la atención. Ya fuese alguna baldosa con un color distinto o algún botón camuflado que no se viese a simple vista.

Resumen y Cosas
#85
Vesper Chrome
Medical Fortress
Encontrándonos ahora en una nueva habitación, miré hacia abajo en donde no podía ver más que agua, y era claro que por esos lares no podía tirarme yo, era una mierda tirarse al agua cuando habías consumido una fruta del diablo. Y en frente solo habia un puente, al mirar a los lados habían más de esos, no podía saber a ciencia cierta la distancia entre un puente y otro, pero parecían unos quince metros más o menos, según yo podía saltar a esa distancia, claro eso en caso de ser necesario y esperaba realmente que no lo fuera.  


Con ver a mi alrededor ya podía ver dos grupos diferentes, en uno había personas que no conocía, pero al otro lado estaban mis compañeros. —Oiii!! Idiotas, estamos por aquí. — Les grité tan fuerte como pude, no era una distancia exagerada, pero tenía que hacerles saber a mi manera que nos encontrábamos bien de este lado. —¿No necesitan que les corte un pie o algo por ahí? — Ellos ya conocen mi forma de ser amable y preocuparme por su bienestar, así que deberían ver esto como un simple acto de hermandad entre nosotros, no el quitarles un pie, sino el preguntar si todo estaba bien a mi modo.  No pude evitar observar la cara de Bonez, su rostro reflejaba terror, como si hubiera visto algo que lo petrificara, de por si su piel era pálida, pero ahora parecía una hoja de papel y eso realmente era preocupante, no sabía que pensar, pero cuando observe que no estaba fumando como de costumbre me preocupe demasiado.  


Pero, ¿habia tiempo para preocuparme? Pues la verdad no, en eso vi como Jun se lanzaba al vacío con el puto pato entre manos, y no pude pensar nada más que eso tiene que ser obra del Pato , es cierto que Jun parecía estar loca, incluso más que yo mismo, pero no podía pensar que se lanzaría sin más al agua como si fuera un pez, y sí, claro que lo era, pero la caída era bastante más dura. —Niñaaaa!!! ¿Estas loca? — Alcance a decir antes de ver como esta se aventaba tremendo clavado digno de un diez de diez, Observe como detrás como un maldito saco de patatas Drake se lanzaba hacia ella, y juro por Nika que mi corazón sintió como se llenaba de una maldita adrenalina increíble, las ganas de saltar eran irremediables y lo haría yo también, hasta que recordé, Pato es usuario, Drake es usuario si yo también me lanzaba seriamos peso muerto nada más para la pobre de Jun.  

 
—Father Crew, Jun y pato, también el tonto de piedra. — Olvidaba que este también estaba viendo lo mismo que yo e inmediatamente terminó de darnos los detalles sobre las inscripciones extrañas que también se presentaban en esta habitación y que mi mente decidió ignorar totalmente hasta que él lo menciono, entonces saltó y podría jugar que iba a llegar, pero no fue suficiente y este también cayó al agua, esperaba que estos malditos tuvieran un plan y que esto no sea simplemente locuras del maldito pato, porque juro que buscaré la manera de encontrar su cadáver y comerlo.  

 
Ahora solo nos encontrábamos Muken y yo en este puente y en el otro solo se encontraban Bonez y el Capitán Byron, pero este último podría moverse por sí mismo, siempre ha sido alguien que se vale por sí solo, en cambio mi hermano de otra madre, el Doctor Bonez parece que no podría hacerlo solo y no era mi momento de dejarle enfrentar sus demonios sin ayuda, ahora somos nakamas. Mire a Muken a los ojos, este también parecía que se iba lejos, preocupado por sus dulces, pero tenía la sensación de que podría moverse a toda velocidad si se lo pidiera. —Muken, escúchame bien, tienes que correr, corre por el puente hasta llegar al otro extremo, yo iré a buscar a Bonez, SOLO CORRE MALDITA SEA, ¿ENTIENDES?  — En verdad no quería que ninguno de nosotros se quedase atrás, y tenía fe por algún motivo de que aquellos que cayeron al agua serian ayudados o algo por el estilo, al final de cuentas son tres usuarios de fruta del diablo y solo una chica pez, me preocupa un poco, pero al final de cuentas no me uní a una tripulación de débiles, inadaptados sí, pero débiles jamás.  


Tras haberle dado las instrucciones a Muken mire hacia Bonez y el capitán, en verdad debía tener determinación para vociferar aquello aun cuando en los demás puentes pasaban cosas similares con otros grupos de los cuales no tenía ninguna seguridad si eran tripulaciones o personas al azar, más que aquella conversación de mi capitán con lo que parecía ser otro capitán pirata hace pocos minutos.  —OIIIIIII BOOOONEEEEZZZZUUUU. — Grité con todas mis fuerzas, en verdad quería que saliera de ese trance en el que parecía haberse metido. —NECESITO QUE MIRES HACIA ADELANTE, MIRA EL CAMINO BONEEEEZ, SI TE ATREVES A RENDIRTE SOLO POR NO TENER TUS CIGARROS, TE JURO QUE TE ARRANCO AMBOS BRAZOS. — Tras estas palabras corrí por el puente unos pocos metros para terminar transformándome en mi forma completa de Hiena y dar un salto hasta el puente donde se encontraba mi amigo de bares, de bebidas y apuestas.  


Tras un duro salto que por un momento pensé que no podría completar, llegue sano y salvo al otro lado, miré a Bonez y es probable que no me haya visto en esta forma aun, pero tenía la información de que yo era una Hiena, o al menos un humano que podía transformarse en una. —Como en los bares de Rostock Strange, tú me cuidas la espalda, yo te cuido la tuya, súbete. — Esperaba que aquel hombre de piel extraña se subiera a mi lomo para posteriormente correr en dirección a las escaleras que parecían verse al final del puente. No quería imaginarme lo ridículo que se veía una hiena con un kimono, pero me daba igual justo ahora, solamente quería correr hacia el otro lado y fue entonces cuando recordé que Gavyn estaba ahí también, solo en una de los puentes.  


—¡¡¡EMPLUMADO!!!— Grité para llamar su atención una vez vi al doctor Alexander correr en el puente que estaba al lado de Muken. — NO VAYAS A QUEDARTE ATRAS O IRTE SOLO, SINO TE ARRANCARÉ LAS ALAS PARA QUE CORRAS TANTO COMO YO, MALDITO. — Era mi manera de decirle que le esperaría al final del puente para que nos vayamos juntos una vez Muken pueda también llegar hacia donde le habia indicado.  

Resumen


Salto y Detalles
#86
Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
No hacía mucho tiempo que se conocían, pero Hanami, en su día, decidió confiar en esa gente. Le transmitieron unas buenas sensaciones, similares a las que sentía por las personas que la salvó en su momento. Sin embargo, eso no quitaba que aquella cicatriz que ardía en su espalda le trajera malos recuerdos. Y el haberse quedado sola y abandonada justo ante una de las situaciones en las que la chica había estado más aterrada desde hacía mucho tiempo, no ayudó a que no se alterara de forma excesiva. Ella era una chica con un frágil corazón dañado y no procesaba bien las posibles consecuencias de sus actos.

Pero Lance tomó una rápida iniciativa, como todo un caballero, o un galán embaucador, según se mire, tomando la mano de la chica con firmeza y clavando una profunda y sincera mirada que acompañaría con unas pocas palabras; en realidad, no necesitaban más. Lo cierto es que una de las cosas que le agradó a Hanami desde que conoció a Juuken y a Lance es que no eran como tantos hombres, y alguna mujer, que desde que obtuvo el poder de la Mero Mero quedaban embelesados a un nivel bobo solo por estar cerca de ella. Así que ya ni hablemos de algo como tomar su mano y quedarse mirándole a los ojos; lo normal sería que se rindieran a sus pies, pero Lance casi parecía querer que la oni se rindiera por completo ante su caballerosidad.

- Bu... no... gracias... - Diría, intentando apartar un poco la mirada de Lance - Siento haberte golpeado, estaba fuera de lugar; desde hace muchos años tengo cierto temor a los sitios muy elevados - Se explicaría la chica para justificar un poco sus actos impulsivos y su estado de inconsciencia involuntaria - Bueno, como deb... - De repente, la losa sobre la que estaban los tres se abrió como una trampilla, revelando a los aventureros otra caída libre hacia lo desconocido, aunque esta vez era un sendero más estrecho - ¡Otra vez no!

La escena cuando llegaron abajo sería, cuanto menos, curiosa. No habían sufrido ni de cerca una caída como la primera, pero el revivir la experiencia de repente, y teniendo la mano sujeta por una de las de Lance, hizo que la chica, por instinto, en la caída libre, se aferrara al capitán como un koala a su árbol. Un instinto natural, pues se volvió a sentir en peligro, y no le daba ninguna vergüenza asumirlo. Así que al piso inferior llegaron con la gran Hanami enganchada a la espalda de Lance.

- Es verdad que esta vez no me soltaste - Pero entonces, desde su posición, Hanami pudo ver cómo Juuken se adelantaba a inspeccionar la situación. Aunque Hanami solo veía el inmenso puente que tenían que cruzar, lo cierto es que ella acababa de salir de dos experiencias desagradables, y su frágil corazón de doncella necesitaba recomponerse - Mira, capitán, te perdonaré del todo por lo de antes si me llevas al otro lado, que no me apetece cruzar todo este puente - La oni se acomodaría bien, aferrándose a la espalda de Lance; a pesar de su mayor estatura, por suerte él era un hombre muy fuerte.

Conforme comenzaban a avanzar, notaría que Gretta estaba dándolo todo para llegar al final de su puente, no muy lejos del suyo "Con razón no quiero yo cruzarlo" Pensó. Pero también apreció al que parecía ser el pequeño mono de Goku, haciendo unos estiramientos al final de su puente, mientras esperaba que todos llegaran para ir a la próxima sala. Sin duda quedaba claro que el chico había tomado una buena delantera.

- ¡Achús! - Estornudó la chica, acariciándose un poco la nariz con el extremo de su cola, puesto que estaba sujetándose a Lance. Pero la visión en la distancia de Goku y Gretta, el momento de calma que tenían, y el estornudo que le agitó un poco las ideas le hizo pensar - Oigan... Si todos acabamos cayendo hasta el interior de este lugar... ¿Acabamos de dejar nuestro barco completamente solo y sin vigilancia en una isla que está siendo asediada por piratas y exploradores?

Resumen
#87
Gavyn Peregrino
Rose/Ícaro
Mantenerme escondido, aguardando que mis compañeros lleguen no era algo habitual en mí, quizás escondido, pero no esperando compañeros, quizás algún socio o aliado temporal, pero no una tripulación completa, menos una tripulación completa de inadaptados. Quería creer que mis decisiones me habían llevado a buen puerto, figurativamente, porque literalmente el último “puerto” que habíamos tocado era el de esta condenada isla y por todos los sucesos que se dieron hasta ahora, sin siquiera dudar podía decir que en ningún sentido esto sería buen puerto. Seguí el movimiento del único grupo en la sala mientras esperaba que Draven conteste la llamada, el único hasta que los gritos y el murmullo de las voces comenzaron a percibirse de nuevo. Era consciente de que toda la situación debió provocar un buen susto entre todos los presentes, pero realmente creí que intentarían ser cautelosos, especialmente sabiendo que competían con otros por el premio gordo.

Las cosas se volvieron caóticas nuevamente, tan pronto como me asomé nuevamente para observar qué es lo que sucedía, me encontré con que varios miembros de otras tripulaciones decidían cruzar sus puentes o arrojarse de ellos… ¿Arrojarse de ellos? Para ser exactos, algunas de esas personas eran parte de la tripulación a la que me había unido hace unos días ¿Cómo lo sabía? Bueno, es difícil no saberlo, considerando la altura del hombre de brazos largos y el llamativo cabello azul de Gunslinger, puede que mi visión no me permitiera ver tan lejos como un halcón, pero podría localizar fácilmente a los miembros de los Piratas Hizashi.

Cuando el Den Den Mushi sonó atendí rápidamente, sin querer perder más tiempo del que ya había perdido, no después de ver lo locos que se estaban volviendo los acontecimientos. Las palabras de Draven fueron concisas y veloces, lo que necesitaba ahora mismo para poder continuar sin remordimientos porque, por supuesto, no traía cigarrillos encima y el tiempo corría lo suficientemente rápido como para alarmarme. No era el primer período de abstinencia por el que pasaba, ni sería el último, pero que no trajera una cajetilla como siempre, justo en el bolsillo interior de mi chaqueta de vuelo, era relativamente muy poco común. Interpretar el mensaje que había estado oculto hasta que Draven lo tradujo no fue sencillo y, de todos modos, no sería capaz de afrontar la situación, no sin resarcir el daño que mi adicción por la nicotina me estaba provocando.

Divisé a lo lejos como Gunslinger y el hombre de brazos… Se arrojaban al agua ¿Habían perdido la cabeza? De la hafugyo me lo esperaba, pero del juicioso carpintero no, era demasiado cauteloso para ellos ¿Ese era el nivel de confianza que había entre ambos? No importaba ¿Caerían directamente en el agua? Dos usuarios de Akuma. Apreté la mandíbula “el que no arriesga no gana” es una buena frase, tal vez deberían enmarcarla y colocarla en la habitación de algunos de nuestros tripulantes. Reflexionar el motivo por el cual sucedía todo esto no tenía caso; solo me arrepentía de haber llamado a Draven alguien “medianamente responsable”, evidentemente no era responsable en absoluto.

Colgué la llamada apretando el botón del Den Den Mushi y lo guardé en mi bolsillo, mis ojos dorados se dirigieron a un puente más cercano, mucho mucho más cercano, del que provenían unos gritos increíblemente distinguibles, podía reconocer la voz de Vesper donde sea y cuando sea, se la pasaba gritando cuando se sentía ofendido, es decir, la mayor parte del tiempo, si había una persona más bocazas que yo, ese debía ser él. Entrecerré los ojos, hastiado por lo que dijo, sabía a qué se refería, pero no podía evitar enfurecer por la idea de que tocase mis alas. Salí hacia el puente, corriendo un primer tramo antes de agitar mis alas para elevarme, volé hacia la izquierda, formando una “U” para ganar velocidad cuando enfilé hacia la derecha, directo al puente adyacente al mío y en ese momento lo vi… Un mink lobo, Alexander, e Indiana, pero más importante aún, dicho mink estaba fumando un cigarro. Todo lo demás se volvió ruido blanco, mis pupilas se contrajeron lo suficiente para imitar dos delgadas y elegantes agujas, la idea ya estaba plantada en mi cabeza cuando, por memoria muscular, me incline, poniendo al mink como mi objetivo. Llegué al puente, semi–plegué las alas en un movimiento veloz y extendí la mano hacia abajo, arrebatándole el cigarro de la boca, solo para volver a extender las alas y batirlas cuando estuve fuera del área de la pasarela de piedra.

Mantuve el cigarro cerca de mí para evitar que se apagué y reduje la velocidad cuando me acerqué a la pasarela de piedra en la que se encontraba Vesper, descendiendo junto a él.

. – No vuelvas a amenazar mis alas, proyecto de can, o voy a convertirte en un artículo decorativo de mi habitación ¿Nos entendemos? –El insulto y la amenaza de muerte estaban implícitos cuando me acerqué y prácticamente le puse el cigarro en los labios a Bonez para que fume– Ten, apenas está empezado.

Chasqueé la lengua, mirando a Vesper nuevamente– Vamos. –Me dirigí hacia el final del puente, moviendo mis alas con suavidad y pasando los dedos entre las plumas, asegurándome de que estuvieran allí. Mi garganta comenzó a sentirse seca, por lo que carraspee, sintiendo una comezón que conocía, pronto los efectos de la abstinencia comenzarían a afectarme más, la irritabilidad y el nerviosismo eran solo el comienzo.

Resumen

Inventario

V&D
#88
Anissa Marr
Nissa
Jack era un hombre de acción y mientras yo esperaba una respuesta de parte de los demás miembros de la tripulación él ya se estaba encaminando al puente para investigar si era capaz de soportar nuestro peso con algunos saltos. –Entonces sí, avancemos. Al menos hasta que…- decía mientras le iba siguiendo antes de ser interrumpida por el sonido del den den mushi pero esta vez fue Jack quien se encargó de contestar. Me acerqué a él, poniéndome a su lado para escuchar las palabras que Alex decía que le había dicho el viejo al que habían salvado. Mis ojos se abrieron a más no poder al escuchar lo que dijo, no le encontraba sentido a los que mis oídos estaban escuchando y me parecía la peor idea a seguir.

-¿Te parece algo lógico?- le pregunté a Jack en vez de responderle la pregunta sobre si había escuchado las palabras que el vejete le había dicho a nuestro nakama. Todavía no estaba del todo de acuerdo en hacerle caso a sus instrucciones ya que era casi seguro de que si nos equivocábamos probablemente moriríamos. Con tan solo voltear por un instante a ver qué era lo que los demás hacían y alcancé a ver como más de uno se lanzaba de los puentes, probablemente llegando a la misma conclusión que Alex aunque desconocía por qué motivo lo hicieron. –Dudo que Alex haya compartido la información que recibió del viejo, a menos que hubiera una ganancia de por medio.- contesté ante la afirmación de Jack. –Así que de verdad tendremos que saltar a lo que podría ser nuestra muerte, ¿no?- seguí con un claro tono de desconfianza en mis palabras. Además de que si lo hacíamos tendríamos que hacer todo lo posible por que los miembros de nuestra tripulación que habían consumido una akuma no mi no murieran ahogados.

Jack me tomó de la mano, dirigiéndome a la orilla del puente permitiéndome ver la caída a la que tendríamos que enfrentarnos. Escuché la pregunta de Jack, y antes de que pudiera responder sentí como me jaló directo al vacío que se encontraba bajos los puentes. -¡NO! ¡CLARO QUE NO ESTOY LISTAAaaaa!- grité mientras comenzaba nuestro rápido descenso al agua. Traté de cerrar los brazos y simular que me ponía de puntas para cuando cayera al agua mi cuerpo cubriera la menor área posible y así hacer más fácil el aterrizaje acuático.

Resumen
#89
Byron
Hizashi
El mecanismo cedió, e instantáneamente los presentes en aquella plataforma comenzamos a descender. La luz que presidía la sala anterior los abandonó, e inmediatamente se encontraron en la oscuridad del ascensor, escasos segundos, pues una nueva sala iluminaba la puerta a su frente cuando el mecanismo terminó de hacer su recorrido. El espacio en el que bajaron era angosto, los hacía apretar sus cuerpos unos contra otros, por ello, en cuanto vieron la salida en su frente, varios se adelantaron un poco hacia el puente rocoso elevado en las alturas. Desde allí pudieron ver con mayor claridad la siguiente ubicación, no solo había el puente en el que ellos se encontraban, sino muchos más, elevándose sobre el vacío, iluminados por unas tenues antorchas como en la sala anterior.

Caminó hacia delante, ignorando los cuchicheos que su compañero emplumado de blanco le dedicaba a Jun, de querer enterarse podría haber afinado su buen oído, pero el analizar la nueva localización le llenaba más. Se acercó al precipicio, viendo al fondo lo que parecía ser un calmado lago, aunque no podía asumirlo por la distancia que los separaba. De pronto, un lejano sonido que le hicieron confirmar sus sospechas, por lo menos de que aquello que veía era líquido, el sonido como de alguien zambulléndose en el agua desde una altura considerable, ¿quién habría sido? No podía saberlo, pues no se concentró en ver quienes más se encontraban en aquellos puentes, quizás ni había sido una persona, y alguien había lanzado algo contundente desde arriba para hacerse una idea de la diferencia de altura. Una cosa era segura, aquello era un lago, independientemente del fluido que fuese.

Ahora sí, miró los extremos del resto de construcciones, viendo a su izquierda al resto de su tripulación, y entre ellos al lobo doctor e a Indiana, que curiosamente lo llevaba a su espalda mientras disfrutaba lo que parecía un cigarro. No pudo evitar mirar a Baltazar y pensar que, robarle aquello que fumaba, volvería a hacerlo un ser funcional. De pronto, sacándolo de aquel fugaz pensamiento, escuchó su Den Den Mushi sonar tenuemente, pillando a medias una conversación entre Gavyn, su navegante, y Kael, su tercero al mando y "padre" de la tripulación. Su lodoso amigo comentó que se encontraba con Vesper y Muken, sonrió levemente al ver que no comentaba haber tenido algún problema para bajar, y seguidamente comentó la nueva "pista" que se encontraba en aquellos textos. Se quedó pensativo por un momento, intentando entender aquel mensaje, solo se le ocurría una cosa, pero no le encajaba aquella definición, pues en caso de ser agua, quien la nombraría de aquella forma.

Respondió el saludo de Vesper elevando su brazo alegremente, a pesar de ser gruñón, claramente se preocupaba por el resto, y esta, era su peculiar forma de demostrarlo.

- ¡Aquí estamos pulgoso! ¡Por lo que veo estamos todos sanos o salvos! Bueno, casi todos... - Murmuró finalmente siendo consciente del patético estado en el que se encontraba Baltazar.

Realizando aquella contestación, sintió pasar una figura a su espalda a él, se giró para ver de quien se trataba con curiosidad, Jun cargando en sus brazos con McDuck, quien sin esperarlo, y con una teatral actuación, se precipitó al vacío. No pudo reaccionar, al no esperarlo de forma genuina, quedando atónito con el semblante totalmente desencajado, y sin aun asimilar aquella fingida escena, Drake pasó raudamente frente a él para sufrir el mismo destino. Parpadeó velozmente varias veces, totalmente incrédulo ante lo que acababa de suceder y tan solo logró mascullar unas palabras mientras aquellos cuerpos caía.

- ¿¡Pero qué cojones hacéis?! - Preguntó como si alguien pudiese contestarlo.

Sin creerlo, escuchó el comentario de Kael en la pasarela continua, quería intentar ayudarlos, y sin temor a lo que pudiese pasarle, saltó junto a ellos, transformándose en lodo y extendiendo su cuerpo para intentar atraparlos. Definitivamente la situación se había ido de las manos, podríamos haber solventado la situación simplemente siguiendo el camino de piedra, pero a sus camaradas les gustaba ir por el camino difícil, y siendo sincero, era lo que más amaba de ellos.

El muchacho no pudo evitar soltar una carcajada, alegre, aquellos que había reclutado eran tan locos como él, ¿quién sería el osado para negar que aquello no era la definición más perfecta de aventura. Las lágrimas de felicidad acompañaban la carcajada, y mientras las limpiaba sin disimulo vio como su fiel médico llegaba de un salto convertido en hiena a su puente. Sin perder tiempo, Vesper propone con confianza el seguir él por el puente junto a Baltazar.

- Te lo encargo querido amigo, sé que contigo estará en buenas manos.- Dijo sonriente, viendo llegar a Gavyn con un puro encendido en sus manos, irrumpiendo en la conversación colocándole aquella chusta a Baltazar en los labios.- Bien, pues entonces... Vosotros tres seguir por el puente, confío en vosotros, y sé que sois lo suficientemente poderosos como para no tener problemas... - Hizo una pequeña pausa, mientras estiraba su esbelto y delgado cuerpo, haciendo así sonar su espalda y varias articulaciones.- Yo me marcho con los locos, no puedo dejar a los intrépidos sin su líder, vosotros tenéis más cabeza HIE HIE HIE.- Rio sacando pecho. - Aunque me da cosa dejar a Muken solo, imagino que se las apañará.

Una vez vio al grupo dos alejarse por el puente, Byron se aseguró de que su espada estuviese bien agarrada a la cintura, y sonriente, viendo el grupo de Lance a lo lejos, se dio cuenta de que para ganar hay que arriesgar, convenciéndose aún más de lo que iba a hacer.

Flexionó sus rodillas en el borde, y como si fuese a realizar su técnica "Primera Rotación Solar" se dio un poderoso impulso hacia el fondo del abismo. Una vez cayendo, extendió sus brazos para caer recto, como una flecha, al líquido que, de manera involuntaria, rezaba por que fuese agua. Decidido, finalmente hizo contacto, casi sin salpicar debido a la forma del impacto, y una vez sumergido, nadó todo lo rápido que podía para alcanzar a sus camaradas.

DATOS
#90


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