Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Común] [C - Pasado] Historia de cadenas y grilletes.
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
A pesar de ser una isla que parecía bastante amena y pacífica, siempre ha Ian cosas ocurriendo en Kilombo, alguno que otro problema que necesitaba solución o piratas con sed de aventuras o dinero eran cosas que pasaban desapercibidas al ser un lugar tan calmo y ameno. Dentro de aquel lugar se encontraba Bonez, en medio de una taberna con un vaso entre sus manos, aunque aquella situación que podría ser tan común como el beber en un bar de malamuerte, en verdad escondía otros negocios.

Y es que Bonez aún seguía buscando aquella anciana que había esclavizado a la gente de su isla, aquella horrible bruja que lo habia convertido en aquel hombre  con piel negra y ojos rojizos como si fuera el propio demonio en persona. 

El se tomaba en serio el tema de los esclavistas ya que demasiado horror había visto en sus tiempos en clmo.se castigaban inocentes y se doblegaba la voluntad de hombres, mujeres y niños a través de castigos inhumanos.  Era claro que aquellos hombres no merecian ni una pizca de compasión, ya que por sunparte se notaba que gran parte de los que trabajaban de esclavistas carecían de cualquier tipo de brújula moral.

Ahora Bonez se encontraba en aquel bar mirando a un grupo de esclavistas conocidos en Logetown, los cuales estaban gastando su dinero en alcohol en aquelnestablecimiento.

Bonez no despegaba sus ojos del capitán, un hombre al que llamaban Kassius "El Azote", un hombre que habia llegado lejos en su vida como pirata, exactamente porque no tenía límite en su nivel de crueldad .

Bonez sabia que ese hombre tenía conexiones con aquella bruja llamada "Yagga" pero no quería hacer un escándalo en ese lugar, era menor que esperara  mientras que el pirata y sus secuaces se llenaba de alcohol.
#1
Sowon
Luna Sangrienta
La rutina muchas veces se hacía tediosa en aquella isla, las tareas para mujeres como ella escaseaban, pese a haber detenido a algunos maleantes y cortado por la mitad a muchos otros muchos días se debía conformar con rescatar animales. Aquel día parecía uno de esos, se había pasado parte de la mañana recuperando gallinas que escaparon de un corral y la otra parte rescatando gatos de los árboles. En muchas de estas tareas su enorme espada solo era un hacha con estilo, derribando árboles para recuperar a los animales de manera más ágil, en especial cuando eran gatos que en lugar de bajar al verla solo subían más alto. Tampoco se consideraba tan fea, pero los animales tienen una visión alterada de la belleza y a veces una chica con cuernos no era lo más agradable a la hora de despertarse. De hecho, algunos animales le hacían más sencilla la vida como el gato que ahora reposaba en su cabeza tras bajar del árbol y encontrar el espacio entre sus cuernos mucho más cómodo, se adentró a una taberna para poder beber algo. Muchos de los rumores más interesantes pasaban por esta, no eran oficiales pero había conseguido sus mejores encargos de manos de civiles o cantineros hartos del algún grupete de maleantes. Su mirada cual esmeralda brillante recorrió el lugar lentamente al ingresar, pudo ver a unos desconocidos algo ruidosos a un costado y si no recordaba mal era alguien valioso, los carteles finalmente habían servido pero atacar en un lugar tan cerrado podía llevarse vidas inocentes, lo hubiera hecho de no ser por el gato sobre su cabeza. Primero debería conseguirle algo que comer y luego emboscar a esos fajos de billetes con patas.

―Algo para beber y leche para el gato, ¿Alguna novedad? ¿Esos de ahí son famosos no?―

Apuntó sin mucha discreción al grupo de borrachos haciendo que el cantinero asienta levemente y se apresure a complacer su pedido, no era recomendable hacer esperar a una mujer de cuatro metros que portaba un espadón que le doblaba en altura. Bajó al minino mientras le acariciaba antes de que este comenzara a beber la leche de una bandeja y ella hiciera un fondo blanco a su gran jarra de cerveza, estaba dulce para su paladar pero no le importó necesitaba mantener la sobriedad si deseaba atrapar a esos famosos maleantes. Se percató de alguien a su lado, era una hormiga humana pero era diferente a otros, parecía que salía de una fiesta o de un volcán con aquella piel extraña que le llamó poderosamente la atención.

―¿Vienes de un volcán o algo? Aunque no me lo tomes a mal, es bueno encontrar a alguien que no sea idéntico a todos los enanos que me cruzo. Puedo decir que tienes cierto estilo, aunque no sea el mío lo respeto... ¿Quieres un trago?―

La mujer hizo servir otro vaso a su extraño compañero, imaginó que si venía de trabajar en las minas o de una expedición en un lugar que lloviese cenizas le haría falta refrescar la garganta. Su voz era suave, aterciopelada pero sin dejar de arrastrar un tono rasposo, salvaje casi innato en ella. Su rostro en cambio, una sonrisa bastante amigable si se ignoraban sus colmillos, estaba relajada y jugando con el gato que no era suyo, simplemente buscaba recargar energías antes de poder despedazar a una presa. Si no fuese por su gigantesca espada y sus cuernos hasta parecería que solo estaba paseando a su mascota por el pintoresco lugar. Suspiró mirando el reloj en la sala, los borrachos del costado todavía no salían, tic-tac cada segundo en aquella situación se le hacía bastante insostenible. No le agradaba esperar, impaciente como ella sola, deseaba todo en un momento y le costaba rechazar la invitación a una danza de acero, sangre y agonía.
#2
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Aun su mirada se mantenía intensamente en aquel hombre que estaba riendomentre los tripulantes, bebiendo y comiendo a destajo. Quería ir ahí y abrirle el cuello con una de sus cartas-navaja como si fuera una bolsa de agua y dejar el lugar pintado de rojo. Pero sabía que no podía, tenía que dejarlo vivo y que le diera información, después de todo ese tipo de personas de todas maneras no se merecian ser perdonados.

En eso un gato salta a su mesa, ya fuera por simple curiosidad felina o vio alguna mosca la cual poder cazar, habia terminado cerca de Bonez, haciendo que  este saliera de su trance y viera al felino que se encontraba a frente a el.

¡Ewa! ¿Que haces amigo? Parece que te equivocaste de mesa. Dice Bonez acariciandolenlas orejas unas cuantas veces antes de  comenzar a mover las manos como si fuera un mago , mientras que el felino miraba atento a sus dedos, escondiendo las orejas y centrado a los movimientos. 

Depronto, en un rápido movimiento de dedos, aparece en la mano de Bonez una pequeña bola de "catnip", haciendo que al olerla el gato se restregara en ella y la tomara con sus patas delanteras.

La atención que tenía el gato se desvío a la voz que le hablaba  viendo a una oni de 4 metros, ciertamente se impresionó más que nada de ver a alguien de aquella raza por primera vez, haciendo que sonriera por la manera directa en la que la chica le preguntaba tan abiertamente por su color de piel, haciendo que el moreno terminará por reír ante lo directa que era, lo cual.le agradaba haciendo que riera brevemente.

Ewawawa!!! Me agrada tu actitud. Pues no vengo de un volcán aunque pareciese que mi piel haya salido del propio magma dice dejándole  aquella bola de catnip al felino antes de presentarse con ella.

Pues no de un volcán pero si vengo de una isla que esta maldita, llamada "Fantasmagoria". Lugares de pantanos  inexplorados y mitos que se mezclan con la realidad, lugar de donde vienen los "Niños Malditos" de los cuales soy parte ...lógicamente no voluntariamente, sino no sería una maldición.

Baltazar Bonez, parte de "Los niños malditos", cazarecompensas y apostador. Dice sacándose el.sombrero y haciendo una leve reverencia con la cabeza en forma de presentación.

Bueno, nunca puedes ser del agrado de todos, tal vez son las calaveras. Dice alzando los hombros antes de ser el ahora quien la miraba de abajo hacia arriba por su gran tamaño. ¿Te han dicho que eres alta? De seguro tienes otra zona horaria allá arriba. Dice tomándose esa libertad para quebrar el hielo con un chiste, mientras que el gato disfrutaba con la leche recién servida y la bola de catnip recientemente adquirida por el chico de piel negruzca.

Se podía ver una buena disposición en ella, haciendo que levantara  un poco su sombrero para sonreirle. Un trago estaría perfecto, ewa. 

Dice mientras que observa aquella pesada espada y su corpulencia, parecía ser una mercenaria, tal vez una cazadora como lo era el,  aunque con esa espada gigante lo dudaba. Aún así, había algo esa esa alegre sonrisa detrás de los grandes colmillos de la oni y sus cuernos que destacaban en su físico además de su tamaño, parecía una buena compañera de cantina, así que así relajo riendo al ver como el gato había quedado adormilado gracias al catnip mientras se mantenía cerca de ellos.


¿Y que hay de ti?   Veo que esa espada es tu herramienta de trabajo, así que si puedo intentar adivinar podrías ser una cazapiratas o guardaespaldas de algún capitán importante. Aunque no lo decía solo por eso, ya que se notaba en el cuerpo trabajado de aquella oni de amplia sonrisa que habia determinación y trabajo duro. Una buena combinación para un "Trickster" como el, haciendo que al mover las manos casi de manera misteriosa aparecieran un abanico de cartas de baraja de poker,  las cuales controlo con extrema destreza entre sus manos antes de hacerlas desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

No solo eso ewa, además soy bueno haciendo magia. Dice solo para hacer reír más a esa chica Oni con unos cuantos trucos de magia.
#3
Sowon
Luna Sangrienta
Se inclinó para escuchar la historia de aquel sujeto, una isla maldita junto con historias de fantasmas, ella era alguien muy crédula que aunque las cosas muy locas podían resultarle extrañas la magia no era una de esas cosas. El sujeto no parecía mentir en el color de su piel, tampoco en el hecho de que existiese una isla donde la mayoría de sus pobladores sintiesen una agonía por culpa de algún poder extraño. Sin dudas había despertado su intriga con la mención de un linaje, era algo inculcado en su sangre Oni, los linajes eran casi sagrados ya que probaban la relación a un clan y este clan en consecuencia podía brindar cierto estatus a su posición con respecto al mundo.

—¿Niños malditos? Esa cosa suena terrible, aunque si sigues vivo no debe ser una maldición mortal, a lo mejor puedas hacer de ese estigma un legado. Me gustaría saber más al respecto, por mi parte soy Sowon Shinozaki, parte del clan de Onis del mismo apellido. Mi sangre tiene una larga tradición de mercenarios en Onigashima y salí al mar para expandir dicha tradición. Me considero una guerrera más que una mercenaria, aunque es cierto que siempre he blandido mi espada por dinero.—

Se presentó riendo ante la clara diferencia de alturas, quizás se lo hubiera tomado mal de no ser porque no quería extinguir a un niño maldito sin conocer en profundidad el misterio de su maldición o al menos la historia de aquel cazador que también se dedicaba a apostar. Se inclinó sobre la barra, curiosa con su mirada al momento de ver como el pequeño felino se calmaba por gracia de una pequeña bolita. No mentía en la capacidad de tener algo más que un simple tono de piel, sus ojos rojos también le resultaban llamativos, un contraste entre una demonio con ojos de angel y un humano con ojos de demonio.

—¿Mi espada? Es con lo que me gano la vida por lo general tomando la de alguien más, un intercambio justo si te pones a pensarlo. Trabajo es trabajo, no voy a negar que lo disfruto y en ocasiones desearía encontrar un rival que valiese la pena. Aquí arriba no hay nada muy diferente, supongo que puedo ver con más facilidad los escotes de otras chicas sin que se den cuenta. ¡Bwahahaha!—

Comenzó a reír golpeando la barra antes de abrir sus ojos de par en par, la magia volvía a escena y esta vez eran cartas las cuales aparecían entre las manos de su interesante interlocutor y tras rápidos movimientos se esfumaban. Comenzó a aplaudir fascinada, no había visto nada igual en su tierra natal y claramente era la primera vez que observaba a un profesional realizando trucos con tal destreza. Para la chica era real, no había manera que hubiera ocultado las cartas, desde su posición era muy complicado ocultarle movimientos y esto solo incrementaba la destreza del peculiar humano.

—Eso fue genial, no pude ver donde fueron las cartas, supongo que si me lo dices arruinaría la magia. ¿No has pensado en ser uno de esos... como le llaman, artistas? Es decir no creo que haya muchos con tal destreza y podrías hacer mucho dinero. O es.. ¿Acaso hay una razón que te impulse a cazar? A mí solo me atrae la promesa de una buena presa.—

Indagó fascinada, absorta en los trucos de magia, comenzando a conversar para comprender mejor a alguien que había elegido un camino de vida similar y sin embargo se mostraba tan diferente. No parecía un guerrero, no tenía ese carisma o aura que le hiciera saber al mundo lo que buscaba. Era más un artista, un mago de las ideas y un creador de algún mundo donde la inteligencia premiaba más que un acero afilado. ¿Entonces cuál era el combustible? ¿Qué empujaba a alguien así a jugarse la vida? Muchas preguntas y poco tiempo, la Oni aguardaba con ansia cada respuesta, como si estuviera descubriendo un universo totalmente opuesto.
#4
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Era una de las pocas veces que  el podía verse realmente feliz, en esos momentos en las que podia mostrar su magia a alguien, ya que aún recordaba que de las pocas cosas que le habian hecho soportar Fantasmagoria era su hermana; una chica fanática de la magia que fue su mayor fan. Le agradaba la actitud de Sowon, ya que además de lo anterior dicho era una chica que se mostraba claramente alegre y orgulloso de su linaje de guerreros. El había sido obligado a ser un niño de la guerra, tal vez por eso su visión en cuanto a ellos era diferente.

Creo que si, mientras no se lastimen inocentes es justo si es que se vive una vida de pirata, estar condenado por la recompensa por tu cabeza es lo más similar de lo que me puedo imaginar de llevar esta maldición sobre mi piel. Dice antes de que una sonrisa más amplia se viera en au rostro. Onigashima~ repitió mientras que escuchaba con atención a Sowon. Conocía a familias de Onis que tomaban el combate como una seremonia respetada y casi honorable. Todo depende de la cultura de cada uno y se notaba que aquella chica se la tomaba en serio, de verdad que eran diferentes el uno del otro.

Bueno ewa. Yo siempre fui alguien que lucho por sobrevivir más que por honor o placer. Aunque ahora estoy de cazador, solo busca do pistas que me.lleven a una persona y creo que ese hombre del que hablabas cuando llegaste al bar es una de las piezas del rompecabezas que necesito unir.

Dice refiriéndose a ese capitán pirata que comía  a destajo mientras que sus compañeros cantaban de manera fuerte y bulliciosa.

Bueno, si lo quente interesa es una buena presa podrías ayudarme a capturarlo,  digo si es que te gusta la cacería, estos piratas son peligrosos. Dice ya que no le molestaría un poco de ayuda para atrapar a esos esclavistas, riendo levemente cuando le sorprende diciéndole que le gustaba ver los escotes se las chicas.

Ewawawawa!! Sabiendo eso me ha dado envidia ser un edificio alto como tu. Dice bromeando antes de jugar un poco más con sus trucos de magia para ver la sonrisa en los labios de aquella chica.
#5
Sowon
Luna Sangrienta
La conversación se encausaba lentamente a un terreno familiar para la mujer, cuando había dinero y pelea de por medio era el mejor cebo para captar su atención. Mucho mejor que cualquier truco de magia que pudiera ocurrir en ese diminuto espacio entre ambos. Escuchaba, al parecer la supuesta maldición era como un estigma, uno que acompañaba al marcado de por vida y le castigaba desde su nacimiento. Un wanted no le parecía algo similar, no había comparación entre un cartel y una maldición de nacimiento dado a que el primero podía cancelarse de muchas maneras y la maldición condenaba desde el punto más profundo a una persona.

—No lo veo tan sencillo, un wanted es solo un trozo de papel, puedes pagar para hacerlo desaparecer o incluso esperar pacientemente a que te crean muerto o demasiado viejo como para ser un peligro. Intentarán cazarte, a lo mejor debas vivir saltando de lugar en lugar. Pero al final del día es un simple número que para mí no significa gran cosa, una maldición en cambio es algo que tú no eliges. Si yo quisiera podría matar gente y tendría un Wanted, tu no pudiste escoger si tener una maldición o vivir una vida normal.—

Bebió de la jarra, reflexionando en el reflejo de la cerveza sobre lo que había dicho. Una recompensa era consecuencia de las acciones, de buscarlo de alguna u otra forma, lo que el sujeto a su lado le había contado no era algo que este hubiera elegido y lo siguiente no hizo más que confirmarlo. Luchaba por sobrevivir, no por diversión o plena adrenalina, era un sujeto condenado a un estilo de vida cruento que a lo mejor nunca hubiera deseado como vida propia.

—Entonces vives una vida que en realidad no deseas vivir, sobrevives pero si pudieras poner tu vida en tus propias manos a lo mejor nunca hubieras empuñado un arma. Sabes, yo siempre elegí lo que me gustaba hacer, nunca nadie eligió por mí y los trabajos que tomé siempre fueron mi elección. ¿Alguna vez sentiste que no perteneces a un lugar? La vida de un guerrero no es algo que se pueda soportar sin estar listo, si en verdad piensas tomar este camino, debes estar preparado para cualquier cosa...—

Aconsejó observando sus ojos, era una buena persona y no le gustaría encontrarlo alguna vez como un enemigo. No quería que cometiera una locura simplemente porque se lo habían dicho, no siempre había combates justos y tampoco todas las personas tenían una ética de combate. Puñaladas por la espalda, disparos, incluso trampas ocultas. Ella lo había vivido en carne propia, no deseaba esos destinos a ninguno que no se hubiera preparado mentalmente para morir. Su rostro volvió a sonreír cuando se volcaron plenamente en el trabajo, al parecer buscaba al sujeto ruidoso con vida, eso implicaba tener que cuidarse de no arremeter con demasiada fuerza o eliminar su cabeza por accidente. Las misiones de captura eran un verdadero fastidio, pero bien podía limpiar el camino con un buen movimiento, dependía mucho de las indicaciones.

—Veo que hablamos el mismo idioma, mi espada necesita beber un poco también pero te advierto que lo de capturar no se me da bien. Si lo quieres vivo puedo encargarme del resto y te dejo a ese sujeto para que hagas lo que gustes. ¿Peligrosos? Yo soy el peligro encarnado, no verás mejor demostración de peligro, a menos que conozcas a otra de mi misma sangre. Te enseñaré como hacemos las cosas al estilo Oni.—

Bromeó riendo al echar un vistazo a los piratas y comprobar que no había muchos sujetos que pudieran darle un problema notorio. Reducir al capitán era quizás el trabajo más complicado, dado su estilo de lucha particular que consistía en eliminar rápidamente a sus oponentes y actuar como una verdadera muralla. Siguió admirando los trucos de magia, el último comentario le hizo pensar en una idea divertida, a lo mejor podrían celebrar la captura a lo grande.

—Tengo un trato, si capturamos a ese tipo te dejaré ocultarte en mi escote y te llevaré de paseo por la ciudad para que sientas como es ser alto desde un cómodo lugar. Pero no te atrevas a mancharme de sangre, he visto a muchas hormigas sangrar apenas ven a estos dos rebotar un poco.—

Jugueteó moviendo su cintura de lado a lado para hacerlos rebotar como dos enormes balones de fútbol, era parte de ella acaparar la atención y muchas veces de una manera innecesariamente llamativa.
#6
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Las palabras de Sowon calaban en su pecho, ya que todo lo que estaba diciendo tenia tintes de verdad, es diferente ser perseguido por tus acciones y un precio que ponen sobre tu cabeza, otra era una maldición que te marcaba donde fueres, haciendo que Bonez bajara la mirada hacia su trago antes de bebé un poco más, suspira do una vez que el alcohol baja por su garganta. Vaya, creo que nunca lo había visto de esa manera, lo que has dicho tiene mucha verdad, aún cuando es una realidad que es dolorosa. Dice aceptando que aquella maldición siempre pesaría sobre sus hombros. Eran tan diferentes  y similares a la vez, ente la diferencia de las razones por las cuales habían tomado la decisión de convertirse en una mercenaria y un cazador ahora el destino unía sus caminos con el propósito de cazar a otros pobres diablos que quisieran abusar de su poder, ya fuera por  necesidad como era su caso o por el orgullo de una familia de guerreros que luchaban por placer como era la situación de aquella alegre y risueña oni la cual le alegraba la tarde en aquella taberna.

Sowon escribió:—Entonces vives una vida que en realidad no deseas vivir, sobrevives pero si pudieras poner tu vida en tus propias manos a lo mejor nunca hubieras empuñado un arma. Sabes, yo siempre elegí lo que me gustaba hacer, nunca nadie eligió por mí y los trabajos que tomé siempre fueron mi elección. ¿Alguna vez sentiste que no perteneces a un lugar? La vida de un guerrero no es algo que se pueda soportar sin estar listo, si en verdad piensas tomar este camino, debes estar preparado para cualquier cosa...—

En eso termina por sonreír y mirarla a los ojos. No me mal entiendas, a pesar de que esta vida no haya sido de mi elección, no quiere decir que sea bueno en mi trabajo. Además he sobrevivido, si. Pero eso hizo que pudiera convertirme en el cazador que soy el día de hoy y eso no lo cambio por nada. Dice lanzando una de las cartas hacia un blanco hecho de una rodela de madera que estaba colgada en la pared, la cual era para jugar a los dardos, dándole al centro de este con su puntería impecable. Así que puedes estar segura que me gusta el combatir igual que a ti, chica gigante~. Dice eso último con una sonrisa en sus labios al ver sus colmillos y la manera en la que el gato volvía solo para testregarae en los brazos de la oni, la cual  apesar de su espíritu de batalla parecía ser alguie  bastante dulce con los animales.

Sowon escribió:—Veo que hablamos el mismo idioma, mi espada necesita beber un poco también pero te advierto que lo de capturar no se me da bien. Si lo quieres vivo puedo encargarme del resto y te dejo a ese sujeto para que hagas lo que gustes. ¿Peligrosos? Yo soy el peligro encarnado, no verás mejor demostración de peligro, a menos que conozcas a otra de mi misma sangre. Te enseñaré como hacemos las cosas al estilo Oni.—

La seguridad en la voz ajena le hizo mostrar una sonrisa picaramrnte culpable, ya que no se imaginaba las ganas que tenía que esa espada partiera a aquel pirata como si fuera un melón. No obstante aún necesitaba saber a dónde estaba su guarida antes de poder matarlos, así que necesitaba que todo se mantuviera tranquilo hasta que ese grupondenpiratas estuviera lo suficientemente  ebrio para volver a su guarida y mostaran donde estaban esos esclavos que tenían escondidos.
Tranquila, confío en las habilidades provenientes de tu dinastia Oni, pero aun no es hora de reventarlos, solo dejemos que beban un poco más y los seguiremos hasta que nos lleven hasta su escondite, cuando sepamos donde se encuentran los esclavos los liberamos y despues yo me encargo de sacarle información ewa.
Dice ya teniendo un plan en mente, solo faltaba ser paciente y sigilosos. Aunque sabía que esta segunda parte con u  Oni de 4 metros sería difícil, no era imposible si es que los tipos estaban tan borrachos que apenas supieran donde se encontraba su propia guarida .

Sowon escribió:—Tengo un trato, si capturamos a ese tipo te dejaré ocultarte en mi escote y te llevaré de paseo por la ciudad para que sientas como es ser alto desde un cómodo lugar. Pero no te atrevas a mancharme de sangre, he visto a muchas hormigas sangrar apenas ven a estos dos rebotar un poco.—
    

En esos momentos, cuando Sowon habla de aquel trato, Bonez se encontraba dándole un trago a su bebida, haciendo que lo del escote lo tomara de sorpresa al verla moverse de esa manera y se atragantase con el licor al escucharla, comenzando a toser.

Cof, cof, cof. ¡Sowon! Casi haces que me ahogue. Dice riendo levemente, aunque para sus adentros le parecia una apuesta interesante aunque no lo dijera en voz alta. 

No te preocupes, a los únicos que quiero manchar de sangre es a esos tipos que se lo tienen más que merecido. Dice alzando su copa para brindar con ella, bebiendo después de aquel brindis y acariciando a aquel gato que ahora parecía estar cómodo acurrucados sobre la mesa mientras que ellos se conocían en ese momento en donde esperaban que la cacería comenzara.
#7
Sowon
Luna Sangrienta
La mujer sonreía tranquila ante las palabras de aquel sujeto, parecía alguien de fiar que pese a no elegir ese estilo de vida pudo saber como utilizarlo como elemento catalizador en su propio camino, no respondió por unos segundos solo pensó. Admiraba la puntería del hombre, ella no necesitaba tanta puntería cuando su espada facilmente abarcaba unos cuantos metros de un solo movimiento, siempre había sido alguien de fuerza más que de estrategia. Algo, sin embargo, le resultaba bastante curioso al momento de estar hablando, el sujeto había mencionado algo sobre que no cambiaría ese modo de vida. Era una frase bastante profunda al menos en su tribu, implicaba el entregarse completamente a ese modo de subsistencia quizás por mero entretenimiento, aunque a veces tenía un propósito detrás. Sueños, eso volvía a su mente, todos los humanos parecían tener algo así y atesorarlo ya fuera un objetivo, una razón o alguna forma de dejar un legado. Ella, muy por el contrario, no tenía un sueño su mera existencia recaía en vivir para morir luchando pero incluso ese fin no era un sueño si no más bien algo escrito. Cualquiera que buscase pelear tarde o temprano terminaría muriendo en batalla, fuera por un oponente superior o por un sacrificio para lograr una victoria, nadie había conseguido la inmortalidad desde tiempos lejanos la inmortalidad era algo solo alcanzable al realizarse un sueño que trascendiera el tiempo y marcase el mundo.

—¿Tienes un sueño? Suena a que si no quieres cambiar la forma en la que vives es que no solo ves en aquello un medio de sobrevivir, lo ves como un camino para llegar a una meta. Incluso sin la maldición, pareces insinuar que necesitas saber lo que has aprendido para llegar a algún lugar o cumplir con algún recado. Yo, no tengo un sueño, no tengo una meta y salí al mar a buscarlo, hasta que encuentre ese lugar no creo poder inclinar mi cabeza ante otro. Alguien que somete su sueño a otro individuo no es más que un seguidor, y a mí nunca me ha gustado seguir a nadie, necesito saber que es lo que realmente deseo antes de pensar en el futuro lejano.—

Reflexionó tomando otro poco, sacudiendo la cabeza, no era algo que le gustase compartir pero con el alcohol y el rumbo de la charla lo había dicho una vez más. ¿Cómo reaccionaría aquel sujeto? A lo mejor buscaría reclutarle, todos en ese pueblo parecían buscar a alguien capaz de despedazar gente y forzarle a seguir su camino. Escuchó la frase sobre esclavos, eso le hizo reflexionar con incluso más profundidad, acarició al animal con bastante ternura mientras sus labios formulaban una nueva frase.

—¿Esclavos? Hay varios de esos en esta sociedad lamentablemente, hay quienes creen que tienen derecho en aprisionar a otros una relación bastante escabrosa. ¿Acaso no es también someterte a la esclavitud cuando inclinas tu cabeza ante otro? He visto a esos tipos, todos siguen al grandote, pero ninguno busca destacar pareciera que solo lo siguen porque porta un sombrero. Nunca me he acostumbrado a las relaciones de jerarquía dentro de un barco, a lo mejor no es una vida que me gustaría llevar, ya sabes someter tu sueño ante otro y luego someter tu voluntad a los designios de alguien que se considera capitán por fuerza, por coraje o por querer serlo. Prefiero vivir bajo mi propia voluntad...—

Lanzó sin medir su sinceridad, ella no mentía, tampoco necesitaba la aprobación de otros ni creía estar diciendo algo despectivo frente a las normas piratas que parecían regir la vida del mar durante tantos siglos. Su actitud cambió repentinamente ante la actitud del hombre al ser cuestionado sobre sus preferencias o la mera mención de un trato entre ambos, algo que le acarició el ego y le hizo inclinarse sugerentemente, por mera diversión, era contradictorio como podía exponerse para luego enojarse ante quienes le veían como un mero objeto de placer algo de su persona que constantemente le sometía a escenas complicadas de justificar.

—Oh, veo que el solo hecho de imaginar sentirlas cerca te ha hecho toser, seguiré tus planes tu me dices cuando puedo empezar a cortar. Esperemos que ese escondite no sea muy estrecho, a veces es complicado desenvainar en cuevas, pero a lo mejor podamos hacerlos salir y mientras yo me encargo de eliminarlos a cielo abierto te doy la oportunidad de escabullirte dentro.—

Bromeó mientras disfrazaba de coqueteo la estrategia a seguir, incluso en una situación tan colorida parecía pensar bastante bien en cuanto a sus propias limitaciones y la mejor forma de abordar el inminente ataque.
#8
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Bonez se alegraba de que su camino se cruzarse con el.de la Oni, despues de todo, aquella diferencia que tenían ambos para resolver ese tipo de problemas hacia que pudieran cubrirse las espaldas más fácilmente. Aquella chica parecía tener aquel honor que se podía ver en los samuraos que habitaban Wano, hombres orgullosos de vivir y morir por la espada, deseosos de superación en tecnica y fuerza más que fuera una herramienta para lograr ciertos propósitos como era su caso.

Seguramente el sería alguien con una vida común y corriente si no fuera por aquella maldición que caía sobre su cabeza. Aunque a decir verdad el viajar bebiendo licor y cazando esclavistas era una buena ruta de vida a decir verdad.  La ruta de su vida habia sido marcada por ritualistas paganos y adoradores de un extraño dios antiguo que se escondía en los pantanos, tal vez para traer fin a la humanidad como lo conocíamos o simplemente para mancharlo con aquella horripilante maldad. Sin importar el motivo, ahora el se hacia responsable de eliminarlos de este mundo, acomodando su sombrero antes de ladear la cabeza cuando escucha a Sowon.

Sowon escribió:—¿Tienes un sueño? Suena a que si no quieres cambiar la forma en la que vives es que no solo ves en aquello un medio de sobrevivir, lo ves como un camino para llegar a una meta. Incluso sin la maldición, pareces insinuar que necesitas saber lo que has aprendido para llegar a algún lugar o cumplir con algún recado. Yo, no tengo un sueño, no tengo una meta y salí al mar a buscarlo, hasta que encuentre ese lugar no creo poder inclinar mi cabeza ante otro. Alguien que somete su sueño a otro individuo no es más que un seguidor, y a mí nunca me ha gustado seguir a nadie, necesito saber que es lo que realmente deseo antes de pensar en el futuro lejano.—


Bonez miraba fijamente su vaso con aquel licor que tenía entre sus manos, entendía bien la encrucijada que se encontraba Sowon. Despues de todo, el estuvo perdido por las calles de Logetown mucho tiempo, se adapto y aprendió a defenderse solo para sobrevivir en un principio, eso antes de conocer aquel cazador que le dio un propósito y dirección su vida a un propósito mayor.

Bonez dio un trago a su licor antes de mirar a Sowon con sus ojos de color escarlata, era una mirada más seria y determinada, como si deseara poder mostrarle el camino a seguir, aunque sabía que eso solo lo podía saber ella en el momento y lugar indicado. Pero ahora el le diría las palabras que le dijo su  mentor cuando se encontraba perdido cuando salió por primera vez de Fantasmagoria y se encontró con aquel vasto mundo.

Un hombre me dijo una vez, que lo más importante para una persona que quiere cambiar el mundo es dejar de pensar como propósito de vida en el dinero y el poder. Y trascender a un propósito por el cual estarías dispuesto a morir. 

El poder y el dinero son cosas que puedes perder, son pasajeras y cuando obtienes las cosas por ambición terminan dejándote aún más vacío de lo que estuviste en un principio. Los deseos egoístas como dinero, fama o poder llevan a la corrupción de tu moral, de lo que está bien o mal. Eres susceptible a convertirte en una marioneta de aquellos con verdadero poder.

Después de decir eso baja el vaso de alcohol y mira seriamente a Sowon con ese verdadero deseo que ella pueda encontrar aquello que aún no sabe que busca.

¿Quieres sabes como encontrar tu sueño? Pregúntate  como deseas que el mundo se vea en un futuro más allá de tu propia ambición material. Dice antes de darle una imagen que se encontraba doblada en el bolsillonde su chaqueta. En ella se podía ver a un hombre que abrazaba a su esposa que tenia un bebe en brazos, y dos chicos cercanos a los 7 a 8 años, siendo que uno de ellos se parecía a Bonez aunque sin ese característico color grisáceo de piel. 

Mi familia fue víctima de una secta que gobernaba mi isla, ellos le lavaron la cabeza a la gente para que hicieran ritos paganos y le entregaran sus hijos a la Matriarca de la isla, una vieja demente que nos transformó en niños de la guerra. 

Eso hizo que mi objetivo fueran los esclavistas y destruir la cadena de comercio que hay sobre inocentes que son usados para la guerra o utilizados como esclavos para los dragones celestiales, es algo que haría sin importar que pueda llevarme a la muerte. Tu debes buscar ese sueño, algún objetivo por el que desearías  aunque tu vida estuviera en  juego.

Espero que cuando encuentres esa motivación, nos veamos otra vez. Quien sabe, tal vez nuestros caminos se crucen nuevamente cuando sepas cual es tu sueño y podamos seguir un mismo camino juntos. 

Esa era la motivacion que lo lleva a hacer todo aquello,  el deseo de romper la cadenas de la opresión y sufrimiento que el había sufrido siendo sólo un pequeño menor de edad. Deseaba invitarla a viajar a su lado, pero entendía ese deseo de buscar su propio camino.
Sowon escribió: —¿Esclavos? Hay varios de esos en esta sociedad lamentablemente, hay quienes creen que tienen derecho en aprisionar a otros una relación bastante escabrosa. ¿Acaso no es también someterte a la esclavitud cuando inclinas tu cabeza ante otro? He visto a esos tipos, todos siguen al grandote, pero ninguno busca destacar pareciera que solo lo siguen porque porta un sombrero. Nunca me he acostumbrado a las relaciones de jerarquía dentro de un barco, a lo mejor no es una vida que me gustaría llevar, ya sabes someter tu sueño ante otro y luego someter tu voluntad a los designios de alguien que se considera capitán por fuerza, por coraje o por querer serlo. Prefiero vivir bajo mi propia voluntad...—

Bonez solo sonrió ante lo que habia dicho Sowon, ya que el tampoco quizo una tripulación, aunque había conocido gente a través de su viaje que podrían ser buenos compañeros a pesar de que en un principio también creyó que seguiría su camino en soledad.

Una jerarquía no me molesta si es alguien a quien respetas, a veces encuentras a gente en estos viajes con las cuales podrías compartir sueños similares y son más compañeros que jefes a los cuales seguir. Dijo con una sonrisa en sus labios negros.

Una vez que Sowon vio su reacción ante esos grandes y sugerentes pechos, Bonez solo miro disimuladamente a Sowon antes de mirar sus pechos nuevamente y desviar la mirada. No negaría que eran grandes  y hermosos, además de no ayudaban esos coqueteos sugerentes de aquella linda chica ademas de como se movia frente a el. 

Sowon escribió: —Oh, veo que el solo hecho de imaginar sentirlas cerca te ha hecho toser, seguiré tus planes tu me dices cuando puedo empezar a cortar. Esperemos que ese escondite no sea muy estrecho, a veces es complicado desenvainar en cuevas, pero a lo mejor podamos hacerlos salir y mientras yo me encargo de eliminarlos a cielo abierto te doy la oportunidad de escabullirte dentro.—


Solo estoy tosiendo porque me atragante con el licor. mintió descaradamente antes de que el tema volviera a la pelea con los esclavistas, haciendo al chico de piel  ceniza sonreír ante los planteamientos de Sowon para enfrentarlos. Tranquila, en cualquier lugar estrecho te protegeré hasta que tengas el suficiente espacio para poder partirlos en trozos una vez que tengas espacio suficiente para moverte más libremente.

Dice moviendo las cartas entre sus dedos, dejandole saber que tenía protegida la espalda de la Oni si es que algunos de esos tipos deseaba llevarlos a un espacio reducido.
#9
Sowon
Luna Sangrienta
Las palabras del sujeto le parecían interesantes, era evidente que tenían un cierto entendimiento aunque con caminos radicalmente opuestos, a Sowon nunca le había interesado lo material más que como una forma de pago. Era algo que le habían enseñado desde pequeña, cada acción tenía una paga ligada al requerimiento y esa paga era el motor que hacía girar la rueda. Por mucho que le gustase pelear, el dinero era necesario para pagar otros servicios y su propia arma era un servicio puesta al servicio de quien pagase, le asombraba en cierta medida alguien que hiciera las cosas por otros motivos. Era como regalar una fuerza de trabajo, hacer las cosas simplemente por el placer de hacerlas pero sin ganar nada a cambio, ciertamente era una cuestión moral profunda a la cual no podía oponerse pero no compartía en demasía. Si bien, existían excepciones, favores e incluso momentos donde ella se ofrecía por el mero hecho del placer nunca olvidaba de pedir una paga o cobrarse un pequeño botín por haber ayudado. Esa ocasión no era excepción, ayudaría por placer pero nada le impedía tomar algo de dinero de aquellos piratas como forma de pago, después de todo quien roba a un ladrón es alguien que no puede juzgarse.

—¿Cómo deseo que el mundo me vea? Si te soy sincera, nunca he pensado en la atención ajena más que como un motor para lucirme, tengo algunos objetivos en mente y uno de ellos será entrenar duro hasta poder cortar un meteorito a la mitad. En mi tribu, se cuentan leyendas de un Oni tan grande, tan fuerte y tan rudo que incluso podía levantar toda la isla en su espalda y una vez derribó una montaña solo con el poder de su arma. Cortar una montaña, eso podría ser interesante si algún día tengo esa fuerza. ¿Cómo me vería el mundo entonces? Los humanos, seguramente pensarían que soy una amenaza, pero ¿Acaso importaría?—

Bromeó un poco mientras compartía parte de sus costumbres con el humano maldito, quién no tardó en explicar más sobre los orígenes de la maldición. A lo mejor inspirado por sus historias, quizás porque la Oni había hecho asunciones un poco apresuradas, no comprendía del todo como podría haber sucedido aquello. Conocía sobre poderes extraños, pero eran poderes mucho más utilizados en diferentes escenarios de lucha, poderes de personas que no podían valerse por sí mismas. Un atajo para perdedores, sin embargo, este no parecía el caso si no que la bruja había empleado algún tipo de poder más arcaico y a lo mejor ligado a una raza extinta.

—Convertirte en un arma para evitar ese destino, un sacrificio noble ya que por lo general las armas no matan si no los que las utilizan, por tu parte has decidido convertirte en la excepción a la regla y acabar con un negocio donde no podrás dormir tranquilo. Posiblemente los ojos se posen sobre tí tarde o temprano. ¿Liberaste a tu isla de esa bruja? O quizás ese sea tu piedra final, cortarle la cabeza a esos sectarios y liberar ese lugar de una vez por todas. El hijo maldito que regresa para romper las cadenas, no suena mal como objetivo de vida...—

Sonrió con cierta emoción en su mirada, el solo hecho de hablar sobre peleas le encendía una chispa en su interior, una sensación que siempre disfrutaba. Levantó una ceja al escuchar sobre la jerarquía, una vez más tenía una visión bastante diferente, su libertad individual era demasiado valiosa como para ponerle grilletes. Ya que llamar a alguien como capitán, reconocer a alguien sobre ella y más aún hincar la rodilla solo le hacía hervir la sangre y no de una manera muy agradable. Optó por guardar silencio, responder a eso solo produciría que nunca llegasen a un acuerdo, una alianza entre pares era lo más cercano a no sentirse como un simple objeto dentro de una maquinaria donde ella no destacaría.

—¿Protegerme eh? ¡Bwahahaha! Tienes agallas y me agrada, creer que necesito que me cuiden me hace verte con cierta ternura. Descuida, he pasado peores cosas que unos simples bandoleros y creo que deberemos comenzar a movernos. Si llega a darse el caso, podemos competir por ver quién acaba con más enemigos.—

Bromeó con cierta picardía mientras se levantaba y caminaba hasta la salida, al salir a la calle el grupo de piratas borrachos se encontraban a unas calles de distancia. Se estiró observando el ruido y desorden que dejaban a su paso, no eran muy buenos para disimular su presencia y aquello les facilitaría las cosas a la hora de seguirles desde una buena distancia. Comenzó a caminar cuidando que su compañero le siguiese, el gato por su parte se recostó sobre unas cajas y se quedó esperando su regreso, comprendiendo que de seguir en su cabeza o cerca de ambos cazadores podía ponerse en peligro.
#10


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