Hay rumores sobre…
... una isla que aparece y desaparece en el horizonte, muchos la han intentado buscar atraídos por rumores y mitos sobre riquezas ocultas en ella, pero nunca nadie ha estado en ella, o ha vuelto para contarlo...
[Aventura] [T2] Pujando Fuerte
Balagus
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El plan tuvo éxito. El pequeño grupo quedó muerto y en silencio sobre la calle, rápidamente ocultados por los piratas en alguno de los montones de desperdicios y basuras próximos, y despojados de sus capas y máscaras. Y, a pesar de que Balagus apenas podía permanecer oculto bajo aquella cobertura pensada para alguien mucho más pequeño que él, los guardias no sospecharon y les dejaron pasar.
 
“Lástima. Me hubiera encantado partirles la cabeza a ellos también.”
 
Algo le hacía sentirse especialmente violento a medida que el soldado les guiaba hasta un palco. Sentía una opresión en el alma difícil de explicar, el peso de docenas de miradas clavándose en su nuca como si no fuera diferente a un pedazo de carne en la carnicería, o una nueva pieza de bisutería con la que se hubieran encaprichado. A pesar de que nadie más estuviera con ellos.
 
Pronto supo qué le estaba provocando aquella persistente y agresiva comezón en su columna vertebral: una subasta de esclavos. Una puta, vil y desalmada subasta de esclavos. Aquello era el centro de todo aquel de guardias y máscaras.
 
Cerró una mano sobre su antebrazo opuesto de forma involuntaria, apretando la protección de cuero y piel sobre unos tatuajes que parecían quemarle la piel, mientras la otra mano aferraba y se hundía lentamente en la maciza barandilla de madera del palco, astillándola. La voz del director del evento apenas sonaba como un eco resonando bajo capas de agua, y aun así lograba hendirse en su corazón como un hierro candente, obligando a su mente a revivir recuerdos lejanos.
 
Miró a Silver, cuyas palabras le sacaron momentáneamente de su trance. Parecía estar muy afectado también, aunque veía en él un control y una frialdad que el oni no podía permitirse.
 
“¿No le hierve la sangre acaso cuando ve este despropósito? ¿No desea verter la sangre de todos los presentes y bañar en ella a su descendencia, si es que la tienen? Él… Él… No. Calma. Es tu aliado. Tu capitán. Ha demostrado ser digno de tu confianza. Seguro que está pensando en algo…”
 
Afortunadamente, las palabras que murmuró en sus oídos con un tenso hilo de voz, disiparon las dudas que habían brotado entre sus pensamientos. El guerrero miró a los ojos a su capitán, unos ojos decididos y firmes, como antes no los había visto, enfrentados directamente a los de su contramaestre, relampagueantes, furiosos, exigiendo violencia y justa retribución.
 
Balagus asintió lentamente, y retornó su atención al palco. Sus músculos y venas se hinchaban más y más por momentos, a pesar de que había apartado su atención de la subasta en sí, y había empezado a centrarla en encontrar guardias apostados, posiciones ventajosas para librar un combate contra múltiples enemigos, y, lo más importante de todo: algún animal peligroso encadenado o enjaulado. Si conseguía liberar a alguna bestia y granjearse su amistad, aunque fuera temporalmente, sería un aliado más en aquella sangrienta refriega.

Resumen
#21
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Una vez que el presentador presentó a aquellos niños, los números comenzaron a alzarse uno tras otro. Era como si la sola idea de tener un esclavo diferente al resto, hacia que los números se levantaran automáticamente, y como no, de esa manera podrían hacer gala de tener esclavos de otra raza y azotarlos sin remordimiento alguno, total su raza era inferior a la de los humanos.
-8 millones por aquí… 9 millones… 15 millones...20 millones- fue la ultimas puja, la cual provenía del numero 8.
-Tenemos 20 millones ¿Alguien ofrece 25 millones?- preguntó el subastador algo emocionado, mientras miraba a toda la sala, pero al notar que nadie mas levantaban el numero, dio un golpe con un pequeño martillo y exclamó:
-Vendido al numero 8… No se olviden cuando la subasta finalice, deben acercarse al atril a recoger sus trofeos- dijo el subastador, mientras sonreía de manera divertida bajo la mascara que tenia puesta.
Sin mas que hacer, hizo una seña a un grupo de personas para que se acercaran y se llevaran a los niños, quienes al forcejear cayeron al suelo, lo que que derivó a una carcajada general, salvo el del numero 8, quien se levantó y chilló de manera furica.
-Si lastiman mi propiedad, no les pagaré una absolutamente nada. Asique procuren hacer bien el trabajo- Tras decir aquello, se volvería a sentar aun refunfuñando, al mismo tiempo en que el subastador le pedía disculpas por lo sucedido, mientras se apuraba en traer al siguiente esclavo.

-Muy bien, luego de este incomodo suceso, les presento a un esclavo numero 5. Hombre fuerte y capaz de ...- aquel subastador siguió describiendo las aptitudes de aquel esclavo.
Mientras tanto, Balagus, gracias a las palabra de su amigo y capitán, tranquilizó un poco su tensión y deseos de sangre, pero aun podía ver y oír todo lo que estaba pasando en aquel recinto, por lo que la pregunta era ¿Cuanto tiempo le duraría su autocontrol?

Por su parte Silver salió del palco donde se encontraba, llegando hasta el pasillo que unía todos los palcos que había en aquel recinto, los cuales estaban lleno de soldados, quienes se mantenían firmes, pero aun así cuchicheaban por lo bajo.
-El capitán dice que Jake no ha vuelto. No se supone que estaba acompañando a Lady y Lord Belford? Y no te parece que lady Belford esta mas gorda y alta que de costumbre- murmuró el guardia, al cual lograste oír, pero este se cayó tan solo te vio salir del palco.
-L-lord Belford, ¿necesita algo? Con gusto nos encargaremos de lo que necesite- dijo el guardia, mientras se adelantaba a sus compañeros y esperaba alguna orden de tu parte.

Puedes notar como todo el pasillo está lleno de guardias y si miras con mas atención, notas que por las escaleras que habían bajado con anterioridad, también habían algunos guardias.
En los únicos lugares que habías logrado ver que no habían guardias era en la sala de la subasta y en el escenario. Aunque siendo un noble, o al menos mientras lo soldado lo creyeran, podrías deambular por aquel recinto sin problema alguno.
#22
Silver
-
El capitán avanzaba por el pasillo con cautela, cada paso acompañado de la constante tensión que lo recorría. Sabía que Balagus no podría aguantar mucho más, y él tampoco estaba dispuesto a esperar demasiado. El camino se extendía ante él, lleno de guardias que cuchicheaban en los rincones, y aunque su presencia provocaba una ligera tensión entre ellos, Silver aprovechaba esa autoridad falsa que le brindaba su disfraz. Sabía que cada palabra debía ser medida con precisión. No podía mentir, pero tampoco revelaría sus verdaderas intenciones. Cada paso que daba estaba cargado de una mezcla de control y rabia contenida, una calma que precedía la tormenta.

Cuando el guardia se adelantó, visiblemente nervioso, Silver no perdió tiempo en explotar la oportunidad.

Quiero ver más de cerca a los prisioneros, —declaró en tono autoritario, casi impaciente, pero con una calma engañosa—. Debo asegurarme de que valgan mi tiempo.

Sin darle tiempo para pensarlo, continuó su camino. Si no se lo impedían directamente, se dirigiría hacia la sala de subastas. A medida que avanzaban, Syxel observaba cada rincón, cada movimiento, memorizando la disposición de los guardias y buscando posibles puntos ciegos. Si iba a desatar el caos, necesitaba conocer cada detalle.

La sala de subastas se acercaba, y desde allí, el escenario se alzaba imponente. Los niños gyojin seguían en su mente, pero no podía actuar sin más. Era cuestión de esperar el momento adecuado, algo que el capitán odiaba con cada fibra de su ser. Sin embargo, la experiencia le había enseñado que la paciencia podía ser la diferencia entre la victoria y la derrota. No podía comunicarse con su compañero, y si la rabia de Balagus estallaba antes de que tuvieran todo listo, sería una masacre descontrolada.

Al llegar a las cortinas cercanas al escenario, la oportunidad comenzó a formarse en su mente. Syxel observó cómo la tela gruesa y pesada se mecía ligeramente con la corriente que cruzaba la sala. Un fuego controlado sería el caos que buscaba. Los guardias se centrarían en apagar las llamas y dispersar a la multitud, lo que les daría tiempo para actuar.

Mientras caminaba, el capitán alzó la mano, fingiendo que revisaba uno de los prisioneros. Cuando no hubiese ojos sobre él, dejaría que su habilidad comenzara a hacer efecto, sintiendo el calor que comenzaba a arder en su palma. Si nadie lo observaba, con un movimiento calculado, la llama sería suficiente para prender la cortina, dando inicio a la distracción que necesitaban.

Si el fuego se propagaba, pensaba Silver, Balagus lo sabría. Esa sería la señal. La espera sería finalmente reemplazada por el caos. Mientras tanto, debía seguir buscando posibles aliados. Si entre los esclavos había algunos con fuerzas suficientes para luchar, debía liberarlos. Cualquiera con la determinación suficiente para luchar por su libertad podría cambiar el curso del combate en un momento así, y no todos los prisioneros serían simples civiles.

Con el fuego latente en sus manos, esperaría el momento perfecto, ya decidido a liberar a todo aquel que pudiese sumar fuerzas a su causa. Los pasos lentos pero decididos del capitán resonaban en la sala, mientras observaba tanto a los guardias como a los prisioneros. No había vuelta atrás. El plan estaba en marcha, y la rabia que contenía dentro pronto se desataría en toda su magnitud.

Piro
ELE002
ELEMENTALES
Pasiva
Tier 1
Permite al usuario crear técnicas que generen y empleen fuego, así como incorporar dicho elemento a las creaciones de sus otros estilos.Obtiene una ventaja de +10% de Daño Causado o Amortiguado contra técnicas de Aero.

Resumen
#23


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