Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Evento] [Escolta] El traslado de Meethook
Ray
Kuroi Ya
Pese a haber conseguido poner a Meethook a salvo, al menos temporalmente, este no parecía haberse relajado ni lo más mínimo. De hecho cada vez se agarraba al joven marine con más fuerza. Su cuerpo temblaba desde la coronilla hasta las puntas de los dedos de los pies, y sus dientes castañeteaban sin cesar mientras miraba a Broco Lee con una expresión de auténtico terror en su rostro. Resultaba increíble a priori el pavor que tenía a aquel capitán pirata. Aunque para ser sinceros, la demostración de fuerza y velocidad que había hecho frente a Atlas mientras el peliblanco calentaba y estiraba era verdaderamente llamativo. Probablemente en un uno contra uno el corsario fuese superior a cualquiera de los miembros del escuadrón, pero el joven de cabellos plateados estaba totalmente convencido de que trabajando en equipo él y sus compañeros podrían vencerle. Así que miró al anciano mutilado y, con una sonrisa en el rostro intentando transmitirle toda la confianza que pudo, le dijo:

- No te preocupes por Broco Lee, no vamos a dejar que te toque ni un pelo.

Acto seguido la expresión de tu rostro cambió a una de extrema seriedad, sus ojos amenazantes y su imponente estatura y porte mirando primero al pirata y después al farero:

- No has visto nada aún de la fuerza de nuestra brigada. No hay nadie como nosotros en el East Blue, ni siquiera ese tipo. Si me cuentas ese secreto que tanto temes, te prometo que lo usaremos en su contra y acabaremos con él y con sus hombres antes de que tengan tiempo de hacer nada.

Esperaba que su intimidante presencia y su capacidad para ganarse a las personas, junto a la maestría que estaban exhibiendo sus compañeros, fuese suficiente para hacer entender a Meethook que debía contarles lo que sabía por su propio bien. Camille había acabado con la mitad de los esbirros de Broco, y Atlas, pese a haber recibido el ataque de este, era capaz de curarse a una velocidad que nadie podía siquiera pensar en igualar, por lo que no importaba cuánto daño le hubiera hecho. Takahiro estaba a punto de incorporarse a la batalla, y Octojin... estaba demasiado lejos como para percibir su presencia con su Haki, pero estaba completamente seguro de que estaba bien. Al fin y al cabo en un combate bajo el mar el gyojin no tenía rival.

Gracias a su Haki pudo darse cuenta de que más hombres se acercaban a ellos. La tripulación de los piratas veganos parecía ser inmensa en cuanto a cantidad, aunque no lo fuera tanto en cuanto a calidad exceptuando a su capitán por lo que habían visto hasta el momento. No obstante teniendo en cuenta la abismal diferencia en cuanto a número Ray pensó que tal vez los marines locales pudieran ser de ayuda, aunque les tomara su tiempo llegar hasta su posición. Así que, sin perder la concentración en su Haki para evitar ser sorprendido mientras tanto, el joven cogió su Den Den Mushi y trató de llamar al Cuartel General local, el G-23. Si alguien contestaba le pondría al corriente de la situación en pocas palabras, solicitando que enviaran refuerzos hacia el faro a la mayor brevedad posible.

Obtuviera o no contestación el marine comenzaría a activar y tensar sus músculos, centrándose en los movimientos de estos, en cómo cada fibra de su cuerpo se contraía y se relajaba, buscando optimizar su gasto de energía y la efectividad de sus movimientos al máximo y entrando en un estado de concentración total. Una vez alcanzado dicho estado estaría listo para enfrentarse a quien fuera.

Resumen


Cosas y números
#21
Takahiro
La saeta verde
«En ocasiones como esta me entran ganas de comerme una fruta que me de alas», pensó durante un breve instante el peliverde, al observar la altura del muro de piedra con el que se había topado. Era una lucha entre la madre naturaleza y el potencial del ser humano. La roca contra el hombre. Desde la base de aquel barranco no era consciente de que había saltado semejante altura de cabeza, pues cuando cayó al agua no le había parecido tan alto. Una vez posicionó las manos en un saliente, se ayudó de sus piernas para continuar su ascenso por aquella pared de piedra desgastada y afilada a partes iguales, con musgo y algas en algunas zonas que lo hacía resbaladizo al principio.

Con tesón, firmeza e ímpetu, apoyando con suma cautela cada pie en un saliente que pareciera medianamente estable como para aguantar su peso, fue ascendiendo. Podía notar como los músculos de su espalda se tensaban con cada desplazamiento en vertical, poniendo a prueba sus capacidades físicas. Todo parecía estar bien, sin embargo, cuando se encontraba cerca de la mitad, el inconfundible sonido de cañones disparándose lo alertó. Una bala de cañón se estrelló contra el barranco cuatro metros bajo él, algo que hizo que entrara en alerta. Observó a su alrededor y vio un saliente en aquel precipicio, era lo bastante grande como para que Takahiro se pudiera poner de pie en él y girarse y defenderse de alguna bala de cañón o alguna planta que le lanzaran.

Avanzó con rapidez hasta alcanzar ese saliente, y una vez estuvo en él, como si el propio destino así lo hubiera querido, una bola de cañón se aproximó hacia él. Con toda la habilidad que pudo, empuñó a Samidare y, aferrándose a ella con ambas manos para que el desvío fuera mejor, golpeó la bola de cañón con la firme intención de desviarla hacia el frente y devolverla al mar o, si era capaz de ello, devolverla al barco de un fortísimo movimiento de espada.
Samurai Iniciado
SAM300
SAMURAI
Pasiva
Tier 3
17/8/2024
Solo te podrán Desarmar si la [Tasa de Acierto] del agresor que causa Desarme supera tu [Destreza].

Samurai Experto
SAM500
SAMURAI
Pasiva
Tier 5
11/9/2024
Eres tan bueno dando en el punto preciso que obtienes un +50 de [Colisión] Además, tu choque, aun realizándose a distancia cuerpo a cuerpo, devuelve en forma de haz proyectado el daño a tu enemigo en caso de ganar.

Tras ello, enfundaría su espada de nuevo y se dispondría a continuar de nuevo por aquel acantilado hasta llegar a su cúspide. De conseguirlo, trataría de vislumbrar el lugar en el que están sus compañeros, aunque con mucha cautela con la intención de pasar desapercibido y, en cuanto pudiera, buscar una forma de aparecer en la batalla pillando desprevenido a su contrincante.

Datos y Números


Resumen
#22
Camille Montpellier
El Bastión de Rostock
De alguna manera, pese a las adversidades, la brigada se había impuesto ante los piratas que seguían al capitán Broco Lee. La situación pintaba muy mal desde el principio: un bombardeo sorpresa de cañonazos que había derribado el faro e incluso alcanzado con algún proyectil a los marines, los escombros cayendo sobre ellos y dañando incluso al menudo Meethook, un ataque sorpresa con superioridad numérica y la aparición del pirata de verde pelo afro. Si alguien hubiera tenido que hacer una apuesta sobre cómo se desarrollarían los instantes siguientes, es bastante probable que la confianza no se hubiera depositado en el triunfo de los marines. Sin embargo allí estaban, plantándole cara a cuantos enemigos se aproximaban a ellos y buscando soluciones a los problemas que iban apareciendo. 

Octojin y Takahiro debían estar lidiando con el barco en esos momentos, o al menos eso es lo que suponía ella al no tener la capacidad de sentir presencias —por el momento—. Ray se había asegurado de mantener a salvo al viejo farero, protegido por el suboficial por si a su archienemigo se le ocurría la feliz idea de lanzarse contra él e ignorar a Atlas. El rubio, por otro lado, parecía haber logrado su objetivo de ganar algo de tiempo contra Broco, aunque su acción les había servido para descubrir el motivo por el que debía haberse ganado su fama. Era rápido y fuerte, eso debían concedérselo, y estaba claro que ninguno de ellos podría hacerle frente en un combate justo. Sin embargo, los piratas habían sido los primeros en intentar jugar sucio, así que... ¿Por qué debían jugar limpio ellos? Tal vez les superase individualmente, pero en equipo no habría nada que los piratas pudieran hacer para frenar a la brigada.

Por su parte, la ofensiva de Camille estaba dando sus frutos y la mitad de los piratas que habían ascendido hasta aquel claro salieron despedidos por los aires, desperdigándose aquí y allá heridos e inconscientes. Por lo menos había sido suficiente como para que no pudieran acercarse a Meethook y a Ray, así que sus acciones estaban dándoles un tiempo valiosísimo. Sin embargo, aún había muchos piratas que se mantenían en pie frente a ella y que parecían dispuestos a plantarle cara hasta las últimas consecuencias. No sabía si lo hacían por deber, valentía o por terror hacia su capitán, pero estaba claro que no serían rivales para ella.

Aún no había dejado de girar, manteniendo aquel torbellino de acero cortante a su alrededor, y en el momento en el que los piratas decidieron lanzarse de nuevo contra ella para frenarla, Camille se impulsó en su dirección para chocar con contundencia y acabar con ellos de una vez por todas. Cuanto antes los neutralizara, antes podría servirle de apoyo a Atlas y a Ray contra el verdadero peligro que había allí. Tras esto, detendría su giro y, si aún quedaba alguien en pie, usaría su odachi para trazar amplios tajos que acabasen con ellos.

Resumen

Matemáticas

Estado
#23
Atlas
Nowhere | Fénix
Fue un visto y no visto. Había esperado que ese tipo de pelo raro fuese rápido y fuerte, pero movimiento que realizó cuando al fin me encontré cerca de él gozó de una velocidad que hasta ese momento ni siquiera sabía que podía ser posible. Cuando quise darme cuenta, había sido arrojado con violencia hacia el suelo y, peor todavía, ese maldito Broco Lee me había vuelto a golpear antes de que me diese tiempo de levantarme o plantear defensa alguna.

Pude comprobar cómo, debajo de mi cabeza, el suelo cedía ante la violencia del impacto. La sensación era similar a sumergirse a la fuerza. No tardé en dejar de ver lo que sucedía a mi alrededor. En parte, porque mis ojos estaban bien cerca de la tierra y el polvo que hasta no hacía demasiado tiempo había estado pisando. Además, la colisión había levantado una densa polvareda que permaneció unos largos segundos en el ambiente incluso cuando el pirata ya me había soltado.

Todo se sacudió en el interior de mi cabeza, transportándome a una nube distante de la que me iba soltando poco a poco. Por suerte, en mi caso que fuese capaz de aguantar semejante impacto no dependía de lo orientado que estuviese en ese momento. En el seno de la nube de polvo y tierra que aún levitaba, un resplandor azulado nació mientras mi cuerpo era acariciado por las llamas azules que manaban de él.

Había podido apreciar a la perfección el crujido en mi cráneo en el momento del golpe, pero podía percibir como el fuego curativo iba sanando los huesos y devolviéndolos a su estado original. Aún en el suelo, sacudí la cabeza antes de empujar el suelo con las manos y comenzar a levantarme. Mientras tanto, la cortina que reducía la visibilidad continuó dispersándose hasta que, cuando al fin se fue por completo, sólo la mitad de mi cara ardía. Cualquiera que me viese dudaría de si realmente había sido golpeado o no, pero lo cierto era que sí y que, de no disponer de la salud que tenía, seguramente me encontraría en un estado peor.

—Parece que te he... hemos subestimado —dije al tiempo que las llamas terminaban de desaparecer, quedando únicamente mis patas en forma animal—, pero no volverá a pasar. Tengo que decirte que tenemos que arrestarte por intento de asesinado de un testigo protegido, así como por atacar con intención de provocar la muerte a un miembro de la Marina. Y seguro que tienes más delitos, pero ahora mismo no caigo.

Lo cierto era que con el aturdimiento producto del golpe me había costado armar la frase en un principio, pero podía notar que los efectos iban pasando poco a poco. Fuera como fuese, Broco era un problema mayúsculo del que sólo podríamos ocuparnos si colaborábamos. En ese momento no teníamos poder ni experiencia para enfrentarnos a él en un uno contra uno y pretender salir ileso. ¿Qué hacer?

Chasqueé la lengua, en cierto modo molesto al comprender el papel que me tocaba asumir en aquella situación. Era crucial mantener al pirata ocupado para que no pudiese centrar su atención en Broco. Del mismo modo, debía ganas tiempo hasta que mis compañeros me pudieran asistir en un enfrentamiento que no podía ganar.

—Creo que soy a quien le va a tocar detenerte —comenté, sin decir que con detenerte en realidad quería decir retenerte. Hablé intentando transmitir a mi tono de voz una tranquilidad y una confianza que en mi interior brillaban por su ausencia. De hecho, lo que me tocaba era asegurarme de que no acabase con mi vida, porque aquel tipo estaba convencido de arrebatarle a Meethook la suya.

Respiré, semiflexionando las rodillas y orientando el filo de mi arma de nuevo hacia mi enemigo. Acto seguido me desplacé a gran velocidad hacia él y tracé dos cortes horizontales tan rápidamente como fui capaz. El intervalo entre uno y otro fue mínimo, tanto que se podría decir que fueron producidos prácticamente en el mismo momento. Mantuve mi atención en él en todo momento, centrando por completo mi voluntad en identificar cualquier intención hostil o movimiento por su parte.
Horizontes Intocables
SAM501
SAMURAI
Ofensiva Activa
Tier 5
15/9/2024
64
Costo de Energía
3
Enfriamiento
Posicionando su hoja en horizontal apuntando a su objetivo, el usuario podrá trazar un [Dash] de hasta cinco metros en un instante mientras traza dos cortes horizontales sobre su objetivo como si buscara dibujar la línea del horizonte, habiendo ejecutado tales cortes tan rapido que serán recibidos de forma simultánea por la víctima, como si ambos cortes buscarán encontrarse en el interior del objetivo causando una [Hemorragia media],
Golpe Basico + [FUEx3] de [Daño cortante]


Resumen
Mates y cosas
#24
Tofun
El Largo
Todo ocurría a una velocidad vertiginosa. Bajo la superficie del mar, Octojin había decidido ignorar parcialmente a su intrigante oponente, concentrándose en los puntos débiles del barco pirata. El estruendo fue inevitable: las brechas en la madera se expandieron, y el barco entero crujió, la tablas soltaron un gemido de dolor. La estructura cedía ante la presión del agua, anunciando un hundimiento inminente. En cubierta, el pánico se apoderó de la tripulación. Vina y Greta, las subcapitanas, se afanaban por salvar a los suyos, gritando órdenes mientras intentaban mantener el control. Con el Den Den Mushi en mano, trataban de contactar con el grupo en el faro.

¡Nos han atacado! ¡El barco se está hundiendo! ¡Solicitamos refuerzos, urgente! — Las voces de las hermanas gemelas resonaban con desesperación mientras organizaban la evacuación. El gran barco comenzaba a inclinarse peligrosamente hacia un lado, y las gemelas, con unos movimientos marcados por el miedo, ordenaron a los tripulantes que abordaran los botes salvavidas lo más rápido posible.

Mientras tanto, la nutria vegana no perdió su oportunidad. Aprovechando que Octojin estaba centrado en el barco, lanzó dos ondas acuáticas consecutivas, moviéndose tras ellas con una velocidad asombrosa. Su pelaje negro, que brillaba bajo el agua, parecía diseñado para la batalla marina, permitiéndole moverse sin restricciones en su elemento. Con ambos puños al frente, su cuerpo se lanzó en un embate directo hacia Octojin, buscando un golpe devastador.


Por su parte, Taka continuó su arduo ascenso por el acantilado. Su destreza como espadachín quedó demostrada cuando partió en dos una bala de cañón en pleno vuelo, provocando una explosión que hizo retumbar la roca y lanzando fragmentos de piedra al mar. Sin embargo, Taka avanzó sin un rasguño. Con agilidad y sigilo, logró alcanzar la cima del acantilado, colocándose en una posición estratégica a unos ocho metros del centro del combate, desde donde podría intervenir de forma óptima en cualquier momento.



Ray se comunicó con el cuartel y recibió una pronta respuesta, los marines ya iban de camino, tal tamaño tenían los estruendos y el espectáculo que se había montado que era inevitable ignorar que estaba sucediendo algo. Por desgracia, los marines llegaban ligeramente tarde a causa de que habían estado en tabernas toda la noche.

En tierra firme, Camille seguía siendo un torbellino de destrucción. Su espada giraba sin descanso, desmantelando a los piratas veganos uno tras otro. Los pocos que no cayeron bajo su filo estaban paralizados por el miedo, asegurando entre murmullos que estaban combatiendo al mismísimo diablo. Aun así, mantenían algo de esperanza gracias al imponente desempeño de su capitán, Broco Lee. Sin embargo, nuevos refuerzos llegaron al campo de batalla. Una nueva oleada de unos diez piratas veganos hizo acto de presencia, armados esta vez con pistolas y cestas repletas de frutas y verduras listas para ser arrojadas. Se mantuvieron a distancia prudente, lanzando una lluvia de disparos y proyectiles hacia Camille, Ray y Meethook, buscando aprovechar cualquier brecha en sus defensas.



Atlas, tras el brutal ataque de Broco Lee, comenzaba a recuperarse. Su regeneración era sorprendente, y, decidido a continuar la pelea, lanzó una nueva ofensiva con toda su fuerza. Pero Broco estaba en otro nivel. La anticipación y velocidad del capitán vegano le permitían esquivar con precisión milimétrica. Con un salto ágil, evadió el golpe del Fénix, usando la inercia de su movimiento para lanzarse como un torpedo directamente hacia Meethook, sin importarle los proyectiles que volaban en ese momento hacia el mismo objetivo.

¡Metralleta de Chía! — Gritó Broco, y su ataque fue descomunal. Era imposible contar cuántos golpes lanzaba por segundo, pero parecían ser decenas, una verdadera tormenta de puños.

Los impactos se sentían como un bombardeo continuo, cada uno de ellos tan rápido y preciso que era un desafío seguir el ritmo. La velocidad y brutalidad de Broco lo convertían en una fuerza imparable, y Meethook, aferrado a Ray, temblaba de terror ante la inminente amenaza.

Datos generales

Nutria Vegana

El líder Vegano


El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

#25
Camille Montpellier
El Bastión de Rostock
Como una fuerza imparable de la naturaleza, Camille se lanzó contundentemente hacia sus rivales y superó cualquier intento de frenarla, como si fuera una trituradora desmenuzando cuanto entraba a su alcance. Algunos piratas salieron por los aires, otros recibieron heridas profundas que les impedirían seguir combatiendo y unos últimos, sin embargo, parecían demasiado aterrorizados como para siquiera volver a intentar ponerse en pie. Cuando el giro cesó, su odachi se había asegurado de neutralizar a todos los rufianes que habían ascendido hasta el claro para apoyar a su líder. Ya solo quedaba él, o eso es lo que creía la oni, pero toda aquella situación estaba muy lejos de terminar.

Atlas había recibido el brutal ataque del peliverde, haciendo temer por unos instantes a sus compañeros —o al menos a ella— por su integridad física. Estaba claro que el impacto debía haber hecho estragos en su cuerpo, pero cuando la polvareda se esfumó y dejó atisbar los resplandores celestes, las preocupaciones se fueron con ella. «Estás como una regadera», pensó la oni con una sonrisa de aprobación.

Takahiro hizo acto de presencia poco después, apareciendo por el mismo lugar que había llegado Broco Lee tras trepar por el acantilado. Posiblemente aquella era la primera vez que Camille se alegraba de ver al zanahorio arabastiense, quizá la única. Toda ayuda era bien recibida en esos momentos y su presencia allí indicaba que la situación con el barco estaba controlada. O, al menos, que se trataba de algo con lo que Octojin podría lidiar con sus propios medios. De ese modo, quizá podrían enfrentarse al capitán pirata en un cuatro contra uno, pero estas esperanzas se esfumaron en el momento en que escuchó el alboroto de un nuevo grupo aproximándose. Hubiera deseado que fueran refuerzos de Rostock, pero por muy mal que pudiera haberles sentado el alcohol de las tabernas, aquellas pintas no eran las propias de unos marines ni esos sus uniformes. Esta vez una decena de maleantes habían hecho acto de presencia y, evitando con prudencia ponerse al alcance de la oni y sus compañeros, abrieron fuego con sus armas y empezaron a arrojar... ¿Vegetales?

¿Qué demonios...? —fue cuanto le dio tiempo a decir antes de pasar a la acción.

Los disparos iban dirigidos no solo a ella, sino también a Atlas, Ray y Meethook a su espalda: una ráfaga indiscriminada que buscaba causar el máximo daño y confusión posibles. Lo que no sabían es que Camille no permitiría que interfirieran en el combate que se libraba a su espalda. Sus sentidos se habían ido agudizando más y más a medida que la refriega se intensificaba, tanto que empezaba a notar cómo su cuerpo se dejaba llevar por aquella violenta satisfacción. Empezaba a pedirle más de eso, pero aún podría mantener a la bestia bajo control y darle un buen uso.

En un alarde de fuerza más que de agilidad, el suelo retumbó cuando Camille se propulsó en un salto, elevándose en el aire para centrarse lo máximo posible ante la trayectoria de los proyectiles. Su odachi se movió con ferocidad, buscando aquellas andanadas que se dirigían hacia sus compañeros para desviarlas, así como los disparos que se dirigieron hacia ella misma. Sin embargo, sabía que su habilidad con la espada no era suficiente para frenar todos los proyectiles. Priorizó los que iban hacia Ray y Meethook, tratando de desviar su trayectoria para que alcanzaran a Broco Lee. De entre los que iban directos hacia ella tan solo logró bloquear unos pocos. Vegetales y munición le alcanzaron, pero el daño que le hicieron fue tan ínfimo que la oni ni se inmutó una vez cayó al suelo.

Flujo Metálico
ESP102
ESPADACHíN
Defensiva Activa
Tier 1
6/8/2024
15
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Usando su arma el usuario trazara unos movimientos rápidos buscando desviar las ofensivas en su contra, mitigando parte de su daño. En el caso de que la ofensiva sea utilizando proyectiles y se Mitige todo el daño, el usuario podra desviar dicha ofensiva hacia un nuevo objetivo dentro del alcance restante de la ofensiva y recibiendo el nuevo objetivo todo el daño.
Defensa Pasiva + [FUEx2] de Daño Mitigado


Deberíais haberos marchado cuando tuvisteis la oportunidad —les dijo, y su voz salió teñida por los impulsos letales que recorrían su cuerpo herido. Sujetó a Céfiro con ambas manos, trazando un rápido tajo horizontal que proyectó una poderosa y veloz onda cortante hacia el grupo— ¡Luna Carmesí!

Luna Carmesí
U91301
ÚNICA
Ofensiva / Frenesí de Onigashima
Tier 3
13/9/2024
40
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Camille sostiene su espada con ambas manos y se prepara para trazar un amplio arco con ella, blandiéndola con tanta fuerza que hiende el aire y proyecta una onda cortante que se expande en un ángulo de 90º hasta una distancia de 15 metros. Dada su amplitud, la onda es capaz de cortar a todos los enemigos que entren en su arco haciendo un daño de
Ataque básico + [x2 FUE] Produce [Hemorragia Leve]


Resumen

Las matemáticas

Estado
#26
Octojin
El terror blanco
Joki no Eikyo
KGY300
GYOJIN KARATE
Pasiva
Tier 3
23/8/2024
Las técnicas del estilo emplean el elemento agua en ellas, con lo cual serán capaces de golpear a los usuarios de Akuma no Mi que normalmente contarán con ciertas inmunidades tangibles con normalidad. Por otro lado, siempre que se encuentre en el agua o tenga una fuente de agua de al menos 10 litros a 30 metros, sus técnicas físicas basadas en la utilización del cuerpo causan +40 de Daño adicional y costarán -5 Energía (Hasta un mínimo de 5 Energía). Obtiene [Colisión] +50 en tus ataques cuerpo a cuerpo con el estilo.


Octojin, desde la profundidad del mar, escuchó el sonido del crujido del barco pirata, que resonaba en su mente como una melodía victoriosa. Sentía una oleada de orgullo al ver cómo las grietas que había golpeado en el casco del navío se expandían, dejando claro que el barco iba a hundirse más pronto que tarde. La tripulación pirata, consciente de su inminente derrota, se desmoronaba en cubierta. Las voces de dos mujeres resonaban como un eco distante mientras ordenaban la evacuación con rapidez a la par que exigían refuerzos de manera urgente.

Contento, el escualo pensó que lo había logrado. Había sido de gran ayuda para sus compañeros, que por el momento, no tendrían que sufrir de más cañonazos. Notó entonces una gran satisfacción que le recorrió todo el cuerpo. Sus manos, cubiertas de Haki, habían hecho su trabajo y ahora el enemigo se estaba desmoronando. Pero justo cuando empezaba a considerar si avisar a sus compañeros de su éxito, sintió que algo no iba bien.

Su plan mental era destruir el barco y huir hacia la costa, para reunirse con sus compañeros, contarles que su plan había ido bien y ayudarles, ya que a juzgar por la llamada de Den Den Mushi que había hecho Ray, la necesitaban.

Pero si con algo no contaba ese plan, era con la velocidad asombrosa de la nutria, que, de repente, lanzó dos proyectiles acuáticos que se aproximaron hacia él a una enorme velocidad. No tuvo tiempo de reaccionar, apenas una fracción de segundo para percibir las ondas en el agua antes de que lo golpearan directamente en el torso. El impacto fue brutal, obligándolo a retroceder varios metros. El dolor recorrió su cuerpo, sintiendo cómo la fuerza del ataque había penetrado incluso su gruesa piel, provocando más dolores de los que pensó en un primer momento.

El habitante del mar apretó con fuerza los dientes a la par que sus ojos se abrieron con furia mientras se tambaleaba por el retroceso. No podía permitirse ceder terreno, no después de haber logrado hundir el barco enemigo. Entonces, algo captó su atención. A través del agua, más allá del torbellino de su propio dolor percibió un movimiento. Era sin duda la nutria. Se acercaba a gran velocidad, sus movimientos eran casi imperceptibles, pero había algo que traicionaba a la mink. Octojin olfateó el agua, y ahí estaba, el olor de su adversario que se filtraba entre la salinidad del mar.

"Ahí estás..." pensó el gyojin, enfocando todos sus sentidos en su oponente.

La nutria se lanzó hacia él con ambas manos extendidas en un intento de darle un golpe devastador, que parecía tener la intención de ser doble. Octojin se preparó, a pesar del dolor que recorría su cuerpo, la adrenalina era aún mayor. Rápidamente, concentró su energía en su brazo derecho, cubierto con una capa de Haki. Aun así, sabía que iba a ser complicado debido a la velocidad del mink, que se movía con la naturalidad y rapidez que el escualo solo había visto en una criatura del mar, lo que le llamó especialmente la atención.

La distancia entre ambos se cerraba cada vez más rápido. Octojin podía sentir el agua alrededor vibrando con la potencia del embate de la nutria. Pero no se iba a dejar vencer tan fácilmente. No podía caer allí, bajo aquél pretexto, en su propia zona. El agua y él eran uno, y aquello le debía mostrar a la nutria.

En el último momento, justo cuando la nutria estuvo a punto de impactar, Octojin levantó su puño cubierto de Haki. Todo parecía ralentizarse mientras se concentraba en el golpe que estaba a punto de realizar. Sintió el movimiento del agua a su alrededor y cómo las partículas se iban arremolinando y vibrando por la intensidad del enfrentamiento. La nutria era rápida, casi demasiado rápida para él, pero el tiburón había conseguido rastrearla por su olor y aquello le dio la pequeña ventaja que necesitaba para contrarrestar su ofensiva.

—¡Toma esto! —gruñó a la par que liberaba un fuerte golpe que se transmitió a través del agua, ganando más fuerza.

Senmaigawara Seiken
KGY402
GYOJIN KARATE
Ofensiva Activa
Tier 4
3/9/2024
50
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Un fuerte impacto que se transmite a través de las partículas de agua presentes en el cuerpo y aire que rodea al objetivo logrando que el golpe del usuario lo [Derribe] y [Empuje] hasta 10 metros.
Golpe Básico + [FUEx2,9] de [Daño Contundente]


La onda de impacto se propagó en todas las direcciones, teniendo como intención chocar directamente con el embate de la nutria. Por un instante, ambos golpes colisionaron, creando un fuerte estruendo y un remolino bajo el agua. La presión era intensa, empujando a ambos combatientes hacia sus límites, hasta unos niveles que rozaban lo inhumano. El tiburón sintió que le costaba mantener la fuerza de su golpe, pero se aferró a su resolución con todo lo que tenía, recordando que no podía ceder en aquél momento, dejando que la potencia de su técnica recorriera el aire y el agua que lo rodeaban.

Si finalmente su técnica prevalecía, una onda expansiva se liberaría del choque, la cual empujaría a la nutria hacia atrás, derribándola y enviándola a una distancia considerable, unos diez metros, mientras el agua burbujearía y se agitaría por la fuerza del impacto. El escualo, por su parte, se quedaría en su posición, respirando con dificultad mientras adoptaba una postura defensiva.

Respirando con cierta dificultad tras el reciente intercambio, el habitante del mar mantenía la mirada fija en la nutria. Algo no cuadraba. La forma en que su oponente se lanzaba hacia él era demasiado frenética, carente de estrategia. Actuaba como un animal acorralado más que como un guerrero con conciencia. Mientras el gyojin permanecía en guardia, recordó los movimientos de la nutria con mayor detenimiento. Notó que sus ojos parecían nublados, como si estuvieran velados por un instinto que no era el suyo. No parecía estar luchando por su propia voluntad, eso estaba claro. Aquello le hizo sentir una punzada en el pecho, que se fue extendiendo por todo el cuerpo. Aquella criatura no era un enemigo; era una víctima.

De repente, un destello de memoria le golpeó la mente al gyojin. Recordó la conversación que escuchó en cubierta, la discusión apresurada de los piratas cuando mencionaron que debían liberarla. La nutria... Había estado enjaulada. La imagen se formó clara y dolorosa en su mente: su rival era, en realidad, una prisionera obligada a pelear por aquellos que la habían reducido a una mera herramienta. El instinto asesino que había sentido antes se transformó en un doloroso aguijón de empatía. "Esclavos..." pensó con ira, comprendiendo al fin la naturaleza de ese enfrentamiento. Ya no estaba ante un enemigo; estaba ante alguien que necesitaba ser salvado. Pero para ser salvado, debía ser primero vencida, y de tal modo recuperaría la capacidad de pensar por sí sola. Quién sabe, quizá incluso podría unirse a ellos en el futuro.

Sus ojos, inyectados de determinación, se centrarían tras sus pensamientos en la figura de su adversario. Había sido un intercambio complicado y la nutria era un rival formidable. Octojin no podía subestimarla bajo ningún concepto, no podía permitirse otro descuido, porque le podía salir mucho más caro. Ahora, en una postura defensiva se preparaba para lo que vendría. Sabía que la lucha no había terminado y que tendría que darlo todo para proteger a sus compañeros y asegurar la victoria.

Matemáticas

resumen

Inventario

stats
#27
Takahiro
La saeta verde
El marine de cabellos verdosos, finalmente, fue capaz de alcanzar la cima de aquel maldito acantilado. Había sido una ardua tarea y sus músculos, sobre todo los de sus hercúleos brazos, continuaban temblando del esfuerzo. Se miró las manos durante un breve instante y estaba nervioso. Sin embargo, al alzar la mirada hacia el frente, Takahiro fue consciente de que no podía perder el tiempo. Cada segundo era vital y tenían que acabar pronto con la amenaza que tenían entre manos; debía ayudar a sus compañeros. Respiró hondo, expulsando una gran bocanada de aire que lo relajó de golpe. Sabía que si Ray le había llamado era porque la persona que tenía frente a ellos era una persona dura de roer.

Caminó con cautela hasta posicionarse a una distancia prudencial. Podía contemplar como un sujeto de cabello ridículo estaba avasallando a sus compañeros, pero no iba a quedar así. En un principio parecía que no se había percatado de que estaba allí, sin embargo, hubiera jurado que sus compañeros si se habían dado cuenta de que se encontraba casi a las espaldas del cabeza-maceta. Desde su posición observó como Camille repelía una cantidad bastante amplia de proyectiles extraños. «¿Qué clase de poder tiene este tío?», preguntó para sus adentros, tratando de encontrar una respuesta. ¿Una fruta del diablo? ¿Algún estilo de pelea extraño que no llegaba a comprender? Había varias posibilidades.

Sin embargo, no debía preocuparse por ello, en ese momento tan solo tenía una única misión: tratar de pillar inadvertido al pirata y que sus amigos aprovecharan eso para darles un buen golpe. Trató de analizar la situación rápido para no meter la pata y llegó a la conclusión más obvia, aquella para la que no hacía falta ser una persona muy avispada para darse cuenta de ello:  el cabeza-lechuga era un hueso duro de roer, ¿o la expresión correcta sería que era un trozo de apio difícil de masticar?

Esperó hasta el momento más oportuno, con la mano aferrada a la empuñadura de su katana, Samidare. La metálica hoja de su espada, dentro de su funda, se había tornado de un negro tan oscuro como el corazón de un bloque de obsidiana, al igual que sus brazos. Estaba a punto de demostrar a sus compañeros de lo que era capaz. Al mismo tiempo, respiró profundamente, mientras flexionaba su pierna derecha y se echaba un poco hacia adelante y, en un abrir y cerrar de ojos, se desplazó rápidamente hasta posicionarse al lado de su oponente, desenfundando su katana, trazando un tajo ascendente, cuyo objetivo era realizar un corte que fuera desde el torso hasta la cara de aquel individuo. Si todo salía bien, además de herirle le confundiría un poco, haciendo que sus compañeros pudieran atacarle y tratar de acabar con él o, al menos, dejarle en claro quienes eran los miembros de la L-42.
[tecnicainvalida=U77002]
Battojutsu…. destello gláuco —susurraría, reculando un par de metros de un salto, mientras enfundaba de nuevo su espada. El Battojutsu había comenzado.

Resumen

Stats y puntos de Vida, Haki y Energía

Ataque de Taka
#28
Ray
Kuroi Ya
El farero, visiblemente tembloroso, se acercó al oído de Ray tras la pregunta de este y le desveló entre susurros el mayor secreto de Broco Lee, aquello que había provocado que se volviera contra él:

- Su... su secreto... Es que en realidad no es vegano. Yo lo descubrí y cuando intenté revelarlo me hizo esto... Es el secreto de su fuerza pero nadie lo sabe. - Le dijo entre tartamudeos. El hombre estaba claramente aterrado, pero aún así encontró la suficiente confianza en el grupo de marines destinados a protegerle como para confesarle el por qué de su caída en desgracia.

- No te preocupes, acabaremos con ese farsante. - Contestó el joven de cabellos plateados con determinación.

Por suerte para ellos al parecer en el Cuartel General del G-23 ya estaban al tanto de que algo no iba como debía en el faro y habían comenzado a movilizar hombres para acudir a modo de refuerzos. No obstante más les valía darse prisa, pues aunque Camille estuviera haciendo una inmensa labor deteniendo los avances de las hordas de piratas otros diez habían hecho su aparición. Esta vez armados con pistolas. Dispararon una andanada, algunos de ellos hacia la oni y algunos hacia Ray y Meethook.

Al mismo tiempo el capitán pirata, tras evadir el ataque lanzado por Atlas, se lanzó a gran velocidad hacia ellos. Había que reconocer que su rapidez era impresionante, pero el marine no se quedaba atrás. Transformado como estaba en su forma híbrida y tras haber concentrado sus músculos al máximo estaba listo para el combate, así que en cuanto vio que su enemigo se lanzaba hacia ellos tuvo claro lo que había que hacer. Realizó un sello con su mano libre para acto seguido dejar caer una bomba de humo. En ese momento se movió a gran velocidad cargando con el maltrecho farero. Se detuvo tras unos escombros cercanos apenas un momento para dejarle allí, protegido de posibles acometidas, y lanzó una nueva bomba de humo para completar su distracción y que pareciera que se había teletransportado a apenas unos escasos tres o cuatro metros de donde había dejado a Meethook, intentando que fuera en un punto ciego para Broco.

Gracias a su sigilo como ninja lo más seguro era que este no hubiera podido oír nada, resultándole tremendamente difícil seguir sus movimientos. Esto con un poco de suerte haría que pudiera pillarle por sorpresa y, trazando de nuevo un rápido sello de manos, comenzar a lanzar pequeñas piedras hacia su enemigo. Estos proyectiles adquirieron altas temperaturas gracias a los sellos, por lo que su simple contacto provocaría quemaduras a su enemigo. Acto seguido se lanzó a por él detrás de las piedras, buscando aprovechar aquel momento de distracción para conectar un potente golpe con cada puño sobre el torso del pirata.

Cuando finalizara su maniobra, hubiera o no conseguido alcanzarle, le miraría con expresión desafiante y, con voz potente, gritaría a los cuatro vientos su secreto:

- ¡Broco Lee, sabemos que eres un farsante! ¡Sabemos que comes carne y que lo que predicas es una mentira! ¡Y también sabemos que este fue el motivo de que atacaras a Meethook y ahora quieras matarle, pues es la única persona que conocía tu secreto! ¡Pero ahora es público, así que no tienes que preocuparte más por él!

Con este pequeño discurso buscaba tres cosas: por un lado desestabilizar psicológicamente al pirata al dar a conocer a todo el mundo que estuviera alrededor su más oscuro secreto; por otro apartar su foco del farero dado que ya no era el único conocedor del mismo; y en tercer lugar que sus hombres se volvieran contra él al descubrir que todo cuanto les había hecho creer era una mentira.

Resumen


Números y Técnicas
#29
Atlas
Nowhere | Fénix
Nada, una vez más no había estado ni cerca de alcanzar a aquel tipo. Resultaba increíblemente frustrante tener en frente a un enemigo contra el que no podías hacer nada individualmente. Por un momento sentí la tentación de echarme la culpa a mí mismo por haberme saltado sistemática los entrenamientos matutinos en Loguetown, pero no tardé en desechar esas ideas. Shawn siempre daba conmigo y me imponía castigos disciplinarios mucho más exigentes que cualquier instrucción rutinaria. No, el problema no debía estar ahí. Entonces, ¿dónde estaba?

La aparición de Taka por la misma zona por la que había llegado el del pelo raro anteriormente me sacó de mi fugaz ensimismamiento. Si se había permitido el lujo de acudir como nuestro refuerzo la situación en el mar debía de marchar viento en popa, nunca mejor dicho. Aquella deducción, no obstante, no pudo reprimir por completo la sombra de preocupación sobre el estado del gyojin que sin lugar a dudas se había quedado abajo. Me disponía a preguntarle al chico del desierto al respecto, pero Broco hizo su siguiente movimiento justo en ese instante.

De buenas a primeras, pasó olímpicamente de mí —de nosotros— y se abalanzó sobre su objetivo real: Meethook. Sí, aquello me dolió. Me había dado el golpe de mi vida y le había desafiado a un enfrentamiento directo. Él y yo. ¿Quién se creía para darme semejante mamporro y luego ignorarme? Vale que fuese su objetivo inicial, pero aquella actitud estaba fuera de lugar... Claro que yo estaba contemplando la situación desde mi perspectiva y con mis valores, no desde el lado de un pirata que con toda seguridad tenía de todo menos honor y dignidad. No, tomármelo como algo personal estaba fuera de lugar. Por el contrario, podía resultar mucho más productivo aprovechar la situación. Con el movimiento y el consiguiente ataque que había lanzado, el cual no dudaba lo más mínimo que Camille y Ray podrían repeler o evitar, nos había dado la espalda a Takahiro y a mí.

Efectivamente, a algunos metros de distancia la oni había desviado o repelido buena parte de los envites lanzados por Broco Lee para, a continuación, volver a ocuparse del sinfín de bucaneros que seguían intentando cercarnos y crear superioridad numérica. Desde luego, la labor que estaba haciendo bien merecía una condecoración. Por su parte, Ray ejecutó una diestra maniobra de distracción antes de atacar al capitán. Taka, viendo la situación, también se lanzó a la ofensiva y ejecutó un ágil movimiento con su espada desde un lateral del enemigo.

¿Yo? ¿Que qué hice yo? Bueno, para buscarme tendríamos que ir a algún punto en medio de las acciones de todos mis compañeros. No eran pocas las misiones que habíamos hecho juntos hasta la fecha y, aunque aún nos quedaba mucha compenetración por alcanzar, lo cierto era que teníamos cierta afinidad innata que nos permitía realizar maniobras como aquéllas con mayor facilidad que otros. En efecto, poco después de que Takahiro comenzase a moverse yo hice lo propio.

Mis manos aferraron con fuerza la empuñadura de mi naginata, preparándome para el siguiente movimiento que iba a hacer. Paralelamente mis alas, que habían resurgido durante un breve instante, batieron con fuerza para impulsarme por el aire en línea recta hacia el lado contrario al abordado por Taka. Procurando no interponerme en la trayectoria descrita por los proyectiles lanzados por Ray, busqué situarme al lado del corsario para realizar un tajo horizontal a la altura de su abdomen, el cual fue seguido por un tajo vertical ascendente que no gozaba de la potencia del primero —ambos lanzados procurando no estar dirigidos hacia Taka o Ray—, pero igualmente podía ser problemático.
Desenfunde Rápido
SAM301
SAMURAI
Utilidad Activa
Tier 3
19/8/2024
36
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Tomando la empuñadura de su arma sin desenfundar o posicionando en la misma pose aunque este desenfundada. El usuario tomará una postura muy habitual para iniciar un duelo de espadachines para concentrar sus fuerzas en un primer movimiento ofensivo, ya sea un básico o una tecnica, junto al veloz desenfunde del arma obteniendo un incremento de [Destreza] y de daño a una ofensiva que se ejecute junto a esta postura.
+5 [Destreza] y +25 de [Daño]
Cizaña
ESP101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
1/8/2024
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]


Las palabras de Ray llegaron a nuestros oídos una vez las acometidas hubieron finalizado. A decir verdad, hubiese podido esperar cualquier cosa menos que el líder de los Piratas Veganos no fuese tal cosa. ¿Qué sentido tenía mentir en eso? Era tan sencillo como escoger otro nombre; buscar una motivación diferente que le diese sentido a sus actos delictivos. ¿Acaso no había cientos de capitanes que simplemente le daban su nombre a su tripulación y campaban por ahí haciendo el mal y sembrando el caos a sus anchas?

—¿Saben eso tus hombres, Broco? —dije en un tono de voz igual de alto que Ray, por si alguien no había escuchado lo que había dicho el de cabellos plateados—. ¿Saben en tu barco que su capitán come carne, huevos, queso y leche? ¿Saben que no tienes problemas con quien usa cuero para vestir o que podrías dormir bajo un edredón de plumas? ¿Saben que no eres vegano?
Resumen
Mates
#30


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)