¿Sabías que…?
... Eiichiro Oda empezó la serie con la idea de terminarla en 5 años, pero se dio cuenta de que en esos 5 años que la trama ni siquiera llegaba al 50%.
[Evento] [Búsqueda del tesoro] El Enigma Olvidado
Juuken
Juuken
Aquella planta me hizo retroceder lo suficiente para mantenerme al márgen. Goku seguía atrapado, la planta estaba centrada en mí. Tenía que acabar con ella. El muro detrás de ella se había resquebrajado, parecía que estaba anclada al propio muro, o que sus raíces estaban por todo el mismo y al dañarla provocaba que se resquebrajase. La criatura verde chirriaba. Vi que alguien pasaba por mi lado (Hunter), acercándose hacia Goku.

-¡Oe, ten cuidado, son muy agresivas!

Traté de disuadirlo pero fue en vano, me di cuenta que la planta parecía demasiado obcecada en mí y no le prestó la debida atención a ese tipo, quien llego a cortar varias de las lianas que tenían retenido al mono. Se giró hacia él y le dijo algo, tras lo cual se volvió a dar media vuelta y se marchó. No tenía idea de quién era, pero aprovechó bien la distracción para ayudar a mi compañero. Me fijé bien en él cuando se alejaba. No olvidaría esa cara.

Pero el peligro no había desaparecido todavía. Goku seguía todavía algo atrapado y, lo que parecía peor de todo, aturdido. Probablemente ese golpe contra la pared le habría dado fuerte en la cabeza, y a saber que le estaban haciendo las lianas. En este momento le atrapaban las piernas y un brazo, estaba prácticamente suelto gracias a ese desconocido. Era el momento de terminar de liberarlo. Empuñé con firmeza las dos armas y mire el terreno, en cuanto avanzase, probablemente las plantas tratarías de volver a cortarme el paso, o incluso tratar de inmovilizarme para que no continuase, o para que la planta grande, incrustada en la pared, no pudiera fallar si ataque.

Sentía que algo no iba bien, esa planta me había hecho algo antes cuando me había golpeado. Esperaba que no fuera nada grave y que pasara rápido. Sino tendría que echar mano de aquel botiquín. Aunque no estaba seguro de como usarlo. Tenía la herida en mis piernas de ese ataque anterior, tal vez estaba sangrando, no se que podría ser, pero ya me fijaría más adelante cuando todo esto pasase. Ahora lo más importante era sacar a Goku de ahí. Avancé rápidamente mientras comenzaba a girar, empuñando sendos filos para delimitar mi propio perímetro y evitar que esas plantas me cortasen. Gané inercia hasta que llegué a la propia planta, con la cual descargué toda esa rabia y necesidad de acabar pronto con todo esto, de rescatar a Goku de aquellas enredaderas que, por suerte, no había seguido atrapando su cuerpo tras la intervención de ese hombre.

-¡Tatsu Maki! -exclamé casi sin darme cuenta de lo que decía.

Sentía necesario clamar con fuerza el ataque, sentía que descargando esas palabras con fuerza podía liberar más energía y ganar eficacia con dicho golpe. Parecía una tontería, pero lo hacia inconscientemente, y hasta ahora parecía que estaba funcionando. Una onda de aire cortante se generó desde mis hojas, cortando todo alrededor en un pequeño diámetro. Impacté directamente contra aquella planta extraña, la cual emitió un nuevo chirrido mientras era partida y completamente destruída. El muro tras ella cayó con un característico sonido de derrumbe, pero no duró demasiado. Fue más el impacto del golpe que el propio caer de las rocas.

Envaine uno de los sables con el otro continué manteniendo a raya las ramas que que acercaban a miz seguramente también con intenciones hostiles. Noté un pinchazo en las piernas donde me habían atacado las plantas anteriormente, sin embargo en esta ocasión no había ninguna planta ahí que me estuviera atacando nuevamente. Pero las piernas ardían.

Terminé de soltar las lianas que oprimían a Goku. Parecía algo ido de sí mismo, no respondía, estaba como mirando a la nada, aturdido, probablemente sin entender la situación. Se había llevado un golpe muy fuerte, creía incluso haber visto alguna liana oprimiendo su cuello antes de que el desconocido le ayudase. ¿Le habrá hecho algo esa opresión en el cuello? Si le hubiera cortado la respiración durante un rato podría ocurrir que estuviera ausente un rato. Pero no podíamos detenernos ahí, no en ese momento. Debía ayudarle.

-Tranquilo Goku. Ya te tengo -dije con una completa seriedad como hacía tiempo que no sentía.

Hacia tiempo que los días de completa seriedad se habían esfumado pero desde que entramos en esta cueva sentía que no tenía la menor idea de lo que estábamos haciendo allí. Habíamos ido por una especie de tesoro, sin embargo habíamos caído en algún tipo de trampa, y no habíamos sido los únicos. Mirando por encima había más de veinte personas en aquella primera sala, tal vez unos treinta, no me había parado a contar, pues había tenido otras prioridades en todo momento, pero resultaba obvio que habían lanzado aquél rumor para atraernos a ese lugar y tendernos una trampa. Y todos habíamos caído sin presentar ningún tipo de dificultad. Después, estas extrañas salas sin sentido, no estábamos haciendo más que dar vueltas de un lado a otro mientras corríamos para salir de allí. Pues yo no tenía esperanza alguna en hallar ningún tipo de tesoro, la supervivencia ahora era el único aliciente para continuar avanzando, además de reencontrarnos con Gretta y los demás.

Para colmo, ahora estábamos en problemas. Suzuka había quedado casi paralizada por el frío, Goku estaba aturdido, con eso quedamos Lance y yo para seguir adelante cargando con el peso de lo que quedaba de tripulación entre nosotros. ¿Qué habrá sido del resto? Esperaba que se encontrasen bien. A los pies de goku se encontraba en dial que le había dado a él, se había caído de sus manos al golpear la pared con esa fuerza, lo recogí rápidamente sin prestarle mucha atención y lo guardé en mi bolsillo, mi atención se debía centrar más en las plantas y en mi compañero, pero no iba a dejar el dial ahí tirado en el suelo. Sujeté a Goku del brazo y tiré de él mientras continuaba manteniendo a raya las pocas plantas que quedaban. Avancé a la siguiente sala, donde directamente note que la temperatura aumentó considerablemente. Esperaba que en esta ocasión no le afectase igual a Suzuka.

-¡Vamos, esta libre! -indiqué a mi capitán y a la chica para que avanzasen.

Suspiré. La temperatura iba en aumento, pero estaba seguro de poder soportarlo con facilidad. Aquellos segundos habían resultado francamente agotadores y me tomé unos instantes para analizar el nuevo habitáculo mientras Lance y Suzuka llegaban. Frente a nosotros había un gran muro de fuego, eso explicaba las altas temperaturas que se estaban dando ahí. A los laterales, pasillos oscuros, aunque ligeramente iluminados por el propio fuego del muro, pero al tener curvatura no se podía apreciar nada con claridad. El suelo era terroso, cada paso sonaba con un crujir de tierra, no era la mejor situación para intentar pasar desapercibido. Aunque con el método utilizado para entrar, desde luego eso no era una opción real.

Lance y Suzuka llegaron por detrás, esta vez ella ya no iba cargada a los hombros del capitán, parecía que se había recuperado, eso era buena señal. Miré a Goku, seguía en el mismo estado, envainé mi arma y le cogí por el hombro, cruzando su brazo por detrás de mi cuello para ayudarle a andar. Vi como mis compañeros analizaron de nuevo la situación. Debíamos tomar un camino para avanzar, hacia la izquierda o hacia la derecha. Pero el capitán encontró un tercer camino. Al parecer, nuestra compañera con poca ropa tenía otro dial que podía emitir una gran cantidad de agua, me lo tendió a mí, ya que yo iba ocupado cargando a Goku, y ella se preparó para lanzar un ataque con ese arma suya. Me dijo que apretase el botón y que lo apuntase todo contra el muro.

Al parecer la idea era apagar el muro y ella haría algo para tirarlo abajo. Era buena idea, aunque no me terminaba de convencer. En el peor de los casos pues daríamos un rodeo y evitaríamos el muro de fuego. Tenía pinta de estar extremadamente caliente. Cuando comencé a echar el agua, y Suzuka descargó su ataque, del muro comenzó a emerger una gran cantidad de humo que impedía verlo con claridad. No sabía cómo podía estar afectando, pero todo parecía indicar que estaba surtiendo efecto. De pronto Lance dió la orden, era el momento de avanzar y había que hacerlo rápido. Sin dudarlo un solo instante, sujeté fuertemente a Goku y me dispuse a atravesar la cortina de humo rápidamente con él, prácticamente de un salto.

No había surtido el efecto que creíamos. Nada más avanzar pude notar una fuerte punzada de dolor por todo el cuerpo. Sentía el calor abrasar cada parte de mi cuerpo, cerré los ojos por instinto para evitar que se quemasen. Esa pared era mucho más caliente de lo que nos imaginábamos. Sentí nuevamente mis piernas ardiendo, esta vez por el fuego que entraba en contacto con todo mi cuerpo. El dolor se acrecentó rápidamente hasta que logramos atravesar el muro por completo. De no haber saltado directamente hacia adelante, me habría dado la vuelta y rodeado el muro de fuego por el lado que fuese.

Nada más atravesar el muro caí clavando una rodilla, sujetando con más fuerza a Goku. Hacía tiempo que no experimentaba algo similar a eso, fué prácticamente como volver a estar cautivo en aquellas cuatro paredes. De hecho había dolido menos que algunas de aquellas inyecciones, en alguna ocasión sentí un ardor tan fuerte por todo el cuerpo, que perdí la conciencia durante tres días enteros. Por suerte para mi, en estos momentos, el dolor tan solo era un viejo conocido, ya no podía sorprenderme ni hacerme caer tan fácilmente. Volví a recobrar la compostura, el calor ahora estaba siendo más fuerte todavía.

Me miré, las ropas no habían ardido en llamas por suerte, pero si había algunos puntos donde se estaba generando una leve llama. Golpeó en esas partes, extinguiendo las posibles brasas, y ayudé a Goku con lo mismo. Seguía fuera de sí, y ahora con más razón. Me aseguré vigilándole que no cayese inconsciente. Aunque realmente no parecía muy consciente de lo que le rodeaba ni de lo que estaba ocurriendo. Me recordaba a lo que le había pasado a Suzuka cuando la encontré en la primera sala. ¿Acaso era algo que ocurría por estar en estas cuevas? Esperaba que no me pasara nada de eso a mi. Miré a Lance con la cara completamente seria, era obvio que aquello no había sido una buena idea, y cuanto más avanzábamos por aquellos pasillos y muros extraños, más confusión y frustración sentía. Incluso comenzaba a dudar hasta de Lance, esa última decisión nos había llevado a atravesar una pared de fuego abrasador, por no decir que fue quien nos hizo venir a este lugar.

Sacudí la cabeza. No era el momento de pensar en cosas como esa que, seguramente solo venían fruto de la frustración. Nada estaba saliendo como esperaba y la situación y la zona no ayudaba para nada con ese sentimiento. Tal vez lo que haya afectado a Suzuka y a Goku, me esté afectando a mí de otra forma más agresiva y me este llevando a adoptar estos pensamientos. Decidí no darle más importancia a lo que acababa de ocurrir y continuar hacia adelante, por lo que me fijé mejor en la nueva sala en la que estábamos.

Un segundo muro de fuego estaba ahí delante de nosotros. Otra vez no iba a caer. Miré hacia los lados, esta vez aunque dijesen de volver a hacer lo mismo, no iba a caer dos veces con la misma piedra. Hacia mi derecha podía observar lo que parecía una apertura en el muro. Estaba comenzando a sudar de calor, comenzaba a ser bastante agobiante, por lo que no me lo pensé dos veces. Sujeté firmemente a Goku, un brazo suyo pasaba por detrás de mi cuello para sujetarlo mejor y ayudarle a avanzar.

-Aquí hay un camino -dije serio sin siquiera girarme a ver al capitán o a Suzuka.

No tardamos en llegar a la apertura, y allí delante había un nuevo escenario muy similar a los últimos que ya habíamos pasado. Comenzaba a ser desesperante, sentía que solo daba vueltas y que vagaba sin razón alguna por esos pasillos. No se veía gran cosa, sin pensarlo volví a seguir el camino hacia mi derecha. El calor ya no era tan extremadamente sofocante, pero todavía estábamos al lado del muro ardiente. No tarde en apretar un poco los dientes. Un poco más adelante nos encontramos con un callejón sin salida, tocaba darse la vuelta.

-Por aquí no se puede seguir -dije sin vacilar.

Nos dimos la vuelta. Ahora iban Lance y Suzuka por delante. Me quedé observándolos, solamente pensaba en la forma de salir pronto de este lugar, parece una trampa para acabar con todos, con todo aquel que se hubiera creído la historia de ese fantástico tesoro. Tesoro que sentía como humo en el viento, algo esquivo que no sabes si realmente está ahí, pues cuando crees tenerlo próximo, se esfuma. Como si realmente nunca hubiera existido. No me importaba que así fuese, tan solo quería volver a reunirme con la banda, saber si estaban todos bien. Shiro, Qazan y Gretta, hacia bastante que no sabía de ellos, no se comunicaban más por el caracol, pero en estos momentos alomejor ni siquiera podían, o tal vez tan profundo no funcionasen. Tampoco se me había ocurrido eso hasta ahora.

Avanzamos hasta que el pasillo se ensanchó. El suelo estaba recubierto de grandes baldosas, algunas con color dorado, la sala se veía algo más ancha que las anteriores, y cada vez los muros delanteros iban teniendo mayor curvatura. En este caso era como si no hubiera nada más allá del siguiente muro, tan solo un espacio cerrado. Nos quedamos mirando nuevamente, otra vez nos decantamos entre girar a la izquierda o hacia la derecha. Finalmente decidimos hacer un giro a la derecha, y no tardamos en llegar, por fin, al centro de la sala. En el centro de aquella planta laberíntica había unas grandes escaleras ascendentes.

-Espero que esto ya sea la salida. Y espero que el resto esté bien.

Tras decir eso me fijé en Goku, si podría subir él a solas, quería seguir ayudandole pero comenzaba a notarme cansado. Me giré a Lance, quien ya no estaba cargando a Suzuka, se le veía más relajado, siempre aparentaba asi, aunque a veces no fuera más que una fachada, era complicado a veces saber cómo estaba el capitán solo por su forma de actuar.

-Lance, ayudame con Goku.

Le pedí. El cansancio me estaba haciendo mella. La situación estaba siendo demasiado caótica y necesitaba tomar un breve descanso, por lo menos en lo que hacía referencia a cargar con Goku. Si él podía cargar con Suzuka, el mono sería más fácil y ligero para el capitán. Tras aquello comenzamos a ascender por aquella escalinata. Mi mente tan solo podía pensar una cosa. Espero que todos esten bien.

DATOS
Byron
Hizashi
Cuando Kael decidió adelantarse y reconocer el terreno, el joven capitán simplemente asintió, confiaba totalmente en él y en sus capacidades, y aprovecharse de ellas era precisamente lo mejor que podían hacer si querían ganar esta curiosa carrera.

- Ten cuidado compañero. - Terminó acompañando el gesto con un murmuro cuando el hombre del parche se volvió lodo para atravesar el muro de plantas.
Las palabras de su codicioso camarada emplumado captaron su atención, lo miró extrañado intentando ver a través de la petición. No era la primera vez que aquel manipulador pato escondía algo bajo su manga, y siendo sinceros, tenía claras sus intenciones desde el primer momento que abrió el pico en su forma Wisdom Point. Con un ligero suspiró se echó la mano a la frente, algo decepcionado, no de forma personal, y es más, hasta le resultaba un poco cómico lo que afloraba en la cabeza de su compañero en una situación como esta, cuando el temblor de su cuerpo provocado por las fuertes tiritonas del frío querían llevárselo al otro barrio.

- No te preocupes Duck, si el tesoro es dinero, dividimos el dinero en dos, una mitad para las gestiones de la tripulación y la otra mitad para ti, por si quieres gastarlo en señoritas de compañía o jugártelo en las tragaperras. Yo no busco el tesoro, busco ser quien encontró el tesoro, así que, si el resto no tiene inconvenient... - Su aliento fue cortado, interrumpiendo su comentario ante un estruendo que venía de unos metros atrás.

Se giró exaltado para encontrarse con un jabalí, enseñando las posaderas sobre la pila de plantas carnívoras, era totalmente comprensible aquel sentimiento, ante tremenda imagen. La situación era tan extraña que hasta Gavyn no pudo evitar expresar sus pensamientos en voz alta, Byron compartía en silencio aquel sincero comentario. De pronto, Muken sacó su escopeta, definitivamente los tenía bien puestos y estaba muy consciente de que no podía fiarse de nadie en aquel lugar. A pesar de estar contento por su iniciativa, le sonrió y con un pequeño gesto de su mano le hizo bajar el arma.

- Hie hie, recuerda Muken, esto es una carrera, nada de hostias a no ser que sea necesario... Así que, venga, no perdamos el tiempo, mueve esas piernas.

Entonces el jabalí replicó, no tomando en serio la amenaza de Muken. La miró de arriba abajo, no le resultaba intimidante, no era más que un cerdo mascullando palabras para hacerse la valiente, definitivamente, Byron no tenía tiempo para esos juegos, y apartó la mirada de aquel animal dándole la importancia que tenía en la escena: Ninguna.

- ¡A mover las piernas he dicho cabrones! ¡Hie Hie Hie! - Rio a carcajadas para reducir al máximo el impacto de las palabras que habían sido pronunciadas por aquel torpe ser y prosiguió su camino.

Así, todos juntos siguieron, al final Drake tendría razón en sus anteriores palabras, y el capitán pirata se trataba de alguien confiable.

Atravesaron la zona de las plantas con velocidad y soltura, entrando en una zona de volcánica. El calor agobiaba visiblemente a sus compañeros, por suerte, Byron aún podía resistirlo con relativa facilidad, más sí que el sudor se hacía presente en su piel. Nada más entrar a aquel nuevo bioma, unos poderosos e imponentes muros de roca y lava en su frente, que se extendían de la misma forma que los anteriores de hielo, para su suerte, nada más salir a la zona, estaba la entrada para adentrarse más al centro. Y así se adentraron, ahora seguir el camino era más sencillo, debido a las luces que la incandescente roca derretida desprendía, hasta que detuvieron su paso a mitad de ese pasillo, pues al fondo, un feroz muro llameante de tonos azules y rojos los cortaba el paso, dejándolos en un callejón sin salida.

Miró a los alrededores, su mal juicio los había llevado a una encerrona, si perdían aquella carrera había sido por su culpa. Miró a sus camaradas, entre sudores y sofocos, claramente afectados por el calor, algo resonó en su interior, sintiéndose mal por ser el único responsable de esta cagada. Entonces, entre la palpitante lava, vio el fluir de las rocas, y se le ocurrió una idea, que causaría estragos en uno de sus aliados, pero era la única forma de salir de aquel lugar.

- Drake, ¿confías en mí? - Dijo con un tono de voz claramente afectado.- Los muros son de roca y magma, creo que si aguantas el calor el tiempo necesario, puedes crearnos con tu poder un pasadizo... ¡JODER! ¡No quiero pedirte esto pero...! ¡YO CONFíO EN QUE PUEDES, ERES MI MANO DERECHA, POR ALGO TE ELEGÍ A TÍ!- Gritó lleno de pasión, siendo una creencia genuina aquello que transmitía con sus palabras.

Drake, con el pecho henchido así lo hizo, y usando el poder de su akuma no mi, formando un pasadizo entre la lava, que nos permitió avanzar, no sin que en aquellos escasos metros el calor se volviese más insoportable, haciéndolos perder un poco de sus fuerzas, aunque la peor parte se la llevó su camarada que estaba visiblemente herido, y aun así, lo soportó de una pieza y se mantenía como si nada hubiese pasado. Le sonrió de forma alegre, mientras señalaba a su frente con el dedo, encontrándose allí la entrada a una nueva sala más al centro.

- ¡HIE HIE HIE VES TENÍA RAZÓN, UN PÁLPITO, GRACIAS DRAKE! - Y chocó los cinco con el brazos largos alegremente.

Aliviándose por la bajada de temperatura, se adentraron en esa nueva sala de piedra y oro, toda ella, tanto paredes como suelo. Y deambulando por el sur de la sala, finalmente se encontraron con unas escaleras ascendentes de un azulejo azul, brillando con una luz propia similar a la luna, aquel lugar tenía escrito en sus baldosas "final del camino" o por lo menos esa era la apreciación del muchacho de cabello violeta.

- Es el final cabronazos, ¡arriba! ¡Imagino que Kael estará subiendo!- Y así, subieron sin perder un instante más.

DATOS
MC duck
Pato
Mc Duck Fruncio los ojos con gesto de enfado ante las malas palabras de Byron, que no podían ser más insultantes y penosas, Mc Duck tendría que pensar si merecía la pena dejarlo como capitán visual de cara al gobierno, pero Drake era un pimpollo y Kael le caía bien para intentar usarlo de marioneta. De momento solo tenia a Byron, así que tendría que ser mas represivo con él, para que entendiera como debía actuar.
-¿Cómo puedes decirlo así? cuack cuack ¿Por quién me tomas? cuack  Tienes mucho que aprender jovencito. cuack . MUCHO. CUack.
Byron tenía muchas asperezas que limar, a ver si conseguía moldearlo, en el peor de los casos, siempre podría acercarse a su cuarto y dispararle un escopetazo en la cabeza mientras dormía, culparía a Muken, y nadie lo sospecharía lo contrario… Porque Mukens era un tipo en el que no confías, míralo ahí con la escopeta preparado, si, Mc Duck también, pero él lo hacía con clase, no tan agresivo como el pistolero. Hablando de eso Muken amenazó con su escopeta a un cerdo gigante que había atravesado la pared… por alguna razón. Aquella enorme bestia fue salvada por Drake corazón de oro y empezó ¿a hablar? un momento… sonaba ¿femenino?

-Espera…- señalo a Gretta con su pulgar- eso… ¿Eso es una mujer? 
meme

Luego de aquel encuentro, y adoptando a un nuevo cachorro, una nueva razón para reprender a Byron más tarde. Tenía que ser más estricto en estas cosas, de Drake se podía esperar algo así, de él no. Por suerte, pronto Byron se pondría las pilas, mientras los demás seguían a su "cabeza de turco" por si habia algo delante, el capitán los guio entre las plantas venenosas sin que les afectara tanto, y hallo un acceso entre la lava, y además tuvo una genial idea para cruzarla usando las habilidades de Drake.

-¡Bien hecho! Drake, y tu también Byron, ya se empieza a notar el capitán que estoy haciendo de ti, no te preocupes ya me agradecerás mas tarde.

Manipulando al capitán para que no tenga mas remedio que aceptar mi halago o en cambio quedara mal si trataba mal al Pato a pesar de sus buenas palabras. O al menos intentarlo, por que Byron es un poco cabeza buque.  Pero mas cabeza Buque era el pato... aunque... empezaba a sudar mucho....

MC Duck, de repente, cae como pato normal, sudando como un pollo, aunque los patos no pueden sudar.

resumen
Lance Turner
Shirogami
El cuerpo de Suzuka seguía temblando a causa del frío, y su respiración parecía cada vez más pesada. Mientras avanzábamos, el ambiente se había tornado más peliagudo. En mi mente calculaba cada paso que dábamos, tratando de trazar un plan que nos llevara a todos a salvo cuanto antes. Ver así a mis compañeros era algo que muy en el fondo me pesaba demasiado.

La mirada del joven (Hunter), se clavó en nosotros. Era una mirada un tanto extraña, a la cual no estaba acostumbrado. No sabía bien si se trataba de indiferencia, o quizá algo más. Es posible que hubiese evaluado nuestra situación y decidiese no entablar combate, bien por estar en minoría, o bien porque no parecíamos un reto en estos momentos. Sin saber bien el motivo, estuve unos segundos dándole una vuelta al tema. Definitivamente, ese chico había captado mi atención, más aún al ofrecernos su Dial de Calor para ayudar a Suzuka.
- Ella lo necesita más que yo —dijo, señalando a Suzuka.

Lejos de tomarme las diferentes posibilidades que pasaban en mi cabeza como ciertas, me limité a agradecer el gesto con un asentimiento rápido y se lo coloqué a Suzuka, quien poco a poco comenzó a recuperar el color en su piel. La vi sonreír, agradeciendo al chico, mientras Hunter avanzaba con rapidez para seguir su camino.

- Gracias, guapo - Dijo ella, con un tono que me hizo reír por lo bajo. Ella siempre encontraba la forma de mostrarse coqueta incluso en momentos como este.

A pocos pasos llegamos donde estaban Juuken y Goku. El pobre mono estaba atrapado entre las plantas, pero para nuestra fortuna, aquel desconocido del dial de calor (Hunter) había liberado parcialmente a Goku antes de irse, pero este se encontraba aún algo aturdido, sin respuesta. Por otra parte, Juuken no se detenía, estaba empeñado en rescatarlo hasta la última consecuencia, tal y como podía apreciarse en su piel. Una vez más hice un repaso mental al desarrollo que había tenido el chico con el paso del tiempo, aquel rostro que una vez contemplé en nuestro primer contacto, ya no existía. El Juuken actual había sido reconducido a un buen hombre en el que confiar, con un futuro brillante. Él lanzó un potente ataque con sus espadas, cortando la planta que mantenían a Goku prisionero.
- ¡Tatsu Maki! - Gritó Juuken mientras realizaba el movimiento definitivo.

La planta chirrió con fuerza antes de ser destruida por completo, y las piedras del muro se desmoronaron lentamente. El golpe de Juuken fue certero. Al verle tan concentrado en su empeño por liberar al mono, me di cuenta una vez más de lo afortunado que era de tenerlo a mi lado. Cuando Goku quedó libre, Juuken lo sostuvo firmemente. Pese a todo, nuestro joven segundo al mano no mostró signos de agotamiento, aunque era evidente que la situación le estaba cobrando factura.
—Tranquilo Goku, ya te tengo —dijo Juuken con una seriedad inusual.

La preocupación por el resto de nuestra tripulación comenzaba a afectarnos, pero no podíamos detenernos. La supervivencia era nuestra prioridad, y la única forma de garantizarla era seguir adelante. Me acerqué a Juuken y le puse una mano sobre su hombro.
- Lo estás haciendo bien - Le dije con una sonrisa de confianza. Sabía que él estaba lidiando con sus propios pensamientos, y aunque su seriedad era algo raro, no era el momento para profundizar en ello. – Por cierto, ¿Por qué gritas el nombre de tus ataques? – Le pregunté en tono bromista mientras me reía un poco. – Es una costumbre que deberías quitarte, algún día puede volverse en tu contra.


Con Goku finalmente liberado, todos nos preparamos para avanzar hacia la siguiente sala. El ambiente cambió de nuevo. El hielo y las enredaderas quedaron atrás, y fuimos recibidos por un muro de fuego y calor sofocante. Suzuka, quien por fortuna ya estaba mucho mejor y en pie, se había recuperado sugirió un plan para cruzar el muro.

Contemplando el escenario, me pareció lógico pensar que si el anterior muro de hielo estaba protegiendo una zona de vegetación, y tras este, ahora se encontraba uno de estas características, no había duda alguna de que tras este, también habría algo nuevo y diferente.
- Creo que debemos seguir tirando estos muros… - Dije en tono dubitativo. – Tras los anteriores, nos encontramos más dificultades. Seguramente sea todo parte de una prueba en este sitio tan extraño. Vamos a llegar hasta el final. – Exclamé tratando de dar confianza al resto del equipo.

En ese momento me puse a repasar todo lo que había pasado en este día tan peculiar, y una pequeña idea surgió en mi cabeza.
- Suzuka, si usamos tu dial… es posible que debilitemos este nuevo muro y sea más fácil superarlo, aunque no te niego que preferiría que me la echases encima. – Dije notando cada vez más el asfixiante calor que allí hacía. Miré entonces a mis compañeros y concluí con algo más. – Si se trata de un muro recubierto de esto, al apagarlo, debería ser sencillo romperlo con un ataque. Con ello, pasaríamos sin problemas.

- Suena arriesgado, pero igual tienes razón y hay algo importante al otro lado... – Contestó la chica rápidamente, pero con un claro tono dubitativo.
Poco después, tomó la rápida iniciativa de hacerlo junto a Juuken, siendo este el que disparase el Dial de Agua en esta ocasión. No sería mala idea, sabiendo que Juuken había atacado antes, lo mejor sería que se centrase en coger un poco de energía en estos momentos.

Fue algo bastante rápido, a mi señal ambos realizando sus ataques respectivos, y estos tuvieron un efecto parcialmente exitoso. Una gran nube de vapor se elevaría tras este, señal inequívoca de que era el momento exacto de cruzar.
- ¡Ahora! ¡Cruzad! – Grité rápido a sabiendas de que no podríamos volver a realizar ese ataque tras gastar todo el Dial.

De un simple vistazo hacia atrás pude confirmar mis sospechas, Hanami pretendía irse hacia atrás. Por fortuna pude agarrar su mano y tirar de ella hacia mi para que nos siguiese en ese salto de fe que era cruzar el muro. 

Aquello dolió como pocas veces había sufrido antes. Sentía como si una masa pesada cubriese mi cuerpo quemándolo en vida, provocándome un grito contenido en consecuencia. Aquello nos había provocado unas quemaduras del todo menos suaves. Goku y Juuken también sufrieron, y las quemaduras comenzaron a marcar nuestros cuerpos. El vapor nos asfixiaba y sofocaba, pero no había vuelta atrás. Todos salimos al otro lado, chamuscados pero vivos. Por su parte, Hanami también tenía las mismas marcas, aunque era sorprendente cómo había logrado resistir tanto la poca ropa que le quedaba, levemente chamuscadas por los bordes.
Esta última tosía ligeramente, mientras con cierta dificultad decía algo que reflejaba la realidad del momento:
- No fue el mejor plan... Igual nos faltó potencia...

En otras ocasiones habría discutido algo, indicando que quizá, simplemente, era la opción menos mala que teníamos, pero no tenía cuerpo para ello, con lo cual, asumí mi responsabilidad como creador del plan. Asentí con la cabeza, respirando profundamente para calmar el ardor en mi cuerpo. No era momento para lamentarnos, aunque el dolor de las quemaduras era intenso. Observé cómo la Oni (Hizuka), algo más recuperada, analizaba en voz alta el dial de agua, posiblemente pensando en cómo mejorar su funcionalidad.

El camino continuaba, y el calor poco a poco disminuía a medida que nos acercábamos a una nueva pasillo decorado con adornos dorados. Era un cambio total respecto a las anteriores, y aunque el lugar parecía más seguro, ninguno de nosotros se relajó. Al poco, nos encontramos con dos nuevos caminos posibles, derecha o izquierda. No tardamos mucho en elegir la derecha, pero esto fue un error tonto que nos llevó a perder lo que podían ser unos valiosos segundos. Dimos la vuelta rápido tomando esta vez el camino de la izquierda, el cual nos llevó a una nueva sala con adornos y baldosas doradas.
- Si antes nos equivocamos con la derecha, seguro que ahora acertamos con la derecha. – Pensé dando el primer paso hacia ese lado, con intenciones de llegar cuanto antes al final de esta maldita sala.

Por fin tuvimos algo de suerte al llegar a unas nuevas escaleras, las cuales parecían que iban a sacarnos por fin de este lugar. Contemplé brevemente la situación de todos, deteniendo mi mirada en Juuken y Goku, pensando en lo que había cargado el pobre todo este tiempo. Todavía no había hecho gran cosa, y él había tomado la iniciativa en varias ocasiones. Esperaba ser yo el que pronto pudiese hacer algo importante para el grupo.
- Lance, ayúdame con Goku - Me pidió el joven Juuken, visiblemente agotado.

En el fondo odiaba ser yo el que volviese a cargar con alguien otra vez, pero se lo debía. Sin dudarlo, tomé a Goku en mis brazos. El peso del joven mono no era problema para mí, y de inmediato nos dirigimos hacia la escalinata que nos llevaría a un nuevo destino.
- Vámonos de aquí - Dije mientras subíamos las escaleras.

A pesar de las heridas y del cansancio, no permitiría que la moral de la tripulación se desplomara. Mi mente ya estaba pensando en el próximo paso, en cómo proteger a los míos en esta extraña trampa, y cuándo podríamos reunirnos con el resto.
Datos de interes
Gavyn Peregrino
Rose/Ícaro
Puse los ojos en blanco, que pronto acabarían mirando hacia el interior de mi cráneo y luego los dirigí hacia Bonez, las calaveras en su sombrero de copa habían estado castañeando hasta hace unos momentos, pero aún tuvo la valentía de bromear. Llevaba semanas escuchando al moreno hacer chistes malos, y no sabía si me estaba acostumbrando demasiado a él, pero lo cierto es que me sacó un resoplido de diversión en ese momento. Le devolví el codazo a Bonez, empujándolo con una de mis alas, que tenían suficiente fuerza para levantarme, por lo que sin duda podrían moverlo lo suficiente para molestarlo.

. – Tus ideas llevan congeladas desde hace un buen rato, quizás deberías darle otra calada al puro, para que te las esclarezca. –Esbocé una sonrisa mordaz.

Lo que no esperaba era que me saque el puro de la mochila, fue lo suficientemente rápido, considerando la situación y no quería abrirme la chaqueta de vuelo, pero entrecerré los ojos, mirándolo con una ceja arqueada por la confianza de meter la mano entre mis cosas sin mi permiso, al parecer no había aprendido después de la primera vez que nos conocimos e intentó robarme… Corrección, la ocasión en la que “chocó” conmigo, intentó robarme y eso llevó a que nos conociéramos. Ese orden de los hechos me agradaba más.

No esperaba que Draven se adelante, pero supuse que, con su forma de barro, le sería más sencillo atravesar el amasijo de plantas carnívoras, asumí que su cuerpo en ese estado no tendría sensibilidad al dolor. Pronto recordé la caída que sucedió al principio de la aventura y confirmé esto último, definitivamente el dolor no era un problema para él. Mis iris dorados y bruñidos siguieron la retirada de Draven hasta que este se perdió de vista, recibiendo un comentario de cuidado de Nikkei, bueno, definitivamente era todo lo que Drake dijo hace unos minutos, y más, pero cuidaba de sus compañeros, se preocupaba por ellos, algo a tener en cuenta… A diferencia de McDuck, que parecía estar más centrado en el beneficio personal, la manipulación y los halagos. Tenía muchas cosas que tener en cuenta.

Dicen que las experiencias de peligro afianzan los vínculos ¿No? Bueno, afianzan los vínculos con la muerte, de eso no hay duda.

Le eché a Nikkei una mirada rápida después de decidir dividir el tesoro, o lo que sea que estaba allí abajo, en una mitad para McDuck y la otra para “gestiones de la tripulación”. Lo medite por un momento, no me interesaba un tesoro monetario, pero esperaba que lo que estuviera en este pseudo purgatorio dantesco fuese algo más que solo oro o fuese indivisible, solo para ver cómo reaccionaría McDuck ante esa circunstancia, quizás le explotaría una vena. Satisfecho con el pensamiento, alcé una ceja después de que Drake cubrió a la jabalí con roca para que ninguno de la tripulación la ataque, cosa que… Sería predecible, sinceramente, y la amenaza estuvo allí por parte de Muken, pero no duró demasiado cuando Nikkei lo detuvo, incentivándonos a seguir avanzando.

El problema se encontraba más adelante, cuando el calor comenzó a subir a medida que nos acercábamos, al igual que el picor en mi espalda, se volvió lo suficientemente intenso como para que mis sienes se cubrieran con transpiración perlada. Cuando llegamos al muro de roca y magma, respirar se había vuelto sofocante, no solo por la temperatura, pero no pude hacer más que apretar la mandíbula con fuerza e intentar continuar avanzando, apretando las alas contra mi cuerpo para evitar que toquen los muros. Atrás quedó la frescura de los muros de hielo, de repente era un fan del frío. Jadee intentando respirar y recuperar la compostura, me sentía débil en más de un sentido, no podía apoyarme en ningún lugar, seguir a los demás me resultaba dificultoso, pero lo intenté, quedándome casi al final del grupo, mi resistencia al calor y al frío de repente se habían vuelto obsoletas en esta isla. Sentía los pies como si fuesen de plomo, pero logré llegar casi al último con los demás, justo para dar con un muro llameante en azul y rojo. Bueno, mierda.

La petición de Nikkei a Drake me llamó la atención, por lo que recordaba, la fruta de Drake absorbía la roca, de lo que no estaba seguro era de si dañaría al hombre de brazos largos, ya que la fruta parecía actuar como la de Draven, aunque nunca había visto al gigante transformarse en una piedra. La duda no me duró demasiado, al parecer el gigante estaba herido después de absorber la roca y el magma, aunque el calor no me dio mucho más tiempo para pensar en las diferencias entre frutas, suspiré pesadamente, cerrando, por un momento, los ojos con cansancio por el calor.

. – Creo… Creo que mi cocción puede competir con la de McDuck.

Resumen

Datos
Shiro
Ninguno
Tras una rápida carrera, Shiro no tardó en alcanzar el punto en el que se había separado de Qazan. Allí no había ni rastro de la orca ni de la daimink, por lo que el peliblanco dejó atrás la intersección y siguió el camino que tenía delante, confiando en que aquel círculo de plantas y magma acabase pronto.

Por suerte, sus plegarias obtuvieron respuesta y tras avanzar unos pocos metros encontró una abertura en la pared de magma junto a otro muro de llamas que cortaban el avance por ese lado. Con un simple vistazo el peliblanco pudo comprobar cómo aquellas llamas eran distintas a las que él había visto, pero como con las suyas, el tiempo apremiaba y no quería perder el rastro del gyojin. Al espadachín le pareció escuchar el ruido que producía su enorme corpachón por aquellos pasillos, así que dejó atrás la nueva abertura y se adentró por el nuevo pasillo, deseando dejar aquel ambiente tan caldeado.

Según avanzaba, el peliblanco echó un vistazo al destello dorado que emitían las filigranas que adornaban las paredes y no pudo evitar pensar que si Gretta estuviese con ellos todo hubiese sido más fácil. Si no fuese tan impulsiva, seguramente ahora estarían los tres juntos tunelando una pared más, pero como tampoco valía de nada perder el tiempo pensando en qué podría haber sido y no es, el espadachín desestimó aquellos pensamientos y apretó el paso decidido a dar con Qazan.

- Ahí estás - pensó el joven cuando vio el corpachón de su nakama, el cual se encontraba toqueteando los glifos de la pared junto a la siguiente abertura. El peliblanco estaba demasiado cansado para reñirle por haberse entretenido como una urraca con el brillo del oro, por lo que simplemente se arrimó a él, dispuesto afrontar la siguiente prueba… la cual resultó ser un nuevo desvío de caminos.

Antes de que Qazan hablase, Shiro ya estaba decidiendo por dónde ir. Acababan de juntarse, pero parecía que no iba a durar mucho. Tras unas leves indicaciones, la pareja se separó en distintas direcciones en busca de una nueva abertura, puerta o lo que fuese que tuviesen que atravesar. Tras unos pocos pasos, el espadachín dio con la siguiente abertura, así que no dudó un instante y llamó a su compañero esperando que no se hubiese alejado mucho.

- Qazan, es aquí - llamó el peliblanco mientras observaba lo que tenía ante él.

A una parte de él le hubiese gustado decir que era toda una sorpresa volverse a topar con unas nuevas escaleras… pero dado al dudoso gusto del arquitecto por aquellas estructuras, al peliblanco no le sorprendía. Además se notaba que en esta se había esmerado. Podía notarse como de esta emanaba un aura casi celestial. El espadachín no quería imaginarse todo lo que se tuvo que autosatisfacer el arquitecto cuando la vio acabada. Seguramente fuese su obra maestra.

- Como no demos pronto con algo pienso pegarle fuego a todo este sitio - respondió el peliblanco, dejándose llevar un poco por la molestia de ir de aquí para allá. El espadachín no era muy dado a aquellas muestras de expresión, pero tanto con Qazan como con Gretta había generado un lazo especial en el que se mostraba algo más.

- Eso si no se entretiene con todo el oro del camino como uno que yo me sé… - respondió el cocinero ante las palabras de su nakama. - Aunque eso sí, tiene pinta que llegará antes que el capitán y compañía. Hace rato que no sabemos nada y este cacharro lleva como muerto desde que nos hemos adentrado aquí - prosiguió mientras le enseñaba el den den mushi que llevaba consigo. - Esperemos que no hayan tenido problemas y lleguen hasta aquí - dijo el joven dejando ver su preocupación por el resto de la banda. Al fin y al cabo, Gretta era una mala bestia en todos los sentidos, por lo que su seguridad le preocupaba menos a Shiro. Es más, si había alguien que debía de tener cuidado, era cualquiera que se topase con ella… y más si tenía hambre.

- Pero tienes razón, hagamos que todo esto valga la pena y acabemos de una vez - siguió Shiro mientras correspondía a su nakama al choque de puños. La mano del espadachín era prácticamente ridícula al lado de la de su compañero, pero el sentimiento que le generaba el volver a tener nakamas era algo que nada podía empequeñecer.

- Hagámoslo, por todos - finalizó antes de seguir a su compañero por la reluciente escalera.

Resumen
Drake Longspan
[...]
La situación empeoraba. El camino, ya helado y peligroso, de pronto los llevó a una zona completamente opuesta: un paraje volcánico. El calor abrasador reemplazó rápidamente el frío que lo había acompañado todo el trayecto, pero en vez de ser un alivio, era igual de agobiante. El sudor comenzó a brotar por su frente, la sensación sofocante lo obligó a jadear. Cada respiración era más pesada que la anterior. Sin embargo, Drake sabía que no podía permitirse mostrar debilidad, especialmente frente a Byron, quien ahora lo miraba fijamente con una petición clara.

Todavía con Jun a la espalda colgada como un koala, se dio cuenta de qué Gavyn estaba en apuros, así que no dudó en colocarse otro más al hombro... Uno en cada brazo.

Sabía lo que Byron estaba a punto de pedirle, y aunque el solo pensamiento de usar sus habilidades para interactuar con roca fundida y magma le daba escalofríos, no podía negarse. Los chicos lo habían elegido por una razón y su vicecapitán no iba a fallarles.

Aquella pregunta de su capitán, con ese tono apasionado, sincero e infantil que siempre utilizaba cuando las cosas se complicaban resonó en su cabeza.

Joder, claro que confío en ti, cabronazo.

Drake Longspan fijó sus ojos en los muros de lava. Sabía que aquello iba a doler, pero no había otra opción. Tendría que dar uso a la suficiente asimilación de piedra para no morir en el intento, y aún así terminaría destrozado.

Usando la Ishi Ishi no Mi, absorbió la roca intentando separar temporalmente el magma, segundos, formando un pasadizo improvisado entre las paredes incandescentes. El calor era insoportable. La lava abrazaba sus largos brazos y piernas mientras su habilidad intentaba manejar la presión y el dolor. Sentía como si cada segundo dentro de esa lava fuese una eternidad, pero a pesar de todo, se mantenía firme, cada músculo en su cuerpo tenso por el esfuerzo. El sudor le caía a chorros por la frente, y sus dientes estaban apretados con tal fuerza que sentía que podrían romperse. Pero lo logró. El pasadizo quedó abierto.

¡Seguid, cabrones!

El dolor era intenso, pero ver a sus compañeros avanzar le dio la fuerza necesaria para soportarlo. Incluso alguno diría que estaba sonriendo por no llorar.

Finalmente, cuando el último de ellos pasó, Drake salió del pasadizo, notablemente herido, pero aún en pie.

No... Hay... Problema.

Mientras tanto, sentía nuevamente el peso de Jun colgando de su espalda, y aunque resopló con cansancio y dolorido, una pequeña sonrisa asomó en su rostro antes de animar a Gavyn a continuar una vez se alejaron de la lava.

Intentando seguir el ritmo de su tripulación, hincó la rodilla en el suelo, con aquella chica a la espalda, sintiendo como estaba a punto de desmayarse. Levantándose tambaleante, no sabía si su fruta le había protegido de las quemaduras, pero si sabía que una venda no sería suficiente para curarse de algo así.

Tras de si, el supuesto pasillo quebró una vez estaban todos juntos.

... A este paso llegaré al final del Nuevo Mundo contigo a la espalda.


resumen
Muzen Kibutsuji
Raiden
Muzen fumo de aquella planta sintió como su vicio era saciado, pero a la vez pudo sentir como sus ojos comenzaban a picar y una picazón comenzaba en su cuello haciendo que se arañara el mismo, sus entados habían regresados, pero para transmitirle un dolor por su cuerpo y cabeza seguramente estaba envenenado ya que le empezaba a pesar sus ojos y el jadeo se volvía más presente, más sus sentidos estaban de regreso así que podría moverse con su cuerpo un poco entumecido. No demoro en darse cuenta donde se encontraba ya que pudo notar el calor invadiendo su cuerpo también.

-Maldita sea, pasamos del frio al calor gracias Panda....

Dijo, pero no logro avanzar más de eso ya que de repente pudo ver como panda hacia una locura, es decir se metía dentro de la pared de lava, extendió su mano derecha hacia el buscando tomarlo de la muñeca derecha para detener al mink antes que pudiera meterse en el interior de la lava, ya que sabía que su capitán podía hacerlo por culpa de su poder, pero el oso dudaba mucho que su pelaje fuera a prueba de no solo fuego, sino también de lava.

-No actúes como loco Panda te vas hacer matar si te metes en el interior.

En caso que fuera muy lento para salvarlo simplemente rechistaría y buscaría por la derecha una entrada para poder unirse al resto, ya que él no se veía resistente a la lava ni tampoco dominaba una técnica que pudiera permitirle detener el flujo de lava o lo que fuera aquello, aunque se quedó mirando unos segundos para ver si panda seguía vivo, ya que podría ser un engaño como lo fue aquella agua que había en los puentes. Fuera cual fuera el caso el albino terminaría corriendo por el lateral del camino, aunque estaba bastante cansado y sometido por el calor.

-Maldita sea…

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Muken
Veritas
Con el arma apuntado a la cerda Muken apunto a las piernas de esta, en caso de que moviera de forma agresiva el tirador no dudaría en disparar. Pero para la suerte de la jabalí el capitán no tardo mucho en hablar con Muken dándole ordenes de cese a la violencia sin justificación, al fin de cuentas solo era una carrera para ver quien llegaba primero al tesoro, todavía no era necesario entran en conflicto con ningún grupo que se encontrara en la zona. Con calma el tirador dejo de apuntar a Sebastián contra la jabalí y tomo una posición defensiva de nuevo, aunque estaba de acuerdo con las ordenes de su capitán el tirador no bajaría su guardia, puesto que siempre hay un loco por la zona intentado hacerse el valiente.

Al levantarse del suelo la jabalí dio un vistazo hacia los presentes y le dedico unas palabras a Muken, estas palabras resonaron en la cabeza del tirador el cual de repente le dio ganas de comer jabalí a la estaca, por su cabeza paso la secuencia violenta con la cual le dispararía directo a las rodillas para inmovilizarla y terminar con un tiro entre medio de los dos ojos, esparciendo su cerebro por todo el piso, pero por el bien de la tripulación solo mostro una leve sonrisa a la jabalí junto a una pequeña frase -Hasta luego.- en su cabeza estaba anotado el rostro de la jabalí, como la siguiente alimaña que pondría a su estaca, para alimentar a su tripulación.

- ¡A mover las piernas he dicho cabrones! ¡Hie Hie Hie! – comento el capitán, por lo que el tirador empezó a seguirlo, en sus manos lleva aun su escopeta por si algo pasaba, mayormente por seguridad de su capitán y de su tripulación. Tras pasar la zona tropical, en donde la fauna era baste agresiva, el grupo había llegado a un nuevo escenario, uno que parecía peor que el anterior. El frio había desaparecido pero el intenso calor de la lava sofocaba tanto que hasta respirar era un suplicio, Muken se volvió a Kael al cual le pidió agua para beber, pero este no estaba. Aunque el tirador tenia una buena resistencia al calor debido a sus habilidades de artesano, el calor que estaba sufriendo actualmente era mayor de lo que había sentido antes.

El grupo no tardó mucho en chocar con una pared de lava, ahora nuevamente un muro tapaba el avance del grupo, al parecer el capitán había tomado el camino equivocado y el volver por el mismo camino era algo que no todo el grupo podría lograr. Por suerte al capitán se le ocurrió un plan y el segundo al mando se hizo presente para salvar al grupo.

Drake se puso al frente de la tripulación y gracias a su habilidad de akuma logro crear un pasaje para que toda la tripulación pasara sana y salva hacia el otro lado, abriéndonos paso hacia otro camino que por suerte estaba cerca de otra entrada que nos dirigiría tal vez a otro piso del laberinto. La madre suerte nos había tocado y aunque la mayoría de los presentes casi no podíamos con el calor, el compañerismo no falto y se ayudo a cualquiera que necesitara una ayuda en el avance, sin dejar a ningún nakama detrás.

Al ingresar a la nueva sala, la temperatura descendió rápidamente, dándole paz a la tripulación que salía de la habitación con el cuerpo caliente, tanto cambio de clima nos hará mal, pensaba el tirador mientras se giraba nuevamente en busca de kael y algo de agua para tomar.

Resumen
Dr.Bonez
Dr.Bonez
Bonez habia visto frustrado su intento de pasar por ante aquel muro de plantas, no obstante, sus compañeros habían logrado destruir aquel obstáculo sin ningún problema. El chico de piel ceniza se sintió molesto al no poder haber pasado con facilidad entre ellas, aunque no era tan malo ya que ahora por fin podrían salir de aquel lugar helado para poder pasar a otra parte de aquel laberinto.

Por otro lado su compañero Gavyn, parecio soltar una sonrisa por primera vez después de aquella manera en la que Bonez normalmente le instigaba con sus malas bromas, sintiendo el empujón amistoso de su compañero, a lo cual su sombrero  se ladeo por el movimiento de sus alas. A lo cual Bonez frunció el cejo ante las palabras que le habia dado en respuesta ya que era todo un bocazas.

Lo único congelado aquí es tu sentido del humor, pollo amargo.  Dice despeinando al rubio después de aquel, empujon amistoso ya que después de la situacion en la que había conocido a Gavyn habían estado más cercano a el y Vesper, siendo las personas denla tripulación con las que más había congeniado hasta el momento.

Despues de eso pudo darse cuenta que por la mirada de Gavyn, este parecia molesto por la manera en la que habia revisado su mochila, a lo cual le había sacado lo que quedaba del puro en la mochila, haciendo que Bonez sonriera con malicia. Dijo claramente en tono de broma, encogiendose de hombros como su fuera algo que hacia constantemente el ser algo atrevido con sus compañeros, aunque era parte del encanto del picaro. O por lo menos eso creía el.


Por otra parte, Bonez habia visto el altercado entre Muken y Gretta, pero gracias a dios esa situacion npasado a mayores. Después de todo, no era momento de entablar combate entre los miembros de la otra tripulación cuando ya estábamos.con suficientes problemas con aquel frio que amenazaba en convertirlos paletas heladas vivientes.

Una ver que ya lograron pasar la pared de plantas carnívoras el grupo llegó a donde se encontraba Kael, siendo ahora un pasillo en donde se podía sentir un calor infernal, completamente contrario a lo que era la sala de frío. No pasaron segundos antes de que de los cuerpos temblando por las bajas temperaturas, ahora su frente comenzará a sumar por la ola de calor que llegaba hacia su posición, haciendo que se sacara su sombrero para darse aire con este.

Dios, la gente que hizo este lugar no conoce la temperatura de ambiente. Dice con molestia antes de que escuchara las conversacion entre Kael, Drake y Mc Duck. Pareciéndo que tenían un plan para poder pasar aquel lugar hacia una entrada que apenas se podía ver entre las olas de calor que hacían que el lugar pareciera moverse de manera ondulada.

En ese momento Drake utilizo su Akuma no Mi para poder pasar a través de las llamas, haciendo un puente que los protegía de aquel calor abrazarte mientras que llevaba en su espalda tanto a Jun como a Gavin, el cual parecía también estar afectado por la gran temperatura que había en el lugar.  Por su parte Bonez esbozo una sonrisa amplia al ver lo útil que era Drake en aquellos momentos, corriendo a toda velocidad al otro lado del puente antes de abrazarle la cabeza y despeinarlo.de manera energica.

Ewa! Eso fue genial, estoy feliz de no haberme arrepentido de la promesa que nos hicimos en el bar. dice animadamente antes de darle una nalgada a Gavyn el cual aun estaba en el hombro de Drake. Un poco más y terminabas siendo pollo asado Ewah~. Dice juguetonamente antes se divisar que al otro lado la.temperatira ya comenzaba a templario un poco a comparación del insoportable calor de aquella habitación.

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