¿Sabías que…?
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[Aventura Tier 2] ¡Viva la Revolución!
Lemon Stone
MVP
Era un revolucionario de verdad, desafiaba abiertamente a la sociedad y sus leyes. Desobedecer a los marines no solo era un acto de desobediencia, sino una muestra clara de rebeldía.
 
Lemon sostuvo la mano dentro de su chaqueta y las balas le impactaron en el pecho y el muslo. Dolía, quemaba, molestaba. Sin embargo, el revolucionario era protegido por las llamas de la Causa y podía aguantar sin problema… O eso quería creer, pero la verdad es que era la primera vez que recibía el balazo de un fusil. Dolía bastante más de lo que le hubiera gustado, aunque fue una sorpresa que pudiera resistirlo tan bien.
 
Rectificó para sí mismo el comportamiento de los soldados: el de unos matones salariados. Eran los villanos. Oprimían a quienes fueran más allá de las normas establecidas. Lemon, frente a tal ofensa a la esencia de la Revolución, tenía un deber que cumplir.
 
-Espero que la Marina pague buenos seguros médicos porque esto va a doler, va a doler mucho -pronosticó con devoción, retirando la mano de la chaqueta y pasando a coger el martillo.
 
Pisó firme hacia delante, ignorando el dolor y fijando al objetivo de la furia revolucionaria. Comenzó a correr hacia ellos como si fuera un camión y golpeó al marine que había hablado, buscando impactar contra el torso y generar una onda que retumbaría en el interior del desafortunado hombre. Entonces, como si su cuerpo pudiera aprovechar el resto de inercia del movimiento, rotó violentamente hacia el otro marine con un “perfecto” giro de cadera y balanceó el martillo con todas sus fuerzas para impactar sobre este, queriendo enviarlo a volar y que cayese en el agua, o algo por el estilo.
 
Esperaría que a su compañero le fuera bien. Robar alimentos era acto de ladrones. Quemar las reservas enemigas era obra de rebeldes. Sabía que a su compañero le iría bien haciendo un poco de fuego, aunque dudaba de que fuera a ser precisamente poco…

Resumen bélico

Resumen narrativo
#21
Ray
Kuroi Ya
El pequeño mink mapache logra escabullirse, sigiloso como una auténtica sombra, hasta alcanzar la despensa del barco. Allí no pasa mucho tiempo hasta que identifica las grandes garrafas de aceite. Tras abrirlas y verter su contenido por todo el almacén, distribuyendo además cierta cantidad de pólvora por la estancia. Una vez inicia la chispa y echa a correr se da cuenta de que tal vez sea más difícil escapar del navío de lo que esperaba.

En su carrera ya no hay tiempo para dar rodeos y evitar a los marines, por lo que se cruza con dos de ellos. Estos inicialmente se extrañan al ver a un mapache correr por la embarcación, pero poco después comienzan a sentir el calor de las llamas y comienzan a seguir su estela al tiempo que gritan tan alto como son capaces, intentando avisar al resto de su tripulación de lo que está sucediendo para que escapen antes de que sea tarde.

Nuestro pequeño protagonista se ve en un apuro, pues la primera explosión tiene lugar mientras aún se encuentra a bordo. Puede sentir cómo el barco empieza a hundirse poco a poco, lo que con toda probabilidad se deba a que la conflagración ha dañado el casco y esté entrando agua al interior. Esto no es bueno para que el incendio se expanda, pero las llamas ya han alcanzado una altura importante y comienzan a aparecer por la cubierta. Mientras tanto los estallidos se siguen sucediendo. Los marines que han conseguido llegar a cubierta a tiempo saltan al mar, aterrorizados, y no pocos entre ellos ven al mink escapar de allí lanzándose también al agua. No obstante no todos logran huir, pues de las ocho presencias que el revolucionario sintió en total en la embarcación solo cinco siguen los pasos de este hacia el mar antes de que el navío termine de hundirse.

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Por otra parte Lemon se ha visto envuelto en un combate que no puede decir sea inesperado dada su actitud. Recibe los impactos de los dos balazos y, aunque dolorido, devuelve el ataque a sus enemigos. Pese a que sus ataques son lentos los dos marines están desconcertados por lo aparentemente sencillo que le ha resultado sobreponerse al impacto de sus disparos, por lo que no logran evitarlos en su totalidad. Son capaces de reaccionar ligeramente, por lo que los golpes les aciertan solo en parte. El primero de ellos parece algo mareado, aunque se sobrepone pronto, mientras que el segundo cae al suelo tras salir despedido varios metros hacia atrás.

El que sigue en pie, aún capaz de luchar, fija su vista en el revolucionario. Durante unos momentos da la sensación de que el resto del mundo ha dejado de importarle, pues parece estar centrado única y exclusivamente en la enmascarada figura que les ha atacado. Acto seguido dispara de nuevo hacia su muslo ya herido con intención de dificultar aún más los ya de por sí lentos movimientos de Lemon.

Cosas
#22
Lemon Stone
MVP
El sucio perro del Gobierno Mundial, aquel asalariado que arriesgaba su vida por unos cuantos berries, consiguió esquivar parcialmente el ataque de Lemon. Si bien el poderoso martillo de guerra impactó en su torso, el revolucionario notó que no lo hizo con toda la potencia inicial. Por fortuna, el otro consiguió ser derribado y lanzado lejos, aunque tampoco tanto, no lo suficiente para terminar en el mar.
 
El soldado acomodó su arma y acercó peligrosamente el dedo al gatillo, apuntando al muslo de Lemon. Había recibido los dos primeros disparos para demostrar que era todo un hombre, uno de esos rudos que aparecen en las películas de acción más taquilleras, pero no era tan idiota como para dejarse impactar por otro balazo, menos a quemarropa. Con esta idea en mente, empuñó con firmeza el martillo de guerra y lo inclinó de manera tal que la bala golpeó la empuñadura de este en vez del muslo de Lemon.
 
-¡Ja! ¡Haber tomado más clases de tiro al arco! -se burló el enmascarado con una sonrisa.
 
Inmediatamente después, y solo para que el marine aprendiera a respetar, contraatacó con un poderoso martillazo directamente a las piernas del pobre hombre. En lo que Lemon luchaba contra los marines, habiendo cumplido el objetivo inicial, notaba la explosión que sucedió en el barco. Restos de madera salieron disparados por todos lados, y el olor a cosas chamuscadas invadió el entorno.
 
-Nos volveremos a ver. Y quiero que recuerden esto: cuando no tengan una jubilación digna, se habrán arrepentido de no haberse unido al Ejército Revolucionario -sentenció Lemon.
 
Y dicho esto, el revolucionario comenzaría a alejarse rápidamente del puerto, esperando que los lastimados marines no decidieran seguirle. Por supuesto, no les daría la espalda ni dejaría de empuñar el martillo, solo se alejaría para internarse en la oscuridad de los pasillos húmedos del puerto.

Resumen bélico

Resumen
#23
Rocket Raccoon
Rocket
¿El plan que tenía en mente había salido tal cual como lo había pensado con un cien por cien de efectividad? Quizás no. Pero el objetivo principal, estaba cumplido. Nos habían mandado a sabotear las alacenas y víveres que los marines habían traído para poder mantenerse por unos meses tranquilos, sin tener alguna necesidad de preocuparse por la comida. Por lo menos ese punto lo había cumplido a la perfección. Toda la comida que habían traído en sus depósitos, o bien estaba quemada, o bien se encontraba al fondo del mar alrededor de los muelles de Loguetown. No creo que alguien tratase de bucear para encontrar algún que otro resto de aquello. Suerte para la fauna acuática de la zona, que un par de revolucionarios quisieron tocarle las narices al Gobierno Mundial, y ahora tenían un festín a su entera disposición. 'Ah... hubiese estado bien que me robara un poquito de ahí. Después de esto, haría falta una buena cárnica asada con Lemon.' Pensaba, aparentemente, despreocupado por lo que sucedía a mi alrededor. 

Un total de ocho marines había en aquel barco, y ahora tan solo cinco de ellos se encontraban con vida y tratando de sobrellevar lo mejor posible, la sorpresa de ver toda su embarcación siendo calcinada por el fuego que se comía toda la madera de la estructura. Y no solo eso, el mar justo debajo suyo, que anteriormente le servía como flotador para así poder desplazarse de un lado a otro, ahora se lo estaba engullendo entero sin dejar nada. Un barco menos de esta gente, una victoria para la Armada Revolucionaria.

Era una criatura pequeña, así que el flotar en el mar de agua salada se me daba bastante bien, así como el nadar. Pero entendía que estas habilidades también les debían de ser dadas a los cinco marines que había también por la zona, debía de aprovechar rápido que estaban confundidos para así dejarlos atrás. Y también me preocupaba mi compa, ya que se oía algún que otro disparo desde donde debía de estar él con los otros dos marines. 'Todavía quedan siete de estos... espero no tener que enfrentarlos, tendremos que escapar.' Me encontraba nadando lo más rápido posible hasta el muelle más cercano, que esperaba fuese el mismo donde estaba Lemon, y debía de ser así pues, a fin de cuentas, era el mismo donde estaba la embarcación que se hundía lentamente a unos cuantos metros de distancia.

Y si, tal como lo imaginaba, ahí veía a Lemon luchando contra los otros dos marines que estaban vigilando el muelle. Desde mi perspectiva, parecía que había logrado acabar con uno de ellos, pero aún se mantenía luchando con otro, quien seguía apuntándole. Era complicando intentar pensar en una solución rápida a la problemática que se nos presentaba. ¿Huir o luchar? Eran muchos, y de seguro que uno de estos cinco que aún estaban vivos y en el mar, sería su capitán o algo así. 'Vamos a tener que huir' Pensaba, mientras ponía mis patas a funcionar a toda marcha y comenzaba a correr a toda velocidad hacia la salida del muelle, corría con las cuatro patas funcionando, así parecía más un animal que pasaba por ahí asustado. No había otro camino posible, tenía que pasar por donde estaban esos dos y Lemon. 'Ojalá estos dos me sigan viendo como otro mapache y ya'.

Al salir del muelle, comencé a mirar detenidamente algún escondite o alguna posibilidad de desaparecer en un pestañeo de esta gente. Si era así, avisaría al grandote para que me siguiese. -¡Eh grandulon viste eso! Jajajajajaj, sígueme coño, aquí aqui! Joder eh- Si lográbamos estar a resguardo, le comentaría sobre la operación. -Habían unos ocho allá arriba, creo que tres de ellos se fueron a la vega junto con la comida, joder eh-.


Resumen
#24
Ray
Kuroi Ya
El disparo es preciso, pero Lemon consigue reaccionar a tiempo para interponer el martillo en su trayectoria, logrando evitar sufrir daño alguno debido a él. Además aprovechó la inercia de este movimiento para contraatacar con fuerza, a lo que el marine no fue capaz de responder a tiempo, siendo alcanzado en la pierna por el arma contundente del revolucionario.

Mientras el otro marine se levanta, el mapache pasa al lado de la contienda a gran velocidad, instando a su compañero a seguirle. Este lo hace, aunque su velocidad no es precisamente su mayor fuerte. Por suerte para vosotros los dos marines no están condiciones de seguiros, aunque eso no evita que os disparen. Dos proyectiles salen de cada arma, apuntando un marine hacia cada uno de vosotros.

Si conseguís evitar caer podréis salir de su alcance, aunque os parece haber visto por el rabillo del ojo cómo llamaban a través de un den den mushi pidiendo refuerzos. No obstante, cuando habéis cruzado un par de calles en vuestra huida del puerto escucháis un silbido, como si alguien os llamara. Y a lo lejos, tras la puerta entreabierta de uno de los edificios del callejón por el que vais, podéis divisar la silueta de Wick, el enigmático enlace del Ejército Revolucionario que os comunicó los detalles de vuestra misión. Os hace señales para que paséis dentro.

Una vez en el interior del edificio os mira y os dice con voz severa:

- Ya he escuchado la explosión proveniente del puerto. - Fija sus ojos primero en Rocket, y tras unos pocos segundos en Lemon. - Debíais robar los alimentos, no volarlos por los aires. No somos unos terroristas cualquiera.

Su mirada se relaja ligeramente, y tras una pequeña pausa prosigue:

- No obstante mis fuentes me han informado de que ningún civil ha sufrido daños, así que vuestra misión puede considerarse un éxito en cierto sentido, aunque os hayáis salido del guión. Ahora descansad. En este piso franco tenéis una cama para cada uno y comida. Esperad aquí a que las cosas se calmen, seguramente os estén buscando.

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Mientras tanto, en el muelle:

- ¿Quiénes han hecho esto? ¿Qué habéis visto? - Pregunta enfurecido el oficial marine a los dos vigilantes. Visiblemente cabreado, casi fuera de sí, intenta averiguar todo lo posible acerca de lo ocurrido.

- Era un tipo enorme con una máscara de aspecto tétrico, Alférez Renz. - Le contesta uno de los dos maltrechos marines. - Llevaba un martillo muy grande y un libro.

El oficial sacude sus ropas para intentar librarse del agua que las empapa. Sus puños están apretados con rabia. Ese mapache, estaba claro que aquel repugnante animal había sido el responsable del terrible ataque contra el barco. No era un mapache normal. Llevaba ropa, y un arma. Así que probablemente fuera un miembro de esa extraña tribu de animales humanoides, los mink. Esas bestias inmundas... las odiaba con todas sus fuerzas. No era capaz de entender cómo podían tener los mismos derechos que un ser humano. Y en cuanto al grandullón acerca del cual le habían informado sus subordinados... si trabajaba junto a escoria como esa para ayudarles a cometer atentados terroristas como el que acababan de perpetrar no era en lo más mínimo mejor que ellos. Lo tenía claro, encargaría un retrato robot de ambos y pondría precio a sus cabezas. Una afrenta como esa no podía quedar impune, pues habían hundido un barco cargado de víveres destinados a alimentar a los reclutas del Cuartel General del G-31 y asesinado a tres de sus hombres en el proceso, además de herido a dos más. No sabía si aquellos tipos serían parte de una organización más grande como el Ejército Revolucionario o actuaban por su cuenta, pero eso era lo de menos. Los atraparía, de eso estaba seguro.

Off
#25
Lemon Stone
MVP
Comenzó a correr, Castor pasando muy cerca de él.
 
Le dolía el muslo y el pectoral, aunque la herida no manaba sangre ni le incapacitaba en ningún sentido. Había sido su primer enfrentamiento con los soldados del Gobierno Mundial y se había dado cuenta de una cosa, una muy importante: no les gustan los libros. En vez de ponerse a disparar y a repartir martillazos como estúpido, todo se pudo haber solucionado con una sesión de lectura, masajes y un buen postre. Si es que los postres son muy necesarios. No obstante, los marines continuaron con sus roles de villanos, obedeciendo las normas sociales y luchando por proteger el dinero de alguien más; no es muy diferente a lo que haría un mercenario, la verdad.
 
En lo que corría hacia lo que evidentemente era la salida a sus problemas, Lemon sintió que algo le mordió el trasero. El dolor fue similar al que sintió en el pecho y en el muslo. ¿Acaso le habían disparado? Imposible. Ningún hombre con los testículos bien puestos sería capaz de atacar por la espalda… Espera, espera, espera. ¡Los marines no tienen honor ni huevos! Uno de ellos, el que estaba más machucado, consiguió darle en la nalga izquierda a Lemon, lo que recordaría para toda la eternidad como su primera medalla de guerra. Ahora podía volver a casa orgulloso de ser un paramilitar.
 
-¡Lo hicimos, Castor! ¡Somos unos malditos revolucionarios! -anunció Lemon a viva voz, mientras sus piernas corrían lo más deprisa que podían-. Aunque creo que debíamos robar los víveres, no hacerlos explotar. Bueno, supongo que, si buscamos en un diccionario rebelde, robar es sinónimo de explotar. Todo bien, somos magníficos.
 
En medio de la persecución, Lemon escuchó un silbido y aguzó la vista. Entre las sombras vio la figura que había visto en la taberna de aquella tarde y, suponiendo que se trataba de un aliado, corrió hasta él. Una vez en el interior, escuchó desinteresado el sermón del viejo mientras en su cabeza imaginaba lo bien que se vería con una boina de revolucionario. ¡Y un bigote! Espera, un bigote no. ¿Una cicatriz en la cara valdría para parecer más rebelde? Como sea, el viejo Wick hablaba tanto que Lemon no se podía concentrar, así que con un gesto tan seductor como inapropiado, calló los labios del hombre sellándolos con su propio índice.
 
-Un minuto de silencio, mi buen camarada. ¿No es la esencia del Ejército Revolucionario desobedecer y servir al caos para establecer un nuevo orden mundial, y luego destruirlo otra vez? ¿Hay algo más revolucionario que desobedecer a los propios integrantes de la Armada, a excepción del Comandante Supremo pues así lo dicta el MANUAL? -le preguntó al viejo Wick, intentando sonar culto, pero en realidad estaba soltando la primera mierda que se le venía a la cabeza-. No solo hemos estropeado los planes de esos sucios trabajadores asalariados que portan armas y disparan a animales parlantes -continuó, señalando a su compañero Castor-, si no que nuestros nombres han pasado a la historia. ¡Hemos triunfado, camarada! -finalizó, echándose unas buenas risas.
#26
Rocket Raccoon
Rocket
Dos revolucionarios huyendo de la increíble escena que habían creado con sus propias manos. Uno de ellos siendo de cebo, mientras el otro se encargaba de poner la cereza a la tarta. La frutilla que haría arder todo a su paso y dejaría una maravillosa vista para quienes estuviesen presentes, los cuales de momento eran pocos. ¿El motivo? Era ya muy tarde entrada la noche, y ya muchos estaban resguardados dentro de sus casas, conciliando el sueño para despertar un día más y así seguir con la rutina. Pero la rutina del siguiente día, iba a empezar con una novedad de dimensiones nunca pensadas. Un navío de la gran marina había sido destruido y se encontraba semi hundido en los muelles, una vista que dejaría a más de uno con la boca abierta. ¿Pero, sabrían quién o quienes fueron los causantes de tal belleza para los ojos? Probablemente no. Pero lo solucionaría rápido, o eso esperaba.

Pero ahora mismo debía de enfocarme en lograr la tan esperada huida junto con mi compañero, quien me siguió una vez logro divisarme y escucharme al pasar por su lado. -¡Ja! ¡Buen trabajo ahí con esos idiotas! Joder eh- Le gritaba a medida que seguía corriendo con mis cuatro patas. Iba por delante de él, liderando la fuga para así adentrarnos en los callejones y entonces perder de vista a los dos marines que habían enfrentado antes a Lemon. Suponía que no se iban a quedar de brazos cruzados, y fue justamente así. El sonido de dos disparos fue percibido por mis oídos, uno de ellos al parecer había impactado en Lemon, y el otro... el otro también. ¿Por qué? Pues porque lo había usado de escudo humano, me había puesto delante de él justamente para eso, para que dichos proyectiles no me diesen a mí. Así que, pues eso, en vez de solo una nalga marcada por las balas, tendría las dos. -Coño coño, rápido por aquí sígueme. Joder joder eh-

-Vah bien... ya los perdimos de vista, pero sigue corriendo, eran demasiados.- Ya nos habíamos adentrado en los callejones, las casas, almacenes y demás estructuras que seguían al muelle. Había poca iluminación debido a la hora, lo que nos ayudaría aún más en nuestra exitosa fuga. ¿Llegaría el fuego del barco a iluminar esta área? Quizás un poco, pero yo sabía encontrar la oscuridad, y la usaría como siempre a mi favor. Pero tras varios minutos de cruzar una esquina y luego otra, un silbido llamo mi atención.

Al girarme vi que se trataba del sujeto de la taberna de hace unas horas antes, nuestro contacto. Nos invitaba a entrar a una casa, y así lo hicimos tanto Lemon como yo. -Qué grande Wick. Joder eh- Ahí dentro busqué rápido donde echarme a descansar, en algún mueble o incluso con algún cojín que sobrara por ahí. Si no había nada así, pues bueno, en el suelo también me veo bonito. -¿Viste viste esa explosión? JAJAJAJA, Enorme. Joder eh- Esperaba que todo fuesen risas y demás, pero el señor este parecía estar muy serio y en vez de celebrar lo acontecido, nos daba un regaño por el proceder de la misión. 

-¿Esperabas que robáramos tooooooda esa comida y fuésemos caminando tranquilamente por el medio de la calle andando con ella? Imposible joder eh.- Chasqueaba con los dientes, claramente molesto. -Eso sí, sería un show. Diez soldados persiguiéndonos con barriles y barriles de comida que pesaban una tonelada. Eso no iba a llegar a buen puerto, y lo sabes. Solo había una forma, y era la que hice. Joder eh- Me fui a sentar donde había apuntado donde estaban las camas de cada uno. -Además, tienen un barco menos. Vamos alégrate coño. Joder eh-

La noche seguiría su curso, entre carcajadas con su camarada y si Wick se relajaba, pues también sería parte. -Por cierto, no tendrás una bandera de la causa o algo. Ya sabes, para anunciar por todo lo alto que fue esto fue obra de la Armada, así cuando todo Loguetown despierte, se entere de que la revolución ahora sí ha comenzado.- 

#27


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