Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Evento] [Búsqueda del tesoro] El Enigma Olvidado
Tofun
El Largo
Los diferentes grupos de aventureros continuaron avanzando por el laberinto. Algunos tomaban rutas más directas, otros daban rodeos, y los más atrevidos se enfrentaban a las pruebas y barreras que ofrecía el desafío. De una manera u otra, todos lograron acceder a una sala central, que brillaba con una luz latente, como la de la luna. Estaba construida con mármol azul, y en su centro ofrecía una escalera en espiral que ascendía hacia un destino desconocido.

Indiana continuaba conversando con Alexander, completamente convencido de que todas las ruinas y los detalles arquitectónicos pertenecían a la antigua civilización de la que había hablado antes. Mientras tanto, Kael, que iba a la cabeza, puso un pie en uno de los escalones de la escalera, el cual cedió ligeramente. Un ruido sordo activó un mecanismo oculto. Al mismo tiempo, Panda, que había cruzado el magma de manera temeraria, sufría quemaduras permanentes en todo su cuerpo, y mientras avanzaba, su cuerpo echaba humo.

En la parte trasera del grupo, Hunter y Muzen percibieron que el agua comenzaba a filtrarse en la sala. Lo que al principio era una fina capa de apenas un centímetro empezó a subir rápidamente. Para cuando llegaron a las escaleras, todo parecía estar en proceso de inundación.



Fin de la Sala 4


A mitad de la escalera, los aventureros se encontraron con una encrucijada: la escalera se dividía en cinco. Cada uno tuvo que elegir cuál tomar, aunque la elección no importaba demasiado, pues todas llevaban al mismo lugar. Esta nueva sala era enorme, de 100x100 metros, con paredes de azulejos similares a los de la escalera, relativamente oscura, aunque el espacio estaba parcialmente iluminado por varios fuegos gigantes. El techo, apenas visible, ascendía unos 150 metros hacia arriba, donde un pequeño punto de luz débil proporcionaba un leve rastro de claridad. Mientras tanto, desde las escaleras resonaba cada vez más fuerte el sonido del agua golpeando las paredes del pasillo por donde habían subido, lo que indicaba que la inundación seguía avanzando y empezaba a acelerarse.


Sala ubicaciones

Sala medidas


La sala era impresionante. Todo el suelo estaba cubierto de oro, piedras preciosas, objetos valiosos... y huesos. Huesos por todas partes. La mayoría, al tocarlos, se deshacían al instante, como si tuvieran cientos de años. En las esquinas de la sala había altares de aproximadamente un metro de altura, con diversos objetos solitarios cubiertos de polvo. Entre las distintas salidas de las escaleras, se encontraban tumbas más grandes, de dos metros de altura, cuatro metros de largo y un metro de ancho, todas selladas.

Más cerca del centro de la sala, tres placas sobresalían ligeramente entre el tesoro. Tenían tallados los rostros de hombres de edad avanzada, muy parecidos entre sí. Finalmente, al pie de una especie de pirámide de escalones, había dos enormes cofres de 3x2x2 metros y dos imponentes estatuas de piedra y oro con cuerpos femeninos, de cuatro metros de altura y dos de ancho. En lo más alto de la pirámide, de diez metros de altura, los escalones ascendían con niveles de 30 centímetros de diferencia entre ellos. La cúspide de la pirámide estaba tallada con todo tipo de simbología antigua, y en el centro de una pieza circular destacaba una gema roja, que emanaba un poder extraño y palpable.

Indiana estaba boquiabierto, observando el lugar con fascinación. Varias veces abrió la boca para decir algo, pero sus ojos se posaban en nuevos objetos y quedaba mudo, señalando en todas direcciones, como si Alexander pudiera comprender la magnitud de lo que veían. Finalmente, consciente de que el lobo no entendería por sí solo, Indiana comenzó a hablar, desbordando conocimientos:

¡Las cuatro tumbas de los guerreros sagrados! Los que defendían el reino... — Señaló las tumbas. — Los rostros de los tres hijos del rey... ¡Los tres hermanos! —y sus dedos se dirigieron a las placas. — Las dos mujeres del rey... ¡Y la pirámide del rey con su joya sagrada! —Agregó, sin poder contener su emoción. Dio un paso adelante, pisando un cráneo que se pulverizó al instante. Su rostro, antes lleno de asombro, mostró una mueca de horror mientras trataba de imaginarse el destino de la antigua civilización.

— Todos murieron aquí...


Aclaraciones individuales

Aclaraciones generales

El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

King Kazma
Shiromimi
King había echado a correr tan rápido que ni se percató de que Panda había atravesado la pared de magma justo después de él y lo seguía chamuscado y echando humo, con una quemadura importante. El milagro era que no se hubiera muerto con la tontería que había hecho. El capitán pirata empezó a subir las escaleras antes de que el agua llegara a mojarle las botas por encima de la suela. Era un lugar peligroso para que un usuario de Akuma no Mi se quedara mucho tiempo. ¿Estaría bien Panda con Muzen? Si no llegaban a tiempo, al menos Muzen podía nadar por ambos. Ahora le preocupaba haberlos dejado atrás, pero si el nivel de agua aumentaba mucho sólo sería un lastre más para Muzen y no podía hacer nada para ayudarles a avanzar más rápido.

Al llegar arriba echó un vistazo rápido al lugar. A sus pies, el suelo estaba cubierto de monedas y otros objetos pequeños de valor. En otras escaleras ya había surgido gente que comenzaba a moverse. ¡Se le habían adelantado a pesar de todos los atajos que tomó! No sabía qué habría en cada uno de los cofres y ataúdes, pero el premio gordo era, obviamente, lo que estaba en el medio y medio de la sala. No podía ir a por él de cabeza, tenía que pensar en lo que podían hacer los demás y en las posibles consecuencias. Y… - ¡¿Panda?¡ ¿Cómo te has hecho eso? Tiene que atenderte Alexander cuanto antes yo… Yo tengo que ir ya si no queremos perder la oportunidad de llevarnos algo interesante.

No podía hacer nada para curar o aliviar el dolor de Panda y por otra escalera ya emergía la conocida figura de Alexander junto a Indiana mientras que por la misma escalera por la que había subido él, aparecían Jack y Anissa. King echó a correr inmediatamente hacia el cofre central que tenía más cerca a toda prisa. – ¡Jack, a tu derecha, Anissa, recoge lo que puedas, Muzen, a tu izquierda, Alex, Panda está herido, haz lo tuyo! – Gritó a todos sus compañeros para que cada uno se dirigiera a un lugar. Si se dispersaban podrían maximizar las ganancias.

Datos


Resumen
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Ya estaba algo cansado. Mis energías había sido algo drenadas por aquel laberinto, pero aun así, podía seguir avanzando, o mas bien debía sacar energía de mi culo para hacerlo.
-Ash dime ya falta poco? Mis piernas comienzan a dolerme. Definitivamente no estoy hecho para subir y bajar escaleras de piedra. Prefiero las de cuerda, al menos son mas suaves- bromee un poco con Anissa, mientras miraba hacia abajo, internando no tropezarme con los escalones, los cuales por suerte emitían esa luz que me permitía no fallarle a los escalones, al menos no mientras los subiera a conciencia.

Tras avanzar lo suficiente, nos encontramos nuevamente con una encrucijada, la cual se dividía en cinco opciones.
-Esto debe ser una puta broma, no? - dije algo agitado, mientras me apoyaba sobre mi rodilla y respiraba con dificultad.
-Verga, creo que necesito una trago para bajar mi temperatura. Te diría que estoy caliente, pero como siempre lo estoy, no me creerías- dije divertido y sonriente, intentando aliviar el echo de que estaba hecho mierda y que quería ir a descansar.
“Mas vale que el tesoro sea una puta montaña de oro y que en la punta de la misma haya una verga de oro que convierte en oro todo lo que toca” pensé, mientras recordaba la historia del Rey Midas, aunque estaba seguro que no era una verga de oro lo que él tenia… o si?

-Muy bien. Esta vez te dejo pensar a tu Anissa ¿Por donde? Elije bien porque si nos morimos, vamos a estar juntos por el resto de nuestras miserables muertes- exclamé sonriente, mientras esperaba que ella hiciera una buena elección de camino.
Por suerte no tardó mucho en decidir, por lo que la seguí hacia lo que seria el paraíso para cualquier pirata, aunque no para mi, ya que para que fuera un paraíso debería estar lleno de fuentes de ron, vino y cualquier otra bebida espirituosa.

-Woooow esto si es un puto tesoro. SOMOS RICOS ANISSA, SOMOS RICOOOOOS- grité riéndome a carcajadas por todo lo que teníamos frente a nuestros ojos, y siguiendo con la buena suerte, al final el idiota de King junto a un Panda muy bronceado también estaba allí.
Aunque era preocupante el estado de Panda, no parecía muerto, por lo que decidí ignorarlo, al menos por ahora, ya que inmediatamente King nos vio, nos ordenó hacer cosas.
“Tch, como para no perder la costumbre de ser un mandon de mierda” pensé, mientras me giraba hacia mi izquierda y me diría a lo que parecía ser una especie de ataúd.

Mientras me acercaba saqué mi arma por si algún idiota se acercaba a este con intenciones de robarme mi precioso. Una vez allí, trataria de abrir el ataud. 

Resumen
Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
Antes de acceder te das cuentas de algo, joven pirata. Te fijaste por un segundo y, claramente puedes divisar como poco a poco la sala está comenzando a inundarse. Bueno, al menos lograste llegar a la salida a tiempo, ya que seguramente te fueras ahogado si fueras tardado un poco más de lo debido. Mientras seguías tu camino y tomaste nuevamente tu petaca de café, la cual aún le quedaba lo suficiente para saciarte una vez más. Mientras avanzas por la escalera, das un profundo trago a la bebida, disfrutando del amargo y delicioso sabor del café. Sonríes satisfecho. Algo te decía que la siguiente sala sería algo fuera de lo común.

Y de seguro que lo seria.

La siguiente sala te hizo abrir los ojos de par en par. Estaba, lleno de tesoros y objetos valiosos de todo tipo. La verdad era que incluso tú no esperabas encontrar nada en este lugar. Tus pocos conocimientos aventureros te dan indicios de sospechar de que esto era una tumba, por la forma y como estaba confeccionado el lugar. Pero aun así, te faltaba información, solo podías especular. Diste un par de pasos, el sonido del oro en tus pies era… increíble. No porque realmente te emocionara en si el tesoro, pero en si era una gran cantidad reunida aquí. Te fijas que a tu costado se encuentra el profesor con el Mink lobo que le ayudo en un comienzo de la aventura. Parecía bastante asombrado e impactado por lo que observas.

- Señor Indiana ¿Se encuentra bien? – Le preguntas con naturalidad. – Acaso… ¿Esto es lo que creo que es? – Ya sospechabas de que esto se trataba de una tumba, pero aun así tener la confirmación del experto no vendría nada mal. – ¿No sabrá si en alguna de esas tumbas podre encontrar una lanza larga? – Preguntaste curioso. Más allá del tesoro, buscabas algo que pudieras usar para para ti.

El dinero es un recurso, no algo que te tenga que volver loco.

Datos Importantes


Resumen
Qazan
Qazan
Mientras subíamos por las escaleras Shiro y yo, un nuevo ataque del pasado recorrió mi mente, llevándome las manos a las muñecas, esta vez si pude sentir con total fidelidad aquellos malos momentos prisionero y cautivo de la libertad que tanto anhelaba en el pasado. Esa subida me ponía los pelos de punta, tanto descender... ¿Para ahora subir? Por mas vueltas que le daba mientras subíamos escaleras no terminaba de encontrarle el sentido ni la lógica a la mazmorra a la que habíamos ido a parar, pero una cosa estaba claro, no había vuelta atrás, solo quedaba seguir avanzando hasta el final con todas las consecuencias.

Ya podía ver algo de luz tenue cuando me acercaba al final de las escaleras. Nada más terminar de subirlas pude ver la enorme sala a la que habíamos ido a parar Shiro y yo, no pude evitar alzar la vista al techo para ver justo un pequeño punto de luz ¿Eso es la salida?. Pensé para mi mismo al ver que prácticamente todo el techo estaba a oscuras excepto ese pequeño punto. Por otro lado, ante mi tenía una enorme sala repleta de tesoros aunque, al igual que el techo, toda la sala estaba muy débilmente iluminada. De un rápido vistazo a mi alrededor pude ver cómo unos treinta metros delante mía reposaba un cofre de gigantesco tamaño mientras que de fondo podía escuchar cómo el agua fluía por las escaleras que acababa de subir. "Esto se inunda... Perfecto", rápidamente até cabos, lo mejor que podía pasarme a nivel individual era que toda la sala se inundase ya que por lo que había podido apreciar de otros aventureros, la gran mayoría habían consumido una de esas asquerosas y malditas frutas del diablo. Por otro lado, también varios de mis compañeros de piratería también habían consumido esas cosas repugnantes.

-Como sea, ese cofre gigante es mío-. Dije con el tono de voz justo para que Shiro me escuchase. De los dos yo era el más lento y ese cofre parecía muy accesible, toda la sala rebosaba tesoros y riquezas, no teníamos que ir a por el mismo y mi compañero podría dirigirse a por alguna valiosa reliquia mientras yo me adueñaba de ese precioso cofre. -Correr no va a servirme de nada... Igual es momento de usar otra manera de moverme-. Dije a la vez que, una vez dado un primer paso inicial, el segundo resultó en un gigantesco salto hacia adelante que me permitió en apenas un segundo cubrir casi la mitad de la distancia que me separaba del botín. Ni si quiera yo mismo era consciente todo este tiempo de la gran fuerza que tenía en las piernas, pero aquella era una muy grata sorpresa ya que gracias a ello, con dos saltos más en dirección al cofre lo había alcanzado.

-Esto es mío-. Dije mientras lo cargaba en mi cola, haciendo fuerza apretando el cofre contra mi espalda. No lo sentía excesivamente pesado, podía cargarlo sin problema pero... Justo delante mía se alzaba lo que parecía el premio gordo. -No he revuelto cielo y tierra para un segundo premio-. Nada más cargar el cofre contra mi espalda y viendo la enorme potencia de salto que tenía en las piernas, podía alcanzar la joya de un solo salto, así que a por ello que iba. Salté con todas mis fuerzas y, efectivamente, podía alcanzar aquel artefacto tenebroso y misterioso del cual emanaba una oscuridad latente muy peculiar que... Me metí en la boca.

Mientras ascendía en ese salto pude ver que nos habíamos vuelto a reunir allí, no solo mi Gretta querida si no el resto de la banda se encontraban del otro lado de la pirámide dorada, eso significaba que no estaríamos allí solos si no que el resto de aventureros que nos habíamos visto las caras en la sala del inicio también podían estar allí así que podía comenzar una batalla campal curiosa. Iba a necesitar tener al menos mis manos y pies libre y pues claro... Solo me quedaba una manera de apropiarme de la joya. Con el salto perfecto, llegaba a lo más alto de la pirámide, rebasarla y caer hacia el lado contrario, así que cuando llegué a la altura de la joya simplemente me la metí en la boca mientras seguía el recorrido natural de mi salto.

Caí justo al otro lado, donde Gretta se dirigía a por un cofre muy similar al que ya iba yo cargando. Un lugar perfecto donde poder parapetarnos y prepararnos para la posible guerra que se avecinaba, por otro lado menos mal que había tomado la decisión de saltar la pirámide, de este lado estaban mis compañeros de banda mientras que del otro nos encontrábamos solo Shiro y yo, de este lado tendríamos muchísimas más posibilidades de sobrevivir.

Datos
Alexander Bathory
Doc
Aquel viaje había sido peculiar en muchos niveles, la verdad era que estaba lejos de comprender el peso de las ruinas en que nos encontrábamos en aquel momento, quizá King lo estaría disfrutando bastante al igual que otros pero yo no era capaz de entenderle con la profundidad necesaria como para apreciar aquel lugar con el mismo nivel pero con la ayuda del profesor indiana tenía una idea solida del peso de aquel sitio su antigüedad y una buena conversación para hacernos olvidar que tal vez estábamos perdidos o atrapados en aquel sitio –sin duda esta civilización tenía una gran historia- comente mientras mis ojos se desviaban a los relieves a lo largo del muro de la escalera los cuales parecían narrar algún tipo de suceso los cuales no lograba comprender del todo hasta que llegamos a lo que parecía ser una clase de bifurcación del sendero en múltiples escaleras haciendo que sacara un nuevo cigarro comenzando a fumar pensando por un instante analizando la ruta
 
A mi parecer todas se veían igual, no era capaz de notar diferencias en ellas ni escuchar nada en concreto y por la mirada del profesor parecía que el mismo se encontraba en igualdad de condiciones, por lo que decidí seguir a mi sentido de orientación y tomar por la teníamos a nuestras espaldas a la derecha –como va ahí profesor, cómodo?- le pregunte al profesor dado que sentía que mi propio envenenamiento empezaba a mejorar pero no estaba del todo seguro del estado de indiana en mi espalda el cual no tardo en pedirme que lo bajara para que caminara por su cuenta claramente mejor en su estado antes que emergiéramos en lo que parecía una especie de explanada, no esto era diferente, el aire y mis sentidos lo indicaban a la par que indiana se mostraba emocionado por el hallazgo
 
Casi por instinto mi guardia se alzó al entender la realización junto con las palabras del profesor haciendo que dijera con un tono ominoso como si presagiara fatalidad –una tumba, no, esto es diferente- algo de lo que estaba seguro el profesor concordaría pero la cantidad de esqueletos era demasiado ¿acaso esto era? –¿es un campo de lucha no es así profesor?- dije arrodillándome tomando una gema de color morado con forma de una lagrima del piso y ponerle en mi bolsillo -esta le gustara a Anissa- no era historiador pero esto concordaba con lo que había leído en más de un libro de historia y crónica –una civilización amenazada toma el bastión en su sala más defendida- cuando las palabras de King llegaron a mis oídos, haciendo que se alzaran, clamando que ayudara a panda el cual tenía una especie de herida la cual por su tono podría asumir que era severa por lo cual le dije rápidamente a indiana –Debo irme profesor mi Nakama me necesita lo veo en la base de la pirámide tome lo que pueda y si ve un buen escudo lo guárdelo para mí- en ese momento alce mi brazo con una sonrisa mostrando mis colmillos permitiéndole ver a uno de los escudos atados en el mismo, diciendo sin palabras que aquella era mi arma
 
Aun así sabía que tenía que elegir entre tomar lo que pudiera o ayudar a mi Nakama opte por lo segundo –Panda trata de llegar a la pirámide, a la estatua de la reina en la derecha- ordene sabiendo que aquel era el sitio más central que podría tomar como referencia para encontrarnos, al que no tardaría más de un par de segundo en llegar a mi velocidad actual, antes de que empezara a correr cuando escuche a alguien preguntándole algo al profesor, deseando una aclaración sobre aquel sitio, en el momento que llegara junto a panda empezaría a revisar sus heridas regañándole –Diablos panda que te paso te caíste en una freidora gigante!- antes que empezara a rebuscar entre mi equipo médico empezando a realizar un tratamiento de emergencia en el panda y le aplicara mi último ungüento para tratar de ayudarle con sus heridas –no podré hacer nada por tu pelaje y estoy seguro que te quedara una cicatriz bastante notoria- mientras mis oidos se mantenian atento en la charla del profesor y aquel joven (Hunter)

Vida: 811 / 949

Energia: 215 / 329


Oídos Lupinos
U44001
ÚNICA
Racial - Pasiva
Tier
2/8/2024
Los oídos de los lobos son sumamente sensibles pudiendo escuchar sonidos y frecuencias que los oídos humanos no detectan, esto otorga un bono de +10 a los reflejos basado en el oído pero incrementa un +15 el daño de todo poder basado en sonido.

Resumen
Anissa Marr
Nissa
Compartía el cansancio con Jack, a decir verdad todo el asunto de ir avanzando por las ruinas ya se había vuelto cansino y aun no veíamos claro en donde estaría la recompensa; el único indicativo que teníamos de momento eran los detalles de oro en la sala en donde nos encontrábamos, pero no existía manera de que nos hiciéramos con tal metal. –No tengo ni idea, pero yo también estoy cansada. Tendrás que hacerme un masaje en los pies en cuanto lleguemos al barco, pero nada de ideas raras.- le respondí(Jack) mientras seguía las escaleras sin tener muy en claro cuánto faltaba para llegar a la siguiente habitación.

En algún punto en nuestro avance nos vimos en la necesidad de tomar una decisión; elegir entre cinco caminos a seguir, pero no lograba distinguir diferencia alguna entre la apariencia de los caminos. –Sí, esto es claramente un mal chiste, quien sea que haya construido esto parecía tener la intención de hacer perder el tiempo a quien quisiera avanzar.- le contesté a Jack exhalando después de hablar demostrando ya el cansancio ganado por estar corriendo de un lado hacia el otro. –Al contrario, precisamente porque siempre estás caliente te creo. De hecho me sorprendió que lograras sentir el frío al inicio del laberinto que acabamos de pasar.- le respondí, bromeando con él para mantener el tono amigable que él estaba usando.

-Entonces no habría mucho cambio, si cuando vamos en altamar se siente como si fueramos a pasar el resto de nuestra miserable vida juntos.- continué con el tono juguetón. –Pues no voy a pensármelo mucho, la verdad no tengo idea si existe una diferencia entre todos los caminos así que tomemos este.- dije mientras comenzaba a avanzar hacia el camino que estaba más alejado de nosotros. No pasó mucho tiempo para que llegáramos a la sala que parecía cumplir todas nuestras expectativas. A donde sea que voltearas podías ver algo brilloso y seguramente valioso.

Escuchar el tono de emoción de Jack me hizo soltar una carcajada –Deberías de guardar algo en tu sombrero para irnos completamente cargados y me ayudes a pagar las deudas que tengo a nuestros nakamas- le dije bromeando dándole un par de palmadas en la espalda. Afortunadamente el resto de nuestra tripulación parecía haber llegado a la misma habitación que nosotros, la mayoría de ellos parecía encontrarse en buen estado pero Panda-kun parecía haber recibido un daño severo y se veía en necesidad urgente de atención médica. Iba a lanzar un grito a Alex pero King se adelantó y emitió órdenes así que no quedaba más que seguirlas a pesar de que mi interés era socorrer al mink que teníamos herido.

Me giré hacia donde Jack iba avanzando y mi mirada se centró en un objeto que parecía estar sobre un altar, desde esta distancia no parecía encontrarle la forma exacta pero estaba casi segura de que se trataba de algo de valor. Sin pensármelo dos veces salí corriendo en aquella dirección para agarrar el objeto.

Resumen
Muzen Kibutsuji
Raiden
Muzen corriendo por el lateral daría con una escalera la cual tomaría sin durarla siquiera ni un minuto ese maldito lugar estaba demasiado caluroso y estaba bajando todas las defensas del joven albino quien ahora tenía todos sus sentidos pero estaba envenenado y eso sería un problema rechisto levemente, mientras bajaba por las escaleras apresurado y tosiendo un par de veces debido a lo que estaba corriendo por sus venas, eso provoco que fuera más lento que el resto siendo casi uno de los últimos en llegar hasta la zona final o eso al menos parecía ya que estaba lleno de tesoros y cosas llamativas por todos lados tosería un poco fuerte por el veneno en su cuerpo sintiendo como le quitaba parte de su vida, pero las palabras de su capitán fueron lo suficientemente importantes para ya no enfocarse en su problema sino obedecer sus órdenes.
 
No lo duda ni un segundo y se lanza hacia la tumba que tiene delante, con intención de intentar abrirla si la tumba no quería ceder terminaría golpeándola con su puño para abrir una apertura teniendo el debido cuidado para no destruir todo lo que pudiera a ver dentro y no buscaría tampoco hacer mucho asco metería todo lo que encontrara dentro de su mochila que contaba con bastante espacio gracias a los dioses, para luego salir corriendo a lo que tenía más cerca recogiendo el oro que pudiera en su mochila, con la esperanza de poder encontrar alguna cosa más interesante, aunque sus oídos estarían atentos a su capitán pro si necesitara intervenir, el agua sin lugar a dudas terminaría inundando el lugar si no se apuraban.

-Tenemos poco tiempo será mejor que nos apuremos!!
 
Decía mientras se encontraba recogiendo lo que brillara a su alcance buscando acercarse hacia el centro del edificio también, para poder participar de los tesoros que seguramente eran más gordos en esa parte, pero sin perder la oportunidad para agarrar todo lo que pareciera valioso, luego de a ver saqueado aquella tumba.

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Byron
Hizashi
Aquellas escaleras parpadeantes los llevaron a un nuevo lugar, más elevado, con un alto techo que simplemente dejaba pasar la luz de la luna con disimulo, con un pequeño punto. Byron miró al techo en primera estancia, al encontrarse ascendiendo, más cuando finalmente bajó la mirada, no pudo evitar sentirse maravillado al encontrarse un suelo resplandeciente en oro, definitivamente aquel lugar escondía el tesoro más grande que había visto nunca, incluso nunca había escuchado algo igual cuando su querido maestro le contaba aventuras de piratas. Sonrió con timidez, por aquellos recuerdos de adolescencia, orgulloso de haber superado al hombre que le había enseñado a blandir la espada, seguramente compartiría el mismo sentimiento que él observándolo desde el firmamento.

Puso su pie sobre aquel tesoro que formaba el propio suelo, y observó detenidamente aquella enorme sala, ataúdes, altares, y enormes cofres se extendían allá donde pusieses la vista en aquel basto lugar. Miró a sus compañeros, y con un gesto con el pulgar y una amplia sonrisa los incitó a seguirle, se giró para comenzar el camino y sus ojos vieron a su camarada Kael, que antes había decidido marcharse por su lado, corriendo a toda velocidad hacia el centro de la sala, cerca de la pirámide central. Se alegró, al ver que había salido ileso y había cumplido su misión de adelantarse, y ante aquella vista comenzó a correr junto al equipo.

- ¡Vamos chicos! ¡Reunámonos con Kael!- Dijo con todo su aliento, resonando en el lugar.- ¡KAAAAEEEEEL, ESTAMOS AQUÍ, ME ALEGRO DE QUE ESTÉS BIEN COMPAÑERO, SABÍA QUE ERAS CAPAZ! - Le gritó elevando su mano izquierda mientras se acercaba a él.

Cuando quiso darse cuenta, había otros dos individuos, hacia su derecha, por la distancia recorrida, estaban allí antes de que el propio muchacho y su grupo hubiese puesto un pie en la sala, era normal que el zagal no los hubiese prestado atención hasta ese momento, después de todo el tesoro era tan cegador que haría que cualquiera de los presentes dejase de prestar atención a lo importante. (Qazan y Shiro)

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Por un momento se quedaron cerca del altar que se encontraba en su derecho junto al recién incorporado Kael, la vista era cuanto menos impresionante, no pudo evitar sentirse un poco empequeñecido ante aquella magnificencia, todo aquello parecía el tesoro y las construcciones de un gran rey. Sonrió, con la fugaz idea de algún día alcanzar algo similar, de ser capaz de ser tan grande y respetado, como para lograr algo así. Observando la sala desde el centro, vio por su lado izquierdo llegar a su querido rival, con su característico pelo blanco y una sonrisa en el rostro. Con la emoción hinchando su pecho, no pudo evitar alegrase de que aquel rarito pirata, fuese aquel con el que se jugaría el mundo, había llegado hasta allí y solo con ese hecho ya demostraba ser alguien formidable.

- ¡LANCE! ¡AQUÍ HAY PARA TODOS! ¡ME PARECE ABSURDO NO COMPARTIRLO! ¡DIVIDAMOS LAS GANANCIAS, PODEMOS JUGARNOS EL PREMIO GORDO SI QUIERES A VER QUIEN PONE EL 2-1 HIE HIE HIE! - Rio y cogió aire. - ¡ME ENCARGO DE REUNIR Y VER QUE HAY EN ESTE LADO! - Y se dio la vuelta alegremente.

Girando sobre aquella construcción, hacia su derecha, dejándose llevar por el entusiasmo y la admiración de tan increíble mausoleo correteando a toda velocidad de la impaciencia, seguido de sus compañeros que seguramente que le había dado algo malo debido al calor de la anterior sala, pues el brillo que sus ojos desprendían eran iguales a los de un niño lleno de ilusión ante un nuevo juguete. 

[Imagen: 2.png?ex=67027c0d&is=67012a8d&hm=940982b...height=676]

De repente, con su buen oído escuchó algo, Kael lanzó un poderoso ataque de lodo al lugar del que provenían unos gritos y ordenes, dadas por un mink conejo blanco de orejas largas, con un chaleco rojo y pantalones vaqueros anchos (King). Otro de ellos mascullaba alegremente que se habían vuelto ricos y tenía intenciones de poner sus sucias manos sobre el tesoro sin repartir con el resto, mostrando sus espíritus avariciosos (Jack). El impacto llegó y apartó la mirada viendo a un individuo peculiar.

Con el pelo blanco (Muzen) , un aspecto que le resultaba peculiar al Solarian, como si le sonase de algo, más no sabía de qué podía sonarlo. Un pequeño susurro hacia Drake, preguntando si ese tipo a él también le sonaba, su respuesta iluminó su mente. Muzen, había visto ese nombre, y formaba parte del grupo del conejo pues este le dio indicaciones. Una oportunidad, el destino le había brindado en bandeja la forma de cumplir con su objetivo, moviendo los hilos como una mano amiga le mostraba el camino, iluminando sutilmente en su mente a las personas importantes, y las fichas que tenía que devorar en el tablero para salirse con la suya. Además, debido a las acciones egoístas de aquella tripulación, no se sentiría mal, simplemente eliminaría a una plaga de ratones no deseados.

Miró a Drake decidido, sus ojos claramente transmitían lo que debían hacer, y ambos, lo sabían. Corriendo se acercó hasta el conejo, desenvainando su preciado filo con su mano izquierda, viendo la codiciosa mirada de aquel peludo ser, para en el camino gritar para que todo el mundo que se estuviese en aquella sala pudiese escuchar sus palabras.


- ¡Lance! ¡Tardaremos un poco en empezar a reunir las cosas de valor de este lado, hay que ocuparse de gente sin honor! - Sonrió estando ya casi encima del mink.- ¡Chicos, no hace falta que lo diga, acabemos con los visitantes no deseados!

Llegó donde el el conejo y lanzó una potente estocada al cuerpo del mink, cargada con la inercia de su movimiento, que ensartaría el cuerpo de aquel ávaro individuo. Sus ojos, afilados y fijados en un punto fijo, la esencia violácea de su haki recubriendo todos los rincones del filo de acero que cargaba en sus manos, dejando un rastro fantasmal del mismo tono por donde esta pasaba. Dirección entre el pecho superior y el deltoides anterior, no buscaba matarlo, pero si dejarlo fuera de combate, y más teniendo en cuenta la coordinación de sus camaradas, que estaban preparados para dar el siguiente golpe y dejarlo K.O.

Alineación solar
u22401
ÚNICA
Ofensivo
Tier 4
No Aprendida
46
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El portador se dará impulso y lanzará una potente estocada apuntada al pecho del contrincante, con la intención de atravesar todo lo que se interponga en su camino. Si descarga la bendición solar en este golpe, su espada se bañará con su energía, y esta penetrará las defensas rivales, extendiendo su filo como si un rayo de luz cálida lo atravesase, provocando [Quemaduras], abarcando 10 metros extra tras el lugar del impacto.
Daño básico con filo + [DESx2,6] + [Quemaduras] T1

- Parece que esta no es tu madriguera.- Le murmuró mientras tenía la punta de su espada a escasos centímetros del cuerpo.

Tras esto, pudo ver y escuchar a dos de los compañeros del conejo acercarse hasta el centro, en concreto Muzen, su verdadera presa y el lobo Doctor con el que se había relacionado Vesper en la primera sala. Sonrió tras aquel suceso y con un aire de superioridad, y los ojos deshechos de cualquier sentimiento que pudiese dar la idea a esos piratas de que tenían siquiera alguna oportunidad en caso de levantar las armas dijo.

- ¡No os mováis! ¡Tenéis dos opciones, Muzen, tú te vienes con nosotros sin oponer resistencia, y tus otros compañeros, que se lleven los cuerpos de tu capitán y el panda! De no acceder, los mataremos aquí mismo, y luego, a vosotros, Muzen se vendrá con nosotros igual, ¿para que oponer resistencia y jugaros la vida? No tenéis oportunidad de ganar.

[Imagen: 3.PNG?ex=67027c0d&is=67012a8d&hm=00d7b48...height=676]

NOTAS DE STATS

RESUMEN


DAÑOS Y GASTOS
Kael
El Fantasma del Mar
Comencé a subir las escaleras aún con el farol en la mano. No sabía si mis compañeros habían avanzado ya por aquí o si les llevaba ventaja, pero al menos no había visto ninguna pista ni marca de ellos como para saber que iba por detrás. Lo más probable es que al haber atajado por las plantas y avanzado tan rápido pudiera sacarles un poco de ventaja, y con mucha suerte, también al resto.

Al poco de subir los escalones el escalón cedió ligeramente hacia abajo pero no pasó nada más. -Mierda casi me acojono yo sólo, ¿sería una trampa antigua que no ha saltado? ¿o realmente si ha hecho algo? -Pensé mientras seguía caminando sin parar- Capaz sólo era que el escalón estuviera un poco suelto, después de todo han pasado sólo cientos de años -me dije a mi mismo automintiéndome sabiendo que no sería así. Pronto me encontré con cinco caminos por los que decidir avanzar -No tengo tiempo para esto, tengo que intentar llegar hasta mis amigos.- dije metiéndome por el que tenía más cerca, puesto que aunque tenía aún el haki de observación activo, no podía distinguir bien quienes eran. Había detectado en el laberinto a mucha gente, ¿pero y si alguien ya estaba arriba y estaba fuera del alcance de mis habilidades?

Cuando llegué por fin a la parte superior me quedé embobado. Una pirámide se alzaba en medio de la sala entre figuras y fuegos encendidos, y en el centro de la misma, el brillo de una gran gema. -El tesoro... ¡tiene que ser esa gema! -pensé.

Clavé los talones al suelo y empecé a correr lo más rápido que podía en dirección a la pirámide. Si no calculaba mal, habría unos 40 metros desde donde estaba y tendría que subir 10 metros para conseguir la gema. Activé mi forma de logia para que el terreno no impidiera moverme en caso de chocarme con algún cadáver, aunque pronto me acostumbré a los sonidos de huesos al pisarlos, no parecían huesos recientes por la facilidad que se hacían polvo pero en esa sala tendrían que haber miles y miles de cadáveres para estar todo tan lleno.

Llegué a la plataforma central, y aprovechando la inercia del movimiento sólo tendría que saltar para ponerme rápidamente en la cúspide de la pirámide, y como si fuera un cuento fantástico de exploradores, intenté hacer una cosa que había leído en un antiguo libro. Aprovecharía mi Pozo sin fondo para absorber la gema en mi interior y al mismo tiempo colocar una piedra (que había absorbido en la caida) de un peso similar en el pedestal. Con suerte no había activado una trampa ni nada por el estilo como solía pasar en este tipo de cuentos. [En caso de haber conseguido la gema, perfecto. Si no, es como si este párrafo no hubiera ocurrido y bajaría del pedestal y seguiría con el resto de este post]

Mi capitán me habló en ese momento, habían llegado bien y parecían que estaban todos bien. Bueno, algunos mejores que otros, pero pasando por el infierno de la sala anterior cualquier cosa era positiva. Ví a Drake hablando con el capitán y por las miradas que echaban al resto de la sala y en concreto a varias personas entendía cual era su plan. Habrían hablado entre ellos y querían luchar contra alguien, y por el gesto que me decía sabía perfectamente a quién. Con un gesto de cabeza afirmé que entendía la orden.

Con mi haki de observación todavía activo, podía ver a la gente de la sala y la que estaría todavía subiendo las escaleras. Como anteriormente (página 6 de este tema) había inspeccionado a la mayoría de los presentes en la sala de las plataformas sabía que auras tenía que identificar por el poder que recordaba de ellos. Observé el resto de escaleras y quienes estaban en la sala y justamente mi presa estaba subiendo las escaleras. Señalé en esa dirección mientras me movía hacia ella para informar a mis compañeros por dónde venían.

Me acerqué corriendo a esa zona hasta quedarme a unos 16 metros de ellos y lancé mi habilidad como si fuera un paramecia, puesto que hasta la fecha sólo los Piratas Veganos eran conscientes de mis habilidades de logia. Invoqué mi habilidad de mi puño y la solté contra Panda y su tripulación que acababan de subir por las escaleras, mientras el mink conejo, ¿sería su capitán?, ordenaba a sus compañeros separarse para coger los tesoros. Sólo afectaría a Panda el daño, pero es que él era mi objetivo. Tenía que seguir las órdenes de mi tripulación pero eso no significaba que tendría que ir a matar. Panda intentó atacarme en el pasado, en cierta misión de un barco que yo intentaba impedir que lo secuestraran por lo que intenté devolverle el favor. ¿Le atacaría? Si, pero no le intentaría matar. Al resto de acompañantes de Panda acabarían manchados de barro o con barro en el suelo a su alrededor. Por si acaso, activé mi forma de logia igualmente.

Ludovico
U73301
ÚNICA
Ofensivo
Tier 3
21/9/2024
35
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario crea desde su posición una bestia parecida a una serpiente de barro grande que, haciendo una parábola, ataca al enemigo hasta una distancia máxima de 16 metros. Dejará un área de barro alrededor del enemigo al chocar contra el suelo de 8 metros de radio.
[CAx3,2]


Volví a retroceder un poco más para estar con mis compañeros.

Resumen del turno
Inventario
Virtudes y Defectos
Estado


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