Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Común] Antes de abordar
Muken
Veritas
Era una mañana normal en la isla de Loguetown, los mercaderes se encontraban sacando sus productos para la venta, los pájaros se escuchaban a la distancia mientras el sol salía e iluminaba de a poco los pequeños negocios de la zona. En estos momentos un joven tirador se encuentra temprano por la mañana caminando por esta zona en busca de algunos suministros para su siguiente viaje.

estos días Muken se encontraba en la cocina seguido, tratando de mejorar sus habilidades. En su última expedición que tuvo, la falta de un buen cocinero se hizo presente, allí se dio cuenta que una buena alimentación era esencial para futuras aventuras, así que con un libro de cocina el tirador empezó a producir nuevos platos, tantos clásicos como platos únicos de su propia inversión combinando carne de muchos tipos de animales, los cuales casa el mismo junto a verduras y frutas frescas que compraba en los muelles de los barcos que llegaban de todos lados del East Blue.

Una de sus mejores recetas era cocinar la carne de los animales cazados en una estaca contra el fuego, el asado con leña le daba un aroma y textura especial al animal, el cual hacía que su carne y sabor mejorarán mucho. Pero bueno esto solo era algunas de las nuevas habilidades que iba perfeccionando Muken en su tiempo libre. Hace algunos días una carta le había llegado al tirador en dónde lo solicitaban en la isla kilombo o algo por el estilo, Muken no estaba tan interesado aún por el tema por lo que casi no le prestó atención a la carta, pero al parecer una tripulación estaba buscándolo para formarlo parte de su tripulación, por el momento Muken no estaba interesado en recorrer el mundo acompañado, pero igual sabía que tarde o temprano tendría que buscar aliados porque el océano está lleno de peligros y no solo los humanos son el problema.

caminando por la zona comercial Muken se encuentra con un negocio de caramelos, en el lugar había caramelos de todo tipo, tamaño y sabor. el tirador se encontraba agobiado de tantos gustos para elegir, por lo que tomando una canasta empezó a recorrer el negocio mientras llenaba su canasto de esos pequeños y deliciosos manjares azucarados, de fruta, menta, masticables, ácidos, tantas opciones, tantas cantidades y tan pocas manos para agarrar, la gente que observaba al joven se sorprendía de la manera en la que se movía el tirador. Tras terminar su compra Muken se acerca a la caja a pagar, su gasta sorprendió a la gente a su alrededor, 6 cifras en caramelos de frutas, suficiente carga para todo un año, la vendedora sorprendida le pregunta dos veces si iba a llevar todo y el tirador sin dudarlo le dio el visto bueno a la compra. Al terminar sus compras, decidió moverse a su barcaza para guardar sus promociones de caramelos para luego volver y empezar a comprar los víveres esenciales para el viaje.
#1
Muken
Veritas
AL llegar a la barcaza el tirador se dirige a la cocina, esta era bastante chica, pero funcionaba bastante bien para lo que el necesitaba. Camino en dirección de los barriles de provisiones de frutas en donde noto que faltaban algunas que otra cosa. No tardo mucho en volver a salir, mas o menos en su mente sabía que tenia que comprar para su viaje, así que salió nuevamente en dirección a la zona comercial de la isla.

En el camino se cruce con algunos conocidos los cuales amablemente invitaban a Muken a pasar a sus casas a tomar algo y hablar, pero con respeto el tirador se negaba, tenia el tiempo contado y necesitaba compra las cosas antes de que llegara el mediodía, puesto que esa hora era el momento donde todos los negocios importantes de víveres se llenaban y abarrotaban. Tras unos minutos el joven llego a su destino.

Primero paso a comprar frutas, tenia un largo viaje por lo que compro cajones de cada cosa que necesitaba, manzanas, peras, limón, tomates verdes, zanahorias, cebolla, etc. Todo lo que necesitaba para cocinar lo compro en una pequeña tienda que era atendida por una familia de cultivadores de la aldea, era todo natural y cosechado nacionalmente, por lo que la calidad era bastante buena. Tras terminar de hacer sus compras Muken indico a los vendedores donde deberían dejar sus compras, al igual que pagaba la boleta de dicho encargo
.
Con el tiempo en contra Muken se movió hacia la zona del puerto, en donde buscaría carnada y herramientas de pescas para el viaje, tal vez con algo de suerte podría pescar algo en el camino y de paso despejar un poco su mente, la cual de por si ya estaba bastante cansada. Tomando un caramelo de su bolsillo este empieza a abrirlo para luego llevarlo a su boca, el sabor era fuerte pero rico, caramelo de frutos rojos con menta, era uno de sus favoritos, el perfecto toque de menta y fruta hacia que su paladar volara por los cielos. Lo mejor de todo el mundo.

Mientras disfrutaba el caramelo el tirador llego a su destino, las herramientas de pesca y carnada estaban distribuidas por todo el lugar, cada una para diferentes casos especiales. Había tantas que incluso Muken llego a marearse en el lugar, pero esto no era algo que detendría al chico, por lo que sin dudarlo pidió algo de ayuda a uno de los encargados del lugar. El encargado escucho atentamente el pedido del joven tirador, para luego traerle las herramientas que mejor se adaptaban a lo pedido.
#2


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