¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Aventura] [T2] Desapariciones en Loguetown
Rocket Raccoon
Rocket
Como era de suponer, las informaciones con las que contaba ese día la chica que servía de buena manera en la barra, no me eran demasiado útiles en mis investigaciones. Pero era consiente que seguir afinando este tipo de amistades me vendrían bien en algún futuro, quién sabe y esta chica me podría salvar los pellejos en algún momento dado. O mejor, y que si sería bastante gracioso... que me vendiese a los marines. Siempre podría darse un resultado como este último, a fin de cuentas, el Gobierno Mundial los tiene a todos agarrados por las bolas, y las personas con poca voluntad suelen querer salvarse a sí mismas sin importar lo demás, y era entendible. Pero nada en esta vida se logra sin dar el primer paso, y era lo que estaba haciendo ahora mismo.

'Malditas mierdas en las que me meto...' Estaba atento ante cualquier movimiento de aquellos dos que ya habían notado mi presencia. Supongo que, desde su perspectiva, podría ser algo intrigante ver a un pequeñín en la oscuridad intentando llamar su atención. ¿Tendrían la vista tan aguda como para percibir que era un mapache bípedo? Quién sabe, pero ya solo faltaba confiar en el destino, y bueno, también debía de jugar correctamente mis cartas si no quería ser asesinado esa misma noche, ahí fuera del Trago del Marinero. 'Supongo que algo tan básico como esto podrá funcionar de momento'. Mis mos manos siempre estuvieron visibles, aun a pesar de la escasa luz que podrían ofrecer estos callejones.

Las levante a ambas por encima de mi cabeza, y se podría apreciar con bastante claridad que no había nada en ellas. Iba totalmente... bueno, iba desarmado, pues, de momento. -No soy al que buscan... ambos buscamos al mismo. Joder eh- Fueron as primeras palabras que se me cruzaron por la mente, y así tal cual las solté al aire. -Como veis, no tengo nada en mis manos, no soy un peligro para ustedes. Joder eh- Intenté acercarme un par de pasos hacia ellos, manteniendo en todo momento mi postura calmada y nada amenazante. Mis manos, pues más de lo mismo, seguían en lo alto, mostrando que no era una amenaza. 

Caminaría hacia el frente para el encuentro entre los tres. Si es que me lo permitían. Si no era el caso, pues me detendría si así me lo pedían o si venía algún gesto de amenaza por parte de alguno de los dos. -Les he estado siguiendo... mis habilidades te serán de utilidad, y como te dije, buscamos lo mismo. Joder eh- Esta vez sí miré seriamente al sujeto que ahora vestía de vagabundo. Le volví a insistir una vez más, quería plantarle la idea en su mente de que nos podíamos ayudar el uno al otro, y que su enemigo era el mío. -El plan que tienes en mente, pues puede ser bueno. Pero estás entrando en la cueva del lobo, sin saber lo que hay ahí dentro. Joder eh- Me inclinaba un poco, para dejar ver lo que llevaba en la espalda. -Ves eso, en mis manos puede ser tu aliada ahi dentro. Joder eh- Dicho esto último, ya solo quedaba esperar la respuesta de esta persona.

Resumen
#11
Dharkel
-
Dharkel se giró con velocidad al escuchar el silbido, llevándose la mano izquierda al recoveco de los harapos donde había escondido el cuchillo. En la oscuridad de la noche, poco a poco, se fue revelando una pequeña figura con los bracitos en alto. La observó detenidamente durante unos instantes, mientras continuaba avanzando. Suspiró aliviado.
 
<< Solo es un mapache buscando comida en los contenedores >>, pensó mientras se volvía a dar la vuelta. En su experiencia, mientras le dejase tranquilo no tendría que haber ningún problema.
 
Pero unas palabras salieron de la boca aquel ser, paralizando momentáneamente al espadachín. Se giró, esta vez lentamente, con los ojos abiertos de par en par y un rostro que denotaba una mezcla entre sorpresa y terror. Había leído en algún sitio de la existencia de criaturas bípedas con forma animal, pero siempre había pensado que se trataban de cuentos para dormir. ¿Estaba ante la presencia de una criatura mitológica? ¿Sería aquel ser la bestia de los rumores? Era muy pequeña para ser capaz de llevarse un cuerpo de la calle, aunque ya había cometido con anterioridad el error de subestimar a otros por su apariencia, más concretamente su tamaño.
 
- Afirmas buscar lo que yo busco e incluso poder ser un aliado allá donde me dirijo. – Recobrando la compostura deslizó un cigarro entre sus labios e iluminando momentáneamente la callejuela lo encendió, dándole una larga y profunda calada. – Acostumbro a conocer el nombre de mis aliados – dijo tras liberar una gran nube de humo de sus pulmones.
 
Estudió en silencio al mapache y su propuesta. Tenía razón. Era meterse en la boca del lobo y quizás no saldría con vida de allí. Pero salió con vida de la cárcel, sobrevivió al encuentro con Balagus y Airok, a incontables temeridades de su capitán y a otras tantas situaciones con personajes dispares. Su diosa sin ninguna duda le había acompañado a lo largo de camino y hasta el día de hoy, pero amañar el juego para aumentar su suerte era algo que había hecho demasiadas veces, aunque en esta ocasión la apuesta era demasiado fuerte: confiar en un completo desconocido. Si su apuesta era correcta no solo ganaría un socio, si no que además tendría la oportunidad de estudiar en primera persona tan extraña criatura. Y eso era más valioso que cualquier tesoro.
 
- Soy Dharkel. – Rompió el tenso silencio ofreciéndole la mano derecha. – Será un placer colaborar contigo.
 
Finalizadas las presentaciones, el espadachín se encaminó hacia los almacenes del puerto, buscando un buen lugar donde tener una trampa cerca del muelle viejo. Durante el trayecto le contó a Rocket su renovado plan. Esta vez incluyendo al mapache y su rifle. El plan consistía en usar a Dharkel de cebo y, cuando fuesen a raptarle, el tirador escondido en la distancia evitaría que eso pasase. Tendrían que conseguir a alguien con vida a quien poder interrogar y obtener la siguiente pieza del puzle.
 
Tras encontrar una ubicación óptima, se sentó en el suelo, esperando entre la incertidumbre, las danzantes sombras y el silbido del viento.
 

Resumen
#12
Silver
-
El aire alrededor del muelle viejo era denso, casi irrespirable, cargado con una mezcla de humedad salina y el olor rancio de pescado en descomposición. Cada paso que Dharkel y Rocket daban parecía resonar en la casi total quietud del lugar, como si el silencio amplificara cada crujido y susurro del viento. Los faroles, apenas iluminando las calles, arrojaban sombras alargadas que danzaban entre las paredes de los edificios abandonados, como si algo invisible acechara entre ellas.

La actividad humana era prácticamente inexistente. Los ecos del puerto activo quedaban muy atrás, y en esta parte olvidada de la ciudad solo se sentía el viento frío y la constante amenaza de lo desconocido. Dharkel, ahora vestido con los harapos del mendigo, avanzaba con pasos cautelosos, sus sentidos alerta. El lugar tenía una atmósfera pesada, opresiva. Cada rincón parecía ocultar algo, y aunque no se veía movimiento, la sensación de ser observado era innegable.

Rocket, moviéndose con la misma discreción que había demostrado antes, mantenía su paso cercano a Dharkel, sus ojos agudos vigilando las sombras, preparado para cualquier eventualidad. Su pequeña figura se fundía con el entorno, mientras sus sentidos captaban el leve crujido de madera vieja y el eco lejano de alguna cadena golpeando contra el metal oxidado.

El muelle viejo tenía una reputación oscura, casi tanto como el propio lugar. Los rumores que ambos habían escuchado les indicaban que este era el sitio perfecto para aquellos que querían desaparecer sin dejar rastro. Los almacenes, antaño bulliciosos, ahora se erguían como colosos vacíos, con las puertas corroídas por el óxido y las ventanas rotas que crujían con el viento, como si sus propios esqueletos se quejaran del paso del tiempo. Algunas estructuras estaban medio derrumbadas, y otras aún parecían lo suficientemente sólidas como para ocultar algo más que polvo.

Finalmente, al doblar una esquina, llegaron a una parte más aislada del muelle. Los almacenes aquí estaban en peor estado, sus fachadas medio derruidas y cubiertas de moho y salitre. Un callejón estrecho entre dos de ellos destacaba como un posible lugar adecuado para la emboscada. Uno de los almacenes tenía las puertas entreabiertas, y dentro, la oscuridad era absoluta. La penumbra ofrecía buenos escondites tanto para los posibles secuestradores como para el propio Rocket, si decidía posicionarse estratégicamente en un punto alto o en las sombras cercanas.

Los escombros esparcidos por el suelo y los restos de cajas rotas proporcionaban un lugar perfecto para ocultarse o preparar una trampa. Si los rumores eran ciertos, los secuestradores no tardarían en aparecer si alguien llamaba la atención en este lugar.

El escenario estaba listo. Ahora, Dharkel y Rocket debían decidir cómo proceder. La calma del lugar se veía rota solo por el susurro del viento, que arrastraba consigo los ecos distantes del puerto, mientras la tensión en el ambiente crecía con cada segundo.

Información
#13
Rocket Raccoon
Rocket
No les podré negar que sí había una cierta tensión pesada en el ambiente cuando llamé la atención de aquellos dos sujetos. Uno de ellos, el desconocido, llevó su mano rápidamente a su bolsillo, suponía que no había nada bueno ahí. Aunque me podría confundir con un animal más de las calles en búsqueda de comida, ¿y sacar un hueso para arrojármelo no? Pues sí, esta también podía ser una posibilidad, pero no fue lo que paso por mi mente. 'No ataques, no ataques...' Era lo que pensaba con cada segundo que pasaba. Pero tras varios de estos, el sujeto comenzaba a dirigirme la palabra. 'Bien, bien...' Me aliviaba al momento. Y más aun cuando lo vi sacar un cigarro y comenzar a fumarlo.

Baje las manos, ya entrando en confianza. -No tengo padres que me hayan puesto un nombre, como hacen ustedes los humanos. Pero me llamaban Rocket, y así me quedé. Joder eh- Ya, cerca de él, le acerque mi mano para entonces así, cerrar el acuerdo de la breve alianza que íbamos a llevar a cabo desde entonces. -También he visto a los humanos hacer este gesto para cerrar los tratos, supongo que va así. Joder eh.- Espere algo incómodo, dándole tiempo para que hiciese lo mismo. Mientras, si aproveche para mirarle más de cerca y así percibir mejor su persona, así como su olor incluso. Llevaba un par de cicatrices por aquí y por allá, así que o bien tuvo muy mala suerte en el pasado, o era un hombre dado al combate. Ahí a donde íbamos, supongo que debía saber combatir, así que supuse que esta segunda opción era la más lógica.

Con ya las manos de ambos estrechadas y con ambos habiendo dado sus respectivos nombres o seudónimos, ya solo faltaba seguir hacia el lugar indicado por el otro sujeto, a unos almacenes cerca del puerto ahí en Loguetown. -Igualmente, joder eh- El plan ahora renovado, me llevaba a mí a vigilar por la vida de mi nuevo aliado, quien, como antes, vestiría de mendigo y estaría dispuesto a ser usado como cebo para que el asaltante fuese hacia él. Mi trabajo era simple, impedir que la persona a la que buscábamos le pusiese un dedo encima a Dharkel. Pero lo más importante, era dejarlo vivo, así que mi puntería debía de ser bastante eficaz para no darle en una zona vital. -Vale, tu confía... lo que sea que me hayan hecho, me ha dejado con una buena visión, y estas dos...- Señalaba mis manos, agitando mis dedos. -No se equivocan nunca en un movimiento. Joder eh-

Ya en el lugar donde sucedería todo, comencé a buscar las mejores opciones para poder salvaguardar la vida de mi camarada. Tenía varias opciones interesantes, pero como todo en la vida, cada una de ellas tenía sus pros y sus contras. Podía optar por quedar cerca de Dharkel, escondido en algún callejón o quizás oculto con unas cajas o barriles que había divisado antes. Me permitían tener algo de visión sobre la zona, pero no su total. Pero lo bueno es que me mantenía cerca del objetivo, y si surgía algún imprevisto, pues podía llegar rápido. La otra opción era irme lejos y a lo alto, tenía habilidad para trepar, así que eso no sería un problema. Con esta última opción, la visibilidad no sería un problema y sería total, pero estaría lejos. Luego de analizar las opciones, me decidí por mantenerme cerca, después de todo, tenía un as bajo la manga. -No me iré lejos, cualquier cosa grita. Joder eh- Le sonreí al final, mostrando confianza en lo que estaba por venir.

Me separé de él y me fui a unas cajas medio rotas que estaban desperdigadas por ahí sin ningún tipo de uso. Me fijé bien en que no hubiera ninguna serpiente o alacrán en ellas, y ya simplemente faltaba esperar a que se produjesen los hechos. Pero no esperaría sin más, me ayudaría un poco aumentando mis sentidos al máximo posible. Se supone que estamos en un lugar donde no transita mucha gente, así que cualquiera que se acerque al área, es un potencial objetivo. Mis sentidos cubrieron toda el área, y ahora podía 'verlo' todo a mi alrededor. El Kenbunshoku ya estaba en marcha, aunque aún era novato en esa arte, me era bastante útil en este momento. Prepare mi rifle, y mire por el zoom la zona donde estaba Dharkel. Me quede vigilando.

Resumen

Habilidades
#14
Dharkel
-
Comenzó a mover una pierna con movimientos repetitivos, incrementando la intensidad por momentos. Puso una mano sobre ella, tratando de tranquilizarse. Volvió a encenderse otro cigarro mientras miraba con nerviosismo hacia los lados. Tan solo podía escuchar el silbido del viento y el papel quemado. Ni si quiera podía escuchar a su improvisado compañero en esta aparentemente aciaga empresa. Apagó el cigarro empujándolo con el dedo gordo con violencia contra el suelo y se levantó, apoyando una pierna en una pared medio derruida. Nuevamente, se encendió otro cigarro y al rato lo volvió a apagar tirándolo al suelo y pisándolo.

<< ¿Habré hecho bien? >>, pensó.

Su nerviosismo era más que evidente. Había decidido confiar en un completo desconocido en lugar de seguir sus instintos primarios. A veces no le gustaba la persona en la que había decidido convertirse, pues implicaba ciertos riesgos, pero volver a su yo del pasado tampoco era una opción, a pesar de su apariencia actual. Hizo una mueca al pensar que dirían sus compañeros de bizarras aventuras si volviesen a verle con el “hábito” puesto.

Debido a sus intrusivos pensamientos, perdió de vista a Rocket. Se planteó la idea de que le hubiese abandonado a su suerte, lo cual tampoco distaría mucho del plan original, e incluso llegó a pensar que el mapache estaba metido en el ajo y todo aquello era una trampa, al fin y al cabo, podría ser la bestia de los rumores, cuyo trabajo consistiría en llevar a las presas hacia un lugar aislado y jugar un rato con ellas antes de poner fin a su miseria. En lugar de ofrecer un caramelo a un niño, le habían ofrecido respuestas.

Comprobó que tanto el cuchillo que hábilmente había sustraído a algún incauto en el Trago del Marinero, como la katana que le había acompañado en los últimos años se mantuviesen relativamente ocultas y accesibles en caso de emergencia. Acarició la empuñadura de la vieja arma, rememorando en silencio antiguas penurias y escasos momentos de felicidad sin perder el foco en vigilar las calles adyacentes, los tejados, las ventajas rotas. No le podría acompañar en el futuro, no al menos en ese estado. Los enemigos a los que se enfrentarían requerirían de un filo de mayor calidad.


Resumen
#15
Silver
-
El viento frío que soplaba por los callejones del muelle viejo parecía intensificar la tensión en el aire. La luna apenas se asomaba entre las nubes, lanzando tenues rayos de luz que apenas iluminaban el paisaje desolado. El silbido del viento se mezclaba con los crujidos de las estructuras derruidas, mientras Dharkel y Rocket permanecían en sus posiciones, expectantes.

Por un momento, todo se mantuvo en una calma inquietante. El único sonido era el eco de las olas golpeando suavemente contra las maderas envejecidas del muelle. Pero de pronto, esa quietud se rompió con pasos suaves, casi imperceptibles, avanzando desde las sombras.

Cuatro figuras emergieron desde la penumbra, moviéndose como fantasmas entre los almacenes abandonados. Se mantenían en las sombras, pero la luz de la luna revelaba lo suficiente. Un grupo de matones, vestidos con ropas desgastadas, cubiertos con capas que ocultaban sus rostros. Cada uno de ellos llevaba algún tipo de arma visible: cuchillos largos, porras, e incluso uno portaba una cadena que sonaba a su paso.

Los secuestradores se movían con una confianza fría, como si hubieran hecho esto muchas veces antes. Sus ojos recorrían el callejón hasta que, finalmente, uno de ellos divisó la figura encorvada de Dharkel, vestido como un mendigo indefenso. El líder del grupo, un hombre alto y corpulento, levantó la mano para que sus compañeros se detuvieran. Observó la situación por un momento, evaluando a su presa sin mostrar demasiada preocupación.

— Ahí está… parece que tenemos uno más para la redada de esta semana —murmuró, lo suficientemente bajo para que sus compañeros lo escucharan, pero no Dharkel.

Los matones se separaron en formación, dos de ellos avanzando lentamente por el callejón, mientras que los otros dos se quedaron detrás, vigilando las salidas. El líder se acercó un poco más, con una sonrisa torcida en su rostro. El secuestro estaba a punto de comenzar.



Desde su posición detrás de las cajas, Rocket lo podía observar todo con una precisión milimétrica. Sus sentidos, ahora agudizados por el Haki, captaban la presencia de aquellos hombres. Aunque aún no podía distinguir emociones o detalles específicos, sabía que su instinto no le había fallado: los secuestradores estaban allí. A través del visor de su rifle, evaluaba el terreno. Estaba cerca de Dharkel, listo para actuar, pero debía moverse con cautela y precisión.

Cada uno de sus dedos estaba tensado, listo para disparar, pero aguardando el momento exacto. El primer disparo sería importante, pero quizás precipitarse les haría huir. Su mirada encontró al que parecía ser líder del grupo, quién con breves indicaciones controlaba la situación.



Dharkel, por su parte, había notado el cambio en el ambiente. Los susurros, las sombras moviéndose con una dirección específica... Había llegado el momento. Con su katana y el pequeño cuchillo ocultos entre los harapos, aguardó, preparado para cuando los secuestradores hicieran su primer movimiento.

Uno de los matones se acercó a él, con una sonrisa burlona, y le lanzó una mirada de desprecio.

— Vamos, no nos lo pongas difícil. Ya sabes lo que toca —dijo, extendiendo la mano hacia él, como si fuera una simple formalidad. A los ojos de este hombre, Dharkel no era más que otro mendigo, otra presa fácil.

Pero el espadachín sabría que el juego no había hecho más que comenzar. Su misión era no solo ser el cebo, sino también crear la distracción necesaria para que Rocket tuviera una clara línea de ataque. Si el plan funcionaba, ambos saldrían con vida y podrían obtener las respuestas que buscaban.

Información
#16
Dharkel
-
Al viento le acompañaron los susurros del pasado que se escondían en la oscuridad de la noche. No podía estar seguro de si se trataba de algo real o imaginario pues en situaciones de estrés su mente le podía jugar malas pasadas, haciéndole ver o escuchar cosas que realmente ni si quiera existían. Aferró la empuñadura de su katana doblando su brazo por la espalda, tenso. Tenía que estar prevenido en caso de que las sombras se materializasen en aquella criatura hostil que se llevaba a los más desfavorecidos.

Esta vez, sus instintos no le fallaron. Permaneció de pie, con la pierna apoyada en el muro y la cabeza gacha, visiblemente desprevenido. Dos figuras con aparente ropa desgastada emergieron de las sombras, más cerca de él de lo que le gustaría y a futuro entre jarras de licor reconocería si salía vivo de aquella situación. Uno de ellos portaba un par de cuchillos largos, el otro, más grande y corpulento, parecía no portar ningún arma. Al menos no una que fuese visible.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, con una mano aún aferrada a la empuñadura, se despegó de la pared, posando el pie en el suelo sin dar si quiera un paso. Rebuscó con fingida torpeza entre los sucios harapos, hasta finalmente llevarse la mano a la oreja derecha, donde descansaba un cigarrillo mal hecho. Se lo llevó a la boca y fijándolo suavemente con los labios le hizo un gesto con la diestra al que se estaba acercando.

- Perdona, ¿tienes fuego? – Preguntó mientras internamente se cuestionaba si Rocket seguiría allí, oculto entre las ruinas o los tejados. O si realmente le había abandonado y tendría que lidiar con los dos rufianes él solo.

- Vamos, no nos lo pongas difícil. Ya sabes lo que toca. – Extendió una mano hacia el mendigo. Éste lo interpretó como un intento de agarre y sabiendo que la fuerza física no era su área de especialidad, reaccionó.

No tenía claro que aquellos fuesen los secuestradores y si se equivocaba tendría que sumar un error más a su interminable lista de pecados que algún día sin duda le volverían en su contra, persiguiéndole como ya había ocurrido otras veces en el pasado. Pero tampoco tenía grandes alternativas. En ese preciso momento, en ese instante, en ese latido de corazón no era más que un animal atrapado intentando buscar una salida a una trampa que él mismo se había creado.

Echó levemente el peso de su espalda hacia un lado, intentando evitar la mano del hombre y doblando ligeramente las rodillas desenfundó su katana. Acto seguido y aprovechando la inercia de desenfundar hacia abajo el arma, trazó un movimiento circular ascendente, tratando de propiciar un simple pero rápido y profundo corte en el brazo de quién había osado invadir su espacio personal. El tajo no pretendía ser mortal, pues tenía que mantener al menos a uno de ellos con vida para el posterior interrogatorio si no quería fracasar en su actual empresa. Iba más enfocado a debilitar a su rival y ganar tiempo mientras se encargaba de su compañero de fechorías.

Cizaña
ESP101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
9/9/2024
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]


Sin parar los movimientos circulares y sin ver si realmente su acometida previa había surtido efecto puso su mirada en el encapuchado que se había quedado más alejado. No tenía ni un solo segundo que perder. Posicionó el filo horizontalmente entre sí mismo y su nuevo objetivo y apoyando la palma de la mano derecha en el pomo de la katana se impulsó hacia el frente dando un firme paso y tratando de llevarse por delante todo lo que se pusiese en su camino, siendo el objetivo final ensartar y clavar en una ruinosa pared al que parecía no portar armas. De esta forma si el ataque previo no había surtido efecto, quizás podría dejar inmóvil al menos a uno de ellos, sacrificando su preciada arma en el proceso. Hacía un tiempo que no combatía a cuchillo, desde que le había prendido fuego a sus viejos y roñosos harapos, pero no el suficiente como para que se hubiese oxidado por completo.

Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
10/9/2024
33
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]


Había empleado demasiados recursos en aquella rápida ofensiva y si no salía bien, especialmente si el mapache había decidido darse a la fuga, lo pagaría caro. Las cosas nunca salían bien, no al menos como él esperaba y estaba preparado para un escenario desfavorable. Huir de momento no era una opción. No si quería llegar a convertirse en quién quería ser. Las vidas de aquellos que le arroparon en uno de sus peores momentos estaban en juego. No podía volver a fallarles. Habría lo posible para que no se perdiesen en el olvido.


Resumen
#17
Rocket Raccoon
Rocket
Fueron cuatro el total de las presencias que mi habilidad sensorial había logrado captar a mi alrededor. Se movían a un paso bastante ligero, parecía como si tuvieran plena confianza en lo que estaban haciendo, quizás incluso creyéndose los dueños de estas olvidadas calles y abandonados almacenes que ahora tan solo eran la vivienda de ratas y todo tipo de alimañas. No estaba del todo seguro si estos cuatro que se acercaban a la calle de Dharkel, eran los asesinos que estábamos buscando, debía de esperar, tenía que por lo menos visualizarlos con mi mira, para así entonces poder tomar una decisión. No quería estar matando civiles inocentes, no era mi estilo y no tenía porque. 

Pero con cada paso que daban hacia el callejón donde la fuente de aquel muchacho le había informado, me hacía estar más seguro de que si se trataba de ellos, pero debía esperar y tener el cien por cien para poder proseguir con lo que habíamos venido a realizar. Estaba ahí oculto dentro de unas cajas, por suerte era un mamífero de tamaño pequeño, así que el ocultarse y mantenerme en las sombras no sería nada complicado, incluso ya estaba habituándome a este tipo de actividades, las cuales pensaba que me serían de bastante utilidad a lo largo de mi vida.

Dos de ellos se quedaron quietos, y otros dos parecían seguir su camino recto hacia donde estaba Dharkel. Le miré rápido, para ver su reacción. Parecía tranquilo y sereno, así a distancia y sin mucho conocimiento de él, parecía ser alguien confiable, y también alguien a quien dejar realizar este tipo de actividades. Estaba actuando bien de momento, si parecía ser un simple vagabundo más de estos lares. 'Porque querer meterse en problemas con este tipo de gente, pudiendo estar tan tranquilo, descansando en su casa o bebiendo en un bar.' Eran las preguntas que estuvieron rondando por mi mente en todo este tiempo. Pero al mismo tiempo que me hacía esas preguntas con él, me las hacía a mí mismo. ¿Por qué meterme en estos líos? No lo sabía, no me preocupaban los humanos en realidad. Quizás algún día logre dar con la respuesta, quizás al terminar esto, logre dar con la respuesta con aquel sujeto que hacía de cebo.

'Bueno Rocket, es tiempo de actuar.' Despeje mi mente todo lo posible, necesitaba estar bastante sereno y concentrado en mi próximo movimiento. Tenía mi arma ya cargada con su bala dentro y lista para ser incrustada dentro de la piel de uno de los cuatro que amenazaban con la vida de Dharkel. Pero debía de elegir bien, tenía cuatro opciones, y si elegía mal, podía dar el sonido de alarma y joderlo todo. Espere unos segundos, creía que la mejor opción era acabar con los de atrás, así no podían escapar. ¿Pero podría encargarse mi reciente aliado con los otros dos? Uno de ellos parecía muy grande, y por lo que había logrado observar anteriormente, parecía ser el líder de la cuadrilla. Había hecho su movimiento, pero yo me había adelantado y había hecho el mío propio.

Mantuve mi respiración por un breve periodo de tiempo, mis latidos eran lentos y pausados. Era el momento, tenía a mi presa justo en el punto central de la mira y no había ningún tipo de obstáculo entre ella y la punta de mi rifle. Mi dedo ya estaba puesto en el gatillo, y con solo una bien medida presión, el objeto balístico fue disparado con gran velocidad hasta su destino. ¿Conseguiría llegar a sentir la carne viva y caliente de su presa, o tan solo pasaría de largo y chocaría contra algún muro de piedra, quedando así en el olvido y dejándome en ridículo? Tan solo serían los segundos futuros quienes indicarían lo sucedido. Pero debía de seguir con mi objetivo, recargaba el arma a gran velocidad, a la vez que echaba un ojo hacia la posición de Dharkel, quien ya estaba luchando con los otros dos vándalos. Y si, con eso último dicho, les daba una pista de quién había decidido disparar. Dos eran los que se habían quedado atrás vigilando, eran los primeros en tener que huir, y no podía permitir que aquello pasase. Eran dos los que estaban vigilando, ¿ahora era solo uno? 

Francotirador Iniciado
FRA300
FRANCOTIRADOR
Pasiva
Tier 3
9/9/2024
Tu primer ataque o técnica con arma contra un objetivo, obtiene +50 daño (+5 por cada 10 metros de distancia que tengas con respecto a tu rival en dicho ataque.)
Camino del Águila
TIR200
TIRADOR
Pasiva
Tier 1
4/9/2024
Incompatible con "Camino del Duelista"
+5 [Punteria]
Suterusu
NIN300
NINJUTSU
Pasiva
Tier 3
15/9/2024
Los ninjas son expertos en el arte del sigilo, por eso siempre que lo deseen serán capaces de moverse y actuar sin emitir ningún ruido con el fin de no poder ser escuchados y pillar por sorpresa a sus enemigos. Siempre que se haga un ataque desde el sigilo o desde un ángulo fuera de la visual directa del enemigo, el enemigo obtendrá -10 de [REF] y se realizará la ofensiva con un +35 de daño y tendrán un turno menos de enfriamiento. Además el usuario creará 1 grado más de [Envenenamiento], [Hemorragia] y [Quemadura] en sus ofensivas. Cualquier tecnica que mencione el uso de un objeto para la ejecucción de la tecnica se considerara que forma parte de su arsenal ninja sin tener que tenerlo en el inventario o consumirlo.


Resumen
#18
Silver
-
El filo de la katana cortó el aire en un movimiento limpio y rápido, dirigido con precisión hacia el brazo del primer matón que intentaba agarrar a Dharkel. El hombre no tuvo tiempo de reaccionar, y un grito sofocado salió de su garganta cuando la hoja encontró carne. La profunda herida hizo que soltara los cuchillos que llevaba, cayendo al suelo mientras se retorcía en el dolor. Dharkel aprovechó ese instante de ventaja, pues no tenía tiempo que perder.

Con la destreza de un espadachín experimentado, se lanzó de inmediato hacia el segundo secuestrador, el líder del grupo. Su movimiento fue veloz, la katana trazando una trayectoria mortal mientras se preparaba para ensartarlo y clavarle contra la pared. Sin embargo, el líder, más entrenado y perceptivo que sus compañeros, vio el venir ataque en el último segundo. Dio un paso hacia atrás, esquivando parcialmente la estocada. La punta de la katana rozó su costado, dejando una herida superficial, lo que provocó un siseo de dolor en el hombre, pero no lo detuvo.

Con una sonrisa burlona, el líder del grupo se preparó para contraatacar.

— He de admitir que tienes agallas, pero esta noche te arrepentirás de haberte cruzado en nuestro camino —amenazó, mientras se colocaba en posición de combate, flexionando las rodillas y sosteniendo la cadena que había mantenido oculta bajo su capa.

Con un movimiento ágil, lanzó la cadena hacia Dharkel, buscando envolverla alrededor de su brazo o cuerpo para inmovilizarlo y tirar de él hacia el suelo. Era un movimiento calculado, diseñado para aprovechar la distancia y forzar a Dharkel a pelear en desventaja.



Desde su posición en la penumbra, Rocket no perdió detalle de lo que sucedía. Sus ojos, entrenados por la batalla y sus sentidos perfeccionados por su Haki, seguían cada movimiento con precisión. Cuando el grupo de matones se dispersó, centró su atención en los dos que se habían quedado atrás, vigilando las salidas.

Tomó una decisión rápida, fijando su objetivo en uno de ellos. Su dedo acarició el gatillo con suavidad, manteniendo la respiración mientras apretaba con firmeza. El disparo resonó en el silencio de la noche, como un trueno en la distancia. El proyectil cortó el aire y, en un instante, alcanzó su objetivo. El primer matón cayó al suelo, derribado por el disparo, su cuerpo inerte. Rocket no podía estar completamente seguro de si había muerto, pero con un disparo tan certero, era poco probable que siguiera siendo una amenaza.

Sin embargo, esto puseo sobre aviso al segundo secuestrador. Al escuchar el disparo, se tiró rápidamente a cubierto, escondiéndose tras un montón de escombros. Ahora sabía desde dónde venía el ataque y no iba a ser un blanco fácil. Moviéndose entre las sombras y usando los almacenes abandonados como cobertura, el matón comenzó a acercarse hacia Rocket, con la clara intención de eliminar la amenaza del tirador.

Rocket, con la recarga ya completada, tendría que tomar una decisión rápida: mantener su posición y esperar a que el hombre se acercara lo suficiente para otro disparo, o moverse en busca de una mejor posición, lo que también implicaba exponerse brevemente al fuego enemigo mientras salía de su cobertura.



La lucha estaba en su punto más crítico. Dharkel había logrado incapacitar a uno de los secuestradores y herir al líder, pero ahora enfrentaba un contraataque con la cadena que amenazaba con inmovilizarlo si no actuaba rápidamente. Por otro lado, Rocket tenía que tomar una decisión crucial: disparar al segundo matón mientras se acercaba, o moverse estratégicamente para tener una mejor línea de tiro y evitar el enfrentamiento directo. El tiempo era esencial, y cualquier error podía ser fatal. Los secuestradores no parecen dispuestos a ceder sin pelear hasta el final.

Información
#19
Dharkel
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El rápido estruendo en la distancia le sorprendió. Por un momento pensó en que había recibido un disparo por la espalda o de un agente oculto en las sombras, esperando el momento oportuno, pero no sintió dolor. Descartó la idea, recordando a su reciente compañero. Rocket no le había abandonado como se había imaginado en uno de sus peores escenarios si no que se encontraba librando su propia batalla. Contra quiénes o cuántos eran respuestas que se le escapaban al espadachín. Tampoco tenía tiempo de averiguarlo, pues tenía sus propios problemas en frente.

- Iba a decir lo mismo – respondió mientras daba un tajo hacia atrás, al aire, limpiando parcialmente la sangre del filo y apuntando al que se encontraba tendido en el suelo mientras le vigilaba de reojo. – Solo necesito a uno con vida. Cualquiera de los dos me vale – advirtió volviendo a colocar la katana entre ambos.

Pero el secuestrador no se dejó amedrentar y lanzó la cadena. Dharkel reaccionó pasándose la espada a la otra mano, en un arriesgado movimiento, y bloqueó el ataque con su propio brazo, doblando ligeramente las rodillas para amortiguar el impacto. Un gemido de dolor se escapó de entre sus dientes, recordándole que no estaba el gran astro para ayudarle. Falló en su intento de cambiar el arma de mano, cortándose levemente la palma de la diestra y dejando el filo clavado en el suelo, a pocos centímetros frente a él y su oponente.

Notó el tirón que daba su rival y aprovechó ese impulso con el de sus propias piernas, en un veloz salto poco calculado e intentando convertir aquella potencial desventaja en algo que usar a su favor, como le habían enseñado. Recogió la espada por el camino y apretó los dientes ante el dolor que sitió en la mano. Al llegar al secuestrador, trató nuevamente de herirle antes de chocar contra él o el suelo. Esta vez lanzó un tajo diagonal ascendente dirigido al torso, sujetando la empuñadura con todas las fuerzas que la mano herida le permitió.


Resumen
#20


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