Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
[Aventura] [T2] Pujando Fuerte
Jack D. Agnis
Golden Eyes
SILVER

Los esclavos oyen las palabras de Silver, pero aun así no puedo confiar en ti. Lo hicieron una vez y ahora están allí, y no creo que puedan volver a confiar en alguien mas por algun tiempo.
Aun así intentas que el pequeño fuego de esperanza encendido en sus ojos no se apague por completo y lo logras, pero aun te es difícil que puedan arriesgar sus vidas por alguien a quien no conocen.

La mujer te mira a los ojos mientras oye tus palabras, pero notas como al responderle, en sus ojos se va apagado aquella llama de esperanza, hasta que esta aparta la vista de ti, mirando hacia bajo, hacia sus pies desnudos y mugrientos.
-Lo siento chico. Tu deseos y esperanzas son nobles, pero...- ves como sus ojos nuevamente se alzan hacia ti, y logras ver que la llama aun sigue prendida, pequeña, pero prendida. Parece ser que la mujer no ha perdido la esperanza en poder ser libre alguna vez, pero hoy no es el día en que ella cree que pueda escapar.
-... si no tienes nada de eso. No nos puedes asegurar nuestra sobrevivencia. No eres los suficientemente fuerte como para cargarnos en tu espalda. Solo alguien con poder y hombres, como la armada revolucionaria podría hacer esto posible. - dijo la mujer con voz severa, mientras que ves como los otros esclavos asienten con la cabeza, resignados a ser esclavos.
-Ahora vete antes de que esto termine mal para ti- dijo aquella mujer, antes de girarse y quedarse dentro de aquella jaula.

Tus siguientes palabras no hacen efecto alguno con los otros esclavos, salvo por una mujer, la cual se te acerca y te extiende la mano de un niño de unos 6 años de edad.
-Si realmente quieres salvar a alguien. Salva a mi hijo. Él tiene toda la vida por delante. - dijo la mujer, mientras empujaba al niño, el cual lagrimeaba sin parar, hacia tus brazos.

Te pones a revisar el collar del niño, pero te das cuenta que su collar es muy grande y con algo de ayuda por parte del niño, el collar saldrá por encima de su cabeza. Tras intentarlo un poco logras sacárselo, pero en el ese instantes notas que el resplandor del fuego ya no está y que el lugar solo es inundado por el sonido de la pelea de tu compañero.
Al girarte, notas como uno de los matones te sonríe y dispara.

BALAGUS

Intentas cubrir los ataques con tus brazos, los cuales son heridos en el proceso. Sientes como los filos punzantes de las lanzas penetran tu carne, aunque no lo suficiente como los soldados hubieran querido,  y tu sangre comienza a caer por tus brazos, como furiosos ríos,  lo cual te da un aire con mas intimidante.

Tras recibir esos ataques, empiezas con tu ofensiva. Luego de movilizarte para que no terminar rodeado por los guardias, lanzas un duro golpe hacia el soldado que tenias a tu derecha. Ves como el casco de aquel hombre es arrancando de cuajo, al mismo tiempo en que observas como su mandíbula se fractura ante tu golpe y cae al suelo muerto, o al menos eso es lo que crees.

Sigues con tu pelea, y tras darte cuenta que el agujero que habías provocado tu mismo con tu ataque, era usado por los nobles, alzas a un soldado el cual grita que lo bajes y lo lanzas contra el grupo de ratas que huía por aquel agujero. Cual pinos en el bowling, los nobles caen al suelo heridos y lloriqueando, pero antes de que si quiera pudiera pensar en acercarte a ellos para atacarlos, un grupo de 3 soldados se interponen en tu camino y te vuelven a atacar, mientras que por tu espalda vienes dos soldados mas que también te atacan con sus lanzas.

-Matenlo, matenlo- gritaban los nobles heridos, mientras que al mismo tiempo el sonido de las placas metalicas de las armaduras resonaban por el ambiente,  apabullandote y ensordeciendote. 
Lentamente comienzas a verte en apuros.


Información
#31
Silver D. Syxel
-
Las palabras de la mujer, aunque duras, resonaron en el aire como un veredicto que no podía cambiarse. Los esclavos no iban a seguirle. No confiaban en él. A pesar de sus mejores esfuerzos, los recuerdos de su propia esclavitud no bastaron para convencerlos. Frustración. Silver estaba tan cerca, pero ahora debía aceptar que no todos estaban listos para luchar.

Sin embargo, no todo estaba perdido. Una madre desesperada, con lágrimas en los ojos, le ofreció la mano de su hijo. Un niño que no debía pagar el precio de la esclavitud. El capitán no dudó. Se inclinó y lo recogió en brazos.

Te prometo que lo salvaré, —dijo, mirando a la mujer a los ojos con una determinación clara en su voz y mirada.

Mientras manipulaba el collar explosivo, Syxel notó que era demasiado grande para el niño. Con un poco de esfuerzo, logró sacarlo sin detonarlo. El pequeño quedaba a salvo de esa maldita cadena que los condenaba. Pero justo en ese momento, el resplandor del fuego se desvaneció, y los ecos de la pelea de Balagus llegaron hasta sus oídos. El caos estaba lejos de terminar.

Giró rápidamente, justo para ver a uno de los matones acercándose y apuntándole con una pistola. El brillo sádico en sus ojos lo decía todo. Disparó.

El primer instinto de Silver fue esquivar. Sin embargo, detrás de él estaban los esclavos, personas que no podrían reaccionar a tiempo. No podía permitir que sufrieran el daño. Con un movimiento rápido, levantó su sable, trazando un arco perfecto para desviar el proyectil. El impacto metálico resonó en el aire, y la bala fue redirigida con precisión, alejándose de su trayectoria original.

Syxel no se detuvo. Cargando con el niño en su brazo izquierdo, ajustado firmemente, se lanzó hacia el matón con una mirada letal en sus ojos. No podía fallar. Empuñando su sable en la mano derecha, ejecutó un poderoso movimiento, avanzando en un impulso rápido. La estocada buscaba el pecho del enemigo, con la intención de ensartarlo y llevarlo consigo hasta que llegara a la sala donde Balagus seguía enfrentando una multitud de enemigos. Syxel mantenía el foco en su objetivo, moviéndose con precisión, decidido a cortar el camino hacia su compañero, a través de quien fuera necesario.

Flujo Metálico
ESP102
ESPADACHíN
Defensiva Activa
Tier 1
30/8/2024
15
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Usando su arma el usuario trazara unos movimientos rápidos buscando desviar las ofensivas en su contra, mitigando parte de su daño. En el caso de que la ofensiva sea utilizando proyectiles y se Mitige todo el daño, el usuario podra desviar dicha ofensiva hacia un nuevo objetivo dentro del alcance restante de la ofensiva y recibiendo el nuevo objetivo todo el daño.
Defensa Pasiva + [FUEx2] de Daño Mitigado

Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
2/9/2024
33
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]

Resumen
#32
Balagus
-
Balagus devolvió una fiera mirada a sus atacantes, que se reunían en números mayores por momentos a su alrededor. Sentía la sangre golpeándole las sienes, fluyendo a través de las laceraciones en sus brazos. Aquellos intentos de hombres creían estar frente a una criatura salvaje a la que podían reducir y subyugar.
 
Para él, aquel caótico combate tan desigual no era sino una catarsis, una venganza personal. Una forma de enfrentar los fantasmas del pasado, de demostrarles que había cambiado, y que ya no era el joven que no pudo defender a los suyos en otro tiempo.
 
Sin embargo, la agresividad no sería la forma de salir de allí. Tenía que redefinir los términos del combate, y su necesidad principal seguía siendo la de controlar la fuga constante de nobles por la abertura del siniestro teatro. Los soldados creían, sin duda, que estaban luchando contra algo poco más inteligente que una fiera salvaje. Era hora de sacarles de su error.
 
Concentrando toda su fuerza y su energía en sus manos duras y encallecidas, el oni comenzó a desviar los ataques que llegaban por su frente, aunque no los de su espalda. Soportando como pudo las nuevas heridas, contraatacó rápidamente contra los guardias que sí podía manejar, derribando a uno de ellos con un empujón, y tomando a los otros dos por las muñecas que sostenían las lanzas. Sin darles tiempo a reaccionar, el gigantón cargó de frente contra el desordenado grupo de nobles heridos, arrastrando con él a los dos confundidos guardias y derribando a quien se encontrara por delante.
 
 
Palma de Acero
VAN301
VANGUARDIA
Defensiva Activa
Tier 3
10/9/2024
34
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario concentra todas sus fuerzas en sus manos, buscando endurecer los músculos de las mismas como si fueran un bloque macizo y compacto, con el fin de trazar un impacto contra una ofensiva en su contra, buscando amortiguar todo el daño posible con ellas. Si se mitiga todo el daño de la ofensiva cuasara [Derribo] sobre el agresor siempre que fuera una ofensiva melee.
Defensa Pasiva + [RESx2,6] de Daño Mitigado

 
Tomando su nueva posición, frenó estampando a sus involuntarios rehenes contra las paredes próximas al boquete, y se giró para encarar de nuevo al resto del teatro y sus ocupantes. Con su enorme tamaño, esperaba tapar y asegurar aquella vía de escape, al mismo tiempo que cubría su retaguardia con ello.
 
- ¡Más! ¡¡MÁS!! ¡Aún no he acabado con suficientes de vosotros, hijos de puta! Bramó, enfurecido, antes de lanzar un nuevo bramido desafiante con toda la fuerza de sus pulmones.

Resumen
#33
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Silver

Tras escucha tus palabras, aquella mujer te mira para luego alejarse de ti llorando y con las manos juntas como rezando a vaya a saber que dios para que todo salga como ella quiere.
-Se libre hijo mio y portate bien. Si mamá logra salir, te buscará hasta el fin del mundo- dijo aquella mujer, mientras se alejaba. Eso haría mas fácil al niño y a ella en separarse, pero podías notar que aquello era muy duro para ella como también para el niño, quien apretaba tu mano con fuerza mientras mira a su madre alejarse de él.

Tras oír el disparo, reaccionas rápidamente y con tu sable desviás el proyectil que cual va a pasar al cieloraso  con un sonido metálico.
El sonido de todo aquello, genera que los esclavos griten de miedo, mientras que el niño que estaba en tu espalda comienzan a gritar y llorar, aun mas de lo que ya lo hacia. Aun así, logras concentrate y tras tomar tu espada con fuerza, arremetes contra tu oponente y clavas tu espada en su pecho, haciendo que este escupiera sangre de su boca y perdiera toda fuerza para luchar y para mantenerse de pie.

Con tu habilidad arrastras a aquel hombre hacia donde se encuentra Balagus, el cual ves que poco a poco va siendo rodeado por otros soldado y oyes uno puntualmente que ordena a los demas soldado que lo capturen o lo maten. 
Algo apurado retiras tu espada, ves como aquel hombre cae al suelo muerto y en un charco de sangre, pero desgraciadamente no tienes mucho tiempo para admirar tu obra de arte, ya que inmediatamente al extirpar tu espada, nota como un grupo de 5 soldados avanzan hacia ti con sus lanzas en alto y con intenciones de matarte.
Ahora te encuentras en el centro de todo aquel conflicto. Desgraciadamente para ti, ya no te encuentras solo, sino que ahora tienes un niño al cual proteger y quedarse peleando, sería poner en peligro al niño. 

Balagus

Con tus palmas endurecidas por tus callos, mitigas el daño de los 3 soldados que tenia por delante, pero mientras los haces, notas como los soldado que estaban a tu espalda clavan sus lanzas al mismo tiempo, para luego sacarlas y volverlas a clavar. El ardor que las heridas comenzaban a molestar, pero aun así podas continuar. Aquello no era nada a comparación con lo que habías vivido con anterioridad.
Tras sentir aquel daño, cargas contra los nobles con los dos solados en tus brazos. Desgraciadamente para cuando lo haces, los soldados que se habían estado movilizado para sacar a los nobles de aquel lugar desde tu pelea había iniciado, ya habían terminado y se preparaban para recibir todo tu carga.
Siguiendo sus estudios militares, 5 soldados se había arrodillado frente a tu carga con las lanzas frente a ellos. Al cargar, las lanzas penetraron el cuerpo de sus compañeros y debido a tu fuerza, las lanzas llegaron también a tu cuerpo, aunque gracias a los cuerpos de los soldados que usabas como escudo, el daño fue mucho menor de lo que esperaban los soldados.

-Detente bestia. Si lo haces no morirás aquí como el perro que eres- te gritó un soldado, mientras ahora si, un grupo de 15 soldados comenzaban a rodearte.
-Capturenlo con vida. Tal vez tenga información que nos sea relevante- volvió a gritar con voz de mando. -Y si se sigue resistiendo, matenlo. - 
Oyes eso y sabes que aquel hombre no esta bromeando para nada.

Si miras hacia atrás, a tu alrededor, veras muchas puntas de lanzas que están preparadas para ser clavadas en ti si sigues luchando.
Por ahora no vez chance alguna para escapar. Solo sabes que si sigues luchando, tus heridas se haran cada vez mas profundas.
Necesitas ayuda con urgencia.

Información
#34
Silver D. Syxel
-
Syxel se movía con la precisión y urgencia de alguien que sabía que el tiempo corría en su contra. Los gritos de los esclavos y el eco de la destrucción provocada por Balagus llenaban el aire. Había conseguido salvar al niño, pero ahora, con los guardias reagrupándose y los nobles escapando, las prioridades del capitán estaban claras. No podía salvar a todos, y lo peor de todo es que los prisioneros se negaban a salvarse a sí mismos.

Con el pequeño a salvo en su brazo izquierdo, aferrado a él, Silver avanzaba hacia la sala donde su compañero estaba cada vez más rodeado por los soldados. Mientras empuñaba su sable, un vistazo rápido le bastó para comprender la situación: los guardias seguían intentando rodear a Balagus, empujando con lanzas, mientras su compañero aguantaba el embate con una furia imparable, pero a costa de sus propias heridas. Había que actuar rápido.

El capitán mantenía su guardia en alto, observando de reojo cómo un grupo de soldados se le acercaba con las lanzas alzadas. No podían permitirse una pelea prolongada, no con el niño en sus brazos ni con Balagus asediado por el continuo desgaste. Debían buscar la forma de abrirse paso y escapar juntos. La lucha había cumplido su propósito, pero ahora necesitaban sobrevivir.

Cuando uno de los soldados lanzó su acometida, Syxel no esperó ni perdió el tiempo. Con su sable en la mano, trazó un movimiento fluido, desviando la punta de la lanza y redirigiéndola hacia otro guardia. El golpe fue preciso, y el soldado enemigo recibió en el pecho la estocada de su propio compañero, desplomándose de inmediato. Con la guardia rota, Silver aprovechó para lanzar un corte limpio, hundiendo su hoja en el primer soldado, quien no tuvo tiempo de reaccionar antes de caer muerto.

El capitán no se detuvo para contemplar la sangre que ahora manchaba el suelo. Con el sable firme y el niño aferrado a su costado, avanzó hacia Balagus. Su compañero no podría continuar resistiendo mucho más en esa situación. No si querían salir de allí enteros.

¡Tenemos que irnos! ¡Esos cabrones ya han huido y los guardias se están reagrupando! —le gritó con una mezcla de urgencia y determinación.

Syxel atacó directamente a los soldados que rodeaban a Balagus, buscando crear una abertura para que pudieran escapar. Con movimientos rápidos y precisos, lanzó varios cortes, deshaciéndose de los guardias más cercanos y tratando de aligerar la carga de su compañero. El caos reinaba a su alrededor, pero en su mente había solo un objetivo: sacar a su compañero y al niño de allí antes de que la marea se volviera completamente en su contra. Juntos, debían abrirse camino hacia la salida.

Danza Sobre el Filo
SAM302
SAMURAI
Defensiva Activa
Tier 3
10/9/2024
41
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Una defensa con el filo de las armas que busca acompañar las agresiones de todo tipo con el filo del arma buscando dispersar la fuerza de la misma a lo largo del metal para nulificar esta completamente o Migitar parte del daño. En caso de que esta tecnica Mitigue todo el daño de la ofensiva, causara [Desarme] sobre el agresor, si la ofensiva era melee.
Defensa Pasiva + [FUEx2,5] de Daño Mitigado

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#35
Balagus
-
El aliento que quedaba en los pulmones del enorme guerrero tras la carga abandonó abruptamente su cuerpo con el parón de los lanzazos, atravesando los cuerpos de los dos caídos, perforaron también su propia carne. Los regueros de sangre recorrían su espalda, empapando las pieles de su cinturón y enfriando rápidamente los músculos de su cuerpo. No había previsto una reacción tan rápida por parte de los soldados, y aunque sabía que aún podía luchar y llevarse a muchos de ellos por delante, su desaventajada situación no le auguraba un buen final.
 
“Victoria o muerte… victoria o muerte… siempre fue así.”
 
Pero, todo aquello, ¿por qué? Silver ya debió de haber liberado a los esclavos, y estos deberían de haberse unido a la refriega para conseguir su libertad. ¿Acaso era que su capitán había sido superado, o que no había logrado liberar a los esclavos? El oni conocía bien a aquel hombre: tendrían que cortarle la cabeza y cada extremidad del cuerpo para refrenarle de alcanzar su objetivo. No, algo más había pasado… ¿y si no querían huir? ¿Y si no eran más que una panda de cobardes indignos de tomar las riendas de su propia vida?
 
Aún se estaba debatiendo entre las posibilidades, cuando las órdenes de aquel guardia, que parecía destacar por encima de los demás, le hicieron hervir la sangre de nuevo.
 
- ¿¿Puedes detener las olas del mar?? ¿¿Puedes detener el sol de salir y de ocultarse?? ¿¿La lluvia y los rayos de las nubes?? ¡¡No soy bestia ni perro, soy Balagus, y la única información relevante que te daré es que EL ÚNICO PERRO AQUÍ ES EL QUE SIRVE A LOS COBARDES QUE ACABAN DE ABANDONAROS!!
 
Sentía que sus músculos volvían a tensionarse, listos para volver a golpear con toda su furia. Estaba listo para morir allí, en aquel momento, pero la voz de Silver resonó en el teatro. Girando un poco la cabeza, vio a su capitán abriéndose paso entre las lanzas que le rodeaban con un niño en brazos. Un niño… un único esclavo liberado…
 
No. Debía resistir allí. Debía luchar, matar a todos aquellos bastardos, gritar y pelear hasta que la última gota de sangre de su cuerpo le abandonara. Lok’tar ogar: victoria o muerte. Debía…
 
- Debes entender que la victoria no está siempre clara. – Continuó explicándole su padre, mientras le sanaba la brecha en la cabeza. – La lucha y la muerte no son honorables cuando no hay posibilidad de victoria. –
 
- ¡Pero siempre hay una posibilidad, padre! Todo enemigo tiene un punto débil, o se fatiga por la pelea. Retirarse del campo de batalla es… -
 
 - Es la única opción a veces, hijo mío. – Le cortó secamente, mirándole a los ojos. – Un buen jefe sabe cuándo es momento de retirarse, de reagruparse, y de replantear los futuros combates. Es lo que nos separa de las bestias, Balagus. No hay ningún honor en dar la vida en vano. No lo hagas, hijo. –
 
Las palabras de su padre, aquella tarde después de que una bestia le hubiera vapuleado y dejado una brecha de recuerdo, regresaron de golpe a su memoria en un segundo, humedeciendo momentáneamente sus ojos y erradicando las imágenes de su aldea arrasada y de la cabeza del mismo que le había dado aquella lección cortada en el suelo. Aquel día tenía apenas siete años.
 
El oni resopló, dejando salir sus inquietudes con aquel aliento, y miró al frente, más decidido que nunca. Necesitarían una última distracción, mientras Silver le habría una vía de escape por su retaguardia.
 
Con un leve empujón, se deshizo de los cadáveres que aún le protegían, desestabilizando levemente a los soldados frente a él. Aquellos segundos fueron todo lo que necesitó para hacer retroceder sus dos brazos, y liberar con ellos toda la energía y rabia que había vuelto a acumular en una forma muy similar a la que usó para iniciar el combate, esta vez contra la falange de guardias frente a él.

Rechazo Indiscriminado
VAN302
VANGUARDIA
Ofensiva Activa
Tier 3
11/9/2024
36
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario irá contrayendo su pierna o brazo concentrando toda la fuerza que pueda en ellos, con el fin de liberar un directo y poderoso impacto desde su arma contra su objetivo, llegando provocar un [Empuje] por los aires hasta 15 metros. Cada Turno que canalice la distancia de empuje aumentará otros 10 metros y su daño aumenta en 30 por cada Turno. Esta técnica se podrá [Canalizar] un máximo de 3 Turnos.
Golpe Basico + [RESx2,5] de [Daño contundente]
 
 
- ¡Nos vamos! – Bramó, haciéndole saber a su capitán que estaba de acuerdo. Girando rápidamente sobre sus talones, propinó un potente golpe sobre uno de los pocos enemigos que quedaban a su espalda y que Silver no había abatido, liberándose el camino para salir de allí con él y con el niño.
 
Impacto Directo
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
30/8/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]


Resumen
#36
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Las cosas ya se habían puesto mas que peligrosa para ambos piratas. No solo por los soldados que habían allí y que poco a poco se iban reorganizando para enfrentarse a esos dos pobres seres que habían logrado entrar a la subasta, sino porque habían intervenido con una subasta “legal” para aquel reino, lo que significaba que la fuerza militar de aquel país protegería dicha subasta y cualquiera que osara interrumpirla debería ser asesinado sin miramiento algo. A partir de aquel momento, sus carteles de “Se Busca” rondarían todos los rincones de aquella isla y era muy probable que tuvieran que abandonar aquella isla para siempre o ser cazados como simples conejos, pero de eso se preocuparía luego, por ahora debían salir de aquella terrible situación en la que estaban metidos.

Silver por su parte, tras haberse liberado de uno de los matones a cargo de aquella subasta, se vio obligado a volver a usar su fuerza y destreza para enfrentarse a cinco soldados mas, que intentaban atacarlo.
Su sable volvió a bailar en el aire, haciendo que el filo de este, llegara al cuerpo de los soldados que estaban frente a él, asesinándolos en un acto poco piadoso.
Por su parte el niño que estaba cargando, se haya con su rostro pegado en el hombro de Silver. Él ya había visto muchos horrores, pero nunca como lo que estaba viendo en este momento. El pobre chico tendría que sanar en su momento.

Tras vencer a los cinco soldados de aquel reino, Silver se encaminó a su amigo y compañero de viaje, que se encontraba rodeado por un enorme grupo de soldados que estaba a punto de acribillarlo y tras darle un grito y una orden, nuevamente usaría su arma para deshacerse de parte de aquel grupo de soldados, lo cual le dio, tanto a Balagus como a él, la oportunidad de liberarse, por ahora de los soldados.


-Tch. Amordacen al perro para que no vuelva a hablar- dijo el que parecía ser el líder de este enorme grupo de soldados, pero tras decir eso, se percató que aquel ser no estaba solo. Sino que había una persona mas quien cargaba con un niño en sus brazos.
No fue hasta que oyó el grito de Silver que se dio cuenta que aquel niño era parte de la subasta. Algo nervioso, por lo que podría pesarle si ellos escapaban, señaló a Silver y gritó:
-Detengan a esa otra rata- pero para cuando eso pasó ya era demasiado tarde y Silver ya se haba abalanzando contra los soldados que rodeaban a su amigo.


Si bien Balagus no era un ser cobarde y mucho menos alguien que escapara de una pelea, el recordar algunas palabras que le había dicho su padre y al oír la orden de su capitán, no tenia mas opción que irse. De esa manera, no solo salvarían sus vidas, sino también la de aquel pequeño que cargaba en uno de sus brazos Silver.
Tras resoplar un poco, decides accionar de la mejor manera posible y tras verte liberado un poco del yugo de los soldados, golpeas a los últimos soldados que molestaban en tu espalda, logrando tener un hueco para salir de ese encierro que habían logrado sobre ti.

Sin dudarlo, comienzan a huir por toda la habitación. Derrotando a cualquier soldado que se interpusiera en su camino. Solos, no hubieran podido salir de allí con vida, pero juntos podían llegar a ser imparables.
Luego de unos segundos luchando, llegan hasta el hueco que Balagus había hecho con su anterior ataque y logran salir de aquella enorme casa y comienzan a moverse por los callejones y calles de aquella ciudad pobre.
Aun así, no se podían confiar, ya que los soldados los seguían muy de cerca y a veces disparando alguna que otra lanza para ver si lograban herirlos.

Inconscientemente y mientras corrían, tratando de perder a los soldados, se fueron acercando a la taberna donde habían conseguido trabajo. Era como si su instinto los hubiera llevado hasta ese lugar y para su fortuna habían elegido bien.
Tras haber perdido un poco a los soldados y pasar por uno de los callejones que daba a la puerta trasera de la taberna. Ambos dos sienten con unos poderosos brazos los toman y los arrastran hacia la oscuridad del callejón, mientras que les tapan la boca.
Se resisten un poco, pero rápidamente notan que a Silver lo tenia el tabernero, mientras que a Balagus lo sujetaba Katarina y los obligan a no emitir ruido alguno, al mismo tiempo que los arrastraban hacia el interior de aquella taberna.

Una vez dentro, se mantienen en silencio mientras el tintineo de las armaduras de los soldados van de aquí para allá en busca de los dos prófugos.
Lo que parecieron ser minutos, realmente fueron segundos y tras ese tiempo, las calles volvieron a estar en silencio, salvo por algun que otro grito de los soldados lejos de aquellas calles.
Fue en ese momento en que el tabernero encendió la luz y pudieron ver una enorme decepción por parte de él y una gran ira por parte de Katarina.
-Ambos dos son unos idiotas de mierda ¿Como van a meterse a la subasta? Malditos hijos de puta ¿Se han dado cuenta lo que han hecho? No, porque no saben una mierda de nada. - bufó Katarina sin respirar en ningún momento, mientras se movía de aquí para allá nerviosa y se tocaba la cara.
-Los mataría a ambos, pero no vale la pena hacerlo. A partir de mañana, los quiero fuera de esta isla, porque si se quedan, los soldados no harán mas que masacrar a los nuestro por su culpa. - dijo aquella mujer con firmeza, mientras se sentaba y trataba de relajarse.

-Estoy muy decepcionados de ambos. Pensé que eran personas pensantes, pero al parecer me equivoqué- dijo el tabernero, mientras miraba a aquel niño con extrañeza.
-Uds no tienen la fuerza suficiente como para vencer a esas personas y mucho menos para sacar a los esclavos ¿Que hubiera hecho si los sacaban? ¿Tenían un plan?- preguntó, pero antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo, aquel hombre alzaría su mano para detenerlos y volvería a hablar:
-Estas cosas deben dejárselas a las personas que entienden y que tienen la fuerza para combatir esta tiranía. Ahora vayan a dormir, mañana a mañana, tendrán que irse de la isla. Sino, nosotros pagaremos las consecuencias- tras decir aquello, ven como los “echa” de allí.

Información
#37
Balagus
-
Sentía cada herida en brazos y espalda, ardiendo y sangrando constantemente con cada zancada que daba, pero ninguna de ellas le detuvo en la carrera por alcanzar la seguridad de los callejones de la zona pobre. Por el camino, más de uno y de dos soldados trataron de cortarles el paso, pero la furibunda mole de músculos que era el oni los lanzaba por los aires sin apenas esfuerzo, aun llevándose así nuevas heridas.
 
Parte de él seguía atrapada en aquella pelea sin esperanza, deseosa de luchar y asesinar hasta que el último de sus enemigos cayera al suelo, inerte, junto a su propio cuerpo. Conocía bien aquella sensación: sus ancianos la llamaron “Sed demoníaca”, pero sus padres se referían a ella, sencillamente, como la Sed de Sangre, o Ansia de Sangre. En aquella ocasión, había logrado dominarla, pero Balagus recordaba sus días como esclavo, en los que era capaz de reducir a pulpa sanguinolenta a media docena de otros pobres diablos con sus manos desnudas sólo por el frenesí de la sangre, y para la diversión de sus amos. Se había prometido no volver a caer en esa rabia ciega tras recuperar su libertad, pero, ¿hasta qué punto podía negar la fuerza que corría por sus venas?
 
Quizás fuera por estar absorto en sus reflexiones, pero no se dio cuenta de que habían dejado atrás a los soldados, ni de que habían regresado involuntariamente a la taberna de la que salieron, ni de la presencia por sorpresa de dos pares de brazos fuertes que les apresaron, silenciándolos entre forcejeos y arrastrándoles al interior del edificio a través del callejón contiguo.
 
Balagus no tardó en darse cuenta de quiénes eran sus captores, y, con una rápida mirada, dedujo que Silver también lo comprendió: el tabernero y Katarina. Fue por ello que el oni aceptó, aunque de mala gana, ser arrastrado junto con su capitán.
 
Dentro del local, todos esperaron en silencio y en la oscuridad, hasta que el trasiego de guardias se hubo terminado, y pudieron encender la luz. Sólo tuvo que ver durante un momento sus rostros congestionados para ver venir la reprimenda que estaba a punto de caerles.
 
El gigantón aguantó el chaparrón en silencio, aunque apretando los dientes y los puños ensangrentados. Sentía que los estaban despreciando sin motivo, que los apartaban a un lado para hinchar sus enfermizos egos. Fue por ello que, cuando el tabernero hizo gestos para que se fueran, él le tomó del antebrazo con firmeza, y no sin cierta hostilidad reprimida y velada.
 
- Teníamos un plan. Igual que vosotros. Pero al menos nosotros no somos tan COBARDES como para quedarnos sentados sin hacer NADA. –
 
Mantuvo la mano del tabernero fija en la suya, sin ademán de tirar de él ni de apretar, pero tampoco de querer dejarle ir, al menos hasta que Silver hubo hablado también. Su capitán tendría algo que decirles también, y no iba a soltar su presa hasta que terminara.
 
Cuando su capitán se hubo quedado satisfecho, el oni abrió la mano y liberó al hombre, mirándoles a él y a la mujer con profundo desdén.
 
- Sigo pensando que podría barrer el suelo con cualquiera de tus hombres. – Se dirigió a Katarina, habiendo recogido sus cosas y dirigiéndose a la puerta. – Y a ti… supongo que un día terminaremos averiguándolo. –
 
Balagus abandonó la taberna sin siquiera sentir pena por ello. Se marchaba con el sentimiento de que aquel hombre era poco más que un cobarde y un ególatra, y con una opinión marginalmente mejor de la mujer.
 
- Supongo que ya es hora de abandonar este estercolero. – Comentó a Silver cuando ambos se reunieron en las calles. – Deberíamos empezar a buscar un barco mañana. ¿Alguna idea, capitán?

Resumen
#38
Silver D. Syxel
-
Silver había hecho lo posible. El niño estaba a salvo, pero el resto se había complicado más de lo esperado. Mientras huían, las heridas de Balagus y el eco de los soldados persiguiéndolos lo mantenían alerta. Cada paso, cada choque de metal detrás suyo le recordaba lo lejos que habían quedado de lograr su verdadero objetivo. Habían causado caos, sí, pero los prisioneros... no querían ser salvados.

Corriendo por las calles estrechas, Syxel protegía al niño, sujetándolo con firmeza contra su cuerpo para protegerlo de cualquier flecha o lanza. Debían salir de allí, a cualquier precio. Su instinto y el de Balagus los guiaron de regreso a la taberna. Sin embargo, antes de que pudieran decidir qué hacer, sintió un brazo fuerte arrastrarlo a la oscuridad de un callejón y luego al interior del local.

Dentro, el silencio se apoderó del lugar por unos minutos mientras aguardaban a que los guardias se alejaran. Syxel respiró profundamente, intentando calmarse. Sabía lo que venía después. Katarina y el tabernero los miraban con furia y decepción. Cuando empezaron a hablar, la reprimenda fue inmediata y mordaz. Permaneció en silencio mientras Balagus, tenso y furioso, aguantaba los reproches. Y luego mientras su compañero les respondía. Al final, no pudo evitar intervenir.

Jodimos vuestros planes, pero al menos intentamos hacer algo, —dijo con la voz baja pero cargada de rabia contenida—. ¿Qué esperábais que hiciéramos? ¿Mirar y no mover un dedo mientras subastaban a esos pobres críos? No podíamos quedarnos de brazos cruzados después de lo que hemos vivido.

Sus palabras salieron con fuerza, llenas de frustración. No habían podido salvar a todos los esclavos, y eso lo agobiaba profundamente.

Puede que parezcamos idiotas para vosotros, pero hemos salvado a alguien. Este niño... —continuó, mirando al pequeño que seguía aferrado a él— ...él tiene una oportunidad, y eso hace que todo haya valido la pena.

Aunque ni Katarina ni el tabernero cambiarían su opinión, no le importaba. Había visto el horror en los ojos de esos niños, y simplemente no podía quedarse de brazos cruzados. Syxel sabía lo que significaba ser esclavo, y aunque muchos prisioneros habían rechazado la oportunidad de ser libres, había logrado salvar al menos una vida.

Con una frustración similar a la de Balagus, recogió sus cosas y se dirigió hacia la puerta. Se habían metido en un buen lío, pero su conciencia estaba tranquila.

Nos marcharemos de esta isla, tranquilos. No necesitamos más problemas.

Al salir, el aire fresco de la noche lo recibió como un alivio. Todo había acabado, pero las palabras del tabernero resonaban en su mente. Pronto estarían lejos de allí, pero en ese momento debían planificar su próximo paso.

Encontraremos un barco, —dijo a Balagus con un suspiro cansado—. No podemos ayudar a quienes no desean ser salvados, pero esto no será nuestra última batalla.

Resumen
#39


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