Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Aventura] [Tier 2] Un Musico, un brócoli y un tesoro
Juuken
Juuken
Aquel escenario parecía una pasarela, todo el que subía duraba bastante poco aunque había que reconocer que cada cual era mejor que el anterior. Aquél hombre había cantado mejor que la anterior mujer, y cuando este hombre se despidió subió otro en su lugar.

Este nuevo cantante tenía un tipo de cabello que nunca había visto. No parecía pelo, era todo como una maraña de rizos casi dorados. Se desenvolvía con soltura en ese escenario, se movía con agilidad presentándose con una frase que no terminé de comprender. ¿Que era un máquina? Me giré a Lance, dubitativo. Volví a mirar a ese hombre. Lo que más llamaba la atención en esa persona no eran sus formas, ni su aparente confianza en el escenario, sino esas alas. Tenia como dos alas en su espalda, era la primera vez que veía un ser así. Me suena que hacia tiempo me encontré con un tipo que me dijo algo del estilo. Si mal no recordaba era un Gyojin.

Entonces caí. Ahora encontraba un poco más de sentido y comprendía que eran los gyojin. Ya me lo había explicado aquel tipo, en aquellas islas, pero ahora era cuando terminaba de comprender hasta qué punto podían llegar a ser diferentes los gyojin. Ese tipo, Qazan creo recordar que se llamaba, dijo que los había muy distintos, pero también me dijo que él era pequeño en comparación. ¿Significaba eso que Nagaki era una niña? Un gyojin muy joven. Eso explica ese comportamiento. He de reconocer que, en esa parte, nos parecemos un poco, por lo que la podía entender perfectamente.

Lance había dicho unas palabras hacia ella que en ese momento resonaron en mi cabeza, un poco a destiempo.

-Oye, pues es verdad. Podrías subir al escenario, seguro que cantas muy bien.

Mire a Lance, le había dicho si quería venir a felicitar al músico, no tardó mucho en contestar, pero al parecer él tenía otros planes, o por lo menos había algo que tenía que hacer antes.

-Juuken, ve tú y adelántate, yo tengo algo en mente, luego te comento.

Sonreí y le asentí. Sus cosas tendría que hacer. Me fijé en la mesa donde habían ido Terence y Shiro, el músico y su amigo se estaban levantando, mire a Nagaki y le incité a que me siguiera, si quería felicitarlo tenía que ser ahora, antes de que se marchasen. Avance rápido, ella venía conmigo, hasta que nos plantamos delante de ellos dos, cortandoles el paso hacia la salida.

-¡Hola! -Dije con un poco de euforia. Tenía pensado algo más que no le había comentado a mi compañera gyojin- Te hemos escuchado antes cantar, y mi compañera quería felicitarte.

Le di un poco de tiempo para que ella misma le dijese algo antes de hablar yo mismo de nuevo. Entonces proseguí con la segunda parte de mi conversación.

-También me preguntaba si podías darle algún consejo. Ella quiere subir al escenario a cantar pero no sabe cómo hacerlo. Igual le podrías dar algún consejo para...

Fue entonces cuando me quedé mirándole bien, tenía la cara muy seria, incluso tal vez algo descompuesto, le pasaba algo, tal vez se encontraba mal o le dolía algo. No pude evitar el querer desvanecer mi intriga.

-Oye. ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara

DATOS
#21
Nagaki
Medusa
Estaba con mis nuevos amigos sentada cuando un nuevo músico subió al escenario. Había subestimado a este local, para ser un día normal y sin mucho evento la cantidad de cantantes que venían era increible. El turno de ahora le tocaba a una especie de... como se llamaba.. aish, la gente esta del cielo... ¡cielo! ¡sky! tendría que ser de Skypiea o de esos otros poblados... cielo.. cielo.. ¡sol y luna! Eso era, los Lunarian y los Solarian. Menos mal que tenían nombres tan simples. Esperaba que este pequeño ángel tuviera mayor talento que el anterior. No es que estuviera mal.. peeeeero.

Enseguida hubo una pregunta que me pilló por banda, ¿yo? ¿cantar? ¿eso no era algo para las personas con talento?. A ver, me ponía a cantar muchas veces en mis tareas de la base de la marina, y me habían piropeado por ello, pero cantar en un escenario delante de tanta gente con un micro... eso era una ola de otro mar (una expresión similar a harina de otro costal, que se inventó Nagaki).

- Yo... la verdad es que no sé si debería. Hay mucho talento hoy aquí en el escenario, y con tanto cantante uno detrás de otro supongo que no habrá hueco para que yo cante, no haría mérito al nivel de hoy -les dije a Lance y a Juuken a modo de disculpa vergonzosa-.

Al poco, vi como Juuken me invitaba a que la siguiera no sabía muy bien a donde, pero como Lance tenía cosas que hacer y no quería quedarme sola le seguí. Resultó que había encontrado al músico entre la multitud, y menos mal, entre tanta gente delante de mí y la conversación le había perdido la pista. Llegamos hasta él músico, que iba con un acompañante, y Juuken comentó:

Cita:-¡Hola!, te hemos escuchado antes cantar, y mi compañera quería felicitarte.

Asentí con la cabeza apoyando a lo que decía, y segundos después mi mente procesó lo que acababa de decir Juuken y me sonrojé rápidamente. -Yo... yo... -dije sin saber donde meterme y usando a Juuken de escudo, aunque los dos éramos casi de la misma altura- me... me ha gustado mucho su actuación - dije volviéndome a cubrir detrás de Juuken.

- ¿Porqué estaba tan nerviosa de repente? ¿sería por la bebida o todo el ambiente y la situación? - me reprimí a mi misma en pensamientos.

Cita:-Oye. ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara -comentó Juuken-

Algo dentro de mí (Defecto, Héroe) despertó en esas palabras. ¿Mala cara? Cómo podía tener mala cara el músico, si acababa de recitar hace no menos de 10 minutos una canción, una de las mejores canciones de todo el día de hecho, y se le veía perfectamente. Algo empezaba a oler mal y tenía que averiguar el porqué, o al menos escuchar de su boca que estaba bien.

Salí de detrás de Juuken siendo un poco más decidida que antes, para intentar que averiguar qué estaba pasando. Me acerqué al músico y le agarré del brazo con mi brazo derecho mientras con el izquierdo señalaba al escenario.

- Sí, por favor señor Rizzo. ¿Me puedes indicar qué hay que hacer para poder cantar en el escenario? ¡Es más! ¡Porqué no cantamos juntos! Seguro que con lo bueno que eres con la guitarra eres capaz de improvisar algo mientras yo canto. -dije animándole, y al mismo tiempo, tirando de él ligeramente al escenario. No le iba a obligar a venir conmigo si no quería, pero sí que insistía lo suficiente, a lo mejor lo que necesitaba era pasar un buen rato en el escenario otra vez.

Resumen
#22
Shiro
Ninguno
Pude notar como todo el jueguito mental que había montado Terence se iba al garete con una simple palabra del músico. Este, claramente temía más al tipo andrajoso que a nosotros, por lo que todo aquel rollo del tira y afloja mudo no sirvió de nada, ocasionando que quedáramos en una postura comprometida a pesar del evidente malestar que mostraba Rizzo. Estaba claro que había algo que a tanto a mi acompañante como a mí se nos escapaba… aunque no tardé en percatarme de qué se trataba. El tipo de cabello verde posaba un arma sobre la espalda del cantante. Busqué con la mirada a Terence en un intento desesperado de transmitirle la urgencia de lo que estaba pasando, pero por alguna extraña razón el muy estúpido se había quedado entrillado en aquel mutismo inicial mientras miraba a un punto fijo como si le hubiese dado un ataque mental. A pesar de la situación, pude evitar el extraño encuentro que tuve con la coja. Airgrid, creo recordar que se llamaba, la cual también sufrió un ataque catatónico muy similar.

- ¿Acaso hay alguna epidemia y no me he enterado? - pensé preocupado. Me había visto arrastrado hasta esta situación por culpa de Terence y ahora el muy capullo se quedaba sin hacer nada.

Se nos acababa el tiempo. Los tipos se disponían a marcharse y el mutismo de mi compañero había conseguido distraerme lo suficiente como para que estos se encaminasen ya hacia la puerta. Las opciones que quedaban eran pocas si no quería que el lechuguino se llevase al cantante… Y entonces llegó Juuken junto a la gyojin de antes, cuál ángeles salvadores otorgando el tiempo que necesitaba. 

El pelinegro había llegado con su característica inocencia, entrometiéndose en medio de la situación como si nada, sin percatarse del todo lo que estaba pasando, al cual no tardó en unirse la chica de piel azul, apremiando al músico a que subiera con ella a cantar mientras lo agarraba del brazo. No sabía si la pareja venía a ayudar o terminar de conseguir que apuñalen al cantante, aunque claro, ellos tampoco eran conscientes del arma que tenía el peliverde.

Las dudas sobre qué hacer volvieron a mí. Por un lado, la intromisión de la gyojin si salía bien era magistral. Quitaría al cantante de las manos del tipo armado, alejándolo del peligro, pero dudaba que el lechuguino, dada la situación, fuese a dejar marcharse así como así a Rizzo. Ya había dejado claro antes que nos había visto a todos juntos, por lo que se lo tomaría como una estratagema más por nuestra parte y se enfadaría. Ya había demostrado tener poca paciencia y la tensión que había causado Terence no ayudaría. - Y el muy subnormal, ahí sigue sonriendo a la nada - pensé enfadado tras dedicarle un rápido vistazo antes de encaminarme rápidamente en dirección a la puerta, cortando la trayectoria de la pareja por si se zafaba de la gyojin y querían huir rápidamente. Comenzaba la función.

- ¡Socorro! ¡Qué alguien nos ayude! - grité a pleno pulmón mientras ponía cara de preocupación y señalaba con mano temblorosa al tipo de cabello verde. - ¡Ese tipo quiere secuestrar al cantante! - proseguí intentando hacerme oír por encima del ruido del bar. - ¡Va armado y ha dicho que lo matará si no va con él!

Era algo arriesgado, pero dada la situación poco más se me ocurría qué hacer. Con un poco de suerte el cantante era querido en el bar y la gente ayudaría a impedir que se lo llevasen.
#23
Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
Un nuevo cantante, con pelo rizado y un carisma desbordante subió al escenario. Con su actitud amigable con los maquinas se gano fácilmente la atención del publico y las pocas mujeres entradas en los cuarenta que había en la sala ya estaban comentando lo joven y guapo que era el mozo. Tras las presentaciones el hombre tomaría el micrófono y ha capela, sin acompañamiento instrumental, solo su voz, comenzaría a cantar dando ritmo al local.

Bulería, bulería, tan dentro del alma mía
Es la sangre de la tierra en que nací
Bulería, bulería, más te quiero cada día
De ti vivo enamorado desde que te vi
Vengo, como loco por la vida
Con el corazón latiendo
Porque sabe que tú estás

Pero mientras la música comenzaba a sonar animando mucho a la gente. Dos hombres abandonaban en la mesa a la rata diletante de Terence que intento meter su veneno en la conversación, pero se quedo con la palabra en la boca cuando el cabeza brócoli se levanto llevándose al musico a través de la sala directos a la salida del bar. Evidentemente la situación era muy tensa para el musico, su cara decía que no estaba cómodo aunque intentaba disimular para que el otro no le hiciera nada por verse sospechosos, pero la cosa no era nada buena.

Ay vida, que palpita de alegría
Que me embriaga el sentimiento
Con tus besos más y más
Ahí tienes, el embrujo de la luna
La belleza de una rosa
Y la tibieza del mar
Ahí eres vino dulce de las uvas
Donde bebo con tus labios
De la fuente para amar

Pero el camino de la pareja fue bruscamente truncado por otra extraña pareja. Se trataba de un niño que mostraba una inocencia muy deslumbrante y curiosa ante la escena. Que buscaba presentar a su compañera la medusa, la cual parece que se había hecho un poco fanática del musico. La medusa se mostraba tímida y con un leve anhelo de querer subir al escenario para demostrar su talento al publico, aunque ella no parecía confiar mucho en sus habilidades para el canto comparadas a la multitud de cantantes que habían subido hoy al escenario. La marine medusa estaba algo avergonzada de haber sido empujada por Juuken ha hablar con Rizo. Claramente la mirada del joven que estaba acompañando al musico se iba ensombreciendo con esa interrupción conforme el tiempo fluía, inflándose un poco una de las venas de su frente.

Bulería, bulería, tan dentro del alma mía
Es la sangre de la tierra en que nací (Que nací)
Bulería, bulería, más te quiero cada día
De ti vivo enamorado desde que te vi
Ganas, de vivir aquí a tu lado
A tu cuerpo encadenado
Hechizado de pasión

Y la situación acabo llevando un punto de quiebre en que el vaso se resquebrajaría y el agua se comenzaría a derramar. Nagaki noto algo extraño en la actitud del joven musico y tratando de disimular inocencia busco llevar al hombre hacia el escenario de nuevo, tirando de su brazo con el fin de alejarlo del chico cabeza brócoli. El cual al notarlo se le inyectaron los ojos en sangre ya con su paciencia sobrepasada por mucho ante todas estas constantes interrupciones - Podéis... hacer... el favor... - Y justo cuando estuvo a punto de dar un fuerte tirón al musico para que no se lo llevara la medusa. Shiro que había dejado a Terence atrás tomo la iniciativa y dio la voz de alerta sobre que el chico estaba armado y secuestrando al musico.


Ay nada, sin tu amor yo no soy nada
Soy un barco a la deriva
Que naufraga de do... ¿Como?

- ¡A la mierda, atrás todo el mundo! - Ahora si daría un fuerte tirón al musico para que Nagaki lo soltara. Y procedió a mostrar su navaja para apuñalar directamente a la medusa con el fin de abrirse paso y que todos se apartaran para abrirse paso hasta la puerta del local. Su ataque fue una cuchillada sencilla pero directa a los ojos de la medusa, así de harto estaba de la situación el muchacho.

Cizaña
ESP101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
22
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]


- ¡Que todo el mundo se aparte! - Inmediatamente tras la cuchillada a Nagaki, dio un revés con su navaja hacia Juuken, el otro sujeto que se interpuso en su camino, buscando apartarlo de su camino. Los gritos del muchacho eran ahora lo único que resonaba en el local. El cantante de pelo rizado se callo en seco sorprendido, los comensales observaban desconcertados, al dueño del local se le notaba la gota de sudor recorriendo su frente. Todo se había complicado, todo se había ido de madres.

Y mientras tanto, Lance aguardando en la calle del local, esperando a que alguien saliera con una pose ensayada, denotando la espera pero con la chulería de que había anticipado que saldrían por ahí. Pero sin más, esperando.

Oficial Lechuga
OFF
#24
Nagaki
Medusa
La actuación de este nuevo intérprete sí que se podía interpretar tan angelical como se veía. Su canción tenía un ritmo pegadizo que te dejaba ganas de más y más y a medida que el ritmo iba subiendo, pum, el estribillo llegaba por todo lo alto animando a todo el público y dándole un empaque perfecto.

El amigo de Juuken y Lance, Shiro, dió la voz de alarma:
Cita:- ¡Socorro! ¡Qué alguien nos ayude! - grité a pleno pulmón mientras ponía cara de preocupación y señalaba con mano temblorosa al tipo de cabello verde. - ¡Ese tipo quiere secuestrar al cantante! - proseguí intentando hacerme oír por encima del ruido del bar. - ¡Va armado y ha dicho que lo matará si no va con él!

De pronto todo el mundo estaba mirándonos y había desviado toda la atención hacia nosotros, hasta el punto que incluso el cantante que estaba interpretando en el momento perdió el hilo de la canción, unido con el resto por la curiosidad de la acción.

- ¿Un arma? ¿Cómo había visto Shiro un...? - pensé. Perpleja, vi como el músico se puso blanco y de un tirón el chico del pelo verde apartaba al músico de mí de un tirón y al mismo tiempo se sacaba un cuchillo de la nada para atacarme.
Guardia Alta
COM102
COMBATIENTE
Defensiva Activa
Tier 1
29/7/2024
20
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Cruzando los brazos mientras los eleva el usuario adquiere una postura defensiva para amortiguar un poco el siguiente daño buscando quedar erguido. Incrementa la [Defensa Pasiva] en +5 durante la ejecución.
Defensa Pasiva + [RESx2] de Daño Mitigado

Por instinto en la base de la Marina, tanto entrenamiento había sacado sus frutos. El ataque fue muy rápido, pero acostumbrada a entrenar con el jefe de pelotón, o más bien, acostumbrada a recibir día sí y día también lecciones para entrenarme, me dio el tiempo suficiente para levantar un brazo y conseguir mover su hoja lo suficiente para en vez de darme con el filo conseguir que me diera con el canto del cuchillo y pasar a lo largo de mi piel sin crearme ningún daño.

Ví a través de su acción y como cargaba el siguiente ataque, pero esta vez no era contra mí sino contra mi acompañante Juuken. Pero no se lo iba a permitir e intenté agarrarle el brazo que sujetaba el cuchillo para intentar evitar que le atacase.
Agarre Tenaza
COM201
COMBATIENTE
Ofensiva Mantenida
Tier 2
3/8/2024
33
Costo de Energía
24
Costo de Energía por Turno
1
Enfriamiento
Uniendo todos los dedos, a excepción del pulgar, que se mantendrá en una posición enfrentada a los demás creando una forma de pinza con la mano, el usuario trazara un Agarre sobre una extremidad de su víctima con una considerable fuerza, impidiéndole usar dicha extremidad o alejarse. Este agarre contará con un incremento de [Fuerza] para la comparativa durante su ejecución.
+14 [Fuerza] en la Comparativa


Resumen

Mates time

Estadisticas de Nagaki (del año de Matusalen)
#25
Juuken
Juuken
Todo lo siguiente comenzó a ocurrir de forma muy rápida. Pude ver que el acompañante del músico parecía ponerse nervioso, pero no le di mucha importancia. Realmente le observaba de reojo y de forma indirecta, pues mi atención estaba en el músico, quien su cara me dejaba entrever que le pasaba algo, pero no terminaba de comprenderlo.

Nagaki, la gyojin, se mostró muy receptiva al propio artista. Trató de hacerle subir de nuevo al escenario para que volviera a animarse. Era buena idea, antes encima del escenario se le había visto muy suelto y despreocupado de todo. El nuevo cantante estaba motivado, se adueñó del escenario y estaba completamente emocionado, moviéndose de un lado a otro, cantando con una voz que resultaba francamente maravillosa y hasta parecía única. Era probablemente la mejor canción que había escuchado hasta ahora. Pero no duró mucho cuando Shiro gritó desde el fondo de la sala.

-¡Socorro! ¡Qué alguien nos ayude!

Rápidamente me di cuenta de que se trataba de él, mi compañero peliblanco. A su lado estaba Terence, allí sentado sin hacer nada. ¿Qué le pasaba? Normalmente no solía actuar de esa forma tan despreocupada, aunque sí solía hacer como que nada le importaba. No terminaba de comprender qué le pasaba por la cabeza cada vez. Rápidamente desenfundé mi arma y me quedé expectante a ver qué decía mi compañero.

-¡Ese tipo quiere secuestrar al cantante! -Me giré hacia el cantante. No tenía sentido, si él parecía ser su amigo.- ¡Va armado y ha dicho que lo matará si no va con él!

En ese momento me quedé mirando a su acompañante. El músico que estaba actuando hasta se quedó perplejo, deteniendo su espectáculo para mostrarse incrédulo ante los acontecimientos que estaban sucediendo. Probablemente se pensara que el aviso era por él, que alguien iría a por el cantante de rizados cabellos, pero no se trataba del que estaba actuando en ese momento.

-¡A la mierda, atrás todo el mundo!

Ese tipo parecía que había terminado de perder la paciencia, le pegó un tirón fuerte al músico y lanzó una rápida cuchillada a Nagaki. Se notaba que era rápido, mucho más rápido de lo que podía ser yo mismo, y eso me resultaba un grave problema. Podría hacer algo, pero si era tan veloz debía buscar alguna forma de que se estuviera quieto, o de inmovilizarlo para poder llegar a acertarle. Tal vez pudiera tenderle alguna trampa, tal vez dejar que se acercase lo suficiente a mí, tratar de reaccionar a tiempo, endurecerme y después propinarle un buen golpe.

Tras el ataque a la gyojin se dirigió rápidamente hacia mí. Ni aún pensándolo fui capaz de reaccionar a tiempo, tan solo pude intentar hacer una medio pose defensiva para minimizar el daño. Ni siquiera me daba tiempo a recubrir mi piel con mi habilidad. Por fortuna, Nagaki resultó bastante más veloz de lo que me esperaba, ví como le sujetó de una forma bastante inmovilizante, era justamente lo que necesitaba para poder realizarle mi ataque. Ni siquiera llegó a golpearme a mí.

Sonreí ligeramente, ella me lo había dejado bien preparado para noquearlo. Pero más que eso, se trataba de un criminal que estaba intentando secuestrar a alguien, probablemente una persona que no tenía culpa de absolutamente nada. Le estaba amenazando con un cuchillo por la espalda. Quién sabe qué le habría podido hacer. No pude evitar sentir rabia, a la vez que alivio por haber podido descubrir cómo podíamos salvar a este hombre. Me preparé con mi arma, la cogí con las dos manos para darle algo más de énfasis y le propiné un fuerte tajo descendente con intención de recorrer todo su cuerpo y acabar rápido con su sufrimiento. Tampoco creo que debiera padecer dolor. Había que acabar pronto con la gente así.

DATOS
#26
Shiro
Ninguno
Mi estrategia salió completamente opuesta a lo esperado y antes de darme cuenta todo se transformó en un caos solo a mi alrededor. Nadie en el bar movió un solo dedo por Rizzo, demostrando así que allí nadie lo quería lo más mínimo, mientras que el tipo del cabello verde por su lado, tras terminar de perder los papeles al ser descubierto por mis palabras, se lanzó a por la gyojin que había llegado junto a Juuken instantes antes.

El joven realizó un movimiento rápido y fluido, directo al rostro de la chica con una clara intención de cegarla… aunque sorprendentemente, a pesar de su aspecto inocente, supo cómo defenderse ante el ataque a pesar de lo repentino del mismo. Al parecer, se habían topado con una caja de sorpresas, pero ese era un enigma que tendría que dejar para más adelante.

No sabía si la defensa de la chica medusa sería efectiva o no, pero aquel desesperado movimiento me daba una oportunidad que tenía que intentar aprovechar. El tipo cegado por la rabia y la desesperación parecía que se había olvidado de mí, por lo que mientras Nagaki realizaba su defensa, mi intención sería la de agarrar al cantante del brazo, realizando un fuerte tirón del mismo en un intento de salvarlo de la presa que lo retenía… pero entonces mi nakama reaccionó con la violencia que lo caracterizaba cada vez que peleaba. Cualquiera que viese a Juuken podría pensar que simplemente es un muchachito inocente que le gusta jugar con espadas… pero solo tenían que verlo luchar una vez para saber lo equivocados que estaban.

El pelinegro parecía haber pensado lo mismo que yo y no dudó en aprovechar el hueco que le producía la defensa de la gyojin… aunque su idea fue mucho más drástica que la mía. Yo por mi parte, como mucho, tenía planeado lanzarle una patada a las pelotas de la manera más traicionera posible, pero mi nakama desenvainó su arma en un santiamén y lanzó una técnica que me era más que conocida. Sabía de sobra la potencia que conllevaba aquel ataque, por lo que previendo que el peliverde se defendería de la estocada, si no quería perder la cabeza, intentaría llevar a cabo mi estrategia al fin.

Dudaba que el tipo de cabello verde pudiese defenderse con una sola mano de aquel devastador ataque, por lo que esperando a que soltase a Rizzo me acercaría lo más rápido posible, con intención de sacarlo del medio de la pelea como había pensado inicialmente. La salida del bar no se encontraba muy lejos, por lo que confiaba que una vez en la calle podría llevar al cantante hasta un lugar seguro... en el que le sacaría toda la información que ocultaba.

Resumen
#27
Lance Turner
Shirogami
Apoyado contra la pared exterior de la taberna, me dediqué a observar la calle principal, o más bien, a dejar que el viento me acariciara la cara mientras vigilaba. No es que esperara realmente que alguien viniera a buscar problemas, pero podía confiar de sobra en el resto de mis compañeros, y sinceramente, prefería cubrir bien esta puerta. Cabe la pequeña posibilidad de que vengan refuerzos para este individuo, o quizá de que trate de escaparse, en cuyo caso, me sería sumamente fácil tirarle al suelo de una patada al salir. La noche estaba tranquila, la brisa era suave, y el único sonido que me acompañaba era el crujir ocasional de los tablones bajo las botas de los pocos transeúntes, además del ruido típico que tienen todas y cada una de las tabernas cuando se llena con espectáculos. Siempre me había gustado ese sonido, me relajaba de alguna manera. Un recordatorio de que la vida seguía su curso, aunque yo estuviera ahí fuera, apartado de todo por unos minutos.

Mis manos descansaban sobre los bolsillos de mi chaqueta, el pulgar derecho jugueteando con la pequeña cicatriz en el forro que me recordaba, una vez más, cuántas veces la vida me había dado vueltas, a veces para bien, otras, para todo lo contrario. Respiré hondo, llenando mis pulmones con el aire fresco de la noche, mientras mi mente divagaba. Reflexionaba sobre el extraño giro que había tomado mi vida, como solía hacer en esos momentos de calma. Aunque, siendo sinceros, las noches en las que estás sólo contigo mismo eran las más peligrosas porque me dejaban demasiado tiempo para pensar en el pasado.

Volví a enfocarme en mi alrededor, entrecerrando los ojos cuando una sombra cruzó el borde de mi visión. Aunque por un segundo me alertó, no era nada fuera de lo común, sólo un borracho tambaleándose a lo lejos. Sonreí para mí mismo, más por inercia que otra cosa. Si algo había aprendido a lo largo de los años era que, en esas situaciones, la mayor parte del tiempo, todo estaba en calma hasta que dejaba de estarlo. Como dicen en muchos sitios, la calma antes de la tempestad.
- Parece que tarda mucho en pasar algo... - Pensé mientras bostezaba un poco. La espera se me estaba haciendo eterna. 

De repente, unos gritos me sacaron de mi pequeña burbuja de tranquilidad. A duras penas pude percibir que aquella era la voz del joven Shiro, gritando que alguien les ayude. Sinceramente, todavía hacía poco que le conocía, pero no era algo que me encajase en él, ni mucho menos, su tono me daba veracidad alguna. 

- ¡A la mierda, atrás todo el mundo! - Gritó una nueva voz que no supe reconocer. Sin embargo, esta voz sí parecía estar completamente seria. 

Mis sentidos se agudizaron. Algo estaba pasando. Me reincorporé un poco tratando de seguir lo que estaba pasando allí y alcancé a escuchar un grito pidiendo que todo el mundo se apartase proveniente de la voz anterior. Debía ser aquel tipo que estaba con el músico, sin duda. 

Mi corazón se aceleró, y sin pensarlo dos veces, me aparté de la pared. Miré a los lados por si veía alguna señal de que venía la marina o cualquier clase de maleante. Al comprobar que no, y que el resto de personas de fuera estábamos con la misma cara de sorpresa, decidí encaminarme hacia la entrada. Era hora de averiguar qué demonios estaba pasando.

Al abrir la puerta, se cruzó frente a mi Shiro, quien estaba con el músico. Entendí entonces que había dicho aquello para provocar caos, y en medio de este, sacó al músico deprisa. Le sonreí de inmediato y toqué su hombro a modo de gesto cariñoso.
- Buen trabajo, chaval. - Le dije riendo un poco mientras entraba a la taberna para ver que ocurría.

Pude ver a Juuken lanzándose al ataque contra ese tipo, y una mueca de sorpresa se pudo ver entonces en mi rostro. Si Juuken se metía en peleas, las cosas podrían terminar muy mal, y eso haría que todos tuviésemos que largarnos de esta isla de inmediato. 
- ¡Oe! ¡Chico! - Le llamé tratando de que no se revelase nuestros nombres ahí. - ¡Cálmate! ¡Que lo vas a matar! - Grité nuevamente mientras esquivaba mesas y personas hasta alcanzarles antes de tomar acción en medio de este embrollo.
#28
Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
La situación se salió rapidamente de control en un instante. Aquella voz de alarma del joven peliblanco causo un revuelo mucho mayor del que podría esperarse, la navaja del chico con cabeza de lechuga se desplegaría con un movimiento firme de muñeca, mientras su rostro reflejaba una mirada perdida y sombría, con los ojos inyectados en sangre, reflejo indudable de que su paciencia había sido completamente agotada y toda esta situación ya le causaba una inmensa tensión e ira.

Pero en el momento que desplego la navaja para encarar a la joven medusa, Shiro seria quien tomaría la iniciativa para salir corriendo del lugar tomando al musico de la mano para ponerlo a salvo, saliendo por la puerta de la taberna para quedar los dos en medio de la calle notando la brisa fresca del mediodía y el sol iluminando sus rostros, trayendo una nueva perspectiva a la lúgubre presión que había experimentado desde que se había bajado del escenario y sido interceptado por aquel sujeto extraño. El musico Rizo no dudo de dar un pequeño grito desahogándose por la frustración que había estado experimentando, el estrés y la ansiedad. Por su parte al confirmar un poco la situación del musico, Lance dejaría su pasividad y se movería hacia el interior de la taberna.

En lo que Shiro apoyaba y ayudaba al musico, el hombre de cabellos blancos y fama de solo observar en la distancia entro en la taberna. Aunque solo entro para contemplar como la espada de su segundo al mando cortaba de forma brusca el cuerpo del lechuga, como un cocinero cortando verduras con facilidad. No estaba muerto, ni mucho menos, pero si el tajo hubiera sido directo a una extremidad la habria cercenado sin muchos problemas. Pero ese certero y poderoso ataque de Juuken no seria posible de no haber sido por el poderoso agarre del ser de las profundidades Nagaki, que como buena marine salto a la defensa de todos parando con su propio cuerpo la navaja del chico y pasando a sujetarlo para reducirlo.

El tajo fue lo bastante fuerte para causar una hemorragia en el muchacho, que se encontraba con su respiración entrecortada, mientras brotaba sangre por su boca, si Juuken no hubiera sido parado por Lance, seguramente todo habria terminado con una vida menos en el local. Con sus grandes daños y ego destruido, el chico no podia oponerse de ninguna manera al agarre de Nagaki, pudiendo ser atrapado con facilidad - ¡Muy bien hecho chaval! - Gritaría uno de los comensales que se habia movido hacia el fondo del local - ¡Has estado increíble chica Marine! - Gritaría otro - ¡Esto merece una canción! - Gritaría el cantante de hace un momento - ¡Nada de canciones por ahora, todo el mundo vuelva a su mesa! - Gritaría la dueña del local - Nagaki, cielo, puedes llevar a ese indeseable al cuartel antes de que me siga llenando el local de sangre, luego te invito a algo, por favor - Le diría ahora en un tono más bajo a la Gyojin - Y tu chico, te invito a ti y tus amigos a lo que hayáis pedido, ronda libre - Le comentaría la mujer a Juuken y Lance, mientras el marido de la dueña aparecía con la fregona para limpiar.
#29
Shiro
Ninguno
En esta ocasión, tuve mucha más suerte que en la anterior. Gracias a que el peliverde se encontraba completamente focalizado en la chica medusa y en Juuken pude realizar mi estrategia sin complicaciones, agarrando al cantante del brazo y llevándomelo hacia el exterior. Durante el camino me crucé con Lance, que por algún motivo venía del exterior del local.

- ¿De dónde vendrá? - pensé buscando algún motivo coherente para que nos hubiese dejado tirados en aquella situación. Normalmente el peliblanco siempre era el primero en dar la cara por cualquiera de nosotros, así que debía de haber tenido alguna urgencia de fuerza mayor… - ¿Se estaría meando?

- Gracias capi - respondí guardándome las preguntas para más adelante. - Ve con Juuken… que ya sabes como se pone - proseguí sin dar más explicaciones mientras empujaba al cantante para que siguiera caminando hacia la puerta. Notaba como a mis espaldas todo comenzaba a revolverse, por lo que no había tiempo que perder si quería sacar al cantante de aquel sarao sin interrupciones.

Al cruzar el umbral de la puerta nos recibió la brisa vespertina, llevándose con ella el aroma cargado del interior del bar que llevábamos pegados a la ropa. Era una sensación refrescante, en algún momento había comenzado a sudar y el airecillo me provocaba una sensación de lo más placentera… pero como había dicho antes. No había tiempo para nada más que sacarle la información al cantante. Confiaba que tras salvarlo del tipo estaría más abierto a compartir lo que sabía… sino, tendría que seguir por donde lo había dejado el lechuguino.

- Tranquilo, ya estás a salvo - dije tras escuchar cómo el cantante lanzaba un grito a causa de la tensión acumulada. Lo más seguro es que el cantante no estuviese acostumbrado a situaciones así, por lo que intenté sacar mi lado más amable y le di un instante para recomponerse.

- De menuda nos hemos librado, eh - comencé a decir relajando el ambiente. Temía que si adoptaba una actitud tan agresiva como Terence se cerrase en banda, así que probé algo distinto antes de tener que llegar a las amenazas. - Bueno, puede que no haya sido fácil… pero al final te hemos librado de él como querías - proseguí mientras le daba un par de palmaditas en la espalda mientras hacía alusión al trato que le había propuesto Terence antes de caer bajo aquel peculiar mutismo. - Espero que haya merecido la pena… - acabé al mismo tiempo que dejaba de darle golpecitos y pasaba a dejarle la mano sobre el hombro realizando una leve presión.
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