John Joestar
Jojo
14-10-2024, 04:57 PM
10 de Primavera de 724
Me llamo John, y durante años he luchado en la sombra de la revolución, defendiendo la libertad de nuestra isla de las garras opresoras. Hoy, sin embargo, he decidido darme un respiro y visitar las termas, un lugar donde el vapor se encuentra con el agua, creando una atmósfera casi mágica.
Al llegar, el aire caloroso me abrazó, y el aroma terroso de las piedras caldeadas me llenó los pulmones. La arquitectura es una mezcla de estilo antiguo y funcionalidad moderna; columnas de mármol se alzan con gracia mientras me dirijo hacia el área de las aguas. En el centro, una gran piscina rodeada de bancos de madera invita a los guerreros cansados a sumergirse en su calor. Las risas y murmullos de otros visitantes se entremezclan con el crepitar del agua caliente.
Mientras me quito la chaqueta que ha sido mi compañera constante, escucho la conversación de dos hombres sentados en un rincón. Su tono es grave, y la intensidad de sus palabras me atrapa.
“Escuchaste sobre el bombardeo a las islas de los pajareros esos?”, dice uno de ellos, con un brillo preocupante en sus ojos. “Se dice que fue intencional, una muestra de fuerza por parte del gobierno. Fuego sobre los canarios absurdos jajajaja-
El otro, un poco más viejo y con una barba canosa, asiente con gravedad.
Mi corazón se acelera. Ellos no saben que yo fui uno de ellos, de los afectados, pero la mezcla de rabia y tristeza que siento es palpable. No hay descanso para los que luchan, y el eco de sus palabras resuena en cada rincón de la habitación.
“Pero eso no es lo peor”, continúa el primero. “Los rumores dicen que están planeando otro ataque. Esta vez, en las zonas donde nos hemos estado organizando. Es sin duda confuso, supongo que nos trasladarán pronto.”
La tensión en el aire se hace densa. Me sumerjo en la piscina, sintiendo cómo el agua caliente relaja mis músculos, pero mi mente está alerta. Los planes de propaganda y resistencia que hemos discutido en las trincheras se vuelven más urgentes que nunca. La revolución necesita avanzar, no solo por nosotros, sino también por aquellos que sufren la opresión y el miedo.
Salgo del agua, escuchando cómo la conversación sigue fluyendo sin mí, como un río que no se detiene. Mis pensamientos son ahora un torbellino de estrategias y alianzas. Me visto rápidamente, decidido a no dejar que la sombra de la guerra opacara mi momento de paz. Pero mientras camino hacia la salida, sé que debo llevar la voz de estos hombres a nuestro grupo, que debemos prepararnos para el combate. Él alma de mi isla no puede ser ahogada sin luchar.
No puedo ser solo John, un guerrero en busca de consuelo; debo ser parte de la voz colectiva que se alza contra la tiranía. Y con cada paso que doy, mi determinación se transforma en fuego, prometiendo que la lucha por la libertad no se detendrá, pase lo que pase.
Me llamo John, y durante años he luchado en la sombra de la revolución, defendiendo la libertad de nuestra isla de las garras opresoras. Hoy, sin embargo, he decidido darme un respiro y visitar las termas, un lugar donde el vapor se encuentra con el agua, creando una atmósfera casi mágica.
Al llegar, el aire caloroso me abrazó, y el aroma terroso de las piedras caldeadas me llenó los pulmones. La arquitectura es una mezcla de estilo antiguo y funcionalidad moderna; columnas de mármol se alzan con gracia mientras me dirijo hacia el área de las aguas. En el centro, una gran piscina rodeada de bancos de madera invita a los guerreros cansados a sumergirse en su calor. Las risas y murmullos de otros visitantes se entremezclan con el crepitar del agua caliente.
Mientras me quito la chaqueta que ha sido mi compañera constante, escucho la conversación de dos hombres sentados en un rincón. Su tono es grave, y la intensidad de sus palabras me atrapa.
“Escuchaste sobre el bombardeo a las islas de los pajareros esos?”, dice uno de ellos, con un brillo preocupante en sus ojos. “Se dice que fue intencional, una muestra de fuerza por parte del gobierno. Fuego sobre los canarios absurdos jajajaja-
El otro, un poco más viejo y con una barba canosa, asiente con gravedad.
Mi corazón se acelera. Ellos no saben que yo fui uno de ellos, de los afectados, pero la mezcla de rabia y tristeza que siento es palpable. No hay descanso para los que luchan, y el eco de sus palabras resuena en cada rincón de la habitación.
“Pero eso no es lo peor”, continúa el primero. “Los rumores dicen que están planeando otro ataque. Esta vez, en las zonas donde nos hemos estado organizando. Es sin duda confuso, supongo que nos trasladarán pronto.”
La tensión en el aire se hace densa. Me sumerjo en la piscina, sintiendo cómo el agua caliente relaja mis músculos, pero mi mente está alerta. Los planes de propaganda y resistencia que hemos discutido en las trincheras se vuelven más urgentes que nunca. La revolución necesita avanzar, no solo por nosotros, sino también por aquellos que sufren la opresión y el miedo.
Salgo del agua, escuchando cómo la conversación sigue fluyendo sin mí, como un río que no se detiene. Mis pensamientos son ahora un torbellino de estrategias y alianzas. Me visto rápidamente, decidido a no dejar que la sombra de la guerra opacara mi momento de paz. Pero mientras camino hacia la salida, sé que debo llevar la voz de estos hombres a nuestro grupo, que debemos prepararnos para el combate. Él alma de mi isla no puede ser ahogada sin luchar.
No puedo ser solo John, un guerrero en busca de consuelo; debo ser parte de la voz colectiva que se alza contra la tiranía. Y con cada paso que doy, mi determinación se transforma en fuego, prometiendo que la lucha por la libertad no se detendrá, pase lo que pase.