[Común] Nosotros somos piratas. (Priv. Akari)

Verano, Dia 47

Finalmente han llegado, joven pirata. Isla número dos en vuestro viaje, La isla DemonThooth. Más allá de un nombre interesante, era momento de explorar y preguntarse si habría valido la pena tomarse el tiempo de viajar hacia acá. Puesto más allá de simplemente buscarse un nombre, tanto tú como los otros buscaban algo entretenido que hacer, al mismo tiempo que tratan de reabastecer recursos en para el barco. Bueno, más que nada la cérvidamente de Derian se encarga de ello. Por tu parte, solo exploras, viendo si encontrabas algo interesante que captara tu interés. La gente parecía no prestar mucha atención en ti, ya que tus vestimentas parecían ser unas bastante similares a las de los locales. Kimono y un lazo amarrando tu coleta. Sin mencionar que portas unos largos sarcillos que llevas de conjunto con el lazo.

Y por supuesto, tú siempre confiable lanza.

Sigues explorando, Alpha. Lo que logras divisar no es mucho, la verdad. Aunque los puestos de comida, ropa y armas son ciertamente curioso para ti. Aunque claramente creo fervientemente que no podrías encontrar una mejor lanza que la tuya por ahora. Y de ser necesario, pedirías a Sowon que te ayudare con el diseño de una. Por otro lado, sabias que Derian estaría interesado en sacar algo de provecho de este lugar. Por más diferentes que ambos sean, aún tenían cosas en común. Pero al final, son cosas que se tiene que hacer por el futuro de lo que todos buscan construis. Sin importar que, todos deben lograrlo.

Sin importar que… todos deben… lograrlo.

Pero algo curioso ocurre, joven pirata. Un poco más adelante, observas a un hombre pidiendo ayuda. Alguien implorando que alguien llegue a acudir a su rescate. Observas a una multitud rodearle y simplemente te mantienes juntos a la multitud. Te conviertes en un espectador más y simple y llanamente le miras. Algo en esta persona no te cuadra, no sabes por qué. Pero su olor no te da buena espina.

El huele… a algo intoxicaste.

Akari una joven repostera se encontraba caminando por la calles de la villa donde vivía, con su tipico atuendo, su camisón blanco amarrado a su cintura ocultando sus pequeñas alas junto a tu top color carmesi y los jeans cómodos y sus zapatillas.

Mientras caminaba notaba como la gente corría hacia un determinado lugar donde se escuchaban unos gritos de un señor, sin poder detenerse su insituto la hizo correr hacia ese lugar, hacerse paso entre la multitud y acercarse hacia el señor sin tener cuidado.

-señor se encuentra bien? -hablo preocupación en su tono de voz, está puso su mano encima de la mano del hombre esperando calmarlo un poco y que explique la situación de la cual pedía rescate.- 
Todo estaba rodeado de personas, curiosas y otros diciendo rumores que no llegaba con claridad hacia la joven que trataba de clamar al señor, su corazón latía rápidamente con un poco de miedo, temblaba ligeramente su cuerpo que trataba de disimular- por favor delen su espacio al señor -hablo refiriéndose al circulo de personas que se hizo a su alrededor, poco a poco ya quedo menos personas y al fin logro llevar al señor a una banca para sentarlo y que tome aire- por favor le pido que se calme y me explique la situación..para ver si lo puedo ayudar o llamar a otra persona que le ayude.. -dijo la joven con su voz suave para no alterar más al señor frente a ella.-

Me gustaría decir que todo había pasado como cualquier otra cosa. Simplemente se trataba de un caso más de alguna persona que había sufrido un infortunio y no tenía nada que perder. Pudo tratarse de algún robo o simplemente el hombre estaba muriendo de hambre. Podían ser tanta las posibilidades, que solo te tocaba ser un espectador más. Las personas no parecían prestarle mucha atención. De hecho, te podías dar cuenta en sus expresiones que se trataba de alguien conocido para ellos. “Es el viejo Sakamoto, déjalo ser” escuchaste más de una vez. Tú, joven pirata, solo observabas tranquilamente mientras posabas tu lanza en el hombro. Expectante a lo que pudiera ocurrir. Estabas a punto de darte por vencido y simplemente darte media vuelta, pero algo cambio.

Algo que sinceramente, no esperabas.

Una joven se acerca al anciano mostrado clara preocupación. Se trataba de una chica no mucho más alta que ti, te sacaba un par de centímetros. Tez blanca y cabellera larga y oscura como la tuya. Aunque la de ella tenía ese cierto toque azulado que le daba un toque y encanto. Puedes observar como ella muestra esa genuina preocupación por el y, simplemente te da curiosidad. Además de que, no suele llevar las comunes vestimentas de la gente de este lugar. Posiblemente al igual que su, sea una extranjera. Aunque, algo te hace detallar algo diferente en ella. Puedes detectar cierto aroma que no es común en los humanos. Levantas una ceja mientras fijas tu mirada en ella. Algo es diferente y la hace diferente al resto.

Y eso, te agrada mucho, Alpha.

La observas llevar al viejo hacia una banca mientras tú te mantenías distante. Desde el punto donde te encontrabas, podías escuchar claramente como poco a poco recupero la compostura  y se propuso a hablar. – Me han robado mi dinero que he ganado… - Dice entre lágrimas el anciano. – Mi mejor amigo me ha traicionado. – Se vuelve hacer en los ojos un mar de lágrimas.  Ahora, tu sabias que algo no cuadraba. No por el simple hecho de que lo que podía decir este viejo era una mentira o no. Pero es que el huele a algo que no recuerdas muy bien, pero sabias que te era familiar.  Suspiras profundamente y das un par de pasos adelante y te posicionas detrás de la señorita pero de igual manera frente al anciano.  Que al verte no ha hecho más de poner cara de susto al ver la enorme lanza que portas contigo.

- ¿Dónde vive quien te ha robado? – Preguntas al anciano, Alpha. Te mostrándote curioso ante toda esta situación. Quizás… puedas sacar algo de todo esto.

El explico su situación para después empezar a llorar, le daba pena ver así al señor que le entrego una servilleta para que el se pueda limpiar un poco los ojos, pronto sentiria como alguien se acercaba a ellos hasta que se puso detrás de ella haciendo que se volteo un poco para ver alguien que no había visto nunca, un chica?..Aunque por sus rasgos parecía un chico, lo analizó un poco y luego volvio a ver al señor esperando la respuesta ante la pregunta del chico- deberías bajar su lanza por favor...lo está asustando -hablo con una sonrisa al recién llegado tratando de ser amable- y que terrible situacion la suya señor Sakamoto, no puedo hacer mucho pero le quiero ayudar -hablo amablemente- ese señor no debió ser su mejor amigo si le hizo algo como eso! Es imperdonable que alguien tradiciones de ram forma.

Suspiro después de hablo y se acomodó su largo pelo hacia atrás, realmente no sabía muy bien que hacer en esta situación pero haría todo lo que estuviera a su alcance- ah me llamo Akari, perdón si no me presenté anteriormente -finalizó con una sonrisa.-

La joven era de cierto modo un poco reconocida en la zona por trabajar en la panadería de sus padres todos los días, siempre atendiendo a los clientes con una sonrisa y rapidez pues siempre en laa mañanas como era de suponer se llenaba de gente por comprar pan para el desayuno, aparte también está hacer algunas entregas a domicilio de gente que era mas mayor y ya no tenia la facilidad de ir a la panadería.

La chica te mira y claramente se nota que te analiza de pies a cabeza. Tú te seguías manteniendo sereno y muy calmado sin importar el que. Con la lanza apoyada en tu hombro sin prestar mucha atención a lo que ella te decía, ya que en ningún momento te encontrabas apuntado a nadie con ella. Simplemente podías imaginar que parecías un poco más amenazante al ser un pequeño chico que portaba una lanza de tres metros. – No creo estar asustando a nadie, Señorita. – Respondes a la desconocida con total tranquilidad, dibujando una sonrisa que demostraba que no tenías nada en contra de ella.

Ahora la cosa se tornó un poco más clara para ti. Aunque primero lo primero. La chica se presenta como Akari. Tu nombre te suena bastante agradable y fresco. De hecho, ella tenía esos aires de chica que parecía ser bastante tranquila y llena de sí misma. A diferencia de todo el mundo, ella no había dudado en saltar en ayudar a esta persona. Aunque tú sigues sospechando que algo no cuadraba del todo, simplemente decidiste seguir el juego mientras seguías escuchando la historia del anciano.

- Recupera mi dinero, por favor. – Te señala a ti, joven pirata. – Tú luces bastante fuerte, joven. Por favor, acaba con el traidor de mi amigo y recupera mi dinero. Él vive en la casa más grande del lado norte del pueblo.

-¿Yo que saco de todo esto? – Respondes mostrándote totalmente desinteresado. – No me interesa tu dinero tampoco, anciano. – Fijaste nuevamente la mirada en Akari. Tenía esa clara expresión que estaría dispuesta en ayudar al anciano sea como sea. Tú simplemente das un suspiro e intentas atar unos cuantos cavos. Logras atar uno que otro, pero aun te faltan piezas en el rompecabezas.

De seguro matar el tiempo vendría bien.

- Vale lo hare. – Dijiste dándote media vuelta para proseguir a caminar. - ¿Te llamas Akari, no? - Preguntas a la chica mientras sigues tu paso. -  Soy Alpha. Si quieres ayudarle, deberías venir conmigo.

Está solo quería ayudar al señor pues sentía que debía hacerlo aunque se quedó con inquietud al este decir que "acabarán" con el su ex mejor amigo- disculpe señor?...a qué se refiere con eso? Acabar en el sentido de entregar a las autoridades por robo verdad?..-dijo con un leve temblor en su voz, "acabar" podría significar muchas cosas malas que está no sería capaz de hacer, sentía escalofríos de solo pensarlo.

Luego el joven a su lado primero se negó y luego aceptó mira dolo fijamente, pues realmente lo iba a hacer? Aunque no podía dejar aquel señor así, había que devolver su dinero por lo que cuando el joven le pregunto sobre si la acompañaría miro al señor ante de irse - Le devolveremos su dinero, tranquilo -dijo antes de correr un poco para alcanzar y ponerse a su lado- entonces...si lo piensas ayudar? 

Dijo con una leve sonrisa mientras lo miraba, está caminaba a su alrededor mirándolo bien, su atuendo y la lanza que cargaba con el- me gusta tu atuendo, muy tradicional -sonrio, queria sacar un poco de conversación para que no haya un silencio incómodo.-

Te da mucha risa como ella aún era un poco ingenua con los que se refería a acabar con el enemigo. Tu realmente no tenías intención alguna de acabar con el mejor amigo de aquel sujeto, pero si tenías cierta sospecha de algo lo cual era lo que te tenia curioso con respecto a este asunto. Por suerte, Akari te sigue, joven pirata. Al parecer ha prestado atención a lo que le has dicho e intenta simpatizar contigo buscándote conversación, indicándote que le agrada mucho tu ropa, que le resulta bastante tradicional.

- Me resulto cómodo usar este tipo de atuendos.- Respondes con tranquilidad. – Tu atuendo no es muy tradicional de la isla ¿Eso quiere decir que eres extranjera? – Preguntas curioso. En todo momento no pierdes la vista del camino y te mantienes mirando a todos los sitios, como cual curioso niño que está conociendo un nuevo lugar. Cada detalle sobre la infraestructura del lugar te parece bastante curioso. Un estilo oriental con el cual no estabas del todo familiarizado pero si conocías por libros o historias contadas en bares y cantinas. Realmente era un aire bastante fresco para ti. Las personas parecían vivir su vida muy tranquilamente y tu dentro de ti sabias que eso ayudaba al ecosistema. Buena económica igual a piratas queriendo saquear a futuro. Piratas saqueando pueblos igual a más objetivos para ti.

Y eso era algo que te hacia muy feliz.

- No pretendo ayudar a nadie. – Respondes con tranquilidad. – Simplemente hay algo que no cuadra y deseo saciar mi curiosidad, es todo. – Luego de decir eso, miras con tranquilidad a Akari, mirándola directamente a los ojos. .– No está mal querer ayudar a las personas. Pero tienes que saber que no todo el mundo es lo que aparenta a primera vista. – Cuando dices eso último, das un suspiro, como si un recuerdo te llegase a la cabeza. – Yo Soy Alpha ¿Tu eres akari, no? Es un buen nombre ¿Significa algo en particular?

Una platica amena mientras llegan al lugar, nada mal.

Aquel chico a su lado le parecía interesante, extraño a decir verdad pero a la vez agradable, le gustaba conocer personas buenas por lo que no dudo en intentar establecer una conversación fluida con el- ya veo, realmente ve se cómodo su atuendo -sonrio mirándolo-  no soy extranjera, nací y crecí en esta isla solo que me gusta...mmm..como decirlo..usar algo nuevo, solo uso mi ropa tradicional cuando es algun evento -explico mientras caminaba, esta como algun tic sujeto su camison, de igual forma miraba por donde caminaba- vienes de turismo o por algún objetivo en mente?

Este comentó que no pretendía ayudar, se quedó callada y está solo siguió su camino ya que está si planeaba ayudar al señor- y que es lo que no le cuadra? -termino con un largo suspiro, lo siguiente dicho por el joven hizo que la chica se sintiera pequeña, pues sabía que no todo el mundo era buena persona pero no podría evitar ayudar a las personas que lo requerían, nunca había mentido y algunas veces varias personas le habían dicho  crédula por creer todo lo que las demas personas decían, haciendo que esta mirara a otro lado cuando el hizo contacto visual con ella, volvio a mirarle cuando este se presentó como Alpha un nombre bastante extraño para ella- Alpha? Suena raro -se río levemente- perdón...y si soy Akari significa "luz brillante" oh eso me ah dicho mi madre.

Después de eso siguieron caminando hasta llegar a la casa que había dicho el señor, está tomando la iniciativa tocó la puerta, escuchando pasos desde el interior de la casa aunque eran lentos por lo que tardo un poco llegar hasta la puerta- de dónde eres Alpha?

Una plática curiosa mientras ambos caminan rumbo al lugar. La verdad es que Akari parecía una persona común más que otra cosa. Simpática, a su manera. Risueña y bastante carismática. Empática también, puesto a que no ha dudado ni un segundo en ir a ayudar al hombre que ha pedido ayuda. La verdad es que no era algo que esperases de una persona común, que simplemente se enfoca en sus vidas diarias y solo algunos realmente estarían dispuestos a ayudar al prójimo sin mirase a sí mismos. Algo que solo haría cierto tipo de gente. Gente sin temor. Eso realmente te agradaba. Incluso si ella simplemente fuera una cobarde, hacía mucha falta tenerlos bien puestos para no dudar en momentos así.

Un cierto no sé qué, que le hace no temer a lo desconocido.

- No me cuadra el como si las personas han visto que él ha pedido ayuda, nadie aparte de ti haya querido ayudarle. – Dijiste mientras colocabas tus dedos de la mano derecha sobre tu barbilla. Acariciabas mientras pensabas con sumo cuidado el cómo se han dado las cosas. – Si realmente está en problemas ¿Por qué no le ayudan? – Ladeaste tu cabeza de un lado a otro buscando una respuesta clara. – Probablemente este mintiendo. – Dices no tan seguro, pero aun así querías confirmar las cosas por completo. Cuando ella te indica que tu nombre le parece raro, tú no haces nada más que sonreír. Realmente no te molestaba que ella pensara eso de tu nombre ya que cada pensamiento es único. Y la verdad es que lo primero y último que deseas es que todos piensen iguales.

Eso sería realmente aburrido.

-Alpha puede llegar a significar “el más dominante” o “el principio de todo”. Mi madre ha tenido bastante imaginación para ponerme un nombre como ese. – Al llegar al lugar. Una mansión bastante lujosa, Alpha no pudo evitar levantar una ceja por un momento. – Menos razones para robar. – Dijiste en voz alta. Akari no dudo ni un segundo y se propuso a tocar la puerta. Los pasos en el interior se escuchaban, pero eran bastante lentos. Tú por tú parte esperas con paciencia pero reaccionas a la preguntar de la dama. Le miras a los ojos por un segundo y sonríes traviesamente. – Grand Line. – La puerta se abre y ante ustedes ambos pueden ver a una ancianita. Bastante agradable. Una clásica vestimenta oriental con su respectivo kimono y moño cortó. Ella inclina su cabeza en señal de saludo y tu Alpha, no duda en hacer lo mismo.

-¿Si, jóvenes?- Pregunta la anciana con amabilidad.

- Disculpe la intromisión, mi señora. Mi nombre es Hunter. D Alpha. Esta señorita de mi lado es Akari. Hemos venido por qué ha ocurrido una extraña situación con un tal Sakamoto. Acusa al amo de esta casa se haberle robado su dinero y me ha pedido a mí que acabe con él.

- Otra vez… - Exclama la anciana llevando su mano a la mejilla mientras da un suspiro. – Lleva tiempo ya intentan acabar con el Amo.

- ¿Otra vez? – Ladeas la cabeza curiosa. – ¿Ya estos ha ocurrido?

- Si, joven. Pero sería más correcto que el amo le dijera el porqué de todo esto. Soy Tama, la encargada de mantener la casa en orden. Pasen, los llevare hasta la sala de invitados y le informare al amo de lo ocurrido.

Miras a Akari por un segundo y le indicas con una gente que te siga. Ya habían llegado al lugar y ya estabas por confirmar lo que realmente estaba ocurriendo. Tu corazonada no era incorrecta, joven pirata. Algo estaba mal.

¿Qué tan mal? Ya lo veras.

La lugar al que llegaron era bastante lujoso, esta había estado en esta parte la villa un par de veces admirando la belleza de las mansiones, tenía una ilusión de algún día tener una casa así y poder vivir tranquila con su familia. Volviendo a la actualidad después de que está tocará la puerta salió una señora mayor de edad con un kimono que le quedaba super bien- "tal vez yo igual de vez en cuando debería usar un kimono, se me vería bien!" -pensó la joven, reaccionó cuando la señora habló pero el joven se adelantó al presentarlos a los dos, está escuchó atentamente la conversación.

 Ahora después de escuchar lo ocurrido realmente se sentia como una tonta al haber querido ayudar a ese señor- tsk...-cuando la señora mes pidio que pasen fue detras del joven mientras su ira aumentaba hacia el señor que la habia engañado- hare pagar a ese señor por engañarme -susurro para si misma, suspiro y trato de calmarse nada resolvía ahora enojando se ahora que no estaba aquel señor por lo que se dedico a admirar la mansión por dentro, las grandes ventanas, cuadros que seguro valían millones, sirvientes en algunos lados haciendo sus labores, elegantes lamparas colgando del techo iluminando el lugar. 

La señora los guío hasta una oficina donde se encontraba un señor también bastante mayor, leyendo una hoja que poseía en sus manos, alzando la mirada cuando la señora Tama entro primero por la puerta y luego el par de jóvenes detrás de ella, está se posicionó alado de Alpha, su mirada estaba seria por descubrir tal engaño. 

Aquel lugar estaba con muchas estanterías pegadas a las paredes y con muchos libros, algunos está reconocía...eran de medicina aunque eso no era importante para el momento, la joven dió un paso al frente- me presento mi nombre es Akari y el nombre del chico a mi lado es Hunter D. Alpha, venimos aquí por qué hay un señor llamada Sakamato hizo una escena en medio carre pidiendo ayuda diciendo que usted le habia robado su dinero -sus manos sudaban un poco del nerviosismo que sentia pero tampoco queria darle mucho trabajo a su amigo por asi decirlo.