¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Diario] La Sumisión Real
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Día treinta y tres del verano del año setecientos veinticuatro.
 
El calor del día comenzaba a ceder, dando paso a una tarde templada que invitaba a la relajación en las calles de la isla. Mayura caminaba con la misma elegancia despreocupada que le caracterizaba, como si la agitación del día anterior no fuera más que un vago recuerdo. Mientras avanzaba entre los transeúntes, con una ligera sonrisa en los labios, algo peculiar captó su atención. Allí, a lo lejos, el pequeño pirata con presencia de imponente cazador que había conocido hace unos días en la taberna, Alpha, se destacaba entre la multitud. Era como si el destino le hubiera trazado un camino directo hacia él, provocando cierto nerviosismo en el elegante pavo real del océano, pues lo primero que pudo recordar fue la mordida en su labio y toda la mezcla de sentimientos que sintió a lo largo de la noche.
 
No obstante, no le tardó más de un instante el recapacitar y volver a su usual aire de seguridad; tenían un tema pendiente y el destino había decidido que era hora de tratarlo. Mayura no dudó en acercarse, dejando que su presencia fuera anunciada por el eco suave de sus firmes pasos en las calles empedradas. — Alpha... — llamó con esa voz melódica y seductora que solía emplear, aunque esta vez con un toque de familiaridad. — El destino parece empeñado en cruzar nuestros caminos más veces de las que habría esperado. ¿Te sorprendí, o acaso también lo estabas esperando? — Añadió, esbozando una media sonrisa cargada de intenciones.
 
La brisa de la tarde agitó ligeramente su túnica, dándole un toque dramático a su aparición. Era claro que, aunque el encuentro parecía casual, Mayura nunca dejaba de disfrutar de un buen juego de palabras o de la oportunidad de ver cómo reaccionaba Alpha ante su inesperada reaparición. Su mirada, siempre observadora, se clavó en el cazador, buscando algún indicio de cómo seguiría esta historia que había quedado en pausa tras su última conversación.
 
Por cierto... — continuó, sin darle tiempo a Alpha de responder inmediatamente. — Espero que esta vez podamos definir lo nuestro. No habrá interrupciones. — Hizo una pequeña pausa, divertida, mientras su mirada escrutaba a Alpha con detenimiento. El tono, aunque juguetón, estaba cargado de la misma curiosidad que le había mantenido intrigado desde el primer encuentro.
 
A pesar de la ligereza de su tono, había algo en su postura y sus palabras que indicaba que no se trataba solo de una simple coincidencia. Era como si Mayura, en su infinita necesidad de desentrañar los secretos de quienes le rodeaban, no estuviera dispuesto a dejar pasar la oportunidad de retomar la conversación que habían dejado pendiente.

Personaje

inventario
#1
Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
La tranquilidad de tu día es acogedor para ti, joven pirata. Simplemente te dispones a caminar sin rumbo mientras vas detallando cualquier cosa nueva que te pueda llamar la atención.  Alguna que otra cosa te pasa por la mente, ya que pronto tendría que partir de la isla y dirigirse a otra simplemente a realizar un pequeño trabajo de exploración.  Más que nada, era el hecho de querer variar un poco los aires. Estabas pensado en que hacer al llegar al siguiente lugar. Te tomas tu tiempo y con mucho cuidado, sacas tu petaca de café del kimono y te dispones a beber un poco. Pero antes de que te dieras cuenta, fuiste interrumpido por una voz más que familiar. Una voz cuyo dueño claramente te había dejado con un sabor agridulce con anterioridad.

Pero esta vez, su aura era diferente.

- Me gustaría decirte que me has sorprendido. Pero no suelo ser de los que se sorprenden fácil. – Respondes con total tranquilidad y con una gran sonrisa en el rostro. Portabas tu fiel confiable lanza en tu hombro y claramente estabas totalmente abierto a cualquier cosa que él tuviese que decir. Por su lenguaje corporal, puedes sospechar alguna cosa. Pero a final de cuentas es simplemente especulación tuya lo que pueda pasar a partir de este punto. – Pues... tú eres el que te has ido de un momento a otro ya que tenías que pensar cosas. Algo que bastante valido. – Mientras piensas un poco, comienzas a descubrir la parte superior del kimono, quedando totalmente al descubierto de cintura para arriba.  – Aunque si mi instinto no me engaña y como ambos no mentimos. Tengo que demostrar que estoy capacitado ¿Verdad? – Tu sonrisa se dibuja un poco más en tu rostro y claramente te muestras más animado. La única diferencia en este encuentro y el anterior, es que él se encontraba armado. Claramente si quisiera platicar, no tendría sus armas a la vista pero, este caso sería diferente.

- La marina esta bastante lejos y no creo que a la gente del pueblo le importe que tengamos un duelo para… definir lo nuestro. ¡Zehaha…! – Tu miras a Mayura ahora como una presa. Alguien a quien derrotar para darle a entender por qué eras uno de los peligros. Tu objetivo era reclutar a final de cuentas.

Así que hagamos que este reclutamiento sea interesante.

Personaje


Inventario
#2
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Mayura sonrió al escuchar la voz de Alpha, manteniendo su postura elegante mientras lo observaba con interés. La forma en que Alpha lo miraba, con esa chispa de desafío y la evidente confianza en su habilidad, despertaba múltiples emociones en el Pavo Real del Océano. Después de todo, él no era de los que retrocedían ante un reto, y menos cuando el oponente mostraba tal determinación.
 
Me halaga, querido Alpha, que pienses que soy digno de un duelo. — comentó Mayura, dejando que una sonrisa traviesa se dibujara en sus labios para luego lamerlos como si saboreaba cada segundo del momento. — Tu instinto no anda tan lejos de la realidad. — Su tono era calmado, seductor, y en sus palabras se notaba el matiz de diversión que encontraba en esa situación. La tensión en el aire no era solo de rivalidad; para el elegante pirata, era la anticipación de un juego donde cada movimiento contaba era un éxtasis total.
 
"¡Ay pero que fisico! Sin duda este sujeto es especial, actúa como todo un cazador y me quiere convertir en su presa... no es una mala idea." Pensó al ver cómo Alpha se despojó de la parte superior de su kimono, dejando al descubierto su torso, no pudo controlarse y arqueó una ceja, disfrutando del despliegue de seguridad y poder que su oponente ofrecía. Sin embargo, su propio lenguaje corporal se mantuvo relajado y en control, como si la situación fuera tan suya como el propio aire que respiraba. No cabía duda, Alpha había utilizado un sucio truco sin siquiera saberlo, y Mayura no podía permitirse ceder a ello.
 
Así que... definir lo nuestro con un duelo, ¿eh? — Mayura entrecerró los ojos, permitiéndose un instante para deslizar su mano derecha hacia la empuñadura de una de sus katanas, no en un gesto agresivo, sino como si solo estuviera comprobando que seguía en su lugar, firme y lista. — Me agrada tu enfoque. Después de todo, un duelo bien puede decir más que mil palabras, ¿no es así? — continuó con un tono burlón y una mirada picara. — Si quieres reclamarme como tuyo aquí me tienes… querido. —  Dio un paso hacia adelante, sus movimientos fluidos y calculados, dejando que sus pies apenas rozaran el suelo de forma intencionada.
 
La mirada de Mayura era desafiante, pero en ella también había un toque de fascinación hacia Alpha. — Pero dime, querido Alpha, ¿estás seguro de que sabes en lo que te estás metiendo? — comentó, su voz melodiosa como un susurro antes de que se transformara en una risa suave y seductora. — No suelo ser alguien fácil de conquistar, mucho menos de ser reclamado. — Mayura mantuvo la mirada fija en Alpha, disfrutando del momento de tensión previa.
 
Muy bien querido, acepto tu propuesta. Es difícil negarse cuando ya empezaste a quitarte la ropa. — murmuró con voz melódica mientras desenvainaba ambas katanas, sosteniéndolas en una postura que reflejaba tanto elegancia como preparación. — Pero no te equivoques. Este duelo no será solo una prueba de fuerza... si quieres reclamarme debes demostrar tu voluntad. — añadió con una sonrisa traviesa, como si el combate fuera otro de sus exquisitos juegos.
#3
Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
Ladeas la cabeza de un lado a otro mientras le escuchas con total calma. Realmente sentías que el té estaba subestimando. Algo que su tono de voz te indicaba que realmente él no te estaba tomando del todo enserio. Que todo trataba de un juego y que simplemente tú estabas simplemente jugando a su juego. Bastante lejos de la realidad. Porque si muy bien el té llamaba la atención y te tenia intrigado con su potencial, aun sentías que él no se estaba tomando las cosa como se requería. Puesto que tu reacción antes sus últimas palabras no fue una de desagrado, pero tú cara demostraba muchas cosas. Con tan solo levantar tu ceja izquierda dabas a entender muchas cosas.

- Creo que el que se está equivocando eres tú. – Comienzas a respirar profundamente. Poco a poco, los músculos de tus brazos se comienzan a marcar mucho más. Las venas de estos se hacen presentes y latentes. Estas respirando de tal manera, que logras activar tus músculos haciendo que estés se activaran aún más. Tu mirada ya se torna un poco más sombría y letal. Ya no eras el chico amable con quien pasar el rato. Eres uno de los capitanes pirata de los cuatro peligros, Hunter D. Alpha. Y sientes profundamente que Mayura Pavone ha cometido un error garrafal en dudar que tu tengas la voluntad de superar lo que sea.

Incluyéndolo a él.

- ¿Tú tienes la voluntad de luchar por tu vida? – Das un paso adelante. – ¿O acaso dejaras este mundo sin dejar tu huella en él? – Con ambas manos tomas la lanza preparándote para atacar. – Veamos si tu voluntad es tan alta como para lograr eso. No me decepciones… Mayura. – Sin pensarlo mucho lanzas dos feroces estocadas hacia adelante apuntando directamente hacia si abdomen. La gente de alrededor comenzaba a aglomerarse para ver de qué se trataba esta contienda. Era curioso como algunos de los locales les encantaban el chisme. Pero después de todo, Alpha no se habría tomado bien del todo que le mencionaran lo de la voluntad. La voluntad es mucho más que simplemente tenerla. Él tenía mucha voluntad, después de todo. Había sacrificado horas de vida para lograr tener un gran crecimiento. Tener la voluntad de seguir incluso después de haber sido apuñalado y cortado más de una vez en combate. ¿Voluntad? Alpha tenía mucha.

Y eso… era algo que está dispuesto a demostrar.

Cositas
#4
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Mayura observó la transformación de Alpha con una mezcla de admiración y cautela. La intensidad en los ojos de su oponente y la manera en que sus músculos se tensaban reflejaban una voluntad de acero. Sin embargo, el Pavo Real del Océano no era de los que se dejaban intimidar fácilmente. La palabra "voluntad" flotaba en su mente, resonando con un eco desafiante mientras se preparaba para el ataque.
 
Cuando Alpha lanzó sus estocadas, Mayura reaccionó con precisión y rapidez, utilizando ambas katanas para desviar los ataques. Sin embargo, la velocidad y fuerza de Alpha eran mayores de lo que había anticipado. La primera estocada rozó su pierna izquierda, dejándole un corte superficial que hizo que Mayura apretara los dientes. La segunda estocada alcanzó su costado derecho, apenas perforando la tela de su kimono y dejándole un corte superficial en la piel. Aunque ambos cortes, se vieran superficiales el elegante pirata pudo sentir el verdadero daño causado, utilizándolo como combustible para usar todos sus trucos y no dejarse doblegar tan fácil de su interesante contrincante.
 
Aprovechando el impulso generado por los choques con su oponente, Mayura fingió que sus katanas estaban a punto de caer de sus manos, creando una ilusión de vulnerabilidad. Sin embargo, en tan solo un instante, lanzó un ataque preciso hacia las extremidades de Alpha, buscando desarmarlo o al menos hacer que su agarre en la lanza se debilitara. Su intención era clara: mostrarle que la verdadera fuerza no residía solo en la brutalidad, sino en la estrategia, elegancia y el control.
Truco de Manos
SPL101
ESPECIALISTA
Utilidad Activa
Tier 1
10/10/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
El usuario como buen experto que es en el manejo de todo tipo de armas tiene una buena agilidad con sus manos lo cual le permite realizar algunos pequeños trucos a la hora de atacar que crearan una distracción con algún ataque falso, o fingiendo perder su arma, con el fin de que el enemigo tenga dificultades para eludir la siguiente ofensiva inmediata del usuario viendo sus [Reflejos] reducidos.
-5 [Reflejos]

Impacto Ratero
DIL301
DILETANTE
Ofensiva Activa
Tier 3
23/10/2024
39
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Empuñando su arma el usuario buscará siempre golpear a los puntos clave de la fisonomía de sus adversarios con el fin de que deban soltar sus armas provocando un [Desarme] y se queden indefensos durante la batalla, su buena habilidad y manejo le permiten impactar en un instante a todas las extremidades que porten un arma casi simultáneamente.
Golpe Básico + [FUEx2,5] de Daño a Determinar


 
Acto seguido, con fluidez y elegancia, Mayura lanzó una estocada simultánea hacia las piernas de Alpha, apuntando a inmovilizarlo o al menos restarle movilidad sin causar un daño grave. Tras completar su ataque, dio un elegante salto hacia atrás, colocando unos metros de distancia entre ellos. Su respiración se mantenía estable, y aunque las heridas que había recibido ardían como la pasión y el éxtasis que sentía en el momento, su expresión seguía siendo tranquila y su mirada intensa.
Cuchillada
ESP201
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 2
12/10/2024
33
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Una estocada que el usuario realiza al mismo tiempo que realiza en un solo paso un [Dash] de hasta 8 metros en los que busca ensartar a todo lo que encuentre a su paso con la punta de su arma, llevando consigo a su víctima con un [Empuje] en caso de conectar hasta el final del recorrido del Dash.
Golpe Basico + [FUEx2,2] de [Daño perforante]


 
La voluntad es, sin duda, algo admirable, querido Alpha… — dijo Mayura, con una sonrisa suave mientras se limpiaba la sangre de la comisura de sus labios con el dorso de la mano. — Pero la verdadera voluntad no se limita a enfrentar golpes y derramar sangre. La voluntad es un arte, un acto de elegancia, incluso en el caos del combate.
 
Aprovechando el breve respiro que había creado entre ambos, sus ojos grises se clavaron en Alpha con un interés renovado. — Ahora dime, ¿qué haces tú con esa voluntad tan formidable? — preguntó con un tono melódico y provocador, como si buscara ver cuánto más estaba dispuesto a mostrarle su oponente. — Después de todo, no sería un verdadero duelo si no aprovechamos cada segundo para entender quiénes somos… ¿no crees? — su tono nuevamente seductor y coqueto se intensificaba con cada palabra, ya no podía ocultarlo, su emoción, éxtasis, intriga y sentimientos hacia el pequeño joven se intensificaban con cada choque metálico que resonaba, con cada golpe que intercambiaban o con cada palabra que invadía el ambiente.

Desde que todo había empezado, el Pavo Real del Océano se volvió ajeno a sus alrededores, no le era importante nada que no fuera su oponente y el campo de batalla. Era espectacular aquella obra de teatro que estaban realizando, y estaba dispuesto a dar lo mejor de si mismo y conocer la voluntad de Alpha. Después de todo, chocar armas y combatir era la mejor manera de aprender sobre alguien, su naturaleza, sus ambiciones, pero sobre todo de su voluntad para perseguir los sueños.

pasivas


calculos


stats
#5
Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
Ha vivido, Alpha. Ha vivido y ha soportado tu primera arremetida. No ha caído como el resto de oponentes que han caído como moscas al solo recibir una pequeña muestra de tu fuerza. Ha bloqueado como ha podido y se ha puesto en guardia nuevamente. Si… eso te ha hecho cambiar de humor drásticamente. Ahora pasa de estar de mal humor a sonreír. Ya que sin duda alguna esta pequeña promesa pirata que esta frente de ti, ha demostrado tener mucho potencial. – Definitivamente… a mis hermanos le gustaría tener tus habilidades para nosotros. – Dices claro y conciso. Mostrando aún más interés en Mayura quien te habla con ese aire seductor y carismático de siempre. Sin importar que claramente está en una desventaja bélica total. El sigue siendo el mismo. Eso te agrada mucho más. Esa elegancia y esa clase. De seguro que se llevara muy bien con el hermano Derian.

Luego, viene la arremetida de Mayura, Alpha. Primero observas como aparentemente su arma se le cae. Esto te confunde un poco y ladeas un poco la cabeza hacia un costado. Pero en un rápido movimiento de su parte, vez como toma nuevamente su espada y se landa contar ti. Tú simplemente sonríes nuevamente ante su ataque. Tomas tu lanza sujetándola con fuerza y con la parte plana del filo de esta, bloqueas fuertemente para disminuir el impacto que esta pudiera propinar sobre ti. Su golpe no era para nada débil. Pero aun así, to bloqueo no fue del todo malo, lograste mitigar una gran cantidad de año del arma y al momento que este te atino con el corte, fue algo más superficial que otra cosa. Pero aun así, no podías evitar sonreír mucho más.

En cuanto a si segundo ataque, tu cómo pudiste atravesaste la base de tu lanza para bloquear el ataque. Nuevamente fue un bloque bastante torpe, pero aun así el suficiente para que este no te hiciera un daño lo suficientemente molesto como para verte perjudicado. Bueno, era genial que tu cuerpo tuviera la suficiente resistencia para amortiguar cierta cantidad de año. Digamos que tu entrenamiento no ha sido en vano. Pero aun así, observas como Mayura da un gran salto hacia detrás. Comienza a hablar y preguntarte cosas. Tu solo le observas mientras sonríes y en un momento a otro, comienzas a relamerte los labios. Tú no eras como el hermano Derian que tenías un ser lleno de maldad oculto dentro de ti amarrado. Tu… eres diferente. Has abrazado tu naturaleza animal desde siempre y en todo momento. Y este no sería un caso diferente. 

Te lanzas hacia mayura sin dudarlo ni un momento y sin dar una respuesta a sus preguntas. Un simple salto frontal sería suficiente. Sí. Colocas tu lanza en posición vertical y apuntas a su cuello. Y con la fuerza y el peso de todo tu ser, le presionas con la intención de quedar sobre él sentado a la altura de su estomago, presionando la madera de tu lanza en contra de su cuello, provocando un estado de agarre.

-¿Que que pretendo hacer con tanta voluntad? – Preguntas. Mientras muestras una clara expresión de placer y goso por disfrutar de la batalla. – ¿Acaso no lo sientes ya, Mayura? – Presionas un poco más con fuerza contra su cuello. – Pretendo reclamarte… domarte… domesticarte… - Tus ojos se llenan de brillos mientra le miras a los ojos. – Hacerte mío de mil maneras. Que grites mi nombre y hacerte gemir una y otra vez. Utilizar tu poder para que me ayudes a mí y a mis hermanos a ser las criaturas más libres. Te quiero para nosotros… quiero que seas libre, Mayura. Pero para eso te tengo que demostrarte de que estoy hecho.


Cositas
#6
Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
Improbable, la única palabra que podía llegar a la cabeza del elegante pirata tras ver como su bella obra maestra había sido interrumpida por su acompañante. Era imposible que su actitud no cambiara al ver como la ejecución de su preciada combinación de pasos elegantes y precisos no había sido suficiente para frenar a la bestia que enfrentaba. Así fue como, todo el éxtasis, disfrute y satisfaccion del pavo real del océano se vio convertida en frustración, su mente se quedo en blanco por un instante, y es que ese simple instante le brindó la ventaja a su oponente para lanzarse como lo hizo, de manera exitosa y sin ningún tipo de oposición, mentalmente Mayura había perdido, pues hasta ese día sus movimientos en combate siempre neutralizaban a sus oponentes a la primera.
 
Mayura se encontró en una posición inesperada, atrapado bajo la inmensa fuerza de Alpha, con la lanza presionando contra su cuello. La respiración se le cortaba, y la amenaza en los ojos de su oponente se mezclaba con un deseo primitivo y posesivo que era imposible ignorar, eran sentimientos tan intensos que lograron despertar el deseo más primitivo del elegante pirata, trayéndolo de regreso a la realidad. Así es, el Pavo Real del Océano recordó lo que era y por qué no iba a ceder tan fácilmente, al menos no sin dejar en claro que su espíritu era tan indomable como sus palabras.
 
A pesar de la presión, Mayura dejó escapar una risa suave, casi burlona, como si la situación en la que se encontraba no era lo que pareciera a simple vista. Sus ojos grises, ahora afilados y centelleantes, se fijaron en los de Alpha, sin mostrar ni un atisbo de miedo, el pavo disfrutaba lo que estaba pasando y es probable que quien le ahorcaba lo pudiera sentir por la posición que tenía. — Ah, Alpha, querido, veo que eres un hombre de ambición y deseo… si solo querías estar sobre mí, debiste pedirlo antes… ¿Lo sientes no? Compartimos el mismo deseo. — Sus palabras eran apenas un murmullo, pero lo suficientemente audibles y cargadas de emociones como pasión y satisfacción como para dejar claro que no iba a someterse tan fácilmente a los caprichos de su adversario.
 
Con un esfuerzo controlado, Mayura intentó aflojar el agarre en su cuello, sus dedos rozando la madera de la lanza mientras mantenía su mirada fija en Alpha, sin apartarse ni un centímetro. — ¿Domarme? ¿Hacerme tuyo? — Repitió, saboreando cada palabra como si fueran notas en una sinfonía de sarcasmo. — No es la primera vez que alguien intenta encadenar a este pavo real… y sé que no serás el último en intentarlo. — Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran, antes de lanzar una sonrisa irónica. — Pero dime, ¿qué diversión habría en domesticar a alguien como yo, cuando sabes perfectamente que mi naturaleza es tan libre como tu deseo por la fuerza? — sus palabras ya sonaban cortantes por el ahorcamiento, mas eso no cambiaba el tono y la carga de estas.
 
Sin esperar una respuesta, Mayura utilizó la poca movilidad que le quedaba para con movimientos difíciles, acomodar la posición de Alpha y que este pudiera sentir lo que su intento de neutralización causaba en el pavo, con suerte la sorpresa sería suficiente para desestabilizarlo y tomar el control total del agarre. — Si de verdad deseas conocerme… si de verdad crees que puedes controlar esta… fiera, — dijo, con una mezcla de desafío y picardía — tendrás que esforzarte mucho más. Porque yo, querido Alpha, no me entrego a nadie sin luchar hasta que caiga la última pluma. — Al decir esto, sus manos se moverían discretamente hacia las caderas de Alpha, buscando no lastimarle más si apretarle lo suficiente para poder disfrutar y sentir la imponente fuerza que a pesar de su tamaño, yacía sobre el de la manera más curiosa posible. La sonrisa en su rostro, aún con la presión de la lanza, dejaba claro que, aunque estaba en desventaja, su espíritu y personalidad le permitían disfrutar de la situación.
 
Así que, si piensas hacerme tuyo, Alpha, deberás lidiar con todo lo que tengo. — Su voz era un susurro, pero cada palabra cargada de una mezcla de desafío y provocación que solo el Pavo Real del Océano podría manifestar en una situación tan comprometida.

off
#7


Salto de foro:


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