Alguien dijo una vez...
Donquixote Doflamingo
¿Los piratas son malos? ¿Los marines son los buenos? ¡Estos términos han cambiado siempre a lo largo de la historia! ¡Los niños que nunca han visto la paz y los niños que nunca han visto la guerra tienen valores diferentes! ¡Los que están en la cima determinan lo que está bien y lo que está mal! ¡Este lugar es un terreno neutral! ¿Dicen que la Justicia prevalecerá? ¡Por supuesto que lo hará! ¡Gane quién gane esta guerra se convertirá en la Justicia!
[Común] ¿Un nuevo gremio de cazadores?
Illyasbabel
cuervo de tiburón
La compañía Mercenaria

31 Verano
A primera hora de la mañana, el barco llegaba a las costas de Tequila Wolf, un barco repleto de tesoros de la familia Blackmore, custodiado por tres resilientes cazadores, que luego de un viaje un tanto vertiginoso, llegaban a su destino sanos y salvos. Al finalizar la entrega segura de la embarcación y la consecuente paga por sus servicios, el trío de caballeros, se reunía en el puerto más cercano. Una vez allí, solo quedaría descansar y recuperarse para los días siguientes.
 
- iuff.... ¡por fin! - Suspiró, alegrándose de terminar con la custodia del tesoro. - deberíamos comer algo... ¿Qué dicen? - preguntó a sus dos compañeros. En esta ocasión Illyas parecía el espíritu alegre del grupo, horas atrás se había percatado del dolor de su compañero ante la perdida del cuarto cazador, que no logró superar la misión. Aunque el viejo cuervo no lo conocía, el joven Shy parecía tener un vínculo con él, no quiso molestarlo, pero como viejo simpático que es, intentó distraerlo de sus pensamientos de tristeza. En cambio, el fortachón Yoshiro, siempre con su carácter noble y responsable, parecía llevar la marcha de sus siguientes pasos, o al menos así lo veía Illyasbabel, que no dudó en seguirlo a donde fuera. 
   
 La idea de formar un gremio resultaba tentador para el viejo cuervo, que llegado a esta edad, le venía muy bien algo de compañía juvenil. Aunque en un principio subestimó al joven pelirrojo, bastaron dos encuentros para reconocerlo como líder nato, y más luego de la batalla que había acontecido el día anterior, sin dudas era un sujeto con grandes capacidades. A diferencia de Shy, que parecía un sujeto sumamente introvertido y con cara de pocos amigos, aunque esto fuera o no así, la perspectiva del viejo se adaptaba a la realidad, Shy lo había salvado en un momento de crisis, por lo que estaba en deuda con él. Poco a poco, el viejo Illya, intentaría simpatizar con el joven para que entre en confianza con él, aunque claro, la imagen de Illyasbabel no era la más bonita de todas, a simple vista un viejo alado y borracho, por lo que decidió hacer un esfuerzo en agradarle, con algún simple gesto, una sonrisa, un apoyo, una conversación, nada que lo irritase pero que si demostrara su agradecimiento. - ¿Conocen algún resto-bar de la zona? ¡¡Yo invito!! caballeros, es lo menos que puedo hacer! he! he! - exclamó.
#1
Shy
"Shy"
El cielo no podía estar más encapotado. El sol estival había desaparecido tras las grises nubes, sin indicación de si volvería a dejarse ver en algún momento o no. Shy suspiró. Aquel clima reflejaba a la perfección la situación. Hyun no volvería, desde luego. Observó desde el rabillo del ojo a los marineros desembarcar su cadáver, que reconoció por su particular calzado, y apilarlo junto al resto. Probablemente acabaría en una fosa común, sin ninguna alusión a su nombre o a su oficio o a su buen talante. Nadie tenía lo que se merecía, al parecer. Shy bajó la cabeza con pesadumbre, antes de volver con sus dos compañeros.
Allí se hallaban, charlando sobre comida o alguna vulgaridad similar. Alegremente. Shy había empezado a odiar las risillas de Illyasbabel, que tan a menudo acompañaban su discurso. Sabía que el veterano no tenía mala intención ni nada que se le parecería -de hecho lo consideraba hasta amable-, pero aquella actitud despreocupada le había tocado la moral. Con buen pie empezaba aquella asociación, albergando resentimiento por un compañero que no hacía más que ser él mismo. Intentó aliviarse con otra tanda de suspiros, si bien aquello no conseguía ni por asomo exorcizar el estrés y la melancolía de su delgado cuerpo.
Se acercó a ellos. Al fin y al cabo, no conocía Tequila Wolf, y perderse habría sido una vergonzosa ocurrencia. Tragó saliva y apretó los puños. Si quería aguantar toda aquella diatriba de restaurantes, celebraciones y dinero, tendría que armarse de paciencia. Shy podía enorgullecerse de tener bastante de esta cualidad, sin embargo... Le molestaba la poca consideración que mostraban por Hyun.
-Lo que queráis -rezongó Shy, gesticulando con desgana. 
Que decidieran ellos. Pese a haberlo sido durante mucho tiempo de su vida, hoy no tenía ni ganas de ser quisquilloso con la comida. Lo único que empezaba a echar de menos era un lecho en tierra firme. Dormir algo más, por difícil que fuera. Incluso si lo conseguía, aquello no era un antídoto para su melancolía. Solo un aplazamiento. El sufrimiento siempre le acompañaba, de una forma u otra. Y seguramente ahora empezaría a sufrir a sus compañeros, con sus batallitas y sus ambiciones para la agrupación mercenaria.
#2
Yoshi
Yoshi
Tras llegar a Tequila Wolf, los cazadores entregaron el cargamento a los Blackmore para recibir la recompensa correspondiente, pero con los cuerpos de Drustan y la mujer que luchó con Illyasbel podían obtener un poco más si se lo daban a la Marina. Por suerte, cuando llegaron la Marina ya los estaba esperando, habían sido contratados por los Blackmore como seguridad y para encerrar a los que Cazadores si intentaban traicionarlos.

En fin, un teniente de la Marina se encargó de pagarle a los Cazadores por los cuerpos Piratas así que ahora eran libres de ir a algún otro lado, Illyasbel por ejemplo deseaba comer mientras que Shy parecía estar con la mente en otro lado, Yoshiro no lo culpaba, había perdido a un amigo (o quizás algo más cercano) y ahora su cuerpo sería desechado posiblemente, no se podía entregar a algún familiar y la verdad es que los Cazadores no harían nada con un cuerpo en esta isla desconocida para ellos.

Creo que lo mejor sería que vayan a un hospital, tienen heridas serias y hemos dormido poco-sugirió el muchacho mientras veía a Shy acercarse con mala gana entre suspiros, parecía resignado a quedarse junto a ellos por alguna razón.

Shy, sé que la perdida de Hyun debe ser un golpe fuerte, peor que un balde de agua helada y más amargo que cualquier limón. Pero tú amigo murió con la intención de protegerte, así que agradecelo y sigue adelante-habló con firmeza, no como un regaño, sino como alguien que conocía su situación y había aprendido a vivir con ello.

El muchacho no conocía el lugar tampoco, así que desconocía donde estaban los restaurantes o hospitales pero poseía buena capacidad de Orientación y un buen Sentido del olfato por lo que guiaría a sus compañeros a un puestito de Nuggets de pollo para que pudieran recuperar algo de energía y preguntar indicaciones para el hospital.
#3
Illyasbabel
cuervo de tiburón
Aunque el viejo Illya se hacía el " duro ", era evidente que también llevaba consigo el dolor de sus heridas, notable en su rengo andar, aunque quisiera ocultarlo, Yoshiro leyó claramente su malestar. - Estoy de acuerdo he he - respondió, un tanto avergonzado, mientras seguía la marcha de su compañero. Aunque sus heridas eran ciertamente bastante graves, el rugido de su estomago era aún peor. Habían pasado horas desde aquel ultimo sándwich, por lo que un poco de comida le vendría de maravilla para recomponerse. - Te sigo - respondió. En cosa de minutos se alejaron de las multitudes portuarias hasta dar con lo que sería el ingreso a la ciudad.

 El clima parecía acompañar el pesar de Shy, que lejos de simpatizar con el viejo, mantenía prudencial distancia. Decidió no molestarlo, al fin y al cabo, todos estaban cansados, Illyasbabel no había dormido nada desde el día anterior, aunque fuera resistente, también anhelaba un sitio donde descansar. 

 La marcha continuó hasta que por fin dieron con un sitio que parecía cumplir con sus necesidades. A pocos metros de distancia, un pequeño motel con restaurante incluido. - Vaya, haz dado justo en el clavo - mencionó a Yoshiro, refiriéndose a su gran habilidad para orientarse. - Supongo que ese sitio nos será de utilidad para pasar el día - Dijo, señalando el ingreso al motel, apodado con el nombre " La posada del pulpo ".

 Parecía el sitio indicado para buscar referencias y de paso alimentarse un poco. - Puedo aguantar un poco más, no se preocupen, luego del almuerzo iré a la salita médica - mencionó a sus compañeros, no quería preocuparlos, era parte de su tenaz personalidad como viejo audaz y desconsiderado con sigo mismo. Antes de ingresar al motel, se detuvo en la entrada para armar un cigarrillo y pitar de él. Había notado que el joven Yoshiro detestaba el humo, por lo que decidió fumar afuera para no molestar a sus compañeros. - Ahora entró, no me esperen - dijo, mientras pitaba su cigarro. Mientras fumaba se detuvo unos momentos a observar el entorno, en general poco movimiento, más que algunas personas circulando por la zona, estaba todo tranquilo. Tenía la costumbre de estar alerta, siempre cerciorándose de que no le estuviesen siguiendo o observando. Una costumbre afín al cazador experimentado, que luego de años de hazañas, había conseguido el rencor de varios piratas, no estaba de más echar un ojo de vez en cuando para evitar trampas o sorpresas inesperadas.
#4
Shy
"Shy"
A Shy le sentó como un tiro que Yoshiro le espetase aquello. Lo cual tenía su mérito, porque hacía pocas horas había recibido un poderoso lanzazo contra su torso. ¿Y qué coño sabrá el tío este de cómo me siento?, pensaba. Métete tus estúpidos símiles por el culo, no tengo intención de aguantarlos y mucho menos de dejarme disciplinar por alguien como tú. ¡Capullo! En lugar de decir aquello, claro, se limitó a fruncir el ceño y desviar la mirada. Primeramente, porque tener al cuarentón de Illyasbabel como mediador podía ser una tortura incluso peor que aquella sarta de paternalistas lecciones de Yoshiro -quien, además, era mucho menor que él-. Pero, además, porque había visto que aquel gyojin era un luchador formidable y podía darle una hostia que le mandase de vuelta a Loguetown. 

 Así pues, emprendió en silencio el camino a aquel puestecito que había señalado, renqueando por la debilidad que le provocaba aquella herida. Nuggets de pollo... A la mierda mi vegetarianismo, supongo. Resultaba ser un anexo a un edificio residencial en el que podrían descansar. Bien. Lo de poder echar una cabezada en tierra firme estaba más cerca que nunca, desde luego. Esperaba no tener que verse en el mar otra vez, al menos, en un tiempo. ¿Habría mucho trabajo en Tequila Wolf? En caso contrario, ¿tendría el valor de darle la espalda a este nefasto trabajo y usar el dinero que había ganado para, como se había dicho tantas veces, abrir una mercería y vivir en paz? No sabía la respuesta a la primera pregunta, pero sí que estaba seguro de su segunda contestación. ¿Y por qué lo hago?, se decía.

Illyasbabel se quedó fumando en la puerta, momento que Shy aprovechó para hacer mutis por el foro y separarse del gyojin pelirrojo, lo que aliviaría sus inmensas ganas de convertirlo en un erizo de mar a base de aguijonazos. Con pasos rápidos, ingresó en la cantina. Cuanto antes comiera, antes podría dar la excusa de que se iba a dormir. Es más, si se apresuraba, podría comer completamente a solas. Recordaba sus tiempos en la Marina, cuando muy de vez en cuando conseguía una mesa para él solo en la cafetería. Pocos placeres había como los de poder almorzar sin una panda de ruidosos gilipollas alrededor, mirando por la ventana.

-Ensalada, por favor -pidió con voz atona, rezando por que en ese lugar hubiera disponible una opción nutricional para él. 

Miró en todas direcciones antes de suspirar. Como no fuera por parte de aquellos nuggets de pollo demasiado fritos o por los que estaban demasiado crudos, no cabía esperar ninguna ofensiva. De maravilla.
#5
Yoshi
Yoshi
Yoshiro intentó darle algunas palabras de motivación a Shy para que superara su perdida y pudiera continuar su vida, pero aquel sujeto fue incapaz de decir algo, solo se limitó a enojarse y desviar la mirada como un niño malcriado incapaz de aceptar un consejo.

Jum...-Yoshiro también frunció el rostro, no le molestaba que a Shy le disgustara su comentario, eso podía llegar a respetarlo pero  para eso necesitaba oír su punto de vista, si solo se callaba y enfadaba dejaba en claro su naturaleza como ancla.

Ok, comamos primero y luego médico-si Illyasbel decía que podía aguantar sus heridas un poco más, Yoshiro no sería quien para decir lo contrario, cada persona conocía sus límites y cuando lo vió luchar contra Yui dejó en claro que conocía cuando llegaba a tal límite y cuando no.

Te esperamos dentro entonces-Yoshiro no comprendía cual era el gusto de fumar, con las heridas de Illyas algo tan simple como respirar profundo sonaba a un dolor bastante fuerte para cualquiera pero nuevamente, Yoshiro confiaba en que el viejito sabía lo que hacía consigo mismo.

El muchacho caminó detrás de Shy que parecía apurado por llegar al comedor del hotel, debía tener bastante hambre, no lo culpaba, él tambien mataría por un pedazo de cordero (o en este caso una buena pechuga de pollo) pero el pedido de Shy sería... ¿Vegano? Pues al parecer su cuerpo delgado era producto de su alimentación sin carne-¿Vegetariano? Una amiga tampoco come carne. Aunque aveces come pollo o pescado-buscó empezar una conversación para intentar mantener el buen trato que tenían el día de ayer.

Mira, Shy. No nos conocemos un pepino y no estamos obligados a ser amigos ni nada. Pero también eres un cazarrecompensas y me sería útil contar contigo para lo que tengo en mente-Yoshiro sonrió y chocó su puño diestro con la palma de su zurda-Supongo que quieres vengar a Hyun ¿No? Solo no podrás y sin ti, yo tampoco-el idiota de la lanza se había marchado en el peor momento, aún no entendía el porqué no los mató a ellos en vez de sus compañeros pero quería el premio por su cabeza.

Cómo sea, piénsalo. Yo pediré comida de verdad para mí e Illyasbel. Señorita deme dos cubetas de pollo frito, dos tazones de arroz, cebolla en aros, dos tazones de sopa de miso y jugo de guanabana. Mmm ¿Que debería pedir para Illyasbel?-pensó cruzado de brazos ¿El pollo frito sería un insulto? Osea, tiene alas... Pero los Alcones comen aves más pequeñas así que-Mejor una ración de pescado al vapor y una taza de arroz-si, eso debería ser suficiente.
#6
Illyasbabel
cuervo de tiburón
Al cabo de unos minutos apagó su cigarro y lo arrojó en un tacho de basura. Medía vuelta e ingreso en la posada, un lugar poco concurrido pero de buena pinta, el olor a estofado se hacía presente una vez ingresado en la primer sala. Rápidamente divisó a pocos metros de él a sus dos compañeros que se encontraban en la barra disfrutando el almuerzo, una vez más su estomago rujío. Se acercó a un costado de Yoshiro, quien señalo el plato que lo estaba esperando, en respuesta esbozo una sonrisa de lado a lado, una de sus comidas favoritas. Hizo un profunda inspiración para "saborear" el vapor del pescado que se encontraba frente a él. Luego se acomodó lentamente en el asiento mientras sostenía las vendas de su abdomen. -¡BUEN PROVECHO!- exclamó con fuerzas haciendo un gesto de agradecimiento con las palmas apoyadas entre si.

 Luego de unos primeros y deliciosos bocados observaría a sus compañeros. Todos tenían hambre, era de esperarse, el silencio mientras comían denotaba el sabor de la comida que allí se presentaba. - Vaya, que delicioa - dijo, mientras masticaba, no tenía modales, pero quería asegurarse de que ellos también disfrutasen la comida. En cuanto hubo terminado el pescado se encargaría de devorar el arroz. Pasados unos minutos pediría un buen tazón de té de hierbas. - Señorita, por favor, tráiganos el mejor té que tenga. - mencionó a la joven que atendía.

 Aprovecho el momento para distenderse un poco y conversar con los dos jóvenes que lo acompañaban. - Supongo que no soy el único que se pregunta quien demonios era ese sujeto - dijo, con un semblante pensativo. - Apenas pude verlo, ese maldito patán... ¿Quién demonios aniquila a sus compañeros sin siquiera pestañear? vaya sorpresa me he llevado... por un momento me creí muerto, tsk, no puedo creer que esa clase de bestias anden suelas en el East Blue...- mencionó, haciendo referencia a Sylas y enojándose consigo mismo por su falta de reflejos.

 El té llego rápidamente por lo que se dispuso a disfrutarlo mientras escuchaba a sus compañeros conversar. De vez en cuando asentía, mostrando compromiso y simpatía con lo que allí se hablara. - Este viejo necesita ponerse en forma he! he! - dijo, haciendo referencia a su falta de habilidad, - debería entrenar un poco...- murmuró.
#7
Shy
"Shy"
Shy no cabía en sí del fastidio. Yoshiro le siguió a la cantina y se sentó con él. Que desgracia la mía, pensaba, estoy rodeado de gente incapaz de captar una indirecta. ¿O seré yo quién no sabe transmitirlas? No me extrañaría. Aunque ya he dominado eso del sarcasmo. Punto para mí.  El gyojin pareció desistir de intentar sacar una conversación banal. Lo que estaba fenomenal, por otra parte, porque ese era el tipo de conversaciones que peor se le daba a Shy. O todas. Sí, en general eso de la elocuencia era terreno desconocido para el cazador. En cualquier caso, se mantuvo atento a lo que tenía que decir el otro cazador.

Y cuán mayúsculo fue su fastidio. Esta vez no le reprendía, algo que le habría hecho desear clavar sus agujas en los globos oculares del gyojin, convirtiéndolo en un ser que haría una grotesca burla de un caracol. No, esta vez hablaba de trabajo. Bien. Lo que no estuvo tan bien fue que malinterpretase por completo las intenciones de Shy y le tuviera por un estúpido héroe de novela barata de aventuras que buscase la venganza. Porque no lo era. Shy no sabía si suspirar del cansancio mental que le estaba provocando la compañía o si descojonarse en su cara. Optó por bufar con desgana, una solución intermedia. La verdad es que tampoco veía bien lo de descojonarse, no era una persona dada a los grandes aspavientos. Además, tenía por máxima no ser una persona ruidosa, siendo consecuente con lo mucho que le molestaba cualquier tipo de ruido alto. Y como tampoco tenía una gran aprobación por aquella convención social de dar la razón a alguien cuando no la tenía, se limitó a centrarse en la ensalada y no darle una respuesta. Aunque lo más probable es que hubiera trastabillado con cada palabra al intentar dársela.

Para desgracia del viudo, Illyasbabel volvió, haciéndose notar. Le pitaron los tímpanos y apretó los dientes, irritado. Era evidente que no se lo iba a pasar demasiado bien con semejante pareja, pero para desgracia suya, el trabajo se estaba complicando. Como consecuencia de muchos factores geopolíticos que a Shy le daba flojera explicar -y mejor, porque era un docente terrible-, la Marina hacía cada vez mejor su trabajo. Lo que significaba que cada vez eran menos necesarios los cazarrecompensas. Eso, respecto de los criminales de poca monta. Para los grandes piratas y mafiosos quedaban cazadores, sí, pero eran la élite, la crème de la crème, los number one; los putos amos, en suma. Shy se enfrentaba a dos posibilidades, abandonar estos sangrientos trabajos, o conseguir formar parte de la élite a través de un entrenamiento intensivo y de entrar en el juego de las alianzas. Y con Geldhart muerto -mejor, porque lo de cazar a deudores le empezaba a cansar- y con Hyun en la tumba y Hendricks en paradero desconocido, Illyasbabel y Yoshiro parecían la mejor opción: aguerridos y poderosos, aunque algo alocados y, por la pinta, nada proclives a seguir una estrategia. 

Recordó algunas de las pequeñas lecciones de sabiduría que traía Ame consigo. Cuando la necedad reina, impón tu inteligencia. Claro, al refrancito de marras le faltaba especificar que hacía falta una buena dosis de carisma para que los necios escuchasen a los inteligentes, algo de lo que Shy andaba en una dolorosa carestía. Ah, Ame. Cuanto la echaba de menos. 

Cuando recuperó la atención, pudo observar que Illyasbabel había pedido té. ¿Sabía de sus preferencias? Desde luego, podía considerar aquel gesto un primer y valioso paso en el camino hacia una buena relación de camaradería y trabajo en equipo. No de amistad. No había que mezclar eso con el trabajo. Ya había sufrido las consecuencias de aquello tras la muerte de Hyun, y todavía sentía ese dolor en el pecho por su pérdida. Y el lanzazo. El lanzazo ayudaba. Nota personal: el dolor de la pérdida se asemeja curiosamente al dolor de recibir una estocada en el pecho. Shy agradeció silenciosamente el gesto de Illyasbabel, tomando el vasito de té caliente y olisqueando los matices herbáceos en el aroma de la bebida. Era de baja calidad, pero suficiente para el momento. Dio un trago, mientras escuchaba a Illyasbabel, todavía inmerso en el relato de su batallita más reciente. Esa era la desventaja de viajar con un viejo: tener sus pasados días de gloria como tema recurrente. Ah, y por supuesto, acompañado de la típica promesa de fanfarrón: "esta vez no, pero a la próxima le doy una paliza". En su fuero interno, le pareció hilarante. Aunque realmente creía que, en una situación propicia, podrían haber acabado con el friki de la lanza. 

Cuando Shy se hartó de tanta chorrada, carraspeó. Se armó de valor para decirlo, pues tener una gran habilidad como asesino de la ayudaba a ser un mejor orador.

-Hablemos de trabajo -propuso Shy, con tono tajante.

Bueno, eso bastaría. No tendría grandes intervenciones, pero al menos podría asentir o negar con la cabeza a cada idea que le lanzasen. Si no... Siempre tenía el bloc de notas consigo, para hacerse entender cuando las palabras no eran suficientes.

#8
Yoshi
Yoshi
Yoshiro buscó animar a Shy de ir a vengar a Hyun de aquel desgraciado con lanza, Shy había sido el más afectado, al final de cuentas él recibió un ataque de aquel tipo y la perdida de Hyun fue mucho más impactante para él que para el resto. Pero en vez de emocionarse o al menos aceptar la propuesta, bufó e ignoró a Yoshiro ¡¿Por qué le caía tan mal?!

Yoshiro simplemente suspiró y se acomodó en el asiento, se rendía a la idea de poder convencer a ese tipo de hacer algo interesante con su vida, menos mal llegó Illyasbel al poco raro y por fin podían comer-¡Ahora sí! ¡A comer!-el muchacho tomó una taza de arroz con su zurda y usando los palillos con la diestra empezó a devorar el arroz y cada 2 segundos se metía dos Nuggets de pollo.

Cuando acabó el primer tazón empezó a turnarse entre los aros de cebolla y el pollo para ir escuchando las palabras de Illyasbel, la verdad es que tenía razón, pocos eran capaces de matar a sus compañeros de forma tan fría pero Yoshiro ya había pensando en eso hace unas horas y su teoría era esta-No eran amigos-confesó y colocó el tazón de arroz de cebolla encima del de arroz vacío y apartó la cubeta de pollo vacia para poder empezar con la segunda-Peleeamos contra sus rivales, es posible que hayan sido compañeros pero eran más como su competencia dentro de la jerarquía en su barco. Por eso no los ayudó en ningún momento y acabó con ellos apenas pudo-al menos eso creía él al usar un poco la logica.

El té llegó para Illyasbel y Shy, Yoshiro tenía su juguito de guanabana a la espera pero por los momentos se encontraba bebiendo su primer tazón de sopa de miso-Pufff, tienes razón. Yo también necesito entrenar, entrenar de verdad. En mi isla hay dojos para aprender artes marciales pero nunca me he sentido tan fuerte como para ir hasta allá. Pero creo que si no lo intento pronto me quedaré estancado en el nivel en dónde estoy-confesó mientras colocaba el tazón vacio con el resto y tomaba nuevamente los aros de cebolla.

Shy decidió tomar palabra aunque fue bastante breve dejó en claro que quería hablar... ¡Pero si era lo mismo que Yoshiro intentó hace un rato! Bueno, a lo mejor solo esperaba la opinión de Illyasbel-Bueno, soy un completo novato con todo esto de ser cazarrecompensas pero he estado algo escaso de dinero y esto paga muy bien, si sales vivo-confesó mientras iba comiendo-En mi isla soy artesano y herrero, también ando puliendo mis habilidades como carpintero. De hecho tengo una tartana en casa, podría mejorarla para que nos sea útil, así no gastamos tanto en transporte público. Sé pescar y cocinar, si, no soy un chef pero no he muerto de hambre hasta ahora-sonrió orgulloso de haber sido capaz de aprender a sobrevivir por si mismo hasta ahora.

Y aunque me siento orgulloso de la fuerza que tengo ahora, me falta la experiencia de Illyasbel o la inteligencia que posees, Shy. Por eso me vendría excelente poder trabajar con ustedes más seguido y forjar un nuevo gremio que sea del East Blue-aún no pensaba en un nombre pero eso era algo que debía acordar con sus nuevos socios si decían que sí.
#9
Illyasbabel
cuervo de tiburón
Las palabras de su compañero tenían sentido, más sentido del que Illyasbabel podría haber encontrado, probablemente un conflicto de intereses entre la banda pirata. Mientras tanto seguía bebiendo del té, el cual Shy también supo disfrutar, se alegró por ello, aunque había decidido no molestarlo, le sonreía de vez en cuando con una sonrisa pícara. Volteó su mirada a Yoshiro al coincidir que debían ponerse en forma. - Quizá podríamos practicar entre nosotros, es una buena oportunidad para conocernos...- Recordó aquel primer encuentro en lo que parecía ser su hogar, DemonThoot, donde habían tenido un entrenamiento con un espadachín, - ¡Claro! recuerdo bien aquel día...- respondió, - Déjame decirte chico, eres más fuerte de lo que crees...- quizá palabras de consuelo o quizá simplemente lo veía como un digno combatiente, por lo que recordaba, Yoshiro tenía un espíritu de lucha pocas veces visto para el viejo, lo menos que podía hacer era reconocérselo, su instinto le decía que había algo en él, algo peculiar, pero que no podía descifrar, de hecho, sentía una cierta afinidad hacía su espíritu, algo que ni el viejo entendía pero que aceptaba con gracia. - Ya veo... - respondió con un gesto meditativo, no solo era habilidoso en combate sino que se desempeñaba como herrero, un oficio muy apreciado por el viejo Illyasbabel, ya que muy a menudo recurría a el para reparar sus espadas.

 La conversación fluía con la misma voluntad del océano, por momentos desvariaban, pero ahí estaba Shy, para recordarles porque estaban allí, el trabajo. - Cierto, vayamos al grano - respondió al joven. Fue entonces que Yoshiro, como leyendo sus propios pensamientos, los invitaría a formar un grupo, - Ahora que lo dices, es precisamente lo que estoy buscando. El east blue necesita un gremio de cazadores, creo que es imprescindible para los tiempo venideros... ¡Cuenta conmigo Yoshiro! - exclamó, algo entusiasta. - Colmillo de tiburón... - dijo, improvisando, mientras hacia un gesto con su mano recorriendo el aire, como si se tratara de una escena teatral, - je je je - su inspiración se basó en los dientes de su compañero Yoshiro, los cuales denotaban cierta ferocidad y tenacidad, parecía ser el nombre indicado para un gremio, debía representar sus valores y por sobre todo su oficio. - He escuchado que existe otro gremio fuera de estos mares... Lobo Plateado, si... los lobos plateados, supongo nos encontraremos con ellos en algún momento... - dijo, en tono sabiondo, mientras recordaba sus viejos tiempos.
#10


Salto de foro:


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