Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
[Aventura] ¿Dónde esta la justicia? [Tier 5]
Sparrow D. Cynthia
Spirit Blossom
No hacia mucho que el faro de la isla habia sido destruido por una intensa batalla entre los piratas Veganos y la Marina. Una lucha que sin duda los habitantes de Rostock nunca olvidarían. Y que dejo una cicatriz que jamás podría ser reparada en su tierra, porque aunque el faro se lograra restaurar, cosa que no parecía, ya no seria lo mismo, no conservaría la antigüedad y solemnidad del anterior un nuevo faro. Una perdida arquitectónica irreparable para la isla y la cual los nobles ricos del lugar no parecían dispuestos a querer financiar, más bien tenían otros planes para esa extensión de terreno ahora que no habia nada y pasaba a ser suelo rustico urbanizable, una inconcluencia administrativa se mire como se mire, pero al fin y al cabo a quien le importan los detalles, si el dinero mueve el mundo.

Aunque todo ese revuelo tenia a la Marina y la ciudad más agitados que nunca, aquello parecía un avispero agitándose. Rumores de que aun quedaban supervivientes de la tripulación pirata ocultos por la isla circulaban y búsquedas se intensificaban, el ambiente estaba algo caliente. Y era difícil saber como se podría acabar detonando todo aquello, por lo menos hasta que se calmaran un poco los rumores de piratas ocultos en la isla. Más aun si eran piratas que habían causado la destrucción del faro.

Por esa misma razón la recientemente formada tripulación Shirogami, estaba preparándose para zarpar lo antes posible. Aunque ellos aun no tenían un precio por sus cabezas, ni habían cometido ningún acto que los pudiera llevar a problemas, si que lo haría el hecho de nombrarse y se consideraran piratas en esa situación. Y como piratas reales que querían ser simplemente negarlo porque la Marina se ponía un poco quisquillosa seria un daño fatal al orgullo, así que era mejor zarpar antes de que la situación se saliera de control. 

Mientras algunos miembros de la banda estaban en el barco alistando todo y cargando los suministros para el viaje, anclados cerca del puerto pero no en el mismo evidentemente. El capitán Lance y su segundo al mando Juuken decidieron ir a ver como andaba la situación por la ciudad y ver de paso como estaban algunas de las caras conocidas que habían hecho los últimos días, pero ahora podían haberse visto afectadas por toda esta situación. Una pequeña exploración sobre el terreno, puesto que tenían total y absoluta confianza en poder salir airosos de cualquier problema si se daba.

Pero con lo que ellos no contaron y nadie en el mundo contaría seria con la existencia de Goku. Un ser humanoide con rasgos de mono que de golpe paso por delante de ellos de forma descontrolada gritando, luego volvió a pasar y así repetidas veces mientras hacia gala de su increíble velocidad y portentosa agilidad. Mientras clamaba a los cielos que le habían robado el barco y no tenia donde ir. ¿Aunque realmente le habían robado el barco? ¿Recuerda realmente donde dejo el barco? ¿Acaso en algún momento tuvo un barco realmente? ¿Solo es Goku siendo Goku? Era un misterio que ni el propio Goku igual sabia, pero si los piratas de Shirogami buscaban recopilar información de forma discreta, se toparon con la peor entidad posible para ello, aunque no quitaba que era gracioso el chico mono.

OFF
#1
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Goku era un hombre demasiado atareado, siempre yendo de una isla a otra en misiones express. Llegaba, encontraba a su objetivo, lo eliminaba y luego huía sin más. Esa rutina simple y directa era lo que mejor se le daba, y por eso se había ganado cierta reputación en la organización. Era conocido por no andarse con rodeos, si tenía que matar a alguien, lo hacía de frente y sin perder el tiempo. Desde que el señor Picollo lo dejó en Loguetown, Goku se había limitado a cumplir los mandados del gobierno sin pensar en lo que vendría después. Salía de su aldea, completaba la misión y volvía a su fachada como si nada hubiera pasado.

Pero, si algo no todos saben, o más bien, algo que todos los que lo conocen muy bien saben, es que Goku... bueno, era un idiota. Un olvidadizo de primera, con la memoria de un mono. Su cabeza parecía siempre estar a punto de despegarse del cuerpo, colgando de un hilo invisible, y, como era de esperarse, esta misión no fue diferente. Se suponía que tenía que eliminar a alguien, aunque ni siquiera recordaba bien a quién. ¿Qué hizo? Oh, lo de siempre, algo poco ortodoxo. Saltó hacia un tipo que estaba en un balcón, lo agarró sin pensarlo mucho, y lo lanzó de cabeza desde la azotea. Listo, misión cumplida. Ni se molestó en saber qué hacía el tipo o quién era.

Y, por supuesto, una vez que terminó la misión, se olvidó por completo de lo que había hecho. Sí, otro día en la oficina. Su mente ya estaba divagando en sus recuerdos de aventuras con el señor Picollo, pensando en las veces que surcaban los cielos y visitaban islas remotas, pista, esto nunca ocurrió. Tal vez, en algún lugar profundo de su corazón, Goku soñaba con tener su propia tripulación y recorrer los mares, pero bueno, eso era otro episodio de sus delirios. Su cerebro lo mandó directo a las nubes. ¿El plan de esperar 3 días antes de que lo recogieran? Puff, en el olvido. Goku llegó al punto de encuentro… y no había nadie. Su rostro se llenó de pánico. - ¡Me abandonaron aquí! - grito mientras corría frenéticamente de un lado a otro - ¡AAAH MI BARCO! - gritaba, lanzándose desesperado de muelle en muelle, buscando sin rumbo. Todos los barcos se veían igual para el, mientras intentaba recordar en cuál lo habían traído.

Después de un rato de caos y carreras por el puerto, Goku frenó en seco. Se plantó delante de un grupo de lo más pintoresco, un joven de cabello blanco y otro de pelo negro, pero, como si nada de lo que acababa de hacer fuera raro, Goku tuvo una revelación - ¡Oh, claro! Desde el cielo podré ver mejor - Con esa confianza tan suya, miró hacia arriba, puso las manos en su cintura, flexionó las piernas y… ¡saltó!

[Tienes 90 de Agilidad y 9 de Fuerza. Tu capacidad de salto es 20.8 metros en un turno.]
Acróbata Iniciado
ACR300
ACRóBATA
Pasiva
Tier 3
4/9/2024
Obtienes un aumento en tu [Salto] de [AGI/4] metros. Los metros que soportas de caida sin dañarte se duplican.


Lo que siguió fue digno de un espectáculo. Goku se elevó 66 38 metros en el aire con un salto monstruoso. Su velocidad y altura eran impresionantes, una hazaña casi sobrehumana. Desde arriba, intentó buscar el barco, pero en el último segundo… lo olvidó. Sí, se olvidó de que buscaba un barco. Pero, peor aún, se olvidó de que sabía volar.

La caída fue ridícula, larga, y totalmente propia de Goku. Mientras descendía a una velocidad absurda, sus gritos resonaron en todo el puerto - ¡AAAAAH, CUIDADOOO, ME CAIGOOOOOO! SOCORROOOOO - Como un meteorito descontrolado, se dirigía directo hacia Lance y Juuken, que no tenían ni idea de qué estaba pasando. Goku, por su parte, estaba a segundos de estamparse contra el suelo con fuerza suficiente para pulverizarlo. Y, con su patético total de 454 puntos de vida, este golpe lo partiría en dos, pues la tunda le provocaría un daño de 1.180 620 puntos de Vida, ósea... ¿Quién crearía una mecánica tal que un usuario pueda matarse a si mismo por solo saltar? (mirada culposa directo al narrador de esta historia) bueno... cosas que pasan.

¡SALVEN A GOKU, QUE SE MUERE!


#2
Lance Turner
Shirogami
Personaje

El sol de media mañana bañaba las calles de Rostock con una luz brillante pero lejos de sentirse agobiante, era, sin duda, el astro rey haciendo acto de presencia como mero observador, sin querer llamar demasiado la atención. Mientras caminaba junto a Juuken, observaba las calles bulliciosas, los ciudadanos iban y venían con un ritmo casi caótico. La pasada batalla entre los piratas Veganos y la Marina había dejado más que cicatrices en esta isla, y podía notarse en varios aspectos de la misma. La destrucción del faro era el tema en boca de todos, siendo una evidente herida abierta que ninguno de los habitantes podía ignorar.

A cada paso, sentía un poco de incomodidad por cómo se habían desarrollado las cosas en aquella isla. Reconozco que siempre había sentido mucho entusiasmo por esta isla, la emoción de explorar algo nuevo me captó desde el primer día, la emoción de caminar por nuevos lugares llenos de historias y secretos que aguardaban ser desenterrados. Pero ya llevábamos demasiado tiempo, y desde luego, la cosa ahora iría a peor con la situación actual. Era como si el propio aire estuviera cargado de sospechas, de miradas furtivas y rumores.

- La situación está peor de lo que pensábamos, Juuken - Comenté, mirando de reojo a mi subcapitán, que caminaba a mi lado con esa habitual mezcla de naturalidad e inocencia.

Juuken era joven, pero había madurado rápido desde que nos conocimos. Ahora, más que nunca, confiaba en él como mi segundo al mando. Ambos sabíamos que estar en una ciudad en pleno caos, con la Marina buscando cualquier excusa para señalar con el dedo, era un riesgo. Y aunque todavía no teníamos precio por nuestras cabezas, ya sabíamos que era cuestión de tiempo. Así que, más nos valía movernos con rapidez y evitar cualquier problema innecesario.

- No podemos permitir que nos vean como una amenaza. No todavía - Añadí, ajustando la chaqueta mientras observaba los rostros preocupados de algunos aldeanos que pasaban apresurados.

El plan era simple, investigar la situación, verificar cómo estaban algunas de las personas que habíamos conocido en los últimos días, y luego regresar al barco antes de que las cosas se pusieran demasiado tensas. Estábamos cerca del puerto, anclados en un lugar lo suficientemente discreto para no llamar la atención, pero cualquier error podía cambiar todo. Y ya había oído hablar de los rumores que circulaban: piratas ocultos, espías, quién sabe qué más.

Mientras avanzábamos por las calles estrechas, algo me hizo detenerme en seco. De la nada, una figura borrosa pasó frente a nosotros a una velocidad absurda, tanto que apenas tuve tiempo de girar la cabeza para entender qué estaba ocurriendo. Fue como un rayo humano, o mejor dicho, algo entre humano y... mono.

- ¿Qué diablos fue eso? - Pregunté en voz alta, más para mí mismo que para Juuken, mientras miraba la dirección por donde la figura había desaparecido.

No había pasado ni un par de segundos cuando la misma figura volvió a aparecer, corriendo en círculos como un huracán descontrolado. El tipo gritaba algo sobre un barco robado, aunque las palabras salían de su boca de una manera tan desordenada que apenas podía entenderlo. ¿Le habían robado el barco? ¿Tenía siquiera un barco? El frenesí con el que se movía me hizo dudar si el pobre desgraciado estaba cuerdo.

Volvió a pasar una tercera vez, corriendo de manera tan errática que apenas podía seguirle con la mirada. Era como si no tuviera un rumbo fijo, solo energía pura explotando en todas direcciones. Miré a Juuken, esperando algún tipo de comentario, pero su expresión era tan confusa como la mía. Si lo que buscábamos era discreción, acabábamos de toparnos con lo contrario absoluto. Este tipo iba a llamar la atención de todo el puerto si seguía así.

Antes de que pudiera decir algo más, el grito de "¡Oh, claro! Desde el cielo podré ver mejor" me hizo girar la cabeza de nuevo con una cara de clara sorpresa. Al parecer, el simio había tenido una epifanía en medio de su caos personal, porque sin previo aviso, saltó hacia el cielo con una fuerza que no creía posible.

Lo que vi a continuación fue, sin duda, una de las escenas más surrealistas que había presenciado en mucho tiempo. Ese tipo, porque ya estaba claro que ese era su nombre, se elevó en el aire con una velocidad y altura que eran impresionantes. No era solo un salto, debido a la velocidad con la que iba, era como si fuera un cohete humano. Pero, claro, el problema de saltar tan alto es que, eventualmente, hay que bajar. Y aunque no había caído eso al principio, la verdad es que muy pronto pude darme cuenta de que ese iba a ser un problema para aquel tipo.

- ¿En serio? - Suspiré, viendo cómo comenzaba a descender. Al principio, pensé que había calculado su aterrizaje, pero cuando sus gritos de "¡AAAAAH, CUIDADOOO, ME CAIGOOOOOO!" resonaron en todo el puerto, quedó claro que no tenía control sobre su caída.

Miré a Juuken de nuevo, esta vez con una mezcla de incredulidad y resignación. Era una situación algo absurda, pero no podía evitar empezar a preocuparme un poco.

- Siempre nos encontramos con los más raros, ¿no? - Dije riendo mientras daba un paso atrás, preparándome para lo que parecía ser una colisión inminente.

Goku se dirigía directo hacia nosotros como una bala descontrolada. Por unos segundos, todo se sintió en cámara lenta. Sus brazos y piernas agitándose en el aire, sus gritos cada vez más desesperados, y la inevitable certeza de que, si no hacía algo, íbamos a terminar aplastados bajo su peso. Aunque el tipo parecía fuerte, no parecía del todo consciente de lo que estaba haciendo.

- ¡Juuken! ¡Aparta! - Grité, empujándolo justo cuando Goku iba a impactar contra el suelo con una fuerza que hizo temblar el pavimento.
#3
Juuken
Juuken
Día 39 de Verano del año 724
Isla Kilombo, pueblo de Rostock



El día había salido maravilloso el día de hoy, un imponente sol deslumbraba desde lo alto de su apogeo, con una cálida brisa que amenizaba el día. Las inexistentes nubes habían dejado paso a un gran calor que tal vez pronto comenzaría a ser sofocante. Sumada a la situación general de la isla, probablemente pronto se volvería una situación bastante tensa y complicada. El dia había amanecido bastante turbio. Los rumores iban en aumento y cada vez había más vigilancia y guardias marines patrullando por todas partes. Especialmente en el pueblo de Rostock.

Hacia un tiempo que Lance y yo habíamos llegado a esta isla, en aquel entonces yo no sabía ni cómo se llamaba el lugar, y pensaba que jamás lograría que se me quedase. Sin embargo sucedieron muchos acontecimientos, hemos pasado bastantes días y me he acabado familiarizado con las calles y los nombres de este lugar. Tuve algunos contratiempos e imprevistos, me vi envuelto en alguna pelea en la que ayude a una niña que había sido secuestrada, después el superviviente de aquellos tipos me buscó, y esa fue su perdición. Aún recuerdo cómo la marina me ayudó a salir de allí bajo la atenta mirada del farero de la isla.

Ese hombre me había visto acabar con la vida de ese señor que me había capturado, o que se creía haberme capturado, no obstante yo me encontraba justamente en el lugar que quería estar. A solas con él. Sin testigos a la vista. O por lo menos eso pensaba, pues cuando los marines me escoltaron de vuelta al pueblo me di cuenta de que aquel farero estaba asomado desde lo alto. Temí entonces que me hubiera podido delatar, decir a los marines que yo maté al otro tipo, sin embargo parece ser que tuve suerte, pues ese hombre no llegó a decir nada al respecto.

En cierto modo me sentía agradecido con él, quería ir a conocerle, saber sus razones para cubrirme, había pensado en hacerlo hacía unos días. De no haber sido por su silencio, seguramente habría podido causarle problemas a Lance y a los demás. Me hizo sentir alivio y respeto hacia ese hombre. Sin embargo, no todo podía ser tan fácil y sencillo. Hacia unos días había tenido lugar una gran batalla en el propio faro, este había sido destruido. El hombre del faro murió. Sentí algo de remordimientos al no haber podido agradecer a ese hombre su gesto.

Los piratas atacaron, pero la marina pudo estar atenta y logró acabar con ellos. Por lo menos ese hombre fue vengado, aunque no se si todos los piratas sucumbieron, pero sí se dijo que Broco Lee, el capitán, había sido derrotado y habían acabado extinguiendo su vida. Lo merecería por sus actos, pero no podíamos terminar de justificarlo, podría tener sus razones para matar al hombre del faro. Yo mismo acabé con la vida de algunos bandidos y secuestradores por la zona. Nunca podemos estar seguros, pero lo que sí sabía, era que me había sentido en deuda con ese hombre, y sin embargo no pude ser capaz de agradecerle como se merecía.

Aquel ataque trajo peores consecuencias de lo que podía imaginar. Los rumores corrían de que, por la ciudad de Rostock, todavía había algunos piratas, motivo por el cual, las patrullas se habían intensificado. Eso nos ponía en un gran aprieto. Lance, mi capitán, estaba convencido de que quería que nos dedicásemos a la piratería. En aquel entonces no estaba seguro de lo que significaban esas palabras, poco después comprendí que los piratas son vistos como criminales en gran parte del mundo. Si no hubiera sido por la explicación de Lance, que me dijo que había dos tipos de piratas, no habría estado de acuerdo con convertirme en un pirata.

Había estado toda mi vida encerrado, tan solo quería encontrar ese tipo de gente que secuestraba a las personas para sus propios fines y beneficios. No quería ser perseguido por hacer el bien. Pero mi amigo, y capitán, me dijo que ser un pirata no implicaba ser un criminal, se podía hacer el bien siendo pirata, pues serlo solamente significa ser libre, vivir tu propia vida y que nada ni nadie marque tu camino. Esas fueron las conclusiones que entendí de sus palabras, las cuales no recuerdo exactamente cuales fueron, aunque en mi cabeza, esa fue la explicación que me dio. Era justo el estilo de vida que estaba buscando, y deseando. Ayudaría a todos aquellos que parecieran estar en problemas, y acabaría con esos pobres infelices que tan solo buscaban el sufrimiento de gente inocente. Les devolvería el pago con su propia moneda, pues no pretendía que las muertes de esas personas fuesen rápidas e indoloras.

Debido a la cacería pirata que se estaba dando esos días, Lance mandó prepararlo todo y emprender rumbo hacia la próxima isla, corrían rumores sobre algún tipo de tesoro y el capitán quería ir a comprobarlo. Durante la mañana estuvimos cargando el barco, todos en la tripulación estábamos aportando como podíamos. Aproximándonos al mediodía, el capitán se acercó a mí y me dijo que fuéramos al pueblo, para asegurarnos que todos aquellos que habíamos conocido estuvieran bien. Probablemente para despedirnos. Inevitablemente vino a mi mente aquella muchacha a la que ayudé en las cuevas de esos bandidos. Lo cierto es que todavía no me había vuelto a cruzar con ella, tal vez se quedó un tiempo bajo la atenta tutela de sus padres, hasta asegurarse de que ya no estaban esos malhechores. Tal vez volviera a encontrarme con ella.

Partimos rumbo hacia el pueblo, el resto de los compañeros continuaron, terminarían los preparativos cargando el barco con lo necesario para nuestro próximo viaje. Había visto el mapa, que había conseguido hacia ya unos días en el pueblo, no cogía excesivamente lejos, y con eso en mente se había estado cargando el barco con los recursos necesarios. Aunque probablemente no hubiéramos excedido de suministros, pero por eso nunca había problema. Sobre todo con Gretta en el barco, ella se encargaría de que no hubiera sobras.

-La situación está peor de lo que pensábamos, Juuken

El capitán tenía razón. No parábamos de recibir miradas sospechosas por todas partes, como si todo el mundo supiera que somos piratas y estuvieran buscando el momento apropiado para echarnos a los marines encima. La palabra "pirata" ya era suficiente excusa para que lo hicieran, no se fijarán en qué tipo de piratas somos. Para ellos no hay diferencia. Por suerte nadie decía nada. Aunque ya llevaba unos tiempo allí, continuabamos siendo forasteros.

-No podemos permitir que nos vean como una amenaza. No todavía.
-Seremos discretos, capitán. No hemos hecho nada para que piensen que somos criminales.


La gente pasaba apresurada por nuestros lados. La situación era muy tensa fueras donde fueses, pero el capitán quería que obtuvieramos información sobre lo que estaba pasando, quería más concreción. Por mi parte, tal vez si me encontraba con alguno de esos piratas le agradeciese por su gesto hacia los piratas que destruyeron el faro. Pero eso tal vez implicaría llamar la atención, y era lo último que queríamos Lance y yo. Había que ser discreto.

Algo terriblemente veloz pasó por delante nuestro, era muy veloz y extraño, y no paraba de correr hacia un lado y hacia otro. Parecía algún tipo de animal que tenía bastante pelo, pero no había sido capaz de identificarlo. Me sobresaltó un poco y me costó seguirlo con la mirada, pero me puse alerta. Toda la isla estaba sumida en caos por unos piratas que probablemente ya no estaban, por lo que sentí peligro inminente de que algo o alguien nos atacase.

-¿Qué diablos fue eso? -Preguntó Lance en un tono bastante bajo
-No lo sé, pero no me gusta nada.

Esa criatura continuó pasando de un lado a otro, lance y yo intercambiamos miradas, no sabíamos ni que decir ni como reaccionar. Estaba tan cerca nuestro que, seguramente, muchos ojos ya estarían posados sobre nosotros. La discreción ya se había roto, posiblemente. Aunque siempre podríamos seguir nuestro camino, alejándonos de ese ser, el cual se detuvo finalmente y pude verlo más claramente.

-¡Oh, claro! Desde el cielo podré ver mejor -dijo ese tipo.

Me había parecido un animal, pero debía ser algo como Gretta, uno de esos humanoides que se parecen a animales, aunque este no parecía tan animal, ahora que se había detenido en su carrera, se veía como un hombre corriente. Cuando pegó un gran salto me quedé mirándole, tal vez algo boquiabierto. Había hecho un salto increíblemente alto, nunca había visto nada parecido. Parecía que estaba buscando algo, pues se puso a mirar a la lejanía. Había hablado de un barco que había desaparecido, y que supuestamente era suyo.

Lo que pasó a continuación me dio a entender que había algo que no me cuadraba. Había saltado muy alto, pero ahora estaba bramando un grito diciendo que se caía. Yo desconocía muchas cosas de este mundo, pero estaba claro que en algún momento caería de nuevo. Parece ser que esa criatura no pensaba lo mismo. Lance suspiró tras esa reacción, pero lo peor era que ese ser, estaba cayendo directamente hacia nosotros. Nuevamente, mi mirada y la de Lance se cruzaron. Se podía notar el cansancio y la resignación en su cara

-Siempre nos encontramos con los más raros, ¿no?
-Creo que ellos vienen a nosotros, capitán
-dije encogiéndome de hombros.

Entonces me di cuenta que cada vez caía más rápido. Llevé las manos a las empuñaduras de las armas, iba como un proyectil, cada vez más rápido hacia nosotros. Venía directo a por Lance y a por mí, debía de hacer algo, desviar su trayectoria o lo que fuera, pero no iba a dejar que hiriese a Lance. Estaba preparado para atacar directamente a ese ser, aguardando el momento que estuviera lo suficientemente cerca. Cuando de pronto.

-¡Juuken! ¡Aparta!

Lance me gritó y me pegó un empujón que me desplazó un poco hacia el lateral. Tropecé pero solo perdí un poco el equilibrio sin llegar a caer. No me esperaba eso de parte de él, por lo que me dejó sorprendido. Me había apartado a la vez que él hacía lo propio. Con un gran golpe y un sonido de crujir del suelo, ese ser golpeó contra el suelo directamente, levantando una pequeña polvareda que me impidió comprobar si Lance estaba bien o si ese tipo saltarín había muerto en el momento.

-¡Lance! ¿Estás bien?

DATOS
#4
Moderador Bon Clay
OKAMA WAY
Aquel para de piratas habían pasado por mucho, de eso no habia ninguna duda, pero todas esas experiencias fueron las que los llevaron a este punto y forjaron el vinculo tan cercano que los unía a los dos. Una confianza y lealtad el uno con el otro que era muy envidiable hoy en día, puesto que esos valores comenzaban a perderse en esta era tan oportunista, en la que imperaba la individualidad, supervivencia y un poder abrumador para que uno pudiera obtener los sueños y deseos que ansiara. Se podría decir que conservar ese vinculo, era uno de los mayores tesoros que los piratas Shirogami debían mantener a toda costa.

No obstante, ese par parecía estar acompañado de una maldición o una bendición según se mire. Poseían un don innato para encontrarse con la purria más alocada, random, excéntrica y bizarra del océano, era difícil que si en una isla habia algún bicho raro, ya fuera local o que estuviera de paso, no se topara con ellos. Y por alguna razón, la mayoría de ocasiones terminaban siendo anexados a la tripulación, como si el capitán Lance tuviera la necesidad primaria de anexar a su banda a todo aquel que le pareciera curioso o divertido. Aunque muchos otros terminarían y terminaran pasando de largo como un suspiro efímero o como ratas diletantes.

Y esta ocasión no fue diferente. Si en esta isla habia alguien extraño en estos momentos ese sin duda era Goku, un agente del Gobierno Mundial, enviado a esa isla con una determinada misión, fue escoltado por sus compañeros en un barco oficial pero camuflado, se le informo debidamente de que día se le pasaría a buscar y donde, más habia olvidado completamente todo eso. Con el añadido de que encima pensaba que le habían robado su propio barco. Y no se le ocurrió nada mejor que saltar con todas sus fuerzas hacia el cielo, para luego no ser capaz de aterrizar correctamente, por postre encima casi casi, cayo encima de la pareja de piratas. Siendo Juuken sorpresivamente salvado por Lance de ser golpeado por el mono, aunque el espadachín se veía perfectamente capaz de evitar a Goku o incluso de partirlo en dos antes de que le llegara a golpear dejando que cada pedazo del chico cayera a su lado. Tal vez era eso lo que Lance trato de evitar a toda costa, ese acto de apartar a Juuken y ha si mismo fue un acto de benevolencia hacia el ahora estampado contra el suelo Goku, en el que pretendía salvarle su vida, que no la integridad de su cara la cual besaría el pavimento.

Fuera como fuera, tanto el espectáculo del joven mono corriendo de un lado a otro, como sus vociferaciones cuando caía en picado desde tan alto, causaron que algunas personas curiosas y cotillas cernas del puerto, formaran un corrillo a una distancia prudencial de una docena de metros de los tres chicos con el fin de ver que estaba pasando, algunos comentaban preguntándose si el monito estaría bien, otros criticaban a los dos chicos de no haberle intentado ayudar. Los últimos en llegar pensaban que habia habido una pelea y le habían dado Juuken y Lance una paliza a Goku.

No muy lejos de allí...
Dos hombres estaban sentados en una mesa, era el camarote del capitán de un navío, el liquido servido en las copas se agitaba suavemente con el movimiento suave del oleaje. El primero de los dos sujetos se mostraba tranquilo, sereno y calmado, tenia sus dedos firmemente entrelazados debajo de su mentón aguardando la respuesta de su interlocutor. Mientras que el segundo se encontraba leyendo un papel y mostrando con cada palabra leída un rostro más inconforme e incrédulo - Pero... Esto no puede ser oficial, estos impuestos son abusivos - Diría el hombre consternado intentando sacar como conclusión que debía tratarse de un error - Claro que no querido compatriota, hemos sufrido la destrucción de un querido monumento histórico de nuestra isla y el mismo requiere fondos para ser restaurado, todos debemos colaborar - El marine sonreía de una forma algo retorcida, aunque intentaba disimular su placer ante eso.

 La mirada del hombre extorsionado se desviaba hacia las dos figuras de uniforme negro que aguardaban tras el marine a cierta distancia - Por favor no les preste atención a mis amigos, solo son una pequeña escolta que me ayuda en la búsqueda de los posibles piratas prófugos, pero ya revisamos su barco y no encontramos ningún pirata, aunque... Si pasamos mucho más tiempo aquí con las negociaciones tal vez terminemos encontrando algo y tengamos que incautar un tiempo la embarcación y su cargamento, para inspeccionarlo bien claro - El hombre mantenía su sonrisa mientras el otro mostraba cada vez un rostro más angustiado y afligido, como quien tiene una soga en el cuello y aguarda que su soporte desaparezca.

- Esta bien pag... - El hombre estaba a punto de ceder ante el Marine, cunado de golpe un soldado de menor rango irrumpió por la puerta formándose ante su oficial superior - ¡Señor, nos acaba de llegar un reporte de que hay un sujeto extraño causando alboroto a un par de muelles de aquí! - Diría el soldado muy profesional en sus formas y labor - ¿Ehh? Enseguida ire, id adelantaos, estamos ya apunto de terminar de hablar, no es así amigo mío? - Se giraría hacia el hombre con su picara sonrisa mientras el soldado se retiraba para ir a investigar lo ocurrido.
#5
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
La caída era inminente. Desde el vasto cielo azul, Goku veía cómo el pavimento se acercaba con una velocidad aterradora. Todo a su alrededor se tornaba borroso mientras descendía, y aunque cualquier otro estaría aterrorizado, Goku no podía evitar sentir emoción. Por un instante, se le cruzó un pensamiento fugaz, olvidó el peligro, olvidó el riesgo… simplemente se dejó llevar. Sí, a Goku le encantaba caer. Era casi como un pasatiempo secreto, uno que lo llenaba de una adrenalina difícil de igualar. ¿Cuántas veces había caído desde alturas así este último mes? ¿Tres? ¿Cuatro, quizás? Pero, al parecer, esta vez se llevaba el segundo lugar entre las más altas de su vida. Ojalá no le tocara volver a caer desde una escalera de rocas en una cueva o salir despedido de un volcán, aunque, siendo honesto consigo mismo, sabía que, si así sucedía, disfrutaría cada segundo del viaje.

No era la primera vez que sentía la muerte tan cerca, y presentía que esta tampoco sería su última. Cerró los ojos por un momento, extendió los brazos hacia los lados y se dejó caer libremente, sintiendo el viento correr por sus orejas, la fuerza que lo empujaba hacia abajo y el vaivén de su cuerpo. La tela de sus ropas ondeaba y golpeaba contra el viento con fuerza, produciendo un sonido envolvente que lo hacía sentir aún más vivo. Todo parecía calmo en su mente, hasta que abrió los ojos en el último segundo y vio cómo el pavimento se precipitaba hacia él. Fue entonces cuando recordó cómo golpear el aire, cómo volar… pero no lo hizo.

Su cara se estampó contra el suelo con una fuerza abrumadora, y su cuerpo quedó prácticamente incrustado en el pavimento, dejando una marca que contaba la historia de su espectacular caída. El golpe fue estrepitoso, resonando como un trueno que sacudía el ambiente.

Goku había muerto… ¡Oh, no, Goku…! ¿Murió? PERO SOBREVIVIÓ.

Cita:
Acróbata Iniciado
ACR300
ACRóBATA
Pasiva
Tier 3
4/9/2024
Obtienes un aumento en tu [Salto] de [AGI/4] metros. Los metros que soportas de caida sin dañarte se duplican.

[18m amortiguado por pasiva]

Acróbata Avanzado
ACR400
ACRóBATA
Pasiva
Tier 4
13/10/2024
Tras realizar un [Salto] o [Dash] tu siguiente Golpe Básico o Tecnica obtienen +40 de [Daño].

Doble de resistencia a las caidas;

Artista Marcial Iniciado
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
28/8/2024
Podrás realizar un calentamiento durante un post para ganar +5 [Agilidad] y +5 [Fuerza] por el resto del tema. Este calentamiento se considerará como [Canalizar].

+5 de Fue y Agi por haber corrido y entrado en calor el turno pasado

2x(2+[15 FUE + 10 RES]/4) = 16 de Resistencia a Caida

Daño total:
38m - 18 - 16 = 4 x20 = 80 de Daño

Personaje

Vida: 410 / 490


Sí, al revisar los cálculos con lápiz, papel, calculadora y hasta un Excel, Goku, de alguna forma, saldría de esta sin necesidad de usar el Geppo. Malditas sabandijas que se corrieron en el último segundo pensó en los que estaban cerca al caer, por su bienestar. ¡Quería que me salvaran! ¡Un acto de caballerosidad, carajo! ¡Esperaba un rescate heroico, al estilo príncipe azul salvando a su princesa Goku! Pero no, los muy pelotudos se hicieron a un lado y dejaron que se estampara contra el suelo protegiendo así sus miserables vidas. Ahora, tendría que rolear en consecuencia, porque los tres ¡y cito, LOS TRES! rolearon que Goku se estampaba contra el suelo, a pesar de que él claramente les había dicho: “Tengo un hide con la reacción por si no me quieren atrapar.” ¡Vaya putada! Pero qué más daba, rolearía en consecuencia.

[Imagen: A2BGKEK3CBA7FLZFIWKZDODREQ.jpg]

Se incorporó casi al instante, sacudiendo la tierra y el polvo que se desprendían de su ropa y cabello tras el remesón. Miró con genuina preocupación a los dos que, SUPUESTAMENTE, iban a salvarlo y, con toda la sinceridad del mundo, les preguntó - ¡Hey! ¿Están bien? - preocupado por su bienestar. Luego, recordando sus modales, alzó la mano en señal de saludo, sonriendo como si nada hubiera pasado - Oh, cierto, mis modales… ¡Hola! Soy Goku. - con una sonrisa de oreja a oreja.

Internamente, no podía evitar gritar en silencio aquel narrador que se golpeaba contra el teclado “¡La puta madre que me dejaron caer!” D:
#6
Lance Turner
Shirogami
El suelo de piedra tembló violentamente a nuestro alrededor cuando el extraño sujeto cayó como un meteorito, levantando una nube de polvo que envolvió la calle y dejó atónitos a todos los que miraban. Por un momento, la conmoción fue tal que apenas podía distinguir las figuras que se acercaban para ver qué había causado semejante impacto.

Segundos antes, había logrado empujar a Juuken para evitar que el muy cabeza alocada atacase con sus armas al tipo que provenía desde el cielo. Había que tener mucho cuidado a la hora de empezar un posible combate en cualquier sitio. 

Cuando esta polvareda comenzó a disiparse, no pude evitar abrir los ojos como platos ante el espectáculo, preguntándome si el tipo que acababa de caer de semejante altura estaría siquiera consciente, gravemente herido, o peor aún, muerto. 

Juuken, me había preguntado como estaba, pero en ese momento no pude responderle bien. Él parecía que se limitaba a mirarme con una mezcla de confusión y nervios, parecía no comprender bien que acababa de pasar. Es muy probable que no esperase ese empujón que le di, pero esta era una conversación que tendría con él en otro momento. Y ahí estaba yo, frente a un hombre que, minutos antes, saltaba y gritaba como un loco, preguntándome sobre qué hacer en esa situación.
- Oye... ¿Estás bie-? - Dije cortando mi pregunta al ver que comenzaba a moverse casi como si nada.

El impacto no parecía haberle afectado demasiado, lo cual era un indicio de que ese tipo era alguien lejos de lo normal e incluso interesante. Muchos estarían inmóviles en su lugar, o incluso muertos, y no hablaba precisamente de ciudadanos de a pie. El tipo intentaba reincorporarse, sacudiéndose el polvo y con una sonrisa que no parecía del todo cuerda. La escena me hizo preguntarme si estaba viendo algún tipo de ilusión, o si realmente este hombre tenía la resistencia de alguien que ignoraba la lógica común. Yo mismo me consideraba capaz de sobrevivir a una caída similar, pero nunca estaría tan bien como él se mostraba ahora.

- Bueno… eso fue un aterrizaje... impresionante - Dije, conteniendo una sonrisa mientras evaluaba la situación. - Parece que tienes buena resistencia, amigo.


Lo observé mientras se levantaba completamente, ignorando las miradas de desconcierto de la gente a su alrededor. La multitud, que se había reunido a nuestro alrededor, empezaba a disiparse, aunque algunos seguían atentos a cada uno de sus movimientos. Me quedé en silencio un segundo, intentando no reírme ante la peculiar situación que estábamos viviendo, mientras un pequeño boceto sobre el nuevo desconocido se formaba en mi cabeza. Podría ser que este tipo, resultase ser alguien muy interesante, y la gente que es interesante, suele tener algún conocimiento útil sobre la isla, o quizá de algún rumor que merezca la pena escuchar.

Sin embargo, todos estos pensamientos se vieron relegados cuando el joven preguntó por nuestro bienestar, seguido de una escueta presentación, que a su vez, iba acompañada de una sonrisa enorme.

Como respuesta, no tardé en extender mi mano hacia Goku y devolverle la sonrisa.
-¡Hola Goku! Mi nombre es Lance, y este - dije señalando a Juuken. - Es Juuken.

Volví mi mirada a Goku y decidí responder su pregunta para que esta no quedara en el aire.
-¡Sí! ¡Estamos bien! - Respondí de inmediato para calmarle un poco. - Pero lo importante es ¿¡Estás bien tú!? ¡¡Esa caída desde tan alto ha tenido que doler!! ¿Qué te había pasado?.

Decidí preguntar directamente, ya que era una pregunta normal en esta peculiar situación. Quizá esta me ayudase a conocerle mejor, pues realmente ese loco había captado todo mi interes.
#7
Juuken
Juuken
El polvo se extendía rápidamente, no tenía respuesta alguna por parte de mi capitán, lo cual me hizo preocuparme y ponerme en guardia, y en tensión. Mantuve mis dos armas bien firmes y me preparé para entrar en batalla. Los dos sables empuñados, uno con cada mano. Trataba de encontrar una apertura, ver algo que me indicase si debía atacar o no. Aunque el inminente y claro silencio de Lance era obvio, pero no quería atacarle a él por descuido si no podía ver.

Aunque activara mi haki de observación, no sería capaz de distinguir quién era quién si no era capaz de verles. Si realmente esa criatura le había hecho daño a mi capitán, esperaba que fuera capaz de defenderse, de no ser así sería una matanza rápida y sencilla. Aunque ante un ataque prefería dar siempre un castigo, de algún modo se me hacía decepcionante si el rival no era capaz de oponer resistencia alguna. Aunque a veces deseaba terminar todo pronto y marcharme de allí.

El polvo no tardó en comenzar a disiparse, lo cual fue de agradecer. Rápidamente pude cruzar mi mirada con la de Lance, estaba en perfecto estado, mirando directamente hacia adelante, hacia ese ser que había caído del cielo y casi provocando un cráter en el suelo. Me relajé, aunque no volví a envainar las armas. Ahora si podría lanzarle directamente ese ataque, no obstante no tenía ninguna seguridad de que fuera lo que el capitán quería, por lo que de momento me mantuve al márgen. Solo una duda rondaba mi mente. ¿Acaso el capitán no me había escuchado que ni siquiera me respondió? Tal vez sencillamente estuviera tan atento a la actuación de ese ser que ni siquiera me escuchó. Eso podría explicarlo perfectamente.

El capitán parecía algo confuso por la situación, pero seguramente no más de lo que yo mismo lo estaba. Parecía que no sabía exactamente que hacer, pero una cosa estaba clara, eso de ir disimuladamente sin llamar la atención ya se había acabado, ahora tendríamos que marcharnos de allí cuanto antes. Aunque parecía que el capitán tenía otra cosa en mente.

-Oye... ¿Estás bie-?

Comenzó a decir, pero se detuvo al ver que esa criatura que había caído, se levantaba y comenzaba a andar prácticamente con normalidad. ¿Acaso eso era posible? Se acababa de pegar tal golpe que se tendría que haber quedado destrozado en el suelo. Ese tipo se alzaba y se quedó mirándonos, parecía tener un rostro de preocupación. Yo comencé a rodear con calma para aproximarme hacia Lance, no me gustaba estar separados por un tipo que no tenía la más remota idea de qué podía hacer, y más todavía con la triunfal entrada con la que había llegado hasta aquí.

-¡Hey! ¿Están bien? -Preguntó con un gesto de preocupación tan natural que me hizo bajar la guardia.

¿Estaba realmente preocupándose por nosotros? Vale que no parecía que hubiera premeditado ese ataque, el tipo sencillamente saltó y por la inercia en algún momento debía de volver hacia abajo, claro que para nuestra mala suerte vino derecho a nosotros. Por un momento sentí que realmente ese tipo podría no implicar ningún tipo de peligro. Por otro lado, aunque parezca inofensivo, sí que nos podría llevar problemas. Al fin y al cabo somos piratas, y ahora  la isla está en una grave alerta por los piratas. El espectáculo que acaba de hacer este hombre, sin duda llamará demasiado la atención.

-Oh, cierto, mis modales… ¡Hola! Soy Goku.

Se presentó de una forma demasiado jovial y con una grata sonrisa muy ámplia. No cabía duda, ese golpe que se había dado contra el suelo le había dejado bastante tocado, lo cual incluso hizo que me preocupase un poco. Lance había inquirido hacía un momento que tenía buena resistencia, pero yo no estaba del todo de acuerdo. No parecía tener heridas, pero se debía de haber golpeado la cabeza muy fuertemente. Después de un golpe así no puede estar sonriendo de esa forma. Envainé mis armas, estaba claro que no representaba ningún tipo de peligro o amenaza, pero lo que tenía claro era que debíamos alejarnos cuanto antes de él.

-¡Hola Goku! Mi nombre es Lance, y este es Juuken.

Lance nos presentó, tanto a sí mismo como a mí. No me quedó otra que seguirle el juego. Esbocé una sonrisa y fui directamente a tenderle la mano. Si el capitán estaba relajado con él, seguramente podría estar tranquilo. Aunque a nuestro alrededor había mucha gente murmurando y mirándonos. Eso realmente me desagradaba bastante.

-¡Sí! ¡Estamos bien! -Respondió Lance al momento que le tendía la mano, haciéndome retrasar mis palabras- Pero lo importante es ¿¡Estás bien tú!? ¡¡Esa caída desde tan alto ha tenido que doler!! ¿Qué te había pasado?
-Encantado Goku -dije finalmente-. Espero que estés bien, te has dado un buen golpe. ¿No te has dado en la cabeza? Un golpe en la cabeza puede ser muy duro, y ha sido un buen golpe.

Tras darle la mano volví a ponerme justo al lado de mi capitán. No estaba seguro de cuáles serían sus intenciones con el tal Goku, pero sí tenía claro que quería marcharme de allí en ese mismo momento. Miraba de reojo a nuestro alrededor, cada vez se aglomeraba más gente, los murmullos iban en aumento. No alcanzaba a comprender nada de lo que decían, hablaban demasiado bajo y yo me encontraba bastante lejos de ellos como para poder escucharlos, pero me daba muy mala espina toda esa situación.

-Capitán -dije en voz baja a su lado-. Está todo el mundo mirándonos y hablando. Tenemos que irnos de aquí. Goku ha llamado mucho la atención.

Aguardé su respuesta, cauto, pero atento a todo lo que pudiera ocurrir. Lo último que esperaba ver aproximarse era alguna cuadrilla de marines, eso podría poner en serios aprietos nuestra identidad. Aunque no habíamos hecho nada, pero posiblemente hubiera marines capaces de detectar piratas. Aunque no sabía cómo podía ser eso, o cómo podrían siquiera hacerlo, pero si el capitán quiso mantenernos escondidos y tener precaución debería de ser por algo.

Todavía me considero bastante ignorante de todo cuanto me rodea, y aunque hay muchas cosas que ya estoy aprendiendo y asimilando, como los tipos de criaturas y seres vivos, humanos, hombres pez, hombres animal... Había tal variedad que no quería volver a estar preso sabiendo cuantas cosas podía perderme de nuevo. Ahora sabía lo que había en el mundo, ahora más que nunca quería sentir la libertad, quería volver a surcar el mar. No podía permitir que me atrapasen, no quería volver a experimentar esa sensación, ahora angustiosa, de permanecer confinado en cuatro paredes empedradas. A saber lo que podrían hacer conmigo ahí dentro, o con el capitán. No podía fallarle, por lo que estuve atento por si en algún momento se presentaba peligro. Estaría preparado para defenderle.
#8
Odinson D. Shizu
Asesina de Espadas
El mono finalmente se estampo contra el suelo. Nadie pudo hacer nada para evitarlo, una tragedia sin duda. Bueno realmente habia dos que si podían haber intentado algo para evitar que el monito se reventara brutalmente contra el suelo, pero prefirieron apartarse y evitar algún tipo de consecuencia por el impacto de un macaco meteórico, aunque quien podría juzgarles, ni conocían, ni tenían apego alguno por aquel simio lampiño que encima les venia como un proyectil tras él mismo saltar demasiado sin tener en cuenta las consecuencias de sus propios actos. Pero cualquiera en su sano juicio ve de repente algo precipitarse contra él de forma abrupta y su instinto lo llevaría a salirse del medio y apartarse para no ser golpeado, podría haber sido un mono bomba.

Pero el chico tenia una cabeza dura y un cuerpo también bastante resistente aunque no lo pareciera. El impacto contra el suelo aunque en una primera instancia parecía haberlo dejado muerto en posición casi fetal, ahora fue de un peli rapado del niño de no levantarse de un brinco sacudiéndose el polvo como quien no quiere la cosa, aunque ciertamente algún rasguño presentaba en su piel y su silueta habia quedado marcada en el camino de piedra.

Aunque Lance y Goku no parecían tener ninguna prisa o problema con la situación actual, no era tanto para Juuken, quien pareciendo sufrir casi de una ansiedad social, estaba viendo problemático el ambiente y corillo que se estaba formando a una cierta distancia alrededor de ellos, como rodeándolos entre murmullos y marujeos. Sin duda estaba siendo como una marcada diana de que allí habia algún problema, pero el albino y el macaco parecían sentirse ajenos a todo eso simplemente dejándose llevar por la conversación, mientras en uno se despertaba su curiosidad hacia el mono y por su parte el mono ponía buena cara, aunque era como si en su interior afloraran unos demonios cegándose en todo en silencio porque nadie le salvo y lo dejaron estamparse.

Pero la  agradable conversación no tardo en verse interrumpida por la aparición de las gaviotas blancas. Un grupo de cuatro marines se abriría paso entre la gente que observaba a distancia la escena pidiendo que les abrieran paso - Abran paso por favor, ustedes los de ahí paren lo que estén haciendo - Los marines emergerían de la gente acercándose hacia el trio que habia conformado un espectáculo por la zona - ¿Qué es este escandalo, acaso estáis iniciando una pelea? - El que parecía encabezar al grupo de marines hablando de frente por todos observaría por un momento la situación y en especial a Goku - ¿Estáis agrediendo a este joven y...? - Entonces se fijo en el suelo roto por el mini agujero causado por la caída de Goku - ¡Y destruyendo la vía publica! - Una confusión entendible, viendo al niño magullado en un cráter con su silueta bien marcada rodeado de los otros dos. Era el momento de evadirse o hacer una buena tirada de carisma y persuasión.
#9
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Oh, hola Lance, Juuken, un placer - dijo Goku con una gran sonrisa - ¡no se preocupen, estoy bien! He caído de lugares más altos y a veces menos preparado - se rascó la cabeza mientras soltaba una carcajada despreocupada.

La escena era tan informal y relajada entre los tres, que casi parecía un encuentro de amigos de toda la vida. Pero entonces, el más pequeño del grupo, Juuken, quien, por algún motivo incomprensible, era el más serio de todos, frunció el ceño y murmuró algo sobre cómo estábamos llamando mucho la atención. Goku, divertido, se inclinó hacia él, con las manos en la cintura y le dijo - ¡Ay, chico! No te preocupes tanto. No creo que un marine venga a controlarnos por culpa del escandalo o algo por el estilo, suelen pasar por alto esta clase de cosas - dijo Goku, casi riendo.

Y, como si las palabras de Goku hubiesen tenido un efecto de invocación, justo en ese momento apareció un grupo marines detrás de él. El sujeto de la marina, con cara de pocos amigos, se dirigió al grupo exigiendo que pararan lo que fuera que estaban haciendo. Goku, con una expresión de vergüenza y las mejillas algo sonrojadas por lo obvio de la situación, miró a Juuken y luego se giró hacia el marine, levantando ambos brazos en señal de paz.

¡Nosotros no estamos haciendo nada, oficial, sólo hablábamos! - respondió Goku con una sonrisa nerviosa. A las siguientes preguntas, Goku respondió con una cara de duda y total sinceridad - ¿Pelea? ¿Agrediendo? - preguntó con expresión de sorpresa exagerada - Solo tuve un accidente y, por suerte, no les caí encima. Solo les preguntaba si estaban bien. Y si el problema es la propiedad pública, bueno… no tengo problema en que me lleven con ustedes - dijo, y dio un paso hacia el marine con las manos aún en alto, con una despreocupación exagerada - No tengo problema en hablar con su superior sobre esto. - Luego de esto, Goku se giró hacia sus nuevos amigos y les saludó con una mirada.

Chicos, ¡espero volver a verlos pronto! - dijo, adoptando una postura heroica como si estuviese sacrificándose por el bien del grupo. Por dentro, Goku solo quería hablar con el superior del marine para hacerle saber que era del Cipher Pol y explicar que solo había sido un malentendido. Cosas de Goku, claro.

Ojala a estos dos no se les ocurra atacar a los marines solo para tratar de salvar a Goku o algo por el estilo (?)
#10


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