¿Sabías que…?
... existe una tribu Lunarian en una isla del East Blue.
[Aventura] Retumbar Silvano [Tier 5]
Sparrow D. Cynthia
Spirit Blossom
Los piratas del peliblanco habían salido triunfantes de aquella búsqueda del tesoro, un rumor sobre unas ruinas antiguas jamás habia sido tan cierto y tan rentable, por lo menos para esos jóvenes piratas que se habían lanzado al mar justo para vivir aventuras, obtener riquezas y disfrutar de la libertad de vivir en alta mar sin ninguna atadura o vinculo. Bueno, ningún vinculo salvo el que los unía como nakamas. La gran evasión realizada de la isla Momobami con el botín en las manos habia llevado a los prometedores novatos del mar hasta una isla con dos prominentes montañas.

Dicha isla se trataba de Demon Tooth, una isla algo chapada a la antigua que seguía muchas tradiciones marciales y años de tradición buscando pulir los dos artes predominantes en aquella isla, el estilo de las tres espadas y el estilo de la pierna negra. Más los piratas no buscaban precisamente en una primera instancia la cultura y tradiciones del lugar. Tras saquear la sala del tesoro muchos de los otros aventureros podrían haber intentado una escaramuza, era mejor retirarse a toda prisa hacia alguna isla en la que poder recomponerse y tratar de comerciar algo de su botín y facilitar su protección y transporte.

Más esa isla no parecía ser un núcleo comercial muy grande, aunque eso no impidió que algunos de la banda se hubieran separado del resto para ir a investigar en la villa Shimotsuki la presencia de algún tasador. Dejando en el barco atrás a Juuken, Gretta y Teruyoshi, con Goku entre ellos aunque más haciendo cosas de Goku por la jungla cercana a donde atracaron el barco y el propio Qazan que estaba en el agua haciendo algunas reparaciones en el casco del barco.

Aunque todo rebaño tiene su oveja negra. Goku en realidad a aparte de sus cosas de Goku, aguardaba la oportunidad de recibir un mensaje cifrado por parte de una paloma adiestrada que le enviaban desde la agencia. Hacia poco que se habia tenido que reportar, dado que buscaron contactar con él por que se le olvido reportarse. Y ahora que lo tenían localizado de nuevo le enviaban una misión urgente. Al parecer, las redes de inteligencia del Cipher Pol localizaron a un antiguo miembro el cual deserto de la organización en las inmediaciones de la isla. Dicho exigente asesino a su compañero para fugarse de la organización en medio de una misión para recuperar un artefacto, se presupone que una akuma no mi mitológica, pero no es información veraz. Aunque recientemente llegaron rumores de un tesoro oculto en la jungla entre los colmillos de Demon, lo cual instigo a varios incautos a buscarlo, pero solo terminaron en varias desapariciones. No parece casualidad la traición en medio de una misión como esa, el rumor de un tesoro y desapariciones. Por lo tanto se requiere de que el agente Goku lo investigue.

Coincidentemente una pequeña barca pesquera, claramente muy austera y practicante su dueño de la pesca tradicional, paso cerca de la embarcación, buscando llamar la atención de los tripulantes en la cubierta - ¡Oíd chicos, si venís por el rumor del tesoro será mejor que lo penséis dos veces, últimamente la jungla se ha vuelto muy peligrosa e incluso buenos discípulas de nuestros dojos no han vuelto investigando los rumores, será mejor que no intentéis imprudencias y atraquéis en el puerto de la aldea! - El hombre parecía tener buenas intenciones y buen corazón, la corriente no tardaría en hacer que su barca siguiera el curso dejando atrás a los piratillas, pero el hombre que claramente no se fijo en la bandera por la falta de viento en esos momentos, cumplió con su deber como habitante de la isla de advertir a los forasteros.

OFF
#1
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Goku avanzaba con energía, saltando de árbol en árbol como si fuese su hábitat natural. DemonTooth era un paraíso salvaje, su vegetación tan densa y vibrante que casi parecía tener vida propia. Las hojas de los árboles se mecían suavemente bajo el viento, mientras el sol se filtraba a través del follaje, bañando el entorno en destellos dorados. Goku recogía frutas a medida que saltaba, arrancando toronjas maduras de las ramas y mordiendo una con gusto. El sabor cítrico explotaba en su boca mientras observaba a los animales que huían a su paso, dándose el lujo de jugar con algunos de ellos, disfrutando de su entorno como un niño en un parque.

Entre bocados, recordaba su viaje en el barco, las risas y los momentos despreocupados, en ese momento, entre comidas y caricias con su amada Gretta, decidió que era tiempo de reportarse. Simplemente tomó una paloma que hace un rato había aterrizado en el barco, le ató una pequeña carta en la pata, y la dejó ir sin mucho alarde. Cuando sus compañeros le preguntaron qué había enviado, Goku se encogió de hombros con naturalidad, como si fuera algo cotidiano - Ah, solo es una carta para el trabajo. Hace rato que no me reporto, jeje - contestó con su clásica despreocupación.

La carta, dirigida a sus jefes del Cipher Pol, era tan simple como él mismo. No contenía códigos secretos ni largos informes. Sólo decía "Llegando a DemonTooth. Atte. Goku". Un mensaje sencillo, que para cualquier lector podría parecer trivial, pero en ese mundo de sombras y espionaje, incluso lo más mundano podía tener un propósito. Sus superiores lo tomarían como quisieran, pero Goku sabía que pronto le darían más trabajo, porque así era la vida de un agente.

Y no pasó mucho tiempo, hace poco habían atracado en Demontooth, y ya otra paloma, casi idéntica a la anterior, lo encontró entre las copas de los árboles. El ave le picoteó la cabeza un par de veces antes de dejarle caer una carta, debió ser una instrucción de uno de sus superiores, como a modo de regaño. Goku entonces tomo la carta, la abrió, el estilo era casi una parodia de su propia carta anterior, como si los del Cipher Pol se burlaran con ironía, pero el contenido era claro, el nombre de su objetivo, y la nota de que al desertar, ya había dado fin a su compañero antes de marchar.. Goku sintió que algo se removía en su interior, una mezcla de sorpresa, enojo y una chispa de tristeza. No necesitaba más detalles. Sabía lo que debía hacer.

A pesar de la gravedad de la situación, Goku no era el típico agente solitario que actuaba en silencio, ahora tenia un equipo de agentes amigos que podría llamar sus Nakamas. Mientras continuaba saltando entre las ramas, decidió buscar a su equipo. Cuando llegó hasta donde estaban su amada Gretta, el Capitán Juuken y el nuevo hombre gato, notó la ausencia de algunos compañeros. La Tomboy y la Femboy de Lance y Suzuka debían estar por su cuenta, mientras que Quazar de seguro se encontraba reparando el barco, pero con los que estaban, era suficiente.

¡Hey chicos! - les gritó desde arriba, captando su atención mientras seguía masticando la fruta que había recogido - Necesito un favor - dijo, saltando hasta caer justo frente a ellos. Goku mantenía esa sonrisa despreocupada en su rostro, sabía que la situación era seria, pero en su estilo característico, no dejó que la tensión se apoderara de él - Hay un tipo en esta isla que, si me ve, querrá matarme. Y si yo lo veo... bueno, ya saben, también lo querré matar - dijo sin ningún dramatismo, simplemente planteando la situación tal como era - ¿Me ayudarían a encontrarlo primero y eliminarlo? Es algo sencillo - añadió, sonriendo ampliamente mientras se llevaba otro trozo de fruta a la boca.

La calma con la que hablaba contrastaba con la gravedad de sus palabras, pero ese era Goku, un guerrero siempre optimista, siempre confiado en sus habilidades y en los de su equipo, además, este no escucho nada de lo que dijo aquel pesquero y de seguro se olvido de que había algún rumor sobre un tesoro o lo que sea.
#2
Teruyoshi
Teru
Tras varias estaciones viajando por todo el East Blue, Teruyoshi al final había conseguido un grupo con el que quedarse. El encuentro con los Piratas de Shirogami había sido de lo más peculiar, pero al final no solo había terminado entendiéndose con ellos, sino que había encontrado una nueva manada con la que vivir y viajar por todo el extenso mar. Porque sí, se les podía denominar más una manada que una banda per se.

El más normal de todos era Lance, el capitán, quien a pesar de tener un carácter despreocupado y tranquilo también poseía un aura y carisma magnético. El peliblanco tenía la capacidad de que cualquiera se sintiera tranquilo y agusto a su lado… Toda una novedad para Teruyoshi.

Luego estaba el subcapitán, Juuken, quien a pesar de aparentar ser un niñito inocente que no se enteraba de la misa a la mitad, escondía en realidad un jodido sádico. A Teruyoshi le encantaba cuando perdía los papeles, ya que siempre había algún herido cuando eso pasaba.

También estaba Goku, el cual aseguraba ser un mink como Teruyoshi a pesar de estar prácticamente pelado. El gato pensaba que simplemente era un humano raro con dos colas y que simplemente no lo sabía, pero a base de conversaciones sin sentido había aprendido a no hacerle mucho caso y dejarlo a su bola… lo cual parecía ser el tono general de la banda. Si hasta mandaba cartas con palomas. Todo un personaje.

Y por último, pero no menos importante, su pareja favorita. El gyojin y la daimink. La Devoradespensas y el Destrozabarcos. Gretta y Qazan… Un par de bestias impredecibles, siempre dispuestas a un buen robo o pelea. Ellos sí que sabían hacer sentirse a Teruyoshi en casa… aunque si tenía que elegir un favorito, esa era la daimink. La enorme jabalí estaba recubierta de un grueso pelaje de lo más irresistible. Teruyoshi ronroneaba con solo pensar en amasarla.

Todos ellos formaban la nueva familia disfuncional de Teruyoshi. Rara como ninguna otra, pero de él a partir de ahora. El mink era muy celoso con sus pertenencias… y cada uno de sus nakamas acababa de pasar a ser posesión del gato sin ellos saberlo, por lo que cuando el grupo decidió desembarcar en la zona para investigar los rumores que habían escuchado no dudó un instante en apuntarse. No solo porque la palabra tesoro fuese una de las palabras mágicas favoritas de Teruyoshi, sino porque no iba a permitir que les pasara nada a su nueva familia. Ya había perdido una y no iba a consentir que pasase lo mismo otra vez. No pensaba volver a quedarse atrás nunca más.

El grupo incluso había recibido una advertencia de un hombre que pasaba con su barca pesquera, el cual tras unas pocas palabras se perdió en el horizonte como vino. Aquellas palabras obviamente no valieron de nada, ya que a pesar del aviso del tipo, parte de la banda no dudó en desembarcar para ir en busca del tesoro escondido.

Goku, para variar, fue el primero en desembarcar. Se lanzó a la selva para emular a los monos como tanto le gustaba, mientras que Juuken, Gretta y Teruyoshi bajaron más calmados. Lance y el resto tenían otros asuntos que atender, por lo que la banda iba bajo el mando del niño loco. El día prometía y Teruyoshi no pensaba separarse de su Gretta, por lo que en cuanto la vio, dio un ligero salto y se subió a sus hombros, buscando acomodarse en lo que se había transformado en uno de sus sitios favoritos. Gracias al tamaño de la daimink, Teruyoshi se podía echar en ellos y acomodar su cabeza al lado de la jabalí para poder charlar con ella cómodamente sin tener que levantar la voz.

- Rrreina - comenzó a hablar en un medio ronroneo cuando notó el calorcito que emanaba su compañera. - ¿Qué crees que pasará antes? ¿Qué el mono falso nos busque un problema o que Juuken apuñale al tipo que anda secuestrando gente? - preguntó divertido mientras se chupaba una zarpa y se la pasaba por la oreja en un acto inconsciente.

El grupo siguió los pasos de Goku, adentrándose en la isla en busca de un nuevo tesoro que saquear… o al menos esa era la idea hasta que el mono sin pelo apareció de golpe diciendo que lo querían matar. La verdad es que no era de extrañar, Teruyoshi lo conocía desde no hacía mucho tiempo y también quería matarlo de vez en cuando… pero eso, él, no nadie más.

- Que lo intente si se atreve - respondió automáticamente el mink sin dar tiempo a nadie a contestar. La lengua del mink solía ser la más rápida de todos los mares y no fue una excepción. - Si osa a tocarte un solo pelo… lo troceamos y hago un estofado con él - aseguró el mink mientras meneaba el rabo de lado a lado de forma brusca en señal de malestar.

Teruyoshi no sabía como Goku sabía que había allí nadie que quisiera matarlo, aunque tampoco le importaba. Si era verdad y no era una de sus muchas locuras, no pensaba dejar que nadie le hiciera daño, mientras que si sí era una de sus flipadas, tampoco le haría daño que alguien la siguiese. Aún así, Teruyoshi, consciente de que la decisión recae sobre Juuken, dirigió toda su atención a él, esperando a ver qué decisión tomaba al respecto.

Cosas
#3
Gretta
La Devoramundos
Personaje

Gretta estaba tumbada boca arriba en cubierta, melancólica, con la mirada perdida en la inmensidad del cielo. Debido a la pelea que tuvo con Goku hará una o dos semanas, la bodega del barco, que era su cuarto, tenía el lateral del casco roto, por lo tanto, mientras Qazan se encargaba de repararlo, ella tenía que estar en otro lado. 

"—Gretta, aquí no puedes estar que me molestas." Recordó ella que le había dicho Qazan esta mañana. Y ella ahora le daba vueltas a esas palabras. "¿QUÉ TE MOLESTO YO? A mí me molestáis todos y no voy por ahí quejándome… No, claro, aquí tengo que estar yo, en la intemperie, a la merced de las inclemencias del tiempo, con la sal y el aire, corroyéndome cada centímetro de mi cuerpo. A ver si acabas ya de arreglar mi puto cuarto, macho… para reñirme bien que todos se dieron prisa, pero para arreglarme el sitio donde duermo, se están tomando su tiempo los cabrones… Fue todo culpa de Goku, pero noooo, Gretta siempre es la mala, siempre soy yo la que hace las cosas mal; a nadie le importa que el mono me hubiese ocultado que tenía ¡MUJER E HIJO!, no, es muchísimo más malo que unos maderos se hayan partido… ¿Te cuento yo lo que tengo partido, eh? EL PUTO CORAZÓN, eso tengo partido, y no veo a nadie preocuparse; primero Shiro se va, ahora Goku, mi último amor, me esconde que tiene familia… ¡AY DE MI!" suspiró. -UFFFF-.

Entonces unas palabras llegaron a cubierta; Gretta asomó el hocico y olfateó —OUNGH OUNGH— era humano, luego se fijó con la vista. Un señor mayor desde su barquito lanzaba unas advertencias dirigidas a la tripulación. "De qué va el puto viejo, metiéndose en nuestros asuntos, que llevemos cuidado, dice. ¿Nos acaba de amenazar indirectamente?" Gretta, tras ese pensamiento, se incorporó de un salto, al final algo en lo que podía centrar su frustración. El barquito se alejaba, así que rápidamente cogió un barril bien grande, se aseguró de que no hubiese comida dentro, y se lo lanzó al pescador, con intención de hundirle.

—A mi no amienaces eh, ¡TE MATO!. Le gritó al pescador mientras el barril volaba en la dirección. No tenía buena puntería, pero si le acertaba, le daría lo que ella necesitaba ahora mismo, unas risas.

Ahora más despejada, miró qué hacía el resto. Todos se estaban preparando para salir, entonces recordó que habían decidido hoy dar un paseo por la isla. "Ostia, es verdad que nos íbamos… Voy a ver qué pillo para el camino". Se fue corriendo a la cocina, al entrar se quedó parada; los recuerdos de Shiro le vinieron a la mente, meneó su cabeza para despejarse, se llenó la mochila de raciones y cogió un muslo para comérselo ahora.

Cuando estuvo lista, bajó de un salto; todavía se acordaba de la última vez que hizo esto mismo en aquella isla maldita; esa vez se cayó de morros, pero ahora, ella había cambiado, ahora era una atleta de élite, la más rápida del mar del este, o eso creía al menos; nunca antes había corrido más de 10 metros y ahora podía con eso y más.

Entonces, justo al bajar, algo se posó sobre sus hombros. Miró con un sobresalto y ahí estaba retozando el nuevo integrante, un mink gato, que se había unido hace poco. Desde que Shiro desapareció había intentado sobrellevarlo, sin mucho éxito, hasta que este ser de luz se había unido al pintoresco grupo… Cuando Shiro se fue, perdió dos cosas, su amor y la más importante, la comida. La ausencia del cocinero había hecho del viaje una auténtica tortura alimenticia, pero entonces este gato apareció; no solo realizaba los mismos majestuosos platos que a ella le encantaban, haciendo que los colores volviesen a la triste vida de Gretta, si no que además le encantaba estar encima de ella y le hacía masajes con sus patitas por todo el cuerpo, lo que le transmitía mucha paz.

"Ahhh Michifua, solo tú me aportas ahora mismo tranquilidad…" Pensó Gretta mirando fijamente al gato negro, acariciándolo. Rrreina, ¿Qué crees que pasará antes? ¿Qué el mono falso nos busque un problema o que Juuken apuñale al tipo que anda secuestrando gente?. Le dijo Teru. Ella se quedó mirándolo; aún le extrañaba y encandilaba a partes iguales esa manera de hablar; era como si le absorbiese toda la atención con los ronroneos.

—Espiero que siamos nosotros los primiros que encontriemos buen probliema ah, y juuken que lieve cuidado con no apunialarse a sí mismo, OUNGH OUNGH. Le contestó ella, echándose una risa.

Entonces Goku se acercó a ellos advirtiéndoles de que alguien querría matarle si lo veía. "¿Cómo que alguien quiere matar a este? Seguro que es otra a la que ha camelado para luego decirle que tiene mujer e hijo… Te lo tienes merecido, mono bribón, pero por otro lado, aquí la única que tiene derecho a ponerte la mano encima soy yo." Pensaba Gretta ante las palabras de aviso del mono.

El gato se le adelantó en la respuesta, pero ella pensaba lo mismo que él. Así que solo puntualizó: —Seniala cuando veas y nosotros enquiargamos ah. Le dijo a Goku, apretando los puños. —Venga, Jiuken, tú diriges. Le dijo al chaval acercándose a él. Y aprovechando la cercanía para darle una palmada, palpando bien su culo y forzándolo acto seguido a dar unos pasitos adelante.

Inventario
#4
Juuken
Juuken
Día 50 de Verano del año 724
Isla Demontooth



Al fin podíamos tener algo de tranquilidad. El día no estaba siendo el mejor, pero tampoco resultaba excesivamente malo. El viento matutino había soplado con fuerza, las velas recogidas goteaban del rocío que se había extendido por la noche, dejando la cubierta llena de pequeñísimos charcos por todas partes. En alta mar siempre había algo de agua que acababa regando, pero por las noches era más común encontrarse la embarcación así. Si no fuera porque dormimos a resguardo, amaneceríamos empapados y calados de arriba abajo.

Me volví mirando a Gretta, por suerte para ella había un compartimento lo suficientemente grande para ella, o eso pensaba, pues siempre estaba entrando a la bodega, pero estaba seguro que, de no tener, ya nos habriamos encargado que Qazan lograse habilitar algo para ella. Parecía que a veces esos dos se llevaban bien, aunque otras veces parecía que se querían matar. Sin ir mas lejos, le había dicho hacia escasos instantes que molestaba, que se apartase. Me pareció entrever una expresión que mezclaba un odio atroz con algún tipo de rencor que desconocía. Nunca estaba seguro si esos dos iban a darse un abrazo o a destrozarse a puñetazos.

Lance se había marchado, todavía no sabía donde ni si se había ido a solas o acompañado. Le gustaba ver el pueblo, conocer las calles y saber de los posibles problemas. Dada la naturaleza de nuestras ultimas aventuras, ya no quiere dejar nada al azar. O eso entendí de su actitud. Había días que se volvía una persona poco habladora, tal vez porque debido a los problemas que tuvimos en Momobami sienta algo más de responsabilidad de cara a nosotros. Ese día Goku llegó bastante maltrecho de esa pequeña excursión que acabó de una forma un poco abrupta, pero fue de agradecer el lograr emerger de aquella montaña, aunque hubiera sido de esa forma. También tuvimos problemas con Shiro, aunque no se si problemas sería el término correcto.

Nuestro compañero peliblanco sintió que debía continuar él solo su viaje. Nos opusimos todos, salvo Goku que todavía no había llegado, no obstante decidimos respetar su deseo y permitirle proseguir su búsqueda en solitario, con la condición de que nos volvieramos a encontrar lo antes posible. Mi intención era simple, cuando pase un tiempo, probablemente en la próxima estación, o tal vez a la siguiente, dependiendo de lo que quiera la tripulación, propondría volver a la isla, ir a Momobami de nuevo y buscarle. Por lo menos si no sabíamos nada de él por entonces. No pensaba dejar abandonado a un compañero, sobre todo si temiese que estuviera en peligro.

Habíamos llegado a esta nueva isla hacia unos pocos días, y habíamos conocido también a alguien. Se trataba de un ser con un gran pelaje, similar a Gretta, pero mucho más pequeño y negro, y sin esos colmillos en la boca. Este más bien era como esos gatos callejeros que iban por las calles de los pueblos. Se hacia llamar Teruyoshi, y era uno de esos humanoides animal. En un principio sentí que no quería que estuviera con nosotros, mi primer impulso fue pensar que estábamos sustituyendo a Shiro como Teruyoshi, y me negaba a aceptar ese hecho como si fuese real, no obstante comprendí que podía no tener nada que ver. Sencillamente resultó ser un mink agradable, aunque a mi parecer era más gracioso que agradable. Pero intentaba que no se me notase.

De pronto noté un sonido peculiar, el mar se movía con un suave oleaje, pero se notaba que se intensificaba el sonido de las olas golpeando contra el casco. Cuando la mar se encuentra en calma, cualquier pequeña perturbación puede provocar que se llame bastante la atención, y eso desde luego indicaba que había algo, o alguien, cerca. Me acerqué a la barandilla del casco y pude ver a una persona en un bote pasando cerca de nosotros. Ese hombre parecía estar intentando llamar nuestra atención, y tan pronto como me vio, observando hacia su dirección, comenzó a hablar.

-¡Oíd chicos, si venís por el rumor del tesoro será mejor que lo penséis dos veces, últimamente la jungla se ha vuelto muy peligrosa e incluso buenos discípulas de nuestros dojos no han vuelto investigando los rumores, será mejor que no intentéis imprudencias y atraquéis en el puerto de la aldea!
-¡Gracias por el consejo! -Respondí a ese hombre saludando con la mano.- No tema por nosotros.

Pensé que igual esas palabras no serían bien recibidas. Sabía que Gretta todavía se pasaba refunfuñando sobre lo ocurrido en la isla de Momobami, y el pretexto para acudir a ese lugar fue ese precisamente el mismo, una búsqueda de tesoro. Había corrido el rumor de que un gran tesoro descansaba allí, y al final sí que lo hubo, pero fue toda una odisea, al poco de entrar ya estábamos queriendo salir de allí a toda costa. Nos encontramos con gente muy variada, obtuvimos una buena cantidad de dinero, eso debía de ser lo que se consideraba el tesoro. Sinceramente, era la primera vez que veía algo así, tan llamativo y tan brillante.

Llevé la mano a mi bolsillo, extrayendo una de esas pequeñas piedras que me quedaban, había estado examinándola, el tacto me decía que era exactamente el mismo material del que cubría mi cuerpo, pero seguía sin saber de qué se trataba. Me giré hacia mis compañeros, igual ellos podían saber que era. Sería una situación un tanto extraña, les preguntaría por si sabían que era aquello con lo que cubría mi cuerpo. Deberían pensar que soy estúpido, aunque probablemente la mayoría ya lo piense. No era mi culpa haber desconocido todo lo que el mundo podía llegar a ofrecer hasta hacia relativamente poco.

-A mi no amienaces eh, ¡TE MATO!

La amenaza de Gretta al pescador del bote me devolvió a la realidad. Ese hombre se vio algo intimidado, me quedé mirando a Gretta, juraría que no nos había amenazado, no obstante a veces también tenía la sensación de que Gretta se imaginaba las cosas que decía la gente. Tal vez su vida le había llevado a desconfiar naturalmente de las personas, si eso era así, no era quién para decirle nada. En cierto modo la entendía perfectamente. Me acerqué a ella tranquilamente.

-Tampoco creo que se atreva mucho a amenazarte, Gretta. Ni medio manotazo te aguanta un hombre así -dije para tratar que se calmara.

Habíamos acordado en salir y explorar un poco la isla, nos habíamos pasado esos días más relajados, recuperándonos de los hechos en Momobami y asimilando todo lo ocurrido con Shiro y los demás. Ahora estábamos Gretta, Goku, Teruyoshi y yo, que íbamos a salir a explorar un poco la isla. En un principio, yo no iba a marchar junto a ellos, pero al igual que Lance, me sentía responsable de estas gentes también. Puede que mi aspecto hiciera que me tomasen por un simple niño que no es capaz de hacer gran cosa, con un cuerpo débil y hasta de aspecto quebradizo, no obstante creí haberles demostrado lo capaz que podía llegar a ser, de camino a la isla Momobami hice un entrenamiento con Qazan, y aunque todos estaban seguros de que el resultado se decidiría en un momento, la situación fue completamente distinta a lo que esperaban. Pero eso no implicaba que no confiase en la fuerza de mis compañeros, simplemente no quería estar en el barco relajándome, con la posibilidad de que ellos estuvieran en peligro. Prefería arriesgarse y luchar con ellos a que pasaran por graves aprietos.

Goku había bajado del barco y ahora estaría por la zona de los árboles. Gretta dio un salto por la borda, llegando a tierra firme, el barco se zarandeó entero con su salto. Suspiré. Algún día le acabará dando excesivo trabajo a Qazan arreglando el barco. Ahora el gyojin creo que estaba haciendo reparaciones en el propio navío. Me fui a asomar por donde Gretta habia saltado, nuestro nuevo compañero se lanzó también al aire, concretamente a posarse sobre los hombros de Gretta. Sonreí con un deje de alivio. Gretta también parecía haber sido muy cercana a Shiro, tal vez la integración de Teruyoshi a la tripulación sirva para aplacar un poco ese dolor por su pérdida. Esperaba que asi fuera.

Pude escucharles murmurar, escuché mi nombre y al momento Gretta comenzó a reírse a su particular modo. El hombre de la barca nos había dicho que lo mejor sería que atracásemos en el puerto de la aldea. Creo que el capitán había preferido asentarse ahí hasta estar seguros de que no haya peligro. Los dos últimos sitios que hemos estado, nos ha tocado salir rápidamente, en Kilombo y en Momobami acabamos saliendo con prisas de la isla, y me parecía bien asegurarnos antes de hacer nada que pudiera ser imprudente. Solo esperaba que la decisión de atracar donde estábamos no fuese la opción imprudente. Por suerte teníamos a Qazan cuidando del propio barco.

Bajé del barco, llegando a ubicarme al lado de Gretta y Teruyoshi, justamente cuando Goku llegó a decirnos algo que, francamente, me dejó bastante sorprendido. ¿Quién podría tener razones para querer hacer algo así contra Goku? No lo comprendía, pero obviamente no iba a dejar que le hicieran nada a ningún compañero.

-¿Me ayudarían a encontrarlo primero y eliminarlo? Es algo sencillo.
-Que lo intente si se atreve -respondió Teruyoshi sin apenas dar tiempo para analizar lo que nos había pedido-. Si osa a tocarte un solo pelo… lo troceamos y hago un estofado con él.
-Seniala cuando veas y nosotros enquiargamos ah -Gretta también se sumó a la amenaza, tampoco esperaba menos de ella, conociéndola.
-Cuenta con nosotros, Goku.

Con esas comenzamos a avanzar, pero no dejaba de pensar en lo intrigante que me resultaba esto. Sentía mucha curiosidad por saber quién sería el que querría matar a Goku y, sobre todo, cómo lo sabía. Me acerqué a él cuando íbamos más hacia adelante, me esperé a comprobar algún momento que no estuviera tan alto trepando y le pedí que bajara. Cuando estuvo cerca de mí le pregunté sin rodeos.

-Goku. ¿Por qué iban a querer matarte? Quiero decir, eres buena gente. No entiendo por qué alguien querría matarte a tí -hice una pequeña pausa donde aguarde por su respuesta, a lo cual también agregaría después.- Y también. ¿Cómo sabes que ese estará aquí? A ver, se que has tenido tu vida antes de estar con nosotros, de hecho llevamos poco tiempo juntos, pero si ya antes habías estado en esta isla nos lo podías haber dicho y dábamos un rodeo, compañero. Tampoco quiero que nos pongamos en peligro sabiendo que podemos evitarlo. Pero no te preocupes, estamos los tres contigo.

Pare cuando me quise dar cuenta de que igual estaba hablando mucho, mientras decía eso había desconectado por completo, no me había fijado si en mitad de ese monólogo me había dicho algo en concreto. Cosa que ahora me avergonzaría conocer.

Datos
#5
Moderador Bon Clay
OKAMA WAY
Cada miembro de la banda tenia su forma de empezar el día, algunos de una forma más tranquila, otros tomando la iniciativa de forma abrupta hacia la aventura y algunos que parecían haberse levantado con el pie izquierdo ese día; como era el caso de Gretta quien interpreto de mala manera la amable advertencia de aquel pescador que paso cerca de su barco y solo busco ayudar a los jóvenes que estaban atracando en medio de la jungla. La respuesta de la inmensa mink fue arrojar un barril vacío contra la barca con todas sus fuerzas, y todos sabemos que Gretta podría levantar el mismo barco si se lo propusiera, aunque su puntería estaba muy lejos de ser la mejor de la tripulación, compitiendo de hecho por ser de las peores. No obstante, su lanzamiento aunque errado, golpeo en las aguas cercanas a la barca con tanta fuerza que genero una pequeña ola que placo la barca del pescador, haciéndola volcar y mandando al pobre hombre directamente al agua - ¡Maldita sea, mocosos ingratos! - Vociferaría el hombre desde el agua alzando el brazo de forma cómica, intentando ver como volver a girar su barca.

Tras la pequeña escena cómica con el pescador, el cual seguramente acababa de perder toda su pesca del día al haberse volcado su barca y pertenencias al agua, el grupo se iría reuniendo poco a poco en la orilla tras desembarcar del navío. Siendo Gretta y Teruyoshi quienes tomarían la iniciativa para iniciar la expedición, sin contar a Goku claro, siendo este un elemento de caos impredecible. Y terminando por unirse al grupo el autentico capitán de los piratas  Shirogami, Juuken, quien no quería dejar el barco en una primera instancia, pero tras pensarlo un poco, considero que era más necesario que alguien vigilara a esos tres kamikazes, que no cuidar el barco, dado que era difícil que alguien lo cuidara más que Qazan, quien lo estaba arreglando con tanto mimo.

La voz de alarma la daría el mono pelado, que volvería de forma abrupta de estar jugando entre los arboles. El cual estaba volviendo con unas extrañas noticias, al parecer alguien en esa isla lo quería muerto, lo cual no tenia porque ser extraño para muchos y de hecho la mayoría de sus compañeros lo trataron con tanta normalidad y venalidad, que simplemente aceptaban que si ocurría le partirían la cara al otro, en ningún momento dudando de que habria hecho Goku o si lo merecía. O bueno así seria si no fuera por el cabecilla Juuken, quien estaría lanzando algunas preguntas a Goku con el fin de entender un poco mejor la situación y saber cuanto era el peligro real que habia, a parte de dar una ligera reprimenda de que no se callara las cosas, que podía contárselas con confianza.

Pero tras unos minutos de esa escueta charla entre los miembros de la banda, teniendo Goku un buen tiempo para responder a sus compañeros. Una especie de rugido o ruido gutural muy profundo resonaría desde el interior de la jungla expandiéndose como un eco, haciendo retumbar algunos arboles, que mostraría algunas aves saliendo volando desde las copas de los arboles huyendo, junto algunos pequeños animales que saldrían de entre la maleza buscando alejarse bordeando la costa. El ruido se escucho algo lejano, casi en el interior de la jungla.

La foto que vino con la carta de Goku del objetivo
#6
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Ah, él me quiere matar porque trabajo para el gobierno, o tal vez intentará convencerme para irme con el -  diría Goku sin rodeos, lanzando la declaración con una tranquilidad asombrosa. Goku intentaba seguir explicando, pero Juuken continuaba atropellando las palabras, ansioso por hacerse escuchar - Y… tamb… espera… ¡déjame hablar!… Coño… Juuken, si estuviese Lance aquí escucharías, ¿no? Tres chanchitos desobedientes… sin permiso de su mamá… se tomaron de las manos... y se fueron... a... no recuerdo la letra... bueh, otra, Chaaaala Head Chala… no importa lo que suceda, siempre el animo mantendreeeeé!!!… - tarareaba Goku, mientras empezaba a divagar, perdiéndose en su propia charla, mientras su compañero seguía hablando. Finalmente, cuando Juuken terminó, Goku soltó un respiro de alivio - Uf, pensé que nunca te callarías - dijo con un toque de humor.

Goku sacó una carta con una foto y se la mostró a su equipo - Ya les dije antes, el trabajó para el gobierno, y me acaban de avisar que él está por acá. Además, mató a mi abuelito, que era su compañero - dijo, señalando la foto y luego a sí mismo - Es alguien que se parece a mí cuando me corto el cabello, pero gracias a ese gato tonto que prepara todo con carne cruda de pescado - señaló a Teruyoshi con una mirada de fastidio - ahora siempre tengo pelo por todo el cuerpo, ¡maldita sea! - molesto, Goku se rascó la piel, aún con la incomodidad de tener vellos sueltos por algunas partes, ya que esa misma mañana tuvo que de nuevo afeitarse por su culpa.

En serio, no me gusta ese gato estúpido - murmuró, resoplando y haciendo un puchero infantil - Siempre encima de mi amada Gretta, jugándome tretas y dándome carne cruda entre mis platillos, pero como sea, si él los ve y sabe que vienen conmigo, seguro intentará matarlos - añadió, mostrando la foto con énfasis y señalando con el dedo - En la foto no se nota, pero yo soy más guapo y él es más viejo. Además, su piel es más oscura que la mía - Ignorando lo obvio, la increíble similitud entre ambos, añadió - Eso es porque es mi padre, pero es un maldito maniático… no se apiaden, si lo ven, lo matan, se que eso pondrá feliz al gato feo ese, y si en algún momento se confunden y creen que yo pueda ser el, me matan, no tengo problemas, no seria la primera vez.

Sin mostrar preocupación por lo que acababa de confesar, Goku caminaba junto a sus compañeros, hasta que sus ojos se posaron de nuevo en el gato, con una mirada llena de desconfianza. Saltó hacia las ramas de los árboles, simplemente por instinto, era más fácil para el moverse a base de balanceos que caminando. Mientras avanzaba desde lo alto, iba recolectando alguna fruta que encontraba por el camino, disfrutándola al instante, sin dejar de lanzar miradas recelosas al gato cada tanto.
#7
Teruyoshi
Teru
Teruyoshi ronroneó contento ante la respuesta de Gretta. El mink al fin había encontrado un alma afín después de tanto viajar. Alguien peludo y blandito que siempre esté dispuesto a una pelea o juerga en condiciones.

- Esto es vida - pensó regocijándose en su buena suerte mientras Juuken y Goku tenían una conversación de besugos. Habían comenzado a hablar uno encima del otro, haciendo que la conversación se volviera inentendible hasta que el espadachín se calló... aunque Teruyoshi hubiera preferido que no fuera así, ya que, tras la afirmación de Goku de ser parte del Gobierno Mundial, lo cual quedó completamente en segundo plano, ya que comenzó a meterse con él y con su comida. Sucio macaco.

- ¡Pero cómo eres tan ignorante, mono estúpido! - gritó el mink mientras se ponía de pie de golpe, como si de un resorte se tratara, sobre el hombro izquierdo de Gretta. El pelaje del mink se erizó mientras fulminaba con sus pupilas rasgadas a quien había osado ofender su cocina sin motivo alguno. - ¡Se llama sushi, inepto! - prosiguió, señalando con dedo acusador. - Si tienes el paladarrr de un niño de cinco años no es culpa mía, así que espero que te pille tu papi y te meta porrr el culo una de esas frrrutas que tanto te gustan - acabó, transformando el gesto de señalar en un corte de mangas. - La prrróxima vez te va a cocinar la orrrca.

Al mink le habían molestado las palabras de Goku. Su comida era su orgullo y se esmeraba siempre que tenía que cocinar para cualquiera de ellos. El gato se había enterado por Gretta que antes tenían a otro cocinero en su lugar al que todos tenían bastante cariño, por lo que Teruyoshi se esforzaba el doble en cada comida que hacía para intentar que la falta del mismo no se notara tanto… aunque la próxima vez que el mink tuviese que cocinarle algo a Goku iría con sorpresa. Eso seguro.

Tras hablar, volvió a su sitio favorito. No era su lugar preferido porque molestara al simio, sino porque era el mejor lugar del mundo que conocía. Comenzó a amasar el precioso pelaje de Gretta a la altura de los hombros en un intento de calmar su mal humor. Teruyoshi no se esperaba aquel ataque por parte de su nakama, menos aún cuando había sido el primero ofrecerle una pata amiga al enterarse de que querían matarlo, pero aún así había salido con ataques personales hacia él cuando no había hecho nada más que intentar integrarse lo mejor posible.

Por suerte para Teruyoshi Goku no tardó en volver a dejar atrás al grupo, volviendo a su hábitat natural. El mink deseó que se resbalara y se decalabrara, aunque si era verdad lo que decían el resto de sus nakamas, este no podía morir… aunque Teruyoshi solo tenía ganas de comprobarlo con sus propias zarpas. - Una noche lo ato y lo tiro por la borrrda del barrrco - pensó mientras lo veía adentrarse en la espesa arboleda.

Mientras Teruyoshi pensaba distintas formas de devolverle aquella ofensa a Goku, fue cortado repentinamente por una especie de rugido. Provenía desde el interior de la selva e hizo retumbar todo por momentos. Parecía que el grupo había llegado a la zona de una bestia salvaje y Teruyoshi, a pesar de la situación, solo pudo alegrarse por ello. Si se topaban con el bicho que andaba gritando podría liberar su frustración a golpes con algo.

- Lo que sea parece estarrr de peorrr humorrr que yo - dijo el mink al resto de sus nakamas, los cuales esperaba que no se pusieran de parte del mono pelón y también lo atacaran. - ¿Vamos a verrr lo que es y le pateamos el culo? - preguntó directamente a Juuken, pidiéndoselo por favor con la mirada. - Ahora mismo necesito desquitarrrme con algo - y sin más preámbulos dio un salto de Gretta hacia el suelo, cayendo con la elegancia felina que lo caracterizaba y se colocó al lado de Juuken para proseguir la caminata a su lado. - O prefieres que vayamos a investigarrr sobre el padre de Goku. Lo mataría porrr lo que ha dicho… pero tampoco quiero que nadie me quite a mi presa - diría mientras se lamía la zarpa izquierda y se la pasaba por la oreja del mismo lado.

Personaje

Resumen
#8
Gretta
La Devoramundos
Goku y Juuken comenzaron a parlotear, Gretta podía seguir a duras penas la conversación, ya que ella, de normal entendía el idioma a pesar de su peculiar acento y manera de hablar, pero cuando dos personas hablaban muy rápido y se cortaban o superponían la una a la otra, era demasiado esfuerzo, así que ella simplemente medio desconectaba y se ponía a la suyo. Pero de fondo escuchaba lo que decía uno y el otro y pilló lo más importante de toda la conversación; algo que había dicho Goku… era algo intolerable, una de las peores cosas que podría ocurrírsele decir al mono ahora mismo, algo que iba a poner a Gretta en un punto de inflexión. "¡SE HA QUEJADO DE LA COMIDA!" Gritó ella en su interior. 

Gretta vio como Teru se sintió ofendido por las palabras del mono. Ella asentía con la cabeza con cada palabra que soltaba el gato, pero Goku seguía hablando como si no supiese lo que había hecho y contaba la historia de su padre, su abuelo y el gobierno. Al final cuando el gato se tranquilizó, ella tomó el relevo.

—Perro tú de qué vas, eh, ¿No has pasiado hambre nunca o que? Está giato cociniando dia y noche para dar manjiares, y tú despresias...— Gretta negó con la cabeza, como defraudada. —Me esperaba ya cualquierr cosa de ti, Goku, pasé lo de hijo y Chichi, paso lo de trabajas gobiernio, perro esto… esto sido muy diuro. Su tono hacia Goku fue de enfado a decepción.

Gretta sobre lo del gobierno no dijó nada; ella sospechaba que Goku guardaba algo desde que pelearon juntos, esos movimientos que realizó en aquel duelo no eran normales y ahora que el mono confirmaba que era del gobierno, todo cobraba sentido. Pero esto a ella no le generaba rechazo; lo que la gente hiciese o dejase de hacer con su vida no le importaba lo más mínimo, siempre y cuando eso no interfiriera con ella, la gente que quería o sus planes. Así que se dirigió una vez más a Goku.

—Goku, pide perdión a Michi. Le dijo ella mientras el mono se encaramaba en una rama.

Pero de repente un rugido enorme entró en la escena. "¿Qué cojones ha sido eso?" pensó ella y por acto reflejo, movió todo su cuerpo para ponerse delante de Juuken y Teru y así poder protegerlos de un posible peligro, también tendió su brazo derecho en dirección al árbol donde estaba Goku. Girando su cabeza hacia él para a continuación hacerle un gesto para que subiera y así poder protegerlo de cerca. Por mucho que el mono la hubiese contrariado, no quería que le pasase nada malo, al fin y al cabo aún lo quería. 

Al pasar un rato y ver que salvo unas aves asustadas que volaban por encima, nada más sucedía, Gretta se relajó. "Mmm, ¿padre de Goku o bestia enorme, que elegirá Juuken?" Pensó ella, esperando ver que decidía el subcapitán ante la cuestión de Teru.
#9
Juuken
Juuken
-Uf, pensé que nunca te callarías -dijo Goku cuando al fin me di cuenta de que había estado hablando demasiado.

No pude evitar llevarme la mano a la cabeza y sonreír algo avergonzado por la situación, al parecer él había estado hablando, pero yo me había quedado completamente absorto en mis propias palabras. Entonces él sencillamente sacó algo del bolsillo. Una carta y una fotografía que no dudó en tendernos. Me quedé fijándome, había mucho parecido entre esa persona y el propio Goku, de hecho parecía que era una foto suya. ¿Por qué nos mostraba una foto suya? Aunque es cierto que tenía menos pelo por el cuerpo.

-Ya les dije antes, él trabajó para el gobierno, y me acaban de avisar que él está por acá. Además, mató a mi abuelito, que era su compañero.

Esa declaración me dejó algo chocado. Es cierto que no tenía el concepto familiar muy arraigado, nunca había conocido a mi verdadera familia, pero lo que sí podía entender perfectamente era ese sentimiento de cercanía que pudiera haber entre dos personas. Podría ser que Goku se sintiera muy cercano a su abuelo y eso le haya provocado un profundo dolor interno con la noticia de su muerte.

Sabía perfectamente lo que era eso. En ese instante el rostro de Juuni volvió a mi mente, a ella la había perdido antes siquiera de darme cuenta todo cuanto ella estaba significando y suponiendo en mi vida, y jamás pude expresarlo. Ahora ya era demasiado tarde para ello. La sensación de Goku debía ser igual a esa. Al fin y al cabo, lo que acabé desarrollando por Juuni, así como por Marin y Tom, debió de ser algo similar a considerarles como una familia.

Goku se señaló a sí mismo y prosiguió.

-Es alguien que se parece a mí cuando me corto el cabello, pero gracias a ese gato tonto que prepara todo con carne cruda de pescado -señaló a continuación a Teruyoshi-, ahora siempre tengo pelo por todo el cuerpo, ¡maldita sea!
-Bueno, así también te distingues de ese asesino. Si es verdad que os parecéis mucho.

Fue entonces, con esas palabras, que comprendí que nos mostrara esa foto. Se parecían muchísimo, pero no se trataba de la misma persona, no era una foto suya, sino del asesino de su abuelo. Entendía que querría matarle con sus propias manos, no le quitaría ese placer, desde luego, pero tampoco le dejaría enfrentarse solo a él. Gracias a ese pelo que le salía.

Lo que no entendía era que se quejara de la comida de Teruyoshi. Es cierto que hacía comidas con pescado crudo, pero resultaba todo un manjar. Shiro siempre me había sorprendido con los platos que preparaba, pero lo que hacía el nuevo integrante era algo que nunca le había visto hacer al peliblanco. El pescado sin cocinar, con arroz, estaba especialmente bueno, era un manjar cada comida. Aunque también es cierto que toda comida que tuviera algo de sabor sería un manjar para mí. Pobre Shiro, esperaba que se encontrase bien, allá donde esté.

-En serio, no me gusta ese gato estúpido -aquello si me pareció algo fuera de lugar, hecho que me hizo detenerme durante unos instantes y prestarle algo más de atención. ¿Por qué odiaba a Teruyoshi?-. Siempre encima de mi amada Gretta, jugándome tretas y dándome carne cruda entre mis platillos -ahora tenía sentido. Si algo había aprendido estando con Gretta, era sobre los líos amorosos, y parecía que había algo de amor no correspondido entre Gretta y Goku. No pude evitar soltar una sonrisa algo irónica, pero me relajé y continué el camino-, pero como sea, si él los ve y sabe que vienen conmigo, seguro intentará matarlos.

Entonces señaló la foto con un énfasis demasiado acentuado, parecía que iba a atravesar la propia foto con el dedo cuando su dedo la golpeó para señalarle. Comprendía que pudiera tenerle odio a esa persona. Yo también querría toparme con aquél que acabó matando a Juuni, aunque por desgracia creo que murió aquél día, cuyos recuerdos se hallan borrosos y hasta ausentes en mi mente. Pero Goku no había terminado.

-En la foto no se nota, pero yo soy más guapo y él es más viejo. Además, su piel es más oscura que la mía -bueno, eso tan solo acentuaba más sus diferencias. Nadie es completamente idéntico a cualquier desconocido-. Eso es porque es mi padre, pero es un maldito maniático.

Vale, eso cambiaba un poco los hechos. Ahora tenía sentido el increíble parecido. En mi caso nunca había conseguido comprobarlo, pero siempre se dice que todo hijo se parece al menos a uno de sus padres, y en ocasiones pueden llegar a ser hasta una copia casi idéntica. Ahora tenía sentido que se parecieran tanto.

-No se apiaden, si lo ven, lo matan, se que eso pondrá feliz al gato feo ese, y si en algún momento se confunden y creen que yo pueda ser el, me matan, no tengo problemas, no sería la primera vez.
-¿Y por qué tendríamos que apiadarnos? -Pregunté sin entender el por qué decía eso. Si se trataba de alguien que le había causado un gran mal a Goku, estaba clara la decisión- Es un mero asesino. Tendrá su castigo. Si le encontramos, no escapará, Goku. Tienes mi pa...
-¡Pero cómo eres tan ignorante, mono estúpido!

De pronto, Teruyoshi saltó completamente ofendido. Se levantó de su posición en el hombro de Gretta y comenzó a gritar a Goku. En primera instancia me pareció algo completamente fuera de lugar, pero también en su momento me lo había parecido el comentario de Goku, y es cierto que podría tener sus razones para hablarle así al compañero peludo... Aunque realmente, todos eran peludos a mi alrededor.

-¡Se llama sushi, inepto! -¿Sushi? No entendía exactamente a qué se refería, pero debía ser la comida a la que Goku había hecho alusión- Si tienes el paladarrr de un niño de cinco años no es culpa mía, así que espero que te pille tu papi y te meta porrr el culo una de esas frrrutas que tanto te gustan -realizó un gesto que nunca había visto, uniendo sus dos brazos, uno horizontal y otro vertical y mostrando un dedo. ¿Eso debía significar algo para ellos?- La prrróxima vez te va a cocinar la orrrca.
-Vamos Teruyoshi -intenté calmar un poco al compañero felino-. Creo que Goku sol...
-Perro tú de qué vas, eh -Gretta no me dejó hablar, sino que decidió salir en defensa de nuestro nuevo compañero. No podía reprocharle nada- ¿No has pasiado hambre nunca o que? Está giato cociniando dia y noche para dar manjiares, y tú despresias... -la situación se estaba volviendo un poco tensa de más. Gretta negó con la cabeza, con un claro gesto de deccepción. Estaba casi seguro de que ese gesto le dolería a Goku en el corazón-. Me esperaba ya cualquierr cosa de ti, Goku, pasé lo de hijo y Chichi, paso lo de trabajas gobiernio, perro esto… esto sido muy diuro.
-Vamos chicos -intenté calmar la situación-. No creo que sea para tanto. Goku solo está triste Gretta, ya sabes -le miré directamente, seguramente ella podría entender a qué me refería.
-Goku, pide perdión a Michi -aunque parecía que ella seguía. ¿Le había llamado Michi? Creía que su nombre era Teruyoshi.
-El amor puede ser muy difícil... -dije resignado en voz baja, sin saber realmente el significado tan profundo de esa misma frase.

Todo cambió de rumbo cuando, de pronto, un tremendo rugido azotó la isla con un gran eco que llamó toda nuestra atención, yo por lo menos me quedé embobado, con la atención puesta en dirección hacia donde había escuchado ese terrible sonido que agitó hasta las copas de los árboles. Sin embargo, parecía que se había escuchado muy lejos.

-Lo que sea parece estarrr de peorrr humorrr que yo -dijo el gato de pronto-. ¿Vamos a verrr lo que es y le pateamos el culo?

Pude notar la mirada de Teruyoshi y Gretta sobre mí, me quedé mirándoles mientras escuchaba lo que tenían que decir. Es cierto que me llamaba bastante la atención qué pudiera haber sido ese terrible rugido que se había escuchado, pero no estaba seguro de querer ponerles en peligro.

-Ahora mismo necesito desquitarrrme con algo

No fue una decisión fácil. Teruyoshi saltó del hombro de Gretta y se puso a mi lado. Parecía que estaba deseando desquitarse con alguien ahora mismo. Seguramente Gretta también lo estaría deseando, con lo poco que la conocía sabía que era suficiente para que su intención fuera ir a darse de tortas contra alguien, y cuanto más grande mejor.

-O prefieres que vayamos a investigarrr sobre el padre de Goku. Lo mataría porrr lo que ha dicho… pero tampoco quiero que nadie me quite a mi presa

Lo cierto es que no lo tenía nada claro. Mi intención era mantener a la gente a salvo, pero seguramente no lograría mantener separados a estos dos del peligro. Además, Lance estaba en el pueblo ahora mismo, si lo que fuera se acercase al pueblo, no solo él, sino todos los habitantes podrían estar en peligro. No perdíamos nada con ir a investigar qué podría ser aquello y, si todo iba bien, reducir la amenaza.

-Vamos hacia ese rugido -dije con el rostro serio por haber estado debatiéndome entre una decisión y otra. A continuación me giré hacia el resto, relajándo mi rostro nuevamente con una sonrisa-. Hasta podría ser que nos encontrásemos a tu padre de camino, Goku. Pero tened cuidado. Si veis que es demasiado, simplemente vayamos hacia atrás y avisemos al resto.

Decidido, comencé a avanzar nuevamente hacia adelante, rumbo a lo desconocido, adentrándonos en las profundidades de la selva. Ante todo, debía asegurarme de que el equipo se pudiera encontrar a salvo. Pase lo que pase. No les dejaría abandonados. No volvería a perder a nadie.

Resumen necesario
#10


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