Henry
Colmillo de Rostock
29-10-2024, 01:04 AM
(Última modificación: 29-10-2024, 03:11 AM por Henry.
Razón: Arreglo de fecha
)
Una noche de verano del año 724
La alegría invadía cada parte de mi cuerpo, pues finalmente se me consideraba para cada turno de guardia en el cuartel. Esto podía darse por mi perfecto rendimiento en mis tareas, o que simplemente prefieren tener a los soldados rasos haciendo cosas más importantes. Pero eso no era de mi incumbencia, pues si tenía una tarea asignada la cumpliría.
Esta vez me tocaba hacer guardia en el patio de la base de noche. Pese a que esto arruinaría mi horario matutino acepté sin mucha duda. Al caer la noche un marine pasó por mi dormitorio a despertarme y a recordarme mi labor. A los pocos segundos de esto, rápidamente me puse mi uniforme marine y aseguré mi katana en la parte izquierda de mi cinturón.
De camino al patio se me antojó algo caliente para pasar aquella noche, así que me escabullí en la cocina de la base, pues la conocía muy bien y salí de ella con algo de leche con chocolate caliente. Sin que nadie me viera con aquella bebida llegué al patio donde al mirar arriba pude observar un hermoso cielo estrellado, con una luna llena espectacular.
- Poco hay mejor que esto... - Dije para seguido de ello darle un sorbo a mi bebida caliente. - Espero pronto poder visitar a mi familia como un verdadero soldado de la marina -
Antes de que pudiera tomar otro sorbo, algo con mucha velocidad impactó en aquél vaso a gran velocidad. Al mirar a mi derecha dónde se caería mi bebida vi como esta fue atravesada por un cuchillo.
- Solo tuviste suerte esta vez, el próximo cuchillo atravesará tu garganta marinerito -
Se trataba de un tipo con ropajes oscuros y un pañuelo tapando su boca, aunque tampoco es que pudiera ver bien sus ojos. Rápidamente saqué mi katana de su vaina y con ambas manos en el mango, apunté el filo de mi arma hacia aquél individuo.
- ¡Traspasar los límites de la base sin autorización es un crimen y este tiene que pagarse, rinde tus armas y no habrán consecuencias físicas! -
Había algo raro en el ambiente, pues rápidamente me di cuenta de que estaba solo en el patio con aquél individuo. Podía darse a un mal trabajo de coordinación o por algo más, pero no era tiempo de pensar en ello. Luego de ver las armas de aquél sujeto me emocioné un tanto y no pude evitar cargar hacia él, preparando un poderoso corte.
- ¡¡Niñato inepto!! - El sujeto había dado un pequeño salto hacia atrás, lanzando dos cuchillos hacia mí.
Pude reaccionar a tiempo gracias a todo el entrenamiento que he tenido recientemente, bloqueando y desviando ambos proyectiles con la oja de mi arma. Rápidamente después de desviar sus ataques corrí hacia él haciendo un corte en diagonal, el cual pudo bloquear con algo de dificultad.
- Solo eres un simple recluta más... conoce tu maldito lugar! -
Aquellas palabras solo me irritaron, pues quién se creía aquella sabandija como para llamarme "simple recluta"? Luego de dar un paso hacia atrás y salir de la presión del bloqueo, tomé aire y agarré mi katana con todas mis fuerzas.
- ¡¡Verás de lo que es capaz este simple recluta!! -
A pesar de que intentó bloquear de nuevo, este ataque fue sin lugar a dudas muy diferente del primero. Esta vez, aquél corte había superado la defensa de aquél bandolero, haciéndole un gran corte en todo su torso. Aquél sujeto calló al suelo envuelto en dolor y en su propia sangre, cosa que junto a los sonidos del metal de nuestras armas chocando llamó la atención de los que estaban dentro de la base.
Rápidamente llegó un grupo de 5 soldados, los cuales aunque lo intentaron, no pudieron rescatar al criminal a tiempo, el cual murió desangrado en el lugar.
Luego de pasar la noche en mi dormitorio con algún que otro pequeño corte bendado del que nunca me percaté, recibí la visita de un soldado
- Recluta Henry, felicitaciones por su labor neutralizando a aquél individuo anoche, lamentablemente, otros dos reclutas fuera del patio no tuvieron la misma suerte. Si me disculpa... -
Aquello me había dejado sin palabras, pues otros dos compañeros habían perdido la vida mientras que yo disfrutaba de una bebida caliente. Era demasiada información en muy poco tiempo. Como era posible que esto sucediera donde y cuando solo hubieran puros reclutas, pues parecía muy bien planeado.
Pero no ne encontraba en el mejor estado como para torturarme con eso en aquél momento. Si quería defender a los míos debía de estar mejor preparado.