Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
Lo que en la cocina pasa, en la cocina se queda [Priv. Akari]
Anmitsu Uguisu
Mitsu- Silencio Nocturno
El muelle de DemonThoot se extendía por delante de Mitsu como un antiguo lienzo marcado por el paso de los años, desgastado como el pergamino de un antiguo escrito y pintado por el tiempo y las olas. Ocupado por un variopinto de barcos de pesca, barcos mercantes y algunas embarcaciones de aspecto más estrafalario, el paisaje marino era una hermosa mezcla de colores que eran un deleite para los ojos de la pelinegra. El sol comenzaba su descenso hacia el horizonte, tiñendo el cielo de un dorado cálido que contrastaba maravillosamente con el azul profundo del océano. Las olas susurraban suavemente al chocar contra los pilares de madera del muelle, como si estuvieran contándole secretos resguardados por generaciones a la joven jujin.

Mitsu, una jujin gato con orejas puntiagudas y un suave pelaje negro como la noche, se sentó en el borde del muelle mientras sonreía levemente. Sus ojos, grandes y de un color oscuro y al mismo tiempo rebosantes de vida, se perdieron en el vasto océano azulado mientras una brisa marítima acariciaba su rostro con suavidad y calma... casi como si de un susurro tranquilizador se tratase, jugando con su cabello largo y sedoso haciéndolo danzar al compas del ritmo de la música generada por el soplido del mismo viento, quien a su vez portaba una presente salinidad capaz de ser saboreada con solo darle una pequeña probada al paladar propio. Miraba al horizonte, con vagueza como si buscara algo sin muchas ganas o motivos, donde el cielo y el mar se abrazaban en un susurro de color y armonía cual poesía transmitida por el mismo viento, Por eso mismo no podía evitar que surgieran en su mente memorias de su infancia, aunque amarga, aquí en la misma isla.

- Quizás debería abrir un restaurante… Nyan...- musitó para sí misma, casi en un susurro como si su intención fuera que nadie mas lo escuchara... Quizas esa era su intención o quizás solo... Era porque estaba sola. Esa idea había estado rondando por su cabeza desde hacia ya un buen tiempo, pero cada vez que siquiera la consideraba, una mezcla de emoción y tristeza abarcaba su pequeño y casi desolado corazón como si un barco abordase las costas de DemonThoot. La imagen de su madre, una Mink gato que poseía talento en la cocina, emergía instantáneamente en su memoria haciendo que sus orejas se cayeran y apoyasen sobre el resto de su cabeza a la par que pequeñas cantidades de liquido comenzaban a humedecer sus ojos, lagrimas... Un leve suspiro se escapó de sus labios mientras se dejaba llevar por los recuerdos, algo que siempre pasaba...

- Cuando era pequeña, solía ayudar a mamá en la cocina... Nyan...- reflexionó, recordando el aroma del pescado fresco y las especies exóticas que llenaban su hogar, también podía recordar que su "hogar" era simplemente una pequeña habitación donde apenas cabía una cama pequeña, un pequeño guardarropa y una pequeña peinadora, en la mansión de Koshiro. Aquello era lo que ella recordaba como un hogar, una pequeña habitación donde apenas si entraban ambas. - Ella solía decirme que la cocina era una forma de expresar amor... de alimentar no solo el cuerpo... sino el alma... Nyan...- Mitsu cerró los ojos mientras alzaba el rostro en direccion al cielo, tratando de concentrarse en esos momentos simples y felices: las risas, el aroma seductor de los guisos burbujeantes, la música suave que siempre sonaba de fondo mientras su madre cocinaba con ese toque mágico que la hacía parecer casi divina.

El agua del océano brillaba con la luz dorada del sol poniente, y el sonido de las gaviotas que graznaban sobre su cabeza llenaban el aire con una melodía melancólica. - ¿Sería capaz de hacer lo mismo?... Nyan- se pregunto mientras excavaba mas profundamente en sus memorias... - ¿De transmitir amor a través de la comida como lo hacía ella?... Nyan- Se preguntó con una pequeña sonrisa bastante... triste, mientras una sombra de duda se cernía sobre ella. Su corazón se sentía apesadumbrado por la nostalgia que nacía y se volvía mas pesada y presente a cada segundo, no pudo evitar dejar escapar un pequeño sollozo por culpa de la nostalgia y ese sentimiento de soledad que la azotaba con fuerza.

 ¿Y si nadie viniera? ¿Y si su comida no fuera lo suficientemente buena?. Una ráfaga de viento le trajo de vuelta a la realidad junto a el sonido del mar golpeando las rocas, como si la naturaleza misma estuviera respondiendo a sus innecesarias inquietudes que no la dejaban tomar una decisión con claridad. - Mamá siempre decía que lo importante no era el número de clientes, sino la pasión que uno pone en lo que hace… Nyan- Se sentía dividida, atrapada entre la duda y la esperanza; dos fuerzas que tiraban de su corazón en direcciones opuestas, por un momento recordó que su madre no cocinaba para atraer a la gente... Lo hacia porque era lo que le gustaba... Mitsu habia heredado ese amor por la cocina gracias a ella...

 Mientras abría sus ojos de nuevo para ver el horizonte, contemplaba la escena, la luz del atardecer parecía envolverla en un cálido abrazo que le saco una pequeña sonrisa... Por un momento recordó el calor de abrazar a su madre mientras dormían cuando era una niña, quizás una de las pocas cosas que le gustaba de su amarga infancia, si le preguntaran que deseaba justo ahora seguramente su respuesta seria "Volver a dormir abrazada con mi madre" seguramente seria eso... La brisa marina se deslizó a través de su cabellera oscura, arrastrando consigo los olores del océano. Podía casi sentir la cálida presencia de su madre a su lado, sonriendo y animándole a avanzar. - Mitsu, la vida es como un plato de comida. Tienes que mezclar bien los ingredientes y no temer experimentar, Miau- recordaba escuchar a su madre decir con una sonrisa iluminar su rostro aquellas palabras, en ese entonces no las comprendía... pero ahora sabia a lo que su madre siempre se refería.

 En ese instante, decidió que debía tomar una decisión. Pero, ¿Cómo dar ese primer paso? Debía encontrar el enfoque correcto, un camino que honrara la memoria de su madre, pero que también fuera verdadero para ella. - ¿Tal vez un pequeño lugar junto al mar?... Nyan- murmuró para sí misma, imaginando un restaurante acogedor, con mesas al aire libre donde los clientes pudieran sentir la brisa del océano mientras disfrutaban de los platos que ella crearía. - Sí… podría ofrecer recetas tradicionales que mamá me enseñó y combinarlas con otros sabores que he descubierto a lo largo de mi corta vida. Algo auténtico y, sobre todo, lleno de amor... Nyan- en ese momento se detuvo, como si cayera en cuenta de sus palabras... - Amor...- un sentimiento olvidado... o quizás nunca experimentado. Si alguien como ella que desconocía lo que era el amor era quien cocinaba según usando el "amor" en sus platillos... ¿Qué sabor tomarían? ¿Dulce o amargo? ¿Agradable?... Quien sabe...

Mientras el sol continuaba su descenso, los últimos rayos dorados comenzaban a desaparecer, dando paso a las tonalidades moradas y naranjas en el cielo, aquello que en algunos lados le llamaban la hora dorada o simplemente el ocaso. La madera del muelle crujía bajo su peso, un sonido familiar que la conectaba con su entorno. Mitsu dejó escapar una pequeña risa, recordando una anécdota sobre su madre que siempre contaba. - Una vez, intentó hacer un curry de pescado que salió tan incomible que acaba usando la mezcla para abonar las plantas... Nyan...- dijo, riendo mientras las lágrimas de nostalgia brotaban de sus ojos, para cualquiera parecía estar hablando sola, pero para ella misma simplemente hablaba con su pasado... Aunque eso no era mejor ¿o si?, bueno usted no lo sabe, yo no lo se y nadie que lea esto lo sabrá... Perdón Akari me inspire :v...

La serenidad del ambiente la envolvía cada vez más como si de una manta de algodón se tratase, por un momento le recordó una vez mas a su infancia. La belleza del mar al atardecer, la promesa de una nueva vida, y los ecos del pasado se entrelazaban en su mente como las diferentes piezas de un perfecto puzles. Le tomó un momento bastante extenso darse cuenta de que esos sentimientos de melancolía eran, en realidad, un dulce recordatorio de todo lo que había vivido y lo que aún podía ofrecer al mundo. - Ojalá pudiera decirle a mamá lo que estoy pensando... Nyan- se encontró deseando aquello con una pequeña sonrisa... Poder reencontrarse con su madre y poder abrazarla para decirle aquello. - Ella siempre supo cómo hacer que las cosas parecieran posibles... Nyan- El eco de su voz retumbó en su pecho mientras miraba hacia el horizonte, esperanzada y temerosa a la vez... -¿Qué piensas, mamá? ¿Me apoyarías?... Nyan- aquella pregunta al aire... fue un suspiro que escapo de sus labios sin darse cuenta, quizás porque en el fondo aún sentía ese anhelo de tener el apoyo de una madre... Pues sabía que de parte de Koshiro no iba a tener nada cercano o similar. Si. Importar lo que hiciera no le iba a apoyar o siquiera a reconocer... 

Una gaviota pasó volando, y su graznido llevó una sensación de liberación a su interior, como si hubiera decidido soltar sus preocupaciones por un momento. Tras el ajetreo y la inquietud, había llegado a un punto de calma; era como si, en ese lugar, cada ola que rompía sobre las rocas le susurrara al oído: - Sí, ve adelante- quizás fue una ilusión, quizás si lo escucho de verdad... Nadie sabría la respuesta menos cuando parecía estar sola en aquel muelle.

 Mitsu se puso de pie con una pequeña sonrisa mientras seguía mirando al horizonte, sus cabellos jugueteaban activamente con el viento del ocaso pues el día casi terminaba y poco a poco la noche parecía querer apoderarse de la escena, como si en el extenso y perfecto lienzo del cielo la noche fuera la pintura que se derramaba accidentalmente para teñir por completo el lienzo, pero en resumidas cuenta... Era hermoso, sintiendo una mezcla de alegría y nostalgia por lo que su madre había compartido con ella. - Quizás... Yo no seré como ella... porque cada cocinero tiene su estilo único.... Pero… puedo honrar su legado... Nyan...- pensó para si misma mientras cruzaba los brazos, con una pequeña y sutil sonrisa naciente iluminando su rostro joven rostro. La idea de un restaurante propio comenzó a tomar forma en su mente, con cada ingrediente de su pasado nutriendo esa nueva visión.

Saudade era la palabra que a menudo resonaba en su corazón desde hacía ya un tiempo. Es un término que describe un anhelo profundo por lo que ha sido y ya no será, o al menos lo que ya no quiere que sea... Eso era lo que la impulsaba a querer establecer una relación con Anko... Su hermana mayor... Ilegítima... Pero también enciende la chispa de lo que puede llegar a ser, de lo que aún existe en el presente, y todo eso Mitsu sabía que se transmitiría en sus platillos, por lo que como parte de su sueño debía volverse una mejor cocinera de lo que era actualmente.

Me parece que tengo trabajo que hacer... Nyan-  se dijo en voz alta, su espíritu revitalizándose. - Y sé que empezaré un nuevo capítulo en mi vida, uno que se nutra de mis recuerdos y sueños... Nyan- Y al mirar hacia el mar, sintió que su madre estaba allí, guiándola, llenando su corazón de coraje para abrir un nuevo camino.

Con los últimos brillos del día queriendo desaparecer en el horizonte, Mitsu sintió una oleada de claridad y tranquilidad mientras suspiraba ligeramente. Era hora de emprender esa aventura, de darle vida a cocina y de ofrecer su amor a quienes lo busquen, aunque aun debía comprender que era el amor, un plato a la vez. En ese muelle de DemonThoot, al pie del cielo que gritaba en color naranja, la jujin gato, decidió dar el primer paso hacia su futuro.

- Entonces Mamá... un restaurante lo será... Nyan- se dijo, con una sonrisa plena de confianza y una mirada de anhelo en sus ojos. En su corazón, sentía que no solo comenzaba a cumplir un sueño, sino que también honraba el legado de su madre con la decisión que acababa de tomar, quien siempre viviría a través de cada bocado compartido, ahora Mitsu se había vuelto a sentar en aquel muelle, en espera de poder ver el anochecer que aún no sucedía... Parecía que faltaban una o dos horas aún...

 El suave olor a sal y la melodía del mar creaban una atmósfera casi mágica, pero sin percatarse, parecía que de entre los rastros residuales dejados por el ocaso, emergía una sombra. Era difusa y se movía con sigilo, apenas perceptible entre los últimos destellos de luz. Mitsu frunció el ceño, notando que algo no estaba del todo bien, como si la brisa no solo trajera consigo el murmullo de las olas, sino también un eco de algo más profundo y desconocido. La figura se desdibujaba, jugando al escondite con los colores que se desvanecían en el horizonte.

¿Qué significaba esa sombra? Su corazón palpitaba con intensidad, entre el miedo y la curiosidad, mientras los colores del atardecer comenzaban a desvanecerse. Una inquietante sensación se apoderó de ella, como si en aquel instante, el destino de su anhelado restaurante estuviera entrelazado con aquel fenómeno inexplicable. La esperanza y la incertidumbre danzaban en su pecho, mientras el mar continuaba su canto ancestral, ajeno a lo que estaba por venir.

Off: Perdón por tanto texto Akari ?, me inspire un poco... Y rompí mi record
#1
Akari
Aka
Akari, una joven skypian que ocultaba sus alas con su camisón, era repostera y amante tanto de la cocina como la medicina, también un poco de la musica tocando el violín y canta do suaves melodias, había nacido y crecido en East Blue y actualmente ayudaba en el trabajo familiar encargándose de la atencion al cliente y horneando los postres que eran obras suyas.

Paseaba cerca del muelle de su ciudad natal, admirando el paisaje marino, el cielo de colores calidos y el sonido de las gaviotas volando seguramente en dirección a su hogar para descansar. Junto con ella llevaba una pequeña bolsa con ingredientes frescos seguramente para la noche experimentar o hacer alguna receta deliciosa para la merienda en familia,se encontraba sentada en una banca mirando el atardecer tarareando una leve melodía solamente para ella, la brisa hacia que su largo pelo se moviera un poco y esta tuviera que estar acomodando sus mechones detras de su oreja. 

En el muelle logro reconocer la silueta de una joven, desde su perspectiva se notaba pensativa y se llegó a cuestionar si se encontraba bien por lo que no pudo evitar su instinto de querer ayudarla por si algo estaba pasando, levantándose de su lugar y caminando hacia su dirección, mientras mas se acercaba a ella noto sus orejas de gato llamándole mas la atención, nunca había visto a alguien con esas características y se le veia tierna, por lo que una vez estuvo detras de ella sin tener intenciones de asustarla se sentó cerca de ella manteniendo su distancia.

-Disculpe señorita...se encuentra bien? -dijo con su voz suave mirándola con una sonrisa, aunque solo veía su perfil la notaba un poco alterada seguramente su presencia hace rato le había asustado, no lo sabía y si eso llegaba hacer el caso pensaba pedir sus disculpas- te ví desde las sillas que están por haya...y bueno..mmm...-no sabía como explicarse y empezaba a sentirse nerviosa- solamente me acerque por si algo malo le pasaba -dijo con timidez, sentia que realmente no era au asunto- estas bien? -solto un leve suspiro después de hacerle la pregunta para luego ver frente de ella dónde estaba el mar, desde ese lugar se veía mejor y hasta daban ganas de nadar.

Hubo un silencio por parte de Akari mientras miraba el mar, pensaba que tal vez debía presentarse y eso lo iba a hacer ahora, no queria verse como una mala educación- Soy Akari mucho gusto en conocerla, soy repostera  y se podría decir cocinera y...futura médica -dijo sonriendo mientras movía un poco sus piernas de atrás hacia adelante ya que colgaban.- 

Le agrava el olor salado del mar, y ganas no faltaban de tirarse al mar para nadar un poco y despejar la mente pero si lo hacía tal vez alguien podría ver sus alas y eso era algo que la atemorizaba porque sus padres desde una corta edad le hicieron ocultar su raza y fingían ser meros humanos normales, aunque eran normales xd, solamente que no eran humanos (me mame :v)

Off: ya me quedé sin ideas e inspiración unu
#2
Anmitsu Uguisu
Mitsu- Silencio Nocturno
Si resumimos un poco al día de la chica gato me di cuenta que sería un día a día a la par que recordaba el pasado... Sintiendo el frío de estar inmersa en un vacío la dejaba fuera de sí por su suceso de un pasado que no podía cambiar siempre se preguntaba si hacía las cosas bien y mandara a un lado sus ambiciones a cambio de intentar complacer las demandas de su padre se lo preguntó mucho casi como si le buscaras significado sin importar Que tanto se esforzase, siempre era algo en vano a vista de su padre.

Estar sentada me quedé le sirvió para reflexionar sobre muchas cosas quizás sería una pérdida de tiempo o quizás simplemente busca buenas cosas para dejar de intentarlo que fue eso que fuese cuál fue la respuesta correcta podríamos decir que ella no la tenía O al menos no en ese momento, quizás estaba tan sumergida en esos pensamientos que no se percató de la presencia de la contraria hasta el momento en el que escucho su voz, tan suave y delicada como los mismos susurros del viento, quizás era la primera vez en su vida que escuchaba algo tan tierno luego de su propia voz. La apariencia de la contraria era... A sus ojos hermosa, era bien sabido que Mitsu le tiraba a ambos bandos Por así decirlo.  Pero hasta la fecha nunca había sentido realmente ese desaire por otra persona del mismo género.

La peli negra estaría un momento considerando sus palabras como si estuviese buscando la mejor forma de responder a la presentación de lo contrario y al levantarse para darle la mano solo cinco palabras fueron necesarias... -Hola... Un gusto... Soy Mitsu- aquello había sido dicho con una gran sonrisa de oreja a oreja, esos simples gestos serían los que marcarían el futuro de ambas chicas. Entre ambas tomaron la decisión de abrir un restaurante, algún tanto elegante y formal pero sin llegar a ser de Gran exigencia. Mitsu poco después le comentó a su padre su idea de retirarse de la marina para abrir un restaurante, si se preguntan... Claro que no fue bien recibida al momento sin embargo koshiro sí le ayudó a preestablecer el establecimiento del restaurante. Aquel pequeño gesto le sacaba una sonrisa momentánea a la Jujin, cada vez que recordaba eso. Entre Mitsu y Akari llegarían al acuerdo de intercalar puestos entre mesera y chef día a día.

Si hablamos de datar fechas en este momento, nos encontraríamos en el día 45 de verano de 724, exactamente después de que ambas chicas se conocieran en aquel muelle. Desde ese momento mitsu no ha dejado de sentir que el corazón se le acelera cada vez que veía a Akari, quizá era porque la consideraba alguien coqueta o quizás era por otro motivo. Algún par de insinuaciones nunca llegaron a faltar cómo ofrecerle una cita o una salida, pero siempre ha sido alguien insegura en sus propios sentimientos Por lo cual nunca se atrevía a dar el primer paso. La cari demostró ser alguien demasiado diestra en el arte de la cocina al punto de superarla por mucho, aunque la idea de restaurante era de Mitsu parecía ser Akari la chef designada. No es como que la Jujin le molestara eso, pero si podía llegarse a sentir un poco impotente y a veces hasta frustrada.

- Akari... Me gustas, Nyan- no eso no...- Akari-san, te amo, por favor sal conmigo, Nyan- Dios eso tampoco...- parecía que en un momento de descanso en el que su compañera se encontraba fuera de vista, La gata busca una manera de declarársele fijamente pero siempre buscaba una contra evasiva a sus propias emociones- oye bebé... Acaso...- en ese momento le salió un pequeño jalón leve al escote de su vestimenta para exponer un poco del busto, que aunque es caso al menos tenía ¿No?, mientras se inclinaba ligeramente hacia el frente. Pocas palabras se podía considerar una pose provocativa- ¿No te gustaría salir conmigo? Nyan...- cabe recalcar que aquel "Nyan" fue dicho de una manera tan poco habitual, con un tono lascivo como si tuviese una intención más allá de solo "salir" poco tiempo después se arrepintió de haber hecho eso... Miraría rápidamente a los lados en busca de señales de vida para saber si alguien la había visto hacer eso...

- soy una gran idiota, Nyan...- murmuraría para sí misma mientras suspiraba- es obvio que ella no va a salir conmigo... Debería dejarme la fantasías- se dijo a sí misma mientras recordaba el día en que se conocieron, las palabras fueron algo que quizás en ese momento eran totalmente innecesarias. Porque su corazón latía tan rápido que sus oídos se ocupaban Por el simple hecho del pum pum de su corazón, un ritmo alarmante que la ensordecía. Ahora se cuestionaba si de verdad le gustaba la otra persona o simplemente le agradaba... Cada que pensaba en la chica de ojos ámbar, su rostro se enrojecía tan tiernamente que si se miraba un espejo se moría de vergüenza. Sus orejas danzaban de un lugar al otro como si no pudiesen contener la emoción, y su cola generaba un frenético baile de vaivén constante. Dicen que sin importar que tanto domestiques a un animal sus instintos siempre, podemos decir que los Jujins no son una excepción a la regla...

Y Mitsu podía llegar a ser el ejemplo más claro de ello, pues aunque en lo profundo de su corazón deseaba saber cuál sería el sabor de los labios de la contraria o experimentar la sensación y calidez del cuerpo y piel, también tenía miedo a que el hecho de exponer sus sentimientos la alejansen. Seguramente muchas personas Se podrían llegar a sentir identificadas con esta situación (sí rompí la cuarta pare perdón joder) pero es que es algo tan común hoy en día... Quizás en el pasado llegó a sentir algo similar, quizás no el mismo nivel, pero sí recordaba haber sentido esa sensación por alguien más... ya no recordaba Por quién, pero sí era capaz de sentir nostalgia por ello. En algunos momentos en los que intercambiaban palabras Mitsu pudo llegar a saber una que otra cosa de su compañera. Como el hecho de que venía de una familia adinerada o algunas de sus metas en el futuro... Sin darse cuenta el descanso había terminado cuando posiblemente cometí lo que sería un grave error para ella- ¿Cómo puedo decirle a Akari que me gusta?, Nyan- diría mirando al techo pensativa sin percatarse de sus alrededores, no se preguntaba si alguien la había escuchado porque justo ahora no se encontraba en la realidad...
#3
Akari
Aka
En el muelle Akari conoció a Mitsu,a sus ojos Mitsu era un chica muy bella, de paisaje estaba justo teniendo en frente un bello atardecer, la conversación fluyo de forma natural presentándose ambas y conectando casi al instante por tener pasiones similares..la cocina..la idea de Mitsu de abrir un restaurante emocionó bastante a Akari que enseguida ayudo con los preparativos y el capital, pronto su emprendimiento estuvo en pie, ambas se turnaban entre cocinera y mesera día a día, en ese tiempo Akari notaba el comportamiento de su amiga hacia ella y el coqueteo en el aire era evidente junto con indirectos de citas por su parte, pues esta empezaba a sentir algo mas que simple amistad..amor o algún sentimiento parecido a aquello, pero tenía miedo que de Mitsu la rechazara y solo la viera como una amiga.

En el descanso Akari se encontraba de un lugar a otro ordenando algunas cosas para que después no estuviera estresada buscado lo necesario para poder seguir con el día, mientras buscaba algo escucho a su amiga hablar sola por lo que de asomo un poco y la vio..su corazón empezó a latir, sus mejillas se pusieron rojas, no podía creer lo que estaba viendo, por lo que se fue rápidamente del lugar acalorada, cuando estaba apunto de acabar el descanso fue a buscar a su compañera y la escucho decir en voz alta "¿Cómo puedo decirle a Akari que me gusta?" 

Era su oportunidad por lo que se acercó más a ella y llamo tu atención - y porque no me lo dices Mitsu?.. -su tono de voz era coqueto, puso su mano en su cintura tratando de disimular sus nervios- que tal si después del trabajo vamos a un lugar mas..privado ya sabes.. para conversar mejor sin interrupciones, solo estemos tu y yo -dijo antes de sujetar su mano y darle un beso en la mejilla - ya es hora, debemos volver al trabajo -le guiño el ojo y está se fue primero, una vez estuvo fuera de vista de Mitsu puso su mano en su corazón, sentia que iba a explotar de la emoción, solo de recordar lo sucedido hace segundos se sonrojaba.

El resto del día fue normal, de un lado a otro, cortando los ingredientes, cocinando y limpiando rápidamente después, la noche se acercaba y con eso la otra del cierre de su negocio, por fin podrían hablar por lo que Akari en vez de siempre irse primero espero a su compañera para hablar- ya lo pensaste? Vamos a tu casa o a la mía? sabes que yo puedo ir donde sea Mitsu  -le guiño el ojo y luego soltó una leve risita nerviosa, tampoco quería llegar a incomodarla con su comportamiento torpe.

Akari miro hacia el cielo mientras esperaba la respuesta de su amiga, admirando las estrellas y la luna que brillaban, el viento era fresco y movía sus cabellos suavemente, sin duda una noche perfecta a la perspectiva de la joven y más si era alado de su compañera.
#4


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