Nagaki
Medusa
29-10-2024, 11:48 AM
¡Hola, querido diario! Soy yo, Nagaki, y estoy de vuelta con otra historia que no puedo esperar para compartir contigo. Solo quiero advertirte que esta vez es algo un poco diferente, una experiencia que me hizo replantear lo que significa ser parte de la Marina. - A pie de página se ve un comentario escrito por Nagaki en su fase pólipo, tachado posteriormente por las otras etapas- ¿Alguna vez has pensado si quiera que porqué soy marine? ¡Porque vengo del mar!. Vale, continuemos como si nada.
Era un día como cualquier otro en la base, pero recibimos una orden inesperada: teníamos que realizar un ejercicio de defensa en la costa. La idea era simular, nuestro escuadrón y otro más de reclutas, como si viniera un ataque naval enemigo, donde nosotros defenderíamos y ellos "atacaban". Estaba que me moría de los nervios, después de todo, era la primera vez que participaría en algo como esto.
Al llegar a la playa, el jefe de escuadrón comenzó a dividirnos en equipos y asignar roles. Me asignaron como exploradora, lo que significaba que tenía que ir hacia el frente y observar cualquier movimiento del 'enemigo'. Yo hubiera preferido algo más defensivo la verdad, con mis habilidades de construcción les habría hecho un fuerte o cosas por el estilo, pero como me tocó ser la avanzadilla y recabar información avancé hacia la zona que me habían dicho. Para que todo fuera más inmersivo, me habían dado un catalejo y bengalas.
Mientras me movía lenta y sigilosamente, observé el horizonte donde un par de barcos estaban anclados. De repente, sentí que algo llamaba mi atención. A lo lejos, vi una figura oscura moviéndose cerca de la costa. Mis compañeros haciéndose pasar por "piratas" tenían ropas variopintas para simular que lo eran de verdad, y sin embargo esta figura se notaba que tenía el uniforme de la marina debajo de la capa oscura y eso me tranquilizaba, al menos era parte de todo este juego improvisado.
Sin pensarlo, seguí la pista de ese hombre. Sabía que tenía que seguirle. ¿Estarían intentando infiltrarse dentro de nuestras filas? ¿Poner a varios piratas vestidos de marines para confundirnos y atacarnos desde dentro? Corrí en su paralelo cada vez acercándome más a él hasta que una rama me acabó delatando y vio como estaba a escasos metros de él sin casi enterarse hasta ese momento. Y ahí pasamos a las manos.
La lucha fue ardua y, por un momento, pensé que no lo lograría. El combate era sólo de entrenamiento después de todo, no íbamos a herirnos, simplemente marcábamos cuando habíamos dado un golpe y continuábamos en el baile de puñetazos y defensas a los ataques. No sabía quien era el recluta con el que estaba enfrentándome, pero sin duda era muy habilidoso, habíamos encajado pocos golpes en ambos pese a llevar varios minutos luchando sin parar. Si no un puñetazo, una patada, pero el pensamiento de estar en un combate de entrenamiento pasó a un segundo plano y los dos dimos el 100% de nosotros en ese momento.
Para cuando nos apartamos, bastante cansados los dos, vi que el ejercicio había dejado de seguir. Sin darnos cuenta habíamos acabado en mitad de la playa y veía a mis compañeros de ambos bandos que estaban boquiabiertos, no solo porque pese a ser un ejercicio de combate, resultaba que con quien me estaba enfrentando era el jefe de instrucción. Sin haberme dado cuenta, había estado luchando con el capitán pirata del equipo enemigo nada más empezar el combate y había conseguido pararle los pies.
Así que aquí estoy, querido diario, sintiéndome más hábil que nunca y diciéndote que tras esa acción y una misión especial deteniendo a un gyojin, me acabaron ascendiendo a Soldado Raso.
¡Hasta la próxima, querido diario!
Era un día como cualquier otro en la base, pero recibimos una orden inesperada: teníamos que realizar un ejercicio de defensa en la costa. La idea era simular, nuestro escuadrón y otro más de reclutas, como si viniera un ataque naval enemigo, donde nosotros defenderíamos y ellos "atacaban". Estaba que me moría de los nervios, después de todo, era la primera vez que participaría en algo como esto.
Al llegar a la playa, el jefe de escuadrón comenzó a dividirnos en equipos y asignar roles. Me asignaron como exploradora, lo que significaba que tenía que ir hacia el frente y observar cualquier movimiento del 'enemigo'. Yo hubiera preferido algo más defensivo la verdad, con mis habilidades de construcción les habría hecho un fuerte o cosas por el estilo, pero como me tocó ser la avanzadilla y recabar información avancé hacia la zona que me habían dicho. Para que todo fuera más inmersivo, me habían dado un catalejo y bengalas.
Mientras me movía lenta y sigilosamente, observé el horizonte donde un par de barcos estaban anclados. De repente, sentí que algo llamaba mi atención. A lo lejos, vi una figura oscura moviéndose cerca de la costa. Mis compañeros haciéndose pasar por "piratas" tenían ropas variopintas para simular que lo eran de verdad, y sin embargo esta figura se notaba que tenía el uniforme de la marina debajo de la capa oscura y eso me tranquilizaba, al menos era parte de todo este juego improvisado.
Sin pensarlo, seguí la pista de ese hombre. Sabía que tenía que seguirle. ¿Estarían intentando infiltrarse dentro de nuestras filas? ¿Poner a varios piratas vestidos de marines para confundirnos y atacarnos desde dentro? Corrí en su paralelo cada vez acercándome más a él hasta que una rama me acabó delatando y vio como estaba a escasos metros de él sin casi enterarse hasta ese momento. Y ahí pasamos a las manos.
La lucha fue ardua y, por un momento, pensé que no lo lograría. El combate era sólo de entrenamiento después de todo, no íbamos a herirnos, simplemente marcábamos cuando habíamos dado un golpe y continuábamos en el baile de puñetazos y defensas a los ataques. No sabía quien era el recluta con el que estaba enfrentándome, pero sin duda era muy habilidoso, habíamos encajado pocos golpes en ambos pese a llevar varios minutos luchando sin parar. Si no un puñetazo, una patada, pero el pensamiento de estar en un combate de entrenamiento pasó a un segundo plano y los dos dimos el 100% de nosotros en ese momento.
Para cuando nos apartamos, bastante cansados los dos, vi que el ejercicio había dejado de seguir. Sin darnos cuenta habíamos acabado en mitad de la playa y veía a mis compañeros de ambos bandos que estaban boquiabiertos, no solo porque pese a ser un ejercicio de combate, resultaba que con quien me estaba enfrentando era el jefe de instrucción. Sin haberme dado cuenta, había estado luchando con el capitán pirata del equipo enemigo nada más empezar el combate y había conseguido pararle los pies.
Así que aquí estoy, querido diario, sintiéndome más hábil que nunca y diciéndote que tras esa acción y una misión especial deteniendo a un gyojin, me acabaron ascendiendo a Soldado Raso.
¡Hasta la próxima, querido diario!