[Aventura] Retumbar Silvano [Tier 5]

La semilla de la discordia habia sido sembrada en el grupo. No por lo que cualquiera con un mínimo de sentido común pensaría, que seria la revelación de que Goku trabaja para el Gobierno Mundial, una organización que castiga y persigue a los piratas como ellos. Pues el grupo en centrarse en esa posible amenaza que estaba viajando con ellos prefirió centrarse en el latrocinio y vilipendio que habia cometido el pequeño mono depilado al menos preciar la comida que el cocinero felino Teruyoshi les habia preparado, un acto que por supuesto no podía quedar impune ante los ojos del propio felino y su orgullo de chef, junto a Gretta quien parecía tener una predilección por el cocinero en este asunto, aunque se podían percibir unas chispas románticas saltando en el ambiente en ese triangulo que se acababa de formar.

Hay quien dice que el amor es como una guerra, en este caso Teruyoshi y Goku se disputaban el corazón de la encantadora, refinada y empoderada Gretta, cada uno con sus tácticas y juegos, aunque claramente el mono estaba encarando la actual perdida de terreno frente al felino con una actitud más infantil y en pie de guerra contra el gato, aunque eso parecía jugarle en contra ante los ojos de la jabalí, la cual parecía inclinar más la balanza de su afecto hacia el michi, mostrando la avasalladora victoria que se cernía. Pero al fin y al cabo Teruyoshi jugaba con una gran ventaja, el estomago, dicen que a un hombre se le conquista por el estomago y la comida, pues Gretta parecía funcionar parecido en ese aspecto. Y esa era una poderosa arma contra la que Goku tenia difícil competir.

El más centrado del grupo y ajeno al triangulo zoofilico amoroso era Juuken, quien se preocupaba un poco por toda la situación y la presencia de un asesino por la zona, pero se sentía más inquietado por el rugido atronador que provino del bosque. No es de extrañar puesto que el niño es un poco ignorante del mundo y como funciona, no era sorprendente que no comprendiera lo que significaba trabajar para el Gobierno, algo que claramente si Lance estuviera allí y no ausente como de costumbre podría haber resaltado de una forma más notoria y haber dado un giro a toda esta situación, pero como de costumbre cuando es más necesario nunca esta.

Con el derrotado Goku tomando la iniciativa y el liderazgo en el camino hacia el sonido estridente balanceándose por los arboles, Juuken no tardo en dar al resto que estaban a la espera de que decidiera de avanzar hacia el origen del sonido. Siendo la comitiva encabezada por Goku del Corazón Partido, seguido por tierra de Juuken y tras el niño la pareja mink. 

Por el camino aun notaron algún animal pequeño y no tan rápido escapando de la dirección hacia la que avanzaban, como indicando el peligro que se estaba por venir hacia ellos, algún rugido retumbando más se haría sonar por el lugar, como un ruido ronco y gutural muy profundo. Goku como cabecilla en la búsqueda, no tardo en tener que frenar su avance por los arboles al encontrar de golpe una escasez de ramas y arboles en su camino hacia delante, pudiendo notar todos cuando estaban cerca múltiples arboles arrancados de cuajo del suelo con raíces y todo, si es que no estaban partidos por la mitad como si fueran una ramita. Analizando un poco la zona pareciera que hubiera pasado un desastre natural por allí, pero claramente se podía apreciar por como estaba destruido todo que lo que fuera que paso por allí siguió un camino hacia el pie de una de las montañas colmillo, el propio camino de destrucción era un más que claro camino que seguir hacia el objetivo, pero merecería la pena ir hasta allí o se estarían metiendo en la boca del lobo?

Goku frunció el ceño con una mezcla de molestia y vergüenza en su mirada. Sin contenerse, le lanzó una mirada envenenada a Terushin mientras exclamaba - ¡Maldito gato pulgoso! - el tono de su voz era áspero, y cada palabra parecía cargada de una rabia contenida - ¡Tu carne cruda con arroz sabe exquisito, no tengo nada que decir en su contra, pero me da vergüenza comerlo frente a ustedes!

Con una última mirada indignada, se dio la vuelta y comenzó a saltar de árbol en árbol, alejándose de sus compañeros en medio de la espesura. La selva lo rodeaba, sus ramas y hojas creaban un manto de sombras y luces mientras él se movía ágilmente entre ellas, como una sombra fugaz que se fundía con el paisaje. La voz de Gretta, suave y cálida, resonó detrás de él, llamándolo para que tomada cubierta con ella, pero él simplemente no la escuchó, ni a ella ni al rujido. Goku estaba demasiado absorto en sus pensamientos, en sus sentimientos heridos, y en esa sensación incómoda que le hacía querer alejarse de todo.

Mientras seguía su recorrido, cada vez más profundo entre los árboles, sus sentidos se activaron al captar algo peculiar, una pequeña cigarra voló justo frente a él, despreocupada. Goku la observó por un momento, y su actuar fue prácticamente un acto de reflejo. De un rápido movimiento de mano, atrapó al insecto en el aire, examinándolo con una mezcla de nostalgia y cierta curiosidad. Años atrás, siendo apenas un niño, su madre y su padre le habían enseñado a reconocer las fuentes de alimento que la naturaleza ofrecía, por mínimas o extrañas que parecieran. Sin dudar, rompió el exoesqueleto de la cigarra y, al ver la carne en su interior, esbozó una sonrisa. Era un hábito extraño, casi salvaje, pero uno que le recordaba a su infancia en la jungla.

Decidido a expresar su punto, Goku regresó entre saltos hasta donde estaban sus compañeros, su cola enroscada lo sostenía de una rama alta mientras se balanceaba, sosteniendo la cigarra con sus dedos. Con una sonrisa desafiante, miró directamente a Teruyoshi y los demás, especialmente a Gretta, su amada cerdita salerosa, y entonces, exclamó en voz alta - ¡Mira, gato pulgoso! ¡Por esto no me gusta comer carne cruda frente a ustedes!

Sin titubear, llevó el exoesqueleto del insecto a su boca y succionó la carne en un acto que a cualquiera le habría parecido asqueroso. Sin embargo, él lo hacía con una familiaridad que denotaba la naturalidad salvaje de alguien que había aprendido a vivir con la tierra misma. Fue en ese momento, justo después de degustar el sabor de la cigarra, que ocurrió algo extraño. Goku sintió un cosquilleo en su piel, y al instante, su cuerpo comenzó a cambiar. Pelaje rojizo comenzó a cubrir sus brazos y su espalda, como si su cuerpo estuviera regresando a un estado salvaje. Su cabello creció hasta triplicar su tamaño normal, sus músculos parecían expandirse con cada segundo que pasaba, y su figura se tornó más robusta y poderosa. Era una transformación que brotaba desde su esencia, algo que siempre ocurría cada vez que ingería carne cruda.

Con una mezcla de resignación y humor, Goku se quitó la parte superior de sus ropas, dejando al descubierto su torso desnudo, el cual brillaba bajo la luz que se filtraba entre las ramas, como una escultura de vitalidad primitiva. Miró el caparazón de la cigarra que aún sostenía en sus manos y dijo molesto - Cada vez que como carne cruda… maldita sea, me vuelve a crecer el pelo y mi cuerpo se regenera - dijo, demostrando molestia por su aspecto actual - No se porque, pero siempre me ha parecido más cómodo el pelo corto - Luego, observando el interior del insecto, agregó, un poco sorprendido - ¡Oh! Sabe a camarón. No recordaba eso…

A las espaldas de Goku, los árboles y arbustos lucían arrasados, el sendero que Goku había trazado en su arrebato había sido totalmente inconsciente de lo que ocurría a su alrededor, posándose justo en el ultimo árbol en pie antes de la destrucción que se forjaba frente a ellos. Él, sin prestar atención a la destrucción que había tras de el, solo se centraba en su intención de explicar, a su manera, el motivo de su incomodidad. En su mente, quería que Gretta entendiera que la vergüenza que sentía al comer el sushi de Teruyoshi frente a ellos era algo real, algo que lo agobiaba. Tal vez, en el fondo, esperaba que esa muestra de sinceridad salvaje le ayudara a recuperar el favor de Gretta y a expresar, de alguna forma, el torbellino de emociones que realmente lo impulsaba.

- ¡Maldito mono calvo! - farfulló entre dientes el mink en respuesta a Goku, que ya se marchaba entre la frondosa arboleda. El muy estúpido seguía dispuesto a reñir con Teruyoshi, poniendo excusas de lo más extrañas, aunque, por suerte, para el mal humor del gato, fue el único que atacó su comida. Incluso Gretta intercedió por él, provocándole un profundo ronroneo de gusto. Además, Juuken también se había mostrado dispuesto a ceder ante la petición del gato de investigar el fuerte rugido que habían escuchado con anterioridad, por lo que, sintiéndose victorioso en aquella discusión, decidió que lo mejor era dejarlo pasar… al menos por el momento.

- Tiempo al tiempo… - pensó el mink mientras pasaba inconscientemente el dorso de su zarpa derecha por la oreja tras lamérsela. El gato era muy dado a las travesuras… y los viajes en barco eran muy largos.

Posponiendo su venganza para más adelante, el mink avanzó junto al resto de sus compañeros a través del espeso bosque. Gracias al tamaño de Gretta, el avance era relativamente sencillo. Si el grupo se topaba con algo lo suficiente espeso, grande o simplemente intransitable, ella se lo llevaba por delante con esa elegancia que la caracterizaba. No había nada que pudiera pararla y Teruyoshi solo podía quedarse embelesado viéndola hacer. Toda una mole fantástica.

En el camino se escucharon varios rugidos más, causando que las alimañas que al principio se escondían a nuestro paso acabaran saliendo corriendo despavoridas en dirección contraria a estos, demostrando al mink que claramente la fauna autóctona temía más aquello que fuera que gritaba, que al grupo que avanzaba acompañado de una jabalí de cinco metros. El mink no podía evitar emocionarse ante la perspectiva de dar caza a esa criatura y demostrarle que su reinado había terminado. Había llegado la competencia y era hora de conocerla… pero, en vez de encontrarse con la bestia salvaje que andaban buscando, volvió a aparecer el mono haciendo sus cosas de mono.

- Maldita pesadilla… - pensó exasperado el mink por la interrupción de la búsqueda de la bestia por parte de Goku.

- Esto ya es acoso - dijo en un murmullo cuando vio que este volvía a buscarlo, esta vez con la intención de que lo viera comerse un bicho. El mink se había aburrido de aquellas tonterías de niño, así que decidió tratarlo como tal.

- Mira, simio pelado - contestó Teruyoshi de forma automática en cuanto Goku volvió a insultarlo. - Cómete cualquierrr mierrrda que encuentrrres, me parece bien… pero no tengo que verrrlo - y acto seguido el mink ignoró al mono y avanzó hacia la zona devastada que se encontraba más adelante.

El gato se había cansado de tener una pelea absurda con su nuevo nakama. Era el último en llegar y no quería terminar creando problemas con el resto por peleas estúpidas, así que se limito a ignorarlo como se merecía y se centró en mirar los restos en busca de algún patrón, perdiéndose así el truco del crece pelo que Goku estaba montando.

- ¡Chicos! - llamó a voces a sus compañeros, sin querer regresar con ellos todavía. - ¡Lo que sea va directo a uno de esos picos con pinta de colmillo!¡De que terrrminéis con el cirrrco del mono alcanzadme! - informó antes de echar a andar hacia aquella peculiar montaña, ansioso por descubrir qué era aquello que podía causar tal desastre con solo su paso. Desde luego mucho más interesante que ver a un mono pelado comerse un bicho seguro que era.

Resumen

Maldecir a Goku, pasar de Goku, ir a investigar en dirección a donde apunta que ha ido la bestia y seguir maldiciendo a Goku.

Gretta miró como Goku con tono dolido se alejaba de la escena. "Pufff, es que de verdad...  ¿Cómo le va a dar vergüenza comer? Si es lo mejor que existe… cuando llegas triste a la mesa porque has tenido un día de mierda porque tu novio se ha ido de la tripulación, o porque tu novio te dice que tiene familia, o porque simplemente tienes hambre, y delante tuya te presentan un manjar, te lo comes y se te van todos los males… Comer no puede dar vergüenza, no hay mayor placer… Bueeeeeno, está empatado con el sexo; tal vez tenga que probar las dos cosas. Tengo que decírselo a Goku, mientras estemos haciéndolo, él con su otra cola, la que es un poco más larga, me puede ir dando comida… Que te pierdes, Gretta, ¿de qué podrá tener vergüenza este? Si a mí me hace una gracia verlo comer… como coge las cosas con los pies o incluso con la cola esa, a veces hace hasta malabares". —OUNGH OUNGH— "Ya quisiera yo poder tener más extremidades para así agarrar más comida". Ella andaba por el bosque perdida en esos pensamientos, arramblando con el terreno. Mientras, el gato y Goku estaban discutiendo de vuelta.

—Cada vez que como carne cruda… maldita sea, me vuelve a crecer el pelo y mi cuerpo se regenera. Dijo Goku, y Gretta se centró en esas palabras.

Gretta se sintió afectada por la repentina muestra de humanidad de Goku. Al expresar lo que no le gustaba, ella lo había entendido. "Oh, el pobre tiene un trauma. Se te olvida, Gretta, que a veces la gente también ha sufrido como tú…" Entonces recordó su infancia, llevada de isla en isla como una atracción de feria, solo para que el resto pudiese reírse de ella. Se entristeció, pero tras una sacudida de cabeza retomó su compostura. "Gretta, no has tenido años de introspección y enfoque del odio para que te vengas abajo ahora. Al mono le da vergüenza que le vean con pelo; ¡ARREGLALO!" Se dijo a sí misma como una orden.

—Goku, yo quiero tu, con o sin pielo ah. Le dijo ella acercándose y poniéndole su mano en la espalda.

"Perfecto, Gretta" Pensó ella asintiendo. Luego de dar el tema en su cabeza por resuelto, se fijó en que delante suya algo o alguien más grande que ella había pasado por aquí; el gato se había fijado también porque señaló la dirección en la que seguía el reguero de destrucción del bosque.

—Michi, espiera, vamos jiuntos ah. Le dijo Gretta pegando unas zancadas para ponerse a su altura y seguir el camino con él.

Olfateó el aire con su poderoso hocico para ver si captaba olores peculiares que le pudiesen dar una imagen de lo que había provocado esto. -OUNGH OUNGH-

La situación entre Goku y Teruyoshi parecía estar volviéndose algo comprometedora de más. Esperaba que no tuviera que intervenir más de la cuenta. Esperaba que ninguno de los dos perdiera los papeles y comenzara a atacar al otro. De ser así debería de intervenir, en favor del atacado. Esperaba que no ocurriese, lo que quería era evitar problemas para todos, no que se provocara ninguno.

Fuimos avanzando, y se iban escuchando estruendos y rugidos en dirección hacia donde íbamos. La situación me mantenía algo tenso, pero tenía la firmeza y confianza de que no se atacarán entre ellos. aunque a veces alguno pareciera que se dejaba llevar demasiado, sabía mantener la compostura en situaciones así. Quería pensar que todos tenían la suficiente sensatez para no meterse en problemas entre ellos con los rugidos que estabamos escuchando por el camino. Bastantes problemas podríamos tener ya como para agregar conflictos internos.

En determinado momento, Goku se puso delante de Teruyoshi sosteniendo un insecto entre sus dedos. Alegó que esa era la razón por la cual no le gustaba comer carne cruda. Acto seguido procedió a comerse ese insecto. La verdad es que parecía algo realmente repugnante, pero nunca lo había probado como para poder saber si estaría rico o no. No titubeó mientras se llevaba ese bicho a la boca y succionaba de él, absorbiendo todo su interior casi al momento.

Entonces ocurrió algo que no me esperaba bajo ningún concepto. Sabía que Goku era un mink con mucho pelo, y que también se lo cortaba. Lo que no sabía, era esa capacidad para hacer crecer el pelo pues, en un instante prácticamente, todo su cuerpo se volvió rojizo como la sangre, con un pelaje bastante prominente. No dejaba de sorprenderme Goku. Pero la situación no me permitía mantener demasiado mi asombro. Justo a espaldas de Goku había algo parecido a un desastre.
 
Teruyoshi se había adelantado y nos llamaba para que avanzásemos, pero desde ahí podía ver perfectamente que había algún tipo de rastro de destrucción. Árboles arrancados de cuajo y todo el terreno había sido devastado, dejando un claro rastro de destrucción de algún tipo de criatura que, según indicaba Teruyoshi, iba hacia una gran montaña. Decidió adelantarse y Gretta le gritó diciéndole que le esperase. No iba a ser menos, había que descubrir qué era lo que había provocado este destrozo.

-Vamos Goku. Sea lo que sea, es mejor que estemos todos juntos.

Acto seguido comencé a correr hacia adelante junto al resto. Había que llegar a lo que estaba provocando eso, antes de que alguien de la isla resultase herido. Avancé rápidamente, atento a todo cuanto nos rodeaba, intentando que nada nos pasara desapercibido y, lo más importante, que nada nos cogiera de sorpresa, no me gustaría que algo nos atacase desde la espesura sin que nos diesemos cuenta y nos cogiera desprevenido. Pero por supuesto tenía que fijarme en el camino hacia adelante, había que localizar el foco de aquella destrucción cuanto antes. Esperaba que no fuera tarde para nadie.

resumen

Nada, avanzar hacia adelante vigilando los flancos que nada nos coja desprevenidos.