Hay rumores sobre…
... una isla que aparece y desaparece en el horizonte, muchos la han intentado buscar atraídos por rumores y mitos sobre riquezas ocultas en ella, pero nunca nadie ha estado en ella, o ha vuelto para contarlo...
[Común] [C - Pasado] Una herida que atender (Priv. Goku)
Kobeni
Agente K
15 de Verano del 724 / Mediodía

Una vez más nos encontramos en Loguetown, aquella gran urbe del East Blue que servía como última parada para todos aquellos que querían ingresar a la peligrosa Grand Line desde el East Blue. En aquella enorme ciudad, se encontraba la agente Kobeni del CP2, el motivo de su despliegue en la zona no era más que la cercanía que tenía con su familia, quienes también eran integrantes de la organización secreta del gobierno, hasta se podría decir que algo hicieron para darle el beneficio a la muchacha y que ésta pudiera quedarse en Loguetown.

Sus misiones hasta ese punto habían sido sencillas y exitosas, claro, con uno que otro percance presente en algunas de ellas debido a su inexperiencia en el trabajo, pero al final lograba ingeniárselas para cumplir con la tarea al pie de la letra. Otra cosa a destacar en la novata es la enorme deuda de casi 5 millones que cargaba encima, deuda que afortunadamente tenía con su tío, quien hace tiempo le prestó dinero para que satisficiera su ludopatía momentánea, y si debe es porque perdió todas las rondas en los juegos del Casino Missile.

Debido a esa situación, todos sus ingresos iban destinados a la deuda, pagando en pequeños abonos hasta que pudiera salir de ella en un largo tiempo. Esto le trajo una que otra consecuencia, como la de no poder pagar lo que necesitaba fuera de sus necesidades básicas (necesidades que ya eran cubiertas por su familia) eso quiere decir que sí Kobeni requería de algún arma o servicio médico, no iba a tener el dinero suficiente para pagarlo. Y como una persona con una suerte en decadencia, su última misión le dejó una pequeña herida en el brazo que, según su madre, debía ser atendida por algún profesional, no era nada grave, pero es mejor prevenir.

Como ya se mencionó, la agente no poseía de los fondos suficientes para pagar la consulta, pero no todo estaba perdido, según su madre, en Loguetown había una clínica secreta repleta de agentes del Cipher Pol, en donde seguramente la atenderían con beneficio al mencionar que era hermana de una agente del CP9, si eso era cierto o no, estaba a la deriva, pues todo era una simple suposición basada en la idea jerarquizada de la sociedad, pero nada pedía con intentarlo. Sin más dilación, Kobeni se vistió con el uniforme típico de la organización, calzó sus pies con sus tenis deportivos y salió de su hogar para dirigirse a la clínica, siguiendo las instrucciones dadas para llegar a ella.

A su llegada, sus ojos perezosos pudieron ver la edificación que no estaba fuera de tono u oculta como ella se esperaba, talvez los trabajadores del lugar tenían una doble vida o quien sabe, pero eso no era de su incumbencia, solo quería ser tratada de aquella pequeña herida de su brazo derecho que de apoco manchaba la blancura de la manga de su camisa debajo del saco. La muchacha ingresó al lugar, dentro se percibía un aroma a fármacos, algunas miradas indiscretas se postraron en la figura de la joven, talvez reconociéndola como una agente por su vestimenta, sus piernas se movieron para acercarla a la recepción en donde esperaría a alguien para indicarle su problema.
#1
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
Era una tarde ajetreada en el consultorio de Goku y sus amigos, aunque en realidad, el trabajo era más tedioso que complicado. Tenían un par de abuelitas esperando, y algunos tipos que llegaban con preguntas tan ridículas que Lunch no se molestaba ni en levantar la vista para responder. La sala de espera estaba en silencio incómodo hasta que la puerta se abrió y entró una joven con aire semi formal. Sin decir palabra, caminó hacia la recepción, donde fue recibida por Lunch. Esta última la miró con el ceño fruncido y, con esa actitud malhumorada que la caracterizaba cuando estaba estresada, soltó en voz alta - ¡A la mierda, otro cliente más! Hey, Vegeta, hazte cargo tú esta vez, y cóbrale bien caro - dijo, volviendo a su revista y cruzando las piernas por sobre el mesón de la recepción.

En cuanto oyó el grito de Lunch, Vegeta salió de la oficina contigua, empujando la puerta con fuerza. Traía una bata de laboratorio que le quedaba un poco grande, y en una mano llevaba una carpeta llena de papeles desordenados, con dibujos y anotaciones que bien podrían ser de cualquier cosa menos de medicina. Sin levantar la vista de sus papeles, se plantó frente a la joven y comenzó a dictar de mala gana - Denle un paracetamol a la nena, inyecten loratadina, una solución de bicarbonato por la boca… y cobren cinco millones. Siguiente.

Su tono era tan indiferente que no dejaba lugar a dudas de que solo quería sacarse el caso de encima. Goku, que en ese momento acababa de despedir a unos abuelitos que le agradecían por su atención cálida y amable, escuchó el comentario de Vegeta y, al girar, se quedó mirando a la muchacha nueva en la recepción. La chica traía un traje parecido al de un agente del Cipher Pol, eso era claro, aunque cualquiera podría llevar uno así, Goku se fijó en algo más que disipaba las dudas de que fuese un civil más, su manga estaba manchada de rojo oscuro, casi imperceptible al inicio, pero había sangre, y seguramente estaba herida.

Sin pensarlo dos veces, Goku se acercó rápidamente, tomó el brazo de la muchacha con cuidado y, al tacto, sintió la humedad de la sangre bajo la tela - Hey… esto puede ser grave. Mejor ven conmigo a uno de los boxes, vamos a ver qué tienes - dijo con tono serio, mientras miraba de reojo a Lunch y a Vegeta - Hey, atenderé un triage rojo, o incluso negro, para que avisen a los que esperan, y tu, no andes de payasos, solo limítate a medir signos vitales, la presión, cuánto saturan, su temperatura… Ya te he dicho, Vegeta, no andes medicando a la gente como si fueran cualquier cosa, pudiste habernos metido en problemas por error - terminó diciendo, lanzándole una mirada de advertencia a Vegeta.

Aunque Vegeta bufó y Lunch rodó los ojos, Goku pasó de ellos y guió a la muchacha hacia el fondo, llevándola al último box, el número 10, que estaba alejado del resto. Cerró la cortina para asegurar algo de privacidad y luego la miró, relajando el gesto - Ya, niña, quítate todo de la cintura para arriba. Vamos a atender esa herida y a ver qué tan mal está.

Mientras hablaba, le dio la espalda para buscar los implementos médicos necesarios. Un segundo después, como si de repente recordara algo, giró el torso hacia ella, levantando una mano en saludo, con esa sonrisa amistosa que le caracterizaba. - Oh, por cierto, mis modales, ¡hola! Soy Goku - dijo con un tono muy amigable, y luego añadió con algo de curiosidad - ¿Trabajas para el gobierno, no? es raro ver a alguien con esas pintas sangrando de esa manera.
#2
Kobeni
Agente K
El recibimiento que Kobeni tuvo en la recepción de aquella clínica fue muy diferente al que ella se esperaba en un lugar como ese, siendo atendida en la recepción por una mujer esbelta de cabellos azules de forma indiferente pasó el caso a un tal Vegeta mientras ella se deshacía del asunto y postraba su mirada en su revista de nuevo. El comportamiento de la mujer dejaba que desear, pero lo que alarmó ligeramente a la CP2 fueron las últimas palabras de la peli azul cóbrale bien caro — ¿Bien caro? Espere… — La joven no pudo continuar pues fue interrumpida por el fuerte sonido de una puerta abriéndose.

La figura que apareció en el marco de aquella puerta no era nada más y nada menos que el mismísimo Vegeta en persona, aquel peinado puntiagudo y su cara de pocos amigos le daban una apariencia intimidante que se veía un poco contrastada por aquella bata que obviamente no era de su talla. Kobeni lo vio de arriba abajo mientras el hombre de cabellos negros se postraba ante ella y empezaba a hablar de mala gana, sumando a su tono de voz una indiferencia palpable, indicando de forma directa que lo que tuviera la joven no era asunto suyo. Pero al igual que con Lunch, todo eso pudo pasar desapercibido para Kobeni de no ser por lo último que Vegeta mencionó cobren cinco millones.

La peli marrón estaba que se desmayaba al escuchar la cantidad que le iban a cobrar por la consulta tan deficiente que el poderoso Vegeta le había dado, el asombro fue tanto que por un momento se olvidó que estaba ahí por una herida leve pero que debía atenderse — ¿Cinco millones? ¿Cómo es eso posible? — Su comentario no estaba reclamándole a Vegeta, para nada, era un comentario típico de asombro en una situación extraña como esa, por su mente pasaba la idea de ahora deber diez millones, algo que le causaba escalofríos en todo el cuerpo, pero de pronto, alguien más irrumpió en ese momento.

Kobeni sintió como su brazo era sostenido de forma sutil y con mucho tacto, su cabeza se giró levemente para ver de quien se trataba, pudiendo ver a un hombre corpulento, más o menos de su misma altura y con un peinado en forma de picos, extraño para ella sin duda. Aquel hombre se limitó a regañar a Vegeta y a Lunch por su actuar, recalcando a Vegeta sus verdaderas labores dentro de la clínica que estaban muy lejos de dar consulta y recetar medicamento a algún paciente, en cuanto la joven escuchó esto, no pudo evitar sentirse más relajada pues el tema con Vegeta solo había sido un error y al menos por ahora, no le iban a cobrar cinco millones de berries que obviamente no tenía para pagar.

Goku llevó a Kobeni hasta uno de los boxes más alejados dentro de la clínica, la chica desconocía el porqué de esto, pero se limitó a caminar por detrás con un paso lento pero decidido. Una vez en el pequeño cubículo, el hombre cerró las cortinas y dio una indicación que sorprendió a Kobeni, el doctor quería que ella se quitara todo de cintura para arriba para revisarle su herida en el brazo — ¿T-Todo? Bueno… — Hay un atisbo de duda en sus palabras, y no por una simple desconfianza tonta, sino porque realmente sentía pena mostrar su cuerpo de esa manera, pero el profesional era él ¿no?

Con lentitud, la CP2 llevó sus manos hasta el su saco y empezó a desabotonarlo a la par que Goku buscaba sus aditamentos médicos dándole la espalda, gesto que le hacía sentir menos vergüenza, gesto que fue rápidamente reemplazado cuando el hombre se giró de forma despreocupada y se presentó, preguntando también si trabajaba para el gobierno. Su rostro se sonrojó levemente por la mirada furtiva de Goku, mirada que por alguna razón no denotaba ningún signo pervertido, aparentemente, Goku era alguien muy profesional con su trabajo — Sí… Agente K del Cipher Pol 2 me enfrasqué en una deuda y hasta ahora no he podido pagarla — Mencionó sin titubear, algo le decía que podía confiar en Goku para revelarle aquella información sin tomarla con pinzas.

— ¿Usted también trabaja para el Gobierno Mundial? — Preguntó curiosa, mientras reanudaba su labor para obedecer al doctor Goku, una vez se quitó el saco, repitió el mismo actuar con su camisa, desabotonando lentamente hasta que pudo quitársela, su rostro estaba como tomate, la única prenda que aún le cubría de cintura hacia arriba era su sostén, pero seguía pensando lo mismo, Goku era alguien profesional y no la miraría de otra forma que no fuera para atender su herida mal vendada en su brazo, adicionalmente, su abdomen si que tenía una que otra marca leve de pelea, aveces tomar el combate cuerpo a cuerpo dejaba lugar a ese tipo de secuelas.
#3
Kullona D. Zirko
Payaza D. Zirko
Error de Account xD
#4
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
¿Agente K? Oh... entonces, ¿debo presentarme como Agente G? del Cipher Pol número 4. ¿De cuánto es tu deuda? Bueno, no importa, hace poco cobré una paga por una misión, puedes quedarte con el dinero - dijo Goku, sin saber siquiera de cuanto dinero se trataba la paga, mientras agarraba unas tijeras y se acercaba con una silla con rueditas hasta el brazo de la jovencita - Por cierto, me fijé que no tienes zapatos adecuados para un traje del gobierno. ¿Cuánto calzas? - preguntó sutilmente mientras, con las tijeras, empezaba a cortar suavemente las vendas - Tsk... parece que está infectado, dolerá un poco - añadió mientras terminaba de cortar el vendaje.

Posando una mano sobre el vendaje cortado, pero pegado con sangre reseca, Goku se movió un poco para estirarse hacia el mesón y traer una botella de alcohol destilado - Va a doler - advirtió, para luego verter un poco de alcohol sobre la herida y, con cuidado, retirar las gasas de su lugar.

Al observar la herida, Goku comenzó a limpiarla con algodón y el alcohol, mientras conversaba con la muchacha - Este tipo de heridas hay que tratarlas de inmediato. Por muy pequeñas que parezcan, pueden infectarse y causar un daño mayor... Te pondré unos cinco puntos, así que prepárate.

Sin anestesia (aunque tenía disponible en inyecciones), Goku empezó a suturar con una destreza un poco torpe pero gentil. Usando una aguja e hilo especiales, comenzó a cerrar la herida con cuidado - No creo que quede marca después... pero tendrás que cuidártela - indicó, mientras colocaba yodo sobre la herida. Luego, con un parche especializado, lo aplicó para generar tensión en la piel y facilitar la unión de los tejidos. Finalmente, cubrió la zona con gasas limpias y un vendaje nuevo.

Al terminar de suturar, Goku comenzó a revisar el cuerpo de la muchacha, examinando su abdomen y los costados - Uuh, veo que estás algo aporreada. A ver, date vuelta - pidió, indicándole que le mostrara la espalda mientras permanecía acostada sobre la camilla.
#5
Kobeni
Agente K
Ciertamente, las palabras del Agente G agarraron desprevenida a Kobeni, quien rápidamente colocó su mirada en él, sorprendida de que el hombre no haya dudado un minuto en entregarle el dinero que había cobrado recientemente por una misión, aquel suceso era cuanto menos curioso. Una parte de ella le decía que era una broma y que no se hiciera ilusiones, pues es extraño que alguien regale dinero, así como así, a menos que éste fuera millonario — ¿Habla en serio? Mi deuda es de poco menos de cinco millones… —

Tras ello, la joven fue cuestionada sobre su calzado, y si, tampoco tenía dinero para comprar los típicos zapatos formales que utilizaban los trabajadores del Cipher Pol, pero eso no fue un problema para ella en un principio, le gustaba su calzado deportivo y hasta se le hacía más cómodo de usar durante las misiones — Bueno… Número siete… O número veinticuatro en otro sistema de medidas — Respondió mientras Goku cortaba el vendaje de su brazo, encontrándose con una herida infectada, y era normal, la herida no había sido atendida de forma correcta por Kobeni.

Su mirada se alarmó levemente al ver como su médico tomaba la botella de alcohol destilado y se preparaba para verter una pequeña cantidad en su herida para comenzar con su tratamiento, sabía por experiencias anteriores el ardor que esa sustancia provocaba en los tejidos abiertos, pero se limitó a tratar de resistir cuando el líquido cayó en su herida, suceso que le hizo sacar un suspiro profundo por la boca, indicando que la sensación no había sido nada agradable para ella, pero lo peor estaba por comenzar — ¿Cinco puntos? ¿Así en seco? — Y no, no hizo falta que el CP4 respondiera, pues éste comenzó a suturar sin el uso de alguna anestesia.

Los quejidos de dolor de la peli marrón no se hicieron esperar, sentir como la fina punta de la aguja penetraba en su piel le causaba una sensación dolorosa, y extraña cuando el hilo especial pasaba por aquellos pequeños agujeros, instintivamente, mordió su labio inferior producto del dolor, aunque también era parte de aquel tic físico que tenía desde pequeña. Esa era la primera vez que tenía que recibir un tratamiento como ese y seguramente lo recordaría en caso de tener que volver a pasar por lo mismo. Para cuando Goku terminó, el cuerpo de Kobeni se relajó al ver que su herida estaba tratada y el “sufrimiento” de la sutura había terminado, ella asintió con la cabeza con un movimiento leve al escuchar las indicaciones de su médico sobre cuidar más su herida de ahora en adelante.

Tras ello, nuevamente hizo caso a sus indicaciones, recostando su cuerpo en la camilla dándole la espalda, las marcas de una batalla en esa zona también eran visibles, en ese momento, Kobeni sintió que debía cuidarse más, pues hasta ese momento, no le había tomado mucha importancia a lo que le sucedía en sus misiones, sumado a sus recursos extremadamente limitados, le hacía difícil atenderse, y encima con una familia llena de herreros que con problemas saben que hacer cuando ven un moretón — Tuve una pelea hace poco en una misión… El tipo era realmente fuerte ¿Usted ha visto situaciones similares en las misiones del Cipher Pol cuatro? — Habló para romper el hielo y justificar un poco el estado de su cuerpo.
#6
Son Goku D. Namek
Dr. Goku
¡Venga niña, no llores! Solo son puntos - dijo Goku con un tono despreocupado, intentando consolar a la muchacha mientras atendía sus heridas. Claro, olvidando convenientemente que, en su lugar, él habría gritado y llorado como un niño al enfrentarse al dolor de una simple aguja. Su fobia a las inyecciones le impedía siquiera considerar la anestesia local, algo bastante irónico para un agente del Cipher Pol. Pero, ¿qué importaba? ¡Ella era un agente de élite! Tenía que tolerarlo, ¿verdad? ...¿Verdad?

Más adelante, tras terminar la revisión frontal, Goku se dispuso a examinar a la Agente K, quien hasta el momento no había tenido la cortesía de presentarse con un nombre real. La revisó meticulosamente, comenzando por las costillas y la columna, mientras aprovechaba para practicar algo de masaje terapéutico. En un movimiento firme, reacomodó su hombro con destreza, aunque con un toque de brusquedad.

¿Peleas difíciles? Hmm... realmente no recuerdo una pelea complicada - murmuró mientras seguía trabajando - Lo que sí recuerdo es haber caído de un edificio... ah, y también de una casa. Una vez de un acantilado. Y, oh, mientras me disparaban, caí de una escalera. Esa era la famosa escalera más larga de Loguetown. ¡Qué dolor! Pero palizas como tal... no, casi no peleo en mis misiones - dijo con total sinceridad. Claro, porque Goku solía ir directo al grano, localizar su objetivo y liquidarlo sin rodeos.

Aunque, bueno, me han dicho que mi forma de hacer las cosas es poco ortodoxa - añadió encogiéndose de hombros mientras recostaba boca abajo a la muchacha sobre la mesa, continuando con un masaje corporal completo - De todos modos, no creo que sea tan malo en combate. A ver, estira el brazo por aquí.

Con movimientos precisos, tomó la muñeca de la agente y presionó su homoplato, ajustando con cuidado las vértebras - Tienes que estirar mucho después del ejercicio. Eso ayuda bastante. Bueno, veamos cómo están esas piernas —indicó mientras se inclinaba para masajear los muslos, las pantorrillas y parte del glúteo con firmeza.

Aunque Goku no era exactamente un médico convencional, tenía conocimientos prácticos sobre el cuidado físico. Su experiencia como agente le había llevado más hacia la kinesiología y la quiropráctica que a la medicina general, y se notaba que sabía lo que hacía. Gracias a estos conocimientos, bajo la cintura, encontró más nudos de lo habitual, por lo que decidió centrarse en la zona de la L5 hasta la S5, incluso si era necesario, el cóccix aplicando presión en la musculatura.

De pronto, como si recordara algo importante, interrumpió el masaje - ¡Ah! Ya recordé donde los deje. Creo que tengo un par de zapatos para ti. Dame un minuto. - Se levantó y caminó hacia un mueble cercano mientras movía la cola de emoción. Tras buscar un rato, sacó un par de mocasines negros impecables, aunque algo peculiares, la suela parecía reforzada con metal, al igual que la punta. Claramente, no eran zapatos comunes, sino una herramienta de combate disfrazada.

Estos zapatos te servirán - dijo con una sonrisa antes de regresar su atención a la agente - Son más pesados que unos zapatos comunes, asegúrate de adaptarte bien antes de usarlos. Por cierto, tienes una zona muy dura sobre el glúteo. Tienes que trabajar eso, niña. Siéntate mejor y haz bien tus estiramientos.

[Imagen: goku.jpg]
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Sin pensar mucho en las implicaciones, Goku dio una nalgada rápida a modo de reproche, como si estuviera corrigiendo a un aprendiz descuidado - Mi padre siempre decía, Un buen deportista debe ser consciente de su cuerpo. Cada movimiento debe hacerse con intención. No puedes levantar peso sin plantar bien los pies primero. Debes ser consciente de cada músculo que usas y darle el descanso adecuado, o te traerá problemas a largo plazo. - El tono de Goku era casual, casi paternal, pero su entusiasmo por compartir consejos era innegable. Aunque sus métodos fueran un tanto... peculiares, no se podía negar que tenía un enfoque práctico para cuidar el bienestar físico, incluso si a veces su espontaneidad resultaba un tanto comprometida.
#7


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