Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Aventura] [T4] Robo en Goa.
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Para mi suerte y sed, logré abrir una de las cubas y probé el licor. La sorpresa fue decepcionante: el sabor agrio y ácido hizo que escupiera el trago como si fuera un aspersor.
¡Agg! Esto sabe a mierda… y ni siquiera he probado la mierda —dije, sacando la lengua como si quisiera airearla, mientras volcaba la copa al suelo.
-Tendré que matar a quien hace este licor.- mascullé con el cño fruncido. Necesitaba con urgencia un buen trago para quitarme ese horrible sabor de la boca, pero no me atrevería a abrir otro barril. Al menos no todavía.

Miré los barriles con algo de decepción, y justo en ese momento escuché a King ordenándome que saliera de allí.
Tch, este idiota no entiende lo que es encontrar un "tesoro" así, aunque esté agrio. Las tabernas sirven basura comparado con lo que estos ricachones beben, aunque… —observé los barriles de nuevo—. …seguro que una meada sabría mejor que esto —murmuré antes de darme la vuelta para salir de la habitación.
Pero al oír un par de voces femeninas acercándose, me detuve y tras maldecier en silencio y me oculté, espada en mano, listo para sorprenderlas cuando estuvieran lo bastante cerca.

Buenas noches —dije, saliendo de las sombras con una sonrisa amplia y mostrando el filo de mi espada.
-Supongo que no tengo que aclarar que, si gritan, las mataré, ¿verdad? — una amenaza de posaba en el tono de mi voz, mientras una aura amenzante salia de mi.
Sin mas que hacer, me moví para bloquear su salida y mantenerlas bajo control. Si intentaban gritar, lanzaría dos cortes directos a sus cuellos, asegurándome de no perder el factor sorpresa, aunque prefería no llegar a eso.
¡Ey, King! —llamé con tono divertido—. ¿Quieres venir un momento? Tal vez esto que encontré nos sea útil —dije, acercando mi rostro al de la mujer más bonita y aspirando su aroma, exclmaé:
- Hueles bien ¿Como te llamas? Y ¿Que eres de los ricachones de este lugar?-
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#21
Anissa Marr
Nissa
La puerta por la que cruzamos al entrar en aquella mansión hizo un ruido que probablemente habría delatado nuestra posición a todos los presentes en caso de que no se esperara una visita por la parte norte de la residencia. Definitivamente una cosa que uno no esperaría de un lugar tan ostentoso como aquél, pero a quien no le ha pasado que procrastina el hacer una actividad casi irrelevante como lo era aceitar o cambiar las bisagras, además quien decía que los dueños siquiera usaran esa salida de manera regular, si por mi fuera yo me la viviría en mi habitación comiendo o de tienda en tienda buscando la manera de acabarme las reservas que aparentemente eran infinitas. La puerta no era lo único que se había puesto en nuestra contra apenas entrar en aquél lugar pues mientras el chirrido se abría camino en toda la habitación en la que estábamos y las colindantes una mujer con ropas que indicaban que se trataba de personal de servicio salió de una habitación contigua sorprendiéndonos en el acto, probablemente el inesperado chirrido me había hecho distraerme lo suficiente como para que mi mantra no fuera capaz de sentirla, tendría que pedirle entrenamiento al Doc en un futuro para evitar que ese tipo de situaciones volvieran a ocurrir.

Al parecer esa mujer esperaba que alguien conocido fuera quien entró por esa puerta, una tal Marie. La mujer parecía estar asimilándolo en cámara lenta, primero estaba calmada al creer que no había manera que se encontraría con un desconocido para pasar a la incertidumbre y después al miedo al darse cuenta de que nuestra presencia no indicaba más que problemas para ellos. La mujer pegó un grito que dejaba en ridículo a las mujerzuelas que fingían disfrutar su tiempo con Jack. Su error sin embargo había sido intentar correr y darnos la espalda, no la culpaba pues no tenía manera de saber si acabaríamos con su vida justo ahí. Mi primer instinto sería dispararle a la espalda y que cayera justo ahí, pero sabía que el asesinato no era algo con lo que el Doc estuviera de acuerdo así que simplemente me lancé en su dirección a toda velocidad. –Venga Doc, si no quieres matarla tendremos que alcanzarla antes de que alerte a todo el personal.- alcancé a decirle a mi compañero mientras corría detrás de la mujer. En caso de que la alcanzara usaría mi arma para darle un golpe con la culata en las piernas para hacer que perdiera el equilibrio y después colocarle el cañón en la cabeza pidiéndole que guardara silencio. En caso de que no fuera capaz de alcanzarla o peor aún no pudiera hacer que perdiera el equilibrio pondría una rodilla en el suelo y le apuntaría a la espalda. –Lo siento Doc, pero a veces hay que tomar decisiones en el calor del momento aunque tus amigos no estén de acuerdo.- le diría al mink antes de dispararle a la mujer revelando así nuestra ubicación a todos los que estuvieran en la mansión e incluso a los que estuvieran fuera de ella pero lo suficientemente cerca. 

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#22
Alexander Bathory
Doc
Un sonido se hizo presente al momento que entramos en aquella sala, según parecía la puerta estaba carente de algún mantenimiento decente quizá algo que debía haber asumido al no ser una de las entradas principales pero ya era tarde para ello, esto me distrajo por unos segundos haciendo que no escuchara a una joven que se nos había acercado desde uno de los pisos superiores del palacete, aquella joven parecía una sirvienta del lugar por sus ropajes la cual parecía haberse acercado confiada al habernos confundió con una compañera la cual tal vez estaría próxima a regresar igualmente; por un instante nos observamos como si nadie supiera cómo reaccionar a la presencia inesperada de los otros antes que la  joven fuera la primera en reaccionar y nos diera la espalda con una clara intención de escapar de nosotros
 
La primera en reaccionar fue Nissa sacándome de mi pensamiento aclarando que teníamos que atraparle a lo cual no dude comenzando a correr hacia ella para inmovilizarle pues estaba confiado en mis capacidades físicas, si la alcanzara mis garras se aferrarían a ella sujetándole contra mi pecho mientras cubria su boca con cuidado de solo silenciarle tratando de evitar herirla o asfixiarle por accidente y la jalaría a una de las habitaciones vacías cercanas, la cual trataría de localizar usando mi mantra y oídos, para luego decirle –tranquila, no tenemos intenciones de herir a nadie si no es necesario- esperando que la sinceridad de mis palabras, al ser incapaz de mentir, la convenciera de nuestras intenciones –por favor no grite señorita, prometo que si no da alarma le dejaremos ir sin lastimarle a usted ni nadie que no sea una amenaza; solo deseamos llegar a la bóveda podría orientarnos por favor- quizá estaría pidiendo demasiado pero era la única estrategia que se me ocurría que no terminara en ningún tipo de tragedia para ella o nosotros

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#23
Atlas
Nowhere | Fénix
Ha sido un rato de sorpresas, eso seguro. Sorpresas que, además, han similares sobre todo para el servicio, por supuesto, y bastante separadas dentro del gran recinto que es el palacete de los Muusha. Bien pensado, quizás hasta os venga bien. Rebuscar habitación tras habitación y sótano tras sótano en pos de un objetivo de localización desconocida puede ser un auténtico tedio.

Por su parte, King no encuentra nada en la habitación que había inspeccionado en primer lugar y se decide a seguir rastreando la zona. A poco que des un visto comprobarás que tampoco hay nada que delate que por el camino que has escogido podéis alcanzar vuestro destino. No obstante, parece que Jack te ha llamado desde la zona que dejas a tus espaldas. A lo mejor es buena idea que nos acerquemos a ver qué quiere, ¿no? En cuanto a Tenka, no sufras por él. Seguro que ha optado por retirarse a una paradisiaca playa en Organ o Tequila Wolf a beber mojitos y aprovechar su invisibilidad para hacer cosas malas. Bien visto, si en algún momento llegáis a conocer a alguien invisible incluso sabréis cuál ha sido su sino. Además, más botín para vosotros si todo sale bien. Todo son ventajas.

En cuanto a Jack, las mujeres se introducen en la estancia y se encuentran un frío acero amenazando con darles un beso si no obedecen. Una de ellas lleva varias sábanas plegadas en el regazo, mientras que la otra lleva un barreño cargado de agua tibia. Ninguna de las dos grita, siguiendo tus indicaciones a la perfección. Sin embargo, a consecuencia del sobresalto a la del barreño se le escurre éste de entre las manos y va a parar al suelo con gran estrépito. Una lágrima asoma rápidamente en su mejilla al tiempo que levanta ambos brazos.

—Sabía que esto iba a pasar —empieza a decir a toda velocidad sin hablar con nadie—. Demasiadas joyas y demasiado dinero entrando sin parar. Era cuestión de tiempo que entrasen a robar. Porque les van a robar, ¿no? Pero hay gente vigilando. ¿Y si empieza una batalla? Yo no quiero estar cerca, a ver si me va a pasar algo.

La mujer del servicio, la más joven de las dos y la que llevaba el barreño, no para de enunciar en voz alta sus miedos y preocupaciones. Se ve que es una de esas personas que cuando se angustian comienzan a soltar todo lo que les pasa por la mente.

—Somos parte del servicio —responde la más veterana, más calmada, cuando Jack les pregunta por su función en la casa—. Arreglamos las habitaciones después de que los señores y los invitados, cuando los hay, las abandonen.

Al tiempo que habla te muestra las sábanas y hace un gesto con la cabeza en dirección al barreño volcado en el suelo. A su lado, la muchacha continúa igual de nerviosa y musitando de todo sin que nadie le pregunte. No parece que esté demasiado bien de ahí arriba, ¿verdad?

—Como vayan a la biblioteca se pueden encontrar a todo el mundo allí. ¿Qué va a suceder entonces? Si les ven se puede formar un buen lío. ¿Dónde están los señores? No sé si han salido o están en casa.

Mientras tanto, en el ala norte de la mansión la mujer que esperaba a Marie ha sido atrapada antes de que pudiese ir demasiado lejos. Anissa le acierta en las piernas con la culata de su arma, consiguiendo que pierda el equilibrio y se disponga a caer de bruces al suelo. No obstante, Alexander, que también ha emprendido la carrera para evitar que os delate, la consigue atrapar antes de que el estrépito se propague por el ala norte.

Con cautela y dándole claras indicaciones la arrastra a un cuarto adyacente, el cual podéis cerrar si queréis —o no, eso a vuestra elección—. Si esperáis unos segundos para intentar comprobar qué pasa fuera, veréis que por el momento parece que nadie se ha percatado de lo que ha sucedido. Eso sí, una presencia se dispone a entrar en el ala norte por la misma puerta que habéis usado vosotros. No parece especialmente fuerte ni mucho menos, pero no podéis saber más sólo con el haki.

—¿La bóveda? —pregunta la mujer en un susurro después de que el mink la deje hablar—. Aquí no hay ninguna bóveda. Si venís a robar a los señores supongo que os referís a la cámara. —Está visiblemente asustada, como si quisiera que os olvidéis de ella cuanto antes—. No la he visto, pero todas las personas que entran en la mansión últimamente se dirigen a la biblioteca. Hay bastante escándalo allí dentro, pero han limitado el número de personas del servicio que pueden acceder a la zona, así que no he llegado a ver el interior. ¿Es eso lo que necesitáis?
#24
King Kazma
Shiromimi
Nada. No había suerte por ese lado. Él no sabía nada de arquitectura, pero se imaginó que si él tuviera que construir una casa como aquella, pondría un único acceso al sótano cerca del medio de la casa o varios alejados del medio. El palacete parecía haber sido proyectado por alguien que prefirió la primera opción, ya que las únicas escaleras que encontró por aquella zona conducían hacia el piso superior. Claro que… Si quisiera esconder la entrada al sótano de posibles intrusos, hacer una entrada desde el segundo piso en lugar del primero parecía una buena idea ya que nadie se imaginaría que se podía acceder al sótano desde allí. Las posibilidades cruzaban su cabeza, una cabeza que no estaba hecha para pensar demasiado. Si bien le gustaba leer y disfrutaba aprendiendo historia, los puzles y la comprensión de las mentes de otras personas eran cosas que no acababa de dominar. Le daban ganas de abrirse paso hasta el sótano a base de puñetazos que fueran calcinando la madera y roca usada para construir el edificio.

Pero entonces escuchó a Jack llamarle. ¿Por qué no le hacía caso de una vez y le seguía en lugar de ir por libre buscando el ron como una abeja las flores? Al menos decía que encontró algo que podía ser útil. Más le valía que así fuera. Estaba plenamente concentrado en el posible combate, pero eso no le impedía prepararse mentalmente para un cambio de perspectiva de ser necesario. El mink retrocedió sobre sus pasos hasta la bodega en la que estaba Jack… y dos chicas amenazadas por su espada. Una de ellas era muy nerviosa, y murmuraba todo tipo de cosas, información bastante útil de hecho, mientras que la otra era… Calmada. Estaba demasiado serena para esa situación. O escondía algo o había estado en situaciones similares otras veces y ya sabía cómo iba el asunto. – Bien. No tiene por qué pasarle nada a nadie del servicio. Esa biblioteca que dice tu compañera. ¿Por dónde está y qué podemos esperar cuando lleguemos? – Inquirió, pues al parecer la entrada al sótano estaba en una estancia tan poco ortodoxa como la biblioteca. ¿Quién había diseñado los planos de aquel lugar? – Si nos mentís, desearéis que mi amigo os hubiera rebanado el pescuezo ya. La espada es muy poco eficiente para torturar, pero el calor… - No terminó su frase, se limitó a alzar su puño a la vez que este se volvía rojo y desprendía una gran cantidad de calor. Dejó que la escena terminara la frase por él.

Datos


Resumen
#25
Jack D. Agnis
Golden Eyes
No había nada mas sexy y que me excitara mas en una mujer que su fragilidad. Una fragilidad única, la cual parecía esconder una fuerza sigilosa, como si en cualquier momento pudiera quebrarse, o por lo contrario, plantarle cara a lo que mas temiera con un solo gesto. Esa mezcla se vulnerabilidad y misterio, hacia que quisiera tomarla en mis brazos para protegerla y poseerla, pero para su desgracia, mi fuerza de voluntad era mas fuerte y lo único que podría querer de una mujer así, era lo que tenia entre las piernas.
-Veo que tiene bastante información para ser solo una criada. Realmente es una criadas? O a caso es la diversión del patrón? - le pregunté a la vieja sirvienta, mientras danzaba alrededor de aquellas mujeres, y cada tanto me acercaba a la mas joven para oler su perfume.

-¿Me podrían decir como es que saben tanto? Sé que las criadas tienen mucha información de sus patrones, pero esa información es como importante como para los nobles las hubieran compartido con Uds. Yo espero que la niña no esté diciendo esas cosas para despistarnos, verdad? - pregunté curioso, mientras llegaba a espalda de aquella joven mujer y miraba su cuello listo para ser mordido, algo que hizo que me moviera hacia ella. Tras acercarme por detrás de una manera sexualmente poco amable, quise morder su cuello, cual gato en celo, pero solo me limité a lamerlo.
Para su fortuna, King entró a aquella habitación antes de siquiera pensara en violar a aquella joven, aunque ganas no me faltaron.

-Te dije que tenia algo útil en mano. Por cierto, puedo llevarme esta preciosura con nosotros? Quiero hacerla mi esposa- dije sonriente, mientras intentaba mirar su escote.
-¿Que dices? ¿Me aceptas como esposo? Te aseguro que te no te defraudaré… al menos nadie se ha quejado- dije divertido, mientras oía como King interrogaba a la vieja sirvienta, la cual había sido las mas dura de ambas, supuse que curtida de encontrarse bestias como nosotros. Para luego amenazarlas, usando su habilidad de su fruta del diablo, lo cual hizo que sonriera de manera divertida.
- Si, él es un conejo muy caliente. - bromeé, mientras cruzaba mi brazo por encima del hombro de aquella vieja mujer, apoyándome en el proceso, y al mismo tiempo que sujetaba mi espada cerca de su cuello.

Matar aquellas mujeres no me costaba nada, pero no sé que tan conveniente podría ser dejar una enorme mancha de sangre en ese lugar.

Resumen
#26
Alexander Bathory
Doc
Empezamos la carrera tras aquella joven para evitar que diera la alarma siendo la primera en lograrle dar alcance Nissa, en un movimiento rápido la tiradora logro golpear su pierna con su arma haciéndole perder el equilibrio lo suficiente para que cayera al suelo pero antes que esto pasara logre aferrarme a ella tomando su mano tirando de ella hacia mi atrapándole contra mi pecho mientras mi garra se aferraron a su rostro con cuidado cubriendo su rostro con firmeza; al momento que entramos en aquella habitación mire alrededor solo para asegurarme que estuviéramos a solas solamente diciéndole a mi compañera –la puerta- como una indicación que le cerrara
 
Tras mis preguntas analice sus palabras por un instante antes de decir con calma procurando no alzar demasiado la voz –está bien, te creo- para luego mirar a mi compañera aun analizando sus palabras antes de bromear un poco diciendo –aunque decir que buscamos la cámara no es tan bueno como decir que buscamos la bóveda- tratando de hacer el ambiente mas ameno, en ese instante decidí soltarle permitiéndole moverse nuevamente no era como que pudiera escaparse o traer de huir conmigo a un brazo de ella e distancia –agradezco su ayuda señorita, agradecería que permaneciera en esta habitación, durante un tiempo más para que no se vea involucrada en ningún sentido o corra riesgo- le aclare con calma dedicándole una sonrisa tratando de verme lo menos amenazante posible –solo un detalle más señorita, puede indicarnos la dirección a la biblioteca, agradecería este último favor-
 
Era consiente que estaba siendo demasiado confiado con aquella sirvienta pero estaba apostando por un viejo dicho se atrapan más moscas con miel que con vinagre, cuando una presencia de alguien más entrando en el ala se hizo presente era posible que fuera aquella tal Mari que había ido a recibir la joven lo que cambiaba la situación –parece que su compañera está por llegar, supongo que ella espera que le recibas ve a hacerlo como dije no planeamos herir a nadie si no es necesario, así que aléjense de la biblioteca por favor y no den alarma, le doy mi palabra como doctor que si lo hacen evitare lo más posible el uso de violencia ¿te parece bien Nissa?- esperaría un poco para asegurarme que Nissa estuviera de acuerdo con mi plan o que indicara algo que le pareciera mejor, después de todo la infiltración no era mi fuerza, para luego tratar de seguir la ruta que la sirvienta nos indicara hacia la biblioteca tratando de mantener el sigilo lo más posible asegurándome de mantener el oído atento lo más posible

Haki: 250 / 250

Energia: 324 / 364


resumen
#27
Anissa Marr
Nissa
Al parecer mi plan de golpear a la mujer para que perdiera el equilibrio había surtido efecto, así que no hubo necesidad alguna de terminar por dispararle. Algo que nos beneficiaba a todos ya que no quería revelar nuestra posición ni molestar al Doc que estaba segura que no aprobaría el hecho de que se asesinara a una inocente pudiendo haberlo evitado. No sólo eso lo desaprobaría sino que activamente Alexander estaba haciendo todo lo posible por controlar la situación y apenas la mujer comenzaba a caer al suelo se abalanzó sobre ella y la abrazó pegándola a su cuerpo y tapando su boca con la mano para que no se le ocurriera pedir ayuda. Alex me señaló una puerta abierta y no necesité más de medio segundo para saber que me estaba indicando que la cerrara así que lo hice en un abrir y cerrar de ojos.

La mujer respondió a Alex que en aquel lugar no existía una bóveda en donde los señores guardaran los artefactos más valiosos, se trataba de una cámara en donde se resguardaban las posesiones importantes. Además de que sugería que en la biblioteca era donde la mayoría de gente se concentraba últimamente. A mi punto de vista ese debería ser nuestro siguiente objetivo, pero no había manera de comunicárselo a King y a Jack haciendo que se volviera jodido el ponernos de acuerdo en cómo avanzar sin arriesgarnos a que toda la seguridad nos descubriera.

El Doc trató de hacer que el ambiente se volviera menos tenso bromeando sobre la diferencia entre decir bóveda o cámara, a lo que simplemente me quedé en silencio mientras lo miraba a los ojos con un semblante poco expresivo. Después de eso Alex pidió un poco más de información a la mujer mientras le prometía que nada le pasaría si decidía no entrometerse y fingir que no nos había visto. Al parecer la decisión que tendría que tomar la mujer era más urgente de lo esperado pues su compañera, aquella con la que nos había confundido en un principio, estaba a punto de llegar o al menos eso era lo que suponía por las palabras de Alexander. –Si te encargas de cumplir con lo que te pide el Doc, no tendrás problema alguno con nosotros. Aleja a tu compañera lo más que puedas de aquí, váyanse al mercado o que se yo. Si avisas a tus patrones entonces me veré en la necesidad de hacer un hueco en tu cuerpo con mi compañera.- le diría a la empleada después de que Alexander me preguntara si estaba de acuerdo con su plan, encargándome de dejar en claro que “mi compañera” era el rifle que tenía entre manos. -Por cierto, lo siento por el golpe.- continuaría evitando cruzar mi mirada con ella.

En caso de que la mujer decidiera hacer lo mejor para ella, o para todos excepto a sus jefes, voltearía a ver al Doc. –Será mejor que nos movamos cuanto antes hacia la biblioteca, estamos desperdiciando mucho tiempo sin avanzar demasiado.- le susurraría para que no nos escuchara la mujer que se acercaba para después comenzar a doblar las rodillas para verme un poco más pequeña y comenzaría a avanzar hacia la dirección a la que apuntó la empleada a la que Alexander le había sacado la información quedandome junto a la puerta y haciendo un movimiento con la cabeza a Alexander para que la abriera, dejándolo avanzar frente a mi para cuidarle la espalda.

Resumen
#28


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