John Joestar
Jojo
08-10-2024, 04:27 PM
(Última modificación: 08-10-2024, 05:05 PM por John Joestar.)
2 de primavera de 724
Recuerdo especialmente el olor del pollo asado, me costó un largo rato detectar cual era el aroma que me subia desde el plato, parecia tomillo y oregano, al menos al principio, nunca he sido un gran experto catador de pollos ni nada por el estilo, pero si que habia comido unos cuantos a lo largo de mi vida, de hecho, era casi exclusivamente la carne que preparaba mi madre; ¿Quien culparla?, cuidar un ternero en el escaso tamaño de nuestra casa era imposible, los pollos eran menos fastidiosos de cuidar y de muuucho menor tamaño.
Cuando probé el primer muslo, tambien detecté un toque de maiz caramelizado y salsa de platano, aunque por encima no lo parecia, supuse que el pollo estaba relleno de dicha salsa; además tenia rabano y pimiento en tiras dentro de la pechuga, el cocinero habia puesto mucho esmero en la comida, cosa que se agradece bastante, sobretodo después de probar tremendas bazofias a lo largo de mis viajes.
Mientras disfrutaba mi plato, unos piratas, de aspecto soberanamente extraño cruzaron a mi lado, me miraron de reojo y se rieron sin disimulo; Llevo tiempo pensando el motivo de tanta risita burlesca, es irritante sentir que todos te miran mientras piensan lo estupido o lo feo que eres, al menos lo pareces. Los piratas se sentaron justo en la mesa de detrás, exigieron unas bebidas a gritos y golpes en la mesa, y uno de ellos se preguntaba donde estaba su capitán, aunque el resto de la conversación no parecia muy interesante; gracias al dios de los oceanos, no duró demasiado, las voces de los piratas eran toscas y asquerosas de escuchar, como si tuvieran flemas constantes atracandoles las gargantas a cada palabra, su capitán acababa de aparecer, un tipo alto, de unos tres metros, de constitución fuerte, grandes musculos, unas vestimentas bastante llamativas, llevaba una camisa roja con flores semi abierta, unas bermudas verde oscuro y unas sandalias de madera; Tenia un pelo grisaceo, como si fuera ceniza tras muchas horas de haberse consumido, su cara tenia varias cicatrices muy marcadas, un ojo ciego y otro con un iris negro, una frondosa barba y una nariz increiblemente grande, le faltaban dos dientes y tenia un colmillo de oro; Entró con decisión y se sentó de golpe en un banquete junto a sus compañeros, dió unas palmadas y rapidamente un par de camareros aparecieron con unas bandejas llenas de fria cerveza, como si no fuera la primera vez que ese tio habia estado por alli de visita, por llamarlo de alguna manera.
Acabé mi plato escuchandoles conversar sobre sus ``aventuras´´, todas horribles, y sonaban más inventadas que cualquier otra cosa, trataban todas sobre saqueos a grandes reinos, palacios hechos de oro y bla bla bla, se conoce que tienen varios grupos paras asaltar sitios por separado y repartirse los botines, asi que deduje que eran jefes de equipo presumiendo de...cosas supongo.
Francamente, a veces pienso que los piratas son igual de escoria que la Marina, aunque haya casos salvables, en su mayoria no valen para nada más allá de dar trabajo a chavales jovenes con vocación de proteger el mundo en el que viven, creyendose los futuros heroes de sus generaciones, vistiendo el blanco con orgullo, con un rifle para defender a los más debiles...Sueños estupidos de mentes engañadas. Por otro lado es cierto que los piratas piensan que serán los proximos bucaneros en tomar un nombre en el libro de nuestra historia, una gilipollez del tamaño de la Grand Line, que conseguirán riquezas, mujeres, una tripulación enorme bajo su mando, librarán combates épicos y eternos contra la Marina dejando una cioatriz en el mundo que siempre alabará sus hazañas... No se en que piensan ninguno de ellos, el mundo está podrido y ellos son niños jugando con un palo a la guerra, mientras otros trabajamos para liberar al mundo de su tumor más agresivo y peligroso, el Gobierno Mundial.
Recuerdo especialmente el olor del pollo asado, me costó un largo rato detectar cual era el aroma que me subia desde el plato, parecia tomillo y oregano, al menos al principio, nunca he sido un gran experto catador de pollos ni nada por el estilo, pero si que habia comido unos cuantos a lo largo de mi vida, de hecho, era casi exclusivamente la carne que preparaba mi madre; ¿Quien culparla?, cuidar un ternero en el escaso tamaño de nuestra casa era imposible, los pollos eran menos fastidiosos de cuidar y de muuucho menor tamaño.
Cuando probé el primer muslo, tambien detecté un toque de maiz caramelizado y salsa de platano, aunque por encima no lo parecia, supuse que el pollo estaba relleno de dicha salsa; además tenia rabano y pimiento en tiras dentro de la pechuga, el cocinero habia puesto mucho esmero en la comida, cosa que se agradece bastante, sobretodo después de probar tremendas bazofias a lo largo de mis viajes.
Mientras disfrutaba mi plato, unos piratas, de aspecto soberanamente extraño cruzaron a mi lado, me miraron de reojo y se rieron sin disimulo; Llevo tiempo pensando el motivo de tanta risita burlesca, es irritante sentir que todos te miran mientras piensan lo estupido o lo feo que eres, al menos lo pareces. Los piratas se sentaron justo en la mesa de detrás, exigieron unas bebidas a gritos y golpes en la mesa, y uno de ellos se preguntaba donde estaba su capitán, aunque el resto de la conversación no parecia muy interesante; gracias al dios de los oceanos, no duró demasiado, las voces de los piratas eran toscas y asquerosas de escuchar, como si tuvieran flemas constantes atracandoles las gargantas a cada palabra, su capitán acababa de aparecer, un tipo alto, de unos tres metros, de constitución fuerte, grandes musculos, unas vestimentas bastante llamativas, llevaba una camisa roja con flores semi abierta, unas bermudas verde oscuro y unas sandalias de madera; Tenia un pelo grisaceo, como si fuera ceniza tras muchas horas de haberse consumido, su cara tenia varias cicatrices muy marcadas, un ojo ciego y otro con un iris negro, una frondosa barba y una nariz increiblemente grande, le faltaban dos dientes y tenia un colmillo de oro; Entró con decisión y se sentó de golpe en un banquete junto a sus compañeros, dió unas palmadas y rapidamente un par de camareros aparecieron con unas bandejas llenas de fria cerveza, como si no fuera la primera vez que ese tio habia estado por alli de visita, por llamarlo de alguna manera.
Acabé mi plato escuchandoles conversar sobre sus ``aventuras´´, todas horribles, y sonaban más inventadas que cualquier otra cosa, trataban todas sobre saqueos a grandes reinos, palacios hechos de oro y bla bla bla, se conoce que tienen varios grupos paras asaltar sitios por separado y repartirse los botines, asi que deduje que eran jefes de equipo presumiendo de...cosas supongo.
Francamente, a veces pienso que los piratas son igual de escoria que la Marina, aunque haya casos salvables, en su mayoria no valen para nada más allá de dar trabajo a chavales jovenes con vocación de proteger el mundo en el que viven, creyendose los futuros heroes de sus generaciones, vistiendo el blanco con orgullo, con un rifle para defender a los más debiles...Sueños estupidos de mentes engañadas. Por otro lado es cierto que los piratas piensan que serán los proximos bucaneros en tomar un nombre en el libro de nuestra historia, una gilipollez del tamaño de la Grand Line, que conseguirán riquezas, mujeres, una tripulación enorme bajo su mando, librarán combates épicos y eternos contra la Marina dejando una cioatriz en el mundo que siempre alabará sus hazañas... No se en que piensan ninguno de ellos, el mundo está podrido y ellos son niños jugando con un palo a la guerra, mientras otros trabajamos para liberar al mundo de su tumor más agresivo y peligroso, el Gobierno Mundial.