Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Diario] [D-Pasado] Reclutando Reclutando triunfe patinando
John Joestar
Jojo
10 de Primavera de 724

Era una tarde soleada y el aire estaba impregnado del olor salino del mar, una brisa fresca acariciaba mi rostro mientras caminaba por el paseo marítimo. Yo soy John, un guerrero revolucionario que había luchado en múltiples batallas, pero en ese momento, las oleadas del cambio estaban en el aire, y mi corazón anhelaba algo diferente. Estaba en busca de reclutadores de la marina, atraído por la promesa de nuevas aventuras y la posibilidad de servir a un propósito más grande.

Los vi desde lejos, grupos de hombres con uniformes pulcros, algunos charlaban animadamente mientras otros se mostraban más serios. Pasé junto a un bar que resplandecía bajo el sol, cuando noté a un reclutador solitario, apoyado contra la pared, disfrutando de un cigarro como si el mundo a su alrededor no existiera. Fue un instante; me detuve y decidí abordar al hombre.

“¿Así que eres marinero?” le pregunté, tratando de romper el hielo.

Se giró hacia mí, una sonrisa sarcástica asomó en sus labios. “Desde hace un tiempo. Pero no solo es cuestión de serlo, amigo, también hay que tener agallas para enfrentarse al mar y lo que trae.”

Su forma de hablar me intrigó. “¿Y tú? ¿No eres demasiado pringao? ¿o te has cansado de revolotear? ¿Eh, palomita?”

“No solo eso,” respondí, con una media sonrisa. “Pero busco algo más. Quizás la marina sea el siguiente paso.”

Poco a poco, comenzó a contarme sobre su vida en la marina, sobre los hombres y mujeres valientes que había conocido, sobre las tormentas que había surcado y las numerosas batallas en alta mar. Temas que resonaban en mi interior y despertaban mi espíritu aventurero. “La marina no solo se trata de combate,” dijo. “Es también sobre camaradería, sobre luchar por algo más grande que uno mismo. La libertad, la justicia, la lucha contra la opresión que tú ya conoces tan bien.”

Mientras hablaba, pude ver la pasión en sus ojos, la misma pasión que yo había sentido en el campo de batalla en tantas ocasiones. Algo se encendió dentro de mí. “¿Y qué se necesita para unirse?” le pregunté, sintiendo que cada palabra que pronunciaba estaba sellando mi destino.

“Solo valor y la convicción de que quieres ser parte de esto,” dijo, lanzando su colilla al suelo y aplastándola con su bota. “La marina siempre necesita más manos dispuestas a luchar. Y si quieres, yo puedo recomendarte.”

Miré al océano, la inmensidad azul parecía llamar, ofreciendo un nuevo horizonte de oportunidades y desafíos. “Sí,” respondí con determinación, “quiero ser parte de eso. Quiero unirme a la marina.”

Sonrió, un brillo de aprobación en sus ojos. “Entonces, muchacho, ven conmigo. Te mostraré qué es ser un marinero. Y quién sabe, tal vez encuentres tu verdadero propósito entre las olas.”

Y así, con un nuevo deseo surgiendo en mi interior, seguí al reclutador, con la certeza de que mi vida estaba a punto de tomar un rumbo fijo, al fin, un paso más cerca de poder saber la verdad, un camino que prometía aventuras, la oportunidad de luchar por lo que realmente importaba.
#1


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