Jin Mori
Wolf
10-11-2024, 07:27 PM
Dia 15 de verano, año 724
Miedo, nervios... Eso era lo único que podía sentir al momento de levantarme de la cama, hasta ese momento había pasado los días previos al alistamiento viviendo en la casa de una antigua amiga de la familia de la anciana que se estaba encargando de cuidar a mis hermanos allí en Dawn, quedaban pocas horas antes de que empezara la presentación de los nuevos reclutas y yo aun me encontraba en paños menores observando por la ventana la inmensidad que era la base G-23, tenía miedo de admitir que me encontraba preocupado, sentía mi estomago revolverse mientras las nauseas se iban acumulando, pero por suerte aun no había tenido ganas de vomitar, solo un ligero dolor de tripa que iba repitiéndose en algunos momentos, nada de lo que preocuparme... al fin y al cabo eran simples nervios, ¿no?, supuse que lo mejor para calmar aquella incertidumbre era con una ducha fría, así que después de hacer la cama, preparé el uniforme que nos habían preparado previo a la presentación para tenernos ya preparados encima del escritorio y me dirigiría al baño, mirándome en el espejo durante unos segundos, no me importaba demasiado mi aspecto, pero tenía que asegurarme de que cualquier herida que tuviera en la cara ya estuviera curada para poder dar buena imagen, dejaría los pendientes encima del lavabo y me quitaría lo que me quedaba de ropa, entraría dentro del plato de la ducha y cerraría la mampara, me fascinaba la cantidad de cosas que tenía aquella mujer en la casa, cuando vivía con mis hermanos no teníamos demasiados recursos por lo que nuestro método de vida era mas rustico que otra cosa.
-Igual todo esto es mejor para todos... tienes que esforzarte Jin, por ellos. Me diría a mi mismo mientras las gotas de agua helada recorrían la superficie de mi cuerpo, limpiando la suciedad y los restos de sangre que habría dejado alguna antigua herida que se pudiera haber abierto debido al sobre esfuerzo de los entrenamientos a los que me había sometido, el roce de las gotas del agua provocaba una ligera irritación de las mismas, pequeños resquicios del dolor, nada que no pudiera soportar... al acabar de ducharme, me secaría con tranquilidad y me volvería a ponerme los pendientes que había dejado previamente en el lavabo, después de acabar en el baño, saldría a la habitación y observaría el montón de ropa que conformaba el uniforme blanco y azul, típicos colores de la marina, eran unos colores puros... el equilibrio entre los dos colores estaba bien proporcionado, al lado de ese mismo montón de ropa se encontraba un maniquí que se encontraba vestido con prototipos de uniformes que había imaginado que podría llevar algún día.. quizá si escalaba puestos, podría ser capaz de conseguir permiso para poder vestir otra ropa, o incluso de hacer peticiones para implementar nuevos uniformes, de momento me tocaba asumir mi puesto, por lo que me vestiría con algo mas brío que antes pues minuto a minuto el tiempo se iba acortando y yo aun tenía que llegar a la base y encontrar el ala en la que tenía que presentarme, tras acabar de abrocharme los botones de la camisa, me miraría en el espejo de la habitación de arriba a abajo, ¿mi opinión como modista en practicas? pues que estaba divino por que lo mío eran los tonos fríos, además con el tono azulado de mi pelo, el contraste de todo quedaba perfecto, como dirían mi hermano Dan: Tan guapo como siempre.
Al poco tiempo de acabar de vestirme, bajaría a la cocina de la casa, la mujer que se había encargado de asistirme durante este año no se encontraba en casa, lo que significaba que tenía vía libre para cocinar lo que me diera la gana, aunque siendo sincero, cocinar demasiado por la mañana era malo para la salud, por lo que optaría por un desayuno sencillo pero completo: Un huevo frito, dos piezas de Bacon, una manzana y un jugo de naranja, lo normal para alguien que estaba en el pináculo de su crecimiento, ¿no?, no tardé demasiado en desayunar, pero me guardaría un poco de restos de Bacon en una bolsita de plástico para luego, en la entradita de la casa había un mapa que indicaba a la dirección a la que tenía que ir para llegar hasta la base, el ultimo regalo que me he había dejado la doña antes de irse a trabajar o a lo que fuera pues sabía que era muy malo para indicarme solo y... bueno, razón no le faltaba, cogería las llaves del hogar y tan pronto como salí, me asegurar de dejar la puerta cerrada con llave... y de esperar acordarme mas tarde que la había dejado cerrada, que a veces me era imposible saberlo, era como si una maldición me azotara.
Hoy el día no era malo, el tiempo se encontraba tranquilo y en el cielo no había ningún ápice de nubes por lo que el Sol reinaría en el cielo, alumbrando con la luz de la mañana todos los rincones que era capaz de cubrir, era un ambiente que se encontraba en... paz, por así decirlo. Mientras caminaba por las calles del pueblo de Rostock estaba mas centrado en lo que era el ambiente que en el propio mapa que tenía, ver a la gente conversando felices, a los niños jugando por las calles con su pelota o incluso fingiendo que eran marines atrapando a unos piratas, Se notaba mucho la influencia que la base provocaba en toda la isla y eso era bastante alentador, pues todo el mundo parecía feliz sobre eso, ver a la gente a sus anchas, sin tener miedo de lo que pueda pasar por que saben que estaban protegidos... daría lo que fuera por traer a mis hermanos aquí conmigo, pero para hacer eso tocaba trabajar, que el dinero no caía de los arboles.
-Vale, si no me equivoco, ahora debo girar a la derecha, después tengo que ir recto, y si sigo recto debería encontrarme el camino al bosq- -Meow.
El sonido de un maullido resonó en mi cabeza, distrayéndome del camino que estaba tomando, miré a mi alrededor tratando de descifrar la fuente de aquel sonido, hasta que miré al suelo, debajo de mi se encontraba una especie de bola negra con ojos dentro de una caja, parecía estar en mal estado pues se le veía bastante delgado como si estuviera sufriendo de algún tipo de malnutrición. Me agacharía para poder ver mejor al animal antes de continuar con mi camino, su mirada me encandilaba, me miraba con pena, con esperanza, como si aquella pequeña criatura quisiera que la llevara conmigo pero... pero yo no podía tener- Meow.... Volvió a maullar, pero esta vez de forma triste, como si aquel gato negro fuera capaz de leer mis pensamientos, sabiendo que no podía llevarlo conmigo, bajé la cabeza algo apenado mientras de mi bolsillo derecho sacaría la bolsita de plástico con Bacon para sacarlo de la misma y dárselo al gato para que tuviera algo de comer, aunque fuera por un rato corto, -Oye mira, me encantaría tenerte pero... no creo que en la base me dejen tener un gato sabes, lo siento. Sacaría un cigarro mientras me ponía de pie y miraba a mi alrededor, ¿Dónde estaba? encendí el cigarro con un mechero mientras observaba a mis alrededores, ¿ya me había vuelto a perder? lo dudaba por que había estado mirando el mapa de forma detenida y en ningún momento debería haberme perdido.. a, tras mirar al lado contrarío al que estaba caminando, vería la base, deslumbrante y grande. -Joder, que por aquí no era, me cago en la- No quedaba demasiado tiempo antes de que empezara la presentación de nuevos reclutas, por lo que tendría que darme toda la prisa que podía, por suerte era una persona bastante ágil y por mi resistencia podía aguantar varías maratones sin problema, empezaría a correr, observando como la gente que tenía alrededor me iba mirando, extrañados al ver a alguien corriendo de forma tan desesperada como me encontraba yo en ese preciso momento, madre mía, ojala alguien me matara ahora mismo, ¡que había hecho yo para merecer este sentido de la orientación!.
uf... uf.. Exhalaba e inhalaba en la puerta de la base, exhausto por la paliza que me había tenido que meter para llegar, el sudor bajaba por mi frente debido al calor que me provocaba el aceleramiento cardiaco al que me acababa de someter, sentía mis piernas algo entumecidas pues el camino no era corto y tener que hacerlo en tiempo récord había sido matador. Además no tenía nada de agua por lo que tardaría un poco en recuperarme.
-Hey chaval, ¿te encuentras bien?, ¿quieres agua? te veo medio muerto joder. Al levantar la mirada observaría lo que parecía ser un marine mas adulto que yo, tenía una barba predominante y se le notaba por su piel que los años ya le habían pasado algo de factura, o que simplemente no se la cuidaba demasiado bien, tenía en la mano una botella de agua y parecía estar ofreciéndomela si, eso me vendría bien la verdad. -A... si.. perdón.. Coof he venido corriendo porque... casi me pierdo.. la presentación de la nueva tanda de... reclutas. y tras decir eso, agarraría aquella bebida y empezaría a darle tragos, relajándome un poco frente a aquel señor, ¿Qué iba a pensar de mi si no me recuperaba rápido? seguramente nada bueno. -¡Ah bueno! bienvenido al cuerpo, novatucho, encantado de conocerte, tienes que ir todo recto por la puerta, irte por la derecha y seguir recto hasta que veas una puerta, luego vas a la izquierda y llegas, ¿vale? ten un buen día majo.
Y cuando aquel hombre se marchó, tardé unos minutos hasta recuperar la compostura, retrocedería un poco para poder admirar la magnitud de la parte exterior de la base... era.. increíble, una obra de ingeniera, probablemente. Iba a pasar mucho tiempo ahí metido por lo que tendría tiempo de sobra para prepararme, pero bueno, no iba a perder mas tiempo quieto mirando un edificio inmóvil, entraría y me dirigiría a donde fue aquel hombre que me había ayudado antes, no fue difícil encontrar el lugar y por suerte no me perdí, el discurso de iniciación fue mas o menos lo que me imaginaba, que si éramos el futuro de la marina, que teníamos que ayudar, etc etc. Cuando acabó todo ese rollo, fui a mi habitación, estaba cansado por lo que me apetecía quedarme dormido en la cama mas que otra cosa en el mundo, me apoyaría en la ventana de la habitación y me encendería un cigarro.
-Pues bueno, ya estamos aquí eh, seguro... que será un viaje de lo mas interesante, no me cabe la menor duda, me pregunto como estarán mis her- Meow. Dé repente por la ventana entraría el gato negro que vi hace unas horas a la entrada del bosque. -¡¿Pero que?! Tras saltar en la ventana, se bajó y se tumbo en la cama, encima de algunos cambios de ropa que había dejado encima de la misma, pero. ¡¿y yo ahora que hacia?! si lo descubrían me harían echarlo, seguro, pero si le dejo probablemente se moriría... joder, me tocará ocultarlo. Me acercaría al gato y le acariciaría la cabeza, ¿Qué nombre le podía poner? la verdad es que no era demasiado bueno...
-Ya se, te llamaré Kuro. hala, apañao.
y tras eso me tumbaría con el gato en la cama, durmiendo plácidamente después de un largo y agotador día.