[Aventura] [A - T4] Descubriendo Demontooth, capitulo 2

Perfil · 12-11-2024, 01:05 PM

Esos rugidos todavía están en tu cabeza, la imagen de los tigres abalanzandose contra tí invade tu mente, y esta vez no son cuatro, sino tantos que no puedes contarlos, o tal vez tan solo son dos. Tu mente esta tan enturbiada en esos momentos que no eres capaz de distinguir absolutamente nada con claridad. Casi incapacitado para moverte notas como tus brazos son mordidos y sientes como los colmillos te desgarran la carne con gran brutalidad. Es como una terrible pesadilla.

Y realmente eso es. Te levantas sobresaltado con un paño en la frente y con vendas por tus brazos y torso. Lo último que recuerdas es haber llegado a la entrada del dojo y caer inconsciente. Un hombre encendía las antorchas de la entrada al dojo cuando llegaste, posiblemente el mismo que acabó ayudandote a entrar, tal vez cargándote, tal vez avisando a sus compañeros. De cualquier modo, parece que en ese lugar, te encuentras completamente a salvo.

Sientes como si tus heridas hubieran sanado, ya no notas fatiga ni cansancio, el dolor tan solo es una leve molestia. Sobre los vendajes parece haber una sustancia algo viscosa y amarillenta, con un aroma bastante dulce. Esa sustancia cubre tu cuerpo por todas las zonas donde recibiste heridas y golpes en tu anterior pelea. Vas recordando poco a poco todo lo ocurrido en el viaje, los tigres, el cachorro, el complicado ascenso... Poco a poco los recuerdos van abordando de nuevo tu mente, hilando la historia hasta llegar a ese dojo. La sala es bastante particular. Estas tumbado sobre una manta tendida en el suelo, solo estás vestido de cintura para abajo, y el resto (si es que tenías algo) está plegado a tu lado, en el suelo, con los agujeros de los colmillos y arañados remendados. Parece que alguien se ha entretenido en ese tiempo que estás ahi durmiendo... ¿Cuánto llevarás?

Continuas mirando la sala y se trata de una habitación clásica, pero de un estilo que probablemente no hayas visto nunca. Las paredes lisas poseían algunos estandartes colgados, la pared de enfrente parecía toda hecha de madera y papel. En el centro de ella había una puerta doble corredera que estaba medio abierta. Frente a ella una persona sentada directamente en el suelo. Te mira y sonríe, una sonrisa pícara que no terminas de descifrar. Sin moverse un ápice ni levantarse, parece divertido con tu reacción al despertarte, o esa es la impresión que te da hasta que comienza a hablar.

aspecto del tiparraco

-Vaya. Si que has asustado a Kim. No ha tardado ni un instante en saltarme y salir corriendo.

Suelta una risotada mientras señala hacia la puerta a su espalda. No logras ver mucho a través de esa puerta, pero si te parece distinguir los juncos que viste antes de caer rendido. Ese hombre se levanta y continúa hablando.

-Lo cual dice mucho de él, un cobarde en un dojo donde debes aprender a luchar tus batallas. Ha preferido salir corriendo -hace una breve pausa mirándote fijamente-. Dime, forastero. ¿Qué te trae por el dojo Jigoku no Ashi?

Ves que te mira con curiosidad, aunque también notas en él algo de desconcierto y desconfianza. Parece que te han ayudado, pero eso no significa que estés completamente a salvo. Aunque parece buen tipo ese pelinegro. De ti depende confiar en él o no.

Datos

Perfil

El ambiente era opresivo y agobiante, avanzaba a trompicones en medio de una selva sofocante, donde los colores parecen saturados hasta el extremo: los verdes de la vegetación, oscuros e imponentes, se mezclan con pinceladas de rojo y amarillo de flores venenosas. El aire, espeso como un muro, me forzaba cada respiro a ser una lucha. Abría los ojos de par en par, mientras algo invisible me acechaba desde las sombras.

De pronto, el sonido de una rama rota hizo que me detuviese en seco. Tras unos largos e intensos segundos de silencio absoluto, volteé la cabeza lentamente para ver aquella terrible bestia, su cuerpo iluminado por un destello de luz entre las copas de los arboles. Su mirada dorada es hipnotizante, su mandíbula entreabierta deja ver colmillos afilados como cuchillas. Antes de darme cuenta, varias sombras se alargaban. No era solo un tigre. Tres, no, cinco. Las sombras se alargaban mas y mas y las bestias emergieron, rodeándome con una calma aterradora. Cada paso que dan resuena como un tambor. - No... ¡No puede ser!-. Grité, mi voz se perdía entre los rugidos que comienzan a llenar el espacio. Comencé a correr, me notaba muy torpe, como si no fuese dueño de mi propio cuerpo. De pronto la vegetación me azotaba como si fuera parte del ataque, ramas y lianas parecían querer atraparme. Uno de los tigres me seguía muy de cerca. En su expresión no había ira, solo una frialdad depredadora.

Durante la huida terminé en un claro. El suelo era un lodazal oscuro que me frenaba los pies. Las bestias lo rodearon, sus rugidos ensordecedores. Yo solo podía prepararme ante el ataque inminente. Apenas unos segundos después un tigre saltó hacia mi con las fauces bien abiertas. De pronto una oscuridad total y absoluta en un silencio sepulcral. De pronto abrí los ojos, llenos de terror. Del propio sobresalto me incorporé en el futón donde me encontraba, comencé a observar mi alrededor mientras trataba de recuperar la compostura después de aquella pesadilla. Me encontraba en una habitación muy bien decorada, de un estilo muy tradicional a la par que ornamentado, en el suelo las líneas de los tatamis perfectamente trazadas, el contraste entre mi sudor frío y la calma del entorno es desconcertante. Un farol de papel proyecta sombras suaves en las paredes, mientras un viento ligero mece un bambú en el exterior. -¿Dónde estoy...?-. Murmuró mi voz débil. Levanté la mano hacia el rostro, aún temblando por la pesadilla.

Pronto hice memoria recordando como había conseguido llegar hasta el dojo del colmillo del Oeste, aunque por desgracia las fuerzas me abandonaron justo al llegar a la entrada. Un hombre joven sentado en el suelo se le dibujaba una sonrisa algo entraña en la cara al mirarme, casi parecida a cuando Gretta huele por primera vez la comida. Me di cuenta de que estaba prácticamente desnudo, no llevaba mucha ropa pero oye, aquí el amigo me ha dejado con la sardina al aire casi. Se dirigió a mi diciendo no se qué de un tal Kim. -¿Qué es un Kim?-. Pregunté aún aturdido y tratando de ubicarme. El hombre comenzó a reírse mientras señalaba a alguien que se encontraba en la puerta corredera. - Ah, eso es un Kim...-. Dije agitando un poco la cabeza ahora ya algo más centrado sobre todo lo que estaba pasando a mi alrededor.

Respiré profundamente, ya había ordenado todo en mi cabeza, el asunto de los tigres, la pesadilla que había tenido hacía unos minutos y el descubrimiento de un Kim. Nuevamente el hombre se dirigió a mi, esta vez quería saber sobre mi visita al Dojo. En su voz y tono se notaba tanto la curiosidad como la desconfianza, aunque bueno las confianzas ya las había tomado él por su cuenta al dejarme con todo el pescado a la fresca. Me puse serio, abrí ambas palmas de las manos y me quedé observándolas. -Necesito hacerme más fuerte, necesito poder proteger a mi familia-. Acto seguido cerré ambos puños de golpe y le miré fijamente a los ojos. -Déjame entrenar aquí y hacerme más fuerte-. Le solté sin parpadear. Mi convicción era absoluta, venía dispuesto a darlo todo y salir de aquí siendo mucho mejor peleador de lo que lo había sido nunca. -Déjame ingresar bajo vuestra tutela-. Le dije esperando una respuesta por su parte.

Cosas

Perfil · 15-12-2024, 08:11 PM

Ese tipo se te queda mirando, se lleva la mano a la cabeza rascandola mientras parece pensar algo, le ves pensativo durante unos segundos, hasta que al final echa a reir por que sí, como si se hubiera acordado de un chiste. Se gira hacia ese atrás como mirando a ver si hay alguien, y después se queda mirándote directamente. Te ofrece una botella de agua que te lanza directamente, pensando que podrías tener sed.

-Vamos, toma algo de agua. Los peces la necesitáis, ¿verdad? -Se queda mirando tu reacción con la botella, después señala con el pulgar por encima de su hombro, hacia la puerta entreabierta.- Si que te has debido de golpear en la cabeza, ahí no hay nadie. Kim es el chico que te ha vendado y ha estado cuidándote, se llama Kimura, y es un poco asustadizo -se acerca más a tu oído para decirte lo siguiente en voz más baja-. Pero no te confíes, se mueve muy bien y a veces cuesta hasta cogerle -se vuelve a separar de tí, riéndose nuevamente-. No es alguien que querría tener por enemigo jiajiajiajia.

Ves que se aparta un poco, te da la espalda y ves que agacha la cabeza. Lo notas algo decaído, pero antes también ha actuado raro y después se ha echado a reir como un loco. No parece que sus acciones sean las más coherentes, sin embargo ahí está. Se ha posado frente a un cartel con unas letras en un idioma que no alcanzas a comprender del todo. De pronto él se gira, ves su rostro bastante serio, mirándote directamente.

-Con que quieres hacerte fuerte para proteger a tu familia -comienza a caminar de un lado a otro-. Yo no tendría problemas en ayudarte, pero el maestro no estará de acuerdo. El dojo está para proteger la villa y sus gentes, no para entrenar a forasteros que ni siquiera sabemos quienes son, ni qué intenciones pueden tener. ¿Cómo sé yo que no quieres llegar hasta el maestro para matarlo?

Esto último te lo dice con mucha seriedad y mirándote directamente a los ojos. No tiene pinta de que se fie mucho de tí, ahora que lo piensas, parecía que estaba vigilándote cuando te has levantado, estaba allí sentado y esa otra persona ha salido despavorida completamente nada más despertarte. Puede haber sido por tu reacción nada más despertarte, pero tal vez haya algo más que todavía puedas desconocer.

-Cuando llegaste estabas lleno de heridas y sangre por todas partes. Hemos enviado alguien al pueblo para verificar si ha ocurrido algo, ya que hace tiempo que no nos llegan misivas del pueblo. Esperaba que empezaras diciendo si algo había ocurrido, pero no ha sido así. Así que dime, exactamente. ¿Qué es lo que quieres del dojo?

Notas que el ambiente se tensa y éste está en posición defensiva, mirándote directamente, sus piernas semiflexionadas parecen indicar que depende de tus palabras salir de allí curado, o nuevamente con heridas. O no lograr salir de allí. Esperemos que tengas buena labia, al menos los cuerpos de los tigres ya demuestran que tienes buenas capacidades ofensivas y defensivas. Puede que esta situación pueda solucionarse de diversas formas.

Resumen

Perfil · 08-01-2025, 02:28 PM

A aquel hombre parecía que se le había desconectado algún cable del cerebro, ¿Tal vez algún tornillo aflojado?. No entendía si la situación le causaba gracia o si algún desorden mental le llevaba a actuar así. Sea como fuere, mi realidad era esa, necesitaba de su ayuda para poder mejorar mis habilidades en el combate. Luego de su carcajada casi psicópata me lanzó una botella de agua, la conseguí agarrar en el aire dándome cuenta así de que el tratamiento que me habían dado los residentes del Dojo había resultado totalmente efectivo. Podía moverme sin dolor, quitando algunas heridas que aún estaban terminando de sanar pero no era nada que no pudiese aguantar. Abrí la botella y de un trago me la bebí entera, no sabía cuando tiempo llevaba allí postrado pero mi boca estaba tan seca que casi parecía un desierto arenoso.

-Gracias por la hospitalidad-. Dije luego de aquel gesto. Luego, como era evidente, mostraba signos de desconfianza hacia mi. Normal por otro lado, se te aparecido una Orca gigante en la puerta de casa pidiendo que le enseñes a combatir, debe de ser muy chocante. El hombre comenzó a alegar que no tenía motivos para confiar, mas tampoco los tenía para desconfiar. El hombre pensaba que tal vez mi objetivo fuese acabar con la vida de su maestro. Sin embargo y nada más lejos de la realidad, por una vez, mis intenciones con aquella gente eran muy claras.

Seguidamente y sin casi darme tiempo a reaccionar me comentó que el mensajero que tenían como nexo de union con la Villa Shimotsuki hacía algún tiempo que no daba señales de vida, dejando a entender que yo había podido tener algo que ver con ese asunto. De pronto el ambiente de la habitación se enrareció, definitivamente ese hombre no iba a creerme así de buenas a primeras, así que tendría que contarle mi parte de la historia.

- Desde que tengo memoria, la vida me ha arrebatado todo. Cuando era un niño, me arrancaron de los brazos de mis padres. Nunca volví a verlos. No recuerdo sus rostros, ni sus voces, pero sé que los perdí. Fui vendido como un objeto, un esclavo. Durante años, mi vida no fue mía. No tenía nombre, no tenía futuro. Solo era una herramienta que otros usaban y desechaban-. Me tomé unos breves segundos de pausa para continuar. - Pero nunca dejé de soñar con la libertad. Cada día, cada golpe que recibía, cada noche que pasaba encadenado, pensaba que algún día escaparía. Y lo hice. No estoy orgulloso de la manera en que resultó la fuga... Otros hermanos de cadenas fallecieron en aquella revuelta. No fui capaz de protegerlos-. Volví a parar en mi monólogo unos segundos al notar que mi voz comenzaba a desgarrarse de dolor al revivir aquellos malditos recuerdos.

-Y cuando pensé que moriría solo, el destino me llevó hacia ellos. La banda de piratas que me encontró. Me recogieron cuando nadie más lo habría hecho. Me dieron de comer, me cuidaron, me enseñaron lo que significa pertenecer a algo. No son perfectos, ni muchisimo menos, pero para mí son mi familia. Y por primera vez, sentí que tenía un hogar. Hay personas que quieren destruirlos, que quieren arrancarme todo de nuevo. No puedo permitir que pase. No después de todo lo que he perdido. Y no puedo protegerlos con estas manos débiles-. Dije levantando las manos frente a él, mostrando las cicatrices que las cruzaban, las marcas de una vida de lucha y sufrimiento.

- No te estoy pidiendo piedad-. Dije sintiendo como mi voz ganaba más fuerza. -No necesito que me entiendas, ni siquiera que me creas. Pero dame una oportunidad de demostrarte que soy digno. Ponme a prueba. Si fallo, me iré y no volverás a verme. Pero si logro superarla, sabrás que soy alguien en quien puedes confiar. Como tú mismo dices, sois los colmillos que protegéis a la villa... Dejadme ser el colmillo que proteja a mi familia. -Luego de aquel tremendo y emotivo discurso me quedé esperando su reacción, pero antes de responderle volvió a mi cabeza lo que había comentado sobre su mensajero con la aldea-

-No sé que le habrá ocurrido a vuestro mensajero... Recuerdo que un tal Toshiro, un hombre ya de muy avanzada edad, que portaba una katana me enseñó el camino que conecta la aldea con este Dojo, por el camino enfrenté a varios tigres gigantescos que me dejaron hecho papilla. No me crucé con ninguna persona en todo el camino. Si no me crees puedes revisar mis pertenencias, deberían estar los colmillos de los tigres. Tal vez eso resuelva tu duda sobre mi-. Le dije señalando mi ropa por si quería cerciorarse de mi historia.

Luego de tanta palabrería y diplomacia esperé por su resolución y su decisión final sobre qué hacer conmigo, no pensaba irme de allí con las manos vacías y le había contado resumidamente toda mi vida en apenas unos minutos, a partir de aquí veríamos si la solución estaba en la diplomacia y en la buena fé de esta persona con cierto grado de esquizofrenia o si tendríamos que llegar a las manos para demostrarle que era digno de ser alumno del Dojo.

Perfil · 10-01-2025, 07:19 PM

Notas cómo la postura y tensión del cuerpo de ese hombre comienza a ir desvaneciéndose conforme vas hablando. Cuanto más vas diciendo, más notas que su tensión se relaja, así como notas que su cara cambia. En cuanto sueltas ese último párrafo ves que frunce el ceño, arruga las cejas mirándote, después mira hacia otro lado mientras maldice por lo bajo algo que no llegas a comprender del todo. Después de eso notas que piensa en voz alta.

-Malditos viejos, siempre inmiscuyéndose...

Acto seguido se acerca a tí, quedándose a escasos dos metros de distancia, ves que pega un largo trago de agua mientras te está mirando directamente a los ojos, su expresión es realmente seria, pero no parece querer intimidarte, tan solo parece estar pensando qué decirte.

postura del tipo

-Con que unos tigres. Tiene sentido viendo las heridas que tenías -se dio la vuelta dirigiéndose hacia la puerta-. Sígueme, gyojin.

Si decides quedarte allí, pues nada, tendrás un día un tanto aburrido y al rato te echarán de allí, pero si decides seguirle, saldrás de esa sala solamente para encontrarte con una especie de porche que discurre un camino entre varios “edificios” del propio recinto. El suelo es como una tarima de lamas de madera y la zona justo enfrente puedes observar algún que otro junco y nenúfares emergiendo de lo que parece ser un pequeño lago. Tal vez sea el lugar perfecto para darse un baño, aunque igual ahora no es el momento.

Nada más salir, ves a un muchacho algo asustadizo que estaba escondido al lado de la puerta, al verte se te queda mirando durante un instante, después se gira hacia el tipejo raro que está delante de tí. Tu guía se gira hacia él y empieza a reirse.

-¡Hombre Kim! Te hacía ya en el pueblo de abajo.

Aspecto de Kim

-Ryu. ¿Está bien?

Notabas que se refería a tí. Reconoces por el nombre, que se trata del mismo tipo que parece haber salido corriendo cuando te has despertado. No le habías llegado a ver la cara, pero desde luego por lo que ha dicho el tal Ryu tiene toda la pinta de ser él mismo.

-Pronto lo sabremos. ¿Quieres verlo?

Notaste un tono que mezclaba algo de ironía y provocación, pero no puedes percibir si esa provocación va hacia tí o hacia el tal Kimura. Ryu comienza a andar hacia su derecha, en dirección contrario hacia donde está Kimura, y desde ahí comienza a hablar, sin girarse hacia tí.

-Así que conociste al vejestorio de Toshiro. Él ni siquiera perteneció a este dojo, y se cree que puede mandarnos a cualquiera para que le hagamos de niñera y le hagamos aprendiz -notas la frustración en cada palabra-. Por otro lado, si es cierto, y has acabado con unos tigres, sería que la manada se había desplazado hasta el camino. Eso podría explicar la falta de comunicación con el pueblo.

Os detenéis en una puerta corredera que abre completamente. Dentro parece haber una especie de tatami, con varias personas allí peleando, como si estuvieran entrenando. Al ver a Ryu se plantan, hacen una reverencia. Él les hace una señal para que liberen el tatami y avanza. Se queda al borde del mismo y se gira hacia tí.

-Hay varias personas bastante hábiles aquí. Demuéstrame que sabes lo que haces, y tal vez me piense ayudarte.

A su espalda notas gestos extraños. Algunos de los discípulos comienzan a mirarse entre sí. Notas una pequeña risa a tu espalda, ese muchacho, el tal Kimura, parece que hay algo que le ha hecho gracia. Todos esos cuchicheos hacen que cambie la expresión en el gesto de Ryu.

-¡Callaos todos! -Los cuchicheos se desvanecen.- Elige gyojin. Estoy deseando comprobarlo. ¿A quién te enfrentarás?

Puedes comprobar que en ese momento hay un total de seis discípulos, hay alguno más musculoso que otro. Uno de ellos te mira con un gesto de clara superioridad, un hombre de cerca de dos metros que echa la cabeza un poco hacia atrás, claramente parece estar desafiándote.

Otro muchacho parece bastante escuchimizado, te mira y comienza a reirse. Le ves bastante delgado, sin embargo tiene pinta de ser alguien realmente ágil. Los dos te están mirando, los otros cuatro están simplemente mirándose los unos a los otros, bastante indiferentes.

¿A quién elegirás como tu rival?

Perfil · 16-01-2025, 12:27 AM

Parecía que todo mi discurso había calado en el corazón del peleador aunque aún podía leer en su rostro atisbos de desconfianza. Luego de unos segundos de reflexión me dijo que le acompañase a la sala contigua. Me puse en pie pensando que me costaría más conseguirlo, pero los cuidados que me habían proporcionado habían sido sido de una calidad exquisita, casi como si la misma Gretta fuese quien había subido esta inmensa montaña para cuidarme... Solo que Gretta no iba a pegarse esa caminata hasta aquí solo para curarme a mi un par de heridas. Ya de pies articulé un poco mis extremidades, no sabía cuanto tiempo llevaba allí postrado pero me sentía algo agarrotado.

Haciendo caso a Ryu, le seguí atravesando una especie de marquesina que conectaba varios edificios entre si. Mientras le seguía pensaba en lo que había comentado sobre el viejo Toshiro cuando se lo mencioné. Durante mi paseo días atrás por la villa ya había escuchado rumores sobre que los dos dojos tenían entre ellos una rivalidad casi ancestral, aquello junto a la reacción de Ryu me hizo atar cabos y asociar que el tal Toshiro pertenecía o era simpatizante al otro dojo. Sea como fuese gracias a ese viejo orgulloso había conseguido encontrar este lugar, así que por mi parte "eternamente agradecido viejete".

Caminando por el dojo había que decir que era una maravilla de la carpintería, siguiendo con la linea de la villa, el dojo estaba perfectamente decorado y ornamentado con las mas exquisitas obras de madera que el humano era capaz de construir. La única pega que le ponía era precisamente esa, que todo estaba pensado para tamaño humano y no para Gyojins que triplicamos en tamaño a estos mequetrefes, por ese mismo motivo a cada paso que daba detrás de Ryu, la madera a nuestros pies crujía como si estuviesen soportando el peso de la humanidad sobre sus hombros. A los lados, un jardín decorado con estanques y nenúfares le daban el toque de armonía perfecto al lugar. - Wow... Es precioso-. No pude evitar exteriorizar mi asombro ante tanta belleza.

De pronto nos encontramos con un mini humano asustadizo... "Bueno, la historia de siempre, nada nuevo hoy tampoco". Pensé al ver su reacción, sin embargo, Ryu le dedicó unas palabras que me hicieron entender que había sido este cachorro de humano el que había tratado mis heridas. "¿No le dais demasiada responsabilidad al crío?". Pensé al ver que era tal vez demasiado joven como para tener bien aprendidas las bases necesarias para auxiliar en casos como el mío. El muchacho se refirió a mi, ciertamente parecía muy preocupado por mi bienestar... "Puede que este cachorro no sea como el resto". Pensé. "Tal vez se parezca más a mis nakamas de lo que esperaba encontrar aquí". El muchacho estaba siendo toda una revelación para mi. Joven e inmaduro, pero sin embargo de buen corazón. Entrañable.

- Gracias por todo... ¿Kim? Me ha parecido entender ese nombre-. Le agradecí aquella hospitalidad innata que le había llevado al chico a sanar a un desconocido... Mejor dicho a un Gyojin desconocido. Pronto, Ryu dejó a entender que había aceptado a ponerme a prueba, no sin antes cagarse en todos los ancestros de Toshiro... La verdad es que luego de escucharle tenía mucha razón... Sin embargo, en esta ocasión la rivalidad que tenían entre dojos me había beneficiado de sobremanera.

Kim también se había unido a la caminata por el dojo que, por fin, había llegado a su destino. Ryu se paró delante una puerta corredera que, tras abrirse de par en par, dejaba ver un tatami y a un grupo de personas librando combates entre ellos. Al ver a Ryu, todos dejaron de darse de tortas y, tras una reverencia, despejaron el tatami para que este lo tuviese totalmente disponible. Luego de reorganizarse parecía que ahí iba a ser mi gran prueba. Descartando a cuatro que no parecían tener pinta de querer meterse en follones, quedaban dos opciones, uno algo gallito y altanero que tenía pinta de querer que le bajase los humos y el otro me recordaba mucho a Juuken, mucho más reducido en cuanto a tamaño, seguramente fuese el más rápido y ágil de los que se encontraban allí peleando. Si bien que fuese el típico gracioso del grupo me molestaba, tenía que ser más inteligente.

Ryu no me consideraba digno para ponerme a prueba él mismo... Así que tendría que demostrarle que ninguna de sus seis opciones iba a ser la correcta. -Parece que el chico grande quiere ser el que me ponga a prueba, ¿Cómo iba a negárselo?-. Dije escogiendo al más grande, el que parecía medir 2 metros. Antes de darle tiempo a ponerse de pie me coloqué en el tatami en posición defensiva, con las palmas de las manos abiertas para poder reaccionar a tiempo ante cualquier ofensiva que preparase el grandullón. Me quedé mirándole fijamente tratando de reaccionar a tiempo cuando le viese actuar.

Contenido Oculto

Colocarme tan rápido en el tatami era para activar por un lado el Haki de observación y por el otro preparar la siguiente tecnica. La técnica aunque es meramente defensiva, me permite (En caso de cumplir las condiciones) redirigir el ataque del enemigo hacia otro objetivo, el cual, en caso de que funcione la trampa, será que combatiente que se estaba riendo, el escuchimizado.

Percepción II

KENB401

KENBUNSHOKU

Haki básico

Tier 4

4/11/2024

7

2

Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].

Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]

Samehada Shotei

KGY502

GYOJIN KARATE

Defensiva Activa

Tier 5

5/10/2024

45

3

El usuario tomará una posición defensiva con las palmas de las manos abiertas buscando interceptar con un golpe sutil pero poderoso una ofensiva valiéndose de una leve manipulación del agua ambiental para evitar el contacto directo con la ofensiva, buscando desviar la misma de su trayectoria. Si se sobrepasa por completo la ofensiva se puede desviar la misma hacia un nuevo objetivo sin que su daño haya sido mitigado.

Defensa Pasiva + [FUEx3,2] de Daño Mitigado

Resumen

Perfil · 16-01-2025, 09:50 AM

Notas que el tal Ryu, cuyo nombre conoces gracias a que así le ha llamado el tal Kim, está muy atento a tu respuesta, parece intrigado por saber a quién vas a elegir. Nada más realizar tu elección, puedes ver slgo de decepción en su rostro pero, a la vez, también emoción. Se rie y avisa al grandullón.

-Bob. Al tatami.

Ves que Bob sonríe, con grandes aires de superioridad. Y puedes entender esos aires. Para tí no es la gran cosa, pero para el resto es una persona de un tamaño descomunal, llegando a superar un poco los dos metros de altura. Sus músculos son muy grandes y tiene los hombros tan hinchados y musculosos que resulta intimidante para cualquier humano corriente. Tiene un corte de cabello muy apurado. Te sonríe con arrogancia, probablemente creyéndose mejor que tú en todos los aspectos.

Escuchas murmullos del resto de los luchadores alojados a los bordes del tatami, murmullos que engrandecen la figura que tienes delante, ese tipo que a cualquiera, menos a ti, se le antoja como una persona gigante. Entre el cuchicheo eres capaz de escuchar que probablemente él sea el que acabe superando a Ryu, tiene todas las papeletas, es el más fuerte, todavía nadie le ha hecho caer. Solamente ves a una persona que no habla, al menos para halagar al grandullón, siendo este el otro discípulo que se había quedado mirandote y riéndose. Ese muchacho escuchimizado, que sigue mirándote de reojo, ahora más serio. Si le miras, verás como se pone tenso, nervioso. Lanza alguna mirada a Ryu de vez en cuando, mirada de la cual este no se percata.

Os plantais uno delante del otro en el tatami. Una verdadera batalla entre dos grandes moles. Por suerte para ti, solo estás a la mitad de altura total de la sala. El dojo donde se encuentra el tatami tiene una altura que, comparándolo con tu tamaño, parece llegar hasta los 6 metros al menos. El propio tatami es un recinto de 5x5m, siendo la sala el doble de grande. Ese hombre está delante de tí, aguardando la señal para comenzar la pelea. Te pones en posición defensiva, entonces Ryu comienza a hablar.

-Tranquilo hombre. Hagamos las cosas como deben ser. Saludad.

Notas cómo el grandullón suelta una risotada de confianza, parece muy envalentonado. Notas en su mirada la convicción de que ganará otro combate con facilidad. Acto seguido hace una pequeña reverencia inclinando el torso desee la cintura, a modo de saludo marcial. Se queda en esa postura hasta que le devuelves el saludo, notas la fría mirada de todo el público, esperando por ese respetuoso saludo competitivo. En cualquier caso, realices o no el saludo, finalmente Bob se pondrá en posición de ataque, aguardando por la señal de iniciar la pelea.

Nada más dar Ryu la señal de inicio, él se lanzará directo hacia tí de un salto, con la pierna por delante, lanzando un golpe directo a tu estómago. Notas que es veloz, pero tal vez por cuestión del factor sorpresa, o de lo inesperado de que se haya lanzado de esa forma tan kamikaze, que te haya dejado un poco aturdido. En cualquier caso notas que tu única opción es bloquear su ataque, o recibirla por completo. Notas también la lirada de Ryu, esperando atento y analizando tus movimientos.

Resumen

Perfil · (Última modificación: 18-01-2025, 12:22 PM por Qazan.)

“Interesante, piden respeto dentro de su zona de combate pero fuera de ella todo es una guerra sucia de egos.” Pensé al escuchar los murmullos de los luchadores cuando nada más entrar dentro del tatami aguardaban mi saludo o reverencia. Está bien, jugaré a vuestro juego… De hecho… Voy a conquistar vuestro mundo y hacerlo mi patio de juegos. Estaba tan sumido en el combate que por inercia le devolví el saludo al grandullón, eso sí, sin quitarle la vista de encima, algo me decía que conforme diesen la señal de inicio lanzaría su ofensiva tratando de sorprenderme, al final el chico tenía todos los rasgos típicos de abusón de colegio. Intimidando de primeras, sacando pecho para enaltecerse… Le iba a bajar los humos muy rápido.

Ya había plantado mi estrategia nada más subirme al tatami y tener localizada tanto la posición del gigante Bob así como la del escurridizo escuchimizado flaquito de su compañero. Luego de un instante de saludo, Ryu dio la señal de inicio. Y exactamente como había predicho, se lanzó a por mí con una patada voladora. Lo que Bob no señal había percatado supongo que por su fanfarronería, era que yo nada más subirme a la zona de combate había activado mi Haki de Observación para poder realizar mi movimiento con una precisión casi quirúrgica.

Utilizando mi Karate Gyojin, le apliqué una técnica que me parecía perfecta para la ocasión, iba a callar dos bocas de un solo movimiento. Estando en guardia, esperé al momento exacto en que su patada iba a alcanzarme, y manipulando levemente la humedad del ambiente, amortigüé el golpe de su patada para, acto seguido y girando mi propio cuerpo, proyectar con su propia fuerza e inercia a Bob contra el escuchimizado que estaba viendo el combate.

Mi plan era muy sencillo, toda una declaración de intenciones. -No he venido a jugar Bob, para mi esto es mucho más que un sparring, aquí puedo encontrar la manera de cuidar y proteger a mi familia, y pienso darlo todo por ellos-. Le dije sentenciando. Bob era fuerte, no había duda alguna, pero sabía también que su primer movimiento simplemente sería fanfarronería y chulería. No iba a dejarme intimidar por un pequeñajo al que le saco un metro de altura y seguramente más de cien kilos.

Percepción II

KENB401

KENBUNSHOKU

Haki básico

Tier 4

4/11/2024

7

2

Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].

Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]

Samehada Shotei

KGY502

GYOJIN KARATE

Defensiva Activa

Tier 5

5/10/2024

45

3

El usuario tomará una posición defensiva con las palmas de las manos abiertas buscando interceptar con un golpe sutil pero poderoso una ofensiva valiéndose de una leve manipulación del agua ambiental para evitar el contacto directo con la ofensiva, buscando desviar la misma de su trayectoria. Si se sobrepasa por completo la ofensiva se puede desviar la misma hacia un nuevo objetivo sin que su daño haya sido mitigado.

Defensa Pasiva + [FUEx3,2] de Daño Mitigado

resumen

Perfil · 21-01-2025, 10:12 AM

Gracias a tu preparación anterior, logras atrapar el pie de tu rival, frenando en seco su acometida. En ese momento se escucha un murmullo de impresión, de reojo ves como alguno de los luchadores da un paso atrás. Salvo una persona. Ese hombre delgado que está mirando el combate, parecía completamente absorto observando cada uno de vuestros movimientos. En ese momento es cuando giras tu cuerpo, lanzando a esa bestia de Bob contra el único que no ha retrocedido. Al cual se le abren los ojos como platos justo antes de lanzar una maniobra de esquive que, justo por la mínima, logra evadir sin recibir ni un solo rasguño.

No tuvo la misma suerte aquel que había sido el rival de ese tipo bajito. En su caso, estaba tan sorprendido colo asustado, y no fue capaz de moverse lo suficiente para evitar el golpe directo de Bob. El pie del gigante se incrustó en el estómago del luchador, quien rápidamente fue arrastrado por la propia inercia del golpe. Todo se volvió un poco caótico, se hizo un coro de aire alrededor de estos dos, todo el mundo se había alejado. Bob se levantó con preocupación por su compañero.

-¡Han! Oye no es gracioso. ¡Responde!

Notabas la desesperación en su tono de voz. Kim fué raudo y veloz hacia allí para atender al herido, quien estaba inconsciente. Kim era quien había curado tu cuerpo y sanado tus heridas, por lo menos sabías que podía ser competente en ese campo. Sus compañeros le dejaron hacer lo suyo sin meterse de por medio.

Bob se levanta y se encara directamente hacia ti, está claramente enfurecido. Si te fijas bien, tienes un ángulo perfecto en el que puedes notar cierta similitud entre Bob y el herido en el suelo. ¿Acaso pueden ser parientes? Sea como sea has cabreado mucho a un Bob que ahora no está confiado, sino deseando destrozar tu cabeza en señal de venganza. En la frente, cuello y brazos notas que se le marcan las venas de la ira que está experimentando en ese momento. Está dispuesto a todo, al parecer. Tiene pinta de que has conseguido caerle mal, y no solamente a él. A tu alrededor, todos los miembros del dojo te miran con un gesto de desaprobación, todos salvo Ryu, quiennestá en la puerta, de espaldas a ti, hablando con alguien más a través de la puerta, alguien que no alcanzas a ver. ¿Habrá visto siquiera tu anterior movimiento?

-Maldito pez. Te voy a hacer sushi, desgraciado -Bob te amenaza con un profundo e intenso tono de ira en su voz, que se torna bastante grave-. No vas a salir con vida de aquí.

En ese momento, si todavía estás mirando a Ryu, verás que se gira al escuchar esas palabras, con un gesto extraño. Pero tal vez prefieras prestar atención al mastodonte que se está lanzando sobre tí. Con los ojos inyectados en sangre, y una gran furia recorriendo su cuerpo, ese tipo se lanza directo a por tí, pero esta vez no salta ni trata de lanzarte una patada. Va directo hacia tí con sus puños. De momento no habéis combatido mucho, pero si hay algo que notas de diferencia respecto al anterior golpe. Los puños parecen mucho más duros que sus pies.

Datos

Perfil · (Última modificación: 25-01-2025, 03:07 AM por Qazan.)

"Bueno, esto no entraba dentro de mis planes pero al menos te tomarás esto en serio". Pensaba luego de ver la escabechina que el propio Bob había causado. Técnicamente no había sido yo quien había golpeado a su... ¿Hermano? ¿Primo tal vez? Lo cierto es que se echaban un aire, lo suficiente como deducir que eran familiares directos. Desviar el ataque de Bob hacia el escuchimizado no había resultado como había previsto, su ataque era lo suficientemente fuerte y llevaba la suficiente inercia como para dejar totalmente fuera de juego al tal Han. Menos mal que Kim estaba en la sala, el chico que me había curado las heridas ahora se dirigía raudo a ayudar a Han. Parecía que todos confiaban en el pequeñajo, pues conforme se acercó al coro que se formó al ver a Han caer, estos se apartaron dejándole paso y proceder para ponerle remedio al golpe que se había llevado por parte de bob.

-Maldito pez. Te voy a hacer sushi, desgraciado. No vas a salir con vida de aquí-. "Pez eh...". Al escuchar sus palabras recordé todo el maltrato que había sufrido de pequeño con aquellos esclavistas de los Blackmore que, precisamente, utilizaban aquella expresión cada vez que me golpeaban. En aquel momento todo a mi alrededor parecía detenerse por un segundo. No quería hacerle daño ni al bueno de Bob ni a Han, su pariente, pero sus palabras despertaron en mi una furia que hacía mucho tiempo que no sentía.

De pronto Bob con toda su mala leche y su rabia por haber pateado él mismo a su primo, se lanzó contra mi con la furia de un tifón. Con ambos puños por delante, estos daban la sensación de ser mucho más rocosos que sus piernas. "Eso va a doler". Pensé mientras le veía venir con una cara de mala leche que asustaría a más de uno. Fue en ese momento cuando comencé a montar mi defensa contra sus puños. Abrí las palmas de las manos buscando amortiguar el impacto de sus puños. Si bien no conseguí detenerle por completo, estoy más que seguro que fue lo suficiente para parar tu acometida contra mi.

- Eres fuerte, eso está claro-. Le dije una vez le detuve aunque las tenía las palmas de las manos doloridas por el impacto de sus puños. -¡Me toca Bob!-. Justo en ese momento le apreté los puños que aún los tenía agarrados tratando de dificultarle el zafarse de mi para, seguidamente, lanzarle una lluvia de golpes uno detrás de otro. Comenzando por uno más ligero a modo de prueba, le lancé una patada al costado para, nada más hacer contacto, lanzarle un brutal golpazo con mi cola en el otro costado, y terminar rematando con una segunda patada en el primer costado.

Con aquel brutal castigo mi idea era causarle el suficiente dolor en las costillas como para que se detuviese, aunque si había entrado en cólera era muy probable que ignorase todo ese dolor... Sin embargo el castigo estaba ahí. Mi intención no era herirlo de gravedad ni nada por el estilo, pero si este descerebrado no pensaba contenerse yo tampoco. De hecho que los dos saliésemos ilesos no dependía ya de nosotros si no de que a Ryu se le pasase por la cabeza intervenir a detenernos.

Datos

Iniciar sesión




Recordarme ¿Perdiste tu contraseña?