[Diario] De Humano a Monstruo

Otoño del Año 722

Habían pasado unos días desde que Brokey, el contacto de mi padre en el marcado negro, me dió a probar aquella asquerosa fruta con manchas y con forma de un... gato? La fruta era tan rara de sabor como lo era de apariencia, pero desde que Brokey me dijo su precio estuve decidido a no vomitarla, pues cada mordida de aquella fruta valía una fortuna aparentemente. Para mi sorpresa e ignorancia, solo bastaba una mordida para que el valor de aquella fruta baje al cero absoluto.

 

Me encontraba en un cuartel secreto del gobierno mundial, dónde jóvenes entrenaban hasta el cansancio para convertirse en los juguetes del gobierno. Por mi parte creía firmemente que era yo el que usaba al gobierno en vez de ello gobierno a mí, aunque en realidad no había hecho más que seguir la voluntad de mi padre hasta el momento. Acostado en mi cama no hacía más que reflexionar sobre todo lo ocurrido hasta el momento, incluyendo aquél poder que recién había obtenido.

 

Luego de volver a burlar la seguridad del cuartel una segunda vez me volví a dirigir a la base subterránea de Brokey, pues de poco o nada me acordaba de lo que pasó después de darle una mordida a aquella fruta. Al bajar por aquél oscuro pozo y seguir el estrecho camino hacia su base me percaté de marcas de garras por todos lados. Aquello parecía ser obra de algún animal, aunque al verlo bien te dabas cuenta de que era mucho mas grande de lo que cualquier animal podría hacer.

 

 — ¡Ejejey! ¡Mira a quién tenemos aquí! — se trataba de Brokey, el pobre se encontraba organizando su base, pues esta estaba hecha añicos a diferencia de la última vez. — ¿Todo bien? Parece que tuviste una batalla contra cien bestias — lo que había dicho parecía hacerle gracia a Brokey el cual se echaba a reír mas de lo normal. — ¡Jajajaja, pues si, aunque no fueron cien, fue solo una y una muy bien entrenada jajajaja! — 

 

Algo de lo que decía no tenía mucho sentido, "entrenada", a que se refería con esto? — Por cierto, aquella fruta que t... — Brokey me paró en seco, haciéndome señas de que me sentara para así poderme explicar todo lo que había pasado hasta el momento. Luego de toda una media hora de explicación e incredulidad por mi parte, finalmente pude entender lo que pasó desde aquél día.

 

Después de aquella explicación me comprometí a ir a su base y entrenar tanto aquél nuevo poder como educarme en las prácticas del mercado negro que mi padre tanto quería que aprenda.