[Diario] [D - Pasado] Un nuevo estilo

El principal problema de Kobeni había sido resuelto, la enorme deuda con su tío estaba pagada y ahora tenía que enfocarse en lo que se venía por delante, ahora, sus ingresos obtenidos por sus trabajos dentro del Cipher Pol ya no eran más para pagar la deuda, ahora pertenecían cien por ciento a ella y se podía dar algún que otro gusto, además de atender sus heridas cuando fuera necesario.

Ella se encontraba fuera de casa cuando uno de los ayudantes de la herrería Higashiyama le entregó una carta que provenía directamente de su madre, en el papel, Jiyū ordenaba a su hija pequeña reunirse con ella en el patio trasero de la casa principal, pues debía enseñarle algo importante que la ayudaría en su meta de ascender en la jerarquía de la organización secreta del gobierno.

Kobeni pensaba en muchas cosas, alguna técnica nueva, o una forma de ascender rápido, o solo talvez su madre podría instruirla en el Rokushiki, aquel estilo único de los Cipher Pol, un estilo que lleva el cuerpo al límite y que tiene técnicas tanto útiles como mortales, Kobeni esperaba no tener que usar mucho las técnicas mortales, pues no le gustaba tener que acabar con la vida de alguien, por muy malo que fuera, pero entendía que debía hacerlo en ocasiones.

Rápidamente se preparó para reunirse con Jiyū en el lugar acordado, ella estaba al otro lado de Loguetown finalizando una pequeña misión de arresto para la organización, nada importante, pero que le ayudaba a hacerse más conocida en el CP. Por suerte, no tenía que hacer una parada en alguna institución médica, la misión no había sido tan difícil y su cuerpo estaba en buenas condiciones, a diferencia de misiones pasadas, que al final, aquellas heridas la llevaron a conocer al Doctor Goku, quien le ayudó a pagar la deuda.

Una larga caminata por las calles de Loguetown fue suficiente para acercar a Kobeni hasta su hogar, frente a ella estaba la herrería Higashiyama, famosa en toda la ciudad. Integrantes de su familia se encontraban en el patio, entregando pedidos de armas, escudos y hasta armaduras. Otros cargaban pesadas cajas de materiales necesarios para cumplir con su trabajo en la herrería y otros simplemente descansaban tomando un poco de sol, aveces se preguntaba por qué su familia era tan numerosa, pero no era algo que le quitaba el sueño y tampoco había tiempo de darle mucha importancia en ese momento, debía reunirse con su madre y así lo haría.

La joven pasó de largo, saludando de forma sutil a sus familiares, con éstos devolviendo el gesto antes de adentrarse en el interior de la casa principal. El ambiente relajando y tranquilizante de su hogar no lo cambiaba por nada, era una casa cálida y cómoda, pero nuevamente, no estaba ahí para disfrutar por ahora. Se apresuró a caminar por la sala de estar y por uno de los pasillos de la estructura antes de llegar a la puerta que llevaba al patio trasero de la casa, al abrirla y salir al exterior, pudo ver a su madre, vestida con una ropa holgada y cómoda, con un cigarrillo en los labios viendo al horizonte.

La mujer era una experta en el uso del Haki y gracias a su Haki de Observación pudo sentir la presencia de su hija menor, girando su cabeza para mirarla por encima del hombro antes de expulsar el humo grisáceo por sus labios y darle la cara a su hija de frente. Kobeni tragó saliva, edad rectitud en su madre sólo era normal cuando la mujer realmente estaba por empezar algo serio, esto era un claro indicativo de que el entrenamiento que la haría pasar no era un entrenamiento sencillo, y claro, no podía serlo, estaba por aprender las bases de un estilo que requiere y hace que el cuerpo humano llegue al límite de sus capacidades.

Luego del encuentro, Kobeni se acercó tímidamente a su madre, normalmente no sería así, pero la inquietante mirada de Jiyū dejaba claro que el entrenamiento sería fuerte y cansado, nada de los entrenamientos que habían visto en el pasado. Cuando ambas féminas estaban a escasos centímetros, pasó un breve periodo de tiempo, pocos segundos, pero la pesadez en el ambiente hacía sentir a Kobeni una eternidad, poco tiempo después, la mujer río entre dientes antes de expulsar el humo de su cigarro hacia un lado para evitar soltarlo en la cara de su hija.

— No seas tan tímida, hijita… Sabes que a pesar de la dureza del entrenamiento te dejaré descansar, soy tu madre después de todo… — Kobeni la miró con si ya característica mirada y nuevamente tragó saliva antes de hablar — Eso es una total mentira, Hine entrenaba contigo el Rokushiki y no tenías piedad con ella… — Jiyū soltó una carcajada, no sin antes sostener su cigarro con sus dedos índice y medio para evitar que éste se cayera al suelo — Por eso, estaba siendo piadosa… Sí hubiera entrenado a Hine como lo hicieron conmigo, la pobre estaría retirada… — El tono de voz de Jiyū cambió a uno más frío y sádico con la última frase, y era cierto, la líder Higashiyama había sido sutil con el entrenamiento de Hine.

Jiyū empezó a estirar su cuerpo luego de colocar el filtro de su cigarro entre sus labios, se podría decir que la edad le empezaba a pasar factura, aunque más que eso, su cuerpo crujía por los años de retiro, tenía tiempo que no veía una misión o si quiera un entrenamiento. Ella misma se juró que en su retiro se dedicaría a dirigir a la familia y descansar, tantos años de misiones en el Cipher Pol la tenían agobiada. En ese momento, a Kobeni le surgió la curiosidad sobre qué rango había obtenido su madre en su máximo nivel, pues la mayor jamás había hablado de eso con ella, pero no dudaba que con Hine si lo había hecho.

— A todo esto… ¿Cuál fue el rango que alcanzaste en Cipher Pol? Nunca me has dicho… — Jiyu sonrió antes de hablar sin abrir muchos los labios — Novena agencia… Sí, ahí donde está Hine ahora… En algún momento pide aspirar a… — En ese momento, Jiyū se calló y río un poco — Pero ¡qué digo! ¡Ya sabrás a que aspiraba cuando llegues al Cipher Pol 9! — Esto sembró una duda en la muchacha peli marrón y su curiosidad no hizo más que aumentar ¿Qué estaba a punto de decir su madre? Insistir no serviría de nada, la conocía bien y si ha IA decidido callarse eso último, lo haría hasta que Kobeni cumpliera con el requisito de pertenecer a la novena agencia de la organización secreta del Gobierno Mundial.

Kobeni se quedó divagando por unos instantes hasta que Jiyū chasqueó los dedos en la cara de su hija menor, esto hizo que la joven peli marrón saliera de su trance y para espabilarse movió su cabeza de lado a lado y chocó sus palmas contra sus mejillas de forma sutil, pues el entrenamiento estaba por comenzar y no quería hacer esperar mucho tiempo a la matriarca de los Higashiyama — Bien, si no tienes más que decir o preguntar, empecemos con esto, hijita… Prepárate como debas, que el entrenamiento que se avecina no es nada que hayas vivido antes… — Dijo la mayor con un toque de frialdad en sus palabras.

Kobeni preparó sus manos con los guantes de cuero negro reforzados en la zona de los nudillos que había obtenido del doctor Goku, además de su calzado deportivo igual de reforzado para hacer de sus patadas los movimientos más letales que otro luchador. Jiyū miró la preparación de si hija con detenimiento, preguntándose si el cuerpo de ella aguantaría el dolor y el estrés del entrenamiento del Rokushiki. Kobeni por su parte confiaba plenamente en que podría con la misión, porque sí, esto era una misión para ella y no estaba dispuesta a fracasar, aprender el Rokushiki y dominarlo la llevaría un paso más para reunirse con Hine, a quien no veía hace años.

Cuando terminó de acomodar su equipo, lo siguiente que hizo fue empezar un pequeño calentamiento, mantener los músculos calientes y estirados evitaría alguna lesión en su cuerpo y le permitiría desenvolverse de mejor manera durante éste. Tras unos minutos, Kobeni estaba lista para afrontar el desafío, Jiyū sonrió y se acercó a su hija para hablar con ella — Primero lo primero, debemos empezar un entrenamiento de resistencia física, no podrás aguantar nada de lo que se viene si te cansas más rápido que el más viejo de los Higashiyama, así que te pondré algunas pruebas para ver si tu estado físico es el adecuado, y en caso de que no, tocará aumentarlo —