Jack D. Agnis
Golden Eyes
30-07-2024, 01:25 AM
2 de Verano de 724
Quien nos iba a decir que la villa Fosha era un lugar tan agradable para descansar de nuestros viajes marinos. Si bien había navegado por aquellas aguas en mis tiempos como pirata y con mi anterior tripulación, no recordaba que aquella villa hubiera sido tan tranquila y hermosa para descansar.
Supongo que en aquellos tiempos cuando era mas joven, buscaba acción y estar alterado todo el tiempo, y por eso aquella villa había pasado por alto mi interés, pero ahora con casi 30 años, podía valorar este tipo de cosa como la tranquilidad y la buena vida que se podía llevar allí. Aun así no quería sentirme muy cómodo por miedo a que aquella comodidad calara en los hueso y al final decidiera que mi sueño era estar en esa isla como un granjero. Pero dudaba mucho que mi sueño fuera tan débil como para cambiarlo tan de repente.
En la segunda mañana, desde que habitamos llegado a Dawn, me encontraba disfrutando el sol, tirado en una ligera colina de pasto verde y con la brisa acariciando todo mi cuerpo.
Para no aburrirme me dispuse a ver todo lo que tenia a mi alrededor hasta que algo llamó mi atención. Se trataba de un especie de carruaje que estaba a punto de salir de aquella villa, no sin antes detenerse y esperar un obeso hombre, que parecía mas un noble que un grajero o pescador.
Aquello me llamó mucho mas mi atención, por lo que lo miré desde mi lugar sin mover y aunque lo intenté varias veces, no reconocí su rostro. Al parecer aquel hombre no era de Fosha, sino que venia del reino de Goa, o al menos eso supuse.
El hombre se notaba enojado con el que parecía el alcalde de Fosha. Desgraciadamente estaba algo lejos como para oír los gritos de aquel hombre. Aun así me sentí mal por aquel hombre, por lo que me levanté y me dirigí hacia allí. Si necesitaba ayuda para ahuyentar a ese idiota, la tendría de mi parte.
Solo bastó con acercarme, para que aquel hombre se tensara y dijera:
-No le vamos a comprar nunca mas a Uds. Y me llevo el dinero. - dijo aquel hombre, antes de subirse al carruaje y ordenar partir cuanto antes, sin darse cuenta que aquella información que acaba de emitir, hizo que me relamiera.
-Todo bien alcalde? - pregunté, mientras miraba suspirar a aquel viejo, quien me echó una mirada de tristeza y de cansancio.
-Si, todo bien forastero- dijo este, antes de poner sus manos en su espalda y moverse hacia el interior de aquella ciudad.
“Supongo que no debo meterme en estos asuntos, pero por otro lado...” pensé, mientras observaba como el carruaje comenzaba a andar lento hacia el exterior de aquella ciudad siguiendo un camino de tierra.
Sin dudarlo me moví con algo de velocidad hacia aquel carruaje y me limité a subirme en la parte trasera del mismo. Aquel dinero no iba a llegar a destino.
Me mantuve oculto tras el carruaje, mientras que el camino lentamente comenzó a abandonar las planicies de la Fosha y comenzaba a introducirse ligeramente a la zona boscosa de aquella isla. Algo en ellas me causaba un poco de pánico y no era para menos. Según los habitantes de Fosha allí vivían los bandidos del Bosque. Un grupo de delincuentes que asaltaban en los caminos a todos los viajantes, pero por alguna razón aquel noble había podido llegar a Fosha sin ser asaltado y eso era mas que curioso.
Ya en el medio de aquel bosque, decidí hacer mi movimiento. Usando mis ágiles habilidades, escalé hacia el techo del carruaje y me desplacé lentamente haca el conductor con la intención de asesinarlo para que se detuviera, pero como siempre pasa, nada de lo que esta planeado sale de acuerdo a plan.
Antes de que pudiera llegar al conductor, este se detuvo abruptamente y en un rápido movimiento, hizo que los animales dieran la vuelta por aquel camino. Afortunadamente puse sostenerme a tiempo para no caerme.
En ese interin, pude oír la conversación entre el noble y el conductor.
-Había un árbol en el camino milord. Seguramente es obra de los bandidos del bosque- dijo este, mientras aceleraba el carruaje tanto como las bestias de cuatro patas le permitían.
-Bandidos? Pero se supone que ya les pagué para protección ¿Por que están haciendo esto?- preguntó el noble, antes de sentir como el carruaje se detenía por completo.
Al intentar ver que es lo que estaba pasando, solo noté como el conductor sacaba una pistola y caminaba hacia la puerta del carruaje y la abría con fuerza, y exclamaba:
-Baje del carruaje y deme todo el dinero si no quiere morir. - la voz de aquel hombre salia potente y se le podía notar una sonrisa divertida en sus labios.
-P-pero se supone que tu...- dijo aquel hombre con voz temblorosa, mientras hacia caso a las ordenes de aquel conductor ladrón.
Aquello me pareció una elegante vuelta de tuerca, pero a la vez muy cliché. El conductor de un noble que sabia que tenia mucho dinero, se convierte en un vil traidor y ladrón.
-Sabes que esto te costará caro, verdad? Sabes que puedo decirle a los bandidos que te rastreen y te maten, no?- dijo el noble, mientras se bajaba del carruaje. Al parecer aun no entendía su posición.
-Jajaja eres un viejo gordo y estúpido. Realmente creíste que los bandidos iban a aceptar tus ordenes? Ellos son eso, bandidos. Tomaron tu dinero y listo, no harán nada ayudarte- dijo aquel hombre confiado en que nada pasaría de ahora en mas.
-Ahora dame el puto dinero, si no quieres que le vuele los sesos de una buena vez. - ordenó aquel sujeto, antes de hacer un disparo de advertencia.
¿Que debía hacer? Debía esperar a que lo matara y luego mataba al bandido y me quedaba con el dinero? No, no era una buena opción. Si me veían llegar con dinero y el noble muerto, me culparía. Pero que debía hacer? Tenia que actuar rápido si no quería que ese fuera el desenlace.
Sin pensarlo demasiado, di un salto desde aquel techo con mi espada desenfundada y di un profundo corte en la mano que sostenía el arma, haciendo que aquel hombre gritara y su arma fuera a parar al suelo.
-Tsk, esto ya no daba para mas. Intenté no intervenir, pero esto no estaba en mis planes. Asique que tal si nos calmamos y vemos que podemos hacer de ahora en mas.- dije con calma y aun sonriendo, mientras hacia que mis ojos viajaran desde el ladrón hasta el noble y viceversa.
-Gracias a los Tenryubitto. Me has salvado, ahora matalo – ordenó aquel noble, lo cual solo hizo que soltara una carcajada.
-Tu no estas aquí para ordenar, solo para pagar. Asique hagamos un trato. Te salvo de este bastardo bueno para nada y tu me das todo tu peso en oro- bromee.
-Acaso eres idiota? Crees que una simple espada va a amedrentarme. Puedo contra ...- sus palabras se trabaron tan solo mirarlo a los ojos. No iba a tolerar que me hablara así.
-Estas seguro de eso? - dije sonriendo y un aura un tanto oscura, mientras mantenía mi espalda alzada y lista para rebanar un par de cuellos.
-Que les parece si hacemos esto? Me dan el dinero y los escolto nuevamente a Fosha y ahi señor noble podrá hacer lo que quiera con su asaltante. Digamos que ese dinero que lleva es mi pago por mis servicios. Es una buena opción, no ? - le dije sonriente, mientras que aquel hombre no tuvo mas opción que asentir.
A partir de ese momento, las cosas se tornaron a mi favor. Tras atar de una buena manera a aquel ladronzuelo y meterlo en el carruaje, junto al noble obeso, volvimos hacia la villa Fosha donde el noble, luego de pagar, hizo que ahorcaran a su conductor.
La verdad aquello fue horrible de ver, pero al menos ahora tenia algo de dinero para gastar y solo me costó la vida de un solo hombre.
Quien nos iba a decir que la villa Fosha era un lugar tan agradable para descansar de nuestros viajes marinos. Si bien había navegado por aquellas aguas en mis tiempos como pirata y con mi anterior tripulación, no recordaba que aquella villa hubiera sido tan tranquila y hermosa para descansar.
Supongo que en aquellos tiempos cuando era mas joven, buscaba acción y estar alterado todo el tiempo, y por eso aquella villa había pasado por alto mi interés, pero ahora con casi 30 años, podía valorar este tipo de cosa como la tranquilidad y la buena vida que se podía llevar allí. Aun así no quería sentirme muy cómodo por miedo a que aquella comodidad calara en los hueso y al final decidiera que mi sueño era estar en esa isla como un granjero. Pero dudaba mucho que mi sueño fuera tan débil como para cambiarlo tan de repente.
En la segunda mañana, desde que habitamos llegado a Dawn, me encontraba disfrutando el sol, tirado en una ligera colina de pasto verde y con la brisa acariciando todo mi cuerpo.
Para no aburrirme me dispuse a ver todo lo que tenia a mi alrededor hasta que algo llamó mi atención. Se trataba de un especie de carruaje que estaba a punto de salir de aquella villa, no sin antes detenerse y esperar un obeso hombre, que parecía mas un noble que un grajero o pescador.
Aquello me llamó mucho mas mi atención, por lo que lo miré desde mi lugar sin mover y aunque lo intenté varias veces, no reconocí su rostro. Al parecer aquel hombre no era de Fosha, sino que venia del reino de Goa, o al menos eso supuse.
El hombre se notaba enojado con el que parecía el alcalde de Fosha. Desgraciadamente estaba algo lejos como para oír los gritos de aquel hombre. Aun así me sentí mal por aquel hombre, por lo que me levanté y me dirigí hacia allí. Si necesitaba ayuda para ahuyentar a ese idiota, la tendría de mi parte.
Solo bastó con acercarme, para que aquel hombre se tensara y dijera:
-No le vamos a comprar nunca mas a Uds. Y me llevo el dinero. - dijo aquel hombre, antes de subirse al carruaje y ordenar partir cuanto antes, sin darse cuenta que aquella información que acaba de emitir, hizo que me relamiera.
-Todo bien alcalde? - pregunté, mientras miraba suspirar a aquel viejo, quien me echó una mirada de tristeza y de cansancio.
-Si, todo bien forastero- dijo este, antes de poner sus manos en su espalda y moverse hacia el interior de aquella ciudad.
“Supongo que no debo meterme en estos asuntos, pero por otro lado...” pensé, mientras observaba como el carruaje comenzaba a andar lento hacia el exterior de aquella ciudad siguiendo un camino de tierra.
Sin dudarlo me moví con algo de velocidad hacia aquel carruaje y me limité a subirme en la parte trasera del mismo. Aquel dinero no iba a llegar a destino.
Me mantuve oculto tras el carruaje, mientras que el camino lentamente comenzó a abandonar las planicies de la Fosha y comenzaba a introducirse ligeramente a la zona boscosa de aquella isla. Algo en ellas me causaba un poco de pánico y no era para menos. Según los habitantes de Fosha allí vivían los bandidos del Bosque. Un grupo de delincuentes que asaltaban en los caminos a todos los viajantes, pero por alguna razón aquel noble había podido llegar a Fosha sin ser asaltado y eso era mas que curioso.
Ya en el medio de aquel bosque, decidí hacer mi movimiento. Usando mis ágiles habilidades, escalé hacia el techo del carruaje y me desplacé lentamente haca el conductor con la intención de asesinarlo para que se detuviera, pero como siempre pasa, nada de lo que esta planeado sale de acuerdo a plan.
Antes de que pudiera llegar al conductor, este se detuvo abruptamente y en un rápido movimiento, hizo que los animales dieran la vuelta por aquel camino. Afortunadamente puse sostenerme a tiempo para no caerme.
En ese interin, pude oír la conversación entre el noble y el conductor.
-Había un árbol en el camino milord. Seguramente es obra de los bandidos del bosque- dijo este, mientras aceleraba el carruaje tanto como las bestias de cuatro patas le permitían.
-Bandidos? Pero se supone que ya les pagué para protección ¿Por que están haciendo esto?- preguntó el noble, antes de sentir como el carruaje se detenía por completo.
Al intentar ver que es lo que estaba pasando, solo noté como el conductor sacaba una pistola y caminaba hacia la puerta del carruaje y la abría con fuerza, y exclamaba:
-Baje del carruaje y deme todo el dinero si no quiere morir. - la voz de aquel hombre salia potente y se le podía notar una sonrisa divertida en sus labios.
-P-pero se supone que tu...- dijo aquel hombre con voz temblorosa, mientras hacia caso a las ordenes de aquel conductor ladrón.
Aquello me pareció una elegante vuelta de tuerca, pero a la vez muy cliché. El conductor de un noble que sabia que tenia mucho dinero, se convierte en un vil traidor y ladrón.
-Sabes que esto te costará caro, verdad? Sabes que puedo decirle a los bandidos que te rastreen y te maten, no?- dijo el noble, mientras se bajaba del carruaje. Al parecer aun no entendía su posición.
-Jajaja eres un viejo gordo y estúpido. Realmente creíste que los bandidos iban a aceptar tus ordenes? Ellos son eso, bandidos. Tomaron tu dinero y listo, no harán nada ayudarte- dijo aquel hombre confiado en que nada pasaría de ahora en mas.
-Ahora dame el puto dinero, si no quieres que le vuele los sesos de una buena vez. - ordenó aquel sujeto, antes de hacer un disparo de advertencia.
¿Que debía hacer? Debía esperar a que lo matara y luego mataba al bandido y me quedaba con el dinero? No, no era una buena opción. Si me veían llegar con dinero y el noble muerto, me culparía. Pero que debía hacer? Tenia que actuar rápido si no quería que ese fuera el desenlace.
Sin pensarlo demasiado, di un salto desde aquel techo con mi espada desenfundada y di un profundo corte en la mano que sostenía el arma, haciendo que aquel hombre gritara y su arma fuera a parar al suelo.
-Tsk, esto ya no daba para mas. Intenté no intervenir, pero esto no estaba en mis planes. Asique que tal si nos calmamos y vemos que podemos hacer de ahora en mas.- dije con calma y aun sonriendo, mientras hacia que mis ojos viajaran desde el ladrón hasta el noble y viceversa.
-Gracias a los Tenryubitto. Me has salvado, ahora matalo – ordenó aquel noble, lo cual solo hizo que soltara una carcajada.
-Tu no estas aquí para ordenar, solo para pagar. Asique hagamos un trato. Te salvo de este bastardo bueno para nada y tu me das todo tu peso en oro- bromee.
-Acaso eres idiota? Crees que una simple espada va a amedrentarme. Puedo contra ...- sus palabras se trabaron tan solo mirarlo a los ojos. No iba a tolerar que me hablara así.
-Estas seguro de eso? - dije sonriendo y un aura un tanto oscura, mientras mantenía mi espalda alzada y lista para rebanar un par de cuellos.
-Que les parece si hacemos esto? Me dan el dinero y los escolto nuevamente a Fosha y ahi señor noble podrá hacer lo que quiera con su asaltante. Digamos que ese dinero que lleva es mi pago por mis servicios. Es una buena opción, no ? - le dije sonriente, mientras que aquel hombre no tuvo mas opción que asentir.
A partir de ese momento, las cosas se tornaron a mi favor. Tras atar de una buena manera a aquel ladronzuelo y meterlo en el carruaje, junto al noble obeso, volvimos hacia la villa Fosha donde el noble, luego de pagar, hizo que ahorcaran a su conductor.
La verdad aquello fue horrible de ver, pero al menos ahora tenia algo de dinero para gastar y solo me costó la vida de un solo hombre.
