[Aventura] [T1] La Remesa Mala

Perfil · 04-01-2025, 12:09 AM

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1 de Invierno, 16:35pm
Año 724

La nieve cae suavemente sobre Loguetown cubriendo los techos y calles con un manto blanco que parece borrar cualquier rastro de la vida cotidiana. El aire está cargado de ese frío penetrante que tiñe las mejillas de rojo pero también está lleno de calidez... el bullicio de la multitud es un reflejo del espíritu festivo que se respira en cada rincón. Por todas partes hay decoraciones navideñas. Guirnaldas verdes, rojas y doradas cuelgan de los balcones, las luces parpadeantes iluminan las ventanas y las puertas están adornadas con coronas de flores de invierno. Los comerciantes envueltos en gruesos abrigos ofrecen sus productos desde puestos improvisados... galletas decoradas con glaseado brillante, vino caliente con especias que desprende un aroma irresistible y pequeñas figurillas talladas que evocan las tradiciones navideñas.

Sin embargo la plaza central presenta un contraste evidente. Es un espacio amplio y abierto, su centro dominado por un gran árbol que se alza orgulloso, pero desnudo. Ninguna luz lo adorna, ninguna estrella corona su cima ni siquiera un rastro de festividad lo acompaña. A su alrededor cajas y más cajas están apiladas... algunas cubiertas de nieve, otras apenas cerradas con cintas que prometen el contenido necesario para transformar este lugar desolado en el corazón vibrante de las celebraciones. El Festival de las Estrellas, el evento más esperado del invierno está a solo un día de distancia y la tarea de preparar todo recae sobre ustedes.

Un superior de la Marina, un hombre de rostro severo pero voz calmada se planta frente a ustedes con los brazos cruzados. El aliento que exhala se convierte en vapor, una nube blanca que se disipa rápidamente en el aire helado.

— Escuchen bien —dice, su tono una mezcla de orden y una extraña sensación de camaradería—. Hoy no es una misión común. No hay piratas que atrapar ni bandidos que perseguir. Esto es un pequeño favor para la gente, pero no se confundan... es igual de importante. Este festival no solo celebra la llegada del invierno. Es nuestra oportunidad de ganar puntos con la comunidad, de demostrarles que la Marina no es solo disciplina y justicia sino también un símbolo de apoyo en momentos como este.

Su mirada se posa en cada uno de ustedes, como si evaluara la respuesta que se oculta detrás de sus expresiones.

— Gracias al efectivo trabajo matutino de su compañero aquí presente, Ares, se pudieron recuperar las cajas de decoraciones. —comentó asintiendo con la cabeza ligeramente en dirección hacia donde se encontraba el lagarto de escamas blancas y ojos rojizos como la mismísima sangre. — Ares, Dan, Alaric —continúa, mencionándolos uno por uno—, necesitamos que esta plaza brille como nunca. Las decoraciones están aquí, en esas cajas. Las luces, los adornos, las estrellas… todo lo necesario para hacer de este lugar el epicentro del Festival de las Estrellas. La comunidad cuenta con ustedes, y no pienso decepcionarlos. ¿Entendido?

La nieve cruje bajo sus pies mientras el oficial se da la vuelta, dándoles una última mirada antes de retirarse.

— Tienen toda la tarde pero háganlo bien. La reputación de la Marina está en juego. Y quién sabe —añade con un amago de sonrisa—, puede que hasta disfruten un poco de este espíritu navideño.

Perfil · (Última modificación: 04-01-2025, 09:46 PM por Ares Brotoloigos.)

Personaje

Virtudes y Defectos

Inventario

Contrariamente a otros días, ese parecía que iba a ser ajetreado o, al menos, entretenido. Durante la mañana había tenido que resolver un caso de mocosos adolescentes problemáticos y cajas de adornos navideños desaparecidos. Era algo sencillo, aburrido y que Ares consideraba que no era trabajo de un suboficial de la Marina. Había comenzado a ganarse cierta reputación (no siempre buena), entre la base de Loguetown y entre los reclutas que habían entrado a la susodicha de manera más reciente. La cuestión, era que había sido llamado para acudir a la plaza central de Loguetown. Últimamente parecía que se la pasaba más en ese lugar que en el propio cuartel como tal. No se quejaba, pero necesitaba algo más de acción. Patrullar por la ciudad estaba bien, sobre todo cuando había que arrestar a algún idiota o, al menos, desmantelar alguna cosa ilegal en los bajos fondos.

Ahora bien, para cuando llegó al lugar en concreto, se encontró no solo con Dan, a quien ya conocía anteriormente y había compartido alguna que otra misión. Como la de aquel almacén con barriles explosivos. Apenas una sonrisa ligera y un tanto divertida se dibujó, durante un par de segundos, en sus fauces, al recordar aquello. Pero pronto su expresión cambió a una de taimada curiosidad cuando vió a aquella... cosa. Ares tuvo que alzar la cabeza. Y mira que él era alto en comparación con los humanos, y de estatura promedio-alta para los estándares de su raza en ocasiones (aunque ignoraba si había más como él en la actualidad)... Pero es que aquello se pasaba de rosca.

¿De dónde había salido tamaño armatoste? Porque eso eran más de diez o doce metros de altura, se apostaba la cola en ello. Definitivamente, un tipo como aquel no servía para una misión de sigilo. Porque destacaba incluso por sobre algún que otro edificio de Loguetown. Cuando dejó de mirar, volvió la vista al frente, topándose con el superior que, al parecer, les había citado allí.

Se mantuvo inicialmente estoico, hasta que enarcó una ceja y su expresión cambió a una de hartazgo. ¿En serio? ¿De nuevo?

— . . . — Alguien aquí le odiaba, y mucho.

Ares detestaba la Navidad. Bueno, no es que la detestase como tal, es que simplemente no tenía espíritu navideño. De niño nunca había podido disfrutarla como cualquier otro infante con ilusión, pues por desgracia tenía otras prioridades en ese momento: sobrevivir. Por lo que toda aquella parafernalia de luces y felicidad ajena se le escapaba de entre las manos.

Simplemente, no la entendía.

Ahora bien, el que fuese precisamente felicitado por la tarea mañanera, delante de sus compañeros, le hizo suspirar. No le hacía especialmente gracia, puesto que solo había sermoneado a un trío de adolescentes problemáticos.

— ¿Esto no debería ser trabajo para los reclutas más jóvenes? — Sí, ahí estaba su vena rebelde. ¿Tenía que perder el tiempo con adornos navideños? ¿Adornando una plaza?

¿Qué era la Marina ahora? ¿Una guardería? Que él supiese, no tenía estudios de decorador de interior. Ni de exterior en este caso. Podía negarse, pero seguramente la siguiente tarea que le encomendasen sería todavía más aburrida y soporífera, como castigo.

Chasqueó la lengua con una clara incomodidad mientras miraba los adornos coloridos y repletos de luces y otras parafernalias similares. Incluso se atrevió a coger uno entre las garras y contemplarlo. Una bola con adornos brillantes de purpurina que le hizo arrugar el morro de forma graciosa. Cuando el mandamás se retiró, no dudó en acercar la caja hacia el grandullón. ¿Alaric había dicho su superior que se llamaba? Bueno, pues eso.

— Tú puedes llegar a la zonas más altas para colgar estas cosas. — Sí, se estaba desentendiendo un poquito de todo aquello.

Resumen

Perfil · (Última modificación: 06-01-2025, 02:43 AM por Dan Kinro.)

Personaje

Virtudes y Defectos

Datos Bélicos

Tribu Kuja

tri005

RACIALES

Pasiva

Tier 1

2/12/2024

Esta tribu Kuja se caracteriza por estar formada exclusivamente por mujeres y siempre engendran mujeres cuando se quedan embarazadas, son una tribu que siempre emplea venenos en sus ofensivas con armas aplicando [Envenamiento leve]. Los miembros de esta Tribu siempre despiertan el Busoshoku Haki como primer haki. Adicionalmente contaran con un +5 [PUN].

Berserker Iniciado

ber300

BERSERKER

Pasiva

Tier 3

4/12/2024

Tus ataques y técnicas realizadas con arma, obtienen 0,4 de daño escalado basado en [Fuerza] de manera aditiva.

[FUEx0,4] de [Daño]

Berserker Avanzado

ber400

BERSERKER

Pasiva

Tier 4

5/1/2025

Tus técnicas en cuerpo a cuerpo pueden provocar Desarme .

Demoledor Iniciado

dem300

DEMOLEDOR

Pasiva

Tier 3

11/12/2024

La [Destructividad] de tus ataques básicos y técnicas aumenta en 1 Tier por encima de lo normal. (Máximo Tier 8). Ignoras hasta 10 de [Defensa Pasiva], el excedente de [Defensa Pasiva] ignorada se volvera daño extra.

Shikiri Kakudo

fun300

FUNEKIRI

Pasiva

Tier 3

4/12/2024

La penalización de TA de los Filos Grandes se anula. Además, tus ofensivas con las armas afines a este estilo contarán con un +2 de Destructividad. Las técnicas de distancia provenientes de sus armas afines se efectuarán con +40 al Daño, y pueden curvar y dar forma su haz. El Ataque Básico de las armas afines puede proyectarse hasta 20 metros. Las técnicas y Ataques Básicos del usuario con las armas afines ganan además, la opción de efectuar daño de [Penetración] en lugar del habitual cortante a cambio de gastar +5 de Energía. El debuff por ataque a distancia proveniente de las armas afines al estilo desaparecerá, ajustándose al de las armas a distancia normalmente.

Armas Afines: "Filo Balanceado", "Filo Pesado" y "Lanzas".

[T1] Arma Contundente Pesada - Kumoito: 20 + 20 + 8 + 0.4 FUE (20) = 68 y -5 de TA + [Envenenamiento Leve] y -10 de [Defensa Pasiva]
[T2] Arma de Filo Pesada – Mumei: 30 + 30 + 12 + 0.4 FUE (20) = 92 + [Envenenamiento Leve] y -10 de [Defensa Pasiva]

Inventario

Dan Kinro dejó escapar un resoplido que se mezcló con el aire helado, formando una pequeña nube de vapor. Miró hacia el gran árbol desnudo en el centro de la plaza y luego hacia las cajas apiladas a su alrededor. Una sonrisa, cálida y sincera, comenzó a formarse en su rostro mientras sus ojos dorados brillaban con entusiasmo.

— ¿Saben qué? Aye, esto es lo que necesitamos. Un maldito festival con luces, estrellas y toda la magia navideña.

La marine se giró hacia Ares y Alaric, agitando las manos como si intentara contagiarles su repentino fervor.

— ¿Nae? ¿No lo ven? ¡Es nuestra oportunidad de hacer algo que valga la pena, algo que no sea solo arrestar idiotas o repartir golpes!

Dan se acercó a las cajas, quitando con un gesto decidido la nieve acumulada sobre una de ellas. Con una rapidez sorprendente, abrió la tapa, revelando un montón de luces doradas y plateadas, estrellas brillantes y guirnaldas con campanillas que tintinearon al moverse.

— Mirad esto, es increíble. — Sostuvo una estrella plateada con ambas manos, admirándola por un momento antes de alzarla hacia el árbol como si ya pudiera verla en lo alto.

— ¡Este árbol va a ser el más bonito que Loguetown haya visto jamás! Los niños van a flipar, y todos esos comerciantes gruñones van a tener algo por lo que sonreír.

Sin esperar respuesta, se giró hacia Ares y Alaric con una chispa de devoción y emoción que rara vez mostraba. El frío no parecía afectarla, o quizás era su propio entusiasmo el que la mantenía cálida.

— Ares, tú y tus músculos reptilianos van a ser mi grúa personal. Necesito que levantes las cosas más pesadas y me subas a ese árbol si hace falta. — Luego miró a Alaric, señalándolo con un dedo acusador pero amistoso. — Y tú, ¿sabes lo que tienes que hacer? Organiza esas luces. Quiero que esto sea un espectáculo que la gente recuerde hasta el próximo invierno.

Dan empezó a sacar más decoraciones de las cajas, sus movimientos rápidos y eficaces. Mientras lo hacía, no pudo evitar tararear una melodía navideña, una vieja canción de su infancia en Amazon Lily. La nostalgia llenaba el aire, mezclándose con la nieve que seguía cayendo suavemente.

— Aye, sabéis, de donde vengo no celebrábamos cosas como estas. Pero siempre soñé con un árbol así, lleno de luces y estrellas. No solo por la decoración, sino porque todo esto une a la gente.

La chica se detuvo un momento, sosteniendo una guirnalda dorada entre las manos mientras su mirada se volvía ligeramente más suave.

— Y en tiempos como estos, necesitamos recordar que no todo es lucha. A veces, lo importante es simplemente estar juntos.

Sacudiéndose cualquier atisbo de melancolía, la joven marine se enderezó y arrojó una guirnalda hacia Ares, riendo.

— ¡Vamos, chicos! Tenemos un árbol que vestir y un festival que iluminar. ¡Nadie quiere ver un sargento con las manos en los bolsillos mientras la plaza parece un montón de escombros!

Se apresuró hacia las cajas con luces, desenredando las primeras y probándolas para comprobar su estado.

— ¡Aye!¡ A ver si funciona! ¡Mirad esto! — Exclamó mientras alzaba las luces intentando encenderlas por encima de su cabeza como si hubiera conquistado algo importante. — Esto va a ser espectacular. Así que, manos a la obra, que el espíritu navideño no espera. ¡Quiero que esta plaza brille más que el faro de Loguetown!

Resumen

Perfil · 06-01-2025, 05:39 AM

Personaje

Virtudes y Defectos

Inventario

Alaric sonrió ante la actitud de la joven, contagiándose de su actitud positiva y festiva. Pese a su enorme tamaño y apariencia imponente, él siempre tenía un corazón de oro que se llenaba de jolgorio en tales festividades.

— A la orden, muchacha — Soltaría una leve carcajada haciendo que tal gesto generará una pequeña nube fría saliendo de su boca.

El bucanero echó un vistazo rápido a la plaza, buscando las mejores posibilidades para decorarla. Tras un vistazo rápido se dio un golpe en el pecho, asintiendo para el.

— Manos a la obra.

Cogiendo un montón de luces enrolladas se dirigió a uno de los edificios a un lado de la plaza. Aprovechando su enorme tamaño, algo que en esta ocasión resultaba ser de mucha utilidad. Empezó a colocar las luces en lo alto de la fachada superior del edificio, siguiendo un patrón simple pero armonioso dentro de lo posible.

— En el mástil hay guirnaldas, brilla alegre el navío… — comenzaría a tararear una especie de villancico mientras trabajaba. Al parecer la joven muchacha no era la única que se sentía alegre por tales fechas.

Pese a llevar un buen rato colocando las luces en la primera fachada, colocó por encima de una de las entradas de la plaza un hilo de luces hasta llegar al siguiente edificio, realizando el mismo patrón en este. Quizás no fuera lo más fino trabajando pero él se esforzaba, tenía que hacerlo como siempre hacía, por los habitantes de Loguetown y por el Sargento, al que no quería defraudar.

Tras terminar la segunda fachada dio unos pasos hacia atrás, asintiendo para sí mismo.

— Me gusta… — diría girando hacia sus dos compañeros. — ¿Qué os parece? ¿Bonito, no? — soltaría otra leve carcajada.

La sonrisa de Alaric era tierna y afable, casi pareciendo que dentro de esa enorme mole había un niño inocente con un corazón tierno. Este se dirigió de nuevo a las cajas con decoraciones, revisando las decoraciones. Tras unos minutos rebuscando en las cajas llenas hasta los topes de decoraciones festivas cogió un puñado de guirnaldas rojas, verdes y doradas, volviendo a la fachada del edificio donde había colocado las primeras luces.

— Vamos a dejarte inmaculada — comienza a colocar las guirnaldas por la fachada, creando patrones festivos con estas, simples pero llamativos que sin duda embellecen ya la decorada fachada del edificio, llena de luces recién colocadas. — Una por aquí y otra por allá… Listo!

Retrocedería unos pasos, contemplando su obra con una sonrisa. Pese a que la combinación era algo burda, era uniforme y bonita, al menos a los ojos del Bucanero el cual sonreía feliz por el trabajo realizado. Volvería de nuevo al centro de la plaza, observando el árbol mientras se imaginaba en su cabeza como este quedaría tras terminar.

— Si necesitáis ayuda para llegar a los mas alto creo que podría levantaros sin problema — sonreiría, soltando una leve risa bonachona — Aunque espero que ningún tenga miedo a las alturas.

Tras unos segundos observando el árbol, el Bucanero volvería a las cajas, tomando otra enorme línea de luces, enrollándola a su hombro y dirigiéndose a otro edificio que daba su fachada a la plaza, había mucho trabajo que hacer y poco tiempo y nadie quería defraudar a los niños, ni este año ni ninguno.

Resumen

Perfil · (Última modificación: 06-01-2025, 07:56 AM por Arthur Soriz.)

La plaza de Loguetown se ve como un rincón festivo que empieza a cobrar vida gracias a ustedes, llena de luces brillando suavemente en la oscuridad de la tarde mezcladas con la nieve que cae lentamente sobre el suelo. El ambiente es alegre, con el bullicio de la gente que camina de un lado a otro disfrutando del proceso de decoración. A pesar del frío la atmósfera está llena de calor humano. Ustedes se encargan de ir montando adornos, colocando luces y guirnaldas mientras la comunidad observa y se acerca con curiosidad.

No tarda en llegar un pequeño grupo de niños que se acercan a mirar con emoción. La noticia de que la Marina estaba colaborando para embellecer la plaza se había extendido rápidamente y la gente no podía estar más emocionada.

Muchos de estos niños que hicieron acto de presencia se quedan mirándote, Alaric. Tu colosal altura es indudablemente producto de interés para muchos de los presentes. Con una sonrisa amplia y ojos brillantes, los niños no pierden tiempo en acercarse a ti, algunos incluso intentando treparse por tus piernas para obtener una mejor vista de las decoraciones que se colocan en lo alto. Se sienten seguros en tu presencia... como si al estar junto a til, la Navidad fuera aún más mágica. Y no son pocos los que aprovechan la oportunidad para acercarse y preguntar si pueden ayudar en algo.

Incluso los más pequeños parecen sentir que formar parte de este esfuerzo colectivo es algo especial.

Entre esos niños hay tres que se acercan un poco más con la cabeza baja. Ares, tú los reconoces inmediatamente. Son los chicos que habían sido acusados injustamente de robar las decoraciones navideñas, algo que se debió a un malentendido, a pesar de haberse robado tan solo una caja de estas decoraciones navideñas. El cambio de almacén, algo que ni siquiera fue culpa de ellos, había sido interpretado erróneamente por los adultos quienes más preocupados por encontrar culpables. Habían sido señalados como delincuentes en lugar de como simples víctimas de un accidente. Lamentablemente la inocencia de esos chicos nunca volvería, pero como les dijiste que hicieran se prestan a ayudar para no arruinarle la infancia a otros niños.

Pronto una anciana se acerca arrastrando su carrito de madera lleno de tazas humeantes. La multitud se aparta ligeramente para dejarla pasar mientras ella ofrece tazas de chocolate caliente a quienes se encuentran cerca. La suavidad con la que lo hace, su voz calmada y llena de cariño, hace que muchos se detengan y acepten su ofrecimiento con una sonrisa en lo que les da una taza de chocolate caliente tanto a ti, Ares, como también a ti Dan. En cambio, a Alaric, que eres mucho más grande que los demás, te lleva una olla completa, bromeando que deberías tomarte algo más por tu tamaño.

El ambiente está impregnado de una sensación de comunidad, de unidad. Todos parecen querer formar parte de lo que ustedes han empezado, algo que se forja en el trabajo en equipo de hacer de Loguetown un lugar mejor para todos... especialmente para los más pequeños. Pero aún les queda mucho trabajo por hacer, ¡hay que decorar toda la plaza!

Perfil · 07-01-2025, 06:07 PM

Como no, Dan parecía exultante y emocionada por tener que colocar adornos navideños. Ares solo resopló con una clarísima mueca de fastidio al respecto. Alaric también parecía emocionado. Y él tenía una cara de Grinch que no se aguantaba. Definitivamente, era de los que preferían pegar mamporros a perder el tiempo con cosas como esas.

— Pues mientras nosotros estamos aquí, con estas tonterías navideñas, eses idiotas a los que hay que arrestar... — Iría mencionando mientras le aproximaba a Dan una de las cajas llenas de adornos, siendo él quien soportase el peso de la misma para que la chica tomase los útiles con total comodidad, en lo que seguía hablando. — … Pululan por las calles haciendo a saber qué.

No estaba de acuerdo con tanto relax. Pero básicamente porque él era un culo inquieto y no era capaz de bajar la guardia por mucho que, en ocasiones, lo necesitase. Había vivido así toda su vida así que, a estas alturas, era algo complicado de cambiar para él. Quizás pudiese suavizarse al respecto, pero tampoco parecía estar por la labor. No por sí mismo, al menos.

Fuese como fuese, el enorme Buccaneer también comenzó a colaborar, tarareando a saber qué cancioncilla. Por su parte, el diablos iba pasándoles las cajas y vigilando también el perímetro. Alguna gente se había aproximado, por igual, para desearles unas felices fechas, y también para colaborar o admirar el despliegue de adornos que estaban teniendo los tres marines.

— Solo digo que esto es, más bien, trabajo para reclutas. — Continuó con su perorata, mientras le pasaba una bolas navideñas, de color rojizo, a Dan. — Tú, eso está torcido. — Señaló a Alaric cuando éste colocó algunas de las guirnaldas en uno de los edificios.

No quería implicarse pero su perfeccionismo le obligaba a hacerlo, aunque fuese de manera un tanto inconsciente.

El lagarto de escamas albas se tensó levemente cuando sintió unos pasos por detrás suya. De inmediato se volvió, aunque contuvo el gruñido en el momento en el que reconoció al trío de adolescentes. Eran los mismos mocosos a los que había sermoneado esa misma mañana.

Suspiró largamente.

— ¿Qué estáis haciendo tan apocados y con las manos en los bolsillos? Id a ayudar. — Les dijo, mientras agitaba una de las garras como quien espanta a un pobre perrito. En el fondo, era su manera de hacer que se animasen y se volviesen a implicar en aquel proceso.

Fue entonces cuando, literalmente, algo le cayó en la cabeza hasta deslizarse hacia su cuello.

— ¡Dan! — Protestó, con un fruncimiento de ceño en el momento en el que se vió con la guirnalda encima. Ares se la quitó, no sin cierto cuidado, para ahora colocarla sobre uno de los bancos que adornaban la plaza, de manera hasta cuidadosa. — Habla por ti, en Arabasta nunca vi algo como esto. — Y tampoco era que se hubiese fijado en demasía, las cosas como eran.

Al final, ambos se aproximaron al árbol que estaba en el centro. Todavía había unos cuantos escombros alrededor que afeaban la zona.

— Creo que deberíamos retirar esto antes de comenzar a adornarlo. — Aunque ya estaba Dan, literalmente, con las luces a cuestas. Ares miró a su alrededor, como buscando un buen lugar. Acto seguido, cuando lo encontró, comenzó a mover algunos de los pedruscos lejos del árbol y a otra zona donde no revestían peligro para el resto de viandantes. — ¿Ya encontraste las luces? — Preguntó a Dan. Luego se dirigió hacia el más grandullón del trío de marines ahí presente. — ¡Oye, mastodonte! ¿Has terminado? Necesitamos una mano para las luces más altas. — Y, de ahí, ir descendiendo con el resto de adornos a través del árbol.

Resumen

Perfil · 10-01-2025, 04:31 PM

La joven Dan, mientras desenredaba una maraña de luces navideñas que parecían tener voluntad propia, resopló con una mezcla de frustración y diversión. Los dedos entumecidos por el frío no ayudaban mucho, pero su entusiasmo no flaqueaba ni un poquito.

— ¡Ach, estas malditas luces son como un nido de serpientes enfadadas! — exclamó, alzando las manos en un gesto exagerado que hizo reír a un par de niños cercanos.

La Kuja sonrió, cuando era pequeña, nunca pudo celebrar una navidad con amigos más allá de los barcos y los marines, y ahora que podía, las iba a cobrar todas juntas.

— Ares, si eres tan fuerte como pareces, ven aquí y ayuda a desenredar esto antes de que acabe colgada yo misma del árbol.

Mientras hablaba, se giró hacia él, con una mirada llena de complicidad y una sonrisa pícara que parecía decir "no te vas a salvar de esto".

— Nae seas tan cascarrabias, lagartón. ¿Sabes lo que decía mi padre en el barco de la Marina? Que quien no decora el árbol tiene el alma tan fría como un pan de ayer. Y créeme, no queremos que te quedes así, solo me gusta el pan duro con mantequilla y bien calentito.

La marine soltó una carcajada que resonó por la plaza mientras enrollaba parte de las luces alrededor del tronco del árbol.

Cuando Alaric, el "mastodonte", como había dicho Ares, se acercó para ayudar con las luces más altas, Dan Kinro le aplaudió teatralmente, parecía una foca.

— ¡Ahí está mi gigante favorito! Anda, sube esas luces a lo más alto. Que si lo hace Ares, seguro que las pone torcidas solo por fastidiarme. — Dijo, guiñándole un ojo al reptiliano para provocarlo amistosamente mientras le sacaba la lengua.

Después de un momento, observó cómo los niños corrían de un lado a otro con pequeñas decoraciones en las manos. Uno de ellos intentó colgar una estrella en una rama baja, pero no llegaba. Dan se acercó rápidamente y, con un gesto jovial, se inclinó para ayudarle.

— ¡Venga, wee laddie, ponla aquí! — animó mientras lo levantaba un poco para que pudiera alcanzar. — Ahora sí, ¡perfecto! Esa estrella brilla más que el sol en invierno, ¿eh? Aunque la gente que dice feliz solsticio de invierno es un poco rara. ¡Aye!

Al volver hacia Ares, que seguía con su mezcla de fastidio y resignación, Dan Kinro le tendió otra guirnalda como si fuera un trofeo.

— Aye, grande y gruñón... Granduñón, toma esto y haz algo bonito con tu vida. Nae te preocupes, si lo haces mal, lo arreglamos. — le dijo con una sonrisa burlona mientras seguía trabajando en el árbol.

Con cada palabra, con cada gesto, Dan irradiaba esa calidez festiva que era contagiosa incluso para los más escépticos. Y aunque no lo admitiera, iba a intentar a obligar qué Ares empezase a entrar en el espíritu navideño, aunque fuera a regañadientes.

Resumen

Perfil · 12-01-2025, 04:07 PM

El bucanero, que tenía varios niños intentando escalar sus piernas soltó una leve carcajada.

— Vamos pequeños, dejad que termine de colocar estas luces y luego os subo para que podáis verlas bien, ¿si?

Tras dar unos últimos retoques, Alaric quitaría con suavidad a dos niños que aún seguían escalando sus piernas, dejándolos en el suelo con cuidado y dándoles una palmadita en la cabeza a cada uno. Se dirige al centro de la plaza, acercándose al árbol y mira a Dan cuando esta le una “orden”

— A mandar jefa! — dice riendo mientras toma un enorme rollo de luces.

Poco a poco, desenrollando el amasijo de luces que había cogido en sus manos de una de las cajas, comienza a colocarlas de forma circular alrededor del árbol en la parte más alta. Poco a poco la copa del árbol va cogiendo forma lo cual pone una agradable sonrisa en el rostro del bucanero. Alaric nota un pequeño tirón en su pierna y al mirar a abajo ve a un pequeña niña con la estrella dorada en su mano y haciendo pucheros.

— ¿Qué pasa pequeña? ¿Quieres poner la estrella en lo alto?

Al ver cómo la joven niña asiente enérgicamente con la cabeza, Alaric suelta una risa afable.

— Vale pequeña, pero con cuidado — se pone de rodillas, tomando a la niña con sus dos manos y sujetándola con cuidado la alza — Vamos a poner la estrella en su sitio, ¿Si?

Alaric se alzaría hasta quedar de pie de nuevo, básicamente quedando la copa del árbol cerca de su pecho con lo que no era problema alguno decorarlo.

— Vamos, ponla con cuidado — acerca a la niña, la cual coloca con cuidado la estrella en su sitio. — Muy bien, ha quedado muy hermosa ahí arriba.

Tras bajar a la niña con cuidado, este mira el árbol con una grata sonrisa. Estas festividades le habían contribuido y eso le bastaba para alegrarle.

Resumen

Perfil · 12-01-2025, 08:10 PM

A medida que avanza la tarde, los últimos detalles de la decoración se van colocando en su lugar. Las luces que antes solo brillaban débilmente ahora iluminan con fuerza cada rincón, reflejándose ligeramente en la nieve que cubre el suelo y los tejados. Saben que falta poco para terminar, menos de un cuarto de la plaza y quedan media docena de cajas nada más por abrir. Gracias a la ayuda de la comunidad el trabajo está siendo afortunadamente mucho más llevadero.

Los niños siempre tan curiosos y llenos de energía no dejan de correr de un lado al otro, aceptando asistirlos en lo que son capaces... la mayoría igual concentrados en la mayor atracción del momento y ese eres tú, Alaric. La niña sumamente feliz por haber podido poner la estrella en el árbol te sonríe de forma cariñosa, abrazando tu enorme pierna para luego seguir jugando y disfrutando de las festividades. El niño al que ayudas tú, Dan, incluso te da lo que le queda de un paquete de galletas de vainilla que se había comprado esa misma tarde, y no parece que vaya a aceptar un 'no' como respuesta.

Algunos mayores se aproximan a ustedes y les ofrecen todo tipo de refrigerios, calientes y no tanto. Dulces y salados por igual, incluso algunos agridulces para romper la rutina. Galletas de jengibre, arrollados de carne, vamos... que se están haciendo un festín sin haber pagado ni un solo Berry.

A pesar de sentir que el frío de la noche está empezando a hacerse cada vez más tajante, la calidez de la camaradería y el chocolate caliente que les ofrecen una y otra vez para mantenerlos calientes les ayuda a seguir adelante. Ven la energía positiva de todos los involucrados, y no pueden evitar sentirse aunque sea un poco contagiados con ese espíritu. En especial tú, Ares... que ves cómo esos jóvenes adolescentes se han sumado al grupo de gente que los ayuda. El líder ocasionalmente te mira de reojo, pareciera frustrado... pero luego te sonríe ligeramente y sigue con sus amigos.

Cuantos menos niños hay por la calle ya que sus padres se los llevan a sus casas para no andar de noche por ahí, los buenos tragos empiezan a ser ofrecidos. Vino caliente, ponche de huevo, incluso butterbeer. Cualquiera de estos brebajes les brindaría ese golpe de energía tan necesario para finalizar la labor navideña... aunque si no son cuidadosos puede que terminen un poco pasado de copas. Incluso se empieza a escuchar la música provenir de algunas de las tabernas de la ciudad, dándole un toque incluso más agradable a la noche.

¡Vamos, Marines! ¡Les queda para terminar!

Perfil · 13-01-2025, 02:22 PM

Si es que no estaba habituado a esas cosas. Y el ir y venir de Dan, tan animada y chisporroteante, le mareaba de forma ligera. Aunque también era algo divertido de ver a ese culo inquieto, a pesar de que le estuviese arrastrando a todo eso.

— Las estás enredando más. — Le dijo, ahora aproximándose hacia ella al ver como la chica se peleaba con la maraña de luces navideñas. Con una mano, se las quitó y fue probando él mismo a desenredarlas.

No todas, pero al menos el extremo contrario por el que Dan había comenzado mientras contemplaba y vigilaba un poco a su alrededor. Alaric estaba a lo suyo, por lo que le era mucho más sencillo al bucanero el adornar las zonas superiores gracias a su altura. Ares negó ligeramente con la cabeza.

En su proceso de desenredar luces por “sugerencia” de Dan, también pudo ver como aquel trío de problemáticos se habían unido. De hecho, se separó un momento de su compañera, agarró una de las cajas de guirnarlas que tenía más cerca y, llevándola en las manos, se aproximó a los adolescentes.

— Quita esa cara si no quieres que ella... — Señaló distraídamente a Dan con una de sus garras. — … Te venga a despertar el espíritu navideño con sus sermones. — Si es que la chica tenia energía para aburrir. A veces se preguntaba si es que nunca se cansaba.

Y, aún así, le hacía gracia.

— Continuad con esto. Por alli todavía faltan adornos. — Le indicó al que era el cabecilla de los adolescentes.

Tras eso, Ares volvió con sus compañeros donde Alaric ya estaba alzando a una niña para que colocase la estrella en lo alto del árbol navideño. Justo en ese momento cuando Dan le tendió una nueva guirnalda y el diablos suspiró.

— Debería colgarte de lo alto del árbol, mujer. — Protestó pero, fuese como fuese, se animó un poco más a seguir ayudando.

A medida que el tiempo iba pasando y ellos entretenidos para aquí y para allá con los adornos, la gente iba abandonando el lugar debido ya a las horas quizás un tanto tardías. Pero que, al mismo tiempo, servían de colofón para que las tabernas cercanas comenzasen a llenarse.

— Quizás un trago no nos vendría mal. — Comentó al aire, colgando una de las últimas guirnaldas en una farola cercana. — ¿Qué opináis? — Preguntó al otro par.

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