Julius Basileus
El Ogro
01-02-2025, 08:09 AM
Día 14 de Invierno del Año 724
Acabado de limpiar mi nombre por culpa de unos ladrones de botes y después de acabar con una banda criminal ya me sentía listo para dejar aquél archipiélago que me había acogido por tanto tiempo y salir al mar con mi nuevo barco un Steam Raft el cual alcanzaba una felicidad de unos mil demonios. Si algo tenían los Steam Rafts es que eran barcos de una calidad decente, eran rápidos y buenos para los que quieran zarpar hacia el mar de forma solitaria.
Antes de marcharme debía de visitar a unos amigos antes de irme, se trataba del bar Pie de Gigante, donde sus dueños eran casi como familia para mi en aquél lugar. Estos compartieron algo de tiempo conmigo antes de irme, habiendo un brindis y sorprendiéndose de mis objetivos, convertirme en un poderoso e infame pirata el cual conquistará el mundo algún día. Estos también me regalaron provisiones para el camino, lo que acepté sin rechistar por un segundo. Ya tenía casi todo listo, solo faltaba despedirse de aquella ciudad, Cocoyashi.
Empecé a caminar por los principales lugares de la ciudad despidiéndome de la gente que había hecho lazos conmigo en aquél tiempo que estuve allí, en especial esos que se disculparon conmigo despues de enterarse de que yo no había sido el ladrón de botes. Una vez terminé de despedirme corrí hasta el muelle, donde tenían mi Steam Raft listo para zarpar. Con todo listo bajé aquella vela y activé el motor, navegando más rápido que cualquier barco en la zona.
El viaje a mi nuevo destino fue sorprendentemente rápido, solamente en cuestion de una hora ya había llegado, aunque si soy sincero hubieron unas cuantas veces en las que pensé que aquello se me salía de control y moriría en cualquier momento. Afortunadamente mi conocimiento como marineros me permitió guiarme y llegar sano y salvo.
Antes de marcharme debía de visitar a unos amigos antes de irme, se trataba del bar Pie de Gigante, donde sus dueños eran casi como familia para mi en aquél lugar. Estos compartieron algo de tiempo conmigo antes de irme, habiendo un brindis y sorprendiéndose de mis objetivos, convertirme en un poderoso e infame pirata el cual conquistará el mundo algún día. Estos también me regalaron provisiones para el camino, lo que acepté sin rechistar por un segundo. Ya tenía casi todo listo, solo faltaba despedirse de aquella ciudad, Cocoyashi.
Empecé a caminar por los principales lugares de la ciudad despidiéndome de la gente que había hecho lazos conmigo en aquél tiempo que estuve allí, en especial esos que se disculparon conmigo despues de enterarse de que yo no había sido el ladrón de botes. Una vez terminé de despedirme corrí hasta el muelle, donde tenían mi Steam Raft listo para zarpar. Con todo listo bajé aquella vela y activé el motor, navegando más rápido que cualquier barco en la zona.
El viaje a mi nuevo destino fue sorprendentemente rápido, solamente en cuestion de una hora ya había llegado, aunque si soy sincero hubieron unas cuantas veces en las que pensé que aquello se me salía de control y moriría en cualquier momento. Afortunadamente mi conocimiento como marineros me permitió guiarme y llegar sano y salvo.